Recursos Pesqueros del Mar de Chile. Patricio M. Arana, Editor

Transcripción

1 Recursos Pesqueros del Mar de Chile Patricio M. Arana, Editor

2 Cita del libro: Arana, P.M. (ed.) Recursos pesqueros del mar de Chile. Escuela de Ciencias del Mar, PUCV, Valparaíso, 308 pp. AGRADECIMIENTOS RECURSOS PESQUEROS DEL MAR DE CHILE, 2012 Patricio M. Arana, Editor Inscripción Nº ISBN: Derechos reservados Tirada: ejemplares El editor desea expresar su agradecimiento a colegas de la Escuela de Ciencias del Mar, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), por aceptar participar en la elaboración de este libro. Así también, a la Sra. Mabel E. Keller M., Directora de la Dirección de Cooperación Técnica de la PUCV, por su confianza y apoyo en la ejecución de este proyecto. Igualmente, se reconoce en forma especial al Sr. Luis Escalona J., por los dibujos a color incorporados en el texto. Finamente, se da testimonio de profunda gratitud a la Srta. Paula Arana B. y al Sr. Guido Olivares S., quienes plasmaron fielmente en el libro los deseos y anhelos del editor. Ediciones Universitarias de Valparaíso Pontificia Universidad Católica de Valparaíso 12 de Febrero 187, Valparaíso Fono: (32) Fax: (32) euvsa@ucv.cl Diseño gráfico: Paula Arana B. y Guido Olivares S. Ilustraciones a color: Luis Escalona J. Dibujos a tinta: Jaime Widow A. Corrección de pruebas: Osvaldo Oliva P. Impresión: Salesianos S.A. HECHO EN CHILE

3 CONTENIDO GENERAL Pág. 9 Introducción Describe la importancia del sector pesquero y acuícola en el país y plantea los objetivos del libro, señalando a quien está dirigido Pág. 11 El Mar de Chile y sus recursos Se presenta por región, grupo taxonómico o actividad, los principales recursos explotados o que son cultivados en el país Pág. 37 Ambiente acuático Proporciona las principales características de nuestro océano, los procesos que lo rigen y su relación con la presencia de los recursos pesqueros Pág. 53 Ecosistema marino Detalla las divisiones y zonas que se han establecidos para describir las características oceanográficas y los recursos marinos que habitan sus aguas Pág. 63 Embarcaciones, artes y sistemas de pesca Describe las embarcaciones y los principales aparejos, artes y sistemas de pesca utilizados en Chile para la caza, captura y cultivo de recursos hidrobiológicos Pág. 101 Recursos pesqueros Entrega antecedentes biológicos de los organismos marinos y de las aguas dulces más comunes y su relevancia en la explotación pesquera nacional Pág. 287 Estadísticas de desembarques Aporta antecedentes estadísticos de los desembarques anuales de los principales recursos acuáticos extraídos o cultivados entre 1995 y 2010 Pág. 297 Índice Lista ordenada de nombres científicos, técnicos y temas relevantes incluidos en el texto Pág. 306 Referencias generales Incluye una selección de libros y artículos generales que pueden ser utilizados para complementar los antecedentes entregados en cada capítulo del libro

4 CONTENIDO TEMÁTICO Introducción Pág. 9 El Mar de Chile y sus recursos Patricio M. Arana Recursos y regiones pesqueras Recursos del archipiélago de Juan Fernández Pesquerías de arrastre en la costa central Peces de la región sur-austral Peces pelágicos y pesca de cerco Recursos de la región antártica Recursos de la Isla de Pascua Pesca deportiva y cultivo de salmónidos Moluscos comerciales Peces costeros Recursos de aguas continentales Crustáceos comerciales Ambiente acuático Nelson Silva Los océanos Generación y composición química del agua de mar Temperatura Masas de agua Penetración de la luz en el mar Oxígeno disuelto y nutrientes Surgencia costera y su acción fertilizadora Corrientes marinas Mareas Fenómenos de El Niño y La Niña Consideraciones finales Ecosistema marino Sergio Palma Sistema pelágico Principales organismos de la zona nerítica Principales organismos de la zona oceánica La zona pelágica de aguas profundas Pág. 58 Sistema bentónico La zona bentónica profunda Especies demersales Embarcaciones, artes y sistemas de pesca Patricio M. Arana y Álvaro De Caso Embarcaciones Artes y sistemas de pesca Arpones Bomba de succión Buceo Chinguillo Chope Trampas Líneas de mano Espinel o palangre Red de pared o enmalle Red de cerco Red de arrastre de media agua Red de arrastre de fondo Cultivos marinos Líneas de cultivo Balsas jaula Pisciculturas y estanques de cultivo Recursos pesqueros Patricio M. Arana y Renzo Rolleri Claves y conceptos para comprender el capítulo Peces Alfonsino Beryx splendens Anchoveta Engraulis ringens Atún aleta amarilla o kahi ave ave.... Thunnus albacares

