Pósteres sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio

Transcripción

1 Pósteres sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio 1. Introducción En la Asamblea General de Naciones Unidas del año 2000, 189 jefes de estado y gobierno apoyaron la Declaración del Milenio 1, donde los y las líderes mundiales afirmaron que no ahorrarían ningún esfuerzo para acabar con la pobreza de una vez por todas, a la vez que encumbraron una serie de valores la democracia, la libertad, la igualdad, la paz, etc. como pilares de la comunidad internacional. Posteriormente, estos compromisos genéricos se concretaron en los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio 2 (ODM), que abordan temáticas concretas (pobreza, educación, salud, etc.) y se plantean una serie de metas concretas vinculadas a tiempos de cumplimiento. Estos objetivos son: 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre. 2: Lograr la enseñanza primaria universal. 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer. 4: Reducir la mortalidad infantil. 5: Mejorar la salud materna. 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades. 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Los pósteres que aquí se presentan son un recurso pedagógico para conocer y reflexionar críticamente en torno a los ODM. Estos pósteres forman parte de un conjunto más amplio de recursos educativos en los que intentamos presentar de forma crítica esta propuesta. Además de los pósteres se puede contar con otras propuestas educativas como: Mandalas. Cuadernos con información y testimonios para cada uno de los objetivos. Comics de cada uno de los objetivos. Todos estos materiales se pueden solicitar en ALBOAN, también nos puedes hacer llegar tu evaluación, así como contarnos cómo has puesto en práctica estos pósteres para que lo podamos poner en nuestra página web y dar ideas a otras personas. Avenida Barañain Pamplona Tel.: Fax: alboanna@alboan.org Padre Lojendio 2, 2º Bilbao Tel.: Fax: alboanbi@alboan.org C/ Ronda, 7, 4º I San Sebastián Tel.: Fax: alboangi@alboan.org 1 Accesible en 2 Ver la lista completa, con sus metas concretas e indicadores, en ETXEBIZITZA ETA GIZARTE GAIETAKO SAILA Gizarte Gaietako Saiburuordetza Garapen Lankidetzarako Zuzendaritza DEPARTAMENTO DE VIVIENDA Y ASUNTOS SOCIALES

2 2. Jugando con los pósteres Los pósteres están pensados para que sirvan para ambientar los locales así como para generar la discusión y reflexión crítica en torno a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En los pósteres se presenta la imagen de las olimpiadas y los deportes como forma simbólica y cercana de reflejar: El trabajo continuado que ha habido antes de la firma de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y que habrá después. Los ODM como un trabajo que requiere esfuerzo, entrenamiento y poner los medios para conseguirlos. Un trabajo en el que estamos implicadas todas las personas tanto público, deportistas, entrenadores, jurado... y cada persona desde nuestro papel podemos contribuir a conseguir los diferentes logros. Un trabajo en el que se van logrando unas metas pero en el que siempre aspiramos a batir récords y superarnos. Desde ALBOAN proponemos la siguiente secuencia de pósteres que incluyen las frases clave que a continuación se presentan: Póster 1: Los tiempos cambian. Póster 2: Ha sido una larga carrera. Póster 3: Y al fin llegamos a unas metas. Póster 4: Póster 5: Objetivos de Hay que entrenar Desarrollo del Milenio. para llegar a las metas. Póster 6: Todo el mundo no llegó a la meta. Póster 7: Hay que continuar entrenando para todas la metas de los ODM. Póster 8: Un objetivo para todas las personas, incluso para ti! Póster 9: Objetivos de Desarrollo del Milenio y más, qué más? Póster 10: Nosotros y nosotras qué vamos a hacer? Estos pósteres pueden ser trabajados con jóvenes de más de 14 años e incluso con grupos de personas adultas de diversas formas. A continuación presentamos diferentes propuestas para trabajar con el conjunto de los pósteres. También cabe señalar que, alguna de las actividades, se puede adaptar para trabajar con un póster concreto ya que algunos de ellos recogen las metas de un objetivo de desarrollo del milenio.

