CASTILLA LA MANCHA / JUN LOGSE / Hº DEL ARTE / EXAMEN COMPLETO. El alumno elegirá y definirá brevemente seis de los ocho términos artísticos:

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1 EXAMEN COMPLETO PARTE PRIMERA: CONCEPTOS (3 ptos.) El alumno elegirá y definirá brevemente seis de los ocho términos artísticos: Pilono Estilobato Cimborrio Donante Mandorla mística Tenebrismo Pop Art Expresionismo SEGUNDA PARTE: TEMA (3 ptos.) El alumno desarrollará uno de los siguientes temas: a) Escultura romana: características generales del retrato y del relieve. Evolución: República, Alto y Bajo Imperio.. b) Pintura italiana del Renacimiento: características. Siglos XV y XVI. c) Nuevos materiales y nueva concepción del espacio arquitectónico. Introducción. Racionalismo. Organicismo. TERCERA PARTE. ANÁLISIS Y COMENTARIO DE OBRAS DE ARTE (4 ptos.) Analiza y comenta dos de las obras de arte presentadas.

2 PRIMERA PARTE: Pilono: En el campo de la arquitectura, el pilono es la estructura constituida por dos grandes bloques trapezoidales que delimitan el acceso al primer patio de los templos egipcios de la Antigüedad. Estilobato: Es el último escalón de las gradas o krepis sobre las que se elevan los templos griegos. Cimborrio: Torre, generalmente de sección poligonal, que se sitúa en el crucero de una iglesia. Mandorla mística: Es una aureola en forma de almendra en la que se inserta el Pantocrátor en la escultura y la pintura románicas. Expresionismo: Se trata de un movimiento heterogéneo que, en líneas generales, distorsiona las formas para resaltar los aspectos más emotivos y turbulentos del alma humana. En sus procedimientos recurrieron a formas que ya habían sido empleadas por los postimpresionistas, los fauvistas y los cubistas. Sin embargo, su originalidad radica en el valor emocional, normalmente angustioso, turbio o contradictorio que conceden a sus obras. Pop Art: El Pop Art convirtió objetos vulgares y cotidianos, así como personajes famosos en reconocidos iconos de toda una época y consiguió desligar el arte del concepto de belleza y buen gusto al que tradicionalmente había ido unido. Los artistas del Pop Art quieren crear