5 Atún de aleta larga o kahi Thunnus alalunga Pág. 111 Atún de ojo grande o kahi mata mata.. Thunnus obesus Bacalao de Juan Fernández Polyprion (Hectoria) oxygeneios Bacalao de profundidad Dissostichus eleginoides Besugo Epigonus crassicaudus Bilagay o pintacha Cheilodactylus variegatus Blanquillo Prolatilus jugularis Bonito Sarda chiliensis Breca Nemadactylus gayi Brótula Salilota australis Caballa Scomber japonicus peruanus Cabrilla española Sebastes capensis Cachurreta Katsuwonus pelamis Carpa Cyprinus carpio Chancharro Helicolenus lengerichi Cojinoba austral Seriolella caerulea Cojinoba del norte Seriolella violacea Cojinoba moteada Seriolella punctata Congrio colorado Genypterus chilensis Congrio dorado Genypterus blacodes Congrio negro Genypterus maculatus Corvina Cilus gilberti Dorado Coryphaena hippurus Draco rayado Champsocephalus gunnari Granadero Coryphaenoides holotracchys Granadero ojisapo Macrourus carinatus Jurel Trachurus murphyi Jurel de Juan Fernández Caranx georgianus Lenguado de ojos grandes Hippoglossina macrops Lisa Mugil cephalus Merluza común Merluccius gayi gayi Merluza de cola Macruronus magellanicus Merluza del sur Merluccius australis Merluza de tres aletas Micromesistius australis Morena Gymnothorax porphyreus Nanue Kyphosus bigibbus Orange roughy Hoplostethus atlanticus Pampanito de Juan Fernández Scorpis chilensis Pejegallo Callorhinchus callorhynchus Pejerrata Coelorhynchus fasciatus Pág. 163 Pejerrey argentino Odonthestes bonariensis Pejerrey chileno o cauque Basilichthys australis Pez espada Xiphias gladius Poo pó Pseudocaranx dentex Puye Galaxias maculatus Raya volantín Raja flavirostris Reineta Brama australis Róbalo Eleginops maclovinus Rollizo Pinguipes chilensis Salmón chum Oncorhynchus keta Salmón del Atlántico Salmo salar Salmón plateado o salmón coho..... Oncorhynchus kisutch Salmón rey o salmón chinook Oncorhynchus tshawytscha Sardina común Clupea bentincki Sardina española Sardinops sagax Sierra Thyrsites atun Sierra de Isla de Pascua o kana kana... Acanthocybiun solandri Tollo Mustelus mento Trucha arcoiris Oncorhynchus mykiss Trucha café Salmo trutta fario Turbot Scophthalmus maximus Vidriola o palometa Seriola lalandi Vieja o mulata Graus nigra Crustáceos Camarón de río del norte Cryphiops caementarius Camarón de río del sur Samastacus spinifrons Camarón de roca Rhynchocinetes typus Camarón excavador Parastacus pugnax Camarón nailon Heterocarpus reedi Camarón navaja Campylonotus semistriatus Cangrejo dorado Chaceon chilensis Centolla Lithodes santolla Centolla de Juan Fernández Paromola rathbuni Centolla espinosa Paralomis spinosissima Centollón Paralomis granulosa Gamba Haliporoides diomedeae

6 Jaiba corredora o pikea Leptograpsus variegatus Pág. 213 Jaiba limón Cancer porteri Jaiba marmola Cancer edwardsii Jaiba mora Homalaspis plana Jaiba peluda o pachona Cancer setosus Kril antártico Euphausia superba Langosta chata o rape rape Parribacus perlatus Langosta de Isla de Pascua o ura.... Panulirus pascuensis Langosta de Juan Fernández Jasus frontalis Langostino amarillo Cervimunida johni Langostino colorado Pleuroncodes monodon Picoroco Austromegabalanus psittacus Lobo marino común Otaria flavescens pág. 257 Lobo fino antártico Arctocephalus gazella Lobo fino de Juan Fernández Arctocephalus philippii Elefante marino del sur Mirounga leonina Otros recursos marinos Erizo comestible Loxechinus albus Piure Pyura chilensis Tortuga marina o honu Chelonia mydas Aves marinas Moluscos Abalón Haliotis spp Almeja Protothaca thaca Calamar Loligo gahi Caracol locate Thais chocolata Caracol trumulco Chorus giganteus Cholga Aulacomya ater Chorito Mytilus chilensis Choro zapato Choromytilus chorus Jibia Dosidicus gigas Lapa Fissurella spp Loco Concholepas concholepas Macha Mesodesma donacium Navaja o huepo Ensis macha Navajuela Tagelus dombeii Ostión del norte Argopecten purpuratus Ostra chilena Ostrea chilensis Ostra del Pacífico Crassostrea gigas Pulpo Octopus mimus Pure Cypraea caputdraconis Mamíferos marinos Ballena azul Balaenoptera musculus Cachalote Physeter macrocephalus Albatros de cabeza gris Diomedea chrysostoma Albatros de ceja negra Thalassarche melanophrys Albatros errante Diomedea exulans Gaviota Larus dominicanus Gaviotín pascuense o manutara..... Onychoprion lunatus Guanay o pato lile Phalacrocorax bougainvillii Pelicano Pelecanus thagus Pingüino emperador Aptenodytes forsteri Algas marinas Chascón o huiro negro Lessonia nigrescens Cochayuyo Durvillaea antarctica Huiro palo Lessonia trabeculata Lechuga de mar Ulva lactuca Luche Porphyra columbina Pelillo Gracilaria spp Estadísticas de desembarque Patricio M. Arana Índice Referencias generales