3 Titulares de última hora Desarrollo: se propone trabajar previamente en torno a lo que sabemos de los ODM (puede ser una lluvia de ideas, se puede trabajar en torno al documento 0 elaborado por ALBOAN sobre los ODM se puede buscar información sobre los ODM en Internet). Tras estas primeras ideas previas, se facilita a los diferentes grupos en los que dividamos a las personas participantes un juego de los pósteres con las frases tapadas. Se les pedirá que los titulen y ordenen para presentar al grupo su reflexión en torno a los ODM, pueden utilizar cuantos pósteres consideren necesarios. Materiales: tantos juegos de pósteres de los ODM como grupos participantes con las frases tapadas, Internet o documento de trabajo de ALBOAN. Tiempo mínimo: una sesión de 50 minutos. El museo de los ODM Desarrollo: se facilita a cada grupo un número determinado de pósteres de tal manera que, entre todos los grupos tengan los diez pósteres diferentes. A cada grupo se le sugiere que es el guía de un museo y que tienen que presentar al resto de sus compañeras y compañeros el póster, con lo que pone en él así como los dibujos que aparecen, interpretando cada imagen para mostrar lo que el autor o la autora quería transmitir. Posteriormente cada grupo presentará al resto lo trabajado y finalmente el grupo intentará concluir rescatando las ideas básicas con las que se quedan en torno a los ODM. Esta información puede ser complementada y/o contrastada con la lectura del texto que aparece en este documento: Una mirada crítica a los ODM. Materiales: un juego de los pósteres de los ODM, copias del texto sobre los ODM que aparece a continuación (optativo). Tiempo mínimo: una sesión de 50 minutos. Ordenando los ODM Desarrollo: se pide al grupo que busque información previa sobre los ODM, cuándo surgen, qué hubo antes, qué pretenden. Con esa información tienen que preparar un pequeño guión que les puede ayudar a ordenar los pósteres. Se les entrega un juego de pósteres y se le pide que, en función de lo que han establecido en su guión, los ordenen. Posteriormente, se pedirá a cada grupo que presente su reflexión apoyándose en los pósteres. Se comenta entre todas las personas diferencias en el orden de los pósteres si las hay. Lo importante no es acordar un mismo orden sino quedarse con unas cuantas ideas claras sobre lo que suponen los ODM, de dónde surgen, por qué, etc. Materiales: tantos juegos de pósteres de los ODM como grupos participantes, Internet o documento sobre los ODM. Tiempo mínimo: dos sesiones de 50 minutos.

4 3. Una mirada crítica a los ODM En la Asamblea General de Naciones Unidas del año 2000, 189 jefes de estado y gobierno apoyaron la Declaración del Milenio, donde los líderes mundiales afirman que no ahorrarán ningún esfuerzo para acabar con la pobreza de una vez por todas, a la vez que encumbran una serie de valores la democracia, la libertad, la igualdad, la paz, etc. como pilares de la comunidad internacional. Posteriormente, estos compromisos genéricos se concretarían en los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, que ya abordan temáticas concretas (pobreza, educación, salud, etc.) y se plantean una serie de metas concretas vinculadas a tiempos de cumplimiento. En los cinco años que han pasado desde el establecimiento de los ODM, éstos han alcanzado un grado muy alto de aceptación y respaldo formal, tanto entre los gobiernos y las instituciones internacionales, como entre las organizaciones sociales de desarrollo. Los ODM se han convertido hoy en el marco general que justifica y donde se encuadra toda la acción internacional por el desarrollo. Precisamente por su popularidad y por las campañas oficiales y no gubernamentales que se han puesto en marcha para popularizarlos, se hace necesario un escrutinio y valoración críticos de lo que suponen, analizando sus debilidades y fortalezas. Principales debilidades del marco de los ODM He aquí los principales interrogantes que nos plantean los ODM. Suponen una rebaja de la agenda de desarrollo Los ODM suponen en buena medida una minimización de la agenda del desarrollo, y eso por varios motivos. En primer lugar, porque a pesar de que su nombre lleva la expresión desarrollo, el foco se ha ido desplazando desde esta idea a la de pobreza y, finalmente, a la de extrema pobreza, entendida ésta como contar con un ingreso menor a un dólar al día. Si los ODM son el marco que legitima la acción por el desarrollo, parece que lo que se sale de él ya no se justifica como trabajo por el desarrollo (por ejemplo, todo lo relacionado con la economía productiva, la gobernabilidad democrática, la participación social, etc.). En segundo lugar, si comparamos las agendas de acción que habían surgido de las cumbres de Naciones Unidas de la década de los noventa 3 con los ODM vemos cómo estos presentan unas metas menos ambiciosas. Alguna gente se pregunta legítimamente si los ODM aportan algo, existiendo ya el marco de los tratados de derechos humanos que se han venido firmando y ratificando desde la década de los 60 del siglo pasado 4, diferentes declaraciones pasadas de Naciones Unidas 5 y los compromisos de las cumbres citadas. Así como los derechos, por su naturaleza, identifican a quién soporta las obligaciones y se establecen mecanismos más o menos eficaces para hacerlos cumplir, una declaración como la de los ODM vincula en el plano moral, pero no jurídico, y no cuenta con mecanismos para exigir su cumplimiento. 3 Cumbres sobre el Medioambiente (1992), Población (1994), Mujer y Desarrollo Social (1995), Hábitat (1997), etc. 4 Por ejemplo: Pacto de Derechos Civiles y Políticos (1966), Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966), Convención para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer (1979), Convención de los Derechos del Niño (1990), Convención sobre los Derechos de Todos los Trabajadores Migrantes (2003). 5 Por ejemplo: La Declaración sobre el Derecho al Desarrollo (1986).

