Los Factores de la Moralidad

Transcripción

1 Los Factores de la Moralidad I. El acto humano y la persona 1. Hacer, producir actuar, comportarse A. Acción como un hacer o producir exterior Se producen resultados exteriores Finalidad del hacer es producir buenos resultados. Perfecciona al sujeto como productor de ese tipo de actos B. Acción como un actuar moralmente bien-mal, comportarse El resultado es interior al sujeto. Nuestras acciones humanas no son principalmente eventos físicos que produzcan resultados exteriores y que tengan consecuencias externas. No son un hacer cosas que cambien el estado de las cosas del mundo y que nos perfeccionen en un sector parcial de nuestra vida (como estudiantes, artistas, científicos, etc.). Nuestras acciones humanas son sobre todo un actuar con una dimensión inmanente, es decir, con un efecto moral interior a nosotros mismos, cambiándonos para el bien o para el mal, haciéndonos buenos o malos moralmente, globalmente, en cuanto hombres, en cuanto personas. El efecto más importante de las acciones (humanas) no es el exterior, sino el interior que sucede en el sujeto. Cada acción nos transforma en lo que escojamos realizar. En cada acción escogemos realizar alguna cosa, pero sobretodo y más profundamente escogemos ser un determinado tipo de persona. En estas decidimos lo que queremos ser. Cada acción humana (también los pensamientos y las omisiones voluntarias) nos transforma moralmente, interiormente, para el bien o pare el mal. o Cuando hacemos un favor, escogemos ser una persona que hace favores, una persona generosa. o Cuando negamos un favor en nuestro poder, escogemos ser una persona que niega favores, una persona egoísta. o Ver Veritatis Splendor (VS) 71b Los resultados exteriores son importantes en la medida que manifiestan el interior del sujeto, que tipo de persona es en cuanto persona: su generosidad, responsabilidad, dedicación, etc. No es moralmente indiferente la falta culpable de técnica-arte en el ejercicio de nuestras actividades. Un médico, un ingeniero, no pueden ser personas honestas (buenas como personas) si también no son buenos como médico o ingeniero, es decir, si no son capaces de ejecutar su trabajo profesional con la necesaria profesionalidad, de acuerdo a los medios disponibles. Si por irresponsabilidad de un médico un paciente muere, no sólo es un mal médico sino también reprobable moralmente, y quien no llega a cumplir bien su profesión tiene la obligación moral de cambiar de trabajo. No es moralmente indiferente si por falta de preparación, por irresponsabilidad, olvido, pereza, etc., un ingeniero construye una casa que se cae sin otro motivo del estar mal construida, o si un estudiante no pasa su examen por pereza. En estos casos, el problema no es el fallo en los resultados exteriores (las casas se caen también cuando están bien construidas), pero que sean debidas a un actuar moralmente malo (irresponsable, egoísta).

2 Ética- ciencia del buen actuar. Finalidad del actuar: actuar bien, que la acción sea moralmente buena Perfecciona o no al sujeto como persona (VS 71b), bueno o malo como persona. El único fracaso verdaderamente importante en la vida es fracasar como personas y como cristianos (si eres hijo de Dios en Cristo). 2. Dimensión natural, física, exterior /dimensión moral, intencional A. Dimensión física (species naturae): acción física, como evento exterior ( inyectar morfina, tomar el reloj, relación sexual ). B. Dimensión moral (species moralis): acción como elección por parte de un sujeto de un bien práctico, en su intencionalidad intrínseca, en su significado intrínseco ( aliviar el dolor, hacerlo morir (eutanasia), experimentar, restituir mi reloj, robar, hacer una broma, restituir al propietario ). II. Metafísica de la acción humana: sus elementos (VS 71-83, CCC ) 1. El primer elemento: qué estoy haciendo? La acción en sí misma, la acción intencional, el objeto o contenido intencional, el fin próximo (VS 76-83), finis operis A. Las acciones humanas, eventos físicos o acciones intencionales? Acción como evento físico Acción como elección yo escojo.., yo quiero un médico inyecta al paciente y muere media procurar la muerte, experimentar, curar, hora después calmar los dolores un hombre toma el reloj de otro robar, restituirlo a su propietario, hacer una broma, recuperar lo que me pertenece una mujer se hace extirpar el útero tener relaciones conyugales sin procrear, (histerectomía) extirpar el cáncer, curarme (acción terapéutica) una mujer toma una píldora anovulatoria tener relaciones conyugales sin procrear (contracepción), regular los ciclos (acción terapéutica), evitar la menstruación (una atleta frente a una competición, acción de evitar un cierto malestar físico) un hombre corre estoy escapando de, estoy siguiendo al ladrón, estoy jugando, estoy tratando de tomar el autobús, estoy interpretando una escena en una película un hombre mezcla substancias estoy fabricando medicinas, estoy preparando un atentado un hombre alza el brazo estoy amenazando a alguien, estoy indicando la calle, estoy pidiendo la palabra Nuestras acciones no son cosas que existen fuera de nosotros, independientemente de nuestro querer. No son eventos físicos que suceden sin nosotros saber ni contra nuestra voluntad. Es por eso que no pueden ser descritas en modo conveniente como lo haría una persona desde el exterior lo que sucede.

