VI Congreso de la Asociación Andaluza de Ciencia Regional

Transcripción

1 VI Congreso de la Asociación Andaluza de Ciencia Regional LA MEDICIÓN DEL POTENCIAL DE DESARROLLO ENDÓGENO EN ANDALUCÍA: UN ESTUDIO COMPARATIVO María José Calderón Milán Universidad de Castilla-La Mancha * INTRODUCCIÓN En las últimas décadas, se observa un claro resurgimiento de las regiones como entes de decisión política, apareciendo, paralelamente, innumerables trabajos que tratan de determinar los factores que hacen que unas regiones sigan un ritmo de crecimiento distinto a otras, resaltando las diferencias ya no entre países o estados, sino dentro de un mismo país. En este contexto, la innovación se considera como uno de los principales motores de crecimiento y fuente también de disparidades regionales. Si bien es cierto que la mayoría de estos estudios que relacionan innovación y crecimiento, han ido referidos a las regiones ya de por sí más desarrolladas, centrándose, por un lado, en la localización de las actividades de alta tecnología, y, por otro lado, en el estudio de las regiones en declive que han de enfrentarse a importantes procesos de reconversión industrial en los que la incorporación y adaptación de nuevas tecnologías requiere un complejo proceso de traslado de recursos a otras actividades económicas más dinámicas. Sin embargo, los estudios de las regiones más desfavorecidas no son tan abundantes, y empiezan a surgir, mayoritariamente, a raíz de la preocupación por parte de la Unión Europea de las denominadas regiones Objetivo 1, en las que los procesos de difusión tecnológica tienen un papel crucial en su crecimiento económico. El proceso de innovación en estas regiones desfavorecidas cobra un matiz diferente. El principal objetivo no es precisamente el desarrollo de actividades de alta tecnología, sino favorecer la difusión del conocimiento y la transferencia de los resultados de la innovación, en un entorno económico-social que quizá no sea tan favorable como en otras regiones más desarrolladas. La importancia de la innovación para la Unión Europea empieza a tomar fuerza en 1995 con la elaboración del Libro Verde de la innovación donde se identifican los * Facultad de Ciencias Sociales Avenida Alfares, Cuenca Tfno: Ext: Fax: mariajose.calderon@uclm.es

2 elementos que favorecen o dificultan la innovación en Europa. Aunque ya en la década de los 80, los Programas Marco surgen como los instrumentos que han permitido dirigir las prioridades y financiar la política de innovación de la Unión Europea, si bien su ámbito de aplicación es más nacional que regional. En lo que se refiere al ámbito regional y al tipo de regiones Objetivo 1, son los Fondos Estructurales los que están intentando favorecer las iniciativas innovadoras. Sobre todo en este último período de programación en el que se observa un cambio de orientación a favor de la innovación. Así, tanto el FSE como los Fondos FEDER han adquirido una gran importancia para alimentar los procesos de innovación en las regiones (desarrollo de la sociedad de la información, fomento del uso de nuevas tecnologías e innovaciones para las PYMEs, formación de directivos y técnicos en centros de investigación y empresas, entre otros). La importancia de la innovación en el diseño de las políticas de la UE se puso de manifiesto en el Consejo Europeo que se celebró en Lisboa en Marzo de 2000, marcándose como objetivo estratégico para la próxima década, lo siguiente: «la conversión de la Unión en la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de generar un crecimiento económico sostenible, más empleos y de mejor calidad y una mayor cohesión social. Para alcanzar dicho objetivo, la innovación debe impregnar la economía e instaurarse en la sociedad, convirtiéndose en uno de los principales componentes de la política de empresa, y en uno de los principales objetivos de la política de investigación».(cotec, 2002). Junto a la reorientación de las políticas de la UE hacia la innovación, con la complejidad que supone tener en cuenta las diferencias regionales y el diferente impacto de la innovación sobre el crecimiento y la competitividad, nos tenemos que enfrentar al nuevo reto que se planteará en el momento que tenga lugar la ampliación hacia el Este de la UE. El objetivo de este trabajo es dar unas breves pinceladas sobre los factores a tener en cuenta a la hora de estudiar la importancia de la innovación sobre el crecimiento económico en las regiones menos desarrolladas y que difiere con las regiones más desarrolladas en muchos aspectos, tanto teóricos como empíricos, y sobre todo a la hora de determinar las variables que se han de tener en cuenta, los requerimientos de datos que todo ello conlleva y las políticas de innovación a aplicar. Aunque se resaltarán los resultados obtenidos para los diferentes indicadores en la Comunidad Autónoma de Andalucía, también se mostrarán indicadores comparados con el resto de regiones españolas y, en algunos de los casos, con otras regiones de la Unión Europea. Se trata de un estudio puramente

