Lo real maravilloso y lo histórico en Alejo Carpentier: El Reino de este Mundo.

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1 Lo real maravilloso y lo histórico en Alejo Carpentier: El Reino de este Mundo. Vorgelegt bei: Ao. Univ. Prof. Mag. Dr. Erna Pfeiffer Span. LW SE (Der neuere historische Roman in Lateinamerika) SS 2011 Verfasst von: Birgit Walter Matrikelnummer: birgit.rauch@edu.uni-graz.at

2 Índice 1 Introducción Algunos aspectos sobre la vida de Alejo Carpentier El concepto de lo real maravilloso Breves nociones sobre la historia de Haití El reino de este mundo Estructura y aspectos generales Algunos aspectos sobre los protagonistas Ti Noel Mackandal Bouckman Paulina Bonaparte y general Leclerc Henri Christophe Breve Resúmen y conclusiones Literatura básica Literatura secundaria

3 1 Introducción Cuando se tiene la oportunidad de leer El Reino de este Mundo del escritor cubano Alejo Carpentier, una de las primeras sensaciones es la de estar leyendo un libro histórico, sin embargo, sería un error calificar esta obra con dichos términos. La documentación histórica que se observa en sus páginas, ofreciendo hechos y personajes sacados directamente de la realidad, no debe hacernos olvidar, por otro lado, que nos encontramos ante una novela en la que al bucear entre sus páginas se observa una visión de lo real maravilloso de América como el estilo literario identificativo del autor. Carpentier nos presenta en el prólogo de su novela su concepto de lo real maravilloso de forma teórica a través de lo que podríamos considerar como un manifiesto, para después llevarlo a la práctica durante el transcurso de la obra. En el presente trabajo hablamos primero de algunos aspectos de la vida de Carpentier, los cuales están vinculados estrechamente con el desarrollo de lo real maravilloso, para después profundizar directamente en los aspectos característicos del movimiento. Después vamos a analizar la segunda obra de Carpentier, El Reino de este Mundo, comparándola con la realidad histórica en la que el autor, como hemos dicho, se apoya demostrando un profundo conocimiento de la misma. Por último, presentaremos los personajes clave que aparecen en la novela y que dan forma a ésta, representando cada uno de ellos un aspecto del universo carpenteriano de lo real maravilloso. 3

4 2 Algunos aspectos sobre la vida de Alejo Carpentier Alejo Carpentier nació el 26 de diciembre de 1904 en Suiza, siendo hijo del arquitecto francés Jorge Julián Carpentier y de la profesora de idiomas y pianista rusa Lina Valmont. Creció en la República intervenida que se proclamó en 1902, después de la segunda Guerra de la Independencia de Cuba contra la colonización española, y que quedaría bajo el dominio de Estados Unidos. Sus padres emigraron a Cuba cansados de la decadencia de la sociedad europea, y Alejo asistió a las escuelas cubanas que aún estaban muy influidas por la educación que se llevó a cabo durante la colonia española. (Velayos Zurdo 1985:13-15) En 1913 Alejo realizó con sus padres el primer viaje influyente de su vida; fue un viaje largo por Europa, visitando Austria, Bélgica, Rusia y finalmente Francia, donde estudió algunos meses en el Liceo Jeanson de Sally. (Díaz/Payeras Grau 2008:28) Después del regreso de Europa, la familia se trasladó al campo, donde su padre lo educaba en las lecturas y su madre en la música. De este hecho, Velayos Zurdo destaca dos aspectos que resultaron decisivos en su formación espiritual: el hecho de ser hijo del mestizaje cultural, y también de una familia de músicos.(velayos Zurdo 1985:15) Por un lado, Carpentier creció en un ambiente de culturas europeas, por otro convivió con campesinos cubanos, blancos y negros. La realidad de las duras condiciones de vida de los campesinos destaca en su primera obra, Ecué-Yamba-O. De carácter realista y documental, este primer trabajo no sólo describe cuadros costumbristas de la vida rural, sino también la degenerada situación política y el dependiente estado económico de la Cuba del momento. Desde el principio, Carpentier experimentaba el mestizaje étnico y cultural, y está presente de forma sistemática en todos sus relatos. (Velayos Zurdo 1985:16) A partir de 1922 se dedicó al periodismo, y un año más tarde entabló amistad con el recién fundado Grupo Minorista, un grupo que "respondía fundamentalmente a las aspiraciones de hombres, pertenecientes a una misma generación, que sentían una imperiosa necesidad de intercambiar ideas, de informarse lo mejor posible, de cuantas transformaciones se iban operando, intelectual y políticamente, en el mundo." (Díaz/Payeras Grau 2008:30) En estos mismos años Carpentier desarrolló un interés profundo por el mundo de los negros cubanos, y se esforzó en conocer sus costumbres, sus ritos y su sincretismo religioso. En especial los libros Ecué-Yamba-O y El reino de este mundo recogen la inquietud por esa 4

5 cultura, sin embargo, no se debe separar el interés del autor por el tema afrocubano del que siente por la realidad americana en general. (Díaz/Payeras Grau 2008:33-34) Existe un suceso en la juventud de Alejo Carpentier que seguramente le había marcado: Su encarcelación en 1927 bajo acusación de comunismo. Y exactamente ahí empezó a redactar su novela Ecué-Yamba-O, aunque no la publicó hasta 1933 en Madrid. Tras ser puesto en libertad, huyó en 1928 con la ayuda de Robert Desnos y Mariano Brull a Europa y se estableció en Paris. En Francia colaboró con diversas revistas de la vanguardia y trabó amistad con Breton, Picasso, Vallejo y Aragon, entre otros, pero nunca llegó a formar parte del surrealismo. Se quedó al margen, pensando que no podía aportar nada nuevo a un movimiento que ya había alcanzado la madurez. (Díaz/Payeras Grau 2008:34-35) El mismo Alejo Carpentier explicó: "He dicho que me aparté del surrealismo porque me pareció que no iba a aportar nada a él. Pero el surrealismo sí significó mucho para mí. Me enseñó a ver texturas, aspectos de la vida americano que no había advertido, envueltos como estábamos en la ola de nativismo traído por Güiraldes, Gallegos y José Eustasio Rivera." (Díaz/Payeras Grau 2008:35) En estos años, después de reconocer que el valor de su obra debía de pasar necesariamente por un exacto conocimiento del continente americano, Carpentier comenzó su búsqueda en América, junto con el venezolano Arturo Uslar Pietri y el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, con los que llegó a tener una amistad duradera y entrañable. En 1933, en su primer viaje a España, y tras publicar Ecué-Yamba-O, entabló conocimiento y amistad con Alberti, Lorca, Salinas y muchos otros escritores con quienes dedicó muchas horas de conversación y paseo. El mismo año contrajo matrimonio con Margarita Lessert, la que por desgracia falleció tempranamente a causa de una afección pulmonar. (Díaz/Payeras Grau 2008:37-38) Velayos Zurdo, quien establece en la vida y la producción de Carpentier tres grandes etapas, denomina el período hasta 1939 como etapa de juventud y la describe como período de búsquedas, de formación intelectual y estilística, en el que destaca la ya mencionada obra Ecué-Yamba-O y la producción de varios libretos para obras musicales. Además, "[ ] son años de inconformismo y rebeldía, de oposición a la dictadura de Machado y al imperialismo; años del Manifiesto del Grupo Minorista y de cierta simpatía por los comunistas, tanto hacía los que comenzaban a organizarse en La Habana como hacia los que compartían la militancia política con la actividad surrealista en Paris. Es, asimismo, el período de apoyo a la España republicana participa en el Congreso de Escritores antifascistas y de claro enfrentamiento, a través de sus artículos, a Hitler y Mussolini." (1985:138) Con el regreso a Cuba en 1939 comienza la etapa de madurez. Ahí continuó la labor periodística mientras iniciaba la documentación para su libro sobre La música en Cuba. En 5

