OLIVICULTURA ARGENTINA Y REGIONAL Matías. A.; Molina, S.; Aybar V.; Ladux, J. y Ortiz J - INTA Catamarca Marzo 2012 Por la diversidad genética, plasticidad de la especie y por las diferentes condiciones agroclimáticas, Argentina posee todo el potencial para en convertirse en un importante productor de aceite de oliva y aceitunas de mesa. En 2011, ambos productos generaron exportaciones por más de 30 millones de dólares. El INTA acompaña el desarrollo productivo de este cultivo característico del NOA. La producción mundial de aceitunas se destina principalmente a la obtención de aceites (90%) y el resto para elaboración de aceituna de mesa (10%). Históricamente, los países mediterráneos poseen el 99% de la superficie del olivar y un 98% de la producción mundial de aceite de oliva. El cultivo del olivo en Argentina pasó por períodos de contracción y expansión. A principios de la década de los 90 la olivicultura mundial ingresó en una etapa de profundas transformaciones que llevaron lentamente a un importante cambio en los actores mundiales. El dinamismo adquirido en un sector tradicionalmente estático y poco desarrollado, se dirige a una nueva olivicultura liderada por países que vuelcan sus productos en los mercados más exigentes del mundo a precios muy competitivos. Dentro de este contexto de cambio, Argentina resulta ser uno de los nuevos actores de la olivicultura mundial, constituyendo el principal centro de producción de aceite de oliva y aceitunas de mesa fuera de la cuenca del Mediterráneo. El notable incremento se debió fundamentalmente a incentivos gubernamentales para fomentar la inversión en el sector agropecuario de capitales foráneos a economías regionales relegadas. La Ley Nacional de diferimientos impositivos N 22.021 y su modificatoria N 22.702, tuvo gran impacto en el asentamiento de nuevas explotaciones
olivareras en zonas del noroeste del país, con características climáticas diferentes a las tradicionales zonas de producción. El crecimiento de la superficie productiva fue acompañado por un desarrollo integral de la industria extractora de aceite en las provincias de Catamarca, La Rioja y San Juan. El desarrollo de la nueva producción olivícola significó notables diferencias respecto a la tradicional zona mediterránea, las prácticas culturales aplicadas fueron innovadoras tales como la preparación del suelo, el aumento de la densidad de plantación, la propagación en vivero, poda y cosecha mecánica y fertirrigación. Las principales variedades cultivadas en Argentina son Arauco, Arbequina, Manzanilla, Picual, Coratina, Frantoio y Barnea. La megamuestra INTA Expone NOA, que se realizará en Cerrillos (Salta) del 20 al 22 de abril de 2012, permitirá observar todas las etapas de la cadena olivícola: desde la producción de plantines, el cultivo, la poda y la sanidad hasta la cosecha e industrialización, con dos caminos posibles. Dos caminos posibles: aceituna para aceite o conserva. Estos caminos trazarán, por un lado, la ruta del aceite, con maquetas de los tipos de cosecha y poscosecha, una pequeña fábrica de extracción, un laboratorio de análisis físicoquímico del aceite. Por otro, la ruta que representará el proceso de elaboración de aceituna de mesa. En ambos caso habrá cata y degustaciones, además de información y novedades técnicas, a través del contacto directo con especialistas y material escrito impreso. Además, la exposición reflejará los principales logros institucionales en el noroeste argentino alcanzados en el marco de los ejes estratégicos de la competitividad, la sustentabilidad y la equidad social. Una planta que elabora El especialista, Ing. Agr. Matías destacó los trabajos que realiza el INTA en la planta piloto de producción de aceite que posee la institución en Catamarca: Se divide en dos partes. Por un lado está el ingreso de la aceituna y la extracción del aceite de oliva y, por otro, acompañando el proceso, están los laboratorios en los cuales se realizan los análisis relacionados con la calidad del aceite. Esta planta es utilizada para investigación amplió. Aquí se realiza la caracterización de los aceite de oliva de acuerdo a diferentes variedades, zonas de producción y los diversos momentos de cosecha. Según estas características, aun tratándose de la misma variedad, puede haber diferencias. El técnico puntualizó que los resultados allí arrojados sirven para caracterizar los aceites y saber cuáles son los momentos oportunos de cosecha. Además, allí se asegura que los aceites cumplan con los requisitos exigidos por el Consejo Oleícola Internacional (COI),
teniendo en cuenta que la mayor parte del aceite de oliva producido en el país es exclusivamente para la exportación. Un producto del país Según datos publicados en el 2008 por el Consejo Oleícola Internacional (COI), Argentina cuenta con una superficie cultivada con olivo de 90.100 ha, de las cuales el 70% se encuentra implantado bajo riego. Esta área se distribuye principalmente en las provincias de Catamarca (26%), La Rioja (24%), San Juan (19%), Mendoza (17%) y Córdoba (5%). Buenos Aires (1,9%), y recientemente se están desarrollando proyectos olivícolas en Río Negro y San Luis. En cuanto al destino de la producción de aceitunas en Argentina, el 65% se dispone para la elaboración de aceite y el 35% para aceituna de mesa. Según el COI, nuestro país se convirtió en el principal productor de aceite de oliva de América del Sur. En lo que se refiere a aceituna de mesa Argentina se posiciona como el 7 Productor mundial y el 2 Exportador, según datos elaborados por la Subsecretaria de Desarrollo de Economía Regionales del MINAGRI, con datos del COI al 2008, esta información cobra importancia en la región, según los especialistas Jorge Ortiz y José Ladux del INTA EEA La Rioja, ya que La Rioja es el principal productor de aceituna de mesa del país, y además en ella se encuentra concentrado el 70 / de la industria conservera de la aceituna de mesa, con tecnologías de proceso de última generación.