7 INTRODUCCIÓN Si un hombre tiene hambre, no le des un pescado, enséñale a pescar. Autor anónimo El Mar de Chile, que se proyecta de su territorio continental e insular, se extiende desde el límite norte del país hasta la Antártida, y desde la línea de baja marea hasta más allá del margen oriental de la Isla de Pascua. Así como se señala a nuestro país como una larga y angosta faja de tierra, se puede describir el océano que baña sus costas como una extensa y profunda masa líquida. Chile igualmente se distingue por ser uno de los países en el mundo con mayor línea costera, a la vez que dispone de una vasta Zona Económica Exclusiva de 200 millas marinas frente a su territorio y en torno a sus islas oceánicas, que supera ampliamente varias veces la superficie que tienen emergida. Los habitantes de nuestro país, inclusive aquellos que viven al pie de la cordillera de los Andes, no están, en promedio, a más de 200 kilómetros del mar. No obstante, el océano no constituye un elemento relevante en la política nacional, ni está en la mente de los ciudadanos. Claramente los chilenos le damos la espalda al mar. Cuándo nos acordamos de este fecundo océano? Solamente en verano, cuando las familias se preparan para vacacionar y se dirigen a disfrutar de su clima, olas refrescantes y románticos atardeceres. Sin embargo, Chile es un país con características esencialmente marítimas, aprisionado literalmente entre la cordillera y el océano Pacífico. El estar junto al mar condiciona su clima y lo ubica en el borde oriental de la placa continental sudamericana, la que frente a su litoral entra en contacto activo con la placa de Nazca, interacción que explica su orografía, procesos geológicos y especial riqueza minera. Destaca además que el océano Pacífico suroriental representa una de las áreas de pesca más significativas de todos los mares, favorecido por la presencia de la fría corriente superficial de Humboldt, que le da condiciones oceanográficas especiales a sus aguas. También, Chile cuenta con gran prestigio por sus recursos pesqueros, producto de la diversidad de organismos que habitan su mar, muchos de ellos endémicos, que son deleite de los consumidores, a la vez que son altamente cotizados en los mercados extranjeros. Cuando los primeros aborígenes arribaron a la costas pacífica sudamericana, hace ya más de años, encontraron su sustento en los variados productos que el mar les ofrecía en forma generosa. Desde la llegada de los colonizadores europeos, se reconoció la existencia de recursos marinos de calidad, cuya abundancia presagiaba gran potencialidad. No obstante, el verdadero desarrollo de las pesquerías chilenas ocurrió con posterioridad al término de la Segunda Guerra Mundial, que tras un progresivo y sostenido crecimiento, alcanzó en el año 1994 un volumen de desembarque récord, superior a 8 millones de toneladas, situándolo entre los cinco países con mayor desembarque de recursos pesqueros en el mundo. Si bien en años posteriores se han reducido las capturas, en la actualidad la producción nacional supera las 4 millones de toneladas anuales, de las cuales los desembarques pesqueros representan el 75%, mientras que la producción acuícola el 25% restante. Las exportaciones anuales superan los $ millones de dólares, destacando en dicho total los productos congelados y fresco-refrigerados, destinados a consumo humano directo. Estas cifras hablan por sí solas de la relevancia alcanzada en la explotación de los recursos vivos de aguas marinas y dulceacuícolas, contribuyendo significativamente en la producción de alimentos, generación de empleos y aporte de divisas para el país. Mediante estas líneas se desea rendir tributo a todos aquellos que anónimamente han contribuido de una u otra manera al desarrollo pesquero del país, permitiendo alcanzar una posición destacada en la economía nacional. Todo ello ha sido posible en virtud del esfuerzo conjunto de innumerables actores, que van desde el más modesto de los pescadores artesanales hasta las empresas pesqueras que se han atrevido a invertir en el sector y, más recientemente, incursionar exitosamente en actividades relacionadas a la acuicultura. Si bien Chile es un país relativamente joven y con limitada tradición pesquera en su historia moderna, hoy la pesca y la acuicultura son actividades consolidadas y altamente tecnificadas. De allí que los equipos utilizados sean cada vez más sofisticados y las empresas del sector se encuentran a la vanguardia en tecnología. La diversidad de especies que se explotan es amplia y la extracción se realiza con gran intensidad, lo que pone en riesgo su conservación. Por esta razón, numerosas voces se escuchan llamando a resguardarlas de la sobrepesca y a cuidar el ambiente donde viven, a fin de protegerlas en beneficio y deleite de las generaciones venideras. Así, si queremos lograr un cambio en el futuro, tenemos que actuar en el presente. Este libro no está dirigido a nadie en particular, sino a todos en general. Si se exige mayor precisión, este texto está pensado con el fin de contribuir con todos aquellos que desean conocer las características oceanográficas de nuestro mar y, en especial, los recursos hidrobiológicos, las actividades de pesca y acuicultura, labores que se efectúan en forma cotidiana y silenciosamente día a día. De allí queremos que los recursos sean vistos con otros ojos y que se aprenda a valorar la riqueza acuática con que cuenta nuestro país, junto a la necesidad de aprovecharlos en forma racional. Con este objetivo, se ha tratado de entregar en forma simple la mayor cantidad de información sobre el ambiente marino, las principales especies, las embarcaciones, los artes y sistemas de pesca empleados para su explotación. Esperamos que a través de su lectura se reconozca que las actividades pesqueras son y deberán seguir siendo un orgullo nacional. Patricio M. Arana Editor