3 Frente a la pregunta, Qué está haciendo esta persona?, describir la acción desde el punto de vista físico, desde el exterior ( está tomando el reloj de otro ) no es una respuesta adecuada. La misma descripción material podría corresponder a acciones humanas diversas. Con esa pregunta no sabemos verdaderamente lo que se está haciendo. Cuál es el sentido de tomar el reloj por parte de x, cuál es su significado? Para saberlo debemos preguntarnos sobre la intención de x: Qué cosa pretendes hacer tomando el reloj? Por qué estás tomando el reloj? Cuál es tu intención? (VS 78) Los mismos actos físicos, vistos desde fuera, son en realidad, desde el punto de vista intencional, acciones humanas completamente diversas, de diversas especies y por tanto de moralidad distinta. El tipo de acto humano, su especie moral, depende no de lo que se hace físicamente, sino de lo que se tiene la intención de hacer. Aunque muchas veces las acciones en su materialidad dejan entrever las intenciones de los que actúan (nutrirse, hacer deportes, rezar, etc.), no es siempre así. Nada en la acción física puede determinar el contenido intencional de la acción. Quién parece nutrirse podría estar envenenándose, suicidándose; quién parece estar haciendo deportes en una barca de vela podría estar en fuga; quién parecería rezar en una mezquita podría ser un policía vigilando a los extremistas. Las acciones humanas no pueden ser descritas convenientemente en cuanto acciones humanas y por tanto intencionales como si fuesen eventos físicos por el simple motivo que no son eventos físicos, aunque frecuentemente tienen una dimensión física (no siempre: amar, pensar, odiar, perdonar). Las acciones humanas, en la medida en la cual son humanas, son siempre acciones intencionales. Así se puede entender como las omisiones voluntarias o intencionales son verdaderas y propias acciones humanas, y por tanto moralmente buenas o malas, aunque no se hace nada. Tienen una dimensión moral, aunque no tengan una dimensión física. Parecería que las omisiones voluntarias sean un simple no realizar cierta acción y por tanto parecería que no son acciones. Sin embargo, son un tener la intención (querer) no realizar esa acción. Cada tentación que se rechaza implica la decisión, la intención de no consentir a hacer algo moralmente equivocado. Es, por tanto, una buena acción. Por el contrario, omitir intencionalmente una acción debida (ayudar a alguien, rezar, etc.) es una verdadera acción, aunque sea moralmente reprobable. o Así, quién pretendiendo la muerte de una persona en coma, omite de proporcionarle el nutrimento y la hidratación necesaria para conservar su vida, cumple el mismo tipo de acción humana de quien, con la misma intención, le inyecta una cierta dosis de morfina. En los dos casos, la respuesta a la pregunta, Por qué estas omitiendo de proporcionar comida, con qué intención? Y Por qué estás inyectando esa dosis de morfina, con qué intención..?, es la misma, Para procurar la muerte. Si tiene la misma intención, se ha realizado la misma acción humana: mater intencionalmente a una persona inocente. Sólo cambió el cómo. o Al contrario, si una enfermera, atendiendo a varias emergencias, se le hizo imposible llevar la comida a x (aunque si tiene en la mente que es la hora para hacerlo), o acabada la emergencia, olvida llevar la comida a x, no ha cumplido la acción humana de omitir llevar la comida a x, aunque si es verdad que no llevó la comida. Ha sido una omisión involuntaria, no intencional. Lo que hacemos no es lo que sucede como el resultado de nuestras acciones, sino lo que tenemos la intención de cumplir, aunque si no sucede.

4 Se trata de una intención que es intrínseca y constitutiva a la acción. Esta intención determina lo que la acción es, su especie. Como hemos visto en los ejemplos, acciones idénticas en su materialidad, pueden en realidad ser acciones humanas y morales completamente diversas, porque la persona que la cumple tiene la intención de hacer cosas diversas. CIC 1751 el objeto. VS 78 o No es que los mismos movimientos físicos dan lugar a acciones humanas diversas porque se suma a estos una intención diversa, ni que se añade algo a la acción describiéndola como intencional. En otras palabras, las acciones humanas no son el resultado de la combinación movimiento físico + una intención, como si fuesen dos elementos extraños que se pueden mezclar artificialmente según diversas combinaciones. Significa, por el contrario, que las acciones humanas son la realización de intenciones. Las intenciones no se unen a los actos físicos, sino que en la medida que se trata de actos humanos son ya en sí, son la forma, conforman la especie o tipo de acción, su contenido, que es siempre contenido intencional. Las acciones humanas son acciones intencionales. Para ser precisas, no es, por tanto, que se trate de la misma acción física, pero con intenciones diversas. En realidad, se trata de acciones en sí diversas. o Por eso robar no es el mero tomar el bien del otro, sino el tomarlo con la intención de apropiarse del bien del otro contra la razonable voluntad del propietario. CCC 2408 No hay robo si el consentimiento puede ser asumido o si el rechazo es contrario a la razón o al destino universal de los bienes. Este es el caso de las necesidades urgentes y evidentes, en los cuales el único medio de satisfacer una necesidad inmediata y esencial (nutrirse, refugio ) es de disponer y de usar bienes de otros. Quien toma manzanas de otro, aún así sea contra la querer del propietario, porque está muriendo de hambre no está cumpliendo la acción robar, sino otra acción completamente distinta: tomar comida de otro que no tiene necesidad de este para sobrevivir. o Así la acción contracepción puede ser descrita adecuadamente sólo desde el punto de vista intencional. Es una acción que, o en previsión del acto conyugal (libre, voluntario), o en su cumplimiento, o en el desarrollo de las consecuencias naturales se proponga, como fin o como medio, el hacer imposible la procreación (Humanae Vitae 14). Una mujer que toma la píldora anovulatoria con una intención terapéutica no cumple la acción contracepción. o El quinto mandamiento no prohíbe todo homicidio, sino el homicidio voluntario de un inocente (CIC 2261). Que se haga con un tiro, con veneno, o dejando a alguien morir de hambre, no cambia el tipo de acción. Matar en legítima defensa, es decir, defendiéndose (donde puede suceder la muerte involuntaria del agresor), o matar en nombre del estado en el caso de la pena de muerte o en una situación de guerra justa no entra en el tipo de acción homicidio voluntario de un inocente. No son excepciones al mandamiento y a la norma moral de no matarás. (CIC , ) o Eutanasia CIC 2277 (una acción u omisión que de por sí o intencionalmente provoca (no es necesario que la provoque, basta que se busque procurarla) la muerte )

