FORO DE LA ASOCIACIÓN PARA EL PROGRESO DE LA DIRECCIÓN. (Barcelona, 5 de Marzo de 2013)

Transcripción

1 FORO DE LA ASOCIACIÓN PARA EL PROGRESO DE LA DIRECCIÓN. (Barcelona, 5 de Marzo de 2013) Señoras y señores: Quiero agradecer al Consejo Rector de la Asociación para el Progreso de la Dirección, su invitación para acompañarles en este almuerzo, y felicitarles por su larga trayectoria de compromiso con la formación, con la innovación y con la mejora continua de la competitividad de nuestras empresas. 1

2 Iniciativas como esta, que promueven la reflexión y el intercambio de puntos de vista son siempre necesarias. Por eso para mí es un placer acompañarles y que podamos compartir algunas reflexiones sobre la realidad social, económica y política de nuestro país y sobre el futuro de Madrid y Cataluña. 2

3 Como saben, España está inmersa en una grave crisis desde hace años que golpea también a los países de nuestro entorno. Sin embargo, aunque es una crisis global, golpea a España de una manera especial porque en nuestro país sufrimos un deterioro político que la agudiza y porque durante años se negó y, en consecuencia, no se tomó ni una sola medida para acabar con ella. De manera absolutamente irresponsable, el socialismo la negó y despilfarró nuestros ahorros, agravando la crisis que ya subyacía en nuestro país. 3

4 Una crisis que no solo era económica, sino que también era una crisis política, una crisis institucional y, también, una crisis de valores. Para salir de la crisis económica hay tomar medidas y aplicar políticas correctas. Hemos perdido mucho tiempo y, por eso, el Gobierno de la Nación ha tenido que hacer en meses lo que debimos hacer en 8 años. Pero si perseveramos en realizar reformas, podemos salir de la crisis. 4

5 Pero es igualmente necesario que actuemos contra esas otras crisis que son propias de España y que se agravaron en los últimos años porque el gobierno socialista no realizó una sola reforma estructural en nuestra administración, debilitó de forma suicida la idea de la nación y se dedicó a jugar irresponsablemente con el modelo territorial recogido en la Constitución. 5

6 Hoy debemos afrontar en el sector público las reformas que las empresas han ido realizando en el sector privado durante los últimos años. Pero igual de necesario es que instalemos en España un nuevo código de convivencia nacional, una nueva cultura que nos haga tener los valores morales colectivos que tienen todas las grandes naciones y que les permiten ser fuertes y tener una posición relevante en el mundo. 6

7 España necesita con urgencia que dejemos de hablar solo de lo que es de cada uno para hablar de lo que es de todos. Es urgente que dejemos de buscar compulsivamente que es lo que nos diferencia a unos de otros y empecemos de una vez por todas a buscar lo que nos es común, que es infinitamente más. 7

8 Y esto no es retórica. Creo que es necesario que estemos unidos por muchos motivos. Pero si ahora es perentorio hacerlo es porque, en estos momentos, somos muy débiles, y tenemos muchos competidores que prefieren vernos débiles. Y ante esta situación, se engaña quien crea que puede ganar más yendo solo. Si estamos unidos seremos más fuertes. Pero si no lo estamos, nos perderemos todos. Así de claro. 8

9 Necesitamos administraciones bien organizadas y cohesionadas. No digo administraciones grandes y omnicomprensivas. Al contrario, nuestras administraciones deben ser sencillas, austeras y eficientes para dar protagonismo a la sociedad civil, que es la generadora de riqueza. Pero, al mismo tiempo es urgente que nuestras administraciones también estén coordinadas. 9

10 El mundo es cada vez más global y eso hace que se muevan con facilidad los ciudadanos, las empresas y los capitales. El mundo tiende a fomentar la competitividad, facilitar el intercambio y unificar criterios mercantiles y legales. En ese contexto, es imposible que nosotros podamos ser competitivos con un mercado fragmentado en partes, cada una de ellas con sus leyes respectivas. 10

11 Tener leyes autonómicas distintas en materia económica desincentiva la inversión extranjera y dificulta absurdamente a los empresarios españoles desarrollar su actividad en su propio país. Multiplicar nuestros niveles de administración y, al mismo tiempo, dividir nuestro mercado es, además de un error, una decisión suicida. Poner barreras entre las administraciones y regiones de un mismo país no es serio, es no entender por dónde va el mundo y nos debilita gravemente para competir. 11