8 RECURSOS PESQUEROS DEL MAR DE CHILE Patricio M. Arana, Editor 10

9 El Mar de Chile y sus recursos Patricio M. Arana Escuela de Ciencias del Mar Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

10 RECURSOS PESQUEROS DEL MAR DE CHILE Patricio M. Arana, Editor 12

11 Recursos y regiones pesqueras El océano Pacífico es el mayor de los cinco océanos en que se consideran divididas las aguas marinas del planeta, lo que lo convierte en la entidad geográfica más grande del mundo. Como resultado de ello, toda comparación de los aspectos concernientes a este océano deben referirse en términos superlativos. De esta manera, aquí se encuentran las mayores profundidades conocidas, estando además circundado este gigantesco cuerpo acuático por fosas, fallas y volcanes que conforman el llamado cordón de Fuego del Pacífico. Igualmente, cuenta con el mayor número de islas y archipiélagos, muchos de ellos de gran fama por su flora y fauna autóctonas (Islas Galápagos, Hawai, Nueva Zelanda, Pascua, archipiélago de Juan Fernández). También los países más poblados de la tierra limitan con sus aguas, incluyendo casi todas las razas, las principales religiones y una gran diversidad de lenguas y dialectos. Las grandes potencias económicas actuales y que se vislumbran hacia el mañana miran igualmente hacia el Pacífico (China, Corea, Japón, USA). En aspectos pesqueros, este océano adquiere año a año mayor relevancia. Chile ocupa uno de los primeros lugares del mundo en cuanto a la extensión de sus costas, tanto de su territorio continental como insular. Además, la posesión de islas y archipiélagos oceánicos, en especial las islas de Pascua y Salas y Gómez, proyecta al país hacia el centro del océano Pacífico, requiriendo la generación de una visión geopolítica acorde con su realidad y proyección geográfica. Así, el Mar Presencial ha sido definido en la Ley General de Pesca y Acuicultura como aquella parte de la alta mar, existente para la comunidad internacional, entre el límite de nuestra Zona Económica Exclusiva continental y el meridiano que, pasando por el borde occidental de la plataforma continental de la isla de Pascua, se prolonga desde el paralelo del hito Nº1 de la línea fronteriza internacional que separa Chile y Perú, hasta el Polo Sur. La geomorfología de la cuenca del océano Pacífico suroriental está conformada por una basta llanura abisal al este de la dorsal del Pacífico oriental, conformada por las placas tectónicas de Nazca y Antártica que se desplazan hacia el este, donde confluyen con la placa sudamericana que se desliza hacia el oeste, superponiéndose en la fosa Perú-Chile a las placas oceánicas, paralela al margen continental. Destacan sobre esta cuenca las dorsales o cadenas volcánicas de Nazca, de Salas y Gómez, de Pascua, de San Félix y San Ambrosio, de Juan Fernández y de Chile, esta última frente a la península de Taitao. Además, existen numerosas montañas submarinas, algunas de las cuales conforman islas como la Isla de Pascua, Salas y Gómez y las islas Desventuradas y el archipiélago de Juan Fernández. La costa entre el límite norte de la república y el canal de Chacao se muestra en general con pocas irregularidades, y sólo la península de Mejillones y algunas bahías permiten la habilitación de puertos protegidos y fondos adecuados para barcos de gran tonelaje. La plataforma continental (0-200 m), a diferencia de otras regiones del mundo, es muy estrecha, siendo continuada por un talud continental de gran pendiente que llega hasta la fosa submarina, alcanzando su mayor profundidad frente a la península de Mejillones, con m. Así también, el Mar de Chile presenta características oceanográficas marcadamente diferentes, ya sea de acuerdo a la latitud, distancia de la costa y profundidad. Así, las propiedades físicas del mar, en especial la salinidad, la temperatura y el oxígeno disuelto en el agua, presentan notables variaciones espaciales y temporales. La corriente de Humboldt o sistema de corrientes Chile-Perú caracteriza el margen occidental del océano Pacífico por la presencia de aguas frías y altamente oxigenadas que se desplazan de sur a norte. Bajo esta aguas, otra masa rica en nutrientes y de mayor salinidad, esta vez de origen ecuatorial, se desplaza hacia el sur; y, bajo esta, y hasta aproximadamente los m, se presenta otra capa de agua nuevamente de origen antártico, con lento movimiento hacia el norte. Además de las diferentes propiedades de las aguas marinas en profundidad, en forma aperiódica y con diversa intensidad, esta región se ve afectada por los fenómenos de El Niño/La Niña, que alteran los procesos de surgencia, a la vez que cambian las condiciones climáticas y oceanográficas del mar y de los recursos que lo habitan. La gran diversidad en ambientes marinos y las alteraciones a las que está sujeto nuestro océano determinan la existencia de recursos adaptados a esas particulares condiciones de vida. Estas fluctuaciones influyen en la localización de los organismos marinos, en su abundancia y desplazamientos o migraciones. De allí que la explotación de los recursos está determinada por las diferentes condiciones físicas del medio y las características biológicas de las especies. Estos factores condicionan la selección de las especies objetivo, los medios utilizados para su pesca y los lugares donde se concentran las actividades. A continuación se agrupan y describen los principales recursos que se explotan frente a la costa de Chile, la zona geográfica donde se concentran las diferentes pesquerías, las embarcaciones tipo que se utilizan y los artes o aparejos de pesca que se emplean. El Mar de Chile y sus recursos 13

