Memorias del conversatorio: Comprendamos los acuerdos de La Habana y construyamos la paz desde nuestro territorio: La Escuela Experto invitado: Sergio Andrés Tobón, Coordinador Centro de Pensamiento Social Fecha: Agosto 25 de 2016 Lugar: Auditorio Fundación Proantioquia. Contenido 1. Saludo y bienvenida.... 2 2. Presentación: de La Habana al territorio: los retos para el postconflicto. Sergio Andrés Tobón.... 2 3. Intervenciones y preguntas del público.... 7 4. Ejercicio: Los retos del posconflicto para la escuela... 9
1. Saludo y bienvenida. Hoy nos reúne un tema de vital importancia para nuestro país. Entonces, que los maestros, rectores y coordinadores de las Instituciones Educativas (IE) de la ciudad, conozcan de primera mano lo que se está negociando en la Habana es fundamental. La escuela no puede estar al margen de la construcción de paz y de hecho debe tener un papel fundamental en la consecución de ésta. Dicho lo anterior, el conversatorio tendrá la siguiente estructura: Primero, Sergio Andrés Tobón, Coordinador del Centro de Pensamiento Social, hará una presentación sobre los acuerdos de la Habana y los retos que estos traen para el postconflicto en el país; segundo, abriremos un espacio para intervenciones y preguntas del público; finalmente, realizaremos un ejercicio (taller) para que conversemos en grupos, alrededor de los retos que nos plantean los acuerdos de paz con las FARC para la escuela en particular. 2. Presentación: de La Habana al territorio: los retos para el postconflicto. Sergio Andrés Tobón. Antes de comenzar la presentación hay que hacer dos comentarios muy puntuales: el primero es que ayer se firmaron los acuerdos definitivos entre las FARC y el Gobierno, lo que implica que muchas de las cosas que están en la presentación ya están sustentadas en los acuerdos; lo segundo es si estamos preparados para ver a los señores de las FARC pidiendo perdón, tal como pasó en Bojayá. Dicho esto, la presentación tendrá los siguientes puntos: primero, una revisión de los antecedentes del ejercicio, bajo que enfoque se está trabajando el tema; segundo, recordaremos cuales son las realidades y percepciones del conflicto armado; tercero, lo que se ha negociado hasta ahora y, por último, veremos cuáles son los principios de una paz sostenible. Antecedentes del ejercicio. Este ejercicio nace como la unión de esfuerzos entre la Universidad EAFIT, la ANDI y Proantioquia. Dicha unión tiene el propósito de realizar los análisis y las
presentaciones que permitan al sector empresarial tener herramientas de análisis en la situación del posconflicto y elaborar propuestas concretas en relación al proceso de paz que se negocia en La Habana. El tema se ha trabajado alrededor de tres ejes principales: i) aspectos generales del proceso, los puntos acordados, las líneas rojas, las incertidumbres, etc.; ii) cuales son las implicaciones de la negociación, su implementación y sostenibilidad fiscal y; iii) generar espacios de discusión, como este, sobre el proceso de paz. Parte de ese análisis es lo que veremos en el resto de la presentación. Realidades y percepciones del conflicto. En términos del conflicto colombiano debemos partir de dos grandes premisas: lo primero es que este es un conflicto cuyo escenario ha sido principalmente el campo, las ciudades y el sector urbano no han sufrido necesariamente asuntos de violencia directamente relacionados con el conflicto, un asunto que va a ser muy crítico en lo que sigue para el posconflicto; lo segundo es que las raíces de este conflicto han sido múltiples y diversas, aun no hay un consenso al respecto. En términos de costos, el conflicto ha implicado la pérdida del 4,8% del tejido empresarial como consecuencia directa de las acciones de las FARC desde la década del 90, mientras que, las del ELN acabaron con un 6,8% del mismo. El conflicto le ha costado al país un 4,4% de crecimiento del PIB a nivel regional, esto según estimaciones de Plan Nacional y Fedesarrrollo. De otro lado, está el costo social del conflicto, más de 300.000 asesinatos, más de 2 millones de desplazados, entre los cuales hay problemas de ingresos, un porcentaje alto sufren de estrés y ansiedad crónica. No obstante, cuando se mira las cifras de homicidios por cada 100 mil habitantes se observa que esta se ha venido reduciendo desde los años del gobierno de Uribe, pero alcanzando sus menores niveles en los años de negociación del conflicto. Por ejemplo, con el cese unilateral del fuego por parte de las FARC llevamos ya casi 275 días sin confrontación armada entre las Fuerzas Militares y las FARC. Un comportamiento similar se observa en las tasas de secuestro y desplazamiento, que han llegado a niveles mínimos desde la década de los noventa. Por último, un poco