3 descriptivo, en el que tras exponer el marco teórico basado principalmente en las aportaciones teóricas de Sweeney y los Sistemas Regionales de innovación y en definir un concepto de innovación en sentido amplio, pasamos a mostrar en gráficos y mapas, indicadores regionales de innovación y algunas otras características que también definen el potencial de desarrollo endógeno de una región, en particular de la región andaluza. MARCO TEÓRICO Una de las contribuciones teóricas que se preocupa de la relación entre el medio regional y el comportamiento innovador es la adaptación que se ha hecho de las teorías del ciclo de vida del producto, constituyendo lo que se ha venido llamando la teoría del ciclo de vida regional 1 (relacionado sobre todo con la evolución de las regiones en declive). Otra teoría que relaciona la tecnología y la dinámica regional es el modelo de los ciclos de innovación que está basada, por un lado, en el concepto desarrollado por Freeman (1982) sobre los nuevos sistemas s 2 y, por otro lado, en las aportaciones de Schumpeter. Este modelo de los ciclos de la innovación ha sido diseñado, fundamentalmente, para explicar la evolución de las regiones centrales desarrolladas y cómo, alrededor de éstas, se desarrollan regiones periféricas. Sin embargo, la literatura surgida en torno a esta teoría ha prestado escasa importancia al proceso de difusión de la tecnología en las regiones menos desarrolladas y a la influencia de las características particulares de estas regiones en el proceso de innovación (potencial endógeno). Una adaptación de la teoría de los ciclos de innovación a la tipología regional es la que hace Sweeney (1987), quien distingue tipos de regiones, atendiendo a dos criterios básicos: el potencial empresarial (entrepeneurial potential) y el potencial innovador (innovative potential). Aunque, en ocasiones, esta distinción es complicada porque la creación de una nueva actividad económica, a través de la fundación de nuevas empresas, surge de la conjunción del potencial innovador y del potencial empresarial. En cualquier caso, la distribución sectorial de la industria es uno de los factores considerados como significativos para el potencial innovador 1 La teoría del ciclo de vida regional está basada en la idea de que las nuevas tecnologías y las regiones pasan a través de un ciclo de vida: introducción lenta, rápido crecimiento, madurez y declive. 2 Freeman considera los nuevos sistemas s como la aparición de racimos de innovaciones que rápidamente se infiltran y desarrollan dentro del tejido productivo de la región, convirtiéndose en motor de cambio de la estructura existente, y cuya dinámica seguirá el ciclo de la innovación.

4 y la vitalidad empresarial. Como señala Malecki (1981), la competitividad regional es una función de la distribución sectorial de la industria y de la capacidad tecnológica, reforzándose una a otra de manera dinámica. El potencial innovador es, en esencia, el stock de conocimiento de una determinada localización (área o región). La conversión de esto en innovación depende de las características asociadas con el progreso técnico (Sweeney, 1987, pág. 102). El potencial innovador es, por tanto, la cultura tecnológica de una región. En Sweeney (1988) se añade un tercer potencial, el potencial sinergético que es el que impulsaría los potenciales empresariales y de innovación a la creación de nuevas actividades económicas. Las redes interconectadas son las que constituyen el potencial sinergético. Sweeney también hace hincapié en el carácter sistémico de la política de I+D en la que cada una de sus partes debe reforzar a las demás; así, señala en su artículo: Una política de innovación debe ser, por tanto, complementaria de todas las políticas gubernamentales, en educación, sanidad, industria, impuestos, tecnologías y de investigación. Indirectamente, lo que este autor define en su artículo es un Sistema Regional de Innovación. Una de las aportaciones claves de las modernas teorías de la innovación es considerar que la innovación es sistémica, en el sentido de que los procesos de innovación son generados por las relaciones entre empresas y por una amplia variedad de relaciones entre las instituciones también involucradas en los procesos de innovación. La innovación tecnológica es un fenómeno que, además de afectar a los procesos productivos de las empresas, trasciende los límites de éstas a través de las interacciones que se producen con otros elementos del Sistema como las Universidades, los Centros de Investigación, las empresas de otros sectores, regiones o países, entre otros. El concepto de innovación que está presente en este trabajo es un concepto de innovación en sentido amplio, tal y como lo definen Nelson y Rosenberg (1993). La innovación así definida incluye los procesos por los que las empresas introducen diseños de productos y procesos de producción que son nuevos para esa empresa, pero no necesariamente para otras empresas. La innovación es, por tanto, un término subjetivo que variará entre las diferentes empresas e industrias. También se trata de un concepto amplio en el sentido de Schumpeter, donde además de la introducción de un nuevo producto o proceso, se considera como innovación la apertura de nuevos mercados y la aplicación de nuevas formas de organización.