12 Recursos del archipiélago de Juan Fernández RECURSOS PESQUEROS DEL MAR DE CHILE Patricio M. Arana, Editor El archipiélago de Juan Fernández está situado sobre el paralelo 33º40 S, aproximadamente frente al puerto de San Antonio, y corresponde a una de las posesiones insulares oceánicas que posee Chile en el Pacífico. Las islas que lo componen son las más cercanas a la costa chilena, ya que se encuentran a 360 millas náuticas (675 km) de ésta. Este grupo insular está formado por las islas: Robinson Crusoe (denominada primeramente como Más a Tierra, 93 km 2, 915 m de altura máxima), con algunos islotes que la rodean como El Verdugo, El Viudo, Los Chamelos, Las Rosas, Vinilla y Juanango. Cercana a esta y separada por un canal de alrededor de 1,5 km, se encuentra la isla Santa Clara (5 km 2, 375 m de altura), de 3,2 km de largo y 0,8 km de ancho. A 90 millas al oeste se encuentra la isla Alejandro Selkirk (conocida por muchos años como Más Afuera, 85 km 2 ); la altura máxima de este archipiélago esta localizada en esta isla y corresponde al cerro Inocentes (1.650 m de altura). Durante el gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva, se decidió oficializar los nombres de las islas del archipiélago, designando a la hasta entonces conocida como isla Más a Tierra como isla Robinson Crusoe y a la isla Más Afuera con el nombre de isla Alejandro Selkirk, conservando la isla Santa Clara su nombre original. Mediante dicha decisión, quedaron hermanados en la cartografía mundial los nombres del náufrago voluntario con el del famoso e inmortal personaje literario. Las islas del archipiélago conforman las cumbres emergidas de un cordón submarino que se extiende de oeste a este, frente a la costa central de Chile (Papudo), de varios cientos UBICACIÓN DEL ARCHIPIÉLAGO I. Alejandro Selkirk de millas de largo y alrededor de 20 millas de ancho (35 km). Este cordón está compuesto por alrededor de 11 pronunciadas elevaciones, que se levantan sobre el piso marino del Pacífico, encumbrándose hasta sólo algunos cientos de metros de la superficie del océano. En el substrato submarino alrededor de estas islas predominan las rocas de tipo volcánico, altas y escarpadas, junto a la acumulación de rocas desprendidas del sector costero, con abundantes grietas, cuevas y laberintos que permiten el refugio y albergue a numerosas especies. La ubicación de estas islas, alejadas del continente y rodeadas por un extenso océano, con profundidades que por lo general superan los m, le confiere a la flora y fauna de estas islas características únicas, con un alto porcentaje de especies que solamente se pueden encontrar en este lugar. Las especies más relevantes y conocidas en las aguas costeras de este archipiélago son la langosta y el cangrejo dorado de Juan Fernández, que por su abundancia, tamaño corporal e importancia económica son el objetivo principal de las actividades pesqueras realizadas en estas islas por alrededor de 150 pescadores. Las faenas extractivas en este archipiélago se han realizado desde sus primeros tiempos bajo un esquema estrictamente artesanal, motivado por las particularidades de la pesca realizada en este lugar, la lejanía del continente, la dependencia de comerciantes intermediarios y las características propias de comercialización de un producto vivo como es la langosta y, en mucha menor medida, de algunos pescados. De allí que las embarcaciones y los sistemas y elementos utilizados para desarrollar las actividades extractivas son de carácter simple y su operación primordialmente manual. Por esta misma razón, los aparejos de pesca son I. Robinson Crusoe propios de este lugar, diseñados en base a la experiencia de los pescadores, adaptados a la extracción de los recursos locales y a las características propias del mar y a los fondos I. Santa Clara marinos de este archipiélago. Además de la langosta y el cangrejo dorado, son de interés pesquero en estas islas la breca, bacalao de Juan Fernández, vidriola, morena, pampanito, tollo y jurel de Juan Fernández, chancharro, corvina y jerguilla de Juan Fernández, así como otras numerosas especies de peces que se caracterizan por la buena calidad de sus carnes, algunos de los cuales son empleados como alimentación de la población local o como cebo de las trampas utilizadas en la pesca de langosta y cangrejo dorado. Otros recursos característicos de esta región son los erizos negros y la centolla de Juan Fernández. También resulta emblemático en estas islas el lobo fino o lobo de dos pelos, mamífero que por muchos años se consideró extinto por la intensa caza a la que fue sometido en siglos pasados, sin embargo, algunos ejemplares lograron sobrevivir y con los años la población se recuperó totalmente. Hacia finales del siglo pasado, se descubrieron en faenas de pesca exploratoria realizadas en el cordón submarino de Juan Fernández dos especies de peces de alto interés pesquero a nivel internacional, como son el alfonsino y el orange roughy. Al poco tiempo de ser conocida su existencia se inició la explotación de ambos recursos con el concurso de buques industriales y el empleo de redes de arrastre a profundidades por lo general mayores de 500 m, en atención a que estas especies se concentran sobre la cumbre de las montañas que conforman este cordón montañoso. No obstante, al determinarse que estas especies presentaban tamaños poblacionales reducidos, lento crecimiento y baja tasa de renovación, se prohibió la pesca del orange roughy como especie objetivo, mientras que el alfonsino es regulado mediante la asignación de cuotas globales anuales reducidas. Por otra parte, se debe mencionar que en las aguas oceánicas que rodean este archipiélago se pescan atunes, pez espada o albacora y jurel continental. Finalmente, cabe destacar que las aguas costeras del archipiélago así como las del cordón submarino representan una región de extraordinario interés tanto desde un punto de vista científico como pesquero, razón por la cual se debería incentivar su investigación en el futuro. 14

