NUEVAS TECNOLOGÍAS Y POLÍTICA: Acción colectiva y movimientos sociales en la sociedad de la información.

Transcripción

1 1 NUEVAS TECNOLOGÍAS Y POLÍTICA: Acción colectiva y movimientos sociales en la sociedad de la información. Fácilmente aceptamos la realidad, acaso porque intuimos que nada es real. (J. L. Borges) Representan las innovaciones tecnológicas un nuevo camino por el que discurre la participación ciudadana y la práctica política? Está el futuro de los movimientos sociales del lado de los cables y los dígitos? Es el discurso del nuevo tejido social traducible a binario, a código máquina? Cuál es el impacto de Internet y las nuevas tecnologías de la información en el tejido asociativo? Se está realizando una adopción efectiva o sensata de éstas?. 1- A modo de introducción: Internet ya no es el futuro, es, aunque no queramos verlo, el presente. Ya no pertenece a discursos proféticos o milenaristas y hay que tratarlo desde un tiempo presente. Así se habla, ya casi desde los años 70, de sociedad de la información o sociedad digital. A pesar de que el número de usuarios estimados para el año 2003 sea sólo de millones (el 8-10% de la población mundial) en la mayoría de países industrializados, desarrollados o del centro/norte, se ha convertido en un elemento primordial, principal y ubicuo. Como medio de comunicación se ha extendido ya lo suficiente como para interactuar con algunas estructuras sociales, modificando y moldeando ciertas formas de organización social. La tasa de crecimiento y acceso a Internet es mucho más alta que la de la electricidad, el teléfono, la radio o la televisión y en el mundo desarrollado o primer mundo se calcula que el 25% de la población ya tiene posibilidad de uso y disfrute total 1. Hay quien nos augura que Internet y sus tecnologías hermanas revolucionarán la política y la actividad ciudadana. Aún así estamos en las etapas iniciales en las que el uso de Internet se está extendiendo entre las organizaciones civiles y su impacto es difícil de medir y determinar con precisión. Ante la ausencia de indicadores sociales claros la sensatez obliga a cierto escepticismo. Lo que implica, además, que no debemos partir necesariamente de la premisa que sitúa esta herramienta tecnológica como positiva/negativa o estrictamente buena/mala sino analizar la matriz de cambios sociales que supone. Igual que la imprenta revolucionó la cultura y la política hace siglos, las nuevas tecnologías están suponiendo cierto impacto para muchos procesos sociales. Hace tiempo que los medios de comunicación de masas delimitan la trayectoria y la posibilidad de muchos movimientos políticos 2. Lenta y gradualmente hemos asistido (las cuestiones de datación temporal son, ahora, irrelevantes) a un desplazamiento hacia el generalmente olvidado sistema cultural, comunicativo e informativo. Hay un movimiento de traslación de la actividad social y política hacia la esfera comunicativa y cultural, especialmente en los 1 Para llegar a 50 millones de usuarios, la electricidad tardó mucho tiempo, la radio 38 años, la televisión 23 años, el ordenador personal (PC) 16 años e Internet sólo 4 años. El ritmo de penetración es mayor que cualquier otra tecnología anterior conocida. 2 Se ha discutido mucho sobre la función de los medios en, por ejemplo, la Revolución Iraní de 1971, en los escándalos políticos o en el papel que tuvieron en el movimiento antimilitarista y de insumisión en el Estado español (Sampedro, 2000).

2 Nuevos Movimientos Sociales. Comunicación y participación van de la mano en nuestro recién estrenado siglo y asistimos a la consolidación de ciertas formas de acción colectiva que presentan unos marcos de comportamiento y discurso nuevos. Los conflictos parecen codificarse en la lucha de discursos sobre el mundo social, subrayando el cada vez más importante factor mediático de la dimensión política (Mediocracia). Los centros de comunicación y circulación de información se han transformado en la base de mucha de la intervención política, en los mecanismos de legitimación y deslegitimación de todo proyecto social. Estas prácticas redefinen el panorama político y dislocan los conceptos tradicionales de "hacer política" o participar en la vida social. Caricaturizando se ha dicho que ya no se observa la "lucha de clases" sino la "lucha de frases" (o batallas de papel, en referencia a la industria periodística) ya que la competencia política se manifiesta en competencia informativa y el tejido de relaciones está cada vez más mediatizado. Para garantizarse la visibilidad y la existencia social todo grupo, organización o asociación debe incidir en su proyección pública y comunicativa 3. Es decir, existe una alta y emergente complementariedad entre acción colectiva y comunicación política. Hoy ya todo el mundo comunica (gobiernos, empresas, sociedad civil,...) y, aunque esta característica no sea nueva, lo es su peso, relevancia y papel en la dinamización de la vida asociativa o en el trabajo de las organizaciones sociales. El mismo concepto de ciudadanía se redefine múltiplemente. Se ha dicho, casi humorísticamente, que la categoría de ciudadano, que en la revolución industrial se asociaba al obrero/productor y que en el período keynesiano de posguerra se desplazó al de consumidor, se reconvirtió en la de mero espectador con el boom de los mass media. Un paso más nos dibujaría al ciudadano actual como el usuario de Internet y de las nuevas tecnologías. Se es un ser social en tanto en cuanto se participa de los medios de comunicación, se intercambia información, se está conectado. Parece obvio que, a partir de lo anterior, el punto de partida elegido supone el reconocimiento de la creciente dimensión comunicativa del ámbito asociativo, de los nuevos movimientos sociales y del tercer sector. Asumiendo esta tesis podemos entrar a valorar el impacto de Internet y de las nuevas tecnologías en las formas de organización, participación y expresión políticas. Es necesario, no obstante, señalar que la importancia creciente de los códigos culturales en el asociacionismo moderno va íntimamente ligada al declive o pérdida de visibilidad de la cuestión social (clasismo, obrerismo, organizaciones de clase, pauperización, etc.) y a la redefinición de los conflictos sociales. Conflictos que ahora no parecen ser reducibles al conflicto económico salarial clásico. Un ejemplo paradigmático ha sido la irrupción del EZLN en el escenario rebelde latinoamericano. El zapatismo ha roto con el canon de la pura guerra de guerrillas o del militarismo revolucionario centrado en la lucha armada. Sea la avispada mente de Marcos o el fruto de una larga reflexión indígena, el EZLN ha sabido complementar de forma bastante armónica las tácticas militares de la antigua izquierda con la eficacia comunicativa y el desarrollo de toda una contracultura asociada a una supuesta "nueva izquierda". Los fusiles acompañan al portátil y las escaramuzas en la selva a la creación de páginas web. Una estrategia que mezcla y combina el foquismo (militar) con la globalización (mediática). 3 Hace ya mucho tiempo, una persona nada sospechosa de alarmismo decía quien controle la industria cinematográfica controlará el medio más potente de influencia pública (T. Alva Edison)

