Seminario de valores en lo común
1 Sesión No. 3 Nombre: Qué es un valor? Contextualización El orden supone, implica y pone en acto una jerarquía objetiva de ser y, por tanto, también de valores. Las diversas partes quedan integradas en una unidad según un proyecto o, en otras palabras, según un orden. El problema ético de la integración de la persona es el problema del orden objetivo, es decir, de una jerarquía. Comenzaremos empleando como ejemplo el acto de robar para entrar al tema que nos compete. Partiendo del caso específico, iremos dilucidando la interiorización de los valores. En primera instancia, robar es un mal universal. No sólo atenta contra algunos valores la honestidad, el respeto, la obediencia, el orden, la libertad, etc., sino también contra la persona: no la hace más humana y mucho menos la perfecciona. El robo es un acto que sólo llevan a cabo los humanos. Los animales que no tienen inteligencia, ni voluntad, ni libertad no roban, simplemente actúan por instinto. Así, por ejemplo, si dejamos un plato al alcance de un perro y éste se come la deliciosa carne asada que contiene, no podremos decir que el perro robó la comida, pues lo único que hizo fue actuar siguiendo sus instintos.
2 Introducción al Tema Una realidad íntegra es una totalidad no simple y está compuesta de varias partes a las que se conoce como integrales o integrantes. Por ejemplo: no podemos considerar a un montón de piedras como una realidad íntegra, pero un edificio, en cambio, sí lo es, y no porque el edificio destruya la multiplicidad de las piedras, sino porque las ordena en un complejo unitario y armónicamente estructurado. El concepto de totalidad integrada está íntimamente relacionado con el orden, entendido éste como la reducción de la multiplicidad a unidad y, recíprocamente, el despliegue de la unidad en la multiplicidad. Las diversas partes quedan integradas en una unidad según un proyecto, es decir, según un orden. El problema ético de la integración de la persona es el problema de la unificación de los tres dinamismos operativos del hombre en el sujeto personal según un orden objetivo, esto es, según una jerarquía. La integridad significa, por tanto, aquel estado o modo de ser por el cual la persona humana existe en el orden.
3 Explicación I.5 Interiorización de los valores El fin de la persona no es otra cosa que la misma persona: el fin del hombre es desarrollarse plena e integralmente para poder ser feliz. El sujeto humano está dotado de un triple dinamismo: somático, espiritual y psíquico, que constituye un nivel intermedio. Estos tres movimientos se dirigen a objetos formales distintos, es decir, tienden a la realidad desde puntos de vista diferentes. A través del dinamismo espiritual se percibe la realidad en sí misma y por sí misma; en cambio, en el dinamismo somático se percibe la realidad en relación con la persona, es decir, en tanto esa realidad sea útil, necesaria o placentera para la persona que actúa; tiende pues a la realidad, pero sólo en tanto ésta le sirve de alguna manera. El dinamismo psíquico articula los otros dos dinamismos. No está tan ligado al cuerpo como para no poder elevarse por encima de él, pero tampoco es tan inherente al mundo del espíritu como para no poder participar de la materia. El proceso de integración de estos tres dinamismos consistirá en la subordinación del dinamismo somático al psíquico y del psíquico al espiritual. Tal subordinación no comporta una destrucción o menoscabo de las operaciones somáticas y psíquicas por parte de las espirituales; por el contrario, consiste en la plenitud y la perfección de los primeros niveles (somático y psíquico) debido a su contacto y elevación con el dinamismo espiritual, que los gobierna a ambos. I.6 Funcionalidad de los valores Las necesidades de rango se revelan en un acto especial del conocimiento estimativo: el acto de preferir. En los actos de preferencia y postergación aparecen frente a nosotros las diferencias de altura de los distintos valores. El acto de preferir no es posterior a la intuición emocional del grado de un valor; lo que ocurre es más bien que la superioridad de éste nos es dada forzosa y esencialmente en dicho acto.
