En niños pequeños puede rellenarse con la almohadilla que lleva, a lo largo de cabeza, cuello y espalda del niño. TABLERO ESPINAL LARGO Su longitud aproximada es de 1 metro 90 cm, y se utiliza para la inmovilización y traslado del paciente hasta la camilla de transporte. El tablero espinal largo dispone de asas laterales y se complementa con inmovilizadores laterales de cabeza con unas cintas para la frente y el mentón (barbuquejos) y al menos tres cinturones para el tronco y miembros inferiores o con correas de fijación en forma de Y que denominamos araña o pulpo. Fig. 21.- Tablero espinal largo Fig. 22.- Inmovilizador de cabeza Siempre debemos sujetar a la víctima con las correas del tablero espinal y con el inmovilizador de cabeza, en prevención por si precisa un vuelco lateral en bloque por vómitos, un traslado inmediato por agravamiento de su estado o para evitar lesiones medulares ante movimientos de transporte cuando sólo está fijada la cabeza y no el tronco. Para la colocación de la víctima sobre el tablero se utilizan principalmente técnicas del tipo de puente holandés y el volteo lateral o maniobra de rodadura (ver más adelante). Finalmente, se realiza la sujeción de tronco y extremidades a la altura de, al menos, axilas, pelvis y parte proximal de las rodillas, pudiendose colocar una cuarta cincha proximal a tobillos y, posteriormente, se fijan las almohadillas laterales de la cabeza con barbuquejos frontal (obligatorio) y mentoniano. 15
Cuando la sujeción se realiza con la araña, los puntos de fijación son similares salvo el de los hombros, que se colocará lo más pegado posible al cuerpo, a los hombros, evitando holguras en esta zona para evitar desplazamientos craneales motivados por los frenazos de la ambulancia, etc.. Emergentziak Osakidetza Fig. 23.- Sujeción con correas tipo araña. CAMILLA DE CUCHARA También llamada de palas, telescópica o de tijera. Consta de dos palas metálicas, simétricas, extensibles longitudinalmente, que se anclan por sus extremos. Para su colocación son necesarias, al menos tres personas. Se situa junto a la víctima y se calcula su altura para fijar la longitud de las palas. La parte más ancha se coloca a nivel de cabeza y tronco. Se abre por sus extremos superior e inferior y se procede a recoger al paciente, primero introduciendo una pala y luego la otra, anclándolas nuevamente por simple presión. Se le acopla un inmovilizador de cabeza, cuyas piezas trapezoidales se colocan con las caras inclinadas en contacto con la cabeza de la víctima. Por último, se sujeta la víctima con los cinturones de esta camilla de cuchara. La camilla de cuchara es un instrumento para la recogida y movilización de pacientes traumáticos hasta la camilla de transporte, pero no es recomendable su utilización durante el transporte en la ambulacia por las vibraciones que este elemento transmite al paciente durante la marcha. Posibles complicaciones con su uso: - Cierre incompleto de los anclajes con el riesgo de apertura y caída del paciente. 16
- Pellizcado de la piel del paciente al cerrar la camilla. - Mala coordinación en el volteo del paciente con riesgo de aumento de lesiones espinales. pies anclaje cabeza anclaje Ajuste de longitud Fig. 24.- Camilla de tijera o cuchara. Fuente: http://www.impomedic.com COLOCACIÓN DE CABEZAL CON PERFIL DE TRAPECIO RECTÁNGULO Fig. 25.- Cabezal en tablero espinal. Fig. 26.- Cabezal en camilla de cuchara o tijera. COLCHÓN DE VACÍO Es un colchón de plástico relleno de un material aislante en forma de minúsculas bolas de poliespan, con una válvula a la que se aplica una bomba para realizar el vacío (también puede utilizarse el aspirador de secrecciones para crear el vacío). El colchón es moldeable y cuando realizamos el vacío, queda con la forma que le hayamos dado; con ello conseguimos un soporte rígido que se adapta a las curvaturas del cuerpo, inmovilizando todo el cuerpo en una unidad (cabeza, cuello, tronco y miembros). Para que 17
