SUPLEMENTACION INVERNAL DE VACAS LECHERAS Una correcta alimentación permite a la vaca desarrollar con normalidad todas las funciones orgánicas, para el proceso de producción de leche. Muchas veces esto ocurre en forma simultánea con otras funciones de producción como, por ejemplo, la gestación y el crecimiento. Existen requerimientos de nutrientes, según sea el estado fisiológico en que la vaca se encuentre. Estos nutrientes deben ser aportados por los alimentos. Por lo tanto, para llevar a cabo una adecuada alimentación, se debe conocer la composición nutricional de los alimentos disponibles, de tal forma que se pueda corregir ya sea un déficit o bien un exceso, de uno o más nutrientes. Este capítulo trata precisamente del por qué es necesario suplementar y de cuándo es conveniente hacerlo, bajo las condiciones ambientales de las regiones del sur. 1. LA PRADERA COMO ALIMENTO ÚNICO Dependiendo de la zona y de las condiciones climáticas, el período invernal puede durar entre 100 a 150 días y abarcar desde mediados de otoño hasta inicios de primavera. Hacia el sur y hacia la pre-cordillera andina es mayor la pluviometría y las temperaturas son menores, por lo tanto el "invierno" suele ser más largo. Durante el otoño e invierno, regularmente existe un menor crecimiento de las praderas y su calidad no es la más adecuada para ser un alimento completo. Sus principales limitantes son: la baja disponibilidad (ciclos de pastoreo entre 40 a 60 días) y su deficiente calidad por los bajos contenidos de materia seca (exceso de agua), de fibra y un alto contenido de proteína en relación a la energía. A lo anterior, se le debe agregar los malos accesos a las praderas (callejones barrosos), que hacen que los animales tengan un mayor gasto de energía por el mayor ejercicio y al mismo tiempo aumenta el riesgo de enfermar el aparato locomotor (cojeras) y la glándula mamaria (mastitis). ^Francisco Lanuza A., y Julián Parga M. INIA Remehue
Además, con malas condiciones climáticas durante varios días, estas limitantes del alimento y del medio ambiente afectan principalmente al consumo voluntario y los animales pierden condición corporal (bajan de peso). Si la situación desfavorable continúa, bajan su producción de leche y en casos más críticos pueden abortar. 2. ENSILAJE Y HENO Son las formas más comunes de conservar los excedentes de pradera que se producen en primavera-verano. De preferencia debiera utilizarse el ensilaje porque regularmente se cosecha más temprano y con ello se tiene una mejor calidad nutritiva. Por el riesgo de lluvia, el heno se hace en verano y comúnmente es de baja calidad (alta fibra, baja proteína y energía). Estos alimentos constituyen la base de la ración alimenticia de las vacas lecheras y la pradera en pastoreo se debiera considerar sólo como un suplemento. Esto se acentúa cuando se tienen vacas pariendo en este período y la demanda de nutrientes es muy alta durante la primera etapa de la lactancia. 3. CALIDAD DEL ENSILAJE Y PRODUCCIÓN DE LECHE Si se tiene un ensilaje de buena calidad, éste es consumido por el animal en mayor cantidad, permitiéndole producir más leche. Para mejorar la calidad del ensilaje es fundamental realizar rezagos cortos, que permitan cosechar el forraje más tierno, antes de que disminuya su digestibilidad. En el cuadro 1 se observa cómo aumenta la producción de leche en vacas que consumieron ensilajes provenientes de rezagos cortos, comparado con la producción de leche de vacas que consumieron ensilajes de rezagos largos. Cuadro 1. Efecto del largo del rezago de la pradera sobre la digestibilidad del ensilaje y la producción de leche.
