Política del Swedish Mission Council

Transcripción

1 Política del Swedish Mission Council contra el VIH SIDA Aprobada por la Junta Directiva del Swedish Mission Council, SMC (Consejo Sueco de Misiones) el Introducción 1.1 Los objetivos generales de la política La política del SMC para el VIH-SIDA describe como SMC ve y entiende la labor contra el VIH SIDA. Por medio de la descripción de la postura del SMC de la labor contra el VIH y el SIDA, así como también aclarar los principios de lo que puede ser incluido en las actividades financiadas por el SMC, el mismo quiere crear las condiciones básicas para la toma de decisiones y la planificación de las actividades que puedan conducir a una disminución de la propagación del VIH e incrementar las posibilidades para que los infectados por el VIH y el SIDA puedan influir en su propio futuro. 1.2 La delimitación de la política Esta política rige a la Secretaría del SMC, así como también a las organizaciones miembros y a las organizaciones contraparte que reciben subvenciones del SMC la labor para cooperación para el desarrollo, siendo estas contribuciones de fondos de Asdi u otras tipos de subvenciones tramitadas por el SMC. Esto significa trabajar por, y transmitir a sus contrapartes los segmentos aplicables del contenido de la política. La política del SMC incluye las directrices de Asdi. 1.3 El proceso de la política Esta política ha sido elaborada según un esfuerzo conjunto entre la Secretaría del SMC y las organizaciones miembros, así como también en diálogo con las organizaciones contrapartes. La política es sancionada por la Junta Directiva del SMC y es válida hasta nuevo aviso. 1.4 Antecedentes y justificación de la política La amplia propagación del VIH conlleva grandes desafíos para el desarrollo social. La propagación es global, pero el África subsahariana sigue siendo la región más afectada: allí viven 25 millones de personas con el VIH. En esta parte del mundo, las consecuencias sociales han tenido el impacto más profundo, tanto al nivel macro como micro. En muchos países el sistema de atención médica ya era muy débil, y el incremento de los casos de SIDA ha empeorado la situación hasta niveles catastróficos. Son muchos los jóvenes altamente capacitados y formados que se encuentran enfermos de SIDA o que ya han fallecido, algo que ha traído serias consecuencias para la administración de los países y sus respectivos sistemas educativos, así como también para la agricultura y la economía de los mismos. Los fallecimientos han dado también como resultado un gran número de niños huérfanos. Pero aún en otras partes del mundo son muchas las personas seriamente afectadas por la propagación del virus. Una grave tendencia que caracteriza la propagación del virus del VIH es la feminización del VIH, es decir, que son cada vez más las niñas y mujeres que están resultando afectadas. 1 (8)