menos de 4.000 personas han sufrido algún tipo de mutilación como consecuencia de artefactos y restos explosivos de la guerra. Para terminar este apartado, quiero plantear la siguiente reflexión: El perdón es una decisión profundamente individual, y no es indispensable para la reconciliación ni para construir la paz. Hay víctimas que han perdonado lo imperdonable, pero hay otras que, sin perdonar, han reconstruido sus vidas desde el pragmatismo que conlleva a actuar para sobrevivir con sociedad (Reconciliación, el gran desafío para Colombia, 2015). En este sentido, resulta paradójico que las personas que han sido víctimas directas del conflicto tengan una mayor propensión a acabar con el conflicto y apoyar el proceso, en comparación con personas que no lo han sufrido, que hoy están paradas en posiciones contra los acuerdos y que no son conscientes de lo que ha significado este conflicto. Qué se ha negociado hasta ahora? En noviembre de 2012 se firmó el acuerdo general para finalizar el conflicto armado, lo que fue el punto de partida de las negociaciones. Dicho acuerdo contenía seis puntos: reforma rural integral, participación política, solución al problema de las drogas, victimas, justicia y reparación y fin del conflicto. En total fue una negociación que duró cuatro años, una de las más cortas de acuerdo con la experiencia internacional. Es una agenda acotada a estos 5 temas (el sexto es el fin del conflicto y la implementación de los acuerdos), contrario a lo que pasaba con la negociación del Caguán. El primer punto del acuerdo, reforma rural integral, tiene tres elementos fundamentales. En primer lugar, el Fondo de tierras, que según los acuerdos publicados entregará 3 millones de hectáreas a campesinos que no tienen acceso a la tierra, que es diferente a lo que muchos creen que es que se le va entregar la tierra a las FARC. No obstante, aquí no es claro cuantas serán las familias beneficiadas con tierras. En segundo lugar, se necesita la actualización del sistema catastral en Colombia, la que se estima tendría un costo aproximado de 3 billones de pesos. La actualización del catastro es fundamental para avanzar en la formalización de la propiedad en el campo. El tercer elemento, son los Planes de
Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), los cuales van a priorizar a 144 municipios del país, que se caracterizan por tener mayor afectación por el conflicto, mayor número de víctimas, mayores niveles de pobreza y menor participación política. Los planes implican mayor intervención en temas educativos, salud, infraestructura, vías, distritos de riego, acceso a mercados, tenencia de tierras, etc. Con relación a este primer punto, hacemos tres recomendaciones en particular: i) el empresariado es esencial para la construcción de bienestar material de la población. Las políticas redistributivas no pueden ser expropiativas; ii) un modelo sostenible de inclusión de pobladores y territorios pasa por la creación de oportunidades económicas y fuentes privadas de generación de riqueza e ingresos; iii) un esquema de intervención basada en subsidios permanentes no contribuye a dignificar a las comunidades, ni a promover la productividad, ni a romper las ataduras clientelistas en las regiones. El segundo punto del acuerdo se refiere a la participación política, el cual incluye la creación de 16 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz para la elección de 16 representantes a la Cámara de zonas que históricamente han tenido baja participación política y que han sido afectadas por el conflicto y el abandono institucional (OJO: no son curules directas para integrantes de las FARC, como lo han dicho algunos). En este punto es crítico que las FARC no sea el único actor en los territorios del postconflicto. El pluralismo es un rasgo básico de nuestra democracia. Éste debe primar en la competencia y en la participación política en las zonas donde se acuerden circunscripciones especiales. En este punto es también fundamental las garantías para la oposición, uno de los mayores temores de las FARC dado los antecedentes con la Unión Patriótica. El tercer punto, el problema de las drogas, en el que se está contemplado la sustitución de cultivos y desarrollo rural, la prevención del consumo y salud pública y un compromiso de las FARC para denunciar todas sus formas de producción y de comercialización de narcóticos. En este tema creemos que hay dos retos fundamentales:
Las FARC dejarán un contexto de cultivos en expansión, y eso conducirá a que, con una alta probabilidad, las BACRIM y los mandos medios y guerrilleros rasos de las FARC que rehúsen desmovilizarse compitan por el control territorial. Necesitamos Estado en los territorios para controlar los espacios que dejarán estos grupos, y al mismo tiempo, luchar con efectividad en todos los eslabones de la cadena. El punto de víctimas, justicia, reparación y no repetición incluye: la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que consiste en darle amnistía a aquellos guerrilleros que cometieron delitos políticos (no incluye crímenes de guerra, ni crímenes de lesa humanidad); Una Unidad para la búsqueda de personas dadas por desaparecidas, donde la base sea la información entregada por las FARC; la Comisión para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetición, donde todos los implicados en el conflicto deben contar la