5 CARACTERIZACIÓN DEL POTENCIAL EMPRESARIAL E INNOVADOR DE ANDALUCÍA Y SU COMPARACIÓN CON LAS DEMÁS REGIONES ESPAÑOLAS Con el objetivo de determinar el lugar que ocupa la región de Andalucía en la tipología de Sweeney, se han tenido en cuenta los siguientes mapas, gráficos y tablas que representan distintos indicadores del potencial empresarial e innovador, siempre sujetos a las restricciones que la carencia de datos desagregados a nivel regional ocasiona. En primer lugar, hemos representado la distribución de las empresas por tamaño. Este indicador nos puede ser útil tanto para determinar el potencial empresarial como el innovador, para ello es necesario disponer de los distintos tramos de tamaño por sectores. La explotación de los resultados publicados por Comunidades Autónomas en el Directorio Central de Empresas del INE nos permite obtener esta información. Por otro lado, la disponibilidad de datos sobre el nacimiento y la desaparición de empresas, podría ser un buen indicativo de la dinamicidad de los distintos sectores productivos a nivel regional (pero esta información sólo se publica a nivel nacional). Vamos a suponer, en concordancia con las teorías de Sweeney que las regiones con un mayor porcentaje de grandes empresas tienen un menor potencial empresarial. Así, tamaño y vitalidad empresarial de las PYMES está altamente correlacionado con el crecimiento y desarrollo económico. Todas las ventajas de las grandes empresas asociadas a las economías de escala y a los medios técnicos y financieros de que disponen frente a las PYMES tienen que ser compensadas por estas últimas con la mayor flexibilidad que su pequeña dimensión les confiere. Esta flexibilidad de las PYMES estriba en su capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios de la demanda y de aprovechar las oportunidades que ofrecen los mercados. En comparación con las grandes empresas, las PYMES se ven favorecidas por la menor especialización de los factores de producción, por la menor burocracia y centralización de la gestión y por un proceso estratégico más bien intuitivo. Como se señala en un estudio de la OCDE (1995), a pesar de todas estas ventajas de las PYMES, en el largo plazo, las posibilidades de adaptación a nuevas producciones o de preverlas dependen de su capacidad para incorporar el cambio y la innovación en sus estrategias competitivas. Por tanto, la propia flexibilidad de la PYME, a largo plazo, está en

6 función de su capacidad de innovación. Por su parte, Freeman (1974) 3 señala que las pequeñas empresas tienen una productividad más elevada en el uso de las innovaciones, pues el output obtenido debido a las nuevas innovaciones es proporcionalmente mayor que los gastos realizados en I+D. A continuación, se ha representado la agrupación de Comunidades Autónomas distinguiendo las que presentan unos mayores porcentajes de grandes empresas (más de 200 asalariados) y las que presentan mayores porcentajes de pequeñas empresas (con menos de 50 asalariados). Posteriormente, se han representado gráficamente, para España y Andalucía, los porcentajes de empresas de cada uno de los tamaños, haciendo una distinción entre los sectores de alto, medio o bajo contenido 4. Ilustración 1. DISTRIBUCIÓN REGIONAL DE LAS GRANDES EMPRESAS EN ESPAÑA, 2003 % DE EMPRESAS CON MÁS DE 200 TRABAJADORES ,166 a 0,307 (3) 0,116 a 0,166 (4) 0,088 a 0,116 (4) 0,049 a 0,088 (6) La distribución de los distintos intervalos se ha hecho para que en cada grupo haya un número semejante de CC.AA. Fuente: Directorio Central de Empresas, 1998 (INE) y elaboración propia. Se puede decir, a la vista de la Ilustración 1, que el menor porcentaje de grandes empresas dota a la región de Andalucía de mayor potencial empresarial. Sin embargo, esto sólo es una condición necesaria pero no suficiente para contribuir al dinamismo empresarial. De hecho, analizando el conjunto de Gráfico 1 se observa 3 (pp ). 4 La clasificación de estos tres tipos de empresas, según el contenido de sus productos, se ha hecho intentando seguir, en la medida de lo posible, la tipología utilizada por la OCDE (1996).

7 que la especialización en sectores de bajo contenido entre las grandes empresas andaluzas es mucho mayor que la del conjunto de España, por lo que las ventajas de este tipo de empresas en cuanto a las mayores posibilidades de acceder a la financiación de la innovación y a disponer de departamentos propios de I+D queda bastante mermada en la región andaluza debido a esta mayor especialización en sectores de bajo contenido. Gráfico 1. DISTRIBUCIÓN DE LAS GRANDES EMPRESAS POR CONTENIDO TECNOLÓGICO DE SUS PRODUCTOS. ESPAÑA Y ANDALUCÍA Distribución de las grandes empresas por contenido de sus productos ESPAÑA Alto contenido 8,95% Medio contenido 23,65% Distribución de las grandes empresas por contenido de sus productos ANDALUCÍA Alto contenido 4,82% Medio contenido 17,01% Bajo contenido 67,40% Bajo contenido 78,17% Fuente: Directorio Central de Empresas, 2003 (INE) y elaboración propia. Ilustración 2. DISTRIBUCIÓN REGIONAL DE LAS PEQUEÑAS EMPRESAS EN ESPAÑA, 2003 % DE EMPRESAS CON MENOS DE 50 TRABAJADORES ,518 a 99,661 (4) 99,423 a 99,518 (3) 99,28 a 99,423 (5) 98,865 a 99,28 (5) La distribución de los distintos intervalos se ha hecho para que en cada grupo haya un número semejante de CC.AA. Fuente: Directorio Central de Empresas, 2003 (INE) y elaboración propia.