5 B. La acción (intencional) como bien práctico concebido por la razón 1) Hemos visto que la especie de acción humana y moral depende de lo que pretendemos hacer, que es un movimiento de la voluntad, un tender hacia algo que percibimos como un bien. Siempre actuamos en vista de un bien, o un fin percibido como bien. 2) Pero no hay que olvidar que esta percepción o conocimiento es obra de la razón. Podemos tender a un bien (voluntad) sólo en la medida en la cual lo conozcamos (razón), bajo algún aspecto, como bien. Antes de ser un objeto intencional (voluntad) es un objeto de la razón. Es fácil entender que este bien práctico no es la cosa física en sí implicada en la acción (reloj), sino la acción misma en relación con la cosa, la acción por cumplir en cuanto atrayente al sujeto. Se ve un bien para mí en este momento: apropiarme del rolex de oro de otro, restituirlo al propietario. Se le llama bien porque es deseable, atractivo bajo algún aspecto, para el que actúa. Se le llama práctico porque consiste en una acción por realizar: el bien que representa para mí el estudiar, el rezar, el ayudar generosamente a otro, etc. Cada especie de acción representa un bien práctico distinto, aunque si materialmente los objetos físicos y las acciones en su dimensión física puedan ser iguales. Podemos comenzar a entender el papel y la necesidad de la virtud no sólo para tener las fuerzas para cumplir el bien moral, pero antes para poder percibirlo como bien para mí, para ser atraído (conocimiento por inclinación, por connaturalidad) y para no percibir como bien esas acciones que no son buenas, que no son un verdadero bien para la persona, sino que percibirlos como mal. El hombre virtuoso no se siente atraído por apropiarse del Rolex de oro de otro, no lo ve como un bien para él. Cada uno se propone las acciones (bienes prácticos) según el tipo de persona que es. C. La acción como objeto intencional concebido por la razón objeto del acto. objeto indica que es el término de una potencia o facultad del hombre, al cual tiende. El bien es el objeto de la voluntad. Para actuar hay que tener la intención de cumplir esa acción, querer esa acción. Objeto del acto es por tanto la acción misma en cuanto intencionada, en cuanto querida por el sujeto. Es lo que es querido cuando se cumple una acción. Lo que es querido no es el objeto físico (reloj), ni la acción física descrita desde el exterior como lo haría un observador (tomar el reloj), sino la acción en su contenido intencional, bajo una descripción intencional, bajo la perspectiva de lo que se quiere hacer en el hacer así. El objeto del acto es un comportamiento libremente escogido. Es el fin próximo de una opción deliberada. qué cosa quiere hacer o pretende hacer x cuando hace eso que hace? o cuando toma el reloj? cuando inyecta la morfina? Es necesario colocarse en la perspectiva de la persona que actúa. La especie de la acción intencional no depende de lo que se hace externamente, sino de lo que se pretende o se quiere hacer.

6 El objeto del acto es antes un objeto de la razón, el proyecto o la propuesta racional que el agente adopta. Es la razón que constituye la acción como la especie de acción que es, que constituye su objeto práctico, el cual se hace intencional cuando es querido. 2. El segundo elemento: el porqué, la finalidad ulterior, finis operantis A. Una intención que no describe lo que se hace (la acción en sí, según su tipo o especie), sino la finalidad de la acción Generalmente, con la excepción de pocas acciones como jugar, contemplar o producir belleza o arte que tienen un fin en sí mismas, además de la intención que tiene que ver con lo que se está haciendo, hay otras intenciones. Si preguntamos al que se adueña de un reloj de oro porqué lo ha hecho, podríamos escuchar, por el prestigio social, para poder hacer un buen regalo, para venderlo y pagar mis estudios universitarios, o para vengarme. Describen el motivo que ha llevado al agente a cumplir la acción, la finalidad, el objetivo en vista de cuál la he hecho. No son intrínsecas y constitutivas de la acción que se realiza. o Quien, inyectando al enfermo quiere experimentar un nuevo medicamento, no puede describir su acción como un estoy buscando salvar millones de vidas humanas afectas por x enfermedad. o Quien quiere procurar la muerte no puede decir estoy sólo poniendo final a su sufrimiento. Esto puede ser verdad, pero no es toda la verdad. o El problema no es que sea falso el que puedan tener estas intenciones, sino que estas intenciones no son una descripción adecuada de lo que están haciendo. No son el fin próximo, intrínseco a la acción, sino un fin ulterior. o Así como se debe evitar el materialismo de la acción (el considerar la acción como un evento físico), debemos evitar el subjetivismo de la intención (ulterior) (describir la acción no según el contenido intencional intrínseco, sino según su finalidad ulterior). o Se podría decir que a veces parece posible describir lo que se hace por medio de la finalidad ulterior. Viendo un amigo que pide limosna y preguntándole qué haces?, su respuesta podría ser del tipo, estoy ayudando a los niños de África. Aún así, si examinamos más a fondo esta respuesta, podemos ver que se trata sólo de un modo de hablar coloquial. En realidad, viendo a x pedir limosna, ya entendí que está pidiendo limosna. La pregunta qué estás haciendo en realidad significa qué estás haciendo pidiendo limosna?, es decir, por qué estás pidiendo limosna? Para ayudar no describe la acción de pedir limosna, sino el motivo. B. La finalidad ulterior como forma Siendo el fin próximo y el fin ulterior verdaderos fines, los dos son forma, pero en modo diverso. No podemos entender completamente una acción y la persona que la cumple sin conocer la finalidad ulterior. o No es lo mismo pedir limosna para ayudar los niños en África que para comprar droga. La acción tiene sentido pleno sólo a la luz del fin ulterior. Un acto que pertenece a un tipo de vicio puede ser cumplido en función de otro vicio. Ej, robar para cometer adulterio. La persona es al mismo tiempo ladrón y adúltero. Similarmente, un acto virtuoso puede ser hecho en función de otra virtud.

