Carlos Chile, dirigente del Movimiento Territorial Liberación y protagonista de esta experiencia, nos cuenta los puntos fundamentales.

Transcripción

1 En Monteagudo y José C. Paz, al sur de la capital, en Parque Patricios, hay una manzana donde antiguamente funcionó un depósito de Bunge y Born. Hoy, luego de que el Movimiento Territorial de Liberación (MTL) compró el predio, se construye un complejo de viviendas que da trabajo a 210 personas. A casi un año de empezar, la cooperativa constructora EMETELE está siendo contratada para otras obras y ya ganó dos licitaciones. Dentro del ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a finales de 2002, en el marco de la operatoria basada en la Ley 341, el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) comenzó a instrumentar políticas de acceso a la vivienda para de familias de escasos recursos en situación habitacional crítica. A través de la implementación de esta ley se fomentan procesos de organización colectiva por medio de cooperativas, mutuales o asociaciones civiles sin fines de lucro, subsidios o créditos con garantía hipotecaria. Para ello el IVC abrió un registro de grupos interdisciplinarios de profesionales (arquitectos, asistentes sociales, contadores, abogados, etc.) a los que las futuras cooperativas habrán de contactar para llevar adelante todo el proceso de formación y la concreción posterior de las obras. El Instituto de Estudios del Hábitat Social (Idehas) reunió a un conjunto de profesionales en un grupo interdisciplinario que fue contactado por el MTL para dar inicio al proceso. El año 2003 transcurrió entre la búsqueda del terreno, la conformación de la cooperativa Emetele, los estudios de factibilidad arquitectónicos y estructurales, la compra del predio y la presentación del anteproyecto para presentar al GCABA. El proyecto se aprobó a fines de ese año y en el 2004 se creó la empresa constructora que lleva adelante la obra que se terminará a fines de Carlos Chile, dirigente del Movimiento Territorial Liberación y protagonista de esta experiencia, nos cuenta los puntos fundamentales. Monteagudo Monteagudo es un laboratorio, un ensayo. Es una obra enorme, más de 500 trabajadores en un marco de economía emergente, con relaciones humanas de nuevos tipos, a partir de las cuales construimos una cooperativa de viviendas de crédito y consumo, y una empresa constructora. Hay un concepto neoliberal que dice que tiene que haber una educación para los pobres y una educación para los ricos, porque es mercancía. Con la vivienda popular es lo mismo, entonces suponen que tiene que haber arquitectos para pobres y arquitectos para ricos. Lo que no nos perdonan a nosotros es que este proyecto es de Pfeifer-Zurdo, que son los que han construido todos los Altos. Los tipos que construyeron el Tren de la Costa, el Patio Bullrich, el Paseo de los Gallegos en Mar del Plata, el Alto de Rosario, construyen en Italia, en Francia,

