Comentarios a propuesta del MINEDUC para mejorar calidad de los futuros profesores.

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1 Comentarios a propuesta del MINEDUC para mejorar calidad de los futuros profesores. Juan Eduardo García-Huidobro S. Universidad Alberto Hurtado 2 de septiembre 2013 Primer comentario general sobre la urgencia del tema No por mucho madrugar amanece más temprano! Estamos frente a un tema urgente, pero muy complejo. Prueba de ello es lo poco que se ha logrado avanzar, pese al convencimiento transversal sobre la importancia crucial de los docentes y de sus condiciones de trabajo para el mejoramiento de la calidad de la educación. Estimo que hubiese sido preferible progresar en una reforma global de la Carrera Profesional Docente, que aborde en forma sistémica y coherente sus diversos aspectos y que lo haga en forma participativa. Esta globalidad posee, al menos, dos caras: la de los aspectos que regula y la de los profesionales a quienes se aplican esas regulaciones. La carrera docente debe ocuparse del conjunto de elementos que aseguran un trabajo docente de calidad y una carrera docente atractiva, entre ellos: un salario justo y a la par con el de otras profesiones equivalentes, una formación inicial y continua de los docentes integral y de calidad, condiciones de trabajo y de participación en los centros educativos. Solo así se facilitará un trabajo docente creativo, que prodigue una buena educación a los niños y jóvenes. Esta carrera debería aplicarse no solo a los profesores y profesoras que trabajan en el sector municipal sino también a aquellos que lo hacen en el sector particular subvencionados; no solo a los docentes de básica y media, sino también a la educación parvularia. Siempre es un riesgo, en políticas públicas de tanta complejidad, avanzar en base a medidas aisladas que pueden generar precedentes difíciles de modificar al momento de pensar soluciones más globales y definitivas. También es un riesgo en términos de la representación social de la carrera profesional docente; si bien se da un signo positivo de preocupación y de voluntad de mejoramiento, la efectividad de estas medidas disminuye por que acarrean también la imagen de algo inacabado y no estable. La poca participación que ha habido en el tema tanto del magisterio como de las carreras de educación deja una deuda. Es necesario generar procesos a través de los cuales los profesores y profesoras en ejercicio, por una parte, y las escuelas de educación que posean todas sus carreras acreditadas, por otra, puedan hacer sus aportes y dar su opinión. 1

2 Comentarios sobre las medidas propuestas. En relación con las medidas propuestas. Hay disposiciones con las que estoy de acuerdo y otras que me parecen riesgosas o directamente inconvenientes. Expondré mis comentarios siguiendo el orden del texto. 1. Prueba Inicia obligatoria para los egresados, con resultados públicos (por estudiante y por institución) y obligación de ofrecer curso de nivelación para instituciones que tienen un 30% o más estudiantes con resultados insuficientes (Artículo 1: Examen Inicial de Conocimiento y Habilidades Docentes) Me parece conveniente que se realice una prueba al fin de la carrera, pero no estoy de acuerdo con que su resultado condicione el ejercicio de la profesión ni con hacer públicos los resultados. Estimo que si se aumenta la selección al inicio de la carrera, como se establece en el artículo cuatro de la presente iniciativa, se hace innecesaria esta prueba como requisito para el ejercicio de la profesión. Los motivos que me llevan a oponerme a una prueba como condición del ejercicio de la profesión son dos: a. Por una parte, la existencia de una prueba, por bien construida que esté, distorsiona la formación docente y tiene el peligro de sobredimensionar aquello que es susceptible de ser evaluado mediante una prueba estandarizada, en desmedro de otros aspectos de la formación de igual o mayor importancia, pero que no logran ser revelados por una prueba. Podemos caer en un nuevo reduccionismo. Ya tenemos una educación básica que prepara para el SIMCE, una enseñanza media que prepara para la PSU, sería lastimoso una formación docente centrada en adiestrar para Inicia. De hecho e inevitablemente, ya se han visto surgir talleres de preparación de Inicia en las escuelas de educación. b. Por otra parte, la prueba, como medida para mejorar la formación docente pone presión en el lugar equivocado. Lo que hay que lograr acá son instituciones de formación docentes de calidad, que se hacen responsables de la aptitud profesional de sus egresados y, en vez de buscar los medios para asegurarse de que esto se produzca, mejorando los proceso de acreditación y dando apoyo a las instituciones más débiles, se hace recaer la responsabilidad de los eventuales resultados deficientes sobre los estudiantes. A qué situación podríamos llegar? A que estudiantes a los que se les seleccionó en el inicio (ver próximo artículo cuarto), que entraron a estudiar en universidades y carreras acreditadas, que estudiaron mayoritariamente con becas o ayudas del estado, que tuvieron éxito y recibieron un título profesional valido, después de todo este proceso supervisado por el Estado, se les impida ejercer la profesión que públicamente se les reconoció. Dicho la anterior, creo importante que la prueba se tome con carácter obligatorio a quienes finalizan las carreras de pedagogía, pero que sus resultados no sean públicos ni se entreguen individualizados, sino que permitan al Ministerio devolverlos con observaciones para perfeccionar su quehacer a las facultades y 2

