La nueva Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos: Educación Cívica y Constitucional. De la LOE a la LOMCE.

Transcripción

1 La nueva Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos: Educación Cívica y 01/01/2012 Asesoramiento curricular a centros y profesores.

2 Ya en otras entradas di una pequeña visión sobre el anteproyecto de ley educativa: la LOMCE. En este me centraré en la nueva Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos: la Educación Cívica y Para empezar, aclarar que el objetivo de este rebautizo no es otro que el de eliminar cuestiones sociales controvertidas y susceptibles de adoctrinamiento ideológico, según se argumenta desde el gobierno, de la asignatura que más conflicto ha provocado desde su instauración en 2008 en las aulas. Ésta se estableció en el Real Decreto 1631/2006 por el que fue aprobado, que: La Educación para la Ciudadanía tiene como objetivo favorecer el desarrollo de personas libres e íntegras a través de la consolidación de la autoestima, la dignidad personal, la libertad y la responsabilidad y la formación de futuros ciudadanos con criterio propio, respetuosos, participativos y solidarios, que conozcan sus derechos, asuman sus deberes y desarrollen hábitos cívicos para que puedan ejercer la ciudadanía de forma eficaz y responsable. Decreto que cumplía con la recomendación de 2002 del Consejo Europeo que afirmaba que esta asignatura era fundamental para desarrollar con éxito la función fundamental del Consejo: promoción de una sociedad libre, justa y tolerante, así como la defensa de los valores y principios de libertad, pluralismo, derechos humanos y Estado de Derecho, que se establecen como base de la democracia. Por lo que se aconsejó ya en 2002, que la materia fuera prioritaria en las sucesivas reformas educativas de los países miembros de la Unión Europea. De este modo, los contenidos que se incluyeron en el Real Decreto 1513/2006 de 7 de diciembre, por el que se regulan las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria y el Real Decreto 1631/2006 de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes la Educación Secundaria Obligatoria, fueron los siguientes:

3 En Educación Primaria: o Bloque 1. Individuos y relaciones interpersonales y sociales. o Bloque 2. La vida en comunidad. o Bloque 3. Vivir en sociedad. En Educación secundaria (ESO y Bachillerato): o Bloque 1. Aproximación respetuosa a la diversidad. o Bloque 2. Relaciones interpersonales y participación. o Bloque 3. Deberes y derechos ciudadanos. o Bloque 4. Las sociedades democráticas del siglo XXI. o Bloque 5. Ciudadanía en un mundo global. Éstos generaron grandes polémicas, tanto desde sectores conservadores, en las que se argumentó, fundamentalmente, que el Estado pretendía instaurar una moral común a todos los individuos españoles, quitando, en consecuencia, el derecho de las familias a decidir la educación de sus hijos. Como de algunos de izquierda que criticaron la asignatura por ofrecer una farsa biempensante llamada ciudadanía al tiempo que colaboran en su destrucción alentando lo que denominan la voracidad capitalista, en palabas de Carlos Fernández Liria (filósofo, escritor, activista y profesor de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid). Las tensiones entre ideologías fueron, evidentemente, numerosas, pero la base fundamental era la de valores democráticos y tolerancia VS contenido moral y político adoctrinador. Por lo que el actual gobierno, con el anteproyecto de la LOMCE, decide que es oportuno suavizar estas tensiones respecto a una asignatura que el ministro de educación calificó de partidista y sesgada. Lo que se traduce en la práctica en menos contenidos sobre conflictos sociales y desigualdades, omitir las referencias a la homosexualidad entre otros temas polémicos en pro de temas referentes a la iniciativa privada, crítica a los denominados nacionalismos excluyentes en líneas

4 generales, se pretende un diseño que haga más alusión al respeto de los límites legales y constitucionales, con un temario más genérico. En esta línea, se eluden a las referencias a las relaciones sentimentales hetero u homosexuales, así como los conflictos sexuales racistas, xenófobos, antisemitas, sexistas y homófobos; con la alternativa de la familia en el marco de la Constitución Española, la noción de la ciudadanía o los criterios jurídicos de adquisición de la nacionalidad española. Asimismo, se aparca una de las funciones fundamentales iniciales: que los discentes argumentarán sus opiniones de forma razonada y comprometida para la mejora social. También los derechos y deberes humanos como conquistas históricas inacabadas, la compensación de las desigualdades o el rechazo de las discriminaciones provocadas por las desigualdades personales, económicas o sociales. En favor de una visión más genérica y ambigua con carácter institucional con epígrafes como el deber de transparencia en la gestión pública, el Parlamento, las elecciones o la opinión pública. Eliminando, a la par, la referencia a riqueza y pobreza o la falta de acceso a la educación como fuente de pobreza. En lo referente a las desigualdades sociales, se sustituyen por conflictos del mundo: terrorismo, fanatismo religioso, estados fallidos o nacionalismos excluyentes. En el Bloque 4. Las sociedades democráticas del siglo XXI se incluye un nuevo epígrafe sobre la dimensión económica de la sociedad humana que abarca las libertades políticas y económicas, como también el papel de la iniciativa económica privada en la generación de la riqueza y el fomento del espíritu emprendedor. Y respecto a la propiedad intelectual y dada, la polémica que generó la Ley Sinde, se ve una clara muestra de apoyo a la misma, dándole legitimidad al incluirla en el

5 temario escolar con conceptos como respeto a la propiedad intelectual. Así como propuestas de otro cariz como la gestión de desechos, preservación del patrimonio, la contaminación acústica o los deberes hacia la naturaleza y el medioambiente. En definitiva, la pretensión es dotar de neutralidad a la materia recomendada desde el Consejo Europeo, pues es partidista y sesgada pero, sin embargo, se eliminan o difuminan los temas más sociales, evidentemente, acordes a la ideología del gobierno anterior, pero no por ello prescindibles o necesariamente partidistas, véase el tema de las relaciones sentimentales y las diferentes discriminaciones por raza, sexo, género a favor de temas nada políticos como los nacionalismos excluyentes o la defensa de la propiedad intelectual. Personalmente, no defenderé aquí la necesidad o no de la asignatura, no discutiré si estos contenidos se han de impartir en el hogar o en la escuela. Pero desde luego sí me posiciono, una vez más, en contra de la politización de la educación, pues no creo que sea justificable que se utilicen las horas lectivas para sentar las ideas de uno u otro partido político, cambiando, como no, en cada legislación la materia dependiendo del programa político, aspecto que evidentemente, no ayuda a avanzar a nuestro sistema educativo; al que seguramente lo más beneficioso que podía pasarle, en mi opinión, sería quedarse al margen de las alternancias políticas.