La cárcel y sus consecuencias

Transcripción

1 La cárcel y sus consecuencias La intervención sobre la conducta desadaptada Jesús Valverde Molina Bárbara Peiró Salgado M.1 E.S.

2 Libro: La cárcel y sus consecuencias. La intervención sobre la conducta desadaptada. Autor: Jesús Valverde Molina. Editorial: Editorial Popular. 1. Breve resumen del libro capítulo a capítulo. Este libro es el resultado de un proyecto de investigación e intervención de manera conjunta sobre el contexto penitenciario. Los primeros capítulos se encargan de establecer la importancia de elaborar un modelo teórico en las Ciencias Sociales y la dificultad de abordar todos los puntos de vista de un fenómeno social. Por otro lado, los episodios finales están dedicados a describir una experiencia de intervención desde la propia observación del autor, Jesús Valverde. A continuación, se presenta un resumen concreto de cada capítulo: 1. La investigación en las ciencias sociales. En este primer capítulo se reafirma la observación como el punto de partida de cualquier proceso científico, y por tanto también para el investigador de las ciencias humanas. De manera, que la observación es concebida como la base de la investigación. Por otra parte, destacar que el profesional debe incluir la investigación en la intervención como un elemento fundamental para solucionar eficazmente el problema a intervenir; sin funcionar al margen de la realidad del fenómeno. 2. Un marco teórico para la intervención. Se realiza una crítica hacia la psicología de rasgos ya que el autor la considera desactualizada por su separación con la realidad. En este mismo capítulo se conceptualiza un modelo teórico concreto para la intervención: el modelo interaccional del proceso de inadaptación, que supone definir el proceso de inadaptación como un proceso de personalización del conflicto; que verdaderamente responda a sus necesidades situando al inadaptado en un ambiente cada vez más normalizador. 3. Aspectos generales del internamiento penitenciario. Este tercer capítulo, está referido a las características fundamentales del internamiento penitenciario. Son importantes de conocer, ya que la conducta desadaptada depende en gran parte de las condiciones del ambiente. En general, la vida en prisión no está concebida en función de una intervención recuperadora, si no en función de la seguridad, para evitar en último fin la fuga del preso. Esta situación es fomentada desde aspectos como la disposición del espacio y el tiempo, hasta las propias relaciones entre funcionarios y presos. 4. Consecuencias del internamiento penitenciario. En esta ocasión, se habla de las consecuencias que la prisión y las características de las que hablábamos, caen sobre el recluso y su comportamiento. Se puede hablar de dos tipos: por un lado, consecuencias somáticas y por otro, consecuencias psicosociales. Desde la propia 1

3 observación del autor, a parte de esta agrupación, considera también importante la función de la droga en prisión y la manera en que afecta al preso. 5. El papel de la iniciativa social en la intervención penitenciaria. El autor pretende hacer un llamamiento a los profesionales y voluntarios sociales, para que tanto desde dentro como desde fuera, trabajemos con el fin de que la cárcel deje de concebirse como un mecanismo de control social; de evitación de las consecuencias de la conducta desadaptada, mediante el aislamiento, para convertirse en un lugar que fomente la reflexión y para dotar al inadaptado de mecanismos alternativos de supervivencia. 6. Programas de intervención en el contexto penitenciario. A modo de conclusión, el autor explica dos programas de intervención concretos: programa en Centro de Preventivos Jóvenes de Carabanchel y programa en la Central de Observación Penitenciaria, dirigidos desde la universidad. El autor ilustra cada programa siguiendo los elementos que él mismo consideraba esenciales en los capítulos anteriores, con el fin de aclarar aún más que la investigación debe responder a las demandas de la intervención. 2. Comentario crítico de dos o tres ideas relevantes del libro. En primer lugar, es importante destacar de antemano que hasta ahora no había leído ningún ejemplar sobre el ámbito penitenciario. Sin embargo, este libro es una manera rápida de introducirse en este contexto y entender la prisión, sus características y como afectan estas a los presos. Por tanto esta obra me ha permitido adquirir un conjunto de conocimientos sobre este contexto, que será útil para completar mi formación. En definitiva, unas competencias prácticas para una futura intervención. Por ello, recalcar el buen hacer del autor. Por un lado, emplea un vocabulario y un léxico muy apropiado, en mi opinión, para el contexto en el que se encuentra, y además usa una terminología que cualquiera puede comprender, no es necesario ser un profesional de dicha disciplina. Por otro lado, la manera en que se divide el libro, la distribución de los capítulos, ayuda a seguir el hilo conductor, y hace entender a la perfección los pasos a seguir para llevar a cabo una intervención de manera eficaz. En resumen, lo que quiero decir es que cuando terminas de leer el último capítulo, eres consciente de la coherencia que sigue el autor, puesto que como he dicho, al final del libro se describen dos proyectos de intervención que se fundamentan en todos los aspectos desarrollados en los capítulos anteriores. Deja clara la línea de actuación basada en observación-investigación-intervención, siempre respondiendo a las necesidades del inadaptado e intentando conseguir un contexto cada vez más normalizado. En definitiva, leer este libro ha hecho que me inquiete por este ámbito en el que nuestra labor es casi inexistente, y a la vez tan necesaria para el preso y su situación de desadaptación. 2