6 general, Díaz y Payeras Grau observan semejanzas entre ciertas estructuras musicales y literarias en algunas obras suyas, por ejemplo en El acoso, que sería una novela de estructura sonata. (2008: 40) Con su segunda esposa, Lilia Esteban, con la que se casó en 1941, realizó en 1943 un viaje a Haití que le suscitó la idea de escribir El reino de este mundo: "A fines del año 1943 tuve la suerte de poder visitar el reino de Henri Christophe las ruinas, tan poéticas de Sans-Souci; la mole, imponentemente intacta a pesar de rayos y terremotos, de la Ciudadela La Ferrière y de conocer la todavía normanda Ciudad del Cabo el Cap Français de la antigua colonia, donde una calle de larguísimos balcones conduce al palacio de cantería habitado antaño por Paulina Bonaparte. [ ] me vi llevado a acercar la maravillosa realidad recién vivida a la agotante pretensión de suscitar lo maravilloso que caracterizó ciertas literaturas europeas de estos últimos treinta años." Hasta entonces, no se había investigado prácticamente nada sobre Henri Christophe y Carpentier descubrió la extraordinaria carrera del monarca negro de principios del siglo XIX y lo tomó como base de su segunda novela. (Díaz/Payeras Grau 2008:41) A partir de los años cuarenta comenzó un período fecundo, hablando de su producción periodística y narrativa, con la publicación de varias obras en las que el motivo central sería siempre América Latina. Destaca la visión retrospectiva de este continente y una actitud reflexiva sobre el pasado. En el año 1945 Carpentier se trasladó a Venezuela, a Caracas, donde permaneció 14 años hasta el triunfo de la Revolución cubana. En esta época publicó El reino de este mundo (1949), Los pasos perdidos (1953) y Guerra del tiempo (1958), además conoció a Victor Hugues, curioso personaje histórico que introdujo las ideas de la Revolución francesa en América Latina, y que sería el protagonista de la novela publicada en 1962, El siglo de las luces. Aunque Carpentier estaba lejos de Cuba, no se desentendió de los problemas de su país y prestó el apoyo necesario a muchos compatriotas obligados al exilio. Tras la victoria de Fidel Castro, Carpentier regresó definitivamente a Cuba, y desde entonces, se entregó constantemente al servicio de la Revolución cubana. En los años siguientes buscó el intercambio cultural y viajó a México, Checoslovaquia, Alemania, Polonia, la URSS y China, y como embajador de su país, dio muchas conferencias en las que se planteó las cuestiones relativas al arte latinoamericano y a la Revolución. De la misma manera, luchó por la propagación de la cultura cubana en su propio país, tomando posesión de diferentes cargos como subdirector de la Cultura del Gobierno Revolucionario, vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, director ejecutivo de la Editora Nacional de Cuba, ministro consejero de la Embajada de Cuba en París, diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba y muchos más. (Díaz/Payeras Grau 2008:42-44) 6

7 En los últimos veinte años de su vida, aparte de publicar las obras Tientos y diferencias (1964), Literatura y conciencia política en América Latina (1969), El recurso del método (1974), Concierto barroco (1974), La consagración de la primavera (1978), y El arpa y la sombra (1879), Carpentier recibió varios premios e innumerables homenajes de honor fueron celebrado hasta su fallecimiento el 24 de abril de 1980 en París. (Díaz/Payeras Grau 2008:158) 3 El concepto de lo real maravilloso " Pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real-maravilloso?" (Carpentier 1966: 13) Aunque los más conspicuos autores de la nueva narrativa latinoamericana son mucho más jóvenes, Alejo Carpentier es considerado como uno de los iniciadores de ese estilo, puesto que formuló una teoría de lo que había de ser la novela latinoamericana y, al mismo tiempo, realizó una novelística que en todo respondía a esa formulación teórica. Muchos años antes de que aparecieran las principales novelas que iban a provocar un boom en la narrativa latinoamericana (con obras de Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa o Gabriel García Márquez), Carpentier publicó un artículo en el que explicó la necesidad de encontrar nuevas expresiones, formas y soluciones literarias. Sin embargo, no se puede hablar de una explosión inesperada, sino más bien de un proceso con un momento estelar en que coinciden unos cuantos gigantes de la narrativa continental; y ese movimiento comenzó cuando Carpentier publicó El reino de este mundo en (Márquez Rodríguez 1982:17-18) El antes mencionado artículo, publicado en 1948 en el periódico El Nacional de Venezuela, fue, por su tono combativo y propositivo, muy influyente en críticos y escritores a la hora de consolidar la búsqueda de una estética propia y sobre todo diferenciada de Europa. Un año después, Carpentier convirtió ese ensayo en el prólogo de su segunda novela. El autor comienza su prólogo recordando un viaje a Haití que realizó en Carpentier encuentra en sitios como las ruinas de Sans-Souci o la Ciudadela La Ferrière una realidad maravillosa y a través de ese viaje, articula una primera oposición entre Europa y América. Sus conclusiones le llevan a criticar la literatura y pintura europea y a abandonar la búsqueda de las 7

