Ser Humano
1 Sesión No. 11 Nombre: Solidaridad Contextualización Solidaridad, significa compartir la carga de los demás. Ningún hombre es una isla. Estamos unidos, incluso cuando no estamos conscientes de esta unidad. Nos une el paisaje, unos unen la carne y la sangre, nos unen el trabajo y la lengua que hablamos. Sin embargo, no siempre nos damos cuenta de estos vínculos. Si tuviésemos que definir con mayor precisión el significado de la palabra solidaridad, tal vez tendríamos que recurrir a las palabras del Evangelio en su origen. Jesucristo define el sentido de este término: Compartid la carga de los demás, así observareis la ley de Dios. Significa compartir la carga de los demás. Ningún hombre es una isla. Estamos unidos, incluso cuando no estamos conscientes de esta unidad. Nos une el paisaje, unos unen la carne y la sangre, nos unen el trabajo y la lengua que hablamos. Sin embargo, no siempre nos damos cuenta de estos vínculos.
2 Introducción al Tema El fundamento de la solidaridad es la conciencia, y lo que estimula su nacimiento es el grito del hombre maltratado por otro hombre. La solidaridad establece vínculos singulares entre los hombres: el hombre se une a otro hombre para auxiliar a quien lo necesita. Yo estoy contigo, tú estás conmigo, estamos juntos por Él. Una comunidad solidaria se diferencia de las otras por el hecho de que en ella esta primero el por el y luego el nosotros. Ante todo está el herido y su grito. Después se atiende a la conciencia que es capaz de escuchar y entenderlo. Solo en este momento nace la comunidad. En solitario servimos para muy poco, solo en la comunidad con las demás personas podemos avanzar y conseguir un mayor número de metas. Para que una sociedad funcione, los ciudadanos deben contribuir a la formación y al desarrollo de una sociedad, evitando así el paternalismo. Las responsabilidades de los ciudadanos deben estar enfocadas a conseguir el bien común, compartiendo los lazos de solidaridad.
3 Explicación VI.1 Identificarse con la comunidad Cuando nace la solidaridad se despierta la conciencia y aparecen entonces el lenguaje y la palabra. Es entonces cuando sale a la luz todo lo que hasta ese momento estaba escondido. Lo que nos une se hace visible para todos. Y el hombre carga en su espalda con el peso del otro. La solidaridad habla, llama, grita, afronta el sacrificio. La solidaridad posee además otro aspecto: no es necesario imponerla al hombre desde el exterior, mediante la violencia. Esta virtud nace por sí sola, de manera espontanea del corazón. En el fondo todos somos solidarios porque todos, en lo más íntimo de nuestras almas, somos hombres de buena voluntad. La solidaridad mana de la buena voluntad y suscita en los hombres una buena voluntad. Es como un ardiente rayo de sol, allí donde incide deja un calor que continua irradiando, sin violencia. Solo una cosa le es vital: que no le pongamos obstáculos, resistencias estúpidas y sin sentido. La solidaridad se dirige a todos y jamás en contra de nadie. Fundamento y origen de la solidaridad es lo que de verdadero esta en el corazón de todo hombre durante su vida. Cuando llega la primavera lo que interesa es sembrar y arar a tiempo. Cuando llega el otoño lo que interesa es cosechar a tiempo. Cuando la casa está ardiendo lo que interesa es apagar el incendio. Lo que en verdad importa a un profesor es que la escuela sea en verdad una escuela; la universidad, una universidad; el libro un libro. A todos nosotros, lo que de verdad nos interesa es que la verdad signifique verdad y la justicia, justicia. Hoy estamos viviendo un momento extraordinario. La gente desecha su máscara, sale de los escondrijos, muestra su verdadero rostro. Su conciencia, en el polvo del olvido, sale a luz. Hoy somos tal como en verdad somos. Los creyentes son creyentes; los dudosos, dudosos; los no creyentes, no creyentes. No tiene