8 Gráfico 2. DISTRIBUCIÓN DE LAS PYMES POR CONTENIDO TECNOLÓGICO DE SUS PRODUCTOS. ESPAÑA Y ANDALUCÍA Distribución de las PYMEs por contenido de sus productos ESPAÑA Alto contenido 4,34% Medio contenido 11,61% Distribución de las PYMEs por contenido de sus productos ANDALUCÍA Alto contenido 3,42% Medio contenido 8,96% Bajo contenido 84,04% Bajo contenido 87,62% Fuente: Directorio Central de Empresas, 2003 (INE) y elaboración propia. En los todos los gráficos anteriores, se observa un denominador común en España y Andalucía, el tamaño empresarial, medido por el número de asalariados, crece en los sectores de mayor contenido de sus productos. Generalmente, las pequeñas empresas tienden a dominar en los sectores tradicionales como el de alimentación, textiles, piel, madera y muebles. Así, las regiones periféricas menos favorecidas tienden a tener una concentración más fuerte de pequeñas empresas en sectores tradicionales y sectores que basan sus recursos en la agricultura. Los gráficos anteriores son una muestra latente de estas características, más acusadas en Andalucía que en España en su conjunto. Los datos utilizados están referidos al año 2003 y nos indican, por un lado, que el porcentaje de PYMES en la región andaluza es de los más elevados que existen, y, por otro lado, el escaso porcentaje de grandes empresas (uno de los más bajos del país). Por tanto, es la pequeña empresa la que más predominio tiene en la región. Estas características podrían ser positivas según los razonamientos seguidos por Sweeney (1987) que se han señalado anteriormente, dado el dinamismo y la vitalidad empresarial de las empresas con un tamaño más pequeño, pero no es tan positivo cuando este menor tamaño empresarial se debe al predominio de pequeñas empresas en sectores considerados de bajo contenido. En lo que al sector industrial respecta, se han calculado a continuación los índices de especialización atendiendo a la clasificación que hace Pavitt (1984) 5 : 5 Pavitt lleva a cabo una taxonomía de las empresas según los patrones de innovación que siguen éstas. Tras el análisis de 2000 innovaciones efectuadas en el Reino Unido entre 1945 y 1979 estableció cuatro patrones sectoriales de innovación: - sectores basados en la ciencia; - sectores intensivos en escala; - sectores de proveedores especializados; - sectores dominados por sus proveedores.

9 Tabla 1. CLASIFICACIÓN DE EMPRESAS SEGÚN LA TIPOLOGÍA DE PAVITT. ÍNDICES DE ESPECIALIZACIÓN, 2003 Basados en la ciencia Intensivos en escala Proveedores especializados Dominados por los proveedores Andalucía 0,91 1,01 0,74 1,01 Aragón 0,86 1,05 1,44 0,98 Asturias 0,78 0,83 0,75 1,04 Baleares 0,45 0,86 0,42 1,06 Canarias 0,76 1,03 0,57 1,02 Cantabria 0,73 0,84 0,74 1,04 Castilla y León 0,51 0,85 0,59 1,06 Castilla-La Mancha 0,47 1,14 0,58 1,02 Cataluña 1,32 1,06 1,52 0,96 Ceuta y Melilla 1,05 0,65 0,20 1,08 Comunidad Valenciana 1,35 0,81 1,06 1,01 Extremadura 0,48 1,03 0,39 1,04 Galicia 0,64 0,88 0,52 1,05 Madrid 1,16 0,81 0,95 1,02 Murcia 1,18 0,91 1,07 1,00 Navarra 0,79 0,91 0,59 1,04 País Vasco 1,19 1,72 1,60 0,87 Rioja 0,78 1,79 0,83 0,91 Nota: Los índices de especialización se han calculado como los porcentajes de cada tipo de empresa en cada región dividido por ese mismo porcentaje para el total nacional. Fuente: Elaboración propia a partir de datos contenidos en el Directorio Central de Empresas, 2003 (DIRCE), INE. Como se observa en el cuadro anterior, la región de Andalucía está especializada en los sectores intensivos en escala y dominados por los proveedores, aunque el grado de especialización es muy débil con valores prácticamente iguales a los alcanzados en España en su conjunto. Estas características productivas van a condicionar el comportamiento innovador de las empresas de la región, tanto en inputs como en resultados del proceso de innovación. En ambos patrones sectoriales, el origen de la tecnología es exógeno, así, por ejemplo, estos sectores se caracterizarán por la menor cantidad de recursos destinados a la I+D y por la menor propensión a patentar los resultados de sus procesos de innovación. Según los resultados de especialización sectorial de cada región, podremos definir las recomendaciones de la política tecnológica más adecuadas para cada categoría sectorial 6. De este modo, en los sectores que no tienen capacidad para generar su propia tecnología (intensivos en escala y dominados por los proveedores), deberían 6 En relación a la política tecnológica, podemos señalar dos tipos de medidas, tal y como señalan Navas López y Nieto Antolín (1997): Políticas de oferta, que persiguen estimular las actividades y mejorar las condiciones para la generación de nuevos conocimientos. Políticas de demanda y adopción, que buscan favorecer la aplicación y difusión de los nuevos conocimientos a la realidad.

