Perú CATP, Central Autónoma de Trabajadores del Perú PERU: TRANSICION DE LAS CENTRALES SINDICALES HACIA UN ESPIRITU Y UNA ESTRATEGIA QUE INCLUYA A TODOS LOS TRABAJADORES DE LA ECONOMIA INFORMAL 1 María Covarrubias Hermoza, secretaria de Bienestar y Seguridad Social 2014 La Conferencia Internacional del Trabajo del 2014 plantea un reto para los Estados en el apoyo de un tránsito del empleo informal hacia la formalidad, pero también a los propios trabajadores quienes deberán enfrentar ello en su propio seno. En ese escenario, La Central Autónoma de Trabajadores del Perú - CATP en su proceso de reconstitución como parte de los procesos de Autorreforma Sindical, contaba, antes de ella y en su sesgo inicial, con una fuerte orientación hacia los trabajadores auto empleados, lo que originó la exclusión de otros sectores que no eran tomados en cuenta en su desarrollo; lo que formaba parte, entre otras contradicciones, de las rupturas, cambios y nuevos enfoques al interior de la Central. La realidad actual de la CATP, responde a una Central que se viene fortaleciendo, con una base importante en el sector público, y con un equipo dirigencial joven, con 1 Se aqradecen los comentarios de Juan Carlos Vargas y Carlos Figueroa Asencio
participación de la mujer, un equipo muy profesional. La CATP busca, actualmente y de esta manera, insertarse en los debates nacionales e internacionales, lo que la obliga a mirar sus propias limitaciones y vacíos, y prepararse de la mejor forma para los nuevos retos. Si bien la CATP mantiene un vínculo con trabajadores informales en el sector transporte, no se ha avanzado en la planificación de una estrategia sindical que incluya a trabajadores de los otros rubros, que se caracterizan por su diversidad y están conformados por organizaciones y/o grupos tan disímiles, como los que forman parte del sector informal. Informarse, entender el fenómeno del empleo informal y su evolución en el tiempo, es vital para construir una estrategia que la realidad peruana exige a todas las centrales sindicales, especialmente a la CATP: El reivindicar la condición de los trabajadores del sector informal y por lo tanto, su derecho a la protección social, al trato igualitario y al empleo decente, así como su rol en la economía y en la sociedad, es parte también del nuevo escenario en que debemos actuar, en un contexto nacional en el cual hay ausencia de políticas públicas orientadas a esa transición efectiva del sector informal al formal, que es la que promovemos. Información reciente muestra que el Perú entre el 2000 y el 2013, multiplicó por 6 su PBI y por 7 sus exportaciones al mundo. Un crecimiento nunca visto en la historia económica peruana. Pese a ello, el 2012 un tercio de la PEA ocupada eran auto empleados, bastante mayor que el porcentaje de todos los trabajadores formales asalariados que llegaba a 28% ese mismo año. Si bien el crecimiento económico contribuye a crear nuevos empleos formales, ellos no son suficientes, como para absorber a la masa de trabajadores informales, y menos
aún en condiciones de trabajo digno; es decir, el crecimiento económico no ha solucionado el problema del empleo en cantidad ni en calidad de los mismos. 2 De otro lado, un mayor crecimiento no implica que empresas informales (que obviamente demandan mano de obra informal) pasen a ser formales. Para complejizar más el problema y su solución, se tiene que en el sector agroexportador o minero, por ejemplo, ocurre que empresas formales contratan a informales o tercerizan esa contratación (subcontratan), a fin de tener mano de obra barata. Atacar el problema de los trabajadores informales requiere por tanto tener clara la mirada acerca de las empresas informales y de los mecanismos generados por las empresas formales, bajo el pretexto de disminuir costos en nombre de la productividad. En tales condiciones, no hay manera que las centrales sindicales volteemos la cara a esta realidad, incluida la CATP. Para ello, disponemos de información que nos ayuda a vislumbrar el camino. Hay estadísticas gubernamentales, mapeos (apoyados por Wiego) de organizaciones de la economía informal de segundo grado (Federaciones Nacionales), y mapeos en varias regiones del interior que nos permiten entender mejor este mundo del sector informal que se veía disperso y desorganizado. Asimismo identificamos iniciativas de convergencia gremial en este sector (Plataforma de la Economía Informal apoyada por la FES). Hay iniciativas novedosas de formación de líderes en empleo informal usando Educación a distancia, medios virtuales, impulsando la alfabetización digital entre ellos (Wiego-Plades-IFWEA Online Labour Academy). Se han creado mesas de diálogo entre autoridades y organizaciones de la economía informal, logrando avances concretos (Ordenanza del comercio ambulatorio en Lima). A su vez, se preparan de cara a las próximas elecciones municipales, debates electorales donde estos trabajadores y su problemática buscarán
