Apachurrar. Apapachar.

Transcripción

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2 A partir de la llegada de los conquistadores españoles al continente americano, en el siglo XVI, su lenguaje fue nutrido por la incorporación de vocabulario originario de diversas culturas autóctonas. Este fenómeno es notable al observar el castellano hablado en México, que contiene gran número de palabras provenientes de lenguas originarias de América que designan actividades, objetos, animales, frutos, platas, minerales, enfermedades, comidas, bebidas y más. Es común que los mexicanos las usen en la vida cotidiana sin saber cuál es su origen. Presentamos aquí un ejemplo de vocablos llegados al español desde el idioma náhuatl y que seguramente nos abren una ventana hacia el conocimiento de los pueblos que habitaban Mesoamérica en el momento de su conquista, en el siglo XVI. Apachurrar. Proviene del verbo patzoa, que significa apretar. Es palabra híbrida con prefijo y sufijo españoles. El significado en su forma castellana es apretar, aplastar y arrugar. Apapachar. Deriva del verbo papatzoa, ablandar algo con los dedos; está formada por la duplicación de la primera sílaba del verbo patzoa, apretar, lo que indica hacerlo repetidas veces. Hoy significa hacer cariños con las manos. En sentido figurado quiere decir mimar o consolar, sobre todo tratándose de niños. Coco. Se dice igual en náhuatl y es apócope de cocolitzi, que significa enfermedad o epidemia. La palabra también se usa en el sentido de monstruo o ser fantástico y feo para asustar a los niños. Coconete. De la palabra coconetl, forma afectuosa de conetl, pequeño o niño. La duplicación de la primera sílaba se usa para dar un efecto de intimidad. El significado en español es el mismo, pequeño. Cuando se aplica en un hombre adulto es con un sentido despectivo, se trata de un hombre de estatura baja. Cuate. De la palabra coatl, que entre otros significados tiene el de culebra o gemelo. El último por alusión a la culebra vivípara, que generalmente pare dos viboreznos. Cuate significa hoy gemelo o mellizo. También se les dice a dos hombres muy amigos y se usa en femenino cuata. Chamaco. De chamactic, que significa cosa gorda o crecida, derivada del verbo chamahua, engrosar. Hoy se usa para designar a un muchacho antes de lapubertad. Se usa también en femenino chamaca, muchacha joven.

3 Chamagoso. De chamahuac, cosa gorda y basta, que deriva del verbo chamahua, engrosar. Hoy significa grasoso, pegajoso, sucio. Se aplica, por ejemplo, a ropa muy sucia. También significa vulgar. Chichi. Seno de la hembra o la mujer; es apócope de la palabra náhuatl chichihualli, de significado igual. A veces se le dice así a la nodriza. Chichinar. Del verbo chichinoa, significa tostar o chamuscar. La palabra es híbrida por su terminación catellana ar. Existe también la forma achichinar. Chípil. De la palabra tzipitl, que significa enfermo o desganado a causa de que la madre está preñada. Hoy se dice en general a los niños que están tristes y llorones. Escuincle. Del náhuatl itzcuintli, el perro prehispánico mudo y sin pelo. Se usa para referirse despectivamente a niños o muchachos. Se usa también el femenino escuincla. Nana. De nantli que significa madre. La duplicación de la primera sílaba es la simulación del modo de hablar de un niño, que le decía así a su mamá. En el español actual significa más comúnmente niñera o nodriza. Nene. De la palabra náhuatl nenetl, que significa niño de brazos o muñeco, formada por la duplicación de la última sílaba de la palabra conetl, pequeño, imitando el modo de hablar de un niño. Pachichi. Del verbo pachichina, chupar. La forma pachichi quiere decir chupado. En su sentido moderno significa pasado, tratándose de frutas, y arrugado al hablar de la cara de los viejos.

4 Pilmama. Se dice igual en náhuatl. Está compuesta de pilli, niño o hijo, y el verbo mama, llevar a cuestas. La pilmama es entonces la que lleva el niño a cuestas, la nodriza. Pipiolera. De la palabra pipiollin, que significa abeja del monte. De esta palabra se ha formado el nahuatlismo pipiolo aunque suele designarse a un niño de no más de seis años de edad. Pipiolera es, entonces, el colectivo que designa a una reunión de niños pequeños, frecuentemente los menores de una familia. Con la terminación española era se construye esta vox híbrida. Tata. De la palabra náhuatl tahtli, que significa padre. Está formada por la duplicación de la primera sílaba en el habla de un niño. Se usa en sentido de papá y a veces, cariñosamente, de viejo. Cuico. Del verbo nahuatl cuica que significa cantar. Es el modo de nombrar a un policía y nació de la costumbre que tenían los guardias nocturnos de anunciar las horas de la noche con un grito prolongado que parecía cantado. Chueco. De la palabra xocue, cojo. Se usa en su sentido original de patizambo, pero con más frecuencia para decir que una cosa que debía estar recta, por alguna razón está curva o encorvada. También se emplea en sentido figurado de malo o engañoso. Gachupín. Del náhuatl cactzopini, palabra compuesta de cactli, zapato, y tzopini, una sustantivación del verbo tzopinia, que significa punzar o picar. Sería entonces el que pica con el zapato, refiriéndose a que los conquistadores llevaban espuelas en sus zapatos. Era, entonces, un sobre nombre para el español recién llegado a la Nueva España sin el sentido peyorativo que tiene actualmente para el español en general.