3 carreras de educación y que, en casos particularmente deficitarios, pueda obligar a dictar gratuitamente cursos complementarios para suplir esas insuficiencias. También los resultados de estas pruebas pueden ser un antecedente a considerar en los procesos de acreditación de las carreras. Además, considero importante recordar acá que la prueba que se está aplicando en educación básica y en educación de párvulos posee un problema importante. El camino normal hubiese sido discutir sobre el alcance de las carreras, enseguida acordar los estándares de desempeño para cada carrera y finalmente elaborar la prueba. Ahora bien, en básica y en párvulos esto no ocurrió. Hubo durante años y hasta el año pasado, una motivación para especializar las carreras (Ej. Educación básica con mención en matemáticas) lo que se dejó de hacer porque chocaba con la prueba Inicia. Hay aquí un problema no resuelto: no es lo mismo trabajar en una sala cuna (0 a 2 años) que en un jardín o en una escuela con niños de 3 a 5; no es lo mismo enseñar en los primeros años de educación básica, donde todo aconseja que exista un solo docente generalista, que en segundo ciclo de básica donde se gana en calidad si tenemos profesores especialistas (en una o dos materias). Es urgente rehacer este camino: plantearse y resolver la pregunta sobre las carreras; de acuerdo a ello revisar los estándares y la prueba Inicia. También me parece importante insistir en que la primera evaluación de la práctica docente se realice durante el primer o segundo año de ejercicio de la profesión, de modo de detectar y apoyar a los noveles docentes que están presentando problemas. El tratamiento global de este tema debería establecer un cuidado proceso de inducción a la docencia. 2. Incremento de remuneración inicial, por cuatro años, para los docentes que ingresaron a la carrera con mejores antecedentes (Puntaje PSU) u obtuvieron una buena evaluación en la prueba Inicia (tramo de desempeño superior) u obtuvieron las mejores notas de su curso durante la carrera. Quienes reciban este reconocimiento si trabajan en establecimientos con alta concentración (60%) de estudiantes vulnerables lo verán aumentado en un 40%. (Artículo 2: Reconocimiento de Excelencia Pedagógica Inicial) No estoy de acuerdo. Por supuesto que coincido con la urgencia de mejorar las remuneraciones docentes. Sin ello será cada vez más difícil atraer a los mejores, que tienen muchas otras opciones profesionales, al magisterio; será dificultoso también retenerlos (hoy se pierde el 40% de los nuevos docentes antes de cumplir cinco años de ejercicio de la profesión). Sin embargo, me parece inconveniente y poco equitativo ligar este mejoramiento a resultados de pruebas que nunca, por bien diseñada que estén, podrán captar la complejidad de lo que constituye a un buen(a) profesor(a). Peor aún, qué relación puede haber entre el resultado de una PSU, rendida cuatro o cinco años antes, y el buen desempeño docente? O entre el buen rendimiento logrado en la enseñanza media y su labor profesional posterior? 3