la inmovilización espinal sea adecuada, debe llevar atadas las correas de sujección del propio colchón y la víctima debe llevar colocado el collarín cervical. Ofrece la ventaja de reducir los efectos de las vibraciones tanto en transporte terrestre como aéreo. Indicaciones del colchón de vacío: Traslados de larga duración (de al menos 30 minutos) en pacientes con sospecha de lesiones en la columna vertebral, pelvis y extremidades. Traslados interhospitalarios de pacientes con fijaciones externas Traslados que precisen una posición determinada durante todo el trayecto (decúbito lateral si no se va a poder controlar la vía aérea). Inconvenientes: Al levantarlo del suelo se pueden producir arqueamientos, por lo que precisa un soporte rígido debajo (tablero espinal largo o camilla de cuchara). En los traslados aéreos con la altura pierde consistencia y rigidez, al disminuir la presión atmosférica. Fig. 27.- Colchón de vacío. Fuente: http://www.bahiamedica.com FÉRULAS DE EXTREMIDADES Férulas rígidas: De diversos materiales, aluminio, hierro, madera, plástico.. Férulas de Kramer: Recomendadas para todo tipo de fracturas. El material empleado para su construcción es sencillo y muy versátil. Se moldea sin dificultad permitiendo angulaciones múltiples. Férulas semirrígidas: Indicadas para fracturas del 1/3 distal del brazo y pierna Férulas hinchables: Construídas de material de plástico hinchable y cerradas por una cremallera. Son radiotransparentes, rápidas de colocar y ayudan a controlar las 18
hemorragias. Indicadas para fracturas del 1/3 distal del brazo y pierna. No deben utilizarse en fracturas anguladas. Férulas de vacío: Compuestas de material semejante a los colchones de vacío, tienen la misma forma que las hinchables y sus indicaciones son las mismas. La rigidez de la férula se obtiene después de haber extraído el aire. Indicadas para fracturas localizadas cerca de la articulación. Férula de tracción: Se aplica apoyando la extremidad fracturada en la férula a la altura de tuberosidad isquiática pliegue glúteo-, en su parte proximal, y distalmente en el tobillo donde se sitúa el mecanismo de tracción. Se apoya el muslo en la férula, sujetándose con una correa a la altura inguinal y después se sujeta el tobillo y se tracciona; posteriormente se sujeta la extremidad circularmente con las correas restantes. Una tracción excesiva puede causar daño en la piel del pie, tobillo o periné. Indicadas para fracturas de extremidades inferiores, casi exclusivamente las de fémur. No están indicadas para las fracturas proximales de fémur, las de cadera, rodilla, peroné y tobillo. Ventajas e inconvenientes de los principales tipos de férulas: FÉRULAS RÍGIDAS Ventajas Buena inmovilización Cartón: radiotransparentes Inconvenientes Mala adaptabilidad Metálicas: no radiotransparentes Precisan sujeción externa FÉRULAS de VACÍO Ventajas Buena inmovilización Radiotransparentes Buena adaptabilidad y presión uniforme Control de sangrado Inconvenientes Se pinchan Diferentes válvulas Influencia de la altitud FÉRULAS HINCHABLES Ventajas Buena inmovilización Radiotransparentes. A veces transparentes: permiten la inspección de la lesión. Buena adaptabilidad y presión uniforme Control de sangrado Inconvenientes No permiten explorar pulsos. Se pinchan Inflado Diferentes válvulas La presión varía con la altitud y con la Tª ambiente. 19
Fig. 28.- Fig. 29.- Fig. 30.- CINTURÓN PÉLVICO SAM II 2, 3 El cinturón pélvico SAM II está indicado para reducir y estabilizar de forma segura las fracturas en libro abierto (fracturas por compresión anteroposterior) del anillo pélvico, produciendo una fuerza controlada circunferencial que ha sido estudiada por investigadores de Legacy Health System. Dispone de un sistema Autostop que no permite que la fuerza de compresión sea superior a 14,97 Kg. Este sistema está programado de tal forma que la hebilla deja de presionar cuando se obtiene la fuerza de compresión idónea e impide que el cinturón apriete más. El tamaño standard (circunferencia cadera: 81-127 cm) se ajusta al 98% de la población. Hay tamaños especiales: XL (c. cadera: 91-52 cm) y XS (c. cadera: 69-119 cm) Cuando está correctamente ajustado produce un sonido de click que indica el momento para fijarlo con el velcro del propio cinturón. 2 Bottlang M., Simpson T., Juergen Sigg, et al..noninvasive Reduction of Open-Book Pelvic Fractures by Circumferential Compression J ournal of Orthopaedic Trauma. 2002. Vol. 16, No. 6, pp. 367 373. 3 Emergent Management of Pelvic Ring Fractures With Use of Circumferential Compression Bottlang M, C.Krieg J, Mohr M, et al.. 20
