II CONGRESO NACIONAL SOBRE UNIVERSIDAD Y DISCAPACIDAD

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1 II CONGRESO NACIONAL SOBRE UNIVERSIDAD Y DISCAPACIDAD LAS BIBLIOTECAS UNIVERSITARIAS COMO HERRAMIENTA DE APRENDIZAJE EN EL ESPACIO EUROPEO DE EDUCACIÓN SUPERIOR: NECESIDADES DE ADAPTACIÓN PARA DISCAPACITADOS AUTORES Nieves Navarro Cano. Profesora Titular de Escuela Universitaria. Universidad Politécnica de Madrid. Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica. upm.es) Isabel Bach Buendía. Profesora Titular de Escuela Universitaria. Universidad Politécnica de Madrid. Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica. upm.es) I. INTRODUCCIÓN La accesibilidad de forma genérica, se puede definir como la condición que debe cumplir un ambiente, objeto o instrumento para ser utilizable por todas las personas, en forma segura, confortable y de la manera más autónoma posible. La referencia a todas las personas, se asocia a una realidad esencial: la diversidad característica de los seres humanos en cada instante y la diversidad de las situaciones, limitaciones o condiciones de cada ser humano durante su vida. La accesibilidad está directamente relacionada con la ergonomía, en la búsqueda de optimizar las interacciones entre el ser humano, el ambiente y su equipamiento. La adecuación de la usabilidad de la tecnología, la eliminación de barreras arquitectónicas y la mejoría del acceso a la información y al conocimiento son las líneas de actuación de este título de postgrado sobre accesibilidad. Los importantes cambios y transformaciones sociales, producidas en la actualidad nos plantea nuevos retos y nuevas perspectivas para los próximos años. Desde aquellos planteamientos de los primeros tiempos, que ahora nos parecen muy generales, hasta la actualidad en la que cada vez buscamos más la especificidad y concreción, la praxis profesional nos demanda la adopción de nuevas metodologías de intervención social acordes con los avances científicos, técnicos y profesionales. Si se concibe la biblioteca universitaria como el centro de recursos de la universidad para el aprendizaje, la docencia y la investigación, debe reunir las condiciones de espacio que le permitan desempeñar esta misión. Es el centro de formación permanente y de autoaprendizaje de la universidad.

2 Debe servir como centro de colaboración y apoyo a la educación y a la investigación. Como apoyo esencial a la infraestructura educativa, debe ofrecer recursos vinculados a las necesidades de la formación académica y facilitar, al mismo tiempo que fomentar, la investigación científica. Si a lo anterior añadimos, el importante papel que va a desempeñar la biblioteca en el nuevo sistema de enseñanza, conforme a las directrices marcadas por el EEES, debe también cumplir la misión de nexo de unión entre profesores y estudiantes. Esta situación le hace ser el centro público de información más importante de la universidad. El nuevo escenario presenta a las bibliotecas universitarias, como centros de documentación, que facilitan todo tipo de conocimiento e información a sus usuarios. Este conjunto de funciones que tiene asignadas, entre otras, las bibliotecas se desarrollan en un espacio físico, destinado para uso de la biblioteca. Allí es donde el estudiante puede realizar su trabajo de aprendizaje y, el profesor encontrar el soporte para elaborar los materiales docentes de apoyo a la enseñanza. Pero este espacio debe ser para todos, es decir se debe imponer el diseño para todos. Como espacio físico debe cumplir las condiciones necesarias para las funciones que tiene asignadas 1. Debe ser: o Espacio cultural y de encuentro. En este sentido la biblioteca universitaria debe ser un centro de actividad cultural de primer orden, un espacio abierto a las iniciativas culturales y una puerta abierta a la información que las nuevas tecnologías ponen a nuestro alcance. Es decir un multiespacio abierto a todos los miembros de la comunidad universitaria. o Espacio de ocio. Esta función es primordial. Debe existir una relación entre el tiempo libre que dispone el usuario y el consumo de bienes culturales. Además el nuevo concepto de biblioteca, convierte el espacio destinado para su uso, en el lugar de participación e intercambio de actividades culturales y recreativas. En relación con los principios arquitectónicos se recomienda atenerse al decálogo de principios establecidos por el arquitecto Harry Faulkner-Brown: LA BIBLIOTECA DEBE SER FLEXIBLE, COMPACTA, ACCESIBLE, EXTENSIBLE, VARIADA, ORGANIZADA, CONFORTABLE, CONSTANTE EN SU MEDO AMBIENTE, SEGURA, ECONÓMICA. 1 Ministerio de Cultura. Dirección General del Libro. (1988) Discapacidad y Bibliotecas 2

