NATURALEZA Y CULTURA

Transcripción

1 NATURALEZA Y CULTURA I. EVOLUCIÓN - Una de las claves para entender nuestro comportamiento, individual y de especie, está en nuestra constitución anatómica y fisiológica. - Posición erguida, mirada estereoscópica, liberación de la mano, o la capacidad del cráneo. - La pregunta que debemos hacernos es, es esto una determinación absoluta o sólo de principio? EVOLUCIÓN Y NATURALEZA - La evolución sería la explicación científica actual del origen y desarrollo de las especies. Pero es la última de las explicaciones. - La primera sería el creacionismo: el mundo es creado tal cual lo conocemos por una entidad divina. (De la nada: tradición judeo-cristiana; de una materia ya existente: tradición griega). - La segunda explicación sería el fijismo, origen en Aristóteles y la claisificación biológica vigente hasta el S. XIX. El Fijismo acepta las teorías creacionistas pero añade dos ideas: 1. La división de los seres vivos en especies, permaneciendo inalterables de generación en generación. 2. Hay ciertos seres inferiores (moscas, gusanos) que surgen de la materia orgánica en descomposición. Generación espontánea. Sería refutada en el S.XIX por Louis Pasteur. - La tercera, a partir del S.XIX, estarían las teorías de la evolución con Lamark y Darwin como sus principales representantes. - Lamarck 1809: La necesidad crea el órgano. Una vez adquiridos los caracteres, pasan de padres a hijos. - Darwin 1859: Por selección natural y no por adaptación al medio. Sobreviven los más aptos, no necesariamente los más fuertes, aquellos que presenten las variaciones que mejor se adapten al medio. Esas variaciones se heredan, ya que los más aptos se reproducen y surgen nuevas especies. - Mendel 1865: publicación de sus leyes, introduciendo los términos de gen y alelo. No se considera hasta PROBLEMA - Cuáles son las variaciones que se heredan (modificaciones adquiridas) y cuáles no (es decir, cuáles son mutaciones)? Lograr comprender la aparición de las variaciones. - En el S.XX, a través del estudio de los genes surge la Teoría Sintética de la Evolución o Neodarwinismo: las mutaciones son azarosas, producto de mutaciones no deseadas (no transmisión padres-hijos) las favorables para el medio permanecen y se reproducen, las perjudiciales mueren con el individuo

2 afectado. Pero esa adaptación no depende solo de la mutación, sino también de cambios climatológicos y fisiológicos. - Ej: oreopithecus bamboli, simio de 1 10 m erguido y con liberación de la mano, habitaba en Toscana y Cerdeña, al incorporarse la isla al continente europeo fue presa fácil de los carnívoros y desapareció. Así, una misma característica en ocasiones es beneficiosa y en otras no. EVOLUCIÓN EN EL SER HUMANO Los seres humanos somos animales mamíferos, del orden de los primates. Los primates se dividen en dos grupos según las fosas nasales: estrepsirrinos y haplorrinos. Los haplorrinos se dividen en otros tres grupos, nosotros pertenecemos a los catarrinos (monos del Viejo Mundo). Y aquí pertenecemos a los hominoideos, con mayor grado de aproximación al chimpancé y al bonobo. (Después el gorila, el orangután y diversas especies de gibones). Nos separamos del chimpancé hace unos 6-8 millones de años. EL GÉNERO HOMO - Homoe erectus (otra línea) - Homo antecessor (el equipo de Atapuerca) -> Homo sapiens -> Homo sapiens sapiens ( años aprox). - Línea evolutiva en discusión respecto a los neandertales. Se considera que convivimos con esta especie sin mezclarnos. - A estas consideraciones se llega por el estudio del ADN en los fósiles de neandertales y humanos actuales. RASGOS ANATÓMICOS DEL S.H 1. Camina erguido, posición vertical, bípedo, pérdida oponibilidad del dedo gordo del pie. Le permitiría sobrevivir en la Sabana. Esta posición fue advertida por Aristóteles como característica de los seres humanos, (lo utilizó para diferenciar a los esclavos) 2. Así surge la liberación de la mano al no ser necesaria para la locomoción, esto le permite junto a la anatomía de la mano y su función de pinza, usar útiles con precisión. 3. El desarrollo cerebral, proceso de cefalización y cerebración crecientes. El s.h es el animal que más desarrollado tiene el encéfalo (tamaño y complejidad). RASGOS FISIOLÓGICOS DEL S.H Todos los cambios citados darán paso y, a su vez, serán consecuencia de los rasgos peculiares del ser humano. 1. Cambio en la alimentación. El gasto energético de su condición cerebral requería una reducción de otro órgano para que fuese sostenible. El fuego y la cocina permitieron que el cambio alimenticio redujese el tamaño del aparato digestivo, un animal herbívoro necesita un gran estómago para metabolizar los alimentos. Encontraríamos así una razón biológica y cultural más apta para la supervivencia.