3 Internet fue, sin duda, una parte central de su estrategia para ganar apoyo internacional y extender y publicitar el conflicto. En conclusión, por decirlo de una manera provocativa: hoy en día es imposible emprender una lucha social, una propuesta colectiva o cualquier tipo de movilización sin pasar irremediablemente por los mass media. Toda propuesta que acarree algún tipo de cambio social tiene como requisito imprescindible hacerse acompañar del apoyo que proporcionan los medios de comunicación. Éstos estampan su sello de legitimidad sobre cualquier persona o movimiento que pretenda hacerse oír. Lo simbólico (la información legitimada) es condición necesaria de cualquier actividad política (convencional o no convencional). Así, los medios marcan y configuran eso que se ha denominado la agenda política, estipulan de qué se puede y de qué no se puede hablar. Y en el caso de que le concedan un espacio, por mínimo que sea, acuerdan en qué forma (cómo y cómo no) se puede hablar de ello. Seleccionan y codifican el espacio de lo opinable, de lo que se puede decir, de quién lo puede hacer, de cómo lo puede decir, etc. En otras palabras, los medios no sólo crean climas de opinión sino que escogen el conjunto de puntos de vista aceptables y transmisibles. Quisiera ilustrar este punto de las consecuencias para la actividad política con tres citas provocadoras y controvertidas del recientemente fallecido sociólogo francés, Pierre Bourdieu: Quienes todavía creen que basta con manifestarse, sin ocuparse de la televisión, corren el serio peligro de errar el tiro: hay que producir, cada vez más, manifestaciones para la televisión, es decir, manifestaciones que por su naturaleza despierten el interés de la gente de la televisión, haciendo hincapié en sus categorías de percepción, y que, retransmitidas y amplificadas por esa gente, alcancen plena eficacia. (Bourdieu, 1997: 29) Ahora bien, me parece que una de las debilidades de todos los movimientos progresistas reside en el hecho de que han infravalorado la importancia de esa dimensión simbólica y no siempre han forjado las armas para combatirla. Los movimientos sociales llevan varias revoluciones simbólicas de retraso en relación con sus adversarios, que utilizan consejeros expertos en comunicación, en televisión, etc. (Bourdieu, 1999 : 74-75). 2- Breve repaso a las características de Internet. Internet, como decíamos antes, ya no pertenece al porvenir, a un mañana lejano o es un adorno de la ciencia ficción sino que hay que tratarlo desde el aquí y el ahora. Así, se viene hablando ya casi desde los años 70, de sociedad de la información, sociedad del conocimiento, cibersociedad o sociedad digital 4. Recordemos que la red predecesora de Internet, ARPANET, que fue producto del cálculo y del diseño militar estadounidenses en plena guerra fría, fue creada hacia A partir de ese momento empiezan a desarrollarse conexiones entre centros académicos y militares de ese mismo país. Más tarde, en 1973 se realizan las dos primeras incorporaciones de unidades externas a los EEUU (Inglaterra y Noruega). Unos años después, en 1982, se define de manera estable un mismo protocolo de comunicaciones compartido, el TCP/IP lo que vendrá sucedido en 1984 por un sistema 4 Tecnologías que, a partir aproximadamente de los años 70 (la fecha oficial de nacimiento de Internet es 1969 cuando se monta su predecesora, la red militar ARPANET), hacen un uso intensivo de la información y de la comunicación electrónica y digital (Lucas, 2000).

4 unificado de dominios (el DNS o Sistema de Nombres de Dominio). Desde 1993 tenemos la posibilidad de disfrutar de navegadores de la WWW en modo gráfico, lo que supuso un auténtico empujón o boom del uso de las páginas web. Año, por cierto, en torno al que se sitúa aproximadamente el comienzo del fenómeno Internet en nuestro país. Internet podría ser tratado como un medio más, como un cachivache más que viene a coronar una época de innovaciones técnicas diversas, como una consecuencia esperable de un modelo de progreso altamente tecnificado. Sin embargo, ciertas propiedades y rasgos estructurales hacen que su influencia sobre las organizaciones sea más que notable. Rasgos que suponen rupturas con respecto a los medios de comunicación clásicos, tradicionales o predigitales (idea que gente como Sartori no comparte y ve Internet como una extensión o prolongación de la televisión y los videojuegos). Existe una serie de diferencias teóricas no sólo cuantitativas sino cualitativas, no sólo de grado sino de naturaleza que hacen de la utilización de Internet un salto respecto a las últimas herramientas o instrumentos que el tejido asociativo poseía: i) Internet es una red abierta, lo que significa que el acceso está disponible, en principio o en teoría, para todas/os. No es una tecnología que, a priori, esté cerrada a ningún individuo o persona por cuestiones de raza, sexo, cultura, religión, edad, etc. Simplemente se necesitarán el hardware, software y conocimientos mínimos para la conexión. Obviamente la realidad empírica es otra y cuestiones fundamentalmente relacionadas con la renta y las posibilidades económicas reducen mucho su uso y disfrute, dejemos la inocencia para otro momento. Pero de momento nos estamos moviendo en un plano teórico en el que hay que reconocer que es una tecnología bastante accesible dentro de determinados contextos. ii) Es un medio que funciona ininterrumpidamente las 24 horas del día. El intercambio y la recuperación de información que se realiza no están confinados, acotados o delimitados por ningún tipo de horario de oficina o de emisión. La temporalidad es casi eterna, sin los cortes de emisión o publicitarios a los que nos tienen acostumbrados otros medios y que suelen resultar tan molestos (salvo las averías técnicas que localmente se puedan producir). Nuestra actividad, por tanto, no está constreñida a momentos concretos sino, en principio, a nuestra disposición e intereses. iii) La red permite la comunicación en dos sentidos, es decir, permite interacción. Es un medio altamente bi o multi-direccional. Lejos de ser un medio que prime lo unilateral o la emisión por canales de una sola dirección, facilita el cruce de comunicaciones múltiples en todos los sentidos. No se centra en un esquema de medio que irradia información a usuarios finales pasivos sino que cualquier ordenador conectado es un micro-medio de comunicación potencial. Las redes telemáticas rompen con el rancio paradigma de los medios clásicos (emisor Þ receptor) y permite la función simultánea de emisor/receptor para cualquier usuario conectado. Cualquiera es un emisor potencial ya que hay una variedad enorme de fuentes que no pasan por los procesos de filtrado o edición de los media tradicionales. Permite cortocircuitar los grandes medios de comunicación de masas y controlar la producción de información, contrabalanceando o contraequilibrando los flujos unidireccionales y monopolísticos de éstos. iv) Las nuevas tecnologías de la información permiten la comunicación en tiempo real,

