Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

Transcripción

1 Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Resumen descriptivo de los temas emergentes identificados mediante el proceso de prospectiva del PNUMA y el GEO-5 1. Ajustar la gobernanza conforme a los desafíos que plantea la sostenibilidad mundial. El sistema actual de gobernanza ambiental internacional, con su laberinto de acuerdos multilaterales vinculados en un complejo engranaje, evolucionó a lo largo del siglo XX y se ha generalizado la creencia en su baja capacidad operativa en el siglo XXI. Hay quienes opinan que dicho sistema carece de la representatividad, la rendición de cuentas y la eficacia necesarias para la transición a la sostenibilidad, y que se requiere de un nivel mucho más alto de participación y transparencia. Se están probando nuevos modelos de gobernanza, desde alianzas entre el sector público y el privado hasta alianzas entre grupos ambientalistas y otros colectivos de la sociedad civil. No obstante, la eficacia de las nuevas modalidades de gobernanzas aún no está definida y habrá de analizarse detalladamente. 2. La transformación de las capacidades humanas para el siglo XXI: enfrentar los desafíos ambientales mundiales y transitar hacia una economía verde. La adaptación al cambio mundial y la consolidación de una economía verde exigen una nueva variedad de destrezas y capacidades. Por ejemplo, la creciente cobertura de los sistemas de información y las nuevas redes sociales brindan oportunidades únicas y rentables para vincular la gobernanza y los sistemas informativos a fin de depurar la capacidad de ejercer una gobernanza local. Para consolidar la economía verde y la sostenibilidad ambiental es necesario, además, transformar el aprendizaje y la formación en todas las escalas, desde los espacios universitarios hasta los hogares. 3. Puentes rotos: volver a vincular la ciencia y las políticas públicas. La capacidad de la sociedad para hacer frente al cambio ambiental mundial requiere de estrategias y políticas respaldadas en sólidos conocimientos y fundamentos científicos. Sin embargo, se cree que el vínculo entre los responsables de la formulación de políticas y la comunidad científica no es idóneo o se ha deteriorado, y que este puente roto obstaculiza el desarrollo de soluciones al cambio ambiental mundial. Es necesaria una mirada distinta para revisar la manera en que está organizada la ciencia y las vertientes para mejorar la interfaz ciencia-política pública. 4. Claves sociales del cambio? Catalizar el cambio rápido y transformador del comportamiento humano a favor del medio ambiente. Las nuevas investigaciones en el ámbito de las ciencias sociales han articulado la manera en que la política pública puede transformar el comportamiento humano dañino y dotarlo de una orientación positiva en períodos relativamente cortos. Ejemplo de ello es la transformación en muchos países, de una generación a otra, de la noción popular de fumar cigarrillos como algo chic, a un comportamiento que pone en riesgo la salud. Es posible aplicar este método a los intentos por transformar hábitos de consumo que propician cambios destructivos del medio ambiente? Qué incentivos públicos (económicos, informativos y prohibitivos) funcionarían mejor para lograr ese tipo de transformación? 5. Nuevos conceptos para hacer frente a cambios graduales y umbrales inminentes. Muchas interacciones humanas con el medio ambiente natural causan su degradación lenta, incremental y acumulativa (por ejemplo, el agotamiento del ozono estratosférico, la lluvia ácida, la contaminación del aire, la deforestación tropical, la destrucción de los manglares, las emisiones de gases de efecto invernadero, la erosión de los suelos, la pérdida de biodiversidad, la contaminación del agua, y la pesca excesiva). Irónicamente, es muy común hacer caso omiso de estos cambios peligrosos y progresivos, aun cuando son los más sencillos de abordar, pues solo se hacen notar cuando sus consecuencias son patentes y, para entonces, su mitigación resulta costosa. De ahí la importancia de atender los cambios graduales desde un inicio y evitar puntos de inflexión o situaciones de crisis. Para