10 aplicarse medidas de difusión y fomento a la adopción de nuevas tecnologías: estímulos directos (subvenciones, exenciones fiscales, condiciones favorables de amortización de equipos y créditos blandos); programas de difusión de información (asesoría tecnológica gratuita, facilitar el intercambio de información entre centros de investigación y empresas, y crear bancos de datos de información); y apoyo a la transferencia de tecnología. Por el contrario, en los sectores que se caracterizan porque las tecnologías que emplean provienen del propio sector (basados en la ciencia y de proveedores especializados), las medidas a adoptar deberían encaminarse a estimular las actividades de I+D en las empresas: acciones de apoyo a la investigación básica, mejora en la dotación de infraestructuras, ayudas directas, subvenciones y exenciones fiscales. En la Tabla 2, se puede observar la especialización de la región andaluza en sectores claramente de bajo contenido, pues así lo reflejan el gran número de empresas de estas características situadas en la región. Tabla 2. ÍNDICES DE ESPECIALIZACIÓN REGIONAL DE EMPRESAS POR CONTENIDO TECNOLÓGICO DE SUS PRODUCTOS, 2003 Alto contenido Medio contenido Bajo contenido Andalucía 0,77 0,76 1,05 Aragón 1,35 1,17 0,96 Asturias 1,20 0,76 1,02 Baleares 0,63 1,10 1,01 Canarias 0,77 0,86 1,03 Cantabria 0,95 0,97 1,01 Castilla y León 0,61 0,68 1,07 Castilla-La Mancha 0,45 0,54 1,10 Cataluña 1,22 1,31 0,94 Ceuta y Melilla 1,82 0,63 1,01 Comunidad Valenciana 0,77 1,08 1,00 Extremadura 0,56 0,36 1,11 Galicia 0,72 0,76 1,05 Madrid 1,69 0,92 0,97 Murcia 0,67 1,16 1,00 Navarra 0,84 0,94 1,02 País Vasco 1,35 1,35 0,93 Rioja 0,40 0,72 1,07 Nota: Los índices de especialización se han calculado como los porcentajes de cada tipo de empresa en cada región dividido por ese mismo porcentaje para el total nacional. La clasificación de estos tres tipos de empresas, según el contenido de sus productos se ha hecho siguiendo, en la medida de lo posible, la tipología utilizada por la OCDE (1996): Main science and technology indicators. Fuente: Elaboración propia a partir de datos contenidos en el Directorio Central de Empresas, 2003 (DIRCE), INE. Hasta el momento, se ha considerado uno de los factores que pueden incidir en la

