Guía Temática II Mitos en relación a la Violencia Doméstica

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2 Guía Temática II Mitos en relación a la Violencia Doméstica Caja de Herramientas para el abordaje de la Violencia Doméstica Guía Temática II Mitos en relación a la Violencia Doméstica 1

3 La elaboración de esta Caja de Herramientas para el abordaje de la Violencia Doméstica fue encargada por el Instituto Nacional de las Mujeres a la ONG Mujer Ahora. El Instituto Nacional de las Mujeres aportó un equipo responsable del seguimiento, integrado por técnicos/as del Programa de Violencia basada en Género. Se diseñó y editó con el apoyo del Proyecto de Fortalecimiento, el que cuenta con financiamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Equipos responsables: Por Mujer Ahora Supervisión General Fanny Samuniski Autoría Marcela Jubín Tania Aguerrebere Carla Bellini Diseño y diagramación Francesca Casariego Por Instituto Nacional de las Mujeres Karina Ruiz Leonardo Peluso Corrección de textos Susana Rovella Directora Carmen Beramendi Instituto Nacional de las Mujeres Ministerio de Desarrollo Social Se autoriza la reproducción parcial o total de este material siempre que se cite la fuente. Datos: Av. 18 de Julio 1455, piso 6 CP Montevideo Uruguay Tel.(598) int.1625 Fax.(598) int Apoya Programa de Género y Desarrollo Proyecto de Fortalecimiento del Instituto Nacional de las Mujeres 2

4 Guía Temática II Mitos en relación a la Violencia Doméstica Un mito, es un estereotipo, que se expresa como una verdad absoluta, por ejemplo la Violencia Doméstica contra las mujeres se da en las familias pobres o son hombres enfermos. Expresan juicios breves y contundentes, como en la frase algo habrá hecho. Proponen modelos y marcan pautas de comportamiento, que dan una explicación superficial y sin pruebas que aseguren su validez, ante situaciones complejas. Son difíciles de desmentir porque están integrados a un pensamiento colectivo fuertemente generalizado, y porque a veces y en algunos casos son válidos. Por ej.: en algunas familias pobres hay Violencia Doméstica, pero no en todas, y también la hay en familias ricas. Al igual que sucede con los refranes, que también reflejan el pensamiento popular, muchos mitos tienden a culpar a la mujer y a justificar al hombre agresor. Todos nos encontramos atravesados por prejuicios y mitos, desde los cuales actuamos, hablamos, pensamos y sentimos. Por eso revisar y analizar algunos de ellos nos ayudará a entender mejor el funcionamiento y la dinámica de la Violencia Doméstica. 1. Mito: los casos de Violencia Doméstica son escasos, no es problema grave. Realidad: hasta hace algunos años la violencia hacia la mujer permanecía oculta, dentro de las paredes del hogar. Diferentes estudios señalan que entre el 10% y el 50% de las mujeres experimentan durante su vida violencia por parte de su pareja. 2. Mito: la conducta violenta es innata en los hombres. Realidad: la violencia es una conducta aprendida en el funcionamiento social, en una cultura que la acepta como una manera válida de resolver conflictos o de imponer la autoridad. Sin embargo, no todos los hombres son igualmente violentos. 3

5 3. Mito: es normal que un esposo golpee a su esposa en determinadas circunstancias. Realidad: la violencia es una violación a los derechos humanos, nunca se tiene derecho a abusar de otra persona. Si bien hay situaciones que generan ira, enojo, rencor, hay muchas formas de manejar esos sentimientos, y dominar por medios violentos no es la única forma posible. La mayoría de las personas consideran que golpear a la esposa es una conducta inaceptable. 4. Mito: las mujeres que son o han sido golpeadas se lo han buscado, hacen algo para provocarlo. Realidad: aunque la conducta de una mujer provoque el enojo de su pareja, esto no justifica que se la maltrate. La conducta violenta es responsabilidad siempre, total y absoluta de quien la ejerce, es el camino que el violento elige. 5. Mito: las mujeres también maltratan a sus parejas y a sus hijos e hijas. Realidad: cualquiera de los miembros de una pareja puede sufrir una situación de violencia, pero diferentes estudios coinciden que son predominantemente las mujeres: el 2% corresponde a violencia hacia el hombre, 23% se ha definido como violencia cruzada y el 75% corresponde a violencia hacia la mujer. Cuando la violencia viene desde la mujer generalmente se trata de autodefensa y comúnmente tiene pocas consecuencias o éstas son menos graves para el hombre. 4

6 6. Mito: la violencia es un problema privado entre dos adultos. Realidad: La violencia doméstica no es sólo un problema familiar. Es también una violación de derechos humanos, por eso el problema es responsabilidad de todas y todos y el Estado está comprometido a garantizarlos. Guía Temática II Mitos en relación a la Violencia Doméstica 7. Mito: El lugar más seguro para las mujeres es el hogar y la familia. Realidad: contrariamente a la visión idealizada de la familia como un lugar de apoyo y amor, las niñas y las mujeres corren más riesgo de violencia en sus propias casas que en la calle, ejercida por una persona cercana más que por una persona desconocida. 8. Mito: Los actos de violencia son hechos aislados. Realidad: una vez que se instala el ciclo de la violencia, los actos de violencia se repiten y producen daños crecientes. 9. Mito: la violencia es un problema de los sectores pobres. Realidad: la violencia hacía la mujer se da en todas las clases sociales y niveles culturales. 10. Mito: los hombres violentos tienen alguna enfermedad mental. Realidad: si bien algunos hombres presentan patología psiquiátrica, la mayoría de los hombres violentos ejercen lo que creen es su derecho natural de dominio y no presentan signos de alteración mental diagnosticable. 5