-hechos que llevan al INTA a generar y desarrollar técnicas para la producción primaria,(manejo de la poda, cosecha, sanidad) e industrial( gestión del agua industrial, métodos alternativos de elaboración, gestión de efluentes), que contribuyen al mejoramiento del sector, La producción nacional oleícola cuenta con las ventajas de contra estación respecto a la de los principales países productores del mediterráneo. A su vez, con la posibilidad de producir grandes cantidades de aceites vírgenes de excelente calidad y de poder ser clasificados por variedad. Argentina es potencialmente productora de aceites varietales y por la diversidad varietal que dispone, de producir blends (también conocidos como mezclas o cortes) para abastecer a un mercado mayor. En los últimos doce años, la elaboración de aceite de oliva se incrementó un 239% y la producción de aceitunas de mesa un 89,7%. En la campaña 2011, el sector alcanzó un volumen cercano a las 20.000 toneladas de aceite de oliva y 110.000 toneladas de aceitunas de mesa, según datos de la Dirección de Competitividad e Inclusión de Pequeños Productores del Ministerio de Agricultura de la Nación. Con el núcleo productivo en el noroeste argentino, la Argentina es potencialmente productora de aceites varietales y blends de mayor consumo en el mundo. La diferenciación de calidad del producto obtenido en las zonas olivícolas permite una mejor inserción y posicionamiento del aceite, dijo el profesional César Matias del INTA Catamarca. Tanto en Catamarca como en la Rioja, Arbequina es la principal variedad oleícola, con una superficie implantada superior al 50%. A pesar de su rusticidad y productividad, sus
características fisicoquímicas de Arbequina varían en función de la zona de cultivo, lo que ocasiona que algunos parámetros de genuinidad (como el contenido del ácido oleico) puedan verse más afectados que otros. Ello ha llevado a que numerosos emprendimientos olivícolas la está reemplazando por variedades doble propósito. Si bien según lo proyectado, se espera que en los próximos años, la superficie con olivos supere las 100.000 ha. con una producción anual de aceite de oliva superior a 100.000 Tn, actualmente, ésta actividad está atravesando, una etapa de transición por problemas de producción de algunas variedades en algunas zonas olivícolas lo que ocasiona inconvenientes de índole económica. Catamarca destina el 80% de su producción olivarera a la elaboración de aceite, mientras que en La Rioja está dirigida a la industria conservera. El impacto económico de este rubro productivo, en concepto de exportaciones, superó los 30 millones de dólares en el primer trimestre de 2011. De acuerdo al último relevamiento de la Subsecretaría de Desarrollo de las Economías Regionales, en ese período se exportaron 2.494 toneladas de aceite de oliva por U$S 9 millones FOB y un valor unitario de U$S 3.614 FOB por tonelada. Y con respecto a aceitunas de mesa, en ese ciclo también se comercializaron 13.585 toneladas por U$S 21,1 millones FOB y un valor unitario de U$S 1.552 FOB por tonelada. En 2010, las ventas externas habían alcanzado las 85.324 toneladas, un incremento del 146,1% con respecto a la campaña de 2000 y por un valor de U$S 43,1 millones FOB. Estados Unidos es el mayor comprador de aceite de oliva virgen, seguido por Brasil e Italia. Puertas adentro, el consumo promedio nacional de aceitunas de conserva y de aceite de oliva es de 15 mil y 5,24 mil toneladas anuales, respectivamente. Además, el sector es una de las principales fuentes de contratación de mano de obra transitoria en las regiones de Cuyo y NOA. Teniendo en cuenta que aproximadamente existen en Argentina 50.000 hectáreas de olivares modernos (intensivos), se requieren 400.000 jornales al año para poda, dijo Ruth Cáceres, especialista del INTA Catamarca. Al cálculo, además, debe sumarse las contrataciones de técnicos, capataces y personal administrativo para las empresas. Para la cosecha, la demanda real es aproximadamente de 1.350.000 jornales al año, representando 14.440 puestos de trabajo durante los 90 días de la campaña productiva, añadió. A partir de mayo de 2009, Argentina se convirtió en miembro del COI. Esta situación, representa un gran desafío que enfrenta la Argentina para insertarse en un mercado mundial altamente competitivo liderado por la calidad, la historia y el personalismo de las marcas. Por ello, en la comercialización de los aceites argentinos se debe destacar su calidad con el máximo valor agregado posible para lograr un mejor desarrollo del mercado nacional e internacional. La diferenciación de calidad del producto obtenido en las nuevas zonas olivícolas permitirá una mejor inserción y posicionamiento del aceite. Ante este desafío, es necesario avanzar en la innovación tecnológica en todas las etapas del proceso de producción La caracterización físico-química y sensorial de los aceites, por madurez y zona
de producción, conjuntamente con la certificación de normas y procesos, son factores muy importantes a la hora de posicionar el aceite de oliva argentino en los mercados. Fuentes: INTA; PEOA 2020- PLAN ESTRATEGICO OLIVICOLA ARGENTINO 2020 ; COI.