7 C. La finalidad ulterior no puede cambiar lo que se hace, el tipo de acción La intención próxima no puede cambiar porque es constitutiva e intrínseca a la acción. Si se cambia, sería otra acción, de otro tipo. o Quién roba el reloj de oro no puede pretender tener otra intención que robar el reloj, sino estaría restituyéndolo al propietario o haciendo una broma. Hacer depender el tipo de acción de la intención próxima del agente no es subjetivismo. Se puede mentir sobre lo que se está haciendo o lo que se hizo, pero no se puede cambiar al placer el tipo de acción que se está cumpliendo o se cumplió. Nuestros juicios pueden adecuarse o no a la realidad de las cosas, pero no pueden cambiarla. No pueden hacer que las cosas sean diversas de lo que en realidad son. La expresión todo depende de la intención es válida si se entiende la intención intrínseca y constitutiva de la acción. Sin embargo, las intenciones ulteriores no definen el tipo de acción y pueden cambiar y ser varias. o Se puede experimentar un fármaco en una persona para buscar curar a miles de enfermos o para convertirse en millonario comercializando el fármaco, o porque se aspira a la fama del Premio Nobel, etc. Pero todos estos porqués no pueden cambiar lo que se hace. No pueden hacer que la acción se convierta en otra diversa. En este sentido, al determinar el tipo de acción que se cumple, las intenciones ulteriores son accidentales, indiferentes. D. Pero es indispensable, fundamental, presente en cada acción como causa final Los dos tipos de intenciones son igualmente indispensables y fundamentales en cada acción, aunque el significado y papel de cada una es diverso. Sin la intención próxima de hacer algo no hay acción, pero sin la finalidad ulterior tampoco hay acción, porque no habría motivo para actuar. o Objeto- constituye el tipo de acción o Finalidad ulterior el objetivo que se pretende alcanzar mediante el objeto E. Muy frecuentemente hay diversas finalidades ulteriores concatenadas 1) A veces la intención próxima y la finalidad ulterior coinciden cuando se cumple una acción por la acción misma: hacer deportes, contemplar la belleza de la naturaleza, realizar o gustar de una cierta obra de arte (tocar o escuchar música, pintar, etc.), acciones religiosas como alabar, agradecer a Dios, filosofar o buscar la verdad simplemente por el valor que tiene el conocer la verdad, festejar. Son acciones que pueden tener un sentido completo por sí mismas, que no necesariamente sirven para otro objetivo, aunque se puedan también cumplir para objetivos útiles como ganar dinero, tener fama, obtener un cierto trabajo, etc. 2) A veces la finalidad ulterior podría ser una sola (un científico que realiza experimentos simplemente para aprender ), pero frecuentemente hay más porqués concatenados entre ellos y se convierten a su vez en medios para otras finalidades ulteriores. En otras palabras, un fin ulterior puede, a su vez, convertirse en medio en función de otro fin ulterior. Realizar experimentos: para obtener una medicina contra el cáncer para comercializarlo para ganar dinero para poder crear mi fábrica farmacéutica Los fines ulteriores son como los eslabones en una cadena, cada una con su propia inteligibilidad y por tanto con su propia moralidad, que se tendrán que examinar separadamente a la hora de juzgar la moralidad de la acción con todos sus elementos.

8 3. El tercer elemento: las circunstancias (y consecuencias) Todo lo que circunda la acción o el sujeto que actúa, y que no se quiere ni como fin (ulterior) ni como medio (la acción en sí): quién, con quién, cómo o con qué medios, qué cosa, dónde, cuándo, cuánto, por cuánto tiempo, etc. Las consecuencias son esos efectos de nuestras acciones que no son queridas ni como fin (finalidad ulterior) ni como medio (acción intencional), pero que son ligadas a la acción. Pertenecen a las circunstancias porque dependen de estas. Es porque x es un enfermo terminal con problemas al corazón (circunstancia) que este analgésico podría acelerar la muerte (consecuencia). III. Para valorar moralmente las acciones: síntesis entre el objeto intencional, fin, circunstancias 1. En general A. El querer El juicio sobre lo que es moralmente bueno o no depende de la razón, pero para que efectivamente haya bien o mal moral es necesario querer. En este sentido la moralidad reside en la voluntad, depende de lo que se quiere, así como es presentado y percibido por la razón. Si queremos lo que es moralmente bueno, cumplimos el bien. Si queremos lo que es moralmente malo, el mal moral, cumplimos el mal. Pero cuando cumplimos una acción, necesariamente queremos todos los elementos que la componen: queremos el objeto, el fin(es) ulteriores y las circunstancias y consecuencias (algunas no las queremos pero simplemente suceden independientemente de nuestro querer). Cumplir una acción implica querer todos los tres elementos. En modo más técnico, la moralidad consiste en la adhesión voluntaria, en el querer libremente lo que se percibe racionalmente como bien práctico por cumplir (la acción en sí misma) y alcanzar (fin ulterior) en las circunstancias concretas. No existe moralidad donde no hay voluntariedad. B. Dos dimensiones 1) Objetiva: moralidad de la acción en sí misma (acciones intrínsecamente malas: eutanasia, suicidio, fornicación, adulterio, mentira, etc. siempre inmorales). Si no se sabe que se cumple el mal se trata de pecado material. 2) Subjetiva: hasta qué punto la persona conoce que hace bien o mal? hasta qué punto es responsable del bien o del mal que cumple? La responsabilidad depende del grado de advertencia (saber lo que se hace y si es bueno o malo) y la libertad o consentimiento de la voluntad (grado de adhesión, de libertad, condicionamientos, influencias, etc.). Hacer el mal sin saber que se está haciendo mal implica menor culpabilidad y tal vez no se comete pecado. a. (Pecado formal- Sé que hacer x es malo-pecado, sé que estoy realizando x y lo quiero realizar libremente. )

