LUXACIÓN PATELAR José F. Gorostiza Larraguibel DVM MS Surgical Consulation Services Miami, FL La luxación patelar se define como una patela que se sale de la corredera troclear femoral durante la locomoción, o bien se encuentra permanentemente situada fuera de dicha tróclea. Esta incongruencia anatómica conduce, con el paso del tiempo, a una serie de cambios osteoartríticos y a diferentes grados de claudicación. Una patela luxada es rara vez el producto de un trauma, y más comúnmente el resultado de una serie de anormalidades músculo-esqueléticas que de no ser tratadas a tiempo progresarán hasta convertirse en cambios permanentes, difíciles o imposibles de corregir. La presentación clínica de una luxación patelar puede variar desde una claudicación mínima intermitente hasta una deformidad total del miembro, sin uso del mismo. Las luxaciones pueden ser laterales o mediales, y se clasifican en 4 grados Grado 1 patela que sale rara vez de la tróclea y vuelve a su sitio inmediatamente. Grado 2 patela que sale de la tróclea durante la locomoción. El paciente acusa una claudicación clínica que dura uno o varios pasos hasta que al llevar el miembro a extensión la patela retorna a la tróclea. Grado 3 patela que está permanentemente luxada. La presentación clínica es una claudicación de grado variable. Al manipular la patela esta vuelve fácilmente a la tróclea, pero se vuelve a salir en cuanto el paciente entra en dinámica. Grado 4 patela que está permanentemente luxada y que no puede ser devuelta a la tróclea aunque el paciente esté bajo anestesia general. Las luxaciones de 1er grado no deben ser intervenidas a menos que el paciente claudique persistentemente. Las luxaciones de 2do y 3er grado deben ser intervenidas lo antes posible, de modo que el paciente no desarrolle osteoatrosis.
Las luxaciones de 4to grado deben ser intervenidas cuando el paciente presente claudicación y cuando el criterio de un cirujano experimentado determine que el paciente se beneficiará con la cirugía. Hay algunos casos con deformaciones tan avanzadas que el pronóstico es muy pobre aun con cirugía. En mi opinión un paciente joven con luxación patelar debe ser intervenido quirúrgicamente aun y cuando no presente claudicación clínica, para evitar la degeneración articular a futuro. El tratamiento de las luxaciones patelares es quirúrgico. Consiste en mejorar la congruencia fémoro-patelar (sulcoplastia), y alinear correctamente el mecanismo del cuádriceps (osteotomía y trasposición de la tuberosidad tibial) Las sulcoplastias que profundizarán la corredera troclear pueden ser: en bloque, en V (cuña) o por curetage. Las radiografías pre-operatorias mediolaterales de la rodilla en extensión servirán para demostrar la posición de la patela con respecto a la tróclea. Puesto que la luxación suele presentarse en la porción proximal de la tróclea, si la patela es demasido alta o proximal es conveniente cambiar la inserción del ligamento patelar a una posición ligeramente más distal. La alineación del mecanismo del cuádriceps es crítica para que la patela se mantenga dentro de la tróclea. Esto se evalúa con el paciente anestesiado en decúbito dorsal. La gran mayoría de los casos de luxación patelar presentan la tuberosidad tibial desplazada de modo que no forma una línea recta con la patela y los músculos que forman el cuádriceps. Esto provocará una tracción fuera del eje ideal y la patela tenderá a salirse de la tróclea. Por esta razón la osteotomía de la tuberosidad tibial y su estabilización posterior en una posición ideal es una parte imprescindible de esta cirugía. La imbricación de la fascia lata en casos de luxaciones mediales y de la fascia medial en casos de luxaciones laterales, aumentarán la estabilidad de la cirugía. Finalmente las desmotomías y las suturas estabilizadoras pueden ayudar a mantener la patela en su sitio durante el periodo de cicatrización. Es necesario entender que estas técnicas deben utilizarse como estabilizadores anciliares y no en lugar de una trocleoplastia con una osteotomía y trasposición de la tuberosidad tibial. NOTA FINAL La causa más común por la cual fracasa la corrección quirúrgica de una luxación patelar es por no llevar a cabo una osteotomía de la tuberosidad tibial y su trasposición para lograr la alineación correcta del mecanismo del cuádriceps.
LUXACIÓN PATELAR MEDIAL DE GRADO 3 CON CONDROMALASIA TROCLEOPLASTIA EN CUÑA
SULCOPLASTÍA POR CURETAGE SULCOPLASTÍA POR CURETAGE
IMBRICACIÓN DE LA FASCIA LATA OSTEOTOMÍA DE LA TUBEROSIDAD TIBIAL
TRASPOSICIÓN DE LA TUBEROSIDAD TIBIAL TRASPOSICIÓN DE LA TUBEROSIDAD TIBIAL