3 Si incorporamos las necesidades de accesibilidad, debe cumplir determinadas condiciones variables según las legislaciones. En referencia a la Ley de la C.A.Madrid para la supresión de Barreras Arquitectónicas nos dice: El ancho mínimo de los itinerarios peatonales será de 1,20 metros. El diseño y trazado de los vados tendrá en cuenta la inclinación de las pendientes, el enlace de las mismas, la anchura y el pavimento empleado. Los vados destinados a la eliminación de barreras arquitectónicas, se diseñaran de forma que los dos niveles a comunicar se enlacen por un palano inclinado cuyas pendientes longitudinal y transversal sean como máximo del 8 por 100 y 2 por 100. Su anchura será como mínimo de 1,80 metros y el pavimento cumplirá las condiciones de antideslizante. Las rampas serán de directriz recta o ligeramente curva. Su pendiente longitudinal será del 12 por 100 en recorridos iguales o inferiores a 3 metros y del 8 por 100 en recorridos iguale so inferiores a 3 metros y del 8 por 100 en recorridos superiores hasta un límite de 10 metros. Si la longitud del tramo es superior se harán distintos tramos en zigzag hasta alcanzar la longitud total. La pendiente máxima transversal será del 12 por 100. SOLUCIONES ARQUITECTÓNICAS A pesar que el momento actual para la biblioteca plantea incógnitas, el resultado final debe ser un edificio en el que la organización de los espacios, responda a unas necesidades en constante cambio. Por lo tanto, según propone Romero 2, debe plantearse bajo una serie de consideraciones: La presencia de diferentes categorías de usuarios, cada una con demandas de información diferentes, hace que los espacios para la lectura requieran una articulación más marcada que en el pasado. La velocidad de uso exige una distribución con más facilidad de orientación, claridad de itinerarios y adecuación de señalización. Las exigencias de flexibilidad, impuestas por las posibles variaciones tanto en el número de usuarios como en sus necesidades, reclaman una tipología estructurada con menor rigidez y adaptada a una hipótesis de funcionamiento prefijada. 2 Romero, Santi (1999): La arquitectura de la biblioteca universitaria. 3

4 Estas modalidades de funcionamiento, válidas tanto para bibliotecas pequeñas como grandes, requerirán en las bibliotecas pequeñas una mayor superposición y alternancia de las funciones. II. DATOS SOBRE ACCESIBILIDAD La accesibilidad es una característica básica que permite a las personas participar en las actividades sociales y económicas para las que se ha concebido aquel entorno. Las personas con discapacidades se encuentran con diferentes tipos de barreras en la vida cotidiana: arquitectónicas (los impedimentos que se presentan en el interior de los edificios); urbanísticas (los impedimentos que presentan la estructura y el mobiliario urbano, lugares históricos y espacios no edificados de dominio público y privado); en el transporte (los impedimentos que presentan las unidades de transporte particulares o colectivos, terrestres, marítimos, fluviales o aéreos), y en las telecomunicaciones (los impedimentos o dificultades que se presentan en la comprensión y captación de los mensajes, vocales y no vocales, y en el uso de los medios técnicos disponibles para las personas con diferente clase y grado de discapacidad). Dentro del grupo de discapacitados, se consideran tres grandes colectivos como personas beneficiarias de la supresión de barreras suponiendo que las barreras del entorno afecten al conjunto de la población: Discapacidades permanentes derivadas de deficiencias físicas, sensoriales y mentales. Personas discapacitadas permanentes de edad inferior a los 64 años. Factores cronológicos (edad avanzada). o Personas mayores discapacitadas. o Personas mayores no discapacitadas. Circunstancias transitorias derivadas de actividades o situaciones coyunturales que generan una discapacidad, tales como: o Personas con incapacidad transitoria física. o Mujeres embarazadas. 4

