Una nueva forma de repensar el Desarrollo Social

Transcripción

1 Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública CESOP Una nueva forma de repensar el Desarrollo Social BOLETÍN CESOP LÍNEA DE INVESTIGACIÓN DEMOCRACIA Y DESARROLLO N 2 MARZO 2014 SANTIAGO DE CHILE BOLETÍN MARZO 2014 Por Natalia Bozo y Constanza Fernández La medición y el análisis del bienestar subjetivo es una corriente que se encuentra cada vez más en boga en el debate que presentan los países a nivel mundial respecto al desarrollo de las sociedades. Esto viene asociado a la discusión política y académica que se ha tenido respecto al progreso y la calidad de vida de los individuos, no solo enfocándose en la medición tradicional a través del ingreso, sino que incorporando en las políticas públicas la subjetividad de las personas, la cual involucra su experiencia, valoración de sí mismas, como también de la sociedad en donde viven. En este sentido, la visión de bienestar subjetivo conlleva a replantearse cómo hoy en día las personas le otorgan importancia a la idea de felicidad, entendiéndose ésta como una vivencia subjetiva. La propuesta por tanto, apunta a incorporar al estudio la felicidad, como una estrategia de desarrollo para redefinir el horizonte de las políticas de Estado, en relación a la toma de decisiones y las posibles acciones gubernamentales que se deben emplear para mejorar la situación de las personas, de manera que se inviertan los niveles de malestar en la sociedad. Es por esto que actualmente se ha propuesto sumar la temática de la felicidad como una meta hacia donde debe llegar el progreso en las sociedades (Alarcón, 2011) El Informe Desarrollo Humano en Chile 2012, realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (en adelante PNUD) señala que las condiciones sociales que presenta el individuo en la sociedad, explican la imagen que tiene de ésta y el proyecto personal de vida que construyen. Es así como la satisfacción que presentan las personas con su vida, lo que va a otorgar una valoración positiva o negativa del escenario social en el que se encuentran insertas, relacionando de esta manera el vínculo existente entre subjetividad y sociedad. Por otra parte, este informe pone en manifiesto la importancia que tiene la generación de capacidades en el bienestar subjetivo de los individuos, entendidas estas como las libertades reales las cuales ( ) son oportunidades socialmente construidas, que tienen sentido para las personas en función de sus fines, que pueden ser apropiadas gracias a mecanismos adecuados 1