8 vanguardias, ya que éstas le imposibilitan en su deseo de encontrar una forma propia de narrar la realidad y la historia americana. (Paz Soldán 2008:35-36): "[ ] a fuerza de querer suscitar lo maravilloso a todo trance, los taumaturgos se hacen burócratas. Invocado por medio de fórmulas consabidas que hacen de ciertas pinturas un monótono baratillo de relojes amelcochados, de maniquíes de costurera, de vagos monumentos fálicos, lo maravilloso se queda en paraguas o langostas o máquina de coser, o lo que sea, sobre una mesa de disección, en el interior de un cuarto triste, en un desierto de rocas." (Carpentier 1966:8) Por otro lado está criticando concretamente a los surrealistas y su universo onírico, el cual, para Carpentier, se aleja de la realidad, siendo ésta fuente de inspiración directa para el autor observándola a través del prisma de lo maravilloso: "Pero es que muchos se olvidan, con disfrazarse de magos a poco costo, que lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad (el milagro) [ ]." (Carpentier 1966:9) El ataque no se dirige sólo a los artistas de la vanguardia, sino, como lo expresa Edmundo Paz Soldán, se convierte pronto en una demolición de prácticamente todo el arte europeo. (2008:36) Carpentier se queja de que los europeos busquen lo maravilloso desde la literatura medieval, diciendo que todo eso es artificial y que la realidad europea no es maravillosa: Lo maravilloso, obtenido con trucos de prestidigitación, reuniéndose objetos que para nada suelen encontrarse [ ]. O, todavía, lo maravilloso literario: [ ] la utilería escalofriante de la novela negra inglesa: fantasmas, sacerdotes emparedados, licantropías, manos clavadas sobre la puerta de un castillo. (Carpentier 1966:7-8) Sin embargo, como señala Leonardo Padura Fuentes, el surrealismo jugaba un papel fundamental en el desarrollo de lo real maravilloso. El descubrimiento de la nueva estética no era un hecho definitivo ni estático, sino un escalón en la progresiva comprensión de las verdaderas y típicas esencias existentes en la realidad americana, y gracias a la óptica que le aportó el surrealismo, Carpentier consiguió advertirla. Además, Padura Fuentes indica que la aparición de este nuevo enfoque en los años cuarenta no era casual, sino que estaba estrechamente vinculado con los hechos políticos en América, y en especial con los de Cuba. La revolución cubana del año 30 provocó un gangsterismo, la violencia, la política como negocio y la corrupción como forma de vida. En estos años de frustración surgió entre los literatos una búsqueda de nuevos estilos formales y conceptuales, y el deseo de superar definitivamente el posmodernismo literario, el costumbrismo social y un afro-cubanismo que se caracterizaba hasta entonces por una fuerte tendencia folklórica. (2002: ) Sobre la actitud de criticar todo lo europeo encontramos también un ensayo publicado en 1948, Visión de América, en el que llega a comparar la cultura europea con la de América, 8

9 diciendo: hay en América una presencia y vigencia de mitos que se enterraron, en Europa, hace mucho tiempo, en las gavetas polvorientas de la retórica y de la erudición. (Carpentier 1981:69) Carpentier explica que América por sí es una realidad maravillosa que alimenta y conserva los mitos con los prestigios de su virginidad (1981:70). Sobre todo el término de la virginidad aparece frecuentemente una virginidad que ya no puede ofrecer Europa: "Ahora me encuentro ante un género de paisaje que veo por vez primera, que nunca me fue anunciando por paisajes de Alpes o de Pirineos; un género de paisaje que sólo había intuido en sueños, y del que no existe todavía una descripción verdadera en libro alguno." (1981:70-71) Más tarde, en 1975, en un discurso en la Universidad Central de Venezuela, en el acto que fue organizado en su honor, Carpentier está ampliando ese pensamiento, esta vez incluyendo la perspectiva del hombre y el medio: "Mientras el hombre de Europa nacía, crecía, maduraba, entre piedras seculares, edificaciones viejas, apenas acrecidas o anacronizadas por alguna tímida innovación arquitectónica, el latinoamericano nacido en los albores de este siglo de prodigiosos inventos, mutaciones, revoluciones, abría los ojos en el ámbito de ciudades que, casi totalmente inmovilizadas desde los siglos XVII o XVIII, con un lentísimo aumento de población, empezaban a agigantarse, a extenderse, a alegrarse, a elevarse, al ritmo de las mezcladoras de concreto." (Carpentier 1981:79) Otro aspecto que destaca en el prólogo son los dos elementos de la esencia de lo real maravilloso, la fe y el milagro. Carpentier consideraba que las creencias de la población negra de Cuba habían contribuido de manera especial a la originalidad de la identidad cubana, y después de conocer en Haití los ritos de la religión vudú y las creencias animistas concluyó que esos ritos y creencias tienen un papel fundamental para la comprensión del continente. Carpentier opina que si el artista no tiene la fe y no cree en el milagro y la magia como lo hace la población latinoamericana, no podrá captar la compleja realidad del continente. Además afirma que los europeos están destinados a concebir un arte artificioso por la ausencia de la antes mencionada fe. (Paz Soldán 2008:38) En la edición cubana de El reino de este mundo, publicada en 1964, aparece otro prólogo de Carpentier en el que expresa que, años después de la primera edición, llegó a pensar ya varias veces en rechazar el prólogo del año 1946, "considerándolo un tanto inactual". (Carpentier 1966:13) Sin embargo, al final se conformó con rectificar algunas declaraciones. En consecuencia, reflexiona sobre el punto de inflexión que supuso el progresivo rechazo hacia las maneras del surrealismo y la creación de un nuevo enfoque como fue lo real maravilloso: "Hacia el año 1949, después de haber observado el surrealismo en sus mejores momentos, después de haberlo vivido en carne propia, en sus logros como en sus crisis internas, me encontré, en América, rodeado de jóvenes escritores, llenos de talento, que sólo entonces empezaban a manejar las técnicas, espejismos, magias y estrategias, del surrealismo. No creía, sin embargo, que esto fuese del todo 9