4 Igualmente, en relación a esta idea la lectura también me ha servido para ver la cárcel desde otra perspectiva, desde otra concepción. A lo que me refiero es que siempre había comprendido la cárcel como un simple lugar de encierro. Ahora bien, al conocer las características de una prisión desde tan cerca, desde una observación tan activa, y como afectan estas al comportamiento de un persona y sus esquemas sociales, realmente te das cuenta de la importancia que tiene que, desde los años de encierro hasta incluso los años posteriores en el exterior, predomine la función recuperadora. Al margen, de estar a favor o en contra de la prisión, del aislamiento como solución al problema, algo que depende de otras instituciones, actualmente el preso debe cumplir su castigo. Es en este momento, cuando la función recuperadora es tan importante, y por tanto nuestra labor como profesionales. Siempre he sido consciente de las malas condiciones en las que la mayoría de los presos conviven durante su encierro, pero nunca había sido consciente de las consecuencias, sobre todo de carácter psicológico, que ocasionan en los reclusos. A lo que me refiero es que la lectura me ha hecho replantearme si estoy a favor o no de las cárceles y sobre todo del día a día en prisión. De cualquier manera, de lo que si estoy convencida es de la importancia del papel del educador social, del voluntario o de otro profesional en este ámbito, con el fin de apoyar y fomentar la función recuperadora en el contexto del inadaptado. En resumen, he entendido que trabajar en el interior de una cárcel no implica defender la metodología de las cárceles, ni respaldar sus responsabilidades, ni apoyar a la institución, ni aceptar el internamiento penitenciario como algo positivo o que finalmente se pudiera evitar (debería estudiar otras disciplinas más para poder criticar o apoyar esta institución). Si no que por el contrario, trabajar en la cárcel puede suponer comprometerse con el preso y con sus expectativas de futuro, generar oportunidades para que pueda recuperar el control de su propia vida, encontrarse a sí mismo en definitiva volver a hacerle partícipe de su comportamiento. Finalmente, una vez más dentro del área de la intervención, quería señalar otra idea: la carente comunicación entre el personal de las cárceles. El autor en los dos proyectos de intervención que menciona, presenta esa mala comunicación entre el personal de la cárcel y los coordinadores de la intervención. En el primer caso, en el Centro de Preventivos Jóvenes de Carabanchel, el personal de la cárcel adoptó una actitud de aislamiento y distancia en cuanto a los coordinadores del programa y por tanto a la intervención en sí. Por otro lado, en el caso de la Central de Observación Penitenciaria, ya había profesionales de la educación en el centro pero rechazaban cualquier actuación y cualquier innovación que influyera su labor. De modo, que las relaciones profesionales entre los funcionarios de la prisión y los dirigentes del proyecto eran nulas, y esto afectaba en cierta manera a la eficacia de los proyectos. Lo que me sorprende es que sea tal el rechazo que desde las prisiones se hace a cualquier tipo de intervención o cualquiera mejora en el proceso de socialización de los presos, ya que a mi padecer debe ser independiente del proceso de encierro. Es decir, a parte del castigo que cada recluso deba cumplir, sería necesario trabajar con el principal objetivo de rehabilitar la vida del preso y evitar todos aquellos posibles comportamientos desadaptados que le hicieron ingresar en prisión. 3

5 En resumen, tras la lectura he construido una nueva percepción de la realidad, de lo que verdaderamente ocurre en la prisión y sobre todo de una nueva percepción de nuestra intervención como profesionales. En definitiva y sin más rodeos, mi conclusión tras leer este libro es que la función de la cárcel no debe limitarse a la situación de encierro y marginación, sino que debe hacer todo lo posible por mediar en la vida personal del recluso dotándole de nuevas habilidades y competencias que le sean útiles en el exterior, y de este modo, convivir de manera positiva con el resto de la sociedad. 3. Esquema gráfico o mapa conceptual de los contenidos principales del libro. 4