5 o Resto de la población. En España, la discapacidad afecta a más de 2 millones de personas entre 16 y 64 años. Más detalladamente, hay un total de personas, lo que supone el 8,7% de la población entre 16 y 64 años, manifiesta tener algún problema de salud o discapacidad, según las últimas cifras oficiales recogidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que son del año De este colectivo, más de la mitad ( ) son hombres y mujeres. Por grupos, se aprecia de manera inmediata la relación de los problemas de salud y de la discapacidad con la edad. Sólo el 6,2% del total de personas con algún problema de salud relacionado con la discapacidad son menores de 25 años, el 31,7% tiene entre 25 y 44 años y el 62% restante tiene entre 45 y 64 años. Los problemas más frecuentes son los de espalda y cuello, los mentales, los problemas en las piernas y los circulatorios, que concentran casi el 60% de los casos. Una de las prioridades básicas de las personas con discapacidad con edad activa es la incorporación al mundo del trabajo. En este sentido, un nivel de estudios suficiente constituye una garantía formativa para que una persona tenga más opciones de encontrar un trabajo o acceder a niveles educativos más altos. De las personas de 16 a 64 años con discapacidades o problemas de salud en España, el 19,2% tiene estudios secundarios o superiores, el 51,2% ha acabado la educación primaria o al menos sabe leer y escribir y el 7,5% de la población discapacitada es analfabeta. Los niveles de estudios donde se observan las diferencias más grandes en general, es decir, entre los colectivos con o sin problemas de salud o discapacidad, son los extremos, es decir, los de estudios primarios y los de estudios universitarios o equivalentes.el porcentaje de analfabetos es drásticamente diferente, con un 0,6 % de la población sin discapacidad. Una gran mayoría de la población con problemas de salud o discapacidad no participa en el mercado de trabajo. De hecho, dos de cada tres personas en edad de trabajar están en situación de inactividad, ya que únicamente el 33,7% ( personas) son activas. 5

6 De estas tienen trabajo y sólo el 35% son mujeres. En el caso de las personas sin problemas de salud o discapacidad la situación se invierte, siendo la tasa de actividad de un 70%. La tasa de paro de la población con problemas de salud o discapacidad es del 15,3%, 12,8% en los hombres y 19,7 % en las mujeres. En cuanto a la población sin discapacidad, la tasa general durante el segundo trimestre de 2002 fue del 11%, siendo el 7,5% hombre y 16,2% mujeres. III. LA ACCESIBILIDAD DE LAS BIBLIOTECAS La accesibilidad arquitectónica de un edificio viene definida por la facilidad de acceso al usuario. También interviene el grado de movilidad y circulación que ofrece en su utilización. Está demostrado que la facilidad de acceso mejora la utilización de la biblioteca. En el caso de las bibliotecas universitarias, por lo general, se encuentran ubicadas en un espacio destinado para tal uso en el propio centro universitario. Por tanto el edificio donde se ubique viene impuesto con el propio centro, es importante buscar la mejor ubicación para garantizar las condiciones de accesibilidad para todos. Otro factores importantes que influye en la accesibilidad son la disposición del espacio, distribución del mobiliario y organización de fondos documentales. En relación con el área de acceso en la biblioteca, cuya función es la de orientación y distribución hacia las demás dependencias, se señalan dos espacios bien diferenciados. 1. Zona ubicada fuera de control antihurtos en donde se encuentra la información general. 2. Zona ubicada dentro del control antihurtos: mostrador de préstamos, catálogos y opacs; expositores revistas, publicaciones oficiales, etc. 3. Las medidas arquitectónicas que mejoran el grado de accesibilidad se pueden agrupar diferenciando zonas del edificio: Distribución de los huecos de fachada que permita una relación visual entre el exterior y el interior. Beneficia la accesibilidad del usuario ofrecer una imagen del interior. 6