2 son el principal estudio de arquitectura de este país. Este proyecto es de ellos. Están contentísimos, son tipos extraordinarios, magníficos, de gran calidez. Tienen la grandeza y la humildad de los grandes. Para nosotros son amigos. El proyecto tiene otra particularidad, tiene muchos espacios comunes, de uso obligado. No hay hacinamiento, las escaleras son para doce familias. El costo de mantenimiento del proyecto va a ser muy bajo, aparte nos quedamos con locales comerciales, cuya explotación esperamos que pueda prácticamente solventar los gastos comunes del complejo. Además, hemos recompuesto la trama urbana, el proyecto restituye al barrio la calle José C. Paz que estuvo apropiada durante más de 60 años. Cuando se culmine la obra, las familias van a tener que pagar un crédito blando a treinta años que tiene una tasa que va del 0 al 4%, dependiendo de la situación social de cada familia. Las cuotas van a ser de $150 a $175 pesos por mes, y recién se empieza a pagar con la escritura en la mano. La ley En los años sale la ley. Nosotros trabajamos mucho con la reglamentación; peleábamos por la necesidad de la construcción de viviendas de carácter popular en el marco de una crisis estructural en la ciudad respecto de las viviendas. Dentro del movimiento tuvimos un largo debate: cómo vamos a tributar nosotros a la constitucionalidad y a la legalidad de este sistema, que es responsable de la situación que tenemos?. Pero finalmente decidimos que evidentemente para cambiar el sistema hay que estar adentro. Trabajamos con el IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires), que en ese momento era la CMV (Comisión Municipal de la Vivienda), y con la legislatura. Esta ley no es perfecta pero habilita grandes posibilidades. En todo caso es una ley que hay que pensarla como una fisura en el marco de un modelo de ciudad que parece una cosa pero no lo es. Apenas salió la ley decidimos hacer la Cooperativa EMETELE. Acá hay muchas ciudades en una. Esta pelea es por la integración, por la igualdad de derechos, por la resistencia de los pobres por seguir viviendo en la ciudad en el marco de un modelo expulsivo que entiende que los pobres tienen que irse al tercer o cuarto cordón de la provincia de Bs. As. Cuanto más lejos mejor. Frente a eso, esta ley es una fisura porque permite que organizaciones populares construyan sus propias viviendas. Después de la reglamentación de la ley vino la pelea por construir un proyecto en un contexto de un gran escepticismo en la sociedad y en el campo popular de esta ciudad, que es muy escéptica, muy complicada. Es una ciudad con doble discurso a veces, que tiene que ver con una cultura que nos han impuesto, una cultura a la cual molesta que la pobreza se vea. No que exista, sino que se vea, porque cuando se ve irrita, preocupa.

3 El Terreno Hacia fines de 2003 encontramos el terreno de lo que hoy es Monteagudo, que estaba vacío, abandonado. Antiguamente había galpones de una fábrica que funcionó en la otra Argentina, en la Argentina productiva. En la búsqueda encontramos gran cantidad de terrenos, pero aquí confluía mucha historia porque era de Bunge y Born y esto nos parecía casi una revancha histórica. Ellos también lo entendieron así, pero lo entendieron tarde, porque ellos negociaron la venta de este terreno sin saber que el MTL era el comprador. Tanto es así que no existen registros fotográficos ni de video donde ellos firman la escritura, porque cuando se dieron cuenta de que era el MTL pusieron como condición no ser fotografiados firmando la venta del terreno. Firmaron escondidos en una oficina, y después nosotros firmamos en un acto público con la gente del IVC. La constructora EMETELE Llegamos acá siendo ya los propietarios del terreno con una decisión política, con la voluntad, que fue nuestra principal herramienta. Muchos nos acompañaron durante todo ese proceso, intelectuales, profesionales, nos ayudaron a hacer el proyecto. La operatoria implicaba que sólo iban a cobrar los honorarios si esto salía, pero era una posibilidad en un millón. Estos compañeros apostaron, nos acompañaron. Ya habíamos comprado el terreno y nos dijeron bueno, ahora hay que contratar una empresa constructora. Y nosotros les dijimos no vamos a contratar una empresa constructora. Entonces ellos nos dijeron esto es una locura, hemos acompañado el proceso porque somos románticos, y estamos contentos. Pero no saben lo que están diciendo, es imposible. Una empresa constructora no es un microemprendimiento, esto es algo muy serio, de una magnitud muy importante, son metros cuadrados, 326 viviendas, 10 locales comerciales, 2 centros comunitarios, 1 plaza y 1 centro materno infantil. Dijimos que lo íbamos a intentar, y empezamos un proceso profundamente trasgresor, a veces demencial. Hablamos con unos compañeros, los diez primeros trabajadores y entramos a demoler. Bajamos las chapas y pusimos un cartel que decía se vende chapa, y pensamos que con eso íbamos a ir pagando lo que pudiéramos. Después nos dimos cuenta de que los galpones, la basura, toda esa tierra, bien administrado era un capital. Conseguimos que todos esos hierros fueran la base desde donde emerge la empresa constructora porque había $ en hierro. La asignación de los puestos de trabajo en la constructora y de las viviendas a los propietarios la hace el movimiento en base a tres criterios: en igualdad de condiciones tienen prioridad las compañeras. También de acuerdo a las necesidades y a la asimilación del proyecto. No queremos reemplazar al Estado, no somos la asistencia social del Estado, no tenemos obligaciones de universalidad, lo que conseguimos peleando es para los que pelean. Tiene que ver con el compromiso con un proyecto y con trabajar para ese proyecto, que es el proyecto de un movimiento.