10 negativo. Era, al fin y al cabo, un camino para salir del rebasado nativismo latinoamericano de los años [ ].Pero ese camino había que nortearlo de otro modo. Había que utilizar la capacidad de entendimiento otorgada por el surrealismo a una observación de texturas, hechos, contrastes, procesos, de nuestro mundo americano". (1966:14) En los años 60, el prólogo fue releído en el contexto de la renovación novelística, y desde entonces, fue visto como el primer manifiesto de una estética nueva, la que Juan Luis Alborg denomina en su obra Historia de la literatura hispanoamericana, realismo mágico. En consecuencia, Alborg afirma que Carpentier, sin usar este término, sí estaba consciente de ella. Según Alborg, el autor aludía con el término maravilloso directamente al merveilleux de los surrealistas, si bien con una intención crítica. (Alborg 2001:510) En cambio, Márquez Rodríguez, siendo de la opinión de que este prólogo ha sido objeto de numerosas confusiones, intentó precisar el concepto de lo real maravilloso tal como lo entiende y formula Carpentier. Él subraya la importancia de tres fenómenos estéticos sumamente vinculados entre sí, el surrealismo, el realismo mágico y lo real maravilloso, definiendo éste último como un fenómeno cercano y al mismo tiempo contrapuesto al surrealismo. Lo que el surrealismo y lo real maravilloso tienen en común es el elemento de lo maravilloso, aunque parten de diferentes puntos de partida. (Márquez Rodríguez 1982:30-31) De hecho, André Breton escribió en su Primer Manifiesto: lo maravilloso es siempre bello, todo lo maravilloso, sea lo que fuere, es bello, e incluso debemos decir que solamente lo maravilloso es bello. (Breton 1974:31) Para Breton, lo maravilloso era identificable con lo insólito, lo extraño, lo inesperado, lo fuera de común, así que la búsqueda le llevara fuera de la realidad circundante, objetiva y concreta y por lo tanto a una superrealidad más allá de la realidad. (Márquez Rodríguez 1982:32) Por el contrario, el realismo mágico parte de una realidad concreta y en un proceso gradual, ésta va desarrollándose hasta alcanzar el nivel de la fantasía. De esa manera, los artistas crean a través de la exageración y deformación de una nueva realidad de tipo fantástico o mágico, que se opone a las leyes naturales, la lógica y el pensamiento racional. (Márquez Rodríguez 1982:40-41) Aunque hay numerosas definiciones acerca del realismo mágico, es muy común que se tenga por idéntico con la estética de lo real maravilloso, como si se tratara de dos denominaciones diferentes de un mismo fenómeno. La primera vez que apareció el término 10

11 del realismo mágico fue en 1925, en una publicación del alemán Franz Roh. En búsqueda de un nuevo arte europeo, Roh tituló su libro Nach Expressionismus (Magischer Realismus), traducido al español Postexpresionismo (realismo mágico). Aunque Roh usaba el realismo mágico solo como subtítulo y se refería a algo muy distinto de lo que posteriormente se ha dado en llamar así, el término se extendió rápidamente, a raíz de la traducción que apareció en la Revista de Occidente, dirigida por Ortega y Gasset, en la que el título fue sustituido por realismo mágico. Roh, que se había referido a cierta pintura postexpresionista, cambió, en consecuencia, el subtítulo a nueva objetividad, con lo que se alejó del nuevo concepto literario. (Márquez Rodríguez 1982:37) En cambio, el concepto de lo real-maravilloso es original de Carpentier y se fue formando a lo largo de un proceso en el que se basaba, como ya hemos mencionado, en una realidad que es maravillosa de por sí. De ese modo podemos encontrar un rasgo común en los tres fenómenos mencionados que se valora como la sustancia del arte, lo maravilloso, el cual busca el surrealismo a través de una superrealidad, el realismo mágico mediante la exageración de la realidad, mientras que lo real maravilloso habla de una omnipresencia de lo maravilloso en todo lo latinoamericano. (Márquez Rodríguez 1982:45) 4 Breves nociones sobre la historia de Haití Descubierta por Cristóbal Colón en diciembre de 1492 y colonizada la parte oriental por los españoles, esta isla, conocida por los indios con el nombre de Haití, constituyó la primera base del Imperio hispano de las Indias (Santo Domingo). Tuvo al poco tiempo del descubrimiento una administración real, y fue evangelizada por franciscanos y dominicos. Nicolás de Ovando, gobernador de de 1502 a 1509, pobló el país de esclavos negros africanos. Ejerció el poder posteriormente Diego Colón, hijo del descubridor. En el siglo XVI comenzó la penetración francesa, iniciada desde la isla de la Tortuga. La ocupación fue confirmada por el Tratado de Ryswick (1697) y la Isla se unió a las Antillas Francesas. (García Pelayo y Gross/Durand 1980:643) La isla La Española se dividió a fines del siglo XVII, en 1777, determinado por el Tratado de Aranjuez, en dos partes, la occidental, llamada Saint-Domingue pasó a depender oficialmente de Francia y se convirtió luego en la República de Haití, y la oriental, española, se convirtió años después en la República Dominicana. Como los autóctonos fueron exterminados pronto, 11

12 había un tráfico de esclavos africanos muy intenso durante los siglos XVII y XVIII. (Velayos Zurdo 1990:28) Hacia finales del siglo XVIII, Haití llegó a ser la colonia más rica del mundo y la primera productora mundial de azúcar. Esta supremacía económica se debía a las 7000 plantaciones de azúcar que albergaba la isla (comparado a las 500 de Cuba, un número muy superior), y que eran trabajadas por un total aproximado de esclavos, de los habitantes que integraban la población total. La 'perla de Antillas', como se le conocía, producía ingresos superiores a los de las 13 colonias norteamericanas juntas, representaba el 40% del mercado exterior francés, producía la mitad del café mundial, y sus exportaciones de azúcar equivalían a las de Cuba, Jamaica y Brasil sumadas. (Carlos Aguirre 2005:4) En 1757 estalló una sublevación de esclavos, dirigida por Mackandal, un esclavo manco, quien intentó expulsar a los blancos para constituir un reino de hombres negros. Al final, la rebelión fue reprimida y Mackandal ejecutado. (Velayos Zurdo 1990:29) Unos años más tarde, al igual que otras posesiones francesas, la de Haití manifestó su descontento ante un decreto de Luis XVI (1788) que prescindía de los representantes de las colonias en la reunión de los Estados Generales. (García Pelayo y Gross/Durand 1980:643) La reunión de una Asamblea, dominada por los colonos, provocó la protesta de los mulatos, que tomaron las armas en 1791, esta vez protagonizado por el jamaicano Bouckman, cansados de la situación de opresión en la que vivían y alentados por lo ocurrido en la Revolución Francesa, produciéndose una masiva insurrección de esclavos en Santo Domingo, acompañada por el incendio y destrucción de plantaciones y el asesinato de numerosos miembros de la población blanca. (Carlos Aguirre 2005:4) Gracias a la colaboración de otros líderes y militares, como Henrí Christophe, Alexandre Petion y Toussaint-L Ouverture, esta revuelta se convirtió en verdadera revolución. (Velayos Zurdo 1990:30) Ante las numerosas revueltas, la Convención Francesa decidió tratar con los negros y proclamar en 1794 la emancipación de los esclavos, al contar con la colaboración del exesclavo Pierre Dominique Toussaint, llamado L Ouverture ( ), uno de los cabecillas de la sublevación, y la de su lugarteniente Jean-Jacques Dessalines ( ). El primero, nombrado general, derrotó a los españoles en Bayajá y los franceses se convirtieron en casi dueños de todo el territorio dominicano en El Tratado de Basilea confirmó a Francia la 12