2 de distribución social, y que pueden ser puestas en movimiento en escenarios sociales dotados de regulaciones, relaciones y recursos básicos. (PNUD, 2012: 295). Bienestar subjetivo y políticas públicas Las nuevas democracias formales constituidas en el escenario latinoamericano, han abierto un debate político, económico y social sobre la situación de sub-desarrollo y dependencia que vive la región desde ya muchos años, sin lograr un desarrollo íntegro en sus distintas materias. Por otra parte, el concepto de ciudadanía y nación se ha estado rearticulando constantemente a los procesos socio-históricos que vive el continente, detonando en una crisis de legitimidad y desconfianza hacia las instituciones y autoridades gubernamentales, lo cual alarma el bienestar social de los sujetos. Por tanto, ( ), la redefinición del proyecto democrático y la ampliación de la ciudadanía sigue siendo, en América Latina, los temas centrales que articulan las diferentes luchas políticas que se debaten sobre el sentido del cambio social (Buso, en Hopenhayn, 2003:225) y el bienestar de los ciudadanos. Todo el estudio que se ha realizado acerca del bienestar subjetivo ha sido un tema que ha ido incorporando no solo el aparato gubernamental, sino que también a otros actores políticos, tales como la sociedad civil y el sector privado. En el caso de los organismos públicos, ha sido pertinente replantearse la elaboración de políticas públicas incorporando como objetivo el bienestar subjetivo de las personas, esto con el fin de avanzar en las estrategias de desarrollo para el país. Esto no implica necesariamente que las políticas públicas deban tener como objetivo producir la máxima felicidad o satisfacción, tal como señala Lora, ya que existen distintas percepciones sobre el progreso que son subjetivas y se encuentran influenciadas por sesgos culturales, de autocomplacencia y de carencia de aspiraciones, lo cual genera cierta ambigüedad en esta medición, ya que influyen en cómo la gente considera y juzga la sociedad. No obstante, incorporar esta perspectiva integral en el desarrollo social conlleva a mejorar la calidad de vida de las personas, la cual según establece Veenhoven (2005) va de la mano con la felicidad que puedan percibir las personas, definiéndose como el grado en que el individuo se siente conforme con su calidad de vida en todos los ámbitos. De esta manera, se ha propuesto al Estado como el organismo institucional encargado de establecer las metas del progreso, pero resulta difícil de realizar con sociedades como Latinoamérica, que se encuentran segmentadas por una gran diversidad cultural, en que los derechos humanos universales se encuentran desigualmente distribuidos. Por esto, es menester priorizar las necesidades comunes de la sociedad y asimismo establecer bienes fundamentales que sean otorgados de manera igualitaria a las personas que constituyen una comunidad, como los son las necesidades básicas, ya que así se podría lograr disminuir brechas de desigualdad y asegurar por ende un mayor progreso social, en donde todos los individuos resulten beneficiados. En base a esto, cabe mencionar un especial énfasis en la promulgación de necesidades no materiales, tales como la generación de vínculos significativos con otras personas, realización de proyectos de vida personales y el sentirse reconocido y respetado por el otro (PNUD, 2012) Contextualizándose en el caso Chileno, los diferentes gobiernos han presentado múltiples soluciones y mecanismo de acción para combatir las variadas necesidades y falencias que presenta la sociedad chilena, ya que con la paulatina incorporación del modelo económico neoliberal, muchas personas se han visto afectadas por una exclusión social y económica, principalmente todos aquellos que no se adapten al modelo o no tengan las herramientas necesarias para hacerlo, sin lograr un desarrollo que permita integración 2

3 social y el reconocimiento de los derechos políticos y sociales que deben ser atendidos y regulados a tiempo. No obstante, Chile se encuentra afectado por una asimetría entre un cambio cultural y los lineamientos institucionales, ya que el Estado no han sido capaz de lograr un procesamiento adecuado en torno a los cambios de vida social y la subjetividad de las personas; y es esta tensión entre los nuevos códigos culturales que organizan las subjetividades y la cultura política de la institucionalidad la que permite entender los símbolos con los que se expresa el malestar y la protesta social (PNUD, 2012: 303) generando una crisis de legitimidad en los ciudadanos, como también cierta incertidumbre y malestar hacia instituciones y autoridades políticas del país. En vista de lo anterior, el PNUD señala que se forma una paradoja entre bienestar subjetivo individual y social ya que si bien los chilenos consideran que su vida personal está mejor que hace diez años atrás, asociando a su bienestar subjetivo individual -como el contar con una buena salud, cobertura de necesidades básicas, formar vínculos significativos y realización de sus proyectos de vida- la mayor parte manifiesta un descontento con las oportunidades que brinda el escenario social del país, lo que genera inseguridad y desconfianza como también una falta de respeto hacia su dignidad y derechos como ciudadanos. Específicamente, este informe pone de manifiesto que los grupos que consideran estar insatisfechos pero conformes, son los que presentan mayor vulnerabilidad social, niveles regulares de salud, generación de vínculos débiles, bajos niveles de seguridad en la vida cotidiana, escasa cobertura de sus necesidades básicas, entre otros, sin lograr construir un horizonte optimista de sus vidas. En vista de lo anterior, uno de los principales desafíos en la reconstrucción de la democracia en Chile, ha sido implementar políticas públicas que logren de forma acabada generar los recursos que sean necesarios para distribuir a la población y así solventar los problemas relacionados con la calidad de vida de las personas en el ámbito de las necesidades básicas (Feres, Mancero, 2001), esto con el objetivo de crear un mayor bienestar social en las personas, siendo este último factor uno de los tópicos más importantes en las políticas de gobierno en Chile. Por consiguiente, se ha propuesto promover capacidades que incrementen las oportunidades de las personas tanto en la vida individual como social para obtener mayor nivel de satisfacción y bienestar, mejorando así la felicidad de los individuos. Este vuelco hacia La incorporación del bienestar subjetivo como criterio necesario en la apreciación del progreso de las sociedades, permite promover un progreso con el cual las personas se identifiquen; esto es: un progreso que sientan, vivan y aprecien. (Rojas, 2011:38) sin embargo aún no se ha incorporado plenamente el enfoque de las políticas públicas orientadas a contribuir a la felicidad de las personas, sino que éstas han sido más bien para solventar las necesidades y problemas que tiene el colectivo social. A modo de reflexión La discusión sobre el bienestar subjetivo, ha sido un tema relativamente nuevo en la agenda institucional, ya que en la actualidad las preocupaciones para resolver los problemas sociales, no solo se encuentran enfocadas al colectivo, sino también en los propios individuos, ya que hoy en día se ha puesto de manifiesto la mejora de la calidad de vida de las personas en todos sus ámbitos. De esta manera, la reformulación de las políticas públicas ya no solo se centran en la medición del PIB como un factor fundamental para evaluar la calidad de vida de las personas, sino que se está 3