11 actividad investigadora de la empresa: la composición sectorial, concretamente se ha abordado desde dos puntos de vista, como característica propia de cada región (distinguiendo entre sectores de alto, medio y bajo contenido y según la tipología de Pavitt), y ligado al tema del tamaño empresarial. Parece claro que las oportunidades tecnológicas varían según el sector del que se trate (Kamien y Schwartz, 1982). Por otro lado, respecto al tamaño, una serie de autores han detectado la existencia de un umbral mínimo de investigación, así como una actividad investigadora creciente hasta cierto tamaño intermedio de las empresas, pero decreciente o constante por encima del mismo (Freeman, 1982). En cuanto al potencial innovador, se han seleccionado los indicadores de innovación que publica EUROSTAT para las regiones de la UE (European Innovation Scoreboard 2002). Recursos humanos para la innovación Población con educación superior (% del grupo de edad de 25 a 64 años) Participación en actividades de aprendizaje permanente (% del grupo de edad de 25 a 64 años) Em pleo en industria de tecnología media-alta y alta (%de la mano de obra total) Empleo en servicios de alta tecnología (%de la mano de obra total) Producción de conocimiento Gasto público en I+D (GBID GEID) (% del PIB) Gasto privado en I+D (GEID) (% del PIB) Solicitudes de patentes de alta tecnología ante la OEP (por millón de habitantes) Otros indicadores Tabla 3. INDICADORES DE LA INNOVACIÓN 2002 Andalucía Media España Valor regional máximo Valor regional mínimo Media UE Valor UE regional máximo Valor UE regional mínimo 18,77 22,66 31,76 15,52 21,22 32,47 10,17 4,84 4,67 6,91 2,25 8,5 21,70 1,40 2,41 5,37 12,74 0,88 7,57 11,21 2,03 1,48 2,23 5,68 0,95 3,61 5,13 1,43 0,46 0,43 0,75 0,19 0,67 0,98 0,33 0,22 0,47 0,99 0,06 1,28 2,84 0,17 0,3 2,5 9,1 0 27,8 187,8 0 Renta per cápita RRSII (Indicador sintético de innovación revelada) Fuente: European Innovation Scoreboard Comisión de las Comunidades Europeas. El cuadro de indicadores de innovación que hasta el momento publica EUROSTAT a escala regional es un tanto limitado, pues no incluye la totalidad de indicadores que aparecen en los datos publicados a escala nacional 7. Hasta el momento, se 7 El cuadro de indicadores de innovación a escala nacional incluye además un grupo de indicadores catalogado como Transmisión y aplicación de conocimientos (que incluye como variables las PYMEs con innovación interna, la cooperación de las PYMEs en innovaciones y los gastos en innovación) y otro denominado como Mercados, resultados y financiación de la innovación (con la inversión de

12 han publicado siete indicadores de innovación que cubren los apartados de recursos humanos (4 indicadores) y producción de conocimiento (3 indicadores), pudiéndose, de este modo, identificar las regiones que están teniendo buenos resultados de investigación e innovación, más que aquellas que poseen un potencial futuro. Tampoco es posible analizar todavía los resultados en cuanto a la difusión y transmisión de conocimiento, tan importantes en las regiones menos desarrolladas o con menos posibilidades de llevar a cabo actividades de alta tecnología por no disponer de un entorno socio-económico favorable para ello. La orientación tecnológica de una región comienza por su sistema educativo. Este sistema es la principal fuente de cualificación de la mano de obra y hace crecer el stock de conocimientos de una región. El capital humano se afirma cada vez más como uno de los factores clave de la innovación y la competitividad regional, siendo la formación y el aprendizaje permanente imprescindibles en la nueva economía del conocimiento. Para estudiar las potencialidades de la región andaluza, en este sentido, se han considerado dos indicadores: la población con educación superior y la participación en actividades de aprendizaje permanente. La población con educación superior sería un indicador de la oferta de población cualificada, incluyendo no sólo la población ocupada sino también los grupos de población que estando desempleados o incluso inactivos podrían entrar a formar parte del mercado laboral en un determinado momento. Éste sería un indicador tanto del potencial innovador como empresarial. El empleo en manufacturas y servicios de alta tecnología 8 son dos indicadores que podrían servir para cuantificar el potencial innovador de una región, pues es de esperar que en aquellas regiones más innovadoras los porcentajes de ambos indicadores sean elevados. En cuanto a los indicadores catalogados dentro del grupo de Producción del conocimiento, nos muestran el esfuerzo innovador de las regiones a través de dos indicadores: el porcentaje de gasto público en I+D sobre el PIB y el de gasto privado en I+D sobre el PIB. Esto nos permite diferenciar aproximadamente la capital riesgo en alta tecnología, capitales obtenidos en los mercados secundarios, nuevas ventas en el mercado, hogares conectados a Internet, utilización doméstica de Internet, gastos en TIC, VAB de la industria de sectores de alta tecnología y reservas de inversión extranjera directa entrantes). 8 En el sector manufacturero se han considerado ramas de media-alta tecnología las siguientes: química, maquinaria, equipo de oficina, equipo eléctrico, equipo de telecomunicaciones, instrumentos de precisión, automóviles y aeroespacial. En lo que respecta al sector servicios, se han considerado de alta tecnología las siguientes ramas: telecomunicaciones, tecnologías de la información incluido el desarrollo de software y los servicios de I+D.