3 un arte fácil y asequible, un arte que se amolde a la sociedad de masas. Los artistas se inspiran en las posibilidades que ofrecen los cómics, los carteles publicitarios y la fotografía. Este movimiento explotó muchos de los recursos utilizados por la publicidad, entre ellos, la repetición del motivo, la técnica de la serigrafía o la presentación de la marca comercial como una parte esencial de la composición plástica. La gran paradoja es que unían elementos de la baja cultura con el selecto y, hasta entonces, minoritario mundo del arte. SEGUNDA PARTE: La escultura romana. La escultura romana recoge influencia etrusca y griega. La primera, se observa principalmente en la función funeraria de algunas obras y en la capacidad de los escultores romanos para captar la realidad y reproducirla. En la etapa de la República, se realizaban unas mascarillas de difuntos, hechas a base de yeso o cera, cuya fidelidad en los rasgos se transmitió después a los retratos. La segunda influencia, se manifiesta en la evolución hacia el hieratismo y la rigidez a la que llega la escultura romana entre los siglos III y IV. Los romanos vieron en la escultura un arte decorativo, que en muchas ocasiones resultó ser un signo claro de ostentación, y un arte que ocupaba sus espacios privados. Pero la escultura romana fue también un arma de propaganda política, fundamentalmente de los emperadores. En su faceta de escultores, los romanos destacaron en los retratos y en el relieve histórico. El retrato romano se caracteriza por la fidelidad no sólo de los rasgos físicos del retratado sino también de los tocados y de la indumentaria, lo que le convierte en una excelente fuente histórica de información. En la época imperial, el retrato alcanzó un cierto idealismo, sobre todo en las representaciones del emperador como divinidad. Esta circunstancia hizo igualmente que se produjera una evolución hacia el hieratismo. Se puede señalar que a finales del siglo II se grababan las pupilas del personaje. Por otra parte, el recurso a la técnica del trépano en la talla, creó efectos de claroscuro. El retratado podía aparecer de diferentes formas: como patricio; como militar; como divinidad, tal y como se aprecia en los retratos de Augusto; y ecuestre, desde de finales del siglo II. Este último modelo se puede contemplar en la estatua de bronce de Marco Aurelio, situada en la plaza romana del Capitolio. Uno de los grandes retratos romanos, conocido a través de una copia, es el de Augusto Prima de Porta, en el que la influencia griega se aprecia claramente. El artista trató de captar la realidad del personaje. Para ello, no sólo lo caracterizó en sus rasgos físicos, sino que concedió un papel primordial a su indumentaria. Por ello, en la coraza se pueden observar algunos símbolos que reflejan el poder del retratado; en este caso, se distinguen las provincias recién conquistadas por el emperador. Los escultores romanos destacaron igualmente en el relieve histórico, marcado por una evidente intención narrativa. Generalmente, los relieves describen hazañas históricas y se realizan en frisos, columnas y arcos de triunfo, con un carácter propagandístico. Con frecuencia, en estas obras se conjuga el realismo en los relatos históricos con la idealización de temas religiosos. Presentan un gran detallismo, que aplican composiciones muy dinámicas. Los autores de estas obras fueron capaces de expresar también la ficción del espacio y de la profundidad. Los tres mejores ejemplos del relieve romano son el Ara Pacis de Augusto, los relieves del Arco de Tito y los de la Columna Trajana. El Ara Pacis es un altar realizado a raíz de las conquistas del emperador Augusto en Hispania y la Galia. El altar está rodeado por un muro, dispuesto a modo de edificio cuadrado sobre un

4 podium, en el que se abren dos puertas. En los relieves aparece representado Augusto con un cortejo, algunos miembros del Senado y las vestales ofreciendo un sacrificio a los dioses. Entre los abundantes personajes, encontramos auténticos retratos. Así, se puede distinguir, además del emperador, a la emperatriz Livia, a Agripa con Julia y Tiberio, etc. Por su parte, el Arco de Tito es un testimonio de las campañas del emperador en Asia. En el paso de la puerta hay dos magníficos relieves en los que aparecen el cortejo triunfal con el carro del emperador y un grupo de sirvientes que portan los trofeos de guerra. Lo más característico de esta obra es la combinación de las figuras de bulto entero que aparecen en primer término con las simplemente dibujadas en el plano del fondo. La capa de aire que queda entre ambas produce el efecto de profundidad de la escena. En último término, señalamos los relieves de la Columna Trajana, que se disponen en forma helicoidal y relatan las campañas de Trajano contra los dacios. Con un grosor muy reducido de las figuras se logra dar el aspecto de profundidad en el espacio. Las escenas, de enorme minuciosidad, se suceden sin marco de separación entre los combates y las hazañas. Como en otros ejemplos citados, muchos de los personajes son fieles retratos y, en general, las ilustraciones tienen un extraordinario realismo. TERCERA PARTE Templo de la Victoria, en Atenas El templo es la construcción más significativa de la arquitectura griega. Su función era eminentemente religiosa: el templo era la casa de un dios, cuyo culto se llevaba a cabo en el exterior. Por esta razón, los templos griegos se conciben para ser vistos desde fuera. El templo de la Victoria áptera fue levantado en el lugar en el que anteriormente había existido un santuario dedicado a Arenea de la victoria. La estatua que cobijó este templo se denominó áptera con el fin de diferenciarla de las tradicionales victorias aladas. El templo de la Victoria áptera pertenece al conjunto de la Acrópolis ateniense. Fue construido por Calícrtaes en el año 428 a.c. y se enmarca por tanto en el periodo clásico de la arquitectura griega. Construido todo él en mármol, este templo se eleva sobre unas gradas o krepis. Se trata de un templo jónico que presenta columnas de fuste estriado con basa y capitel de volutas. Las columnas sostienen un elegante friso cuyas esculturas están dedicadas a las guerras médicas. Es además un templo anfipróstico y tetrástilo, es decir, que dispone de cuatro columnas en su frente. Dispone de una única nao de 4 metros de lado. La nao limita en sus dos fachadas por un pórtico sostenido por cuatro columnas. El templo está rodeado de una balaustrada que representa las victorias que se dirigían a la diosa Atenea. Impresión, sol naciente, obra de Claude Monet. Impresión, sol naciente es un óleo realizado en 1874 por Claude Monet, uno de los máximos representantes del Impresionismo. Esta obra bautizó el movimiento pictórico con el nombre de impresionismo. Los artistas impresionistas catalizaron los numerosos indicios que aproximadamente desde 1860 hablaban ya de nuevas orientaciones en la pintura europea: la pincelada más suelta, la preferencia por la pintura al aire libre, las tonalidades diáfanas, etc.