verdad de lo que pasó durante el conflicto (habrán castigos para quienes se demuestre que no están contando toda la verdad); finalmente, las medidas de reparación integral, que serán físicas y simbólicas. El punto de fin del conflicto lo componen tres grandes acuerdos: primero, el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y dejación de armas, asunto que tendrá verificación internacional y un calendario establecido de cumplimiento de acuerdos y compromisos por las partes y que incluye la concentración de las FARC en 23 zonas veredales y 8 puntos de concentración; segundo, garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz; y tercero, el mecanismo de refrendación de los acuerdos finales, que como ya sabemos se harán por medio del plebiscito del 2 de octubre de este año. En resumen, creemos que los temas críticos para el fin del conflicto son: el Fondo de Tierras, los PDET, las Circunscripciones y Curules directas a las FARC, la actualización del Catastro, la lucha contra la corrupción, contención del narcotráfico, la Comisión de la Verdad y los costos y sostenibilidad.
Los principios de una paz sostenible. Finalmente, este ejercicio definió 7 principios que garanticen la viabilidad de los acuerdos: Temas críticos para la negociación y la implementación. Muchos de ellos mencionados en el apartado anterior de la presentación. Política sin armas y sin dinero ilegal. Garantizar que las FARC no sigan implicadas en economías ilegales y con acceso a las armas. Justicia y reparación. Se debe diseñar un buen esquema de justicia que garantice que las victimas vean reparados sus derechos y se cumpla lo pactado en los acuerdos. Lucha contra el narcotráfico. Debe haber una estrategia bien trazada para combatir el narcotráfico. Economía campesina y agroindustria. Debemos incluir a los campesinos en ciclos agroindustriales, productivos y sostenibles, sin esto será muy difícil llegar a una reforma rural efectiva. Institucionalidad para la implementación. Una institucionalidad transparente, efectiva, coordinada y sin corrupción. Refrendación. Los acuerdos deben contar con una legitimidad amplia por parte del pueblo colombiano. 3. Intervenciones y preguntas del público. Una primera intervención tocó el tema de la financiación del postconflicto, los aportes de organismos internacionales y la preocupación que estos tienen respecto de la corrupción en el país. Pero no es claro, dice la persona que interviene, como los grandes capitales del país van aportar a este proceso. La segunda inquietud estuvo alrededor del Fondo de Tierras, esto teniendo en cuenta la precaria situación en la que está el campo y los campesinos en particular. El acuerdo contempla subsidios para los campesinos a los que se les entregarán
tierras? La otra preocupación está relacionada con el tema de corrupción, manifiesta su temor porque no se vaya a repetir lo que pasó con Agro Ingreso Seguro. La tercera intervención habla sobre la sostenibilidad de la paz en el postconflicto, según él, la experiencia internacional muestra que de los cientos de conflictos armados que existieron en el mundo después de la segunda guerra mundial, el 60% de estos han reincidido después de los acuerdos de paz. Así mismo, los casos de algunos países de Centro América nos muestran cómo es posible ganar la paz, pero perder el posconflicto, tal como está pasando en El Salvador. Un factor clave en el fracaso de esos procesos fue la ausencia del sector empresarial en los acuerdos. Es muy importante revisar esas experiencias para no repetir los mismos errores. Acto seguido, Sergio Tobón trata de aclarar algunas de las inquietudes planteadas. Sobre el Fondo de tierras, señala que si habrá subsidios para la compra de tierras, mientras que sobre el tema de la corrupción todo pasa por las instituciones que se creen para dar viabilidad a la reforma rural, así como las personas que se asignen para dirigir dichas instituciones. En este tema de transparencia y corrupción también es fundamental generar unos buenos mecanismos de seguimiento y supervisión de los fondos que serán destinados al posconflicto. Por su parte, sobre el aporte del sector privado, existe una apuesta concentrada en lo que se llama el Fondo de Reconciliación Colombia, que cuenta en este momento con más de 3 millones de dólares. Este fondo tiene como fin apalancar proyectos locales de reconciliación, construcción de paz y desarrollo para aplicarlos a nivel nacional. Si bien no les puedo decir si el sector empresarial va decir sí o no a los acuerdos, lo que si quiere plantear el empresariado es que construir empresa también es construir paz, y lo otro, es que el empresariado hará una apuesta fuerte por fortalecer la formación ciudadana en la sociedad, como manera de exigir la democracia. Finalmente, es clave que la reforma rural no se base en el modelo de expropiación de tierras, sino que es necesario avanzar en la articulación productiva entre grandes y pequeños productores. Si existen apuestas sostenibles, productivas y que generen valor, el empresariado muy seguramente las apoyará.