5 Mecapalero. Está constituida con el nahuatlismo mecapal, que es la faja ancha del cuero que usan los cargadores sobre la frente para llevar bultos en la espalda, y la terminación española ero. Es, entonces, una palabra híbrida que designa al cargador con mecapal. Pepenador. Del verbo pepena que significa escoger, pepenador es la palabra híbrida con la terminación española dor, que se refiere a escogen papeles o desperdicios para luego venderlos. Tlachiquero. De la palabra náhuatl tlachique, que es aguamiel antes de fermentar. La palabra tlachiquero es híbrida por su terminación española ero. Se refiere al que extrae el tlachique del cejete del maguey, por medio de acocote, y luego raspa las paredes del cajete para que brote nuevo jugo. Tocayo. De la palabra náhuatl tocaitl, que significa nombre, honra o fama. La terminación yo expresa idea abstracta. Tocayo es entonces homónimo, una persona que respecto a otra tiene el mismo nombre. Huapango. el náhuatl cauhpanco, compuesta cuahuitl, árbol, madera o viga, pantli, hilera y co, lugar, en. Significa entonces en la hilera de las vigas, es decir en el tablado. Con esta palabra los nahuas designaron a un baile español ejecutado sobre un tablado de madera. Los mexicanos adoptaron el baile y hoy es típico de Veracruz. Así el huapango es actualmente tanto el baile y la música que lo acompaña, como la fiesta popular que se hace en relación con el baile. Mitote. Del náhuatl mitotqui, danzante, derivado del verbo itotia, que significa bailar. Era antiguamente un baile escandaloso. Hoy significa simplemente, alboroto bulla o escándalo.

6 Machicuepa. De matzincuepa, compuesta de maitl, mano; tzincli, trasero y el cuepa, voltear. Significa, entonces, voltear el trasero con ayuda de las manos. Los españoles llamaron así a la maroma. En sentido figurado, a veces se le dice así a un cambio de bando en la política. Matatena. Viene del nahutl, compuesto de maitl, mano; tetl, piedra, y tena, llenar, significa entonces, llenar las manos de piedras. Con esta palabra se designa un juego popular en México. Papalote. Deriva de la palabra papalotl, que significa mariposa. Es la cometa, juguete de papel que hacían volar los españoles. Milpa. Está formada de milli, heredad o sementera y el sufijo pa, en. Es decir, entonces, en la sementera. Generalmente se aplica sólo a las sementeras de maíz. Tianguis. De tianquiztli, el día cuando se reunían los vendedores en los alrededores de un pueblo. El sitio del mercado se llamaba tanquizco, con el sufijo co que significa lugar. Tianguis es entonces, feria o mercado. Tinacal. Es una palabra híbrida compuesta de tina y del náhuatl calli, casa. Es, entonces casa de tinas. Se refiere a la edificación de las haciendas donde estaban las tinas en que se vaciaba el aguamiel de los magueyes, para producir pulque por fermentación.

7 Tlapalería. Es una palabra híbrida construida con tlapalli, en náhuatl color, y la desinencia española ería; es decir, lugar en que hay pinturas. Es un tipo de tienda muy común en todo México, donde se prepara y se vende pintura, y útiles para pintar, además de materiales y herramientas para diversos oficios manuales. Jacal. Deriva de la palabra xacalli. Está compuesta de xamitl, adobe y calli, casa. Su significado es casa de adobe. Hoy se usa para señalar cualquier choza o casa humilde, sea adobe, carrizo u otro material semejante. Petate. Del náhuatl patatl, una estera tejida con tallos de tule, una palma fina. La palabra ha llegado a significar tejido de palma en general y con lo que se hacen cestos, canastos, cajas o patacas, sombreros, etcétera. Petaca. Del náhuatl patlacalli, estera o patate, y calli, casa o caja. Es, entonces, caja o casa de petate, porque anteriormente se hacían todas las petacas con paja, en la misma forma que las esteras. Hoy se hacen principalmente de cuero y se usan para el transporte. Ayate. De la palabra ayatl, una manta delgada de algodón o tejida de fibras torcidas de maguey. Entre los aztecas era una prenda de vestir del hombre pobre que se anudaba sobre el hombro para caer cubriendo el cuerpo. Cacles. Del nahautl cactli, que significa zapatos o sandalias. Generalmente son unas tiras de cuero con suela del mismo material. Huipil. De huipilli, la camisa de la india. Todavía es muy común en algunas regiones de México, como en Yucatán. Tilma. Derivada de tilmatli, que significa manta. Era la capa o túnica de los nahuas, un sarape fino y pequeño de algodón o lana con una abertura en medio para meter la cabeza, de tal manera que una mitad cae hacia el pecho y la otra hacia la espalda. Es muy conocida la tilma de Juan Diego en la que, según la tradición, quedó estampada la Virgen de Guadalupe en el milagro del cerro del Tepeyac

8 Huehuenche. Proviene de huehuetzin, compuesta de huehue, viejo, y la partícula reverencial tzin, que significa viejecito o viejo vulnerable. Es un personaje tradicional, disfrazado de animal, que dirige danzas indígenas en algunas regiones de México. Huila. Deriva del verbo huilana que significa arrastre. La palabra se usa en sentido figurado para designar a una prostituta. También de llama así a una variedad de pájaros que se arrastran al caminar por tener las patas deformes. Una variante es güila. Molote. Del náhuatl molotic, cosa enredada. Tiene el significado de un enredo de hilo o de ropa, pero se usa también para designar un peinado de mujer hecho con trenzas en un chongo, incluso entrelazado con listones. Piocha. De la palabra piochtli, el antiguo mechón del guerrero joven azteca. En México significa ahora una barba pequeña y puntiaguda. La supervivencia de elementos lingüísticos del náhuatl en el español de México, es una de las evidencias más fuertes de la penetración del mundo prehispánico en nuestra cultura moderna, de la fusión de lo indígena y lo español después de la conquista y de la riqueza de nuestras tradiciones.