La responsabilidad de la Universidad en el proyecto de construcción de una sociedad Cristina de la Cruz Ayuso Perú Sasia Santos
Preguntas para iniciar la reflexión: Cuál es el papel que cabe esperar de la universidad en el proyecto de construcción de una sociedad? Qué es lo que debe hacer una universidad para mejorar la sociedad? Y, finalmente, qué le exige a una universidad cumplir con esa función social?
La universidad no puede ser considerada únicamente una organización empresarial y, por ello mismo, no es pertinente aplicarle los mismos modelos de gestión que al resto de organizaciones de la esfera mercantil. Todos afirmamos con cierta rotundidad que la universidad no es una empresa, pero todos igualmente somos espectadores, más o menos implicados y más o menos responsables, de su imparable proceso de mercantilización.
Cuál es el papel que la universidad debe jugar en el proceso de construcción y transformación de nuestras sociedades? La respuesta a esta pregunta no puede definirla solamente, y de manera unilateral, la propia universidad. Pero eso no la exime de tener que responderla, tratando de concretar además cuál es su compromiso con la sociedad, y de qué manera pretende hacerse responsable de él.
Respecto a la formación: La responsabilidad de la Universidad acaba con sus funciones de docencia y generación de conocimiento? Consiste únicamente en la formación ciudadana y profesional de aquellos que pueden acceder a ella?
Respecto a la generación y transmisión de conocimiento: Cómo transmite el conocimiento que genera la universidad? Y a quién los transmite? Cuáles son los intereses que hay detrás de los programas de investigación estratégicos de nuestras universidades?
Respecto a la extensión o proyección social: Acaso los proyectos sociales se pueden entender al margen de la formación y de la generación y transmisión de conocimiento? Qué esfuerzos lleva a cabo la universidad para vincular y dar coherencia a los distintos ámbitos de su misión?
La responsabilidad de las universidades no consiste únicamente en formar ciudadanos responsables, en contribuir al desarrollo económico, social y cultural de nuestras sociedades, o en generar nuevos saberes a través de la investigación y trasmitirlos adecuadamente.
Siendo la universidad una institución que influye en la sociedad, es responsable de canalizar esa influencia con una clara orientación transformadora hacia los ámbitos de vulnerabilidad social y económica presentes en nuestras sociedades.
En la esfera económica: Forma a los futuros profesionales, proporciona formación continua y contribuye a la generación de conocimiento
En la esfera pública: Participa en la construcción de ciudadanía Contribuye al desarrollo de políticas públicas concretas a través de la formación y la generación y transmisión de nuevos conocimientos Es uno de los agentes con mayor posibilidad de crear redes de capital social Con su apoyo y participación da legitimidad a las iniciativas de las redes sociales
Pensar la Universidad desde la categoría de la responsabilidad Es posible pensar la universidad como una parte del proyecto de construcción de una sociedad de espaldas a la ética? La respuesta parece evidente para todos, aunque también es compleja de articular.
Eduquemos en valores, pero qué valores? Cuál es el alcance de cada uno de ellos? Igualdad, sí: pero igualdad de qué? Sociedades tolerantes y plurales, pero hasta dónde tolerar? Virtudes para la convivencia, pero cuáles? Ciudadanía activa, pero ciudadanía para quién?
Una de las tareas más nobles de la ética consiste en su capacidad para hacer claros algunos de sus conceptos y de sus categorías. qué significa ser responsable? De qué es responsable la universidad en la sociedad? Cómo ha de serlo y por qué?
Cuándo y en qué es legítimo pedir responsabilidad a la universidad? y por qué es legítimo? Qué tipo de responsabilidad se le exige a la universidad? Podemos pensar en algo más allá del enfoque normativo, tan gravoso siempre que solo consigue poner a la defensiva a quien se le solicita el deber de cumplir?
La cartografía de la responsabilidad A veces, la responsabilidad se vincula más con la idea de consenso y deber social. Y otras, la mayoría, con la idea de tener que asumir las consecuencias de lo que hacemos. Señalemos muy brevemente cuáles son los tres momentos más habituales de la responsabilidad y cuál el alcance de cada uno de ellos:
El sentido más clásico: Es el vinculado con las consecuencias que se derivan de la acción y que acercan la responsabilidad a aquello que tiene que ver con la imputación, la culpabilidad, la reparación, el daño, o la reclamación. El sentido que adquiere es un sentido reactivo, reparador de algo, un mal que hay que compensar y frente al cual hay que responder.