Figura 1. Un callejón en buenas condiciones durante el invierno, es fundamental para que las vacas vayan a la pradera después de consumir la ración alimenticia principal, a base de ensilaje. Figura 2. Las limitantes de la pradera durante el invierno (exceso de agua=baja Materia Seca, baja fibra), no permiten hacer un consumo adecuado para los requerimientos de la vaca, el consumo máximo debiera estar entre los 2 y 4 kg. de materia seca por día
4. SUPLEMENTACIÓN PROTEICA También es conveniente señalar que, durante el proceso de ensilado, ocurren fermentaciones que degradan las proteínas del forraje y con ello baja su calidad. Esto se traduce en problemas de consumo, y si además el aporte de energía es insuficiente, las vacas presentan enfermedades metabólicas. Por lo tanto, la suplementación con alimentos proteicos tiene un efecto positivo en el consumo y la producción de leche. El nivel de proteína del total de la ración para una vaca con producción de 20 It/día, debiera estar entre el 13 y 14%. Si se tienen vacas con producciones de más de 25 litros ya es necesario considerar suplementos con un mayor porcentaje de la proteína no degradable (mejor calidad). Esto depende de la fuente de proteína que contiene el alimento suplementario y su tratamiento, Cuadro 2. Cuadro 2. Efecto de suplementos proteicos sobre la producción de vacas alimentadas con ensilajes de pradera a discreción. Se sabe que los ensilajes mal preservados también pueden afectar a las vacas. Esto, porque las fermentaciones no ocurrieron en forma adecuada y hubo un alza de temperatura, provocando un deterioro importante de los nutrientes. Se manifiesta esto por los parámetros como ph (acidez) y Nitrógeno amoniacal, que se encuentran elevados. El consumo se afecta y la producción de leche puede bajar entre un 10 a 15%. Como ejemplo, en el siguiente cuadro se observa el efecto de la mala preservación sobre la producción de leche y la ganancia de peso.
Cuadro 3. Efecto de la preservación del ensilaje sobre la producción de leche y carne. 5. SUPLEMENTACION CON CONCENTRADO El suministro de concentrados balanceados en nutrientes, se debe hacer cuando ya se tiene una ración alimenticia equilibrada. Muchas veces ésta se entrega en la Sala de Ordeña y los suplementos proteicos y minerales se agregan al ensilaje para estimular a un mayor consumo voluntario. En general, la suplementación con concentrado provoca una baja de consumo del ensilaje. Esto se denomina el efecto de sustitución de forraje por concentrado y su magnitud depende del nivel de suplementación, Cuadro 4; y de la calidad del forraje base, Cuadro 5. Cuadro 4. Influencia del nivel de suplementación con concentrado sobre el consumo de forraje base. (Tasa de sustitución) Es importante resaltar que, a pesar del efecto de sustitución, existe siempre un mayor consumo total de la ración alimenticia, Cuadro 5; esto es mayor en la medida que el forraje conservado es de más mala calidad.
Cuadro 5. Calidad del ensilaje de pradera y nivel de concentrado sobre la producción de leche. De los resultados presentados en el Cuadro 5, se puede señalar que para producir una misma cantidad de leche (alrededor de 19 litros/vaca /día ) cuando se tiene un ensilaje con rezago largo, se deben gastar 3,5 Kg más de concentrado en comparación a cuando se tiene un ensilaje con rezago corto. Como conclusiones de este Capítulo de Suplementación Invernal de Vacas Lecheras, se pueden señalar que durante el período invernal, el aporte en cantidad de la pradera permanente en pastoreo es sólo marginal ya que, por su bajo contenido de materia seca, se afecta el consumo voluntario. Sin embargo, por su elevado nivel de proteína y baja fibra, permite que sea considerada como un suplemento alimenticio que complementa muy bien a los forrajes conservados. La base principal de la alimentación del rebaño lechero la constituyen los forrajes conservados, siendo especialmente indicados los ensilajes para las vacas, por tener una mayor concentración de energía. Existe regularmente una buena respuesta a la suplementación proteica de los ensilajes, ya que en los procesos de fermentación del ensilado existe una degradación importante de las proteínas. Cuando los niveles de producción son mayores de 25 litros /día, se debe considerar también la calidad proteica del suplemento. Al mejorar la calidad de los ensilajes se puede lograr un mayor consumo voluntario y conseguir una mayor producción de leche y beneficio económico, con un menor requerimiento de suplementación alimenticia estratégica.