Robert Merton y la "vieja" sociología de la ciencia La ciencia es una empresa social. Parece, entonces, que un campo en el que deberíamos girar para comprender este hecho es la sociología, el estudio general de las estructuras sociales humanas. La "sociología de la ciencia" desarrollada a mediados del siglo XX siglo. El fundador del campo, y la figura central durante muchos años, fue Robert Merton. La "sociología mertoniana de la ciencia" es básicamente sociología convencional aplicada a la estructura de la ciencia y a su desarrollo histórico.
El desarrollo científico en Inglaterra se hizo especialmente acentuado aproximadamente a mediados del siglo XVII. Durante esa época fueron surgiendo diversas instituciones científicas (Royal Society, Catedra Lucasiana de Matemáticas en Cambridge, Catedra de Botánica en Oxford, observatorios astronómicos, etc.) con el apoyo de la monarquía, de algunos nobles y de parte de la burguesía inglesa, que apreciaba ante todo la utilidad y el valor practico de las investigaciones científicas, conforme al programa baconiano. En conjunto, la ciencia se fue constituyendo a finales del XVII como una nueva institución social. La comunidad científica fue configurando sus propios valores, como cualquier otra institución social. Merton subrayo la influencia del ethos puritano sobre la ciencia emergente
Una vez consolidada una institución, sus valores constitutivos pasan a ser considerados como evidentes y no requieren ninguna justificación. Por eso es preciso atender a los momentos de cambio social e institucional para analizar los valores institucionales: Un nuevo orden social presupone un nuevo esquema de valores; lo mismo ocurrió con la nueva ciencia. Aunque el sistema de valores puritanos favoreciera la creación de instituciones científicas, estas generaron un ethos especifico, que Merton investigo a lo largo de toda su obra.
Un científico puede hacer observaciones para las que no tiene ninguna explicación. Si estas observaciones no fueran comunicadas a otros investigadores, no tendrían ninguna importancia para el desarrollo científico. Pero una vez expuestas a otros para hallarles explicación, una vez establecida la interacción social, existe la posibilidad (de probabilidad cada vez mayor cuantas más sean las mentes en contacto) de que estas observaciones puedan ser unificadas y sistematizadas por una teoría. Según Merton, las teorías y leyes científicas son presentadas de una manera rigurosamente lógica y científica (de acuerdo con las reglas de prueba corrientes en la época) y no en el orden en que la teoría o la ley fue obtenida. Es decir, mucho después de que la teoría ha sido hallada aceptable por el científico sobre la base de su experiencia privada, debe continuar ideando una prueba o demostración en términos de los cánones aprobados de la verificación científica existentes en su cultura.
Ethos: es decir, un espíritu que se puede pensar como un conjunto de reglas, prescripciones, costumbres, creencias, valores y manera de ser considerado obligatorio ya que implican lealtad, adhesión y respeto.
Merton lo define como: Ese complejo, con resonancias afectivas, de valores y normas que se consideran obligatorios para el hombre de ciencia. Las normas se expresan en forma de prescripciones, proscripciones, preferencias y permisos. Se las legitima basándose en valores institucionales. Estos imperativos, transmitidos por el precepto y el ejemplo, y reforzados por sanciones, son internalizados en grados diversos por el científico, moldeando su conciencia cientifica.
El concepto de ciencia según Merton: Ciencia es una palabra engañosamente amplia que se refiere a una variedad de cosas distintas, aunque relacionadas entre sí. Comúnmente se la usa para denotar: 1) un conjunto de métodos característicos mediante los cuales se certifica el conocimiento; 2) un acervo de conocimiento acumulado que surge de la aplicación de estos métodos; 3) un conjunto de valores y normas culturales que gobiernan las actividades llamadas científicas; 4) cualquier combinación de los elementos anteriores. Aquí nos ocuparemos, de manera preliminar, de la estructura cultural de la ciencia, esto es, de un aspecto limitado de la ciencia como institución. Así, consideraremos, no los métodos de la ciencia, sino las normas con las que se los protege.
Normas epistémicas 1) El universalismo, afirma que cualquiera que sea su origen, las afirmaciones de la verdad deben estar sujetas a criterios preestablecidos e impersonales. Esto implica que la aceptación o rechazo de los reclamos no debe depender de las cualidades personales o sociales de sus protagonistas. La raza, la nacionalidad, la religión, la clase y las cualidades personales del científico no deben influir en la aceptación o el rechazo de una propuesta científica.