2 La política del SMC contra el VIH-SIDA parte del marco de valores del SMC, en el cual la mayordomía y el igual valor de todas las personas son valores centrales. Otro punto de partida es que el cuerpo de Cristo está infectado de SIDA, y esto debido a que el SIDA es una parte de nosotros en las iglesias y es también una expresión de que el cuerpo de Cristo está siendo afectado. Las organizaciones miembros y las organizaciones contrapartes las iglesias y organizaciones cristianas con difusión mundial trabajan por lo general en las áreas donde el VIH claramente tiene relación con las condiciones para el combate a la pobreza y amenazan a las personas que en estos momentos se encuentran en situación de vulnerabilidad. La presencia local y la cercanía con los individuos y las familias conllevan que ellos vivan cerca y compartan la problemática del VIH-SIDA. La iglesia tiene la misión de estar con los enfermos, los moribundos, los dolientes, los niños huérfanos y con otros en situación de vulnerabilidad para ofrecer amor y esperanza. A veces, sin embargo, la iglesia ha cerrado sus ojos al sufrimiento y a la realidad lo cual ha contribuido a la estigmatización y ha sido una parte del problema de la propagación del VIH. Al mismo tiempo, la iglesia y las organizaciones cristianas son una parte importante de la solución, y ellas cumplen un rol clave en una labor eficaz de prevención, así como también para la mitigación de los efectos del SIDA. Por eso, las cuestiones relacionadas al VIH-SIDA esalgo que tanto el SMC, las organizaciones miembros y las organizaciones contrapartes tienen que enfrentar y constantemente buscar formas y métodos para reducir la propagación o al menos minimizar sus efectos. 2. La visión del SMC del VIH-SIDA 2.1 Definiciones Hasta la fecha del año 2010 había 33 millones de personas infectadas con el virus del VIH, las cuales se encuentran sobre todo en los países más pobres del mundo 1. Aunque sigan siendo graves las necesidades en lo referente a la labor de prevención del VIH, así como el apoyo a la atención y tratamiento, se puede al menos percibir una estabilización a nivel global. Como un resultado de los esfuerzos internacionales, y de la movilización de la sociedad civil y de los líderes locales, se ha podido reducir en algunos países el ritmo de los contagios. El alcance y la propagación del VIH en distintas partes del mundo se ven afectados por diferentes causas. Por ello es de gran importancia adquirir conocimientos sobre las fuerzas impulsoras que están detrás de la propagación para así poder dar una respuesta eficaz. La elección de estrategia de prevención debe ser basada, entre otras cosas, en la situación del contexto actual en cuanto a si se trata de una epidemia concentrada o generalizada. Algunos conceptos relacionados al VIH y al SIDA: Epidemia general: una prevalencia del VIH por encima del 2 % de la población nacional. Epidemia concentrada: supone a un grupo especialmente vulnerable en donde la prevalencia supera al 2%, pero donde la prevalencia nacional puede ser al mismo tiempo menor al 2%. La perspectiva del VIH en la labor de desarrollo: se trata de que una intervención está de alguna u otra manera relacionada o/y toma en cuenta al VIH y al SIDA. Esta puede incluir medidas específicas o solamente la mitigación de los efectos del VIH así como la labor de prevención (para más información ver el anexo de análisis para el formato de solicitud para proyectos de desarrollo). 1 Informe de la epidemia global del SIDA 2008 (ONUSIDA). 2 (8)

3 AGI: actividades que generan ingresos en un contexto de VIH puedan tratarse de capacitación en una ocupación que los grupos meta consideran relevante, que generan ingresos y mitigan los efectos del VIH-SIDA. La integración del VIH: este es un proceso que posibilita a los actores del desarrollo atacar las causas y los efectos del VIH- SIDA de un modo preventivo, y a largo plazo, tanto dentro del propio lugar de trabajo como a través de sus actividades externas (integración interna y externa). Vivir positivamente: una postura desarrollada por personas que abiertamente reconocen que son portadores del VIH. Y que tratan de nutrirse bien, practicar sexo seguro y satisfacer su bienestar sicológico y espiritual. Violencia sexual basada en el género: incluye todo tipo de violencia física, sexual y sicológica, tal como la violación, el matrimonio forzado, el maltrato, la circuncisión y el acoso sexual. Los DSR: los derechos sexuales y reproductivos tratan sobre los derechos de los hombres y mujeres, jóvenes y viejos, para realizar sus propias opciones sobre su sexualidad y reproducción (en la medida en que estos no dañen la integridad de otros), así como también tener acceso a información y atención médica para mantener su salud. Estigmatización: esta se produce cuando las personas que viven con el VIH, por ejemplo, son rechazadas por sus familias y vecinos y pierden su trabajo. Esto conduce a menudo a que las personas no se atreven a hacerse la prueba de sangre y anunciar su situación porque entonces se arriesgan a ser discriminados y rechazados. (Para más información sobre los conceptos y abreviaturas relacionadas al VIH-SIDA ver la página de SMC en el Internet ) 2.2 Los desafíos Las deficiencias en los derechos humanos. La vulnerabilidad de las personas al VIH se incrementa cuando no se respetan sus derechos humanos, especialmente los derechos que pertenecen a la salud sexual y reproductiva (SDR). Por ello es de la mayor importancia trabajar con el VIH-SIDA desde una perspectiva de los derechos y promover activamente el incremento de la equidad entre los hombres y las mujeres. La prevención. Los últimos decenios muestran que el VIH-SIDA es un fenómeno complicado, algo que exige intervenciones de carácter multifacético. Un método importante es el incremento del uso del condón, pero al mismo tiempo la experiencia muestra que el problema principal son las actitudes en torno a la sexualidad y por ello se requieren de métodos para poder influir sobre ellas. El liderazgo. Se requiere de líderes que provengan de distintos estratos sociales que puedan cumplir las promesas y transformarlas en acciones, así como también una sociedad civil movilizada y activa. Esto no sólo comprende al liderazgo religioso. Comprender lo complejo. Es importante comprender las relaciones complejas de causa-efecto y los factores principales que se encuentran detrás del VIH-SIDA. Esto trata sobre el tema de hacer las preguntas correctas, conocer su epidemia, y basado en esto elaborar una respuesta correcta. 3 (8)