9 C. Para que la acción sea buena deben ser buenos todos los elementos. por qué? Porque moralidad es la adhesión de la voluntad Si algún elemento es malo y yo lo quiero, me adhiero al mal (en diversa medida, más o menos conscientemente). No basta hacer obras buenas, pero hay que hacerlas bien (S. Alfonso Ma. de Liguori; VS 78b) = con una buena intención y en las circunstancias debidas (modo, tiempo, etc.) 2. El objeto o contenido intencional A. La moralidad del acto humano depende sobre todo y fundamentalmente (pero no sólo) del objeto razonablemente escogido por la voluntad deliberada. VS 78a. B. Independientemente de las intenciones (motivos, razones, finalidades) ulteriores del agente. Los fines ulteriores no cambian la especie del acto. Pueden cambiar sin que cambie el significado intrínseco de la acción. No pueden cambiar el tipo o especie de acción. Matar por compasión o por dinero o por venganza o para no perder mi familia, etc., es matar. C. Independientemente de las circunstancias (y consecuencias) Quitarle la vida a alguien que sufre, influenciado por la amenaza de perder el trabajo (doctor que hace un aborto), o en un momento de pasión o a sangre fría, con una pistola o dejando morir de hambre o sed, etc., no cambia el tipo de acción homicidio. Las circunstancias no pueden cambiar el tipo o especie de acción, el significado intrínseco. o Robar 10 reales o un millón de reales, a una persona pobre, rica o a una institución, no cambia el hecho que se trata de robar. o Experimentar en un ser humano, sea adulto o embrión, no quita que la acción en sí misma sea experimentar con un ser humano. D. En consecuencia, existen acciones con una maldad intrínseca, actos intrínsecamente malos Son siempre y por sí, es decir por su objeto, independientemente de las intenciones ulteriores del que actúa y de las circunstancias (VS 80a) Si los actos son intrínsecamente malos, una buena intención o circunstancias particulares pueden atenuar la malicia, pero no pueden suprimirla: son actos irremediablemente malos, por sí mismos y en sí mismos no son ordenables a la ley natural, a Dios, y al bien de la persona. (VS 81a) Son comportamientos que son siempre equivocado escoger, porque escogerlas comporta un desorden de la voluntad, es decir, un mal moral. CIC 1761, 1755, VS 78a. Nunca lícitas. E. Existen, por tanto, normas morales absolutas (absolutos morales) que prohíben esos actos y que valen siempre y en cada circunstancia, independientemente de la intención del sujeto y de las circunstancias y consecuencias (VS 82a). No es que ciertos tipos de actos son inmorales porque existe una norma que las prohíbe. Existe una norma que las prohíbe porque en sí son inmorales. Estas normas son siempre negativas: No. Las normas positivas concretas no son absolutas porque valen siempre, pero no en cada circunstancia ( debemos rezar, debemos ayudar al prójimo, debemos cuidar nuestra vida y salud ).

10 3. Las intenciones ulteriores A. Aunque no pueden cambiar el tipo de acción, influyen sobre la moralidad porque son queridas, en esta(s) nos adherimos al bien o al mal moral que contiene. 1) Cuando más noble es el fin ulterior ( por amor a Dios ), mejor es la acción en sí buena (buena en su objeto intencional), porque la intención ulterior aumenta su bondad, o menos mala es la mala acción por el objeto intencional (matar por compasión = eutanasia es menos grave que matar por venganza). 2) Una intención ulterior corrupta corrompe la acción que en sí podría ser buena (rezar, ayunar, dar limosna para ser alabada por los hombres Mt 6,2), o hace más mala una acción ya mala (mentir por vanidad, por venganza). a. Otro ejemplo : una persona roba para poder cometer adulterio. El fin ulterior añade a la malicia moral. Es posible tener una intención ulterior principal buena y otra secundaria mala, por lo cual a veces puede ser más difícil juzgar el valor de la acción cumplida. Puede permanecer buena, aunque sea viciada en parte, como el que hace apostolado humanitario o principalmente por amor a Dios y al prójimo, pero también con el deseo de ser admirado. Estas intenciones secundarias a veces no son conscientes y se revelan en los momentos en los cuales, por ejemplo, ya no somos tomados en cuenta, etc., y viene la tentación de la desgana. Por quién o por qué estoy realmente trabajando? B. La intención ulterior es buena si está conforme a la recta razón, a las virtudes, al bien de la persona (valor moral), cuando respeta los bienes para la persona (vida, verdad = ley moral natural), cuando perfecciona a la persona como persona, cuando ordenable al fin último del hombre. C. En una cadena de intenciones hay que examinar cada una. Cuanto mejores sean, mejor será la acción, y viceversa. 4. Circunstancias (e consecuencias) A. Pueden aumentar o disminuir (CIC 1754) 1) la bondad o la malicia moral de los actos, hacer que la acción sea más o menos buena, o más o menos mala. a. Limosna o robar 5 reales o 500 reales b. A Bill Gates o a una viejita pobre 2) Pueden atenuar o aumentar la responsabilidad del que actúa y sea el merito si la acción es buena, sea la culpabilidad si la acción es mala (miedo, bajo amenaza, enfermedad). CF. EV 99c B. Cuando las acciones son en sí mismas malas, las circunstancias, en sí, no pueden modificar la calidad moral de esos actos. No pueden hacer ni buena ni justa una acción intrínsecamente mala. CIC a. No pueden cambiar el tipo de acción.