5 gestando intercambios o interacciones simultáneos e instantáneos. A pesar de la lentitud que pueda darse en algunos momentos de saturación o dificultad técnica, la comunicación y los intercambios de información se realizan en lapsos de tiempo mínimos, muy cortos, casi nulos en comparación con los tiempos de otras formas de envío y recepción de información (correo postal, por ejemplo). Ello genera una sensación de instantaneidad que a veces puede ser algo ficticia pero que sin duda responde a las altas velocidades que se alcanzan gracias a los medios electrónicos y con las que, sin duda, no pueden competir otros medios. v) Internet no depende de la localización espacial (desenclave espacial), es independiente de la geografía, es totalmente global (a pesar de los límites lingüísticos). Gracias al grado enorme de descentralización técnica y topológica sobre el que se asienta la expansión y extensión de las redes telemáticas y a la omnipresencia de este medio, se puede decir que cubre densamente (en algunos países mucho más que en otros, por supuesto) el globo. No es un medio que pueda considerarse accesible sólo desde lugares particulares o privilegiados sino que su ubicación requiere unas condiciones de renta mínimas (en países del norte/centro). En resumen, se podrían sintetizar estos elementos en un condensado de cuatro puntos. Es posible describir Internet como un medio que permite: i) instantaneidad (comunicación en tiempo real), ii) interactividad (comunicación bi o multidireccional), iii) virtualidad (amplitud comunicativa y fusión de texto, audio, video,...etc.) y iv) unicidad (integración comunicacional o existencia de protocolos de comunicación universales). Lo que ha hecho que muchos movimientos sociales hayan apostado por su utilización masiva. 3- Pero, qué hay realmente nuevo? Mas allá de la mitología cibernética: Las nuevas tecnologías permiten a ciertos grupos de ciudadanos organizarse y publicitarse más 'efectivamente. Si la publicidad y distribución de información se convierten en actividad fundamental de la vida asociativa, Internet parece que puede ser un canal alternativo de información altamente aprovechable. Sin embargo, aparte de lo que nos ofrecen los visionarios de la red, el periodismo más amarillo o los gurús de la nueva economía, la penetración de las nuevas tecnologías ha ido permeando y moldeado el tejido asociativo y social (en lo que respecta a la participación ciudadana) en cuatro grandes niveles o bloques 5 : 3.1 Conocimiento, información y nuevo capital social: la neocultura informática Hoy en día, el conocimiento es el nuevo capital a acumular y la información es la mercancía clave a intercambiar. Para producir contenido en Internet es requisito fundamental tener información y el conocimiento de cómo gestionarla y administrarla. La hipertecnologización provoca la distinción entre ciudadano (reducido a mero espectador) y técnico. Ello implica que todas las organizaciones tienen que desarrollar o especializar a algún individuo o grupo en cuestiones técnicas. Hay pues, una tecnificación e informatización de las organizaciones. Se confía ciegamente en los expertos en informática (geeks o nerds, en su versión anglosajona) que manejan los códigos abstractos 5 Clasificación que adoptamos más por pedagogía que por precisión.

6 que requieren las nuevas tecnologías o se impulsan programas de aprendizaje y formación variados (una cierta reconversión formativa); códigos sin los que es posible la interpretación y la utilización de las potencialidades técnicas de la red. La mayoría de los grupos sociales, colectivos u organizaciones han realizado un esfuerzo por adquirir estas habilidades, conocimientos de manejo o capacidades para decodificar los datos recibidos y evitar una indigestión electrónica. Esa reconversión educativa e intento de adaptación a los requisitos de las nuevas tecnologías vienen condicionados, en gran medida, por ciertas rupturas generacionales. En muchas organizaciones se ha dado un relevo generacional debido a la mayor o menor facilidad para ponerse al día con el mundo de los ordenadores y las redes. Florecen también numerosas asociaciones y organizaciones que trabajan el tema comunicativo, que incentivan al resto del tejido social o que se especializan en la esfera mediática. En tanto en cuanto Internet se presenta como una fuente potencial de recursos, numerosas organizaciones se han volcado a la hora de ayudar, aconsejar y suministrar conocimientos y también soporte técnico o acceso a diversos grupos. Así, muchos movimientos y ONGs se han especializado en las nuevas tecnologías y su objeto de trabajo son los ordenadores y todo lo que les rodea (formación, equipos, proyectos de alfabetización informática, etc.). Y, por otro lado, la frontera entre activistas o asociaciones y medios de comunicación alternativos es cada vez más vaga y borrosa lo que significa que cada asociación o movimiento es o se reconvierte en su propio medio de comunicación. La consecuencia inmediata es que aunque siga existiendo lo que se llama una divisoria digital, una diferencia económica-geográfica de conectividad (sur/norte), esta divisoria es doble i) respecto a la capacidad económica de obtener hardware y software, equipos y programas y ii) respecto a los conocimientos o la educación necesaria para utilizar el nuevo medio (capital cultural). La capacidad educativa y cultural es de origen social y su distribución social es desigual (tema a tratar más adelante) a pesar de que se estén tratando de paliar esos desequilibrios. 3.2 Formas de organización y coordinación: comunidades, redes y campañas. Así pues, la mayor parte de los movimientos sociales y de solidaridad están empezando a utilizar Internet como una forma privilegiada de acción y organización. Ello corre paralelo a una cierta crisis de los modelos de organización jerárquica (tipo partidos o modelos leninistas) y piramidal y una cierta explosión de las formas descentralizadas, en red u horizontales. Esto ahonda y facilita una mayor flexibilidad, maleabilidad y adaptabilidad de lo organizativo (aunque puede acarrear una debilidad estructural). En principio se van abandonando gradualmente las actuales estructuras verticales por patrones de organización más planos y nivelados. Nos encontramos entonces que empiezan a predominar las formas de organización reticulares y con mayor descentralización. Esto disloca y reestructura tanto las funciones organizativas internas como de promoción y creación de campañas externas (para conseguir presión o influencia). Se crean comunidades que generan sociabilidad, relaciones y redes de relaciones humanas donde florecen o se larvan futuras formas de acción colectiva. A pesar de que muchos de los contactos que se realizan a través de redes telemáticas parten de redes de contactos