13 soberanía de la isla. L Ouverture se hizo cargo del gobierno y en 1801 proclama la nueva constitución en Santo Domingo, en la cual se elimina cualquier forma de esclavitud y discriminación racial (Carlos Aguirre 2005:4). Sin embargo, las ideas independentistas de L Ouverture no gustaron en Francia, por lo que el ya proclamado emperador francés, Napoleón Bonaparte, restituye en 1802 la esclavitud y envía a su cuñado Le Clerc a terminar con los rebeldes. Vencida la resistencia de los negros en las ciudades, L Ouverture fue hecho prisionero en mayo de 1802 y conducido a Francia, donde murió un año después en prisión. Tras la captura del jefe de la sublevación, el general Dessalines prosiguió la lucha en compañía del guerrillero Henri Christophe ( ) y obligó a Rochambeau, sucesor de Le Clerc, a capitular, expulsando a los franceses hacia la parte española de la isla y proclamando el uno de enero de 1804 la independencia de la nueva República, denominada de nuevo Haití. (García Pelayo y Gross/Durand 1980: ) El primer presidente vitalicio del nuevo Estado, Dessalines, se hizo proclamar Emperador con el nombre de Jacques I, pero en 1806 cayó asesinado. El ejercito proclamó presidente de la República a Henri Christophe, quien se apoderó del norte de la isla y se proclamó también Emperador con el nombre de Henri I. Éste se suicidó y el Senado eligió presidente a Alexander Sabès, más conocido como Pétion ( ), que gobernó el oeste de la isla. Entretanto, la parte española había vuelto a depender de España como anteriormente. El sucesor de Pétion, el general Jean-Pierre Boyer ( ), logró la pacificación del país, conquistó en 1822 la zona española, obtuvo de Francia el reconocimiento de la independencia haitiana en 1838 y fue derrocado en Tras otros presidentes, en 1847 fue elegido el general Soulouque ( ), que se hizo proclamar Emperador en 1848 con el nombre de Faustin I. Derrocado en 1859 fue sustituido por otros mandatarios que no realizaron ninguna labor digna de mención. (García Pelayo y Gross/Durand 1980:644) Por tanto, podemos concluir que el estilo histórico narrativo de Carpentier, si bien no sigue un orden cronológico preciso, se basa en los acontecimientos históricos reales, concretamente en los de carácter prodigioso, afirmando de este modo su visión literaria de lo maravilloso. Destaca la narración de las dos revueltas de esclavos, encabezadas por los esclavos Mackandal y Bouckman; la estancia de Paulina Bonaparte y su esposo el general Leclerc en Haití; el reinado de Henri Christophe y, finalmente, la República de los mulatos. El 13

14 único personaje de la historia que no se corresponde con la realidad es Ti Noel, sin embargo, en este personaje se encuentran representados todos los esclavos. 5 El reino de este mundo 5.1 Estructura y aspectos generales Principalmente, Carpentier habla en su novela de la Independencia de Haití y de la rebelión de los negros frente a la opresión blanca. Sin embargo, no se trata, como mencionado antes, de una crónica de los siglos XVIII y XIX, sino de ciertos momentos o sucesos seleccionados por Carpentier. La novela está dividida en cuatro partes, y éstas en varios capítulos. Las primeras tres partes están compuestas por siete capítulos, la última, por cuatro. Las cuatro partes principales corresponden a cuatro períodos históricos: la primera se encuentra en la segunda mitad del siglo XVIII, alrededor del año 1760; la segunda corresponde a la Revolución Francesa y la estancia de Paulina Bonaparte en Haití; la tercera nos sitúa en 1820 con la caída del rey negro Henri Christophe y nos cuenta sobre el exilio del negro Solimán en Roma, y la última ubica la primera mitad de los años veinte. Además, la tercera y la cuarta parte coinciden con transformaciones políticas que se suceden en toda América, es decir con la época de las revoluciones hispanoamericanas. (Rodríguez Sancho 2002:7-8) En cambio, Márquez Rodríguez subdivide los episodios insólitos y maravillosos en seis tiempos: La revuelta de los negros haitianos, encabezados por Mackandal, un esclavo brujo; otra revuelta bajo el jamaicano Bouckman; la presencia de Paulina Bonaparte y su marido el general Leclerc en el Caribe; el reinado de Henri Christophe; el exilio del negro Solimán en Roma y, por último, escenas finales de la vida del esclavo Ti Noel. (Márquez Rodríguez 1982:89-90) Según Mocega-González, se puede organizar la novela en cinco ciclos temporales, las cuales comienza y cierra el protagonista Ti Noel. La novela se inicia y termina con la misma situación de esclavización del Hombre por su semejante, de ahí llega a hablar la autora de cinco corrientes temporales cíclicas, enredados en el propio círculo que conforma la trama. Los dos primeros son ciclos revolucionarios que tienen su ascenso, culminación y declinación bien delimitados. El ciclo de Paulina Bonaparte es un ciclo de reacción y los últimos dos ciclos tienen tanto aspectos revolucionarios como aspectos de reacción. Los dos primeros 14