7 Una estética adecuada de la biblioteca beneficia su imagen y atrae al usuario a su utilización. Un vestíbulo acogedor incrementa su uso. En la accesibilidad de bibliotecas existe r un factor fundamental que es la inexistencia de barreras arquitectónicas. Es una garantía de accesibilidad a todos los usuarios, sin olvidar la posibilidad de acceso del público discapacitado o con movilidad reducida. Se entiende por discapacitado a toda persona que tiene un defecto físico o mental, sea congénito o adquirido, que le dificulta o impide el desarrollo normal de una actividad. Esta atención personalizada hacia este grupo de usuarios debe afectar tanto a la adecuación de los espacios, garantizando que no existan las denominadas barreras arquitectónicas, como en la elección de los tipos y sistemas de consulta de la información. A su vez la ley española obliga en todos los edificios públicos la realización de diseños de edificios accesibles para todos da. El carácter de edificio público y a la vez de edificio bibliotecario abierto al mayor número de usuarios, debe quedar reflejado en la imagen exterior garantizado el acceso a todo el público. Esta característica debe imponerse cuando la biblioteca forme parte de un centro universitario, en el que se desarrollan actividades de la universidad. Si consideramos las cifras facilitadas por el Instituto Nacional de Estadística en el Estado español, queda de manifiesto la necesidad de dedicar una atención especial a este grupo de personas. Según cifras recientes en España existen minusválidos menores de seis años, tres millones de minusválidos de entre 6 y 64 años y un millón de minusválidos de más de 65 años. Como dato adicional cabe añadir que los indicadores de salud del Ministerio de Sanidad y Consumo prevén que cada español vivirá más de catorce años de su vida con algún tipo de incapacidad crónica o degenerativa. Hay un importante porcentaje de población que padece minusvalías que no contempla la legislación. En este grupo estarían incluidos los ciegos, sordos y otros defectos físicos que les dificultan el acceso a las bibliotecas. 7

8 Hay otro grupo de usuarios con movilidad disminuida no considerada como tal como son las personas de la tercera edad, también usuarios en ocasiones de bibliotecas universitarias, y las personas accidentadas. La posibilidad de adaptar la biblioteca universitaria a las personas discapacitadas es un tema sencillo de solucionar si previamente se considera, no ocasionando ningún coste adicional. A veces es tan simple como adaptar el proyecto a personas con movilidad reducida, sin influir en el mismo un incremento del presupuesto inicial. Para garantizar la inexistencia de barreras arquitectónicas se deben disponer rampas o cualquier otro sistema que facilite el acceso a los usuarios con falta de movilidad. Asimismo para asegurar una buena orientación a los deficientes visuales se debe incorporar un tratamiento contrastado de los volúmenes y de los elementos arquitectónicos.el vestíbulo de acceso debe disponer de una estructura que facilite la interpretación de los diferentes espacios, permitiendo la circulación por los usuarios sin existencia de obstáculos que impidan la movilidad y permitiendo la comunicación horizontal y vertical. Se debe pensar que el usuario al utilizar un servicio se adapta a interpretar su utilización a nivel psicológico, la biblioteca universitaria es un servicio de la universidad, como tal servicio es de libre acceso. Por lo tanto este tipo de edificios se debe adaptar a las normas comunes por lo que debe existir un único control situado en la zona de acceso. Se debe disponer espacios de circulación, materiales de acabado y dotación de equipamiento adecuados para facilitar la accesibilidad al público discapacitado. Se debe prestar una atención especial a los pavimentos, garantizando que sean antideslizantes y, en el supuesto que no cumplan esa función, someterlos a tratamientos específicos. El mobiliario y las estanterías de libros o de otros tipos de soportes han de permitir ver y acceder a todo el material. Con el mismo criterio, la colocación de estos 8