2 ello, es necesario contar con nuevas estrategias de monitoreo y nuevos tipos de sistemas de alerta y respuesta. Además, se requiere de investigaciones que identifiquen los posibles umbrales de cambios escalonados y sus consecuencias, así como identificar y poner en práctica respuestas efectivas. 6. Hacer frente a la migración causada por nuevos aspectos del cambio ambiental. El cambio climático y otros cambios ambientales mundiales pueden constituir un importante factor en el incremento de las migraciones humanas. Asimismo, ciertas políticas para limitar el cambio ambiental mundial, como la creciente producción de biocombustibles o proyectos de presas hidráulicas, podrían afectar la migración dentro y entre los países. Además de sus impactos sociales, la migración masiva puede tener efectos negativos en el medio ambiente, por ejemplo, modificar los patrones en el uso de las tierras. Es posible que los flujos y patrones de las migraciones en el futuro no sigan las tendencias anteriores; de ahí la necesidad de nuevas instituciones y servicios a fin de definir, en todos los niveles de la gobernanza, planes, preparativos y estrategias para hacer frente a los movimientos masivos de población. 7. Nuevos desafíos para garantizar la seguridad alimentaria de 9 mil millones de personas. Si bien la seguridad alimentaria constituye una problemática que no es reciente, el mundo ha de enfrentar un nuevo conjunto de desafíos, como la competencia generada por la producción bioenergética, la disminución en las reservas de fósforo y la creciente escasez de agua. Al mismo tiempo, las tecnologías y prácticas orientadas a mejorar la productividad agrícola amenazan al medio ambiente y la seguridad alimentaria. Además, se espera que el calentamiento global empeore la contaminación de los alimentos y favorezca la propagación de enfermedades. Una de las tareas urgentes es incrementar la seguridad y la protección del suministro mundial de alimentos mediante la mejora del procesamiento de alimentos, la reducción del desperdicio de comida y el incremento de la eficacia agrícola. 8. Estimular la sostenibilidad y la capacidad de recuperación en entornos urbanos. Las zonas urbanas desempeñarán un papel clave en el futuro cambio ambiental, tanto local como global, debido al continuo proceso de urbanización. La actividad en las ciudades marca la pauta de los cambios ambientales mundiales en múltiples escalas a través de las demandas sustanciales de producción y consumo humano. Estos factores afectan local y regionalmente el uso y la cobertura de los suelos, la biodiversidad y el ciclo hidrológico. Sin embargo, la urbanización también brinda soluciones en tanto es un principal detonador de cambios culturales que impactan positivamente en las ideas, los valores, las creencias, la organización social, el crecimiento económico y el bienestar social que se necesitan para concretar cambios en los patrones de consumo y los estilos de vida. En consecuencia, se requiere de enfoques multidimensionales y multi-escala para estimular la sostenibilidad y la capacidad de recuperación de las zonas urbanas, y también para contribuir con la transición a una economía verde. 9. La nueva fiebre por adquirir tierras: responder a nuevas presiones nacionales e internacionales. Factores como el cambio climático, el incremento en los precios del petróleo y la preocupación por el suministro energético y alimentario en el futuro han causado una nueva fiebre de adquisición de tierras en los países en desarrollo, tanto entre los inversionistas extranjeros como los nacionales. Hay investigaciones que demuestran que la tasa de adquisición de tierras se ha acelerado en años recientes. Es necesario comprender cabalmente la escala del problema, identificar los principales países en riesgo, los contrapesos positivos y las implicaciones para el sustento, la seguridad alimentaria, los servicios y beneficios ecosistémicos, y conflictos potenciales. 10. La necesidad de nuevos enfoques de gobernanza para promover la gestión sostenible de las tierras. Hay potencial para crear prácticas más sostenibles de gestión de las tierras mediante enfoques más eficaces e incluyentes de gobernanza que habrán de sostenerse en cuatro pilares: 1) un sistema económico que valore adecuadamente los recursos naturales; 2) atender las demandas paralelas de alimento, combustible y alimento para animales; 3) crear patrones de consumo sostenible que reconozcan y reduzcan el agotamiento de los recursos y la degradación de los ecosistemas; 4)