7 preexistentes, el tejido comunicativo hace tiempo que se demostró que crea también tejido social. Permite fortalecer lazos débiles y relaciones que no se darían o desaparecerían offline (fuera de la red). Se produce entonces una nueva sociabilidad, una tendencia a recortar y reducir las formas de contacto físico y a buscar contactos. Se ha demostrado que la sociabilidad real y la sociabilidad virtual son correlativas. Cuanta más red física se posee, más red telemática y comunicativa se desarrolla. Lo virtual no crece de la nada sino que hay un efecto acumulativo y retroalimentador entre la sociabilidad física/real y la virtual/comunicativa. Es decir, Internet no es una mera tecnología, es un medio de comunicación que constituye una nueva forma organizativa que facilita la distribución sin precedentes del conocimiento y de los recursos a grandes escalas; todo ello acompañado de un alto grado de interdependencia entre diversas asociaciones y organizaciones. Una alta interactividad implica, en principio, un fomento de la participación en estas comunidades invisibles. Es un instrumento básico en la coordinación de grupos sociales diversos y variados a través de un medio de comunicación. 3.3 Los nuevos repertorios de acción social y la internacionalización de los conflictos. Así, a través de Internet y las redes telemáticas muchos movimientos ciudadanos y de base están empezando a hablar por ellos mismos a través de documentos electrónicos y el posteo de mensajes por la red. En general, se facilitan y estabilizan las actividades de lobbying (cabildeo), de información, propaganda y reclutamiento de miembros para las organizaciones o asociaciones, etc. La web y el correo electrónico y todos sus derivados (formularios, listas de correo, acceso a bases de datos, actualizaciones regulares de convocatorias, envío de gráficos, vídeo y sonido, etc.) son los elementos estrella y más utilizados o frecuentes. El o correo electrónico ha permitido, por ejemplo, la comunicación rápida e independiente de la distancia, la extensión de notas de prensa y convocatorias por todo el globo, la difusión de documentos y textos, la creación de listas de correo y/o grupos de noticias, etc. Por otro lado, la visibilidad de cualquier asociación u organización en la red requiere su presencia en la web. La puesta en escena pasa por una serie de documentos acreditativos, su portada, su presentación visual en público, su identidad. Por ejemplo, en estas páginas webs encontramos formularios de alta on-line, información sobre campañas, documentos, detalles sobre contactos y enlaces (links) a otras organizaciones, artículos de opinión, etc. Este fenómeno, se ha comentado, es idéntico al auge del cartelismo de los años 30. Pero aumenta también la forma en la que toman cuerpo las reivindicaciones sociales. La totalidad de los nuevos medios de los que dispone un grupo o movimiento para plantear exigencias, retos o desafíos constituye lo que se podría etiquetar como nuevos repertorios de acción colectiva (de los teóricos de la movilización de recursos, S. Tarrow y C. Tilly). El conjunto o repertorio de acciones y actividades, la globalidad de las maneras de las que dispone una asociación u organización para ejercer su actividad o para exigir demandas se amplían y ensanchan. Florecen nuevos modos y expresiones de peticiones, súplicas, desafíos, muestras de apoyo u oposición, declaraciones de compromiso, enfrentamiento, alianzas, etc., tanto a nivel visible/público como oculto/clandestino. Estas

8 habilidades y formas culturales se hacen internacionales y guían los caminos por los que los movimientos ciudadanos deambulan. Se ha pasado del boicoteo o de la manifestación en la calle a la página web, acoso (flaming), silenciamiento (deleting), suplantación de identidades/personalidades, interferencias (mail-bombings o mass flamings), spams (envíos masivos de información), netstrikes (envío masivo de mensajes para bloquear, presionar o inutilizar servidores), sabotajes electrónicos...,etc. Todo ello forma el esqueleto del nuevo vocabulario de los conflictos políticos en Internet. Lejos de toda duda que los medios convencionales o los repertorios clásicos no dejan de utilizarse: posters, panfletos, teléfono, boca a boca, huelgas o manifestaciones no han desaparecido. El cara-a-cara, la radio, los periódicos o la televisión tampoco se volatilizan o caen en desuso. La irrupción de nuevos repertorios de acción no significa que la movilización política, basada en lo espacial, se haya debilitado sino que se complementa y converge con las anteriores. Los obituarios apresurados de los antiguos medios son, cuando menos, prematuros. También permite la articulación de movimientos y organizaciones locales en/con campañas o actividades globales. Esta conexión o nexo local-global hace de Internet un nuevo instrumento de movilización social. De todo ello se deriva que ciertos usos de las nuevas tecnologías desafían el poder empleado por los gobiernos mundiales al, entre otras cosas, debilitar o vaciar de contenido la idea de territorialidad (trascendiendo el clásico Estado-nación); lo que implica una internacionalización de los conflictos y de las formas de actividad. Por otro lado, permiten a la gente sortear o bordear a los guardianes o difusores oficiales de información mediante sus propios medios. Los blancos u objetivos de las demandas sociales de ciertos grupos o movimientos dejan de ser simple o exclusivamente sus respectivos Estados o poderes locales y pasan a ser potencialmente otros Estados (EEUU, Israel, etc.) u organizaciones internacionales (FMI, BM, OMC, UE, etc.). La acción colectiva traspasa las fronteras nacionales, rompe las barreras clásicas y deja de circunscribirse a territorios concretos definidos geográficamente. Con esta transnacionalización se combate la hegemonía de los medios clásicos y se elaboran campañas internacionales más cómodamente (derechos humanos, inmigrantes, pueblos indígenas, etc.). La duda que nos asalta es sobre si esto demuestra una actividad trasnacional de movimientos nacionales o es la actividad de nuevos movimientos transnacionales. Tipo de acción/actividad: Publicitación por WWW Breve Descripción: Publicación en formato electrónico de propaganda, artículos, información, denuncias, conflictos, material autoproducido, etc. Ejemplo: Cualquier página web de cualquier movimiento u ONG. Ver: ó

9 Formularios Página web que permite a los visitantes de la página rellenar o responder a lo que se les pida favoreciendo la interacción (ej., un libro de visitas). Mailbombing Petition Online Envío masivo de mensajes para saturar o colapsar un servidor donde se encuentra ubicada una página web concreta. Es una de las acciones más beligerantes. Envío masivo de solicitudes, demandas o peticiones que se recogen a través de un formulario. Cibermanifestación Pretendida acción colectiva a nivel virtual reproduciendo algunas características de lo que es una manifestación clásica. Alta on-line o recogida de donativos Hacking o hackeo Formulario que permite adscribirse o unirse a un movimiento u organización o mandar recursos/dinero. Acceder a información o espacios privilegiados/privados de un servidor para realizar sabotajes. Libro de visitas de una página contra la ejecución en EEEUU de un preso de color por motivos racistas. librovisitas/guestbook.php Recogida de firmas contra la ley de Extranjería ( ó Mailbombing contra IGC en julio de 1997: mailbomb.html Todo tipo de peticiones online: Cibermanifestación por la libertad de prensa convocada por Reporteros Sin Fronteras : más información en castellano: idd-05-00/msg00008.html Formulario de alta en una revista de Pangea: mailman/listinfo/boletín Hackeo de la página web de La Moncloa (noticia en El Mundo: 99/agosto/11/lamoncloa.html ó mobile_news/all/46512.gsmbox) Tabla 1. Algunos pocos ejemplos de nuevos repertorios de acción colectiva. (Elaboración propia).

10 3.4 Nuevos conflictos y el debate en torno a la tecnología/información. En cierto modo Internet redefine no sólo la forma sino el contenido de algunos conflictos sociales y políticos modernos en el primer mundo 6. Las transformaciones operadas a gran escala (cambio social) interactúan con las metamorfosis en la acción colectiva (conflicto político). Ello hace aflorar nuevas demandas sociales, nuevas temáticas sobre las que se disputan y generan estrategias sociales. La gente construye sus trincheras comunicativas sobre la base de nuevas expresiones de conflicto. A parte de cómo los movimientos sociales ya existentes reutilizan o se posicionan ante estas nuevas tecnologías también aparecen o mutan ciertos conflictos que toman un cariz totalmente nuevo. Los cambios en el conflicto político pueden abordarse como una reestructuración de lo puesto en juego: en torno a aquello que es disputado o sobre lo que se compite, conflictos en torno a la producción, circulación y consumo de información, en torno al control de los medios de comunicación, a la administración, valoración y gestión de las nuevas tecnologías, etc. Nuevos conflictos, por ejemplo, alrededor del software y el hardware como recursos sociales de progreso y desarrollo social. Los temas ciberpolíticos se pueden agrupar en cuatro grandes polos: libertad de expresión (free speech), privacidad 7 (privacy), encriptación (encryption) y propiedad intelectual (intellectual property). Parte del activismo en Internet comienza a pivotar sobre estos conceptos o temas, los cuales modifican las agendas políticas contemporáneas en torno a ellos. Espacios de conflicto que ya existían, que en sí no son nuevos pero que se reconfiguran por las características de las nuevas tecnologías. Tipo de conflicto Descripción Ejemplos Libertad de expresión Límites y regulación de la información que se publica electrónicamente. Cierre de la página web de la Asociación contra la Tortura ( o cierre de páginas de contenido revisionista y nazi en Yahoo Francia. 6 Por ejemplo, hay quien afirma que las luchas feministas contemporáneas están reconvirtiéndose gracias a las nuevas tecnologías (Boix, Fraga y Sendon, 2001). 7 Hay quien entiende que, en estas clasificaciones, la encriptación está incluida en la privacidad.