7 11. Mito: el abuso psicológico y emocional no es tan dañino como el físico. Realidad: las mujeres que viven situaciones de Violencia Doméstica manifiestan que la humillación y el abuso emocional provocan un daño más profundo y duradero que la violencia física. 12. Mito: el alcohol y la droga hacen que los hombres golpeen a sus parejas. Realidad: No todos los hombres que consumen alcohol o drogas maltratan a sus parejas. Muchas veces adjudican la responsabilidad de la violencia al alcohol, en un intento de disculpar una conducta que de otra manera resulta inaceptable. El alcohol y las drogas desinhiben y facilitan las conductas violentas, pero no las causan. 13. Mito: la mayoría de las mujeres maltratadas nunca dejan a sus agresores. Realidad: algunos estudios muestran que el 70% de las mujeres que reciben atención y orientación especializada, terminan abandonando al agresor. A veces, la esperanza de que el hombre cambie, el miedo y la inseguridad, hacen que posterguen su decisión. 14. Mito: las mujeres maltratadas que abandonan a un agresor, después buscan otra pareja que también las maltrate. Realidad: s i bien esto es verdad en algunos casos, la mayoría de las mujeres que logran salir de una relación abusiva evitan entablar nuevas relaciones. 6

8 15. Mito: si la mujer abandona a su pareja violenta la violencia se termina. Realidad: en algunos casos es así, pero en otros la separación es difícil de sostener cuando el agresor no la acepta e insiste con ruegos y promesas, o con presiones a través de las personas del entorno para hacerla ceder, o con amenazas por ej. de matarla o matarse. En esos casos es aconsejable buscar asesoramiento y apoyo especializado para lograr el respaldo necesario. Guía Temática II Mitos en relación a la Violencia Doméstica 16. Mito: a las mujeres les gusta que las maltraten, de lo contrario abandonarían a sus parejas. Realidad: existen múltiples razones emocionales, sociales y económicas para que las mujeres no abandonan a la pareja que la agreden. Los sentimientos de vergüenza, miedo e inseguridad, la esperanza de que el hombre cambie, las presiones familiares o religiosas, la inseguridad económica, pueden hacer que la mujer postergue el pedido de ayuda, pero esto no significa que le guste que la maltraten. Los mitos y estereotipos, habilitan y refuerzan la VD. Culpabilizan a la Mujer Lo habrá provocado Algo habrá hecho Tiene mal carácter No lo obedece La hacen cómplice de la situación Le gusta que le peguen Es masoquista Se queda porque le conviene Le impiden alejarse de Naturalizan la violencia la situación Que te hace un golpe No hay que deshacer la Todos los hombres son así familia Casarse no es un lecho Los chicos necesitan al de rosas padre Te pega, porque te quiere Como te vas a arreglar sola Está enfermo 7

9 El mito del fracaso. Muchas personas creen que vivir en pareja es lo único posible para la mujer y que no lograrlo es fracasar en la vida. Vivir en pareja es muy bueno, si ayuda a vivir bien a sus integrantes, pero si hay violencia, es todo lo contrario destruye. Resignarse a vivir con una pareja violenta es una muy mala opción. El mito de la culpa. La idea de que la armonía de la familia depende de la mujer, lleva al error de sentirse culpable de todo lo que anda mal. La familia depende de lo que todas las personas pongan de sí para el bienestar común y una persona no puede hacer milagros por sí sola si la otra parte no empuja en la misma dirección. El mito de la familia normal. En nuestra cultura predomina la concepción de la familia normal, formada por papá, mamá y los nenes. Las familias divorciadas o las encabezadas por madres solas, quedan por fuera del modelo. No importa tanto cómo está integrada la familia, sino su capacidad de dar afecto, cuidado y protección a sus integrantes y transmitir valores a las hijas e hijos. El mito de la protección. Se dice que la familia es el refugio protector de sus integrantes, pero la realidad de la Violencia Doméstica muestra que no siempre lo es. Muchas mujeres sacrifican su propio bienestar por no separar a los hijos del padre, sin ver lo dañino que puede ser un padre violento. El mito de la abnegación. Las mujeres se sienten responsables de cuidar a los otros pero no de sí mismas. Pero no saben cómo frenar a una pareja que sigue sus impulsos violen- 8

10 tos sin considerar las necesidades de los demás. Las mujeres no somos solamente esposas y madres, también somos personas. Guía Temática II Mitos en relación a la Violencia Doméstica El mito de que el amor lo justifica todo. Él dice que la quiere, y que sólo la lastima porque se descontrola, cuando ella lo hace enojar. Ella piensa que la lastima pero la quiere, y que después se arrepiente. Ambos olvidan que el amor incluye respeto y consideración por el otro y que los adultos son responsables de lo que hacen. Reconociendo los mitos de la Violencia Doméstica y sus objetivos podemos colaborar a desmontar las creencias erróneas que los sustentan y de este modo apuntamos como sociedad a erradicar este fenómeno amparado en una cultura basada en la desigualdad. 9

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