12 Por tanto, hay que combatir la crisis económica con medidas y reformas económicas, pero eso no será suficiente si no ponemos orden en nuestra organización y trabajamos todos en la misma dirección. Una España dispersa y dividida no otorga solvencia y no será capaz de generar crédito. España es más fuerte cuanto más unida está. Y solo una España fuerte es capaz de defender nuestros intereses, los de todos, en Europa y en el mundo. 12

13 Tenemos un proyecto común, que se llama España, y que a todos nos interesa fortalecer. Un proyecto común que se ha forjado durante siglos. Pero,además, en los últimos 40 años ha permitido que las regiones tuvieran unas cotas de autogobierno sin parangón en nuestra historia. 13

14 Hoy las Comunidades Autónomas tienen un número de competencias que, en su conjunto, no tienen comparación en países con modelos federales o confederales. Las Comunidades Autónomas gestionamos los servicios más importantes para los ciudadanos. Y sobre esos servicios es donde debe centrarse el análisis de nuestra gestión. La discusión no puede centrarse ya en cuantas competencias gestionamos, sino en cómo gestionamos esas competencias. 14

15 El debate sobre la negociación sobre nuevas atribuciones o sobre mayores recursos financieros es habitual en países descentralizados. Y es lógico y positivo que se produzca. Sin embargo, ahora no se está planteando un debate sereno sobre cómo podemos clarificar o racionalizar nuestro modelo territorial, sino que se plantea romperlo y que Cataluña unilateralmente declare su independencia y se separe del resto de España. 15

16 No comparto la opinión de los que dicen que, en estos momentos, sumidos como estamos en una crisis económica, no es el momento de plantear reivindicaciones independentistas. 16

17 La crisis no es la excusa para posponer el debate. No es que no se deba plantear la independencia de Cataluña en estos momentos. Es que la independencia de Cataluña no se puede plantear en ningún caso, y menos de manera individual. Y no porque estemos en crisis, que lo estamos. No porque ahora no sea conveniente, que no lo es. Sino porque no tiene fundamento ni histórico ni legal. 17

18 Lo que cabe preguntarse es porque, precisamente ahora, se plantea este debate. Y la respuesta más factible y más rechazable es que se pretende enmascarar los datos que evidencian una pésima gestión, envolviéndose en banderas independentistas y acusando a los demás de un permanente agravio. Creo que hay datos más que suficientes para rebatir esa posición victimista que defienden los nacionalismos y esa supuesta permanente discriminación histórica. 18

19 A mi juicio, el debate sobre la discriminación es forzado, falso, tergiversado e intencionado. Por ejemplo, si aplicáramos las teorías nacionalistas sobre un histórico agravio de unas regiones sobre otras, veríamos que Madrid es la región que más contribuye y la que menos recibe. La realidad es que Madrid es hoy la región que más aporta a la solidaridad con el resto de regiones españolas. El 73% del Fondo de Garantía de Servicios Esenciales lo pone Madrid. 19

20 Para que se hagan una idea, Madrid aporta a la solidaridad del resto de regiones españolas millones de euros, y Cataluña aporta 718 millones. Cada madrileño aporta al Estado euros, mientras que los ciudadanos de Cataluña aportan 403 euros, a pesar de tener ambas regiones una renta similar. 20

21 Madrid está, además, castigada por un sistema de financiación que fue aprobado por el anterior gobierno socialista satisfaciendo los intereses del tripartito catalán y del partido socialista andaluz para beneficiar a los dos grandes graneros de votos de José Luis Rodríguez Zapatero. 21

22 El año pasado, el Estado recaudó en Madrid millones de euros, de los que recibimos millones, apenas el 17%. Cataluña recaudó millones y recibió millones, el 58%. Esto es, Cataluña recibió tres veces y media más que Madrid, recaudando 4 veces menos. En términos absolutos, Cataluña recibió del modelo de financiación millones de euros más que Madrid, pese a que los madrileños aportaron un 144% más con los impuestos recaudados allí. 22

23 Somos la única región, junto a Baleares, que ve disminuidos sus ingresos con este sistema en Solo este año, Madrid pierde más de millones de euros pese a que somos la Comunidad líder en crecimiento económico y creación de riqueza. Además, Madrid también es la gran región que menos inversión recibe en infraestructuras. 23

24 Los dos últimos Presupuestos Generales del Estado han supuesto la inversión de 805 millones en Madrid, mientras Cataluña recibió millones. Durante los 8 años de Gobierno Zapatero, en un acto de sectarismo sin igual, no se invirtió ni un solo euro en obra nueva en Madrid. 24

25 Y si observamos los últimos datos publicados por el BBVA, en los últimos 50 años Cataluña ocupa la primera posición en la inversión del Estado en infraestructuras públicas con millones de euros, un 15% del total de la inversión. Y, en ese ranking, Madrid quedaría dos puestos más atrás con millones y solo el 12% de las inversiones. 25