15 ponen la cultura negra de relieve, el tercero muestra elementos culturales franceses mezclados con los de la cultura negroide y los dos últimos se basan sobre elementos negroides combinados con los europeos. (1975:96-97) El propio Carpentier explica en su prólogo que la novela está compuesta por una sucesión de hechos extraordinarios, ocurridos en la isla de Santo Domingo, en determinada época y que ha sido establecido sobre una documentación rigurosa, respetando la verdad histórica, que por sí es maravillosa (1966:13): "[ ] todo resulta maravilloso en una historia imposible de situar en Europa, y que es tan real, sin embargo, como cualquier suceso ejemplar de los consignados, para pedagógica edificación, en los manuales escolares." (1966: 13) En la novela están presentes personajes de ficción junto a personajes auténticos; Ti Noel está entre los primeros, un hombre anónimo pero universal, protagonista que excede la jerarquía de la representación del hombre dentro de sus circunstancias para devenir al final en la significación plena del Hombre de todas las épocas. (Mocega-González 1975:91) Sin embargo, Alborg descubre que aunque parece ser un personaje ficticio, existió en Cuba un esclavo negro con el mismo nombre, un hecho, que también puede ser producto del rigor histórico de Carpentier. (Alborg 2001:513) En cambio, Bouckman, Mackandal, Leclerc y Paulina Bonaparte, representando el mundo europeo, Henri Christophe y su esposa María Luisa son personajes reales. (Mocega-González 1975:92) La narración tiene lugar en la isla de Haití, en Cuba y en Italia, empezando con episodios en Llanura del Norte y Ciudad del Cabo, después Santiago de Cuba y Isla de la Tortuga, luego la narración vuelve a Haití, a la Llanura del Norte, a Sans-Souci y a la Ciudadela, después hay una interpolación en Italia y por último Carpentier describe un regreso a Haití, donde termina la historia. (Mocega González 1975:94) En cuanto a los niveles de compromiso de los negros oprimidos, Carpentier señala cuatro tipos, representados por Mackandal, Ti Noel, Henri Christophe y Solimán. Mackandal es el líder en la lucha contra los blancos y se convierte después de su muerte en un mito. Ti Noel es el individuo anónimo que sufre, pero que no pierde su esperanza, el arribista Henri Christophe pasa de esclavo a líder revolucionario y tras conseguir el poder, se convierte en un tirano afrancesado que traiciona a su gente, y por último, Solimán representa el esclavo obediente que, lejos de sus raíces, termina sus días en Italia. El blanco está convencido de la 15

16 desigualdad de las razas e intenta imponer un orden social basado en la esclavitud y los malos tratos, practicando un tipo de cultura que en este contexto aparece artificial. En cambio, los esclavos conservan toda la fuerza primitiva de la religión vodú y mitifican el pasado africano. A través de la religión y el mito, Carpentier quería destacar la importancia de los estímulos espirituales que mueven a la lucha por la libertad. (Velayos Zurdo 1990:31-32) También Subercaseaux subraya la importancia de la religión en la novela, diciendo que los elementos del vodú dominan las actuaciones socio-políticas y espirituales de los negros, quienes anhelan la liberación del pueblo oprimido. Es decir, gracias al ritual vodú, que representa la realidad mágico-espiritual, los esclavos se sublevan y logran destruir momentáneamente a los colones. (1977:329) 5.2 Algunos aspectos sobre los protagonistas Ti Noel El personaje clave es el esclavo del Monsieur Lenormand de Mezy, Ti Noel, el único que recorre tres ciclos históricos de la obra, lo que significa que buena parte de la novela está narrada desde la perspectiva del esclavo. De ese modo, encontramos una mirada al mundo negro en Haití desde dentro, descubriendo lo real maravilloso de la isla a partir de la fe del hombre anónimo y a la vez universal, Ti Noel. En el primer capítulo, el lector es introducido en las creencias animistas, la importancia de los relatos orales en el universo de los negros de Haití, y la forma de mantener una continuidad con el pasado en África. Además, Ti Noel nos acerca el valor africano que parece ser superior al europeo (Paz Soldán 2008:38-39): "En el África, el rey era guerrero, cazador, juez y sacerdote; su simiente preciosa engrosaba, en centenares de vientres, una vigorosa estirpe de héroes. En Francia, en España, en cambio, el rey enviaba sus generales a combatir; era incompetente para dirimir litigios, se hacía regañar por cualquier fraile confesor, y, en cuanto a riñones, no pasaba de engendrar un príncipe debilucho, incapaz de acabar con un venado sin ayuda de sus monteros [ ]." (Carpentier 1966:20-21) Al mismo tiempo, Carpentier compara los dos mundos a través de un recorrido del amo y del esclavo por la ciudad (Mocega-González 1975:99): "Entretanto, la calle se había llenado de gente. A las negras que regresaban del mercado, habían sucedido las señoras que salían de la misa de las diez. Más de una cuarterona, barragana de algún funcionario enriquecido, se hacía seguir por una camarera de tan quebrado color como ella, que llevaba el abanico de palma, el breviario y el quitasol de borlas doradas. En una esquina bailaban los títeres de un bululú. Más adelante, un marinero ofrecía a las damas un monito de Brasil, vestido a la española." (1966:21) 16

17 Ti Noel presenta el nivel de todos los esclavos, es miembro de aquella sociedad, creyente en los ritos del vudú y testigo de los acontecimientos de la historia de Haití y por lo tanto de la suya. Rechaza al mundo europeo que intenta imponer categorías a un mundo americano totalmente diferente, sin embargo, no se trata de un rechazo de la realidad del régimen colonial francés por sus características específicas, sino de una imposición de categorías foráneas a un mundo que no tiene que ver nada con ellas (Subercaseaux 1977:325): "Además, tan poca cosa era para él el rey de Inglaterra como el de Francia o el de España, que mandaba en la otra mitad de la isla, y cuyas mujeres según afirmaba Mackandal se enrojecían la mejillas con sangre de buey y enterraban fetos de infantes en un convento cuyos sótanos estaban llenos de esqueletos rechazados por el cielo verdadero, donde no se querían muertos ignorantes de los dioses verdaderos." (Carpentier 1966:22) En la siguiente muestra, Carpentier nos presenta ese rechazo y la diversidad de los dos mundos de una manera casi humorística: "No era raro entonces que hiciera levantar la dotación entera, alta ya la luna, para declarar ante los esclavos, entre eructos de malvasía, los grandes papeles que nunca había alcanzado a interpretar. Envuelta en sus velos de confidente, de tímida mujer de séquito, atacaba con voz quebrada los altos trozo de bravura del repertorio. [ ] Estupefactos, sin entender nada, pero informados por ciertas palabras que también en creóle se referían a faltas cuyo castigo iba de una simple paliza a la decapitación, los negros habían llegado a creer que aquella señora debía haber cometido muchos delitos en otros tiempos y que estaba probablemente en la colonia por escapar a la policía de París, como tantas prostitutas del Cabo, que tenían cuentas pendientes en la metrópoli." (1966:49-50) Para Ti Noel, lo mágico es real, mientras que al nivel del autor, lo mágico es maravilloso. De este modo, Carpentier consigue aplicar dos visiones de la realidad en su novela, una mágica y otra maravillosa. Sin embargo, existe la presencia de la perspectiva racional del narrador que se impone por encima de la perspectiva de Ti Noel. Se puede reconocer esta convivencia de lo mágico y lo maravilloso claramente en la siguiente secuencia que narra los detalles de la muerte del negro manco Mackandal que fue condenado a muerte (Padura Fuentes 2002: ) "Mackandal estaba ya adosado al poste de torturas. El verdugo había agarrado un rescoldo con las tenazas. [ ] El fuego comenzó a subir hacia el mando, sollamándole las piernas. En ese momento, Mackandal agitó su muñón que no habían podido atar, en un gesto conminatorio que no por menguado era menos terrible, aullando conjuros desconocidos y echando violentamente el torso hacia adelante. Sus ataduras cayeron, y el cuerpo del negro se espigó en el aire, volando por sobre las cabezas, antes de hundirse en las ondas negras de la masa de esclavos. Un solo grito llenó la plaza: -Mackandal sauvé! 17