11 b. Las circunstancias pueden especificar, concretizar la acción: robar un cáliz (circunstancia de ser un objeto sagrado) es un robo sacrilegio. C. En relación a las acciones buenas (en abstracto) sí pueden modificar la moralidad. Cumplir una acción que podría ser buena, pero sin las debidas circunstancias significa cumplir una acción imprudente, irresponsable, no buena. Rezar, estudiar o dar limosna en el tiempo, modo, cantidad no debidas. Escalar una montaña peligrosa con problemas de corazón o sin suficiente habilidad. Estudiar o trabajar mucho y malograr la salud sin motivo grave o olvidando a la familia Hacer un favor de mala gana Experimentar en seres humanos sin el debido cómo : consentimiento, precauciones, etc. 1) No basta cumplir externamente las normas, pero es más importante el modo virtuoso con el cual se cumplen. No es suficiente hacer el bien, pero hay que hacer bien el bien, en un modo virtuoso, no sólo con una recta intención, pero también en el modo justo, en el momento y en el lugar adecuado, en la correcta medida, etc. (Escogiendo bien todas las circunstancias que están en nuestro poder, ya que algunas no lo están). 2) Por eso es importante valorar las consecuencias, pero sin convertirlas en el único elemento de valoración moral. a. Ej.: Se roba porque así los miembros de mi familia prosperarán. Se podría juzgar esta acción sólo por las buenas consecuencias, olvidándose de los otros elementos para el juicio moral. Importancia de las consecuencias. A veces, son las consecuencias las que deciden sobre la moralidad de las acciones, cuando el objeto intencional y la finalidad ulterior son buenas. o Ej. Conseguir células estaminales de embriones. No se quiere que mueran. La muerte es sólo una consecuencia no querida. Pero es una consecuencia inaceptable. D. Muchas veces cuando una circunstancia califica moralmente la acción es porque no es una circunstancia, sino una parte constitutiva, esencial de la acción en sí misma, de su contenido intencional. Tener relaciones sexuales con quien es o no es mi cónyuge Tomar una cartera que es o no es mía Comentar los defectos de otro a quien debe conocerlos o a quien no debe conocerlos IV. La estructura del actuar intencional 1. La voluntad, (el querer ), es la fuente de las acciones Nuestro actuar tiene dos dimensiones: el querer la acción (dimensión interna) y su ejecución (dimensión externa a la misma voluntad) por parte de otras facultades y miembros corporales. 2. La voluntad, (el querer ), es la raíz de la moralidad de las acciones A. La moralidad es una cuestión del corazón Si el querer es la raíz interior de las acciones será también la fuente de su moralidad. La moralidad consiste en la adhesión de la voluntad (adhesión voluntaria) al bien o al mal (en el objeto, fin,

12 circunstancias), como viene conocido por la razón (en el juicio de la razón que llamamos conciencia). Sin voluntariedad no hay moralidad y hay moralidad en la medida en que hay voluntariedad. B. Las omisiones voluntarias son acciones Son un querer no actuar, un decidir no hacer algo por alguna intención. Omitir voluntariamente el ayudar a alguien es un quiero no ayudarlo. de qué depende la moralidad de las omisiones? Siendo acciones hay que juzgar los tres elementos: qué se quiere omitir, el fin ulterior y las circunstancias (consecuencias). No todas las omisiones son malas. Depende si lo que se omite es una acción que debía o no ser hecha. o Omitir voluntariamente una acción buena que debía ser cumplida es moralmente reprobable (ir a Misa dominical, ayudar a alguien). o Omitir voluntariamente una acción que no debe cumplirse es bueno. Omitir un comentario irónico sobre los defectos de alguien. Cada vez que decidimos no seguir las tentaciones. Esto incluye acciones que podrían ser buenas, pero si se cumplen en ciertas circunstancias (tiempo, lugar, duración, modo no justo, etc.), son malas (rezar cuando es tiempo de trabajar, etc.) C. Ejecutar o no la acción no es indiferente Aunque en nuestras acciones es más importante y decisiva la dimensión interior de estas, el ejecutar o no una acción no es indiferente en relación a su moralidad, porque ejecutarla significa llevarla a cumplimiento. Implica una mayor adhesión de la voluntad al bien o al mal moral contenido en la acción. La ejecución de las acciones no es la esencia o el corazón de estas, pero con la ejecución se añade otro grado de bondad o maldad dado el mayor empeño de la persona implicado en su cumplimiento. o Es mejor hacer una obra de caridad que sólo haber decidido hacerla. o Es peor ofender a alguien por venganza que el sólo haber decidido hacerlo. o 3. La relación entre fin y medios A. La relación entre el fin y los medios (la acción) es inseparable 1) No se puede escoger actuar (hacer x) sino en función de un fin 2) Querer el fin es quererlo a través de la acción escogida (los medios). No existe una intención hasta que no se escojan (o se decida escoger) una acción para conseguirlo. 3) Por eso el fin no justifica los medios a. Que un fin moralmente bueno no justifique acciones moralmente malas para conseguirlo no significa que no debemos tratar de justificar nuestras acciones moralmente malas porque se cumplen por fines buenos. Significa, literalmente, que no es posible hacerlo, aunque se trate. Para que sea posible se necesitaría que el fin y los medios existiesen separadamente, en modo tal que querer uno no implicase al mismo tiempo querer (escoger) el otro. Pero la relación es inseparable. Si se quiere uno, no se puede no querer (escoger) el otro. b. Imposibilidad antropológica y psicológica. Quien tiende al fine lo quiere a través de esta acción. Si no, sería sólo un deseo, un quisiera. La persona se adhiere voluntariamente al