4 sentido desempeñar papeles ajenos, no los nuestros. Cada uno quiere ser llamado por su propio nombre. Estamos viviendo no solo un acontecimiento social o económico, sino ético. Se refiere a la dignidad del hombre. La dignidad del hombre se fundamenta en la conciencia. La solidaridad más profunda es la solidaridad del hombre. Ser solidarios con el hombre significa poder contar siempre con Él, y contar con el hombre significa creer que en Él hay algo permanente que nunca defrauda. La conciencia es aquello que permanece en el hombre, que no es causa de desengaño. Pero para esto es necesario una cosa: querer poseer una conciencia. El hombre tiene el poder de destruir en si mismo aquello que determina su esencia de hombre. Pero es también causa de alegría porque nos hace ver que siempre es posible reconstruir la conciencia. La solidaridad no solo es obra de aquellos que siempre han tenido conciencia, sino también de aquellos que se han reconstruido en sí mismos. La ética de la solidaridad se desarrolla y se manifiesta en un sistema social concreto, en un tiempo y en un lugar determinado. La solidaridad es solidaridad con los hombres y por los hombres. Es, por consiguiente, un fenómeno social, que trae ciertas consecuencias. VI.2 Aportar a la sociedad El testimonio fundamental se refiere al sentido de la dignidad del hombre. El concepto de dignidad del hombre no puede determinarse recurriendo a definiciones. La dignidad del hombre es un valor que se advierte y que se ve, pero del que es difícil hablar. A pesar de todo se puede concretar la atención sobre este valor refiriéndolo a su contexto. Este contexto viene de los derechos del hombre. La dignidad del hombre se manifiesta a través de los derechos que competen al hombre.
5 Hagamos una lista como ejemplo. El hombre tiene derecho a tener la Esperanza más alta, esa Esperanza que liga al hombre y a la comunidad humana con Dios. Se puede debatir la teoría y el valor de las argumentaciones, pero no se puede negar el derecho a la Esperanza. Esta negación se produce con cada discriminación de los que viven según esta Esperanza. Si se niega el derecho, se viola la dignidad humana. El hombre tiene, además, derecho a trabajar con un sentido, independientemente de las formas que puede asumir, es un rudo golpe contra el sentimiento de la dignidad del trabajo humano. Es una forma de traición!no es licito traicionar! Ni de palabra ni de acto, ni con negación del acto. Quien traiciona se hunde bajo el nivel de la conciencia. El hombre tiene el derecho de asociarse en organizaciones que expresen el carácter comunitario del trabajo humano. Naturalmente, se pueden enumerar otros detalles. Todo, sin embargo, se concreta en este último: la dignidad del hombre. Para que la sociedad tenga un crecimiento estable y verdadero, siempre se debe buscar el bien común, el ideal del bien común no es patrimonio de planteamiento partidario alguno; el objetivo que tenemos como ciudadanos de servir al interés nacional aun en las circunstancias más difíciles con deber y voluntad. La única regla para la convivencia armónica en una sociedad es la necesidad del orden para convivir entre los seres humanos.
6 Conclusión Al término de esta sesión el alumno debió distinguir el papel que tiene la persona humana dentro de su comunidad como profesional en la sociedad. Además de que valoro la aportación a la sociedad como un elemento sustancial para el bienestar. El supuesto bienestar que logran los hombres a fuerza de derribar a los otros, de utilizarlos como simples escalones para subir al éxito, de olvidarlos en la desdicha, de ignorarlos en la pobreza, de sumirlos en la ignorancia, de este tema continuaremos hablando en la siguiente sesión.
7 Actividad de Aprendizaje Al realizar esta actividad podrás demostrar el nivel de apropiación del conocimiento obtenido a través de esta sesión, para esto elabora un reporte, en Word, con una extensión de 2 cuartillas, sobre los temas tratados en está, tomando en cuenta que se evaluarán las siguientes características: Objetivo: describe de manera clara el propósito de su reporte. Procedimiento Resultado Conclusión Bibliografía Bibliografía, ortografía y redacción Al finalizar el desarrollo de este tendrás que subirlo a la plataforma.
8 Referencias Beuchot, M. (2004). Antropología filosófica. España: Emmanuel Mounier. Cassirer, E. (2007). Antropología filosófica. México: Fondo de Cultura Económica. Tischner, J. (1983). Ética de la solidaridad. Madrid: Encuentro. XXIII, J. (28 de marzo de 1959). Multimedios. Recuperado el 3 de agosto de 2007, de Misterio de muerte y vida : www.multimedios.org/docs2/d000855/index.html