2) El comunismo, dice que los hallazgos sustantivos de la ciencia son producto de la colaboración social y, por lo tanto, pertenecen a la comunidad, en lugar de ser propiedad de individuos o grupos. Esto es, como señaló Merton, incompatible con las patentes que reservan derechos exclusivos de uso para inventores y descubridores. El conocimiento científico es un bien común que hay que incrementar progresivamente. En la medida en que dicho conocimiento se comunique y se comparta, el avance del conocimiento será mayor. No debe haber secretos ni apropiación del conocimiento, porque entonces menguaría su crecimiento.
3) El desinterés, impone un patrón de control institucional que pretende frenar los efectos de los motivos personales o ideológicos que pueden tener los científicos individuales. 4) El escepticismo organizado, implica que la ciencia permite un escrutinio independiente de las creencias que tienen gran valor en otras instituciones. Esto es lo que a veces lleva a la ciencia a conflictos con religiones y otras ideologías.
Artículo del Diario La Nación 18 enero, 2011 El efecto Mateo Merton señala que el origen del concepto estaba implícito en uno de los principios de las normas de la ciencia, enunciadas por él en 1942, el universalismo, que demanda que las verdades científicas se juzguen con criterios impersonales, en lugar de incluir los atributos individuales y sociales de sus exponentes, como raza, nacionalidad, religión, clase o sexo. Ventajas acumuladas. Merton lo explica de la manera siguiente: Cuando el desempeño de un individuo cumple con los estándares exigentes de alguna institución, y especialmente cuando los rebasa, se inicia el proceso de acumulación de ventajas diferenciales porque el individuo adquiere sucesivamente cada vez mayores oportunidades para avanzar su trabajo (y los premios ganados por ello). En vista de que las instituciones mejores tienen comparativamente más recursos para avanzar los trabajos que se realizan en sus dominios, el talento que ingresa en ellas tiene mayor potencial para adquirir ventajas diferenciales acumuladas.
Respecto a la investigación científica, se observó que los autores más célebres eran los más citados en los siguientes artículos científicos sobre el tema en cuestión, en detrimento de otros trabajos de autores menos conocidos. Lo cual repercutía de nuevo en la celebridad de los mismos nombres, que comenzaban así a ser consagrados por el aumento de su número de referencias. En el terreno de la literatura, el efecto Mateo es algo muy fácil de constatar: los autores más publicitados en el mercado ven repetirse su nombre en los medios, mejorando así su inserción en estos, en detrimento de otros autores que no reciben la misma atención. De tal forma que la literatura se espectaculariza lo mismo que el arte en general y de allí que sea sano desconfiar de la lista de best sellers y otros rankings dirigidos a promover el consumo masivo.
Una consecuencia de las sociologías de la ciencia que adoptaron la concepción heredada fue que tomaron por objeto de estudio sólo al llamado contexto de descubrimiento y dejaron los aspectos internos de las teorías ( la naturaleza y estructura del conocimiento científico-teorías, formulas, leyes físicas, pruebas y ecuaciones ) fuera de su objeto, como si se tratara de una caja negra. Por lo tanto se sostiene la dicotomía entre contextos de descubrimiento y justificación, entre origen social y contenido del conocimiento científico. Este aspecto Woolgar lo considera una sociología asimétrica del conocimiento científico : lo social juega un rol cuando las cosas salen mal pero no cuando el conocimiento es correcto.
La concepción heredada determinó que la investigación teórica en torno a qué es la ciencia? (epistemología) se desarrollara en base a una estructura de división del trabajo en virtud de la distinción de contextos de descubrimiento y justificación: por una parte, los sociólogos, ocupados en investigar los factores sociales que afectan a la producción del conocimiento erróneo, y por otra, los filósofos (racionalistas), preocupados por los fundamentos racionales de la verdad (63).
La sociología de la ciencia de Merton, si bien fundó un campo de estudio, hoy en día se la conoce como parte del programa débil de la sociología del conocimiento. Esto en oposición al programa fuerte representado en el curso por David Bloor. Se dice que es un programa débil porque afirma que lo verdadero, lo racional y lo exitoso puede tener una explicación no social, esto es, una explicación racional pero que lo falso, lo irracional y lo fallido debe tener una explicación social. David Bloor fue el primero en postular la pertinencia de los factores sociológicos en el análisis de la producción del conocimiento científico verdadero.