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14 Pesquerías de arrastre en la costa central RECURSOS PESQUEROS DEL MAR DE CHILE Patricio M. Arana, Editor Las redes de arrastre, las redes de cerco y los espineles son los artes de pesca industriales más difundidos en el mundo y los principios básicos de su uso han permanecido prácticamente inalterables a través de los años. Las redes de arrastre pueden ser clasificadas de acuerdo a su empleo, pudiendo estar diseñadas para operar a media gua o directamente sobre el fondo marino. A estas últimas se les conoce como redes de fondo, ya que operan sobre el piso marino, y también como redes de puertas, ya que cuentan con dos elementos que en sus orígenes semejaban a esos implementos, los cuales permiten la abertura de la red a cualquier profundidad en la que sea arrastrada. Las redes de arrastre son básicamente una estructura construida con paños de red, en forma parecida a un embudo gigante. Para pescar, son arrastradas por una embarcación mediante dos cables de cala, que las hace avanzar pegadas al fondo, con el objeto que organismos bentónicos y demersales que se encuentran en el lugar ingresen por su parte delantera abierta o boca. Los animales que son capturados se concentran al desplazarse dentro de la red, dada la menor dimensión del arte en su parte posterior, que conforma un largo túnel. Finalmente, son retenidos en el extremo final de la red, el cual permanece cerrado, recibiendo el nombre técnico de copo. Las redes están construidas de paños de mallas tejidas, de diferentes tamaños, de acuerdo a la o las especies que se desea capturar. Actualmente son de material sintético, empleándose preferentemente paños de poliamida (PA) y, en algunos casos, polietileno (PE) en ciertas estructuras de la red, como cielos y alas. Durante la realización del arrastre, la Zona GEOGRÁFICA boca de la red adopta una forma más o menos elíptica, que es lograda por las fuerzas opuestas ejercidas por: el borlón o relinga inferior, equipada con pesos o cadenas; los flotadores instalados en la relinga superior; y, la tracción lateral de las alas, que permanecen abiertas con el concurso de los portalones o puertas. En los artes de arrastre de fondo las puertas son generalmente de forma rectangular (de ahí el nombre original con que se les conoce), o más recientemente de forma ovaladas. Las puertas se fijan en cada cable de arrastre, amarradas de manera tal que actúen en ángulo y el agua produzca resistencia (efecto semejante al del aire sobre un volantín), proceso que tiende a separarlas y, por tanto, a abrir la boca de la red. Estas redes son utilizadas sobre fondos planos, sin obstáculos, en profundidades que pueden variar desde pocos metros hasta más de m. Las velocidades en que son arrastradas están generalmente comprendidas entre dos y cinco nudos. Este arte puede ser utilizado por buques arrastreros pequeños, como así también por grandes buques factorías, siendo la dimensión de las redes concordante con el tamaño de estos y la potencia de motor necesaria para vencer la considerable tracción