3 2. Neotenia o juvenalización de la especie. Este rasgo nos distingue del resto de animales en dos sentidos fundamentales: a) larga dependencia de las crías respecto de los progenitores/cuidadores; b) El ser humano tarda mucho tiempo en estar completo anatómicamente (los dientes se desarrollan tarde, las suturas cerebrales se cierran lentamente, se tarda considerablemente en andar, así como en desarrollar la edad sexual). 3. La curiosidad propia de los mamíferos, en el resto de animales es una condición que sufre estancamiento tras la juventud. En cambio, en los seres humanos, es independiente de su edad. Junto a esto está la capacidad de aprendizaje que tras un desarrollo óptimo de la etapa juvenil y del aprendizaje del lenguaje, le permite adaptarse constante al medio, así como adaptar el medio a sí mismo. Estos rasgos fisiológicos, unidos a los rasgos psicológicos, permiten el hecho de que el ser humano sea un ser cultural, esto es, emancipado de la naturaleza. RASGOS PSICOLÓGICOS DEL S.H 1. Capacidad de pensamiento abstracto. Todos los mamíferos tienen imágenes mentales, (quien más el chimpancé), con capacidad de realizar operaciones complejas tipo medios-fines, pero ninguno posee la capacidad de hacer operaciones mentales abstractas. Esta es considerada la diferencia radical entre humanos y restantes animales. 2. Cooperación. a) Esta capacidad permite crear grupos sociales cada vez más complejos, con reglas propias y ajenas a cualidades innatas (por nacimiento) propias de los demás animales; b) Logra un poderoso instrumento de transformación de la realidad, pues el grupo es capaz de ejercer un poder de dominio sobre la naturaleza mayor que el que pueda desarrollar el individuo solo. Además, la cooperación debe ser aprendida por los nuevos miembros del grupo, las crías, con lo que va más allá de lo meramente instintivo y culmina en la aparición de procesos culturales que transmiten el conjunto de conocimientos propios de un grupo humano. Esos conocimientos transmitidos, influidos por el carácter curioso e innovador de la especie, determinan nuevos elementos a añadir a esa cultura y, con ello, el progreso e innovación en la cultura. 3. Por último y como causa del primero, se sitúa el lenguaje articulado y la aparición de la palabra. Es fundamental en el desarrollo del ser humano porque es lo que permite adquirir cultura. Esos conocimientos no transmisibles por los genes de forma ilimitada y, de acuerdo al pensamiento abstracto, no concreta (objeto = concreto; abstracto = Idea) II. LA CULTURA HUMANA Hasta aquí hemos analizado el proceso evolutivo y natural que ha marcado la aparición de la especie humana sobre la Tierra. Una de las características fundamentales de la misma, como hemos visto, es la actividad de cooperación para la formación de hechos culturales y sociedades, lo que ha permitido la supervivencia de la especie y su éxito. Desde esta actividad cooperante, culminada en un proceso socio-cultural, la especie humana irá progresivamente separándose de la naturaleza y, con ella, de la evolución natural, creando un mundo propio, un mundo humano.