4 También parece atentatorio a la formación el premiar con salario posterior a quienes logren mejores notas en la carrera. Acá al problema de la falta de relación entre lo que se premia y la eventual calidad del desempeño, se agrega la introducción de un componente de competencia por las notas que atenta contra el espíritu de cooperación en que debe transcurrir la formación docente, dado que algo consustancial a la profesión, que debe enseñarse, es el trabajo cooperativo de los docentes. Desde la misma óptica se puede criticar también la existencia de tramos entre los egresados (los de $ , los de $ y el resto), lo que puede generar distinciones odiosas y que atentan contra el trabajo colaborativo. En reemplazo de esta medida y para no postergar la señal de que viene un mejoramiento substancial de las remuneraciones docentes propongo un incremento importante del sueldo base docente para quienes se incorporen a la profesión los próximos años en el sector subvencionado (municipal y particular subvencionado). Este incremento podría ser por cuatro años de modo de dejar en claro que en ese plazo deberá aprobarse una ley de Carrera Docente que mejore el actual Estatuto y lo extienda a toda la educación subvencionada. Adicionalmente coincido en que sería una señal potente el que este incremento sea más significativo (un 40% mayor) para quienes trabajan en establecimientos que atienden una mayor concentración de estudiantes vulnerables. 3. Aumento de la Asignación de Excelencia Pedagógica para los docentes que ya trabajan en el sector subvencionado (Artículo tercero). OK. 4. Aumentar exigencias para ingresar a estudiar pedagogía, estableciendo o un mínimo de 550 puntos en la PSU, o tener 500 puntos y pertenecer al 30% de los mejores alumnos de la promoción del colegio, o haber egresado en el 15% mejor del establecimiento. (Artículo cuarto). Estoy de acuerdo, se trata de una medida basal que, me parece, asegura que quienes estudien pedagogía sean estudiantes razonablemente capaces y esforzados. La objeción obvia acá es el sesgo socioeconómico de la PSU, pero estimo que al abrir la puerta al 15% de mejores estudiantes de todos los establecimientos se está mitigando esta distorsión. Adicionalmente permitiría un porcentaje (por ejemplo, un 10%) de admisión especial en base a otros criterios propuestos y justificados por las escuelas de educación (Ejemplos: estudiantes que durante su enseñanza media mostraron capacidad de trabajo con niños en escoutismo, catequesis, deportes; mostraron liderazgo: dirigentes de centros de estudiantes; etc.). Esta ventana de excepción permitiría, a mediano plazo, tener más y mejor conocimiento sobre los mejores predictores de un buen desempeño profesional en la docencia. 4

5 5. Modificar la proporción entre horas lectivas y no lectivas, quedando en un 70% de horas de clases y 30% de horas no lectivas. Me parece una muy buena medida. La observación acá es la necesidad de cautelar su cumplimiento, ya que se oye mucho acerca del no acatamiento de la norma actual que destina el 25% del tiempo a horas no lectivas. Además habría que asegurarse que una parte substancial de este tiempo no lectivo, por ejemplo, la mitad de él, pueda ser utilizado por los docentes en un trabajo personal de preparación de clases y de corrección de trabajos. 6. Aumentan exigencias para ejercer la profesión: a) Haber rendido Inicia. b) Haberse titulado en una institución y en una carrera acreditada. c) Cumplir con alguna de las siguientes condiciones: c.1) Haber obtenido 550 puntos PSU; c.2) 500 puntos PSU, más ser 30% superior en egreso de media; c.3) estar en 15% superior en egreso de media (Artículo cuarto). O.K. Me parecen razonable las exigencias relativas a las acreditaciones de la institución y de la carrera y la obligación de rendir Inicia, con las salvedades que ya hice (Ver punto 1). Las exigencias con relación a educación media son para el ingreso a la carrera, no para el ejercicio de la profesión. En relación a estudiar en una carrera acreditada, hay que dejar constancia que está entre las asignaturas pendientes una revisión de los requisitos de acreditación de las pedagogías, así como el que este proceso esté en manos de agencias privadas que poseen criterios distintos y tienen el riesgo de caer en relaciones de clientelismo con las universidades a las que atienden. 5