4 El desarrollo de capacidades. Las iglesias y las organizaciones cristianas raramente están orientadas primeramente hacia un labor de VIH, pero ellas pueden, por medio de una cooperación significativa con otras organizaciones, asumir roles importantes y aprender de otras organizaciones que están más orientadas hacia este tipo de labor. La sostenibilidad. La sostenibilidad en la labor puede resultar siendo un desafío, y es importante que las iglesias y las organizaciones cristianas se apropien de la labor de VIH, para que así este trabajo no termine cuando el eventual financiamiento de un proyecto haya concluido. Un modo de crear esta cultura de previsión es permitiendo que la perspectiva del VIH sea integrada en la formación teológica, en la labor social con otras actividades. El estigma y los ingresos. Debido a las actitudes estigmatizantes y a la ignorancia existe el riesgo palpable de que las personas no reconozcan abiertamente su estado seropositivo. Que las personas se hagan la prueba de sangre y reconozcan su situación es decisivo para que ellas puedan cambiar su comportamiento sexual y tengan acceso al tratamiento. La estigmatización puede conducir a que sea difícil para los contagiados de VIH y los enfermos de SIDA tener ingresos por medio de trabajo. Por ello es importante que haya una alternativa de ingresos, por ejemplo las AGI (actividades que generan ingresos), para aquellos afectados. 3. Los principios y posturas para la labor con el VIH-SIDA En la labor con el VIH-SIDA se deben tomar especialmente en cuenta las siguientes áreas: 3.1 La prevención e incidencia El incremento de la equidad entre los hombres y las mujeres La equidad debe ser acentuada en todas las intervenciones de desarrollo. Los efectos del VIH-SIDA golpean fuertemente a las mujeres y los niños; la equidad deficiente fortalece la vulnerabilidad de las mujeres ante el VIH. Las iglesias necesitan aprovechar las grandes posibilidades de ser una fuerza positiva para desafiar las actitudes destructivas hacia la equidad. También es importante trabajar para que sean satisfechos los derechos sexuales y reproductivos de las personas (DSR) Comprometer a los hombres en la labor contra el VIH Trabajar para seguir comprometiendo a los hombres en la labor contra el VIH, así como también incrementar la equidad entre los hombres y las mujeres. Las normas y las actitudes referentes a la sexualidad y al VIH pueden transformarse solamente si primero se permite a los hombres y mujeres que participen y reciban información. Para alcanzar amplios cambios de actitudes y de comportamiento también se requiere que los hombres cooperen y que haya modelos masculinos. El involucramiento de los hombres reviste igual importancia también en lo referente al cuidado médico y al apoyo a los hogares vulnerables, una ocupación que hoy día es a menudo ejercida por las mujeres lo cual disminuye la equidad y las oportunidades de la mujer para obtener su propio sustento La importancia de un buen liderazgo Los líderes eclesiales y otros líderes sociales deberían comprometerse en la labor contra el VIH. 4 (8)