Este dispositivo es rediotransparente y se puede limpiar con detergentes comunes o soluciones antimicrobianas. Su material está libre de latex. Fig. 31.- Cinturón pélvico Fig. 32- Fracturas en libro abierto por compresión anteroposterior. Fig. 33.- Altura de colocación de cinturón pélvico 21
Los cirujanos de trauma de todo el mundo reconocen la importancia de estabilizar las fracturas pélvicas durante las primera hora crítica, la hora de oro que sigue al trauma severo, ya que están por lo general asociadas a hemorragias potencialmente mortales. La colocación se realiza en tres pasos: PASO 1: Quita los objetos de los bolsillos y de la zona pélvica del paciente. Coloca el cinturón pélvico centrándolo en los trocánteres mayores (protuberancia proximal del fémur). La parte blanca del cinturón queda hacia adentro. PASO 2: Pasa la correa negra por la hebilla naranja y tracciona de esta correa y del asa naranja en sentidos opuestos. PASO 3: Cuando oigas y sientas el click deja de traccionar y pega la correa negra en el velcro del cinturón, quedará fijado en esta posición. Fig. 34, 35, 36 y 37: colocación del cinturón pélvico. 22
Inmovilización Las situaciones en las que nos podemos encontrar a las víctimas traumáticas por accidentes son innumerables; las condiciones dependientes de la ubicación, tipo de accidente, tipo de vehículo, acceso a esa persona, número y gravedad de personas afectadas, etc. son muy variadas, por lo que vamos a esquematizar las directrices generales de asistencia a víctimas que encontramos sentadas en el vehículo, las que han sido despedidas del automóvil o atropelladas y víctimas de accidente de moto. 1.- Víctima sentada en el vehículo Ver tema 11, PROTOCOLO DE ACTUACIÓN PARA LA EXTRACCIÓN. 2.- víctima en decúbito Aquí incluimos a víctimas que han sido despedidas del automóvil, a las atropelladas y a las accidentadas de moto o bici, a las que han sufrido electrocución, inmersión o precipitación o que han sido víctimas de un derrumbamiento, golpe o aplastamiento. Podemos encontrarlas en decúbito supino, prono, lateral o en posturas inverosímiles. Para una adecuada valoración primaria e inmovilización cervical debemos colocar a estas víctimas en decúbito supino y en esta posición es cuando colocaremos el collarín cervical. Siempre realizaremos la movilización en bloque con una inmovilización simultánea de toda la columna vertebral. Es necesario usar un tablero largo, collarín cervical, protecciones para la cabeza y cintas. Nunca debemos inmovilizar sólo la cabeza cuando tenemos a la víctima en el tablero espinal. Si el cuerpo no esta inmovilizado, un desplazamiento causado al levantarlo o por el movimiento en el trasporte hace que se mueva el cuerpo y no la cabeza, lo que puede agravar o desencadenar una lesión de la medula espinal. Esta medida también nos permite voltear en bloque al paciente con vómitos, situación que puede y suele surgir precipitadamente. 23
Movilización TÉCNICAS DE MOVILIZACIÓN 1- Volteo lateral o Maniobra de rodadura en bloque Descrito más adelante, en la movilización de pacientes desde decúbito. La víctima es volteada, por tres o cuatro rescatadores, hasta el decúbito lateral, permitendo su colocación sobre el tablero espinal. 2- Puente holandés Consiste en la elevación de la víctima situados los rescatadores en puente por encima de ella, que deberá estar en decúbito supino. Se necesitan un mínimo de 5 rescatadores. 1. El rescatador 1 sujeta la cabeza y cuello, traccionando ligeramente. 2. Los rescatadores 2, 3 y 4 situados como un puente colocan sus manos a ambos lados de la víctima, en axilas, pelvis y rodillas. 3. Realizan un mínimo levantamiento (a la voz de tres del rescatador 1) y un quinto rescatador introduce el tablero bajo la víctima. 4. Si la víctima no queda bien centrada en la tabla, no se deben realizar movimientos laterales, sino tracciones superiores, inferiores y ligeramente oblicuas hasta que quede centrada. (Fig. 42) MOVILIZACIÓN DESDE DECÚBITO SUPINO A LA TABLA ESPINAL. 1º. El rescatador 1 accede a la víctima buscando su cara y sujetando la cabeza con las dos manos; realiza la inmovilización cervical al mismo tiempo que se presenta. 2º. El rescatador 2 sujeta la cabeza de la víctima en posición neutra desde la cabecera colocando los pulgares en dirección a la cara, permitiendo que el rescatador 1 libere sus manos. 3º. El rescatador 1 se arrodilla a la altura del tórax, realiza la valoración primaria incluida la palpación de la columna cervical, y aplica el collarín cervical y la mascarilla de O 2 al 100%. 24