4 Los actos de preferencia no deben ser confundidos con los de elección. La elección supone una tendencia, mientras que el acto de preferir se realiza sin que previamente existan una aspiración o un querer determinados. Decimos, por ejemplo: Prefiero la poesía a la música, sin pensar en elección ninguna. La superioridad de un valor no es dada antes del acto de preferencia, sino en el preferir mismo. Durabilidad Un valor es tanto más alto cuanto más duradero. No se trata aquí de la magnitud del tiempo objetivo en que aquél existe pues la brevedad de la existencia en nada disminuye su altura. Lo que Scheler quiere decir cuando habla de durabilidad es que hay ciertos valores que, por su misma índole, sólo tienen un sentido en cuanto son permanentes. Divisibilidad También es indudable, dice Scheler, que un valor es tanto más alto cuanto menor es la necesidad de fraccionarlo para que en él participen muchas personas. La circunstancia de que un gran número de individuos pueda participar de los bienes materiales obedece a que los valores de lo agradable son claramente extensivos, pudiendo decirse lo mismo de las correspondientes vivencias de sentimiento. Fundamentación Entre los valores pueden darse relaciones de fundamentación. Se dice que un valor fundamenta a otro si la existencia del segundo supone la del primero. Cuando entre dos valores existe una relación de esa índole, puede afirmarse que el fundado es de rango inferior al de aquel que le da fundamento. Satisfacción Otro criterio que permite establecer la altura de un valor es la profundidad de la satisfacción que acompaña a la intuición emocional del mismo. Por satisfacción Scheler no entiende un estado placentero, sino una vivencia de cumplimiento. Tal vivencia se da cuando se cumple una intención orientada hacia un valor mediante la aparición de éste.
5 Relatividad Existe una escala de relatividad de los valores en la cual puede buscarse igualmente un criterio de la altura de aquéllos. Los de lo agradable, por ejemplo, son relativos a un ser dotado de sentimientos sensibles, del mismo modo que los de la vida son relativos a los seres vivientes. I.7 Jerarquía objetiva de valores En su obra El formalismo en la ética y la ética material valorativa, Max Scheler esbozó una clasificación de los valores desde el punto de vista de su ordenación jerárquica. El autor distingue cuatro grupos de modalidades: Valores de lo agradable y desagradable A los del primer grupo corresponde la función sentimental sensible, cuyos modos característicos son el sufrimiento y el goce. Con los valores de lo agradable se relacionan todos los que corresponden a la producción de las cosas que despiertan agrado, lo mismo que los valores que sirvan al goce de éstas. Valores vitales Tienen las cualidades comprendidas en la antítesis de lo noble y lo vulgar. Corresponden a éstos los que se hallan incluidos en el concepto de bienestar. Estados relativos son los diversos modos del sentimiento vital, por ejemplo: el sentimiento de la salud o enfermedad, el de la vida ascendente, etcétera. Valores espirituales Se dividen en tres subgrupos: Valores estéticos. Valores de lo justo y lo injusto. Valores del conocimiento puro. Valores religiosos La última modalidad axiológica la religiosa está constituida por los valores de lo santo y lo profano. Valores específicos a esta modalidad son la fe e incredulidad, veneración, adoración y posturas análogas. Es parte de la esencia de este acto dirigirse a personas, es decir, hacia algo de forma personal, sin importar qué clase de contenido o qué concepto de personas se tenga presente.
6 El valor por sí mismo en la esfera de valores de lo santo es pues, esencialmente, un valor de personas. Los valores de referencia para los valores personales santos son las formas de adoración, y las cosas de valor se dan parte en el culto, parte en los sacramentos.
7 Conclusión Para concluir con esta sesión el alumno contará con la capacidad de apreciar la importancia de la interiorización de valores y su resultado en el ennoblecimiento del hombre, además diferenciará los valores humanos en general de los propios. En la siguiente sesión tocaremos el tema de los valores en la propia identidad comenzando con la sinceridad y la dignidad.
8 Actividad de Aprendizaje Al terminar de revisar esta sesión el alumno tendrá que elaborar un cuadro sinóptico en una sola diapositiva de PowerPoint, en el cual se represente de manera gráfica los temas tratados en esta sesión, esta representación debe ser clara y precisa, al terminar su elaboración deberá de subirlo a la plataforma. Todo lo anterior tomando en cuenta que se evaluarán las siguientes características: La correcta presentación del cuadro La relación jerárquica entre conceptos Ortografía y redacción.
9 Referencias Frondizi, R. (1972). Qué son los valores? México: FCE. Marín Ibáñez, R. (1976). Valores, objetivos y actitudes en educación. Valladolid: Miñón. Rokeach, M. (1973). The Nature of Human Values. Nueva York: Free Press