respuestas de los candidatos. A todo esto se suma OIT con el proyecto FORLAC. Frente a la CIT 2014, muchas de estas organizaciones de trabajadores en empleo informal se han reunido con las centrales sindicales, para reflexionar sobre la trascendencia del debate en Ginebra, buscando compartir su problemática y experiencias, solicitando además que las incorporen como delegados oficiales en los debates a realizarse. Hay una gran potencial si logramos estar más abiertos y menos arrogantes. La CATP tiene ahora el reto de recuperar de sus orígenes, parte de esta energía del sector informal que busca canales para conducirse, pero que también reclama respeto por su particularidad, reconocimiento y espacio dentro de la central. Tarea difícil pero no imposible. Cuando dudemos o nos desanimemos volveremos a mirar los datos de la realidad, que nos dice que en la informalidad se encuentra la primera mayoría en el mundo del trabajo hoy en el Perú, que están excluidos socialmente y que reclaman con justicia su inclusión. Como centrales sindicales no podemos negarnos a incorporarlos a nuestras propias organizaciones, ya que de ser así, estaremos de espaldas a la realidad y por tanto en vías de extinción. El reto es muy grande y el trabajo es arduo: el diagnóstico de la problemática por actividades que desarrolla el sector informal se encuentra bastante avanzado, sin embargo, es necesario que las centrales sindicales peruanas consideren de vital importancia en sus agendas, el tema de la informalidad y que planificadamente se elabore un plan estratégico que incluya ejes de acción que involucren un despliegue de estrategias y acciones de afiliación de dicho sector, de recopilación normativa y propuestas de políticas públicas al gobierno, generación de alianzas estratégicas con ONG, instituciones académicas, organismos
nacionales e internacionales y sociedad civil organizada para una propuesta sindical inclusiva del sector informal. La sensibilización a la ciudadanía y a la masa trabajadora sobre la importancia de la formalización, entre otras acciones destinadas a la recuperación del sector informal en el escenario del sindicalismo en nuestro país, es una ruta a seguir en el futuro inmediato, cobrando entonces una vital importancia, el rol de las centrales sindicales, especialmente el de la CATP. Es claro entonces que la masa de trabajadores informales (dependientes o auto empleados) es un núcleo duro que no desaparecerá con el crecimiento per-se que ha empezado ya a desacelerarse en la región, ni por las fuerzas del mercado, sino por políticas públicas explícitas que a la fecha no existen. Por otro lado, tenemos también en el sector público empleo informalizado, tercerizado y en condiciones lejanas a las que el trabajo digno propone. En tales condiciones, no hay manera que las centrales sindicales volteemos la cara a esta realidad, incluida la CATP. Para ello, disponemos de información que nos ayuda a vislumbrar el camino. Hay estadísticas gubernamentales, mapeos (apoyados por Wiego) de organizaciones de la economía informal de segundo grado (Federaciones Nacionales), y mapeos en varias regiones del interior que nos permiten entender mejor este mundo del sector informal que se veía disperso y desorganizado. Asimismo identificamos iniciativas de convergencia gremial en este sector (Plataforma de la Economía Informal apoyada por la FES). Hay iniciativas novedosas de formación de líderes en empleo informal usando Educación a distancia, medios virtuales, impulsando la alfabetización digital entre ellos (Wiego-Plades-IFWEA Online Labour Academy). Se han creado mesas de diálogo entre autoridades y organizaciones de la economía informal, logrando avances concretos (Ordenanza del comercio ambulatorio en Lima). A su vez, se preparan de cara a las próximas elecciones municipales, debates electorales
donde estos trabajadores y su problemática buscarán respuestas de los candidatos. A todo esto se suma OIT con el proyecto FORLAC. Frente a la CIT 2014, muchas de estas organizaciones de trabajadores en empleo informal se han reunido con las centrales sindicales, para reflexionar sobre la trascendencia del debate en Ginebra, buscando compartir su problemática y experiencias, solicitando además que las incorporen como delegados oficiales en los debates a realizarse. Hay una gran potencial si logramos estar más abiertos y menos arrogantes. La CATP tiene ahora el reto de recuperar de sus orígenes, parte de esta energía del sector informal que busca canales para conducirse, pero que también reclama respeto por su particularidad, reconocimiento y espacio dentro de la central. Tarea difícil pero no imposible. Cuando dudemos o nos desanimemos volveremos a mirar los datos de la realidad, que nos dice que en la informalidad se encuentra la primera mayoría en el mundo del trabajo hoy en el Perú, que están excluidos socialmente y que reclaman con justicia su inclusión. Como centrales sindicales no podemos negarnos a incorporarlos a nuestras propias organizaciones, ya que de ser así, estaremos de espaldas a la realidad y por tanto en vías de extinción. El reto es muy grande y el trabajo es arduo: el diagnóstico de la problemática por actividades que desarrolla el sector informal se encuentra bastante avanzado, sin embargo, es necesario que las centrales sindicales peruanas consideren de vital importancia en sus agendas, el tema de la informalidad y que planificadamente se elabore un plan estratégico que incluya ejes de acción que involucren un despliegue de estrategias y acciones de afiliación de dicho sector, de recopilación normativa y propuestas de políticas públicas al gobierno, generación de alianzas estratégicas con ONG, instituciones académicas, organismos
nacionales e internacionales y sociedad civil organizada para una propuesta sindical inclusiva del sector informal. La sensibilización a la ciudadanía y a la masa trabajadora sobre la importancia de la formalización, entre otras acciones destinadas a la recuperación del sector informal en el escenario del sindicalismo en nuestro país, es una ruta a seguir en el futuro inmediato.