9. REFLEXIONES FINALES SOBRE EL BACHILLERATO El análisis de la experiencia confirma algunas reflexiones que se han hecho sobre el bachillerato. La primera corresponde al currículum de este nivel educativo (plan, programas de estudio, etc.), que se considera sumamente extenso en las diferentes áreas del conocimiento y en las actividades que se llevan a cabo en tres años. Lo anterior se acentúa en la modalidad bivalente (que incluye los ejes propedéutico y de formación para el trabajo), en la que se da una importancia determinante al eje de formación o capacitación para el trabajo. Cabe mencionar que en Hidalgo el CECYTEH dedica parte de los tres años a este eje y el COBAEH y el Telebachillerato parte de los dos últimos años. La diversidad de temas y áreas de conocimiento abruma a los jóvenes recién egresados de la secundaria e impide se apropien del conocimiento que estipula el plan y los programas de estudio. Esta situación se agrava en los casos en los que los alumnos no tienen el perfil académico de ingreso que se requiere para este nivel educativo. Por otro lado, en el eje de capacitación para el trabajo se les demanda adquieran competencias prácticas que, en ocasiones, algunos obreros en ejercicio no dominan. Esta diversidad exige personal especializado (docentes, técnicos, ayudantes); así como, infraestructura educativa especializada (laboratorios, talleres, áreas de cultivo, salas de consulta, etc.) y diferentes recursos que elevan los gastos de operación, con resultados no muy gratos en cuanto a la eficiencia terminal, deserción y reprobación. En este sentido, habría que impulsar un nuevo acuerdo nacional sobre el perfil del bachillerato (acciones que se han intentado hace años desde la Secretaría de Educación Pública), que derive en un currículum que contenga el mínimo y suficiente número de temas que formen de manera integral al futuro bachiller para que prosiga estudios superiores o se incorpore al mercado de trabajo. Haciendo énfasis en beneficiar la apropiación y dominio de las habilidades cognoscitivas, la toma de decisiones, la búsqueda de información, etc., más que la memorización de conceptos y su aplicación semiautomática. 162
La segunda reflexión se asocia a la participación de todos los actores relacionados con la educación de las futuras generaciones de bachilleres. Es viable mejorar el desempeño de las alumnas y los alumnos mediante el apoyo de padres y madres de familia a sus hijas e hijos, por lo que se deberá orientar a los padres y madres de familia, desde los planteles, las Direcciones Generales y los diferentes niveles de Gobierno, sobre las acciones que pueden y deben de realizar para apoyar a sus hijos. Asimismo, es importante establecer acciones firmes para que sociedad y empresas contribuyan a mejorar el desempeño en este nivel educativo mediante ideas novedosas, aportación de recursos y su participación activa en los planteles. Esto es, la vinculación debe promoverse en los dos sentidos de la escuela al entorno y de éste a la escuela. La tercera reflexión es la de mejorar la articulación entre la educación básica y el bachillerato y la de éste con los estudios superiores y los mercados de trabajo. Es importante disminuir repeticiones innecesarias de temas a lo largo de los diferentes niveles educativos, hay que mejorar la secuencia en la que los alumnos se apropian del conocimiento y de los procesos de toma de decisiones en el marco de su formación integral. Una cuarta reflexión y última en este documento (lo que no quiere decir que no haya más) es la inobjetable necesidad de mejorar el perfil docente y profesional de nuestras profesoras, profesores y personal técnico; así como, el perfil profesional del personal administrativo y de los funcionarios, a la vez que se mejoren de manera sustancial los salarios. No es posible continuar otorgando salarios muy modestos al personal del cual depende la formación integral de los jóvenes y, en consecuencia, el futuro de cada región, entidad federativa y del país. Estas reflexiones están directamente relacionadas con el objeto de este trabajo, en virtud de que gran parte de las causas de la deserción, reprobación, calificaciones modestas e ineficiencia se asocia a que se ha dejado que las escuelas, con sus recursos limitados, sean las únicas responsables de comunicar el conocimiento a los jóvenes sin la participación o, en el mejor de los casos, con la modesta participación de los demás miembros de la sociedad. 163
Además, las escuelas están a cargo de personal entusiasta pero con salarios modestos, lo que a la larga los distrae de su importante misión de formar bien a nuestra juventud, al ser obligado se dediquen a buscar otros empleos para completar su salario. Esta situación impide que tengan el tiempo adicional para formarse y actualizarse en forma continua, tanto en la docencia como en el aspecto profesional, ya que deben de buscar opciones adicionales para mejorar su ingresos y llevar la vida decorosa que merecen. Esto es, los procesos de evaluación institucional indican con cifras objetivas y comprobables las causas internas y externas del posible deterioro o mejora del servicio educativo de un plantel, conjunto de planteles agrupados en un subsistema o un sistema estatal. Y las cifras corresponden a indicadores de evaluación objetivos y demostrables que han sido propuestos en forma participativa por los actores del proceso educativo. Las causa internas al sistema educativo se pueden mejorar con recursos dedicados puntualmente a las acciones tendentes a mejorar el desempeño académico de los estudiantes de una manera sistemática y sustentada en los resultados de la evaluación; así como, con la mirada fija en las metas institucionales a lograr. Por ejemplo, se podrían implantar programas integrales para que los alumnos de nuevo ingreso tuvieran el perfil requerido (cursos propedéuticos disciplinares, de hábitos de estudio, de desarrollo de habilidades del pensamiento, asesorías, tutorías, apoyo psicopedagógico, etc.). Por otro lado, programas de formación y actualización del personal docente mediante posgrados en educación y disciplinares son indispensables; así como, programas de formación y actualización del personal no docente. Las causas externas se asocian a la toma de decisiones ligadas a otorgar recursos financieros razonables para mejorar la infraestructura y las condiciones laborales; así como, muy importante, a fijar a nivel nacional un curriculum de bachillerato con contenidos regionales que sirva para mejorar el perfil del egresado, de manera que se le forme como una persona que inicie y concluya con éxito estudios superiores o, si así lo desea, se incorpore al mercado de trabajo ya sea en forma parcial o total. 164