26 El discurso sobre el agravio al que han sido sometidas algunas regiones respecto a otras no tiene ningún fundamento. Es más, se puede demostrar con datos como esas comunidades, lejos de ser castigadas, en muchos casos han sido favorecidas. 26

27 Cataluña y el País Vasco han sido desde principios del Siglo XX pujantes centros industriales. Esto se debe, sin ninguna duda, al buen hacer de vascos y catalanes. Pero también como todos ustedes saben, a una legislación aprobada entonces por el Estado favorecedora y proteccionista de sus productos y sus industrias. 27

28 De todos es conocida la capacidad de influencia de lo que se dio en llamar la burguesía catalana. Una influencia que, incluso durante el franquismo, consiguió muchos logros, entre ellos que grandes industrias se ubicaran en Cataluña, por ejemplo SEAT. 28

29 Y, más recientemente, todos tenemos presente el poder y la influencia de los nacionalismos vasco y catalán, que durante mucho tiempo ha servido como refuerzo de mayorías parlamentarias insuficientes de los partidos nacionales, y que ha servido a sus dirigentes para presumir durante años de que ese apoyo para gobernar en Madrid servía para atraer a Cataluña y País Vasco inversiones y ventajas. 29

30 Por tanto, no podemos compartir el discurso del agravio permanente. Y sería un buen ejercicio que quienes hablan de esa supuesta secular opresión centralista, expliquen porque Madrid es la región que lidere hoy los indicadores económicos cuando el Estado se ha descentralizado como nunca, cuando la gestión de los servicios se lleva desde las Comunidades Autónomas y cuando los ciudadanos libre y democráticamente eligen a sus gobiernos regionales sin influencias centralistas. 30

31 Madrid es hoy la primera economía de España. Pero antes no era así. En 1980, al inicio del Estado Autonómico, Madrid representaba el 14% del PIB español y Cataluña el 19%. Hoy Madrid representa el 19% y Cataluña el 18%. Hoy Madrid tiene el menor nivel de déficit público, tiene capacidad para financiarse en los mercados sin acudir al Fondo de Liquidez Autonómica, nuestra tasa de actividad es la mayor de España, somos la región con más empresas creadas y nuestro PIB per cápita es un 26% mayor que el total nacional. 31

32 El peso del sector público en la economía madrileña es, tan solo, de un 10%, mientras que en Cataluña es de un 20%. Lo que a mi juicio quiere decir que la economía madrileña es más productiva y que genera mayor riqueza. Precisamente por eso, Madrid tiene el menor nivel de deuda pública de toda España, 6,5 puntos por debajo de la media nacional y tres veces menor a la de Cataluña. 32

33 A mi juicio la causa determinante de que después de 30 años de Estado Autonómico, haya regiones que han crecido y otras que se han estancado no hay que buscarla en el agravio, ni en la opresión, ni en el abuso de unas regiones sobre otras, sino en las políticas que hemos llevado adelante unos y otros. Algunos se han marcado como objetivo la creación de riqueza y la generación de oportunidades y otros, sencillamente, se han dedicado a otras cosas. 33

34 Estas diferencias tampoco hay que buscarlas en la aplicación de los principios de igualdad y de solidaridad entre las Comunidades Autónomas establecidos en la Constitución. Todos los países descentralizados tienen factores de nivelación que permiten a todas sus regiones disponer de recursos suficientes para prestar los servicios públicos. 34

35 El sistema constitucional de solidaridad interregional sigue siendo válido, lo cual no significa que no debamos exigir a las regiones que se benefician de la solidaridad de otras el compromiso, el esfuerzo y los resultados que permitan corregir cuanto antes el diferencial que tienen con aquellas. Y, al mismo tiempo, debemos reclamar que se garantice un nivel mínimo de financiación de servicios a cada región, en razón a la capacidad de recaudación fiscal de sus ciudadanos. 35

36 No son los territorios los que recaudan impuestos ni los que perciben prestaciones o servicios públicos, sino los ciudadanos. La equidad no se mide por si, en su conjunto, los ciudadanos de una región pagan más que los de otra, sino por si dos ciudadanos con la misma renta pagan lo mismo y gozan de los mismos derechos, independientemente de la región en la que vivan. 36

37 Si aplicásemos el debate de los déficits fiscales, la Comunidad Autónoma más beneficiada sería, una vez más, Madrid, que recibiría cerca de un 45% más de ganancia en términos de financiación per cápita, mucho más que Cataluña. El problema de ese debate es que es absurdo y, además, profundamente falso. 37