3 fomentar el fortalecimiento de capacidades y los enfoques de participación incluyente que reconozcan los valores locales e indígenas respecto a la gestión de las tierras. 11. Nuevos conocimientos sobre la interacción agua-tierra: un cambio radical en el paradigma de la gestión. Las investigaciones científicas más recientes han aportado nuevas ideas sobre la interacción del agua y la tierra en la escala local y mundial. Por ejemplo, ahora los científicos conocen mejor la magnitud con que los cambios en el uso de las tierras afectan profundamente los patrones de precipitación pluvial, y han computado los enormes volúmenes de agua apropiados por la sociedad a fin de producir cultivos con agua de lluvia (flujos azules en lugar de flujos verdes ). Este nuevo conocimiento tiene importantes implicaciones para la gestión del agua y las tierras, y representa un renovado ímpetu para estimular la eficiencia en el uso del agua y estrechar más el lazo entre la gestión hídrica y la gestión de las tierras. 12. El nexo agua-energía. El agua y la energía se están vinculado de manera compleja y su nexo obliga a hacer concesiones entre los sectores ambientales (tierra, atmósfera y biodiversidad), lo que demanda el sacrificio de las poblaciones y los ecosistemas aguas abajo para la provisión de energía hidroeléctrica, causando cambios climáticos que contribuyen a empeorar la gravedad y frecuencia de sequías e inundaciones catastróficas. Todas estas tendencias parecen estar empeorando. 13. Los nuevos desafíos a la disponibilidad de agua exigen un uso eficiente de este recurso. Si bien la escasez de agua no constituye una problemática nueva, enfrentamos nuevos desafíos (la polución causada por contaminantes emergentes, como los productos farmacéuticos y de cuidado personal, las nanopartículas y los microplásticos, además de los patrones insostenibles de uso) que afectan la disponibilidad de agua. Aunado a encontrar soluciones a las amenazas de escasez de agua debido a los contaminantes emergentes, el uso eficiente de este recurso exige un monitoreo adecuado con mediciones innovadoras, como el agua virtual y la huella hídrica, a fin de asegurar su distribución equitativa. 14. Reducir la degradación de las vías navegables interiores en los países en desarrollo. La degradación de la calidad del agua, las modificaciones a los canales y la pesca excesiva son algunos de los factores que representan una creciente amenaza a las vías navegables interiores y los ecosistemas de agua dulce en países en desarrollo. Si bien estos países están al borde de la degradación a gran escala de sus vías navegables interiores, tienen la opción de reducir el deterioro mediante el aprovechamiento de tecnologías hídricas prospectivas y técnicas de gestión del agua que no existían en países de Europa y América del Norte cuando comenzaron a contaminarse sus vías fluviales. 15. El posible colapso de los sistemas oceánicos requiere de una gobernanza marítima integral. Los océanos cumplen muchas funciones vitales para el sistema terrestre, como la regulación del tiempo, el clima y el ciclo hidrológico, y también constituyen el hábitat de una rica diversidad de organismos. Sin embargo, el medio ambiente marino enfrenta factores que amenazan cada vez más su integridad en el largo plazo: acidificación, pesca excesiva, contaminación terrestre y marina, destrucción generalizada de hábitats y proliferación de especies invasivas. Se ha popularizado la suposición de que el enfoque actual para la gestión de los océanos no conseguirá evitar el colapso de algunos sistemas oceánicos debido, entre otras razones, a que las entidades que comparten esta responsabilidad se encuentran dispersas en distintas agencias de la ONU. Se requiere de reformas y de considerar y evaluar nuevas modalidades de gobernanza, incluida la opción de establecer una nueva entidad coordinadora que centralice la gobernanza oceánica internacional. 16. Gobernanza adaptativa para atender las crecientes presiones sobre los ecosistemas costeros. La creciente presión derivada de la explotación de los recursos costeros afecta significativamente los ecosistemas costeros. Los asentamientos, las industrias, la agricultura, las pesquerías y el comercio se concentran en las zonas costeras; por ende, los sensibles y valiosos ecosistemas costeros están sujetos a una degradación continua. Los enfoques actuales de gestión son inadecuados para detener la