13 investigación básica (llevada a cabo, principalmente, por las AA.PP. y el sector de enseñanza superior) y la investigación aplicada (que tiene lugar, principalmente, en las empresas). También se incluye en este último grupo un indicador de patentes, catalogado tradicionalmente como indicador del output (resultados) de la innovación, en contraste con los indicadores de inputs (recursos) como los gastos en I+D o el empleo en sectores de alta tecnología. Para presentar de forma resumida todos los indicadores regionales de innovación, en el Cuadro de Indicadores de Innovación de la Comisión Europea (2002b), se calcula un índice sintético (RRSII, Revealed Regional Summary Innovation Index), que, con algunas limitaciones, pretende servir para elaborar un ranking regional a escala europea. En la Tabla 3 se observa que Andalucía muestra un patrón de innovación semejante al de muchas otras regiones Objetivo 1 y, por supuesto, con cifras muy alejadas a las alcanzadas por la media de la Unión Europea. En los únicos indicadores que Andalucía muestra cifras superiores a la media nacional son: la participación en actividades de aprendizaje permanente y los gastos públicos en I+D (esfuerzo en I+D), motivado en parte por el gran número de Centros e Institutos de investigación del CSIC situados en la región (tras la Comunidad de Madrid con 39 centros, Andalucía ocupa el segundo lugar de las regiones españolas en número de centros con 18, de un total de 107 centros en España). Para complementar los indicadores que elabora EUROSTAT, vamos a considerar una serie de variables que nos van a permitir valorar el potencial de una región para favorecer la difusión tecnológica y la adaptación de su sistema productivo a las nuevas tecnologías. En concreto, se van a recoger en las siguientes tablas datos de la Encuesta del uso de TIC y comercio electrónico para el 2002, la Encuesta anual de servicios 2001 y la Encuesta a hogares españoles sobre TIC 2002, todas ellas publicadas por el INE. En la Tabla 4 se observa la menor penetración de las TIC en la región andaluza, tanto en las empresas como en los hogares, lo que puede hacer que el proceso de difusión tecnológica sea algo más lento que en otras regiones con un nivel de desarrollo más elevado. Se han considerado estos indicadores como componentes del potencial innovador de una región bajo la hipótesis de que se puede innovar introduciendo tecnología en lugar de produciéndola.

14 Tabla 4. PENETRACIÓN DE LAS TIC EN EMPRESAS Y HOGARES % Empresas % Empresas % Empresas con Hogares % Empresas con Red de % Empresas con correo conexión a con con conexión Area Local con Intranet electrónico Internet y conexión a a Internet (LAN) (e -mail) sitio/página web Internet Total 55,26 29,47 81, ,94 24,39 Andalucía 50,5 24,24 74,84 67,5 30,77 20,80 Aragón 50,88 29,31 81,83 78,26 35,76 25,75 Asturias 51,12 24,4 82,99 76,83 38,69 21,38 Baleares 54,81 26,15 80,32 70,97 40,74 29,75 Canarias 54,75 22,79 77,53 69,58 29,38 29,00 Cantabria 52,8 21,74 85,36 79,86 43,94 22,69 Castilla y León 46,48 23,97 78,74 72,81 35,47 20,98 Castilla-La Mancha 36,53 19,15 67,85 61,38 32,21 14,69 Cataluña 61,59 36,02 86,29 81,83 47,94 32,66 Comunidad Valenciana 55,04 27,09 82,5 76,96 38,41 22,92 Extremadura 49,01 25,97 74,05 67,55 44,14 14,33 Galicia 50,88 26,52 72,65 66,68 34,31 16,93 Madrid 62,03 35,07 85,89 79,86 50,66 31,74 Murcia 51 23,99 80,58 72,08 28,97 21,75 Navarra 53,16 33,43 90,25 87,27 37,05 26,67 País Vasco 57,84 33,6 88,79 86,59 45,05 32,20 Rioja 45,33 21,81 87,99 85,46 39,44 20,71 Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta del uso de TIC y comercio electrónico 2002 y la Encuesta a hogares españoles sobre TIC 2002, INE. Tabla 5. SERVICIOS AVANZADOS A EMPRESAS Y TAMAÑO DEL SECTOR SERVICIOS TIC Nº de locales Personas ocupadas Volumen de negocio Sociedad de la Servicios a Sociedad de la Servicios a Sociedad de la Servicios a Información empresas Información empresas Información empresas Total 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% 100,00% Andalucía 9,93% 13,91% 7,62% 11,78% 7,54% 7,34% Aragón 2,53% 2,93% 1,83% 2,77% 1,51% 1,93% Asturias 1,68% 2,18% 1,12% 1,86% 1,02% 1,38% Baleares 2,26% 2,15% 1,22% 1,96% 1,11% 1,48% Canarias 3,92% 3,16% 1,80% 3,42% 1,79% 2,81% Cantabria 0,60% 1,15% 0,54% 0,92% 0,63% 0,78% Castilla y León 3,64% 4,67% 2,40% 4,45% 2,65% 2,41% Castilla-La Mancha 1,93% 2,70% 1,71% 2,16% 1,31% 1,23% Cataluña 21,89% 17,37% 18,95% 21,04% 16,35% 22,75% Comunidad Valenciana 8,77% 10,64% 6,02% 9,15% 3,42% 6,19% Extemadura 1,18% 1,70% 0,51% 1,12% 1,65% 0,68% Galicia 3,90% 5,21% 3,00% 4,74% 5,21% 3,18% Madrid 29,08% 22,37% 45,13% 25,31% 48,30% 39,65% Murcia 1,82% 2,36% 0,86% 2,18% 0,48% 1,32% Navarra 1,42% 2,25% 0,73% 1,49% 2,44% 1,33% País Vasco 5,05% 4,47% 6,28% 5,03% 4,34% 5,10% Rioja 0,40% 0,76% 0,27% 0,62% 0,26% 0,44% Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta Anual de Servicios 2001, INE. Finalmente, se van a considerar los servicios avanzados a empresas y los servicios de la Sociedad de la Información como sectores que ocupan un papel importante