4 La relación con el barrio No fue fácil. Cuando llegamos con todos los compañeros, cayeron los patrulleros: No, nosotros no somos usurpadores, somos los propietarios. El oficial dijo: Tiene forma de probarlo? Si, acá tiene todo. Y le dimos al policía los papeles. El tipo abrió los ojos y dijo: Disculpe señor. De bandidos pasamos a señores. Patricia Bullrich y Mauricio Macri armaron una movida importante, cortaban la calle. Decían: viene fuerte apache, los piqueteros. La prensa estigmatizó el proyecto también; el diario La Nación publicó Country piquetero. Esto ha tenido mucha prensa la sigue teniendo, es un emprendimiento que no ha pasado desapercibido. Nosotros intentamos tener una política de noconfrontación, primero que nada porque nos parecía que no ayudaba al campo popular. No contestamos de la forma que ellos esperaban que contestáramos, sino que fuimos teniendo una política de apertura del proyecto a la comunidad; fuimos haciendo algunos festivales, y la vida y la práctica, y la propia transformación que ha venido teniendo este barrio, aún sin que estén habitadas las viviendas, fue construyendo una relación con el barrio, una integración total con la comunidad. El futuro Estamos preparando otro proyecto de casi 200 viviendas, todo en el marco de la experiencia extraordinaria, una experiencia fantástica que no nos pertenece a nosotros sino que pertenece al campo popular. Necesitamos reproducir esta experiencia, necesitamos multiplicarla, que replique acá en la ciudad y en todo el país. El Estudio El encargado de diseñar el proyecto fue el estudio Pfeifer-Zurdo Arquitectos, quienes lo llamaron Conjunto de Viviendas Parque Patricios. Se inspiraron en el ejemplo del barrio Los Andes, del arquitecto Beretervide. El barrio tendrá 326 viviendas de uno, dos y tres dormitorios, en edificación baja, como el resto de la zona. El desafío era grande: construir la mayor cantidad de viviendas posibles con la menor cantidad de dinero sin dejar de hacerlas cómodas, fáciles de mantener y armoniosas con el entorno vecinal. El primer objetivo que se planteó el equipo era dotar a todas las unidades de vivienda de las mejores condiciones de iluminación y ventilación. El segundo objetivo se orientó a diseñar una estructura suficientemente compacta que generara mayores economías. Las unidades funcionales se distribuyen en edificios de cuatro plantas, con una sola volumetría en tira y viviendas a ambos lados del eje longitudinal. El proyecto contempla además la creación de espacios de uso público que faciliten situaciones de intercambio entre los vecinos y sirvan para el desarrollo de actividades a escala barrial. En la misma línea, la planta baja alojará una guardería, un comedor infantil comunitario y un

5 salón de usos múltiples. En los bordes se previeron locales para ser comercializados. El equipo técnico conformado en torno a la elaboración del proyecto señala la participación de futuros habitantes del barrio y su diálogo con líderes del MTL incidió directamente en la definición de las pautas del proyecto arquitectónico. El Programa Autogestión de la Vivienda del Gobierno de la Ciudad Los destinatarios del Programa de Autogestión son aquellas familias que de manera individual o agrupándose bajo la forma de cooperativas, mutuales u asociaciones civiles sin fines de lucro, acceden a un crédito de hasta $ pesos por grupo familiar para la compra, remodelación y/o construcción de unidades habitacionales. El Gobierno de la Ciudad fomenta y guía dicho proceso con recursos económicos y técnicos, otorgando los créditos hipotecarios para la adquisición de inmuebles y la construcción, monitoreando el uso de los fondos. Los beneficiarios asumen la responsabilidad de administrar los recursos y reintegrar los créditos. Las Pymes constructoras también pueden tener participación, ya que las asociaciones que toman los créditos tienen la libertad de contratar directamente con ellas. Para acompañar y facilitar este proceso se han integrado equipos profesionales interdisciplinarios, formados por ingenieros, arquitectos, profesionales del área social, legal y administrativa, que asesoran a las organizaciones.