18 Y fue la confusión y el estruendo. [ ] Y a tanto llegó el estrépito y la grita y la turbamulta, que muy pocos vieron que Mackandal, agarrado por diez soldados, era metido de cabeza en el fuego, y que una llama crecida por el pelo encendido ahogaba su último grito. [ ] Aquella tarde los esclavos regresaron a sus haciendas riendo por el camino. Mackandal había cumplido su promesa, permaneciendo en el reino de este mundo." (Carpentier 1966:42-43) Este fragmento demuestra la visión realista Mackandal atado, gritando, liberándose, y al final devuelto a la hoguera y la visión mágica las ataduras caen y Mackandal se salva volando, quedándose en el reino de este mundo. De ese modo, hay un enfrentamiento de dos visiones del mundo diferentes, y la colisión cultural produce entonces lo maravilloso, el hecho de que un líder revolucionario permanece vivo en la conciencia de sus seguidores gracias a un entendimiento mágico del entorno. (Padura Fuentes 2002: ) Por ello reconocemos que los personajes de Ti Noel y su amo Monsieur Lenormand de Menzy son contrapuestos entre sí, el primero representando el mundo mágico de los negros, el otro el mundo europeo de los colonos franceses. (Mocega-González 1975:97) En una de las escenas finales, cuando el Palacio de Sans-Souci está saqueado, Ti Noel se lleva tres tomos de la Gran Enciclopedia para sentarse sobre ellos; La imagen del otrora esclavo sentado sobre el gran logro intelectual de la Ilustración europea es una metáfora impactante del triunfo americano y el colapso spengleriano de Occidente. (Paz Soldán 2008:41) Mackandal Las aventuras del negro Mackandal, que perdió su mano izquierda por un accidente, son prodigiosas y los esclavos creen que se puede convertir en cualquier tipo de animal y que hay signos que sólo él puede descubrir y descifrar. Mackandal es uno de los líderes originales de la Revolución y desata una ofensiva contra los amos blancos, usando el veneno como arma implacable. Al principio sólo mueren animales, de ese modo quiere provocar la ruina de los propietarios, sin embargo, al final también alcanzó al nivel de los humanos (Márquez Rodríguez 1982:92): "Pronto se supo, con espanto, que el veneno había entrado en las casas. Una tarde, al merendar una ensaimada, el dueño de la hacienda de Coq-Chante se había caído, súbitamente, son previas dolencias, arrastrando consigo un reloj de pared al que estaba dando cuerda. Antes de que la noticia fuese llevada a las fincas vecinas, otros propietarios habían sido fulminados por el veneno que acechaba, como agazapado para saltar mejor, en los vasos de los veladores, en las cazuelas de la sopa, en los frascos medicinas, en el pan, en el vino, en la fruta y en la sal." (Carpentier 1966:32-33) Pronto Mackandel se convierte en un mito y es llamado Señor del Veneno y millares de esclavos le son adictos, mientras que los soldados se movilizan para dar caza al negro manco. 18

19 (Carpentier 1966:34) El mito Mackandal tiene que ver sobre todo con la ya antes mencionada capacidad para convertirse en cualquier animal. Sus poderes deben entenderse literalmente y todos los esclavos creen en ello; por ello se muestran indiferentes cuando llevan a Mackandal a la hoguera; saben que gracias a sus poderes, es capaz de escapar. (Paz Soldán 2008:40): " Qué saben los blancos de cosas de negros? En sus ciclos de metamorfosis, Mackandal se había adentrado muchas veces en el mundo arcano de los insectos, desquitándose de la falta de un brazo humano con la posesión de varias patas, de cuatro élitros o de largas antenas. Había sido mosca, ciempiés, falena, comején, tarántula, vaquita de San Antón, y hasta cocuyo de grandes luces verdes.[ ] Eso era lo que ignoraban los amos; por ello habían despilfarrado tanto dinero en organizar aquel espectáculo inútil, que revelaría su total impotencia para luchar contra un hombre ungido por los grandes Loas." (Carpentier 1966:42) Bouckman El jamaicano Bouckman es el sucesor y continuador de los proyectos de Mackandal y aparece veinte años más tarde, iniciando otra rebelión de los esclavos, animado por las ideas de la abolición de la esclavitud de la Revolución Francesa. Esta segunda parte comienza de modo parecido a la primera, en la Ciudad del Cabo. Carpentier expresa los cambios que han ocurrido y habla de la taberna del cocinero Henri Christophe, llamada significativamente La Corona. Otra vez vemos la contraposición entre amo y esclavo: mientras Lenormand de Mezy se dedica a la bebida y además se ha convertido en un erotómano, Ti Noel ha tenido nueve hijos con una de las cocineras de la hacienda un símbolo de la degeneración del blanco y la virilidad del negro. También destaca la desmoralización del blanco que tiene efecto en la parte oriental de Cuba, adonde huyen los colones franceses con sus correspondientes esclavos. Sin embargo, al final capturan a Bouckman y lo ejecutan en el mismo lugar en que quemaron a Mackandal (Mocega-González 1975: ): "La horda estaba vencida. La cabeza del jamaiquino Bouckman se engusanaba ya, verdosa y boquiabierta, en el preciso lugar en que se había hecho ceniza hedionda la carne del manco Mackandal. Se estaba organizando el exterminio total de negros, pero todavía quedaban partidas armadas que saqueaban las viviendas solitarias. [ ] La anarquía se entronizaba en el mundo. La colonia iba a la ruina. Los negros habían violado a casi todas las señoritas distinguidas de la Llanura. Después de haber destrozado tantos encajes, de haberse refocilado entre tantas sábanas de hilo, de haber degollado a tantos mayorales, ya no había modo de contenerlos. Monsieur Blanchelande estaba por el exterminio total y absoluto de los esclavos, así como de los negros y mulatos libres." (Carpentier 1966:58-59) 19