4 dando mayor énfasis a determinantes no materiales que contribuyen de igual modo en la felicidad de los individuos. Es importante señalar, que las políticas de Estado orientadas a la satisfacción de las necesidades básicas es un mecanismo de acción para condicionar la felicidad y el bienestar, pero no así para garantizar directamente la felicidad, ya que como se ha mencionado anteriormente, ésta es una experiencia subjetiva, es decir cada persona define lo que para ella es ser feliz. Este cambio de valoración, ha significado que las políticas gubernamentales se encuentren en un proceso de reformulación de las estrategias de desarrollo social. Es por esto que uno de los grande desafíos que tiene Chile desde la perspectiva del bienestar subjetivo, es poder transversalizar las capacidades de los ciudadanos, como también emprender una cultura política que integre las nuevas demandas y aspiraciones subjetivas en el procesamiento democrático e institucional, mediante el fomento de relaciones entre actores públicos y privados. Ante esto, resulta fundamental una deliberación democrática, es decir que el Estado sea capaz de reconocer y llevar a cabo demandas de la ciudadanía -materiales como no materialespromoviendo instancias de diálogo social en que se negocien criterios de fortalecimiento democrático que contribuyan a formar una ciudadanía legítima y vinculante con las decisiones gubernamentales, ya que "Para llevar una vida feliz, una vida satisfactoria, necesitas estar activo", menciona Veenhoven a la BBC. "Participar (en actividades) es más importante que saber por qué lo estamos haciendo" 1. Esto genera mayor aspiración colectiva respecto al desarrollo social del país, como también personal en cuanto a la realización y satisfacción de sus proyectos de vida. El caso de Bután En el año 1972 el cuarto rey de Bután acuña el concepto Felicidad Nacional Bruta (en adelante FIB) para incorporarlo en sus políticas de Estado. El FIB es una estrategia de desarrollo y fue declarado como un indicador mucho más importante que el Producto Interno Bruto (PIB) del país, de hecho todas las políticas públicas que se crean en Bután deben incorporar el FIB para cerciorar una perspectiva integral de desarrollo. No hay una definición oficial del FIB, pero según su descripción se señala que Felicidad Nacional Bruta mide la calidad del país de una manera más integral (que el PIB) y considera que el desarrollo beneficioso de la sociedad humana tiene lugar cuando el desarrollo material y espiritual se produce uno al lado para complementar y reforzar mutuamente. (World Happiness Report, 2012: 111) Se han elaborado nueve dominios con los que trabaja el FIB y son ocupados para su medición: 1. Bienestar psicológico 2. Salud 3. Tiempo de ocio 4. Educación 5. Diversidad cultural 6. Buena Gobernanza 7. Participación ciudadana 8. Biodiversidad 9. Estándares de vida Fuente: World Happiness Report Cómo ser feliz. (7 de julio del 2013). BBC Mundo. Disponible en la web en: _felicidad_nosotros_mismos_finde_mrsantifica cion_juan_pablo_ii_nc.shtml 4