Fig. 38 Fig. 39 4º. Los brazos del paciente se colocan a lo largo de su cuerpo con las manos sobre el abdomen y se alinean las piernas en una posición neutra. Puede inmovilizarse las piernas uniéndolas entre sí con una venda o correa por los tobillos. 25
5º. El rescatador 3 se asegura de que la tabla tiene correas para al menos tres puntos de sujeción y de que está colocada la base del inmovilizador de cabeza. Seguidamente coloca la tabla espinal paralela y pegando a la víctima, con el extremo inferior entre las rodillas y los tobillos del paciente (con lo cual el extremo superior asomará por encima de la cabeza del paciente) 6º. El rescatador 1 sujeta al paciente por los hombros y cadera-muslo de tal forma que se busque la alineación de la columna con las extremidades inferiores. 7º. El rescatador 3 se arrodilla a la altura de las rodillas del paciente y sujeta al paciente por la pelvis y las piernas. 8º. A las órdenes de uno, dos y tres del rescatador 2, que está sujetando la cabeza, se gira a la víctima a decúbito lateral, aproximándola hacia los rescatadores 1 y 3 como un bloque, manteniendo alineada la columna y asegurando, con sumo cuidado, la posición neutra de la cabeza durante todo el giro. Fig. 40 9º. Mientras los tres rescatadores sujetan a la víctima en decúbito lateral y después de que se aseguran de que el rescatador 3 está sujetando la pelvis correctamente, el rescatador 1, con la mano más distal a la cabeza del paciente (muslo), valora la espalda y la columna de la víctima. A continuación acerca más la tabla espinal, si no 26
hay una 4ª persona que pueda hacerlo. Mirar que las correas no queden encima. El rescatador 2, que está con la inmovilización cervical, debe poner especial cuidado para no provocar cualquier flexión o hiperextensión del cuello de la víctima. 10º. El rescatador 1 vuelve a coger a la víctima de la zona de cadera-muslo. 11º. Si hay una cuarta persona, la tabla larga se mantiene en ángulo contra la espalda del paciente y, a las órdenes del rescatador 2, se hace rodar a este sobre ella, para, después, descenderla hasta el suelo. 12º. Si sólo hay tres rescatadores, a las órdenes del rescatador 2 se vuelve a girar a la víctima en bloque hacia el decúbito supino sobre la tabla espinal. Este paso se realizará con mucho cuidado, evitando movimientos desfavorables y manteniendo la alineación neutral de la columna. "Emergentziak"Osakidetza." Fig. 41 13º. Si la víctima no quedara bien centrada sobre la tabla, no se deben realizar movimientos laterales, sino tracciones superiores, inferiores y ligeramente oblicuas hasta que quede centrada, mediante la técnica del puente holandés. 27
"Emergentziak"Osakidetza." Fig. 42 14º. Se asegura a la víctima sobre la tabla con un mínimo de tres correas: primero por tórax y axilas, después pelvis y, finalmente, justo por la zona superior a las rodillas. Los miembros superiores deben fijarse paralelos al torso del paciente con una cinta adicional, nunca con la misma cinta que fija la pelvis. El rescatador 2 continua con la inmovilización cervical. "Emergentziak"Osakidetza." Fig. 43 28
15º. En último lugar se coloca el inmovilizador de la cabeza, permitiéndose al rescatador 2 liberar sus manos. "Emergentziak"Osakidetza." Fig. 44 16º. Ya en la ambulancia, se procede a la valoración secundaria retirando toda la ropa para la exploración y cubriendo después con una manta térmica. Para inmovilizar a una víctima pediátrica de pequeño tamaño en la tabla de adulto, se deben colocar mantas enrolladas a lo largo de todo su cuerpo para evitar movimientos laterales. Debe además colocarse un acolchamiento desde la columna lumbar hasta los hombros del niño y lateralmente hasta los bordes de la tabla, para compensar la prominencia de su cabeza respecto al resto de su cuerpo. MOVILIZACIÓN DESDE DECÚBITO PRONO A LA TABLA ESPINAL. 1º. El rescatador 1 accede a la víctima buscando su cara y sujetando la cabeza con las dos manos; realiza la inmovilización cervical al mismo tiempo que se presenta. 2º. El rescatador 2 sujeta la cabeza de la víctima desde la cabecera colocando los pulgares en dirección a la cara, permitiendo que el rescatador 1 libere sus manos. 3º. Se alinean las piernas y los brazos de la persona lesionada con las palmas hacia dentro. 29