5 Las iglesias y las organizaciones deberían ser alentadas para tener una perspectiva del VIH en su labor. Las iglesias deberían ser motivadas a tener una perspectiva de VIH en la formación teológica. Las experiencias previas, adquiridas de años de labor con el VIH-SIDA, apuntan a que en los casos cuando los líderes se han comprometido en este tipo de trabajo lo ha tenido un gran significado en la incidencia y la continuidad que ha tenido este trabajo. Pero también ha habido a menudo dificultades para lograr el pleno compromiso de los líderes de las iglesias y denominaciones, las organizaciones no gubernamentales, los políticos y los empresarios. La carencia de compromiso ha obviamente debilitado, la labor de prevención e incidencia, entre otras El consumo de alcohol y la violencia de género y su incidencia en la propagación del VIH Las organizaciones miembros del SMC debe levantar el asunto de la relación entre el consumo del alcohol, la violencia de género y la propagación del VIH. El abuso del alcohol resulta a menudo en un aumento de exposición a a riesgos en referencia al sexo. La investigación sugiere además que el sistema inmunológico probablemente se ve debilitado bajo la influencia del alcohol, lo que hace más fácil el contagio del VIH. La violencia de género se incrementa a menudo cuando las personas se encuentran bajo los efectos de alcohol, lo cual aumenta el riesgo de que la mujer sea contagiada con el VIH. El consumo del alcohol va en aumento en muchos países en desarrollo con alta prevalencia de VIH. La iglesia ha sido tradicionalmente una fuerte defensora de la moderación en relación al consumo del alcohol, así como también del rechazo de la violencia de género La labor de incidencia en el plano individual y hacia las autoridades La labor de incidencia en los distintos planos debería ser incluida en toda la labor contra el VIH. La labor de incidencia es un importante y amplio método y aquí puede ser dividida en dos planos o niveles. En parte se trata de la labor de incidencia en el plano individual y social en cuanto al cambio de las actitudes de las personas, relacionado por ejemplo a los temas de la sexualidad y la equidad, y en parte se trata de la incidencia y la exigencia de responsabilidad hacia las autoridades y el sector empresarial en forma de cabildeo para obtener, por ejemplo, acceso a atención médica y tratamientos, así como también del cambio de leyes discriminatorias Los niños y los jóvenes dentro y fuera del sistema escolar En lo referente a las intervenciones relacionadas con el VIH, los jóvenes deberían ser vistos como actores y no solamente como grupos meta. Los jóvenes son a menudo un grupo especialmente vulnerable, en particular las niñas que debido a las inequidades sociales son a menudo obligadas a tener relaciones sexuales con hombres mayores. La labor con los jóvenes debería enfocarse tanto en aquellos que van a la escuela como los que se encuentran fuera de ella. 3.2 La reducción del estigma Los seropositivos deberían estar en todas fases de las intervenciones relacionadas con el VIH, desde la planificación hasta la evaluación. Las organizaciones miembros del SMC y sus 5 (8)

6 organizaciones contrapartes, deberían elaborar sus propias políticas de VIH y tener una labor interna de prevención y de concientización sobre el VIH-SIDA. Las personas que viven con el VIH o están enfermas de SIDA se ven expuestas a menudo a la discriminación y al aislamiento social. La iglesia tiene aquí un rol importante que cumplir en lo referente a trabajar activamente para fortalecer la aceptación y el involucramiento de las personas que viven con el VIH. Un objetivo debería ser siempre que los seropositivos se encuentren en todas las fases de la intervención, desde la planificación hasta la evaluación. Es de este modo se incrementa la posibilidad de los seropositivos a participar en los procesos decisorios que influyen sobre ellos mismos. Reducir el estigma acoplado al VIH es también central para que las personas se vean motivadas a que ellas se hagan la prueba del VIH. A través de abordar la forma en que la propia organización o iglesia responderá al VIH-SIDA entre los empleados se da un paso importante hacia la integración interna. Contar con una labor interna de prevención y de concientización sobre el VIH y el SIDA, así como tener una política que establezca el tipo de apoyo que recibiría un empleado seropositivo, sería un ejemplo importante de la labor interna, que claramente pueden reducir la estigmatización de los seropositivos. 3.3 La mitigación de los efectos El SIDA golpea a menudo a hogares marginados, donde frecuentemente uno o ambos padres están enfermos o muertos. La mitigación de los efectos puede tratar el tema de contribuir con la organización del apoyo a los hogares que están bajo la responsabilidad de los niños, dar capacitación en nuevos métodos agrícolas, introducir las microfinanzas y las AGI (actividades que generan ingresos), así como también introducir el concepto y práctica de vivir positivamente. Todas las actividades pueden ejecutarse como una parte del proyecto ordinario, donde haya una perspectiva particular del VIH. La labor del SMC no prioriza un trabajo concreto en lo relacionado a los temas de atención médica y de tratamiento, así como también el suministro de antirretrovirales y pruebas del VIH (para más información, ver abajo el punto 3 de las directrices). Este tipo de labor es más bien financiada por Asdi por medio de la cooperación bilateral y multilateral (para más información sobre el particular ver 4. Directrices para la labor contra el VIH- SIDA dentro del SMC Directrices para la labor con intervenciones relacionadas al VIH-SIDA Las estrategias y las actividades en la labor contra el VIH deben adaptarse a las condiciones y contextos locales. Esto implica investigar: Cómo está la prevalencia del VIH en el plano local y nacional; El modo en que el estigma influye en las personas que viven con el VIH; El tipo de apoyo proporcionado en lo referente al VIH por parte de las autoridades y los donantes; Cuales son los grupos meta a cuales se enfocará la intervención y cuáles son los grupos meta hacia cuales la organización cuenta con las mejores posibilidades de alcanzar e incidir; Cómo y por quiénes se puede formular un mensaje efectivo hacia los grupos meta; Así como también otras preguntas que se encuentran en el anexo del VIH para el formato de solicitud del SMC para intervenciones de desarrollo. 6 (8)