38 Lo que necesitamos no es una modificación constitucional del sistema territorial, ni, por supuesto, abrir un proceso de secesión. Bastaría simplemente con un sistema de financiación que conjugara el papel nivelador y redistributivo del Estado con la prestación por parte de las regiones de unos servicios públicos de calidad, máxime cuando algunas generamos recursos suficientes para mantenerlos. 38

39 Lo que no es razonable ni admisible es que las regiones que más recaudan reciban una financiación por habitante por debajo de la media, y menor de la de aquellas regiones que recaudan mucho menos. En ese debate Madrid y Cataluña podrían y deberían ponerse de acuerdo para impulsar un sistema más justo, más equitativo y más responsable. 39

40 Yo espero que así sea pero lo que no podemos consentir es que eso se utilice para justificar una deriva independentista que, si bien nunca sería tolerable, en estos momentos constituye una irresponsabilidad que a todos nos puede salir muy cara. 40

41 No es de recibo solicitar una negociación sabiendo que lo que se pide es imposible. No es serio decir que uno quiere dialogar pero solo si le acaban dando la razón. Y tampoco se puede plantear con seriedad un debate bajo la premisa de tomar unilateralmente una decisión, y cuando esta se demuestra contraria a la ley, afirmar que lo que tiene que modificarse no es la decisión, sino la ley. Eso supone la negación total de la seguridad jurídica y el fin de un Estado de Derecho. 41

42 Por eso, si el planteamiento independentista sigue adelante, es necesario dar una respuesta contundente desde la Constitución y el respeto a la soberanía nacional. Tal y como ha acordado el Gobierno de España el viernes pasado. Aún estamos a tiempo para poner un poco de cordura en este debate y poder impulsar reformas que nos beneficien a todos. 42

43 Son muchos los proyectos que Madrid y Cataluña podemos impulsar juntos porque tenemos muchos puntos en común, una economía similar y una renta per cápita semejante. Cataluña provoca en Madrid respeto y admiración por su peso, por su capacidad y porque sabemos que sin ella, sin su impulso y sin su aportación no puede entenderse la historia de España. 43

44 Cataluña y Madrid tienen un pasado común evidente lleno de afectos y desavenencias, de lealtades y desencuentros. Nada que no sea normal entre dos grandes regiones que se admiran y que están muy próximas. Pero lo importante no es el pasado, sino el futuro. El futuro de dos regiones que tienen mucho en común y a las que les interesa la prosperidad de ambas porque cuanto mejor le vaya a Cataluña, mejor le irá a Madrid, y cuanto mejor le vaya a Madrid, mejor le irá a Cataluña. 44

45 Desde la Comunidad de Madrid queremos reforzar todo lo que nos une porque sabemos que es imposible que Madrid y Cataluña vivan de espaldas por mucho que algunos se lo propongan. Es imposible que dos regiones que suman el 40% del Producto Interior Bruto de la duodécima potencia económica del mundo no ganen más si trabajan unidas. 45

46 Madrid y Cataluña han sido tanto más grandes cuanto más se han abierto y cuanto más se han integrado en grandes mercados. Los grandes proyectos históricos nunca se han hecho replegándose, sino ampliando sus horizontes, y la historia de Cataluña así lo demuestra. 46

47 Yo me siento español. Y como español siento también mías las tradiciones, la lengua, la literatura, el arte, el pensamiento, el territorio y la riqueza de Cataluña. Todo ello no solo pertenece a la historia y la cultura catalana, también pertenece a la historia y la cultura española. 47

48 España es una nación pluricultural donde la integración de las distintas culturas forma una unidad que es mucho más que la simple suma de las partes. Y esa larga historia común ha producido que la cultura de cada una de nuestras regiones forme parte del patrimonio de todos. Un catalán como Dalí representa ese patrimonio común, nos representa a todos los españoles igual que un malagueño como Picasso, un aragonés como Goya, un valenciano como Soroya o un madrileño como Juan Gris. 48

49 Francesc Cambó decía que siglos de convivencia, de disfrutar las mismas bienandanzas y de sufrir los mismos desastres hacen que España sea una cosa viva, que no sea únicamente un poder, sino que sea una sustancia. Sinceramente, creo que ninguna generación tiene derecho a destruir esa sustancia histórica forjada durante siglos de vida en común de la que hablaba Cambó. 49

50 El futuro en un mundo globalizado exige naciones fuertes y unidades que permitan competir de igual a igual con los demás. Estoy seguro que podemos hacerlo como lo hemos hecho tantas veces en nuestra historia. Estos tiempos de dificultad lo exigen aún más. Para ello, pueden contar con nosotros. Muchas gracias. 50