11 Privacidad Propiedad Intelectual Límites y regulación de la vigilancia y control estatal o policial de las redes de ordenadores (Temas relacionados con Echelon o Enfopol). Consideración del software como bien público o privado y regulación de su copiado y transferencia. Global Internet Liberty Campaign ( o la Electronic Frontier Foundation ( La comunidad Linux, las páginas de cracks (programas para copiar ilegalmente software privado) o críticas a los cánones. Encriptación Existencia y regulación de aplicaciones de cifrado y codificación de mensajes e información electrónica Tabla 2. Algunos de los nuevos conflictos. (Elaboración propia) Otro caso paradigmático sería el de Napster ( PGP y su prohibición de exportarlo fuera de Estados Unidos ( Por ejemplo, la Blue ribbon campaign ( por la libertad de expresión comenzó en EEUU contra la Communications Decency Act que, en 1995, pretendía limitar la capacidad de acceso, expresión y producción en la red y más tarde se extendió a numerosas organizaciones por todo el globo. La pretensión de regular Internet y desarrollar cierta capacidad de censura ha disparado gran parte del trabajo social y político en torno a la defensa de la libertad de expresión. Pero siempre teniendo en cuenta que la libertad de expresión no se limita sólo a la posibilidad de enunciación pública sino al reparto y distribución no oligopólica de los medios de comunicación. GNU, la licencia GPL y Linux son ejemplo de movimientos contra la mercantilización de la cultura o la privatización y comercialización del conocimiento. Emergen con ellos nuevas formas de cooperación social y trabajo en red que utilizan la información en un desarrollo tecnológico compartido. Ha quedado patente el poderío de la paradigmática comunidad Linux 8 y el efecto open source (código libre) al formar lo que se ha etiquetado como comunidades de conocimiento. Movimiento que compite actualmente en igualdad con el imperio Micro$oft y que es un ejemplo de cómo colectivos horizontales con una gestión no jerárquica llegan a competir con las multinacionales. Estas lógicas cooperativas abogan por un uso descentralizado y comunitario del software (como mercancía inmaterial) que conecta con otras muchas críticas a la idea de propiedad intelectual (MP3s, Napster, DVDs,...), concepto que considera que las ideas son bienes privados apropiables y comerciables con el mero objetivo de obtener beneficios monetarios individuales. Todo ello engarza con la idea de que existen (o deben existir) unos derechos civiles en Internet: los ciberderechos. Estos nuevos derechos están empezando a configurar la agenda política de muchos países e instituciones. Ello nos lleva a la idea de regulación, a la cuestión de si las nuevas tecnologías de la información deben estar mínimamente 8 Ver, por ejemplo:

12 controladas por organismos públicos o internacionales. La actividad gubernamental se debate entre el fomento de la participación y la censura o control de la red. La idea de confeccionar leyes capaces de regular los intercambios informativos en el ciberespacio aparece como opuesta a una cierta anarquía digital o autorregulación que propugnan otros. Se acaba de aprobar en Febrero de 2002 en el Consejo de Ministros una propuesta de Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (LSSI) bastante polémica, ver El tema del 11 de Septiembre también está trastocando bastante el panorama judicial y político de muchos estados y generando oposiciones fuertes. Ahí se sitúa gran parte de la actividad de muchas organizaciones sociales en Internet. También se podría hablar de los hackers o del hacktivismo 9, que predican aquello de la información quiere ser libre y están rodeados por un aura de misterio y una oratoria algo fantásticas. En general pueden tanto practicar sabotajes, intromisiones o pillajes en la red como otras muchas actividades no delictivas y completamente normales. En ese sentido se debe diferenciar necesariamente a los hackers de los crackers (en estos últimos sí hay una intención manifiesta de ataque o perturbación). Otro tema es aquel que se centra en la privacidad de las comunicaciones (PGP), la encriptación de las mismas y los debates en torno a la vigilancia en la red (Echelon, Enfopol, etc.). Echelon, por ejemplo, es un sistema de satélites desarrollado por la inteligencia norteamericana para espiar, interceptar y vigilar todas las comunicaciones telemáticas mundiales. La alta tecnología facilita sus propios métodos de vigilancia electrónica y ha disparado muchos de los nuevos conflictos que se dan en Internet y sobre los que los movimientos sociales comienzan a tomar posiciones. 4- Atrapad@s en la red: de las potencialidades a las realidades. Libranos señor de falsos tabúes y anacrónicos prejuicios. Danos, pues, tabúes verdaderos y prejuicios modernos. (Pintada, Mayo 68) Hemos visto que Internet favorece la actividad de organizaciones y asociaciones de pequeña escala y de base con limitados recursos para actuar en grandes contextos o escenarios. Una organización minúscula, excluida del protagonismo oficial, pero con un PC, un módem y una línea telefónica puede llegar potencialmente a millones de ciudadanos. Sin embargo, existe todo un lado oscuro, un conjunto de efectos tangibles que no es posible obviar, infravalorar o minimizar. Existen obstáculos al desarrollo de los usos sociales de Internet y una vuelta a la realidad es sumamente necesaria: a. Acceso o el precio de la participación: La demografía del acceso a Internet es muy variada, el usuario medio de Internet es varón, blanco, bien educado y con suficientes recursos (totalmente WASP). Empíricamente, aunque se observe que el acceso crece de manera constante en todas partes del mundo, incluyendo zonas rurales y empobrecidas, está distribuido desigualmente y acotado por diversas causas. El coste sigue siendo una barrera que limita el uso de las nuevas tecnologías en muchos países y hogares. Normalmente, además, aquellos que no poseen los recursos necesarios para disfrutar de los servicios de la red son precisamente quienes tienen menos posibilidades de participar políticamente. 9 Ver, por ejemplo, los encuentros de hackers en España, los famosos Hackmeetings (