Fig. 45 Fig. 46 30
4º. Antes de colocar la tabla nos aseguramos de que tiene correas para al menos tres puntos de sujeción y de que está colocada la base del inmovilizador de cabeza. 5º. Se coloca la tabla espinal longitudinalmente y junto a la víctima en el lado correspondiente a la zona posterior de la cabeza, y nos aseguramos de que las correas no queden encima de la tabla. Esto lo hace un 3º ó 4º rescatador. 6º. El rescatador 1 palpa la espalda y la columna, y, junto con el rescatador 3, se colocan de rodillas encima de la tabla y, desde su lado posterior, sujetan a la víctima del hombro y cadera-muslo uno, y de la pelvis y piernas el otro. "Emergentziak"Osakidetza." Fig. 47 7º. Siguiendo las órdenes uno, dos y tres del rescatador 2, que está sujetando la cabeza, se gira a la víctima como un bloque a decúbito lateral y supino sobre la tabla, manteniendo alineada la columna y asegurando, con sumo cuidado, la posición neutra de la cabeza durante todo el giro. 31
"Emergentziak"Osakidetza."" Fig. 48 8º. Si la víctima no queda bien centrada en la tabla, no se deben realizar movimientos laterales, sino tracciones superiores, inferiores y ligeramente oblicuas hasta que quede centrada, mediante la técnica del puente holandés. 9º. Se procede en este momento a la finalización de la valoración primaria y palpación de la columna cervical, y a continuación se coloca el collarín cervical y la mascarilla de Oxigeno. El rescatador 2 continúa con la inmovilización cervical. "Emergentziak"Osakidetza."" Fig. 49 32
10º. Se asegura a la víctima sobre la tabla con un mínimo de tres cinturones: por encima del pecho y bajo axilas, sobre pelvis y justo por la zona superior de las rodillas. Los miembros superiores deben fijarse paralelos al torso del paciente con una cinta adicional, nunca con la misma cinta que fija la pelvis. El rescatador 2 continúa con la inmovilización cervical. 11º. Se procede por último a la colocación del inmovilizador de la cabeza, para evitar los movimientos laterales de esta y se permite al rescatador 2 liberar sus manos. 12º. Ya en la ambulancia, se procede a la valoración secundaria retirando toda la ropa para la exploración y cubriendo después con una manta térmica. Inmovilización para el transporte Como hemos comentado, la inmovilización de la víctima debe mantenerse al menos hasta su llegada al hospital, procurando su comodidad e intentando que la inmovilización no interfiera con la exploración del paciente. La velocidad durante el traslado deberá ser moderada en todo momento, para aproximarnos lo más posible a una aceleración constante y reducir al máximo los efectos de la aceleración lineal y angular y de las deceleraciones bruscas. Para la inmovilización podemos recurrir al colchón de vacío si se trata de trayectos largos (de más de 30 minutos) o al tablero espinal largo, para trayectos cortos. Nunca debe utilizarse la camilla de cuchara o tijera para los traslados, por la transmión de vibraciones que provoca. (Ver más arriba, en Material ). Para trayectos que van a durar más de 45 minutos, si no se dispone de colchón de vacío, es aconsejable colocar almohadillado en el tablero largo poniendo soportes bajo la columna lumbar, las rodillas y el cuello, para evitar dolores lancinantes que se producirán, aunque la víctima no esté lesionada, sin estas medidas. Cuando el traslado va a durar más de 90 minutos puede aparecer necrosis de piel, por lo que el almohadillado también previene esta complicación. Inmovilización de extremidades A la hora de inmovilizar una fractura no debemos olvidarnos de tomar los pulsos distales a esa fractura antes y después de colocar la férula, sobre todo si se trata de una férula 33