5 Monet representó en Impresión, sol naciente un puerto, con sus barcos y con sus grúas y fábricas al fondo, en el instante exacto en el que empieza a amanecer. El tema es un reflejo de la vida moderna y se aleja del academicismo imperante de su época. Para los impresionistas no existían temas insignificantes sino cuadros bien o mal resueltos. De hecho, aunque cada pintor adoptó sus temas particulares, parece haber una inclinación general por lo banal, quizá como reacción a la pintura realista burguesa. El impresionismo abrió el camino a la desmaterialización y adaptó la pintura a las nuevas percepciones: la imagen, como defendió Monet, se observaba cada vez más rápida, por la influencia del concepto de velocidad, consecuencia a su vez de los nuevos medios de transporte y de la aceleración del ritmo de vida y de los acontecimientos históricos. Por ello, Monet copia del natural y capta en este cuadro un instante lumínico: el despuntar del día, que inunda la bahía de profundas tonalidades cálidas. Las pinceladas yuxtapuestas de tonos puros producen una textura de toques de color, que el espectador debe reconstruir e interpretar al contemplar la obra desde la distancia. Se aprecia la gran capacidad de Monet para traducir al lienzo los más variados matices. El negro ha sido relegado al mínimo imprescindible, fundamentalmente porque no existe en la naturaleza. Los colores son puros y se mezclan con pinceladas cortas y vigorosas. Los tonos fríos se aplican fundamentalmente a las sombras, pero siempre con matices brillantes. Las formas se disuelven por efectos de la luz, lográndose la ya mencionada desmaterialización impresionista de la realidad. A través de una técnica pastosa y fundamentalmente compacta, Monet consigue captar las variaciones tonales y luminosas según la hora del día en la que es pintada la obra. La luz adquiere aquí una especial importancia, ya que Impresión, sol naciente es el resultado de reproducir la sensación fugaz e inmediata que la luz que incide en el puerto provoca en la retina del espectador. Los efectos cambiantes de la luz constituyen, por tanto, la cuestión fundamental de la obra. Monet consideraba que la intensidad de la luz, y no la línea o el color en sí, ofrece distintas percepciones del objeto representado. La importancia y la valoración concedida a la luz implican la pasión del artista impresionista por la pintura al aire libre, único modo de captar la naturaleza y los paisajes del natural con sus variantes luminosas según la hora del día. Los encuadres y las composiciones, como puede observarse en esta obra, rompen con el academicismo anterior y se hacen más atrevidas. Las figuras no se colocan siempre en el centro de la composición e incluso en ocasiones se cortan por el borde del cuadro. Renuncian en general a la perspectiva geométrica. El espectador pasa de una postura pasiva a otra activa en la que debe participar en las intenciones técnicas del artista. Los cuadros parecen inacabados porque son una impresión luminosa, por ello el público debe esforzarse en reconstruirlos mentalmente.