13 Si, como indican las estadísticas, por cada 1000 palabras que manda el norte, el sur sólo devuelve 10, la red no es un recurso universal ni mucho menos 10. Facilitar el acceso a formas de información y comunicación global debería producir mayores cotas de participación ciudadana en la red y la ruptura con la dualidad entre conectados/no conectados. Mientras para el 80% de la población mundial el acceso a las nuevas tecnologías sea prohibitivo, las barreras de exclusión social seguirán existiendo y eso se deriva de clases sociales reales y no virtuales. Las jerarquías de acceso y uso de Internet se aplican a tres niveles: i) sobre quienes tienen el hardware o equipamiento necesario, ii) sobre quienes tienen las habilidades y conocimientos para un disfrute total de su uso (no todo el mundo es capaz de acceder y asimilar la información) y iii) sobre las distintas velocidades (ancho de banda o bandwidth). La accesibilidad se redefine por la existencia de conexiones pobres y lentas, lo que convierte la atadura del ancho de banda (bondage of bandwith) en una nueva forma de discriminación en la economía informacional. Por tanto, la tecnocultura también crea elites y el perfil del usuario de Internet demuestra ser más complejo de lo que se pensaba antes (cuestiones étnicas, geográficas, de género, económicas,...etc.). b. Saturación: Que la "sociedad de la información" hace tiempo quedó sobresaturada es algo que ya nadie pone en duda ni considera paradójico o contradictorio. La proliferación de diversos medios de comunicación, con distintos grados de interacción (oral, visual, digitaltelemática,...), de cadenas, emisoras, portales, periódicos..., etc. genera una emisión de una cantidad de datos (no información) que supera, con creces, la capacidad humana biológica de recepción, digestión e interpretación. Esto produce la imposibilidad para distinguir y recuperar información en un magna o fondo de ruido (data smog) permanente. Como muestra dos botones: - La edición dominical del New York Times, compuesta del periódico, suplementos, magazines, revistas y especiales, llega a pesar con todos estos componentes hasta 1.7 kg. Más aún, el tiempo necesario para poder leer, a velocidad rápida, todas las páginas de las que se compone esta edición se ha estimado en 168 horas. - En Internet se calcula que actualmente hay más de 30 millones de dominios y cientos de millones de páginas web 11, lo que convierte la navegación en naufragio con excesiva facilidad y produce la necesidad no ya de la existencia de buscadores en Internet, sino de incluso buscadores de buscadores. 10 Abrumémonos con unos pocos datos y una retahíla de estadísticas. El 90% de los canales de comunicación de los satélites puestos en órbita son dedicados a comunicaciones Norte-Norte (incluido el espionaje) y el 95% de los ordenadores del planeta están situados en países de la OCDE. Por otra parte, sólo el 7% de la literatura científica mundial que se edita se produce en los países del Tercer Mundo (el número de científicos y técnicos en la OCDE es nueve veces superior que en países del sur, con una tasa de instrucción 5 veces más alta e invierten 24 veces más dinero en investigación tecnológica), que tiene ocho veces menos diarios y prensa diaria. Llamar de Sur a Norte es 5 veces más caro que en dirección contraria (todos los datos están sacados de Rizzardini, 2002: 288). En el caso de Internet este tipo de cifras puede llegar a ser más sangrante, sólo en el MIT (Massatuses Institute of Technology) hay más direcciones IP (direcciones asignadas a ordenadores conectados) que en toda China, por ejemplo. Y podríamos seguir con más y más estadísticas del mismo estilo. 11 Hay datos contradictorios, se calcula que hay entre 1600 y 4000 millones de páginas web.

14 Las organizaciones también se enfrentan a problemas a la hora de la gestión de la información, de la administración de archivos, de la producción de su propia memoria sobre cantidades ingentes de material (el mal de archivo o el storage mania). Hay que guardar, archivar y etiquetar todo ya que las nuevas tecnologías lo permiten. Así, se generan cantidades enormes de material en nuevos formatos digitales y que sustituyen a los viejos métodos de almacenaje 12. Aparece, asociado también a la idea de saturación, el problema de la fiabilidad, autenticidad y consistencia de la información (calidad de la información y su ausencia de intermediación.). c. Mercantilización y concentración: Por desgracia también nos hemos quedado anclados en el mito de Internet como un gran mercado mundial de la información, orientado a los grandes oligopolios financieros e intereses económicos privados; un lugar para fomentar la cultura del consumo audiovisual, la industria mediática y el telemarketing. Nos han acostumbrado a imaginarlo como un gran bazar hecho de cables, donde las multinacionales se fagocitan mutuamente y los imperios empresariales amasan fortunas a cualquier precio en los laberintos cibernéticos. La información, como capital simbólico o mercancía inmaterial, permite en estos momentos que los tentáculos de los imperios económicos de turno acaparen y se enriquezcan a toda costa (cibercapitalismo). De esta forma, los criterios de eficiencia y maximización de los beneficios y la instrumentalización económica son otro obstáculo a los usos asociativos y sociales de Internet. La mayoría de las comunicaciones de la red circulan por equipos o subredes estadounidenses. Así, la mitad del tráfico mundial depende de las infraestructuras norteamericanas. Se dice que 4 empresas o agencias del planeta manejan el 80% de la información mundial (Reuter, France Press, Associated Press y United Press International). Con Internet sucede, en algunos casos, lo mismo; la red también sufre de la patología de la concentración de medios. La enorme cantidad de páginas web y dominios da la sensación de la dispersión y descentralización de ésta pero los servidores, proveedores de servicios e información (ISP) están ubicados en las zonas urbanas y ricas del planeta y en manos de poca gente. El monopolio de medios e infraestructura es, sin duda, otra barrera para la democratización de la red. d. Banalización y atomización: Se calcula que sólo el 12% de los grupos de noticias que hay en Internet está dedicado a debatir cuestiones sociales y políticas. Los estudios empíricos muestran que, aunque efectivamente hay respuestas múltiples e intercambio de mensajes, éstos se centran en la mera expresión de opiniones más que en la resolución de conflictos o en la búsqueda de un consenso. Mucha de la participación es simple conversación placentera. En ocasiones, las comunidades virtuales se establecen sobre redes pre-existentes, ya establecidas o con ciertos vínculos previos. Y su duración es limitada, corta y efímera. La mayoría de estos grupos se inician a causa de individuos ya preocupados, concienciados o interesados en participar más que como respuesta a una demanda pública identificada. La timidez o el desinterés en participar no se curan de momento con Internet. Hay pocas evidencias que sugieran que las nuevas ventajas o métodos suministrados por las nuevas tecnologías sean, en sí mismos, quienes inspiren movimientos de masas o la participación ciudadana. Muy al contrario, en determinados 12 Lo que se llama en el mundo anglosajón la paperless office (oficina sin papeles, totalmente informatizada).