4 tendencia de degradación, de ahí la necesidad de un enfoque de gobernanza adaptativa que implique la delegación de los derechos y facultades de gestión de manera que se fomente la participación de todos los actores. 17. Más allá de la conservación: integrar la biodiversidad en la agenda ecológica y la agenda económica. En años recientes dos importantes vertientes de investigación han documentado la interrelación de la biodiversidad con otros aspectos sociales y naturales. Una vertiente ha articulado los vínculos entre la biodiversidad y otras problemáticas ecológicas (el impacto del cambio climático en los ecosistemas; la interacción entre los ecosistemas y el ciclo del agua), y la otra se ha dedicado a la relación entre la biodiversidad y la economía (valuación de los servicios ecosistémicos; el papel de la biodiversidad en los fundamentos de las actividades económicas). Es tiempo de actuar con base en estos nuevos conocimientos científicos y tratar la biodiversidad más allá de la conservación de la naturaleza. Ha llegado el momento de integrar plenamente la cuestión de la biodiversidad en la agenda ecológica y la agenda económica a escala planetaria. 18. Nuevos desafíos de la mitigación del cambio climático y las estrategias de adaptación a sus implicaciones: la gestión de consecuencias involuntarias. Al escalarse, las medidas de mitigación y adaptación pueden producir consecuencias involuntarias que es necesario anticipar y, de ser posible, evitar. Por ejemplo, las grandes granjas eólicas pueden alterar las rutinas migratorias de las aves; los nuevos y enormes muros marinos protegen a las poblaciones, pero también pueden eliminar humedales naturales de gran valor, y los esquemas de geoingeniería a gran escala podrían tener muchas repercusiones no planeadas. 19. El papel de forzadores de clima de vida corta en la mitigación del cambio climático. El metano y el negro de carbón son ejemplos de agentes de corta vida que influyen en el clima. Su permanencia en la atmósfera es relativamente corta. El negro de carbón permanece en la atmósfera en forma de partículas y tiene importantes impactos en la salud humana y el clima; oscurece la nieve y las superficies heladas, e incrementa su capacidad de absorción de la luz solar, a la par que, junto con el calentamiento atmosférico, exacerba el derretimiento de la nieve y el hielo en el Ártico, los Himalayas y otras regiones cubiertas de nieve y glaciares. Esto afecta el ciclo del agua e incrementa los riesgos de inundación. El metano es un potente gas de efecto invernadero y un importante precursor para la generación de ozono. La reducción de emisiones de ambos agentes ralentizará el ritmo del cambio climático de manera significativa al combinarse con los esfuerzos por mitigar el CO 2. La implantación generalizada de medidas para lograrlo es viable gracias a la tecnología actual, pero requiere de considerables inversiones estratégicas y disposiciones institucionales. 20. Impactos de las partículas finas de origen natural en la salud. Todos los años grandes cantidades de polvo derivado de los suelos y partículas de incendios forestales, polvo desértico y zonas afectadas por la sequía cubren importantes áreas pobladas. El humo de los incendios forestales suele elevar las concentraciones de partículas en el aire de relevantes ciudades en Siberia, el Mediterráneo, Estados Unidos, el sudeste asiático y Australia. Estas partículas pueden tener graves consecuencias para la salud humana; un estudio reciente indica que casi muertes inesperadas al año pueden atribuirse a partículas finas de origen natural. Es necesario desarrollar estándares de calidad del aire y directrices para proteger la salud mediante el control de la exposición a partículas ultrafinas, y promover su integración en las políticas, el monitoreo y la gestión de la calidad del aire. 21. Reaccionar ante los indicios del cambio climático evidenciados en la cambiante frecuencia de eventos climáticos extremos. Una nueva serie de estudios científicos ha comparado los resultados del desarrollo de modelos climáticos con las pruebas obtenidas por observación, y confirmado la hipótesis de que el cambio climático podría alterar la frecuencia, fuerza y distribución de la incidencia de eventos climáticos extremos. Estos estudios han vinculado el calentamiento global al mayor riesgo de inundaciones en Inglaterra y Gales, la mayor variabilidad de precipitación pluvial estival en el sureste de los Estados Unidos y la acentuación de precipitaciones intensas en gran parte de la zona terrestre del hemisferio norte. Además, subrayan la urgencia de adaptarse a la cambiante frecuencia de