4. Ejercicio: Los retos del posconflicto para la escuela El ejercicio final del evento propuso la discusión por grupos alrededor de dos preguntas claves, partiendo de lo expresado en la presentación inicial: Cuáles son los retos que visionan en el contexto de la escuela? y, desde mi rol, Qué estrategias considero viables para hacerle frente a los retos señalados en la respuesta anterior? En repuesta a la primera pregunta, los asistentes al conversatorio plantearon las siguientes ideas: Crear una confianza en los procesos, en los referentes actuales Dar una información imparcial sobre los hechos históricos relacionados con el conflicto. Capacitación a los docentes para asumir un rol neutral, no tendencioso. Trabajar en la ética, la veracidad, la equidad y la no-corrupción. Socialización de los acuerdos en las comunidades educativas (incluyendo todos los estamentos) Identificación e implementación de estrategias como: conversatorios, foros, testimonios y trabajo en clase. Llevar a cabo un ejercicio pedagógico de las implicaciones por el Sí y el No del plebiscito del 2 de octubre. Construcción de una pedagogía de la paz. Responsabilidad social de todos los actores en la construcción de la paz. Formación en ciudadanía en padres, docentes y estudiantes. Fortalecer la participación y la democracia. Conocimiento del territorio. Cómo hacer que un mandato como la cátedra de la paz se utilice como un apoyo institucional para trabajar los acuerdos, visibilización de las víctimas, memoria del conflicto y su contexto histórico? Contextualización desde la situación que vive el colegio hacia los acuerdos de paz.
Formación ciudadana que masifique el pensamiento crítico. Desde la cotidianidad vivenciar los valores y en especial el respeto por la diferencia. Invertir en la formación durante, dignificación de la profesión y revisión de los programas y planes académicos. Romper paradigmas Respecto a la segunda pregunta, las siguientes son las estrategias que los asistentes al conversatorio creen son fundamentales para hacer frente a los retos planteados más arriba: Espacios de debate desde todas las asignaturas. Estrategias de solución de conflictos y de los procesos de negociación. Convocatoria a consejos de padres, representantes, para ganar en comprensión y generar debate. Propiciar espacios para que los estudiantes sean conscientes de su responsabilidad en los conflictos escolares. Sensibilización entre los maestros para fortalecer la pedagogía para la paz. Fortalecer la formación de la ciudadanía y el empoderamiento de la sociedad civil en la construcción de la paz. Articulación de propuestas del gobierno para el sector educativo. Conformación de roles interinstitucionales para el desarrollo de la paz. Formación en el ser y en las competencias humanas del maestro y empleados del sector educativo. Generar foros, conversatorios por estamentos con contenido de los acuerdos de La Habana para informar de manera efectiva. Diálogos permanentes que generen respeto por el pensamiento y palabra del otro. La escuela como espacio para generar pensamiento crítico y reflexión acerca de los acuerdos de La Habana. Socialización del recorrido histórico del conflicto armado en Colombia tanto a maestros como estudiantes.
Visibilización de las víctimas. Fortalecer los proyectos de competencias ciudadanas y cátedra de la paz entre toda la comunidad. Formación de comunidad educativa. Sinergias entre lo oficial, lo privado, la empresa y la universidad.