que se requiere para arrastrar estos artes. Si bien las redes fueron utilizadas primeramente por buques que calaban y recogían el arte por el costado, a principios de los años cincuenta fueron diseñados los arrastreros, de manera de largar y recoger la red por la popa o mediante el empleo de una rampa ubicada en la popa. Grandes pesquerías mundiales están asociadas al empleo de redes de arrastre, como son la pesca industrial de bacalao en los bancos de Terranova, Groenlandia y Labrador; las pesquerías desarrolladas por diversos países en el Mar del Norte dirigidas a la extracción de peces planos; la pesquería de merluza en las costas europeas (océano Atlántico) y americanas (océanos Atlántico y Pacífico); las pesquerías de crustáceos frente a las costas de India y en el golfo Pérsico, y las importantísimas pesquerías de camarones peneidos en el Pacífico mexicano y en el golfo de México, entre muchas otras. Las faenas de pesca de arrastre en la costa central de Chile se iniciaron con posterioridad al término de la II Guerra Mundial, en virtud de la llegada de buques arrastreros procedentes de Europa, que iniciaron sus operaciones dirigidas fundamentalmente a la extracción de la merluza común (Merluccius gayi gayi). Posteriormente, su uso se extendió a la explotación de otras especies de peces y crustáceos bento-demersales (que habitan en o cerca del piso marino). Aunque Chile dispone de una estrecha plataforma continental, estas redes son ampliamente utilizadas desde Antofagasta hasta el cabo de Hornos, en profundidades de hasta 800 m, dependiendo de la especie objetivo y de la zona de trabajo. Los artes de arrastre de fondo son empleados en la actualidad para la pesca industrial de diversas especies de crustáceos bentónicos, como camarón nailon (Heterocarpus reedi), langostino amarillo (Cervimunida johni), langostino colorado (Pleuroncodes monodon), gamba (Haliporoides diomedeae) y camarón navaja (Campylonotus semistriatus). Entre los peces, las redes de arrastre se emplean para la captura de merluza común, besugo (Epigonus crassicaudus), pejegallo (Callorhinchus callorhynchus), raya volantín (Raja flavirrostris), alfonsino (Beryx splendens), orange roughy (Hoplostethus atlanticus), entre muchos otros. A pesar del extendido uso de estos artes, es frecuente escuchar las voces de ambientalistas y conservacionistas que hacen ver los potenciales efectos negativos que ocasiona su utilización, principalmente asociada a la perturbación del fondo marino, daño o destrucción de organismos bentónicos, captura de peces de pequeño tamaño y extracción de potencial de grandes volúmenes de fauna acompañante que usualmente no tienen valor económico o interés para los pescadores (by-catch), razón por la cual es desechada, con escasa o ninguna posibilidad de sobrevivir. Esta situación puede ser parcialmente solucionada mediante ciertas modificaciones en las características técnicas de las redes, uso de dispositivos de selección de tamaños, paneles de escape y restricciones respecto a áreas y/o periodos donde se pueden utilizar estas redes. 16