5 eventos climáticos extremos y sugieren la posibilidad de contar con sistemas de alerta temprana de mediano plazo. 22. Consecuencias del retroceso de los glaciares: impactos económicos y sociales. Las investigaciones recientes muestran que los glaciares retroceden a un ritmo mucho más rápido que el previsto. Estos cambios amenazan muchos grupos humanos, sobre todo en las regiones de los Himalayas, Asia Central y los Andes sudamericanos. Los riesgos incluyen la alteración de los patrones de suministro de agua que podría agravar los conflictos y amenazar formas de sustento como la actividad agropecuaria y el turismo. Es necesario comprender las consecuencias hidrológicas y el impacto social del retroceso de los glaciares. Igualmente urgente es desarrollar estrategias de adaptación. 23. Acelerar la implantación de sistemas de energías renovables que sean inocuos al medio ambiente. A medida que se buscan soluciones al cambio climático crece el interés en la implantación de sistemas de energías renovables. Sin embargo, si bien las energías renovables tienen gran potencial en todo el planeta, es difícil concretar dicho potencial debido a una serie de obstáculos. Una importante tarea pendiente es identificar los medios para eliminar las desventajas económicas, normativas e institucionales que restan competitividad a las energías renovables frente a otras fuentes convencionales de energía. 24. Hemos acelerado los riesgos más de lo necesario? La necesidad de nuevos enfoques para minimizar los riesgos de las tecnologías y las sustancias químicas novedosas. Nos hemos instalado en un patrón según el cual la sociedad primero produce nuevas tecnologías y sustancias químicas y solo después intenta evaluar sus impactos. Los ejemplos más recientes apuntan a los cuestionamientos derivados de las aplicaciones de la biología sintética y la nanotecnología, el incremento en el volumen de sustancias químicas producidas y el rápido tránsito de la fabricación de químicos de países desarrollados a países en desarrollo sin planes adecuados para contar con una infraestructura de gestión. Ante el acelerado ritmo de despliegue de nuevas tecnologías y sustancias químicas se impone un nuevo enfoque capaz de evaluar sistemática y exhaustivamente sus implicaciones antes de que lleguen a la etapa de producción a fin de minimizar el riesgo que entrañan para la sociedad y la naturaleza. Ciertamente esta práctica se ha instaurado en algunos lugares del mundo y en el caso de ciertas tecnologías y sustancias, pero es necesario transformarla en un enfoque universal, lo que puede requerir de nuevas modalidades de gobernanza internacional. 25. Cambiar el rostro de los desechos: resolver la inminente escasez de minerales estratégicos y evitar los residuos electrónicos. El incremento en la demanda de equipos de alta tecnología y consumo de energías renovables influye en el agotamiento de los minerales estratégicos, entre ellos los metales de tierras raras. Otro factor importante es la obsolescencia planificada y otras prácticas de fabricación que favorecen la generación de desperdicios. Asimismo, el aumento en la explotación mineral profundiza los problemas de gestión de desechos, en particular el cúmulo de residuos electrónicos (desechos-e). Es por ello que la sociedad habría de considerar un enfoque alternativo que maximice la recuperación de metales y otros materiales de los depósitos electrónicos y de otros desechos. Así se ralentizará la extracción y el agotamiento de los metales, se reducirá la cantidad de desperdicios derivados y, por ende, se reducirán sus impactos ambientales y de otro tipo. 26. El desmantelamiento de los reactores nucleares y sus consecuencias ambientales. Muchos de los reactores nucleares en el planeta son antiguos y pronto será necesario desmantelarlos. Esta realidad despierta preocupación, pues se trata de operaciones de gran envergadura, causantes de grandes cantidades de desechos radiactivos que habrán de eliminarse. Además, no se cuenta con suficientes profesionales capacitados para encargarse de estas operaciones. El número de plantas que será necesario desmantelar se duplicará en los próximos 10 años, e incluso puede incrementarse aún más. El accidente nuclear de Fukushima que tuvo lugar en marzo de 2011 ha acelerado los planes para cerrar las plantas nucleares; algunos países ya han adelantado el cierre de sus plantas. Se requiere de intervenciones, procedimientos, políticas y cooperación internacional a fin de minimizar el riesgo que implica el desmantelamiento nuclear para los seres humanos y el medio ambiente.