hinchable o de vacío. Así mismo hemos de observar durante el traslado o la permanencia con la víctima, los signos de palidez, cianosis o frialdad distales o síntomas como parestesias, etc. y comprobar periódicamente pulso. La inmovilización con férulas trata de proporcionar una contención suficiente de las fracturas utilizable en el mayor número posible de los casos. Las férulas deben ser de fácil colocación, con suficiente rigidez y ser radio transparentes. Fig. 50 Fig. 51 Fig. 53 Fig. 52 Fig. 54 Fig. 50 a 54. Localización de pulsos distales. 34
tema 13 RETIRADA DE CASCO Se ha demostrado que la utilización del casco cuando se ajustan correctamente reduce el riesgo de lesión mortal así como la gravedad de las lesiones que se producen en accidentes de motocicleta. El casco protege de lesiones craneales, maxilofaciales y cervicales. La retirada del casco es una técnica que se debe conocer; pero también hay que ser consciente del peligro que supone no hacerlo correctamente. Este peligro es el de producir en los accidentados con lesión en la columna vertebral, una parálisis definitiva. cuándo se debe quitar el casco? Solo hay cuatro circunstancias en las que parte o todo el casco debe ser retirado: 1. Cuando la careta facial o visor interfiere con una adecuada ventilación (casi siempre) o con la posibilidad de controlar la vía aérea de manera adecuada. 2. Cuando el casco está tan flojo que asegurarlo con el dispositivo de inmovilización cervical no provoca una adecuada inmovilización de la cabeza. 3. Cuando una hemorragia que amenaza la vida por debajo del casco puede controlarse solo si se quita el casco. 4. Cuando el tamaño del casco usado causa extrema flexión del cuello (esta situación ocurre comúnmente en niños). cuándo no se debe quitar el casco? En general no debe retirarse cuando suponga mayor peligro quitarlo, es decir: 1. Si no sé esta entrenado en la técnica de retirada. 2. Si solo hay una persona para realizar la maniobra. 35
3. Si viene en camino el Soporte Vital Avanzado y no existe compromiso vital. 4. Si con la técnica de retirada de casco se causa dolor en el cuello. 5. Si el casco presenta hundimientos o deformidades muy importantes. Para comenzar con la maniobra de retirada del casco, es fundamental que la víctima se encuentre en decúbito supino con la cabeza, cuello y tronco alineados. Si para lograr esta posición hay que movilizarle, se debe fijar manualmente la columna cervical. Secuencia de retirada de casco VÍCTIMA EN DECÚBITO SUPINO 1- Rescatador A: Accede a la víctima de frente estabilizando manualmente la columna cervical y valora consciencia.! 2- Rescatador B: Se coloca por detrás. Mantiene alineados la cabeza, el cuello y el tronco y sujeta el casco con sus dos manos tirando ligeramente de él hacia atrás. Coloca sus dedos en la mandíbula de la víctima para evitar que el casco se desplace si la correa de fijación está floja. 3- Rescatador A: Levanta el frontal 4- Rescatador A: Suelta o corta la correa. 5- Rescatador A: Fija y tensa suavemente el cuello colocando una mano bajo la nuca y otra en la mandíbula, con el dedo pulgar en un lado y el dedo índice en el otro. 6- Rescatador B: Retira el casco teniendo en cuenta que: - El casco tiene forma ovoidea y debe ser expandido lateralmente para facilitar la salida por las orejas. - Si el casco cubre completamente la cara para poder pasar la nariz es preciso elevar ligeramente la parte anterior. 7- Rescatador A: Mantiene el cuello fijo mientras se retira el casco. 8- Rescatador B: Tras la retirada del casco se ocupa de mantener la tracción lineal de la cabeza. 9- Rescatador A: Coloca un collarín cervical. El rescatador B mantiene la fijación manual mientras la persona A hace la valoración de la víctima. 36
El rescatador A apoya de esta manera su codo en el suelo, para sujetar mejor el peso de la cabeza cuando el rescatador B termine de extraer el casco. B debe avisarle a A cuando la cabeza vaya a quedar libre. Fig. 55 a 62. Secuencia de retirada de casco con víctima en decúbito supino. 37
VÍCTIMA EN DECÚBITO PRONO El rescatador A se presenta a la vez que sujeta casco y cabeza con sus manos. Antes de voltear a la víctima deberemos asegurar bien cabeza y casco con nuestras manos. Los dedos presionarán sobre la parte baja del cráneo inmovilizándolo contra el casco. Fig. 63 Fig. 64 Fig. 65 Fig. 66 Fig. 63 a 66. Manejo inicial y volteo de víctima en decúbito prono con casco. 38
Fig. 67 Fig. 68 Fig. 69 Fig. 67 a 69. Volteo de víctima desde decúbito prono a decúbito supino, con casco. 39