13 mal. Aún si la estructura interna de la acción es compleja y el querer tiene diversos niveles, la persona es una, y su voluntad es una. En realidad, existe un solo acto de la voluntad en la acción: quiero este fin a través de este medio (acto) o quiero este medio (acto) para alcanzar este fin. Es el mismo acto de querer a través los diversos niveles. c. principio de no contradicción aplicado a la acción. No es posible querer el bien del fin porque es bueno (en la intención) y escoger el mal (la acción) para alcanzarlo, porque implica una contradicción: significaría querer el bien y el mal al mismo tiempo. i. No es posible querer alcanzar el fin justicia (ayudar al prójimo, salvarle la vida con un trasplante de órgano) cometiendo una injusticia (matando a alguien para quitarle el órgano). En este caso se quiere el fin no porque sea bueno, sino por otro motivo. (por ejemplo, porque es mi amigo, y al quien se mata para quitar los órganos no es mi amigo = no importa ; o tal vez por otras intenciones escondidas: dinero, etc.). La acción (objeto intencional) verifica la bondad de las intenciones ulteriores. ii. Santo Tomás diría que el acto malo no es un medio conveniente para realizar el fin bueno, no es materia debida, adapta para ser ordenada a un fin bueno. Los actos malos por su objeto intencional no son, propio por su inmoralidad intrínseca, ordenables a Dios. V. Algunos principios prácticos 1. De qué somos responsables? A. Responsabilidad moral: significa que debemos responder frente a nosotros y a los otros de lo que libremente hemos hecho. Esto es porque nuestros actos humanos (conscientes y libres) han sido realizados por nosotros. Existen porque los hemos querido. B. Somos responsables moralmente de lo que queremos, es decir, a lo que tendemos como fin o lo que escogemos como medio (acción). La persona está ligada a sus actos a través de su querer, a través la intención del fin ulterior y la opción de la acción en vista del fin. C. Cuál es nuestra responsabilidad por las consecuencias involuntarias de nuestras acciones? 1) Somos responsables por las consecuencias negativas.. a. De nuestras malas acciones, porque pudimos haberlas y debimos haberlas evitado no cumpliendo la acción mala b. De nuestras buenas acciones si las consecuencias negativas eran prevista y evitables (la voluntad asiente y produce las consecuencias) o también si podían y debían ser previstas y hubo una imprudencia, negligencia, etc. 2) No somos responsables por las consecuencias negativas de nuestras buenas acciones a. Cuando previsibles, pero no queridas y no evitables (principio de doble efecto) b. Cuando no eran previsibles (presupuesto que verdaderamente no las podíamos prever) c. Cuando derivan de omisiones moralmente debidas i. Ej- si no matas a estas cinco personas, yo mataré a diez ii. Si no tiramos la bomba atómica morirán millones de personas

14 3) Principio de imputabilidad. Tres condiciones para que se pueda imputar al sujeto un efecto negativo causado involuntariamente a. El agente podía prever (al menos en modo vago) que sucedería el efecto negativo b. Podía evitar la acción que causa ese efecto c. Debía evitar la acción para no causar aquél daño. Por justicia y caridad tenemos que evitar daños a nosotros y al prójimo. Pero a veces tenemos el deber moral de actuar, aún sabiendo o causando un daño (o tomando el riesgo de causarlo). Principio de doble efecto. 2. Principio de la acción con doble efecto Principio de no-imputabilidad o de licitud de causar un mal (físico) involuntariamente, en el caso de una acción que causa dos efectos- uno bueno y uno malo. La finalidad del principio es mostrar que en las acciones implicadas no se da adhesión de la voluntad al mal y por tanto no existe mal moral. Se enuncian las condiciones que aseguran que no obstante se cause un efecto negativo mediante una acción voluntaria (un efecto que sería inmoral causar voluntariamente (directamente), no existe adhesión de la voluntad al mal en ninguno de los tres elementos del acto y por tanto no existe mal moral. No existe adhesión de la voluntad Ni en la acción misma o el objeto (1ª y 2ª condición) Ni en la intención ulterior o el fin (3ª condición) Ni en las circunstancias (4ª condición) ni en las consecuencias (2ª y 3ª condición) Nos ayuda a discernir si es lícito o no cumplir un determinado acto con determinadas circunstancias, pero no si debemos cumplirlo o no. No es una norma moral que indica que debo o no debo hacer en concreto. No expresa una obligatoriedad de comportamiento. Condiciones para la licitud de un acto con doble efecto: 4.- Ci deve essere una ragione proporzionatamente grave per agire (o delle ragioni) nonostante la previsione dell effetto negativo, in tal modo che secondo un giudizio prudente si possa giudicare ragionevole l agire (conforme alla retta ragione). Le ragioni per agire devono essere proporzionate alle ragioni per non agire. Si devono comparare le ragioni per agire con le ragioni per non agire e giungere alla conclusione che è ragionevole compiere le azioni. 1. Que la acción sea buena en sí misma. Que el objeto intencional sea bueno y no intrínsecamente inmoral. 2. El efecto positivo debe proceder inmediatamente, directamente de la acción cumplida y no del efecto negativo. a. El efecto negativo no debe ser intencionado como medio para alcanzar el efecto positivo porque así se querría el mal, porque el fin bueno nunca puede justificar medios malos. El efecto bueno no debe ser alcanzado por medio del malo. No debe ser necesario, imprescindible en relación a alcanzar el efecto bueno. El efecto negativo se prevé, pero no es querido. Sólo se tolera, se permite o se acepta que suceda de mala gana. Querer el efecto negativo como medio para alcanzar el efecto positivo implicaría que se quiere el efecto negativo como objeto intencional. En tal caso, la acción no sería buena en sí misma, sino