9 elementos, las distancias entre ellos, las alturas y toda la gran variedad de muebles tienen que ofrecer una estancia cómoda y una sencilla búsqueda de la información. La atención a los discapacitados en el proyecto de la biblioteca universitaria debe ocupar un tema esencial, por lo que el edificio o el espacio destinado para tal fin debe estar diseñado de modo que los discapacitados puedan participar, sin obstáculos en las diversas actividades que se desarrollan en la biblioteca. Se debe resaltar que la ausencia de barreras arquitectónicas se debe cumplir por ley en cualquier edificio público, pero con mayor grado de exigencia en la universidad, en la que cada vez son más los estudiantes con algún tipo de incapacidad que cursan estudios universitarios. Si la universidad como institución pública está cada vez más abierta a acoger a quiénes a ella acuden, con independencia que algunos de los miembros de la comunidad universitaria sufran discapacidades, los espacios de la biblioteca universitaria no puede dejar de prestar atención debida a todos, sin excepción a ningún usuario. Las medidas que deben considerarse en la redacción del proyecto de la biblioteca universitaria para garantizar la inexistencia de barreras arquitectónicas son las siguientes: La distribución del mobiliario debe permitir la circulación a los usuarios que tienen dificultades de movilidad. Las estanterías y los elementos que contienen fondos documentales de libre acceso deben garantizar la accesibilidad a todos los documentos. El mobiliario de atención al público debe permitir el acercamiento frontal de una silla de ruedas. Los usuarios con deficiencias visuales deben trabajar con un acompañante, por lo que las mesas deben adaptarse para esta situación. En ocasiones se resuelve con subdivisiones móviles y desmontables que permiten la adaptación de forma puntual. El mobiliario de consulta estático, puntos de ordenadores, debe ser dimensionado 9

10 y diseñado para uso de minúsvalidos, siendo asimismo accesible a cualquier otro usuario, evitándose crear puestos accesibles para este tipo de usuario. Punto de consulta estático Existen empresas especializadas en equipamiento para minusválidos, en la que disponen de tecnologías que permiten acoplarse al mobiliario común de la biblioteca. Comercializan periféricos de ordenador que admiten el uso por personas con minusvalías, así como materiales y elementos adaptados para personas con deficiencias visuales o sonoras, o aparatos ortopédicos que se adaptan para su utilización por usuarios con falta de movilidad. Como resumen decir la discapacidad no debe ser una causa que impida la utilización de la biblioteca universitaria a ningún usuario. CONCLUSIONES Si en el nuevo modelo de enseñanza propuesto por el EEES la biblioteca cumple todas las condiciones idóneas para aprender a aprender, es un derecho de todas las personas, sin distinción alguna, al acceso a la biblioteca universitaria como servicio público de la universidad. Se impone disponer los accesos, los ficheros, los depósitos y las salas de uso público de la biblioteca universitaria, para que sean accesibles a todas las personas con discapacidad. Se relata la especial importancia que para los usuarios con discapacidad tienen los medios audiovisuales, por lo que es necesario que las bibliotecas universitarias cuenten con equipos ad hoc BIBLIOGRAFIA Romero, Santi (1999): La arquitectura de la biblioteca universitaria. 10

11 Ministerio de Cultura(1988): Discapacidad y Bibliotecas Rebium. Red de Bibliotecas Universitarias(1997): Normas y directrices para bibliotecas universitarias y científicas. C.A. de Madrid. Ley C.A. Madrid para la supresión de Barreras Arquitectónicas (1993) Real Patronato de Prevención y de atención a personas con minusvalia (1987): Accesibilidad para las personas con minusvalía. 11