5 Grandes ausencias: procesos e igualdad Los ODM adoptan un enfoque cuantitativo y basado en resultados: presentan unos indicadores y unos tiempos, así como algunas metas parciales. Sin embargo, nada se dice de cómo hay que avanzar hacia dichas metas, ni sobre la calidad de las mismas. Ningún indicador de los muchos que hay cualifica los procesos. Así, por ejemplo, un gobierno autoritario podría alcanzar los indicadores cuantitativos, presentándose como un cumplidor ante la comunidad internacional. Sin embargo, el derecho a participar de las personas algo clave desde una perspectiva de desarrollo humano puede haber sido obviado. Por otra parte, es muy llamativa la ausencia de metas relacionadas con la igualdad. A pesar de que analíticamente se pueden separar los conceptos de pobreza y desigualdad, en la práctica aparecen muy vinculados. Con los niveles internos e internacionales de desigualdad será imposible alcanzar los ODM. Sin una redistribución global de los recursos es muy complicado que quienes no tienen acceso a ellos salgan de la pobreza. La idea dominante de que el crecimiento económico por sí mismo saca a la gente de la pobreza ha sido cuestionada sobre la base de que los patrones de distribución desigual del fruto del crecimiento impide la reducción de la pobreza. Así como a nivel internacional se han definido indicadores de pobreza, y se ha considerado esa situación como una patología social, por qué no establecer un indicador de desigualdad que reciba la misma consideración?, por qué no establecer unos indicadores de progreso en tal sentido (por ejemplo: reducir el coeficiente de Gini en X puntos para el año 2015)? Objetivo 8: incompleto y contradictorio Así como los siete primeros objetivos nos hablan principalmente de las tareas que corresponden a los países del Sur, el octavo es el dedicado a establecer la parte del trato que corresponde a los países del Norte. Más que un objetivo, el octavo podría recibir la consideración de medio para que los otros siete sean posibles. Sin embargo, al hacer referencia a las responsabilidades del Norte el lenguaje cambia sustancialmente respecto a los demás objetivos. Allí donde en los otros objetivos se plantean metas concretas, con indicadores y fechas para su consecución, en el octavo se encuentran vagas declaraciones, sin ningún tipo de indicador ni compromiso temporal al que atenerse. Esto nos habla de cómo la agenda de los ODM refleja una asimetría en la distribución del poder político global. Los países poderosos marcan los objetivos, los plazos y las metas de los menos poderosos, pero en lo que a ellos respecta no hay ninguna especificación ni concreción de responsabilidades. Por otro lado, el conjunto de medidas que caen bajo el paraguas del objetivo octavo es heterogéneo e, incluso, contradictorio. En ocasiones se apuntan las recetas tradicionales propias del discurso dominante: un sistema comercial y financiero abierto y basado en normas, colaboración con el sector privado y la industria farmacéutica, etc. En dos puntos diferentes se habla de la deuda externa. En uno utilizando la lógica oficial del Fondo Monetario Internacional (FMI) hacer que la deuda sea sostenible a largo plazo, en otro hablando de cancelación de la deuda bilateral oficial. En ninguno de los casos haciendo referencia a la necesidad de canalizar los recursos liberados hacia el desarrollo humano. También se habla de una mayor generosidad en la ayuda a los países menos adelantados que han demostrado su compromiso con la reducción de la pobreza, aunque, como venimos diciendo, no se especifica ni cuánto ni qué es eso de estar comprometido con la reducción de la pobreza.