7 La labor contra el VIH se agrupa en cinco áreas: 1. La labor preventiva: tal como los educadores de pares, material informativo, condones, etc. 2. La atención médica y el apoyo: comprende el apoyo a la organización del Cuidado Basado en el Hogar (HBC por sus siglas en inglés), los grupos de apoyo para las Personas Viviendo con VIH y el SIDA (PLHA por sus siglas en inglés), las actividades que generan ingresos (AGI), la organización del apoyo a niños huérfanos, etc. 3. El acceso al tratamiento: tal como el apoyo a los grupos meta para que tengan acceso a la prueba voluntaria o a los antirretrovirales (por ejemplo, por medio del transporte o acompañamiento, contacto con el responsable del suministro de las medicinas), o en casos excepcionales que la organización misma las proporcione. 4. La labor de incidencia: esta puede, por ejemplo, comprender el cabildeo en el sector privado, el gobierno o las autoridades locales para el mejoramiento del acceso a la atención médica y al tratamiento. 5. La labor ideológica: el trabajo de reflexión teológica en torno al VIH-SIDA y el papel de la iglesia en relación al VIH-SIDA. La elección de la orientación de la labor del VIH debe basarse en un análisis exhaustivo del contexto, qué otros actores trabajan en el área y lo que estos hacen, así como también lo que la organización puede ejecutar de una forma efectiva. En muchos contextos, lo más relevante puede ser combinar e incluir varias orientaciones, esto dependiendo de lo que caracteriza la epidemia local. El SMC proporcionará por medio de su página en Internet acceso a fuentes de información importantes en lo referente a la labor con el VIH-SIDA. 5. La comunicación y el seguimiento 5.1 La aplicación Internamente: el liderazgo del SMC nombra a un responsable para el tema de la labor del VIH- SIDA dentro del SMC. Cada empleado se responsabiliza de aplicar la política en las actividades. Esto significa aclarar el significado de la política para las organizaciones miembros y para otros actores relevantes. Externamente: Las organizaciones miembros del SMC deben aplicar esta política en la labor de desarrollo financiada por el SMC. Esto significa trabajar por, y transmitir a sus contrapartes, segmentos aplicables del contenido de la política. Esto también puede conducir a que las organizaciones miembros elaboren su propia política para la labor contra el VIH-SIDA. 5.2 El plan de socialización La política se encuentra publicada en la página web del SMC. Se realizarán seminarios para posibilitar la integración de la política en la labor del SMC y de sus organizaciones miembros. El personal de la secretaría del SMC, las organizaciones miembros y sus organizaciones contrapartes serán satisfactoriamente informados sobre la política y su contenido. 7 (8)

8 5.3 El seguimiento y la evaluación La política será revisada cada tres años. Los cambios significativos tienen que ser aprobados por la junta directiva del SMC. La política será objeto de seguimiento y evaluación por parte del equipo de gestión del SMC. Esta labor debe conducir a un aprendizaje continuo en relación a la aplicación de la política. 8 (8)