20 En este episodio intervienen de nuevo elementos esotéricos y también el vodú desempeña un papel importante, pero esta vez destaca también un ingrediente ideológico: "Aunque el trueno apagara frases enteras, Ti Noel creyó comprender que algo había ocurrido en Francia, y que unos señores muy influyentes habían declarado que debía darse la libertad a los negros, pero que los ricos propietarios del Cabo, que eran todos unos hideputas monárquicos, se negaban a obedecer." (Carpentier 1966:51-52) En consecuencia, Bouckman, junto con Jean François, Bissou y Jeannot, sella un pacto y declara que la guerra se inicia y proclama: " El Dios de los blancos ordena el crimen. Nuestros dioses nos piden venganza. Ellos conducirán nuestros brazos y nos darán la asistencia. Rompan la imagen del Dios de los blancos, que tiene sed de nuestras lágrimas; escuchemos en nosotros mismos la llamada de la libertad!" (Carpentier 1966:52) Bouckman también es consciente de la importancia de tener apoyo, por lo que piensa en lograr alguna ayuda de los colonos españoles, enemigos irreconciliables de los franceses, al igual que piensa en la necesidad de redactar una proclama para dar conocimiento de la Declaración de Derechos del Hombre. (Carpentier 1966:53) Comparada con la revuelta encabezada por Mackandal, reconocemos que esta vez el líder no se basa sólo en el mundo espiritual y del vodú, sino que también influyen los pensamientos de la Revolución Francesa, de ahí que encontramos una simbiosis entre los pensamientos del mundo africano y el europeo Paulina Bonaparte y general Leclerc Otro ciclo comienza con la llegada de Paulina Bonaparte y su marido el general Leclerc, quien decide comprar una casa en la isla de la Tortuga. En este episodio, Carpentier se centra casi exclusivamente en Paulina y narra los sucesos desde el punto de la vista de ella. Según explica Márquez Rodríguez, la aparición de Paulina Bonaparte en Haití es de por sí un hecho maravilloso. Existe un exotismo, un contraste entre la cultura europea del momento y el ambiente de una isla del Caribe y, además, un alto grado de primitivismo, que está aumentado por la presencia del negro camarero y guardián, Solimán. Paulina se entrega a prácticas esotéricas, tratando de curar de esa manera a su marido (1982:93): "Una mañana, las camaristas francesas descubrieron con espanto, que el negro ejecutaba una extraña danza en torno a Paulina, arrodillada en el piso, con la cabellera suelta. Sin más vestimenta que un 20

21 cinturón del que colgaba un pañuelo blanco a modo de cubre sexo, el cuello adornado de collares azules y rojos, Solimán saltaba como un pájaro, blandiendo un machete enmohecido. Ambos lanzaban gemidos largos, como sacados del fondo del pecho, que parecían aullidos de perro en noche de luna. Un gallo degollado aleteaba todavía sobre un reguero de granos de maíz." (Carpentier 1966:72) Solimán representa el pasado, una tradición esotérica con valores ancestrales mientras Paulina es el presente en la escala de valores de Europa, conteniendo el más alto grado de civilización hasta entonces. Por ello, se habla de una sincronización, una convivencia en un mismo lugar y en un mismo momento de diferentes tiempos, un hecho que es uno de los temas esenciales en la novela. Más tarde, cuando Solimán está en Roma, se produce la situación a la inversa ahora América es la que penetra en Europa. (Márquez Rodríguez 1982:94-95) Al final, el general Leclerc no consigue detener las sublevaciones de los esclavos y después de su muerte y de la partida de Paulina Bonaparte, los colonos que quedan en la isla, se entregan, sin esperanza, a orgías sin límites(mocega-gonzález 1975:107): "La partida de Paulina señaló el ocaso de toda sensatez en la colonia. Con el gobierno de Rochambeau los últimos propietarios de la Llanura, perdida la esperanza de volver al bienestar de antaño, se entregaron a una vasta orgía sin coto ni tregua. Nadie hacía caso de los relojes, ni las noches terminaban porque hubiera amanecido. Había que agotar el vino, extenuar la carne, estar de regreso del placer antes de que una catástrofe acabara con una posibilidad de goce." (Carpentier 1966:73) Henri Christophe La tercera y la cuarta parte habla de la tiranía del rey negro Henri Christophe, y es otra vez Ti Noel, quien ha advertido después de su regreso a Haití, después del exilio con su amo, que su patria había cambiado. El ciclo de Henri Christophe comienza, como hemos mencionado, con el regreso de Ti Noel a Haití, quien desde la época de Dessalines ya es un hombre libre y comienza una nueva jornada buscando sus pasos perdidos. Al llegar a la Llanura del Norte, se da cuenta de que la tierra ha perdido su textura y color y que los árboles y las plantas se han convertido en esqueletos. Con esta secuencia empieza la época de Henri Christophe, el antiguo cocinero de la Ciudad del Cabo, que se ha convertido en rey. Ti Noel se ve confrontado con una pompa napoleónica y se queda asombrado (Mocega-González 1975:111): "Pero lo que más asombraba a Ti Noel era el descubrimiento de que ese mundo prodigioso, como no lo habían conocido los gobernadores franceses del Cabo, era un mundo de negros. Porque negras eran aquellas hermosas señoras, de firme nalgatorio, que bailaban la rueda en torno a una fuente de tritones; negros aquellos dos ministros de medias blancas, que descendían, con la cartera de becerro debajo del brazo, la escalinata de honor; [ ] negra, en fin, y bien negra, era la Inmaculada Concepción que se erguía 21