15 momentos nos atreveríamos a afirmar que las comunicaciones telemáticas fomentan cierto tipo de autismo moderno. Parece como si los grupos crearan sus propias trincheras comunicativas como refugio o repliegue respecto al resto de medios o a una sociedad que no ofrece las características o posibilidades que buscan. Muchos grupos se atomizan y no complementan la actividad virtual con la real. Entonces la aldea global puede acabar convertida en un conjunto enorme de muchedumbres solitarias que no han sabido armonizar su trabajo dentro y fuera de las nuevas tecnologías. Hay que combinar la actividad en el ciberespacio con la materialidad de nuestras relaciones cotidianas. Internet se convierte en un refugio de automarginación lejos del mundo real, un territorio de producción cultural segmentado y segregado (guetos virtuales). La navegación queda entonces reducida a un zapping virtual con mayor un abanico de posibilidades pero en donde se reniega del mundo exterior. Ello genera una cierta tribalización de los usos asociativos y acaba produciendo una alta fragmentación, dispersión, aislamiento y desconexión de las experiencias asociativas. O, dicho de otra forma, las nuevas tecnologías no sólo fragmentarían el trabajo colectivo sino también formarían sociedades de autistas. Esta atomización tiene el peligro de llevar a la nula participación y al absentismo de los miembros de las asociaciones. En definitiva, queda por descubrir si pueden las comunicaciones e interacciones impersonales producidas por las redes telemáticas ( socialización por pantalla ) crear un tejido social más firme y activo que el que se genera de otras formas. 5- Sobre el debate Internet y Democracia. Contra el optimismo no hay vacunas. (M. Benedetti) "Nada rompió tanto el movimiento obrero alemán como la creencia de que estaba nadando a favor de la corriente, una corriente que se localizaba en la dinámica del desarrollo tecnológico" (W. Benjamin) Internet es un medio utilizado masivamente por organizaciones políticas e individuos concienciados que, en general, facilita y alienta la participación ciudadana generando y abriendo nuevas estructuras de oportunidad; lo que ha propiciado que se haya reabierto o intensificado el debate sobre la tecnología y la democracia. El diálogo se ha compuesto a partir de dos polos o posiciones extremas, encarnadas por tecnófilos o ciberutópicos y tecnófobos o disutópicos (o apocalípticos e integrados, según la terminología de U. Eco). Para unos las redes de ordenadores alumbran una nueva era de democracia pura y para otros no generarán otra cosa sino conflictos y confusión mediática. Entremos a resumir brevemente la discusión.

16 En un momento en el que el interés y la participación política parecen estar en declive, los tecnófilos sugieren que las nuevas tecnologías de la comunicación y la información pueden reactivarlos o reinvertarlos. Cierto desencanto con los procesos políticos tradicionales, apatía o falta de representatividad política, hacen que numerosos ciudadanos se reenganchen a la participación y a la política mediante el uso de las nuevas tecnologías. Éstas generarían otro tipo de política, más centrada en la libre discusión de grupos de presión y organizaciones ciudadanas volcadas en campañas. Además, el potencial democrático de Internet se hace recaer en su capacidad de representar una nueva esfera pública (Habermas), una nueva ágora de discusión y formación de consenso donde los ciudadanos puedan deliberar y debatir sin la intervención o ayuda de instituciones estatales o mercantiles. Estos foros para el desarrollo y difusión de ideas políticas y sociales permitirían la irrupción o llegada de la teledemocracia o democracia virtual. La discusión llevaría a la formación de opinión o al consenso en los temas tratados, implicando a los ciudadanos en las decisiones que afectan a sus vidas. Las autopistas de la información serían una plaza pública y una nueva democracia directa nacería en esta ágora telemática. Internet representaría la primera esfera pública global y, como foro para la libre discusión, rompería el monopolio de información o conocimiento que tienen los gobiernos o las empresas. También se pretende que Internet sirva como enlace o nexo entre los ciudadanos y los gobiernos, como medio que mejore la eficacia interactiva entre ambos. Se trataría de sustituir urnas por votaciones electrónicas para abaratar los costes de la elección, la declaración de la renta o la gestión de multas, por ejemplo. La relación gobierno-ciudadanos se agilizaría porque Internet es un macro-sondeo de opinión permanente. Desde este argumento, Internet se convierte una vez más en una metáfora de la democracia, en una imagen que soporta la idea de horizontalidad comunicativa. Idénticamente a la función que la idea de mercado (de mercancías materiales) cumple para la tradición económica liberal (clásica, neoclásica y neoliberal), Internet se nos presenta como el paradigma del mercado (de información) autoregulado, de ese lugar donde convergen los deseos individuales y donde una especie de mecanismo impersonal ( mano invisible ) armoniza los intereses. El sistema funcionará autoregulándose mediante mecanismos de feedback o retroalimentación hasta llegar a la estabilidad. Generalmente estos decorados esconden, por desgracia, la intención velada de garantizar un esqueleto mínimo para un libre mercado de la información con intereses más que discutibles. Por otro lado, para los tecnófilos, una red como Internet que simula la igualdad ante la producción, circulación y consumo de información, lo debe hacer bajo una serie de suposiciones clave que no se cumplen: i) La idea de que todo el mundo puede tener una opinión, es decir, el producir y hacer circular opiniones personales está al alcance de tod@s (sin necesidad de adscribirse a las que ya existen) y ii) Todas las opiniones tienen el mismo valor, es decir, las diferentes ideas que circulan no son sino una especie de media (no ponderada) de lo que se aporta individualmente. Sin embargo, estos teóricos afirman que estas dos suposiciones no están garantizadas inicialmente ni en la red ni en el resto de medios de comunicación. En definitiva, para este segundo grupo, hoy en día las nuevas tecnologías han

17 despertado de su largo letargo los sueños de ingeniería social. Internet se nos presenta como la expresión de un supuesto gobierno mundial en la época globalizada. Este caramelo con envoltorio multimedia nos dibuja un hipotético organismo virtual internacional que mejorará nuestra vida en común. Pero la tecnología, por sí misma, nunca nos hará libres sin una cultura política (realmente democrática) que le preexista. Confiar en esta dimensión instrumental de la red como extensión idílica de la gestión administrativa es un deseo cuando menos ingenuo. Esta segunda postura problematiza las rápidas conclusiones que se desprenden de la tecnofilia: Supondrá la adopción de las nuevas tecnologías una extensión, una mejora o una superación de las instituciones existentes? Qué marco de referencia se utilizará para conformar esta ciberdemocracia?. Se argumenta también que es además cuestionable sacar como conclusión que nuestra sociedad se va a volver más justa, libre o democrática simplemente por el uso de estos nuevos medios. Es la vieja utopía de la ciudad interconectada y cableada donde todo el mundo habla con todo el mundo. A lo sumo, lo tecnológico puede hacer la democracia (los procedimientos democráticos) más eficientes pero no provee, por sí sola, de unas estructuras democráticas totales. Aunque mayores cotas de información y debate son requisitos para un modelo democrático de sociedad, la mera inflación del volumen de ésta no es suficiente. El hecho de que se produzca más información no significa que su valor, utilidad o facilidad de acceso esté garantizado. Se pretenden utilizar las nuevas tecnologías como soluciones milagrosas al problema de la apatía política. El problema de la democracia no es, y nunca ha sido, una deficiencia en la cantidad o cualidad de la información. Aunque es tentador creerse la retórica multimedia, estos autores sugieren que no existe una resolución técnica al viejo problema de la participación política. Es requisito previo una cultura democrática y la consideración de los medios no como simples canales técnicos sino como instituciones sociales. 7. Conclusiones, potencialidades y límites de la politización de las nuevas tecnologías. Allí donde hay una movilización social, Internet se convierte en un instrumento dinámico de cambio social; allí donde hay burocratización política y política estrictamente mediática de representación ciudadana, Internet es un simple tablón de anuncios. Hay que cambiar la política para cambiar Internet y, entonces, el uso político de Internet puede revertir en un cambio de la política en sí misma (M. Castells). Frente al pesimismo de la inteligencia hay que oponer el optimismo de la voluntad (A. Gramsci) En cualquier caso, Internet, tomado neutralmente, sí puede cambiar la participación ciudadana a mejor (incrementarla, intensificarla o hacerla más eficiente), siempre y cuando sea ubícua, disponible (sin discriminación cultural o económica), segura, privada y no sujeta a intereses externos, comerciales o de poder. La historia también nos enseña que los usuarios modifican el medio tecnológico mediante su uso. Dicho de otra forma, en palabras de Castells, no es Internet el que cambia el comportamiento sino que es el comportamiento el que cambia Internet.