15 Ejemplos intrínsecamente inmoral (contra la 1ª condición). Por ejemplo, abortar par preservar la buena fama. b. Por ejemplo, puede ser moralmente lícito extirpar el útero con un tumor cuando una mujer está embarazada, causando la muerte del feto (si no hay otra forma de salvar a la mujer). Pero no es gracias a la muerte del feto que la mamá se salva. c. Por ejemplo, sería lícito dar quimioterapia a una mujer encita, buscando de salvar la vida de la mamá, aún si tal vez muera el feto. En este caso el efecto negativo (muerte del feto) se tolera pero no ha sido el medio para salvar la vida de la mamá. La mamá se curó o se trata de salvar directamente por la acción terapéutica de la quimioterapia y no porque se mató al feto. 3. La intención ulterior es buena; sólo se quiere alcanzar el efecto positivo. El efecto negativo no debe ser querido como fin ulterior. La intención debe ser recta. a. Por ejemplo, un medico no realiza la extirpación de un tumor en el cerebro para dejar ciego al paciente aunque prevé que perderá la vista. 4. Que exista causa proporcionalmente grave para actuar y permitir el efecto malo a. El efecto positivo debe prevalecer sobre el efecto negativo b. Que exista una razón proporcionalmente grave y justa, objetivamente grave. La justicia, el bien común o la caridad requieren el deber moral de cumplirla. Sería contra la justicia, el bien común o la caridad no cumplirla, al menos que existan razones virtuosas sea para cumplirla, sea para no cumplirla (Beata Gianna Beretta rechazó las curas contra el cáncer por amor a la hija que estaba esperando). 5. No existe otra posibilidad. Si existiese, habría que escoger la otra posibilidad. Está implícita en la segunda y tercera condición, porque si no, se quiere el daño previsto ya que había modo de evitarlo. También está implícito en la cuarta condición, porque si no no existiría una razón proporcionalmente grave. Intervención o extirpar el útero con cáncer (acción en sí, objeto intencional, efecto bueno) o esterilidad (efecto negativo) tomar analgésico o calmar dolor o acelerar la muerte (efecto negativo) mujer en cinta con tumor maligno en el útero o extirpar el útero o muerte del feto (consecuencia) 3. La cooperación al mal 4. Principio del mal menor

16 A. es lícito escoger el mal menor? 1) El mal físico- SÍ. En estos casos se trata de acciones buenas que contemporáneamente causan un efecto negativo. Se aplica el principio de las acciones con doble efecto. El mal moral- NO, bajo ninguna circunstancia B. es lícito tolerar el mal (menor)? Tolerancia no es a) Relativismo- no existe la verdad. Todas las opiniones valen igual b) Autorizar el mal moral c) Indiferencia hacia los otros Tolerar es soportar, sufrir. Algo se reconoce como mal. Implica la distinción entre bueno/malo, verdadero/falso. a) Todas las personas merecen respeto y amor b) La verdad y el bien deben ser amados y buscados c) Lo que es opinable merece respeto d) El mal moral y el error no merecen respeto, pero pueden ser tolerados cuando: Principio: en algunas circunstancias es moralmente lícito tolerar, es decir, permitir o no impedir un mal moral, pudiendo impedirlo, en consideración a un bien superior o para evitar un mal más grave. Sobre todo se refiere a los que están en autoridad política, civil, familiar, etc. Se necesita la virtud de la prudencia: a) No toda tolerancia es moralmente buena (puede implicar cobardía, debilidad, irresponsabilidad) b) No toda intolerancia es mala, fanatismo o imposición de las propias opiniones (por ejemplo en relación al aborto, eutanasia, experimentación con los embriones). C. es lícito aconsejar el mal (menor)? 1) Principio 1: No es lícito aconsejar cumplir el mal moral, aunque sea para un fin ulterior bueno, porque implicaría querer el mal aconsejado e inducir a otro a que lo cumpla. 2) Principio 2: Es lícito buscar disuadir a alguien de cumplir una parte del mal que ya había decidido cumplir (aconsejando que cumpla no todo el mal, sino solo una parte), na habiendo sido posible disuadirlo para que no cumpla ningún mal. Aquí no se está aconsejando cumplir el mal, sino a que renuncia a cumplir una parte de ese mal. El objeto de la acción no es persuadir a alguien para que actúe mal, sino limitar el mal que el otro piensa hacer. Para que el aconsejar el mal menor sea un dissuadir de cumplir una parte del mal (no un sugerir las ideas ), y por tanto, sea lícito, el mal menor que se aconseja de hacer debe ser incluido virtualmente en el mal que se pensaba hacer. Por ejemplo, si una persona decide beber dos botellas de tequila y no se le puede convencer de no hacerlo, se le puede aconsejar beber sólo una. Otro ejemplo, aconsejar a alguien que robe menos de lo que pretendía robar.