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16 Peces de la región sur-austral RECURSOS PESQUEROS DEL MAR DE CHILE Patricio M. Arana, Editor La región sur-austral de Chile, comprende las aguas marinas al sur del Canal de Chacao tanto en la zona de canales, fiordos y bahías interiores como de la zona oceánica al exterior de los mismos. Esta región permaneció por largos años como un área desconocida y poco frecuentada, ya que se encontraba escasamente poblada, falta de comunicación y la zona exterior se consideraba poco apropiada para la navegación. De allí que quienes se aventuraban a navegar por estas aguas sólo lo hacían al interior de canales, a excepción del golfo de Penas que representaba un paso obligatorio por mar abierto, temido por todos quienes viajaban hacia el extremo sur del país. Por entonces, las actividades extractivas de recursos marinos se limitaba a la recolección de mariscos (moluscos, crustáceos y erizos) y a la pesca de algunos peces, con desembarques de baja magnitud. No obstante, a partir de mediados de la década de los 60, las actividades dirigidas a la explotación de peces se expandieron en forma pionera, en virtud de los resultados obtenidos en faenas de pesca exploratorias realizadas por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), que indicaban la existencia de recursos valiosos y en abundancia significativa para el desarrollo de faenas comerciales. Zona GEOGRÁFICA Canal de Chacao Latitud 41º S Cabo de Hornos Latitud 57º S El nacimiento de la pesquería demersal sur-austral tuvo lugar en 1972, cuando naves arrastreras factoría de origen soviético iniciaron la extracción de recursos ícticos presentes en aguas oceánicas, al amparo de un convenio suscrito entre el Gobierno de Chile y la ex URSS. El impulso definitivo de esta actividad se logró al ser dictado el Decreto Ley Nº500, en 1974, que estableció un régimen provisional para la operación de barcos pesqueros de bandera extranjera en aguas bajo jurisdicción nacional. Este decreto fue reemplazado en 1978 por el DL Nº600, que generó empresas chilenas con capital extranjero o mixto, y embarcaciones debidamente nacionalizadas, matriculadas y registradas en Chile. La navegación realizada por esos buques en aguas interiores permitió la detección de grandes cardúmenes de peces, mediante la utilización de equipos acústicos, hecho que motivó la idea de traer al país embarcaciones espineleras o palangreras industriales, para pescar en aquellas áreas que no eran aptas para la pesca de arrastre. Con la llegada de estos buques, se introdujo en el país un nuevo sistema de pesca para la extracción de peces demersales: el empleo de espineles de profundidad mecanizados y provistos de gran cantidad de anzuelos. El éxito obtenido en la extracción de merluza austral (Merluccius australis) y congrio dorado (Genypterus blacodes) por los buques industriales, originó en forma paralela un rápido crecimiento de las actividades de pesca artesanal. Muchos pescadores se desplazaron de diversas regiones hacia esta zona, lo que significó la progresiva expansión de estas actividades a toda la región sur-austral y, consecuentemente, el rápido incremento en los desembarques de estas especies. En la actualidad, las operaciones de pesca se realizan desde el Canal de Chacao hasta el paso Drake, al sur del Cabo de Hornos. En aguas oceánicas las faenas son realizadas principalmente por el sector industrial, donde participan buques arrastreros, de fondo y media agua, y espineleros, tanto factorías como hieleros. En aguas interiores operan exclusivamente embarcaciones artesanales, que emplean espineles, tanto de fondo como de deriva. Otros recursos ícticos que igualmente forman parte importante de esta pesquería, son la merluza de tres aletas (Micromesistius australis), la merluza de cola (Macruronus magellanicus) y numerosas otras especies que se capturan en carácter de fauna acompañante, como el chancharro (Helicolenus lengerichi), cabrilla española (Sebastes capensis), brótula (Salilota australis), cojinoba austral (Seriolella caerulea) y cojinoba moteada (Seriolella punctata), todas ellas igualmente de gran valor y aceptación en los mercados internacionales. Un paso adicional se dio en 1992 al comenzar la pesca en esta misma región del bacalao de profundidad (Dissostichus eleginoides), recurso que habita en aguas de mayor profundidad ( m), ampliando las opciones de pesca de los buques espineleros industriales sobre este nuevo recurso. Desde sus inicios la extracción de esta especie despertó gran interés por los altos rendimientos que se obtenían, así como también por el considerable tamaño de los ejemplares, lo que significaba la obtención de filetes de gran magnitud, altamente cotizados en el extranjero y, por lo mismo, pagados a alto valor. En la actualidad, esta pesquería da cuenta de desembarques de peces que sobrepasan ton al año. El desarrollo logrado significó un positivo impacto social y económico para esa región. La relevancia en la explotación de estos peces se debe a que éstos van dirigidos al consumo humano directo, a diferencia de los desembarques realizados en la zona norte y centro sur del país, donde las capturas son destinadas a la elaboración de harina para su uso en alimentación animal. De allí que estas faenas pesqueras adquirieran especial importancia, al producir y exportar principalmente a Europa gran cantidad de pescado fresco (merluza del sur) y congelado (merluza del sur y congrio dorado). A diferencia de otras pesquerías nacionales, esta se caracteriza por haber estado sujeta a medidas de control desde sus inicios, lo que ha permitido la mantención de los recursos en niveles saludables de conservación. Las medidas de regulación implementadas incluyen la fijación de cuotas de captura, fijación de tamaños mínimos de malla en los artes de arrastre, tamaño de anzuelos, períodos de veda y diversas medidas destinadas a regular el esfuerzo pesquero ejercido por los sectores industrial y artesanal. 18

17 El Mar de Chile y sus recursos 19