El currículum nacional de bachillerato serviría como marco para establecer categorías, variables, indicadores y parámetros de evaluación del desempeño institucional en un marco de alcance nacional y llevar a cabo programas permanentes y de larga duración de mejora de la calidad de la educación a través de, entre otras acciones, la formación y actualización del personal, la mejora a la infraestructura, la vinculación con el entorno, etc. El currículum nacional y sus parámetros servirían como una imagen a 20 ó 25 años, para que cada uno de los planteles alcanzara un ideal educativo planteado de manera participativa. Como ya se mencionó, la célula básica del sistema nacional de bachillerato es el plantel y su comunidad. La comunidad de cada plantel, con el apoyo de las dependencias educativas federales, estatales y municipales fijarían sus propios planes y programas (en el marco de su normatividad); así como, establecerían las responsabilidades de cada uno de los actores en el proceso educativo local con el propósito de alcanzar los parámetros y metas del plantel con un horizonte de los ideales educativos estatal y nacional. Es un proceso multidimensional y será la participación coordinada de todos los interesados en la formación integral de los jóvenes la que permitirá alcanzar las metas propuestas en el plantel, la institución o el subsistema estatal de bachillerato. Es obvio que para gran número de regiones de México y del mundo, una causa externa que afecta el desempeño académico de los estudiantes, y por ende del plantel, son las condiciones de pobreza que laceran a amplios sectores de la sociedad y que, por más recursos que se otorguen al plantel, los indicadores básicos de evaluación no mejorarán simplemente porque los estudiantes, sus padres, la mayor parte de las personas, aún no tienen lo suficiente para comer en forma saludable, no cuentan con los satisfactores básicos para el bienestar familiar y, en consecuencia, envían a sus hijas e hijos a la escuela en condiciones adversas para que se apropien del conocimiento. En este sentido, una acción externa que pudiera disminuir la deserción en este nivel educativo y consecuentemente incrementar la eficiencia terminal; así como, aumentar los índices de absorción, sería la decisión gubernamental de hacer obligatorios los estudios de bachillerato para todos los jóvenes egresados de secundaria, aunado a un sistema de becas de dos salarios mínimos por estudiante y con fondos suficientes para que todos y todas pudieran estudiar y vivir con dignidad y sin presiones económicas. 165
Es una decisión importante y de un impacto tan positivo que coadyuvaría a incorporar al país a una senda firme de desarrollo de una sociedad basada en el conocimiento. Al acordarse lo anterior, necesariamente se incrementarían los recursos federales, estatales e internacionales para este fin y se generaría una derrama económica en todas las comunidades, en el Estado y en el país, que beneficiaría a todos los mexicanos. En tanto lo antes dicho se establece gradualmente, se considera que los procesos de evaluación ofrecen datos e información objetiva que permite mejorar la toma de decisiones en lo personal y en lo institucional y, en este sentido, coadyuvar a mejorar la educación y la gestión educativa que tanta falta hace. Asimismo, los conocimientos de la Tecnología Educativa en apoyo a los proyectos de evaluación educativa son determinantes para facilitar los múltiples procesos asociados a cada proyecto y para guiar la participación de las personas que intervienen en ellos. Cuando se tomaron decisiones espontáneas o sin sustento, se cometieron errores que cuestionaron a los proyectos ante la comunidad académica y se requirió de muchos meses e innumerables acciones para recuperar la credibilidad en ellos y en las personas que los coordinaban. En suma, es altamente recomendable apoyarse en el acervo que ofrece la Tecnología Educativa para el desarrollo de proyectos educativos y no apartarse demasiado de sus lineamientos con lo que se lograrían procesos pertinentes, sistemáticos, sustentados, objetivos, ordenados, científicos y participativos con un impacto social benéfico para todos. De acuerdo a lo anterior, una Dirección General de una institución o de un conjunto de instituciones (cada una con varios planteles de educación media superior), con base en los resultados de los procesos de evaluación, en el ideal educativo y en los objetivos y metas establecidos en los planes de desarrollo institucional tomará decisiones oportunas, sustentadas, racionales y objetivas, con la participación de la comunidad escolar; asimismo, se facilitará establecer objetivos y metas tanto al nivel del conjunto de instituciones, como en cada institución y finalmente para cada plantel. Para el logro de estas metas la Dirección General correspondiente deberá de otorgar los recursos y el personal necesario a cada plantel, hacer 166
partícipes a todos los actores del proceso educativo y llevar a cabo una gestión firme y decidida que contribuya a dicho logro. La tarea se le facilitará en virtud de que toda la comunidad relacionada con la educación en un plantel o institución estará enterada de la situación institucional, de las metas y objetivos a alcanzar y de las acciones que cada miembro de dicha comunidad es responsable. En este sentido, se coadyuvará a mejorar la educación que se imparte en cada plantel, cada subsistema y el sistema estatal y nacional de bachillerato, lo que, al final de cuentas, es el objetivo de millones de personas en el país. 167