5 Primer Barómetro de la Felicidad en Chile Según el Primer Barómetro de la Felicidad en Chile (2011), realizado por el Instituto de la Felicidad de Coca-Cola, el 48% de los chilenos se considera bastante feliz con su vida, y un 53% se encuentra satisfecho de lo que se desprende que este porcentaje es el que comparte un mayor bienestar personal. Respecto a esto, cabe destacar que los factores económicos personales, especialmente el ingreso, no tienen una influencia significativa en el bienestar de las personas, y por ende en la felicidad, siendo la cifra más baja de satisfacción con la situación económica, y la más alta la satisfacción con las relaciones familiares, lo que se puede relacionar con los vínculos sociales que en general tienen gran importancia en Chile. Fuente: Primer Barómetro de la Felicidad en Chile (2011). Informe Desarrollo Humano en Chile 2012 Según la Encuesta IDH 2011, que ha establecido una Escala de satisfacción vital según NSE, las personas que pertenecen a estratos socioeconómicos más altos tienen los mayores niveles de satisfacción, ya que el 90% de los encuestados pertenecientes a la clase ABC1 considera estar satisfecho con su vida; satisfacción que va disminuyendo en la medida que disminuye en nivel socioeconómico, ya que sólo un 55,9% del grupo socioeconómico E tiene una satisfacción vital. El Informe IDH 2011 redacta una directa relación entre las capacidades y el bienestar subjetivo individual, estableciendo que la mayor parte de la población encuestada considera que son las necesidades básicas las que determinan mayor bienestar en el sentido de que tienen las capacidades para poder cubrir estas necesidades, especialmente a la salud, ya que un 79% que pertenece al grupo ABC1 considera tener una salud muy buena, mientras que en el NSE E, sólo el 34% considera tener buena salud y un 16% considera su salud muy mala. Fuente: PNUD (2012) Informe de Desarrollo Humano, Chile. Bibliografía Primer Barómetro de la Felicidad en Chile. Instituto de la Felicidad Coca-Cola, Chile 2011 Feres, Juan Carlos; Mancero, Xavier (2001). El método de las necesidades básicas insatisfechas (NBI) y sus aplicaciones en América Latina. Santiago de Chile, CEPAL. ISBN Elizalde, Antonio. (2011). Más Allá del Ingreso: Progreso y Bienestar Subjetivo. En: La Medición del Progreso y el Encuesta CASEN Ministerio de Desarrollo Social. Gallopín, Gilberto. (2011). Más Allá del Ingreso: Progreso y Bienestar Subjetivo. En: La Medición del Progreso y el Graham, Carol; Pettinato, Stefano. (2001) Felicidad, mercados y democracia: América Latina en una perspectiva comparada. Journal of Happiness Studies. Vol. 2, número 3. Hopenhayn, Martín. (2003). América Latina desigual y descentrada. Grupo editorial Norma. Santiago, Chile. Lora, Eduardo. (2011). Más Allá del Ingreso: Progreso y Bienestar Subjetivo. En: La Medición del Progreso y el Millán, René. (2011). Más Allá del Ingreso: Progreso y Bienestar Subjetivo. En: La Medición del Progreso y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2012) Desarrollo Humano en Chile: Bienestar subjetivo el desafía de repensar el desarrollo. Santiago, Chile. Rodríguez, Jorge; Saavedra, Eduardo. (2008) Crecimiento y Progreso Social en Chile. ILADES- Universidad Alberto Hurtado. Disponible en la web: Veenhoven, Ruut. (2005). Lo Que Sabemos de la Felicidad. Pp En Calidad de Vida y Bienestar Subjetivo en México, editado por L. Garduno Estrada, B. Salinas Amescua y M. Rojas Herrera. Plaza y Valdés: Ciudad de México, México. 5

6 Marzo