Tenemos que describir los ámbitos propios de la actividad universitaria donde se puede decir algo concreto sobre ella: qué titulaciones promovemos? Qué competencias fomentamos en nuestros programas de estudios y a qué están orientadas? Qué investigamos y para quién?
Cuán cerca está la universidad de las urgencias de la sociedad que las alberga? Qué tipo de urgencias atiende en todo caso: las meramente instrumentales u operativas del mercado laboral, o las urgencias sociales? Qué tipo de racionalidad hay detrás de las decisiones que toman los gestores universitarios? Cuánto de hegemónico es el principio de utilidad económica en esas decisiones?
El sentido de deber ante los demás: Apunta hacia nuestros deberes para con los demás. Remite a los deberes de la Universidad y a su obligación de dar respuesta a las demandas que se le plantean desde las diferentes instancias sociales, ya sean éstas del ámbito social, económico o cultural. Su deber consiste precisamente en responder.
La disposición ya no es reactiva, sino que empieza a responder en el marco de deberes de lo que entiende es propio de su actividad. La debilidad de este planteamiento estriba en que la universidad es la que sigue decidiendo qué demandas atender y en base a qué criterios. Basta con que la universidad responda a una sociedad que sigue excluyendo? Quién decide, y en base a qué criterios, qué es aquello a lo que una universidad debe responder?
El sentido prospectivo: Se sustenta en la idea de deber, pero quien orienta ese deber, en el caso de la universidad, no es ella. La universidad responde en este caso a favor de terceros. Impulsa a cuidar de la sociedad en los ámbitos en los que la universidad tiene poder. Busca ser algo más que restitución por lo no cumplido o por el daño causado, y da relevancia a las intenciones futuras, a largo plazo.
En resumen, los tres significados de la responsabilidad son: Un significado consecuencialista, que, en la toma de decisiones, enfatiza el análisis de las consecuencias y llama a asumir los posibles impactos que se derivan, principalmente los negativos. Un significado contractual, que pone en valor el deber de responder que todos tenemos como actores o agentes significativos de una sociedad. Y un estadío prospectivo que subraya el a priori de ese deber, y la necesidad de pre-ocuparse y hacerse cargo.
El sentido consecuencialista se entiende en términos de deuda con la sociedad y viene a concretarse en la valoración de cuál es, en términos cuantitativos, la contribución de la universidad en la sociedad en términos de resultados/productos. Cuanto mayor sea su capacidad de generar resultados positivos, mayor será su contribución a la sociedad y más pertinente. La excelencia se mide en términos cuantitativos.
Por qué publicitar solamente el porcentaje de éxito académico o de empleabilidad de los estudiantes de una universidad y no, en cambio, el porcentaje de disminución de bolsas de exclusión que ha generado la universidad en una sociedad? La razón sólo es una: hay voluntad de medir lo primero. No hay voluntad de medir lo segundo.
La dinámica prospectiva de la responsabilidad remite a un sentido del deber ampliado. Hay una actitud proactiva de presencia y colaboración con otros agentes, cada uno, lógicamente, con sus capacidades y poderes propios.
El valor social de la responsabilidad y el reto de la ciudadanía práctica para la Universidad La dinámica de la responsabilidad, a través de sus tres significados, se ven como fases por las que se debe pasar en el camino a la responsabilidad. Se puede afirmar que en todas y en cada una de esas fases, la universidad es una organización que responde.
Qué significado tiene el adjetivo social cuando hablamos de responsabilidad? Una responsabilidad que asume el reto de perseguir el desarrollo económico y social (el interés común) a partir de la interrelación entre los poderes públicos, las empresas mercantiles, y las redes sociales organizadas.
Las universidades se constituyen en una red, compuesta por todos los miembros de la comunidad universitaria. Se organizan además en torno a una misión que queda concretada en un conjunto de normas de convivencia y en un proyecto universitario que define su identidad y sus valores. Se espera que todos los miembros de la comunidad universitaria asuman, compartan y promuevan esos valores.
Hoja de ruta sencilla para pensar la responsabilidad de la universidad en el proyecto de una sociedad Plantear un breve análisis sobre el ámbito de la Educación Superior para comprender cuáles son los retos de la responsabilidad en la propia universidad. Plantear una propuesta que permita rescatar el valor transformador de la universidad y su papel en la definición y resolución de los problemas sociales.
El reto consiste en que la universidad plantee estrategias que le permitan avanzar desde la necesidad de responder hacia la urgencia de transformar. No se trata solamente de que la Universidad deje de ser ella misma también un agente de exclusión, sino que también se convierta en un agente de transformación de nuestras sociedades.