18 La rapidez de los cambios tecnológicos aumenta la percepción de una cierta autonomía, neutralidad, irreversibilidad e imposibilidad de control de estas innovaciones. Sin embargo, la tecnología ni es neutral ni esta cerrada ni es una simple y pura herramienta ni un arma demoníaca ni posee su propia lógica interna ni responde a un plan trazado con tiralíneas por un poder antropomorfo. A cada técnica le corresponde su rango de aplicabilidad, su espectro de utilización, su abanico de realizaciones, sus limitaciones y oportunidades. Y dentro de ese espacio hay que buscar las posibilidades de su politización o socialización desde contextos reales. Precisamente el ciberespacio está fragmentado justamente según las categorías sociales (clase, género, etnicidad,...) y algunos grupos sociales están sin lugar a dudas excluidos por causas de baja capacitación social, por falta de competencias culturales, económicas o educativas. Lo tecnológico funciona como condición de beneficio de las grandes corporaciones (al combinar máxima centralización con máxima flexibilidad local) y como condición de posibilidad de desarrollo de medios de participación, movimientos contra la exclusión y por la justicia social y la coordinación ciudadana. Lo tecnológico, sin medidas sociales correctoras que lo acompañen, expande y amplía brechas de desigualdad social pero fomenta la proliferación de "culturas populares" y la gestación de movimientos de base. Esta ambivalencia, ya señalada por muchos clásicos, es un rasgo intrínseco de nuestro modelo de civilización. Ese equilibrio o esa tensión en los que se mueven las nuevas tecnologías pueden ser balanceados en una u otra dirección con una actividad intencional y colectiva. La experiencia nos sugiere que se requiere cierto grado de escepticismo si no queremos caer en la trampa del determinismo tecnológico y en un pensamiento ingenuo. Debemos rechazar el paradigma implícito en la palabrería apocalíptica que adscribe un rol reformista a Internet porque distrae el análisis de los verdaderos problemas o impedimentos para la participación política. Internet no puede ser una solución técnica para un problema político sino una herramienta que complemente y articule sus potencialidades con la realidad social en que se enmarca. Un primer paso para el fomento de la participación política en Internet pasa por la producción de nuevos espacios comunicativos reales. Innovación técnica sin cambio social sobreacentúa y remarca las divisiones sociales y la estratificación económica y genera nuevas desigualdades (locales y globales). Y ese cambio pivota sobre cuatro condiciones necesarias: i) facilidad de acceso económico (infraestructura libre), ii) facilidad de acceso cultural (difusión del conocimiento), iii) la extensión de ciertos derechos civiles en la red (respeto a la privacidad...) y iv) la no dependencia de monopolios, grandes empresas o intereses económicos o políticos. Estos cuatro requisitos mínimos favorecerán la participación ciudadana en Internet ostensiblemente y mejorará la salud de la red. Los movimientos sociales y gran parte del tejido asociativo se han enfrentado tarde o temprano al dilema de su relación con los medios de comunicación y las nuevas tecnologías. Una actitud contradictoria y oscilante con los medios de masas a los que se acusa de manipulación interesada pero a los que se recurre constantemente para figurar, aparecer y existir socialmente. Y una actitud vacilante con los medios alternativos a los que se exige y se alienta pero se olvida y se reduce a segundos papeles. La salida pasaría

19 por potenciar realmente medios de base y comunicaciones alternativas que posean la potencia de los medios oficiales pero su propia filosofía no competitiva o comercial. Queda pendiente por plantearse cuáles son las formas y los espacios a los que deben acceder las organizaciones y asociaciones sociales para incidir en las dinámicas de la red. Y, por supuesto, cómo lograr que sus opiniones y posiciones sean visibles y cambien lo que les interesa. Internet es un espacio político a transformar y redefinir colectivamente, un campo de expresión de luchas sociales y de participación ciudadana, un lugar de encuentro de estrategias colectivas. Tiene todavía un alto potencial de cambio social sin explorar y se presenta como una herramienta más para generar procesos de democracia directa o participativa. Pero Internet no va a cambiar radicalmente la participación, sino que la participación social va a cambiar Internet. O, dicho de otra forma, Internet no va a cambiar más a la gente que la gente va a cambiar Internet ya que la red es un producto completamente humano. En definitiva, ni monstruosidad tremendista ni salvación entusiasta del tecnodeterminismo; debemos moldear la red según nuestras formas de pensamiento y acción. En la tensión antes descrita se debe intentar inclinar la balanza hacia el lado asociativo, garantizando una estructura realmente transformadora en Internet. Parafraseando a Feyerabend, Internet después de todo es nuestra criatura, no nuestro soberano; luego debería ser la esclava de nuestros caprichos y no el tirano de nuestros deseos. Igor Sádaba Rodríguez (Miembro de la asamblea de Nodo50. Madrid, septiembre 2002) 7- Breve Bibliografía y otras lecturas. - Algunos de los textos de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC): - Algunos de los textos de Cibersociología de la UBA: - Algunos de los textos de ABRIL, G. (1998) Sujetos, interfaces, texturas. en Revista de occidente, nº 206. Madrid. ADELL, R. (1995) Ciclos de movilización y acción colectiva. V Congreso de la FES (Grupo de Trabajo Movimientos Sociales y acción colectiva ). Granada. ALONSO, L. E. (1999) Trabajo y ciudadanía. Estudios sobre la crisis de la sociedad salarial. Trotta. Madrid. BOIX, M., FRAGA, C. Y SENDON, V. (2001) El viaje de las internautas. Una mirada de género a las nuevas tecnologías. AMECO. Madrid. BOURDIEU, P. (1997) Sobre la televisión. Anagrama, Barcelona. - (1999) Contrafuegos. Reflexiones para servir a la resistencia contra la invasión neoliberal. Anagrama, Barcelona. - (2000) La opinión pública no existe en Cuestiones de sociología. Istmo. Madrid. BRYAN, C. Y TATAM, J. (1999) Political participation and the Internet en Liberarting cyberspace. Civil liberties, human rights and the Internet. Pluto Press. London. CASACUBERTA, D. Hacia una definición progresista de las nuevas tecnologías de la información en ROCA, J. M. (Ed.) (2001) Imaginación democrática y globalización.

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