4 1. Principios básicos de la formación del ser humano como animal cultural Ya hemos hablado de cómo la evolución libera la mano de la locomoción y, al tiempo, la va perfeccionando progresivamente. Al tiempo, como causa o consecuencia, es cada vez mayor el proceso de cerebración acaecido en la especie. Con ello, pronto aparece la técnica, que crea una red cada vez más tupida de relaciones sociales que irá cambiando, cada vez más, y de una forma más compleja, la adaptación humana al medio y el cambio del medio por el humano. Así, el progresivo distanciamiento, el dominio y la necesidad de perpetuar esa misma técnica en las generaciones futuras hizo que la característica gremial o de asociación de los humanos como animales sociales cambiará a una característica cultural de transmisión de información (recordad aquí la importancia de la información cuando vimos epistemología o teoría del conocimiento). Igualmente, la técnica permitió la progresiva transformación de la vida en proyecto. Esa misma idea permitió y dirigió, en cuanto apertura no determinada al mundo, el desarrollo de la propia técnica. Esa progresiva mejora técnica se benefició del propio lenguaje, ya que no solo perimitió la transmisión de generación en generación de lo práctico, sino también a través de elementos relacionados con la idea de planificación y de previsión del futuro. La educación de las generaciones jóvenes, no como mera práctica, sino como interiorización de estrategias y situaciones, constituyó la consecuencia directa del propio lenguaje. El mundo humano pasó así a ser simbólico, es decir, absolutamente mediado en su relación con el propio mundo natural. Además, esa inter-actuación entre progreso técnico y educación, llevó adelante una cada vez mayor complejidad de las formas de relación social propias y características de los diversos grupos humanos, con unas normas para regir la convivencia. De esta manera, si se quiere estudiar con propiedad al ser humano, es imposible estudiarlo aislado o sólo vinculado a su hábitat biológico, sino que su propio nicho ecológico implica su cultura social. 2. La idea de persona como transcendencia de lo animal. Con todo esto, podríamos considerar cómo la especie humana ha trascendido su mismo origen biológico y animal. En la realidad humana culmina el dinamismo de lo natural que ha ido conquistando formas cada vez mas crecientes de organización individual. Ese dinamismo de lo natural, al llegar a formar al individuo humano, se convierte en proyecto consciente de cada uno de ellos. Así, el entorno es un conjunto de posibilidades, de elecciones posibles, tanto individual como de especie (ahora ya convertida en forma social). Surge así algo nuevo, no el espécimen o animal, sino la persona. Por qué? Porque surge de forma inevitable el proyecto personal, la problematización del mundo dado debido a la comparación entre el ideal pensado y lo existente, la diferencia entre lo que hay y lo que podría ser (= utopía). Así, la persona ya no habita un nicho ecológico pre-determinado basado en meros estímulos, sino una realidad que es algo dado y, a la vez, construido. Así pues, ya tenemos la diferencia fundamental entre el animal y el humano: su forma de relación simbólica con el mundo, cómo lo entiende, qué significa para él, cómo lo interpreta.

5 Es ese autoconocimiento el que lo separa radicalmente de lo animal, pasando de la mera supervivencia a un ser que anhela la vida como algo más allá de la existencia en su hábitat. Se ve a sí mismo distinto del resto de animales: como un proyecto único. Es así como surge la autoconciencia, que ofrece la idea de ser una unidad, un yo, frente a un mundo que no lo es y otros miembros que no lo son. La idea de tener un proyecto único e irrepetible. Y de aquí deriva otra característica propia y distintiva: la angustia ante la muerte, vivir con conciencia de la muerte durante la propia vida. Pero no solo es consciente de sí mimo, también en el proyecto personal hay conciencia de que los demás también tienen su propio proyecto, su para sí. Los seres humanos se reconocen, pr lo que no solo sentimos nuestra muerte, sino también sentimos y lamentamos la muerte de los demás. Somos los únicos animales que enterramos a nuestros muertos. No solo hacemos nuestro proyecto individual sino que en nuestro proyecto particular, como una característica de ser especie cooperante y llevándola a lo cultural, incluimos a las otras personas y hacemos proyectos conjuntos. Sentimos compasión (= sufrir juntos) y, con ella, accedemos a la moral. Que accedemos a la moral, lo que pone de manifiesto es el campo de acción o apertura del espacio de la libertad. La conducta animal es específica frente al animal y los que le rodean, en cambio, para la especie humana la conducta es proyectiva y singular. Si es un proyecto abierto e inacabado, si su medio está dado pero es construido como posibilidad, entonces son las propias elecciones lo que puede conformar ese proyecto personal. Atendiendo a la evolución se observa un progresivo ascenso del aprendizaje individual: así, el juego como forma de aprendizaje ocupa un lugar prioritario en los mamíferos, pero la curiosidad ilimitada como fuerza motora (motivación) y fundamental, es la más elevada en la especie humana. El ser humano sigue siempre aprendiendo (su mundo y él mismo está siempre en cambio) lo que requiere un continuo aprendizaje fundamentalmente simbólico, que posibilita y exige nuevos conocimientos. La educación, la forma cultural y compleja de aprendizaje, surge como algo propio del ser humano. Básicamente, siempre educamos para un mundo que está confuso o se está convirtiendo en confuso, porque ésta es la situación humana básica en la que se creó el mundo por acción de manos mortales para servir a mortales como hogar durante un tiempo limitado. Porque está hecho por mortales, el mundo se marchita; y porque continuamente cambian sus habitantes, corre el riesgo de llegar a ser tan mortal como ellos. Para preservar al mundo del carácter mortal de sus creadores y habitantes hay que volver a ponerlo, una y otra vez, en el punto justo. El problema es, simplemente, el de educar de tal modo que siempre sea posible esa corrección, aunque no se pueda jamás tener certeza de ella. Nuestra esperanza siempre está en lo nuevo que trae cada generación; pero precisamente porque podemos basar nuestra esperanza tan sólo en esto, lo destruiríamos todo si tratáramos de controlar de ese modo a los nuevos, a quienes nosotros los viejos, les hemos dicho cómo deben ser. (Arendt, H. Entre el pasado y el futuro.)