6 Principales fortalezas A pesar de lo anterior, he aquí algunas de las características positivas de los ODM. Son concretos, cuentan con indicadores y están sujetos a tiempos concretos Pueden ser una forma de avanzar en la realización de los derechos económicos y sociales Es evidente que en el mundo actual la cuantificación es un valor en alza. Todo lo que se pueda contar parece que tiene mayor credibilidad hoy en día. En tal sentido, los ODM nos presentan un intento interesante de poner cifras y umbrales que a juicio de muchas personas son alcanzables. Tienen una concreción que atrae y que puede servir de estímulo para ganar voluntades a favor del trabajo contra la pobreza. Como señala Fernández Armesto, estableciendo umbrales de comportamiento es como el ser humano puede distinguirse de lo sub-humano, casi-humano y completamente no-humano. A pesar de que los ODM no utilizan un lenguaje de derechos humanos, pueden y deben entenderse desde dicho marco. En el debate sobre cómo hacer efectivos los derechos económicos, sociales y culturales (aquellos de los que se dice que son de consecución progresiva), muchas organizaciones han defendido el establecimiento de indicadores y marcos temporales para su cumplimiento sobre los cuales evaluar la actuación de los gobiernos. En tal sentido, los ODM nos presentan un conjunto de metas y de tiempos que bien pueden considerase como parte de un plan de acción para hacer que los derechos económicos y sociales se vayan realizando de manera progresiva. Además, es un plan de acción que no sólo plantea puntos de referencia, sino que suscita un consenso muy amplio a nivel internacional. Son una herramienta para la presión política de gobiernos e instituciones internacionales Al tratarse de un marco ampliamente aceptado por los gobiernos, numerosas organizaciones sociales los han asumido como marco frente al que exigir responsabilidades a sus propios gobiernos y a las instituciones internacionales. Por eso, y en tercer lugar, otra de las virtualidades de los ODM es su calidad de palancas de presión política por parte de la ciudadanía, tanto del Norte como del Sur. Más allá de sus limitaciones, suponen un instrumento claro y directo a nuestra disposición para exigir y evaluar a los gobiernos y a las instituciones internacionales que cumplan con lo acordado. Se puede decir que otorgan un plus de legitimidad a las reivindicaciones sociales. Dicho plus puede ser pequeño en los países más comprometidos con los derechos humanos, la democracia, la erradicación de la pobreza o la cooperación al desarrollo. Pero en otros lugares no es desdeñable la cobertura que pueden otorgar a las organizaciones sociales frente a sus propios gobiernos. De hecho, el año 2005 ha sido testigo de una movilización internacional muy importante para acabar con la pobreza. Millones de personas se han movilizado, y en decenas de países se han puesto en marcha coaliciones nacionales, agrupadas internacionalmente en el Llamado Global a la Acción contra la Pobreza 6. Conclusión Los ODM no son nuestra causa última, pero pueden servirla. Está claro que nuestro trabajo por la justicia social y la solidaridad transciende la lista de ocho objetivos acordada en Naciones Unidas. Las narraciones, discursos y experiencias que nos mueven a vincularnos en la lucha por la dignidad de las personas van mucho más allá. Ojalá viéramos el cumplimiento de los ODM en el tiempo acordado. Eso supondría que muchas vidas no serían injustamente acortadas y que más gente en más lugares tendría más oportunidades de llevar la vida que tiene motivos para valorar. Pero sabemos que nuestro trabajo no se queda ahí. Los ODM nos sirven en la medida en que los enmarquemos en una perspectiva más amplia de desarrollo humano, justicia y dignidad para todas las personas y los pueblos. Los ODM son el idioma que se habla hoy a nivel internacional para referirse al desarrollo y que mucha gente entiende. Por eso tenemos la responsabilidad de manejarlo y utilizarlo para avanzar hacia nuestro sueño de un mundo más justo y fraterno. 6 Ver