15 en la transmisión de conocimiento y estrechamente relacionados con el potencial innovador de una región. Así, una de las características que puede definir el potencial innovador de una región requiere considerar la clasificación de los servicios a las empresas distinguiendo entre servicios estratégicos y servicios estandarizados. Se trataría de considerar los servicios estratégicos como aquellos que sirven de apoyo a la innovación, que a veces son denominados como servicios avanzados a empresas. Como se señala en Mas (1992), la proximidad de la empresa usuaria al proveedor de este tipo de servicios es fundamental. Así, se señala también en un estudio elaborado por la Comisión Europea 9, en el que se revela que la gran mayoría de las empresas usuarias de servicios de un cierto nivel (un 71%) recurre a empresas prestatarias ubicadas en la misma región. De ahí la importancia de considerar el peso de los servicios avanzados a empresas como un indicativo del potencial innovador de una región. CONCLUSIONES Tras realizar una breve introducción teórica de las características que pueden definir el potencial empresarial e innovador de una región siguiendo las ideas de Sweeney, se han estudiado distintos indicadores que nos permiten encuadrar a la región andaluza entre las regiones de medio-bajo potencial tanto innovador como empresarial, dadas las características de bajo esfuerzo en I+D, menor cualificación de su mano de obra, menor tamaño empresarial con especialización en sectores tradicionales y de bajo contenido, debilidad del sector servicios TIC, menor cualificación de su mano de obra, entre otras. Algunas de estas características que subyacen en la economía de la región andaluza nos describen la escasa cultura innovadora que existe en esta zona y que sirve de freno a su desarrollo. Hoy en día son notables las diferencias que existen entre las regiones europeas en el ámbito de la innovación, la I+D y el grado de uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Para evitar que estas diferencias sigan aumentando es necesario que las regiones menos favorecidas estén en condiciones de aplicar prácticas innovadoras y tengan acceso a las nuevas tecnologías. En este sentido, los programas de los Fondos Estructurales deben evitar que se cree un desfase todavía mayor, apoyando iniciativas que aumenten la 9 Comisión de las Comunidades Europeas: The efficiency of business services used by manufacturing industries.

16 capacidad de innovar y fomenten la mentalidad empresarial favorable a afrontar iniciativas innovadoras, la calidad de gestión, el aprendizaje permanente, etc. La dimensión espacial de las actividades innovadoras está ampliamente reconocida. Cada vez cobran más importancia las políticas innovadoras diseñadas desde el ámbito regional e incluso local. Es necesario diferenciar entre las regiones dotadas de una amplia capacidad innovadora de aquellas con menor capacidad innovadora. Concretamente, en la región andaluza y otras regiones Objetivo 1 con unas economías basadas en sectores como la agricultura, la extracción de recursos naturales o el turismo, las necesidades en materia de innovación deberían centrarse en favorecer la difusión y transferencia del conocimiento más que en la creación de nuevas tecnologías, mientras que en otras regiones, su mayor capacidad innovadora les permite el desarrollo de actividades en sectores de alta tecnología. Es muy importante tener en consideración estas características particulares de cada región a la hora de diseñar las políticas tecnológicas y de innovación, para evitar, por un lado, aumentar las disparidades regionales y, por otro lado, aplicar políticas destinadas al más absoluto fracaso por no adaptarse a las características de cada espacio regional. Se deben realizar también esfuerzos en mejorar las estadísticas que tienen por objeto mostrar indicadores de innovación, sobre todo a escala regional. En particular, los esfuerzos deben centrarse en los indicadores que hacen referencia a la difusión y transferencia de tecnologías, para poder analizar los procesos de innovación en regiones menos desarrolladas y así poder utilizar esta información como base a la hora de diseñar una política de innovación más adecuada. Aunque también hay que considerar que las diferencias interregionales en materia de I+D+I no son sólo cuantitativas, una parte de las disparidades son cualitativas por lo que hay que analizar las características de los sistemas regionales de innovación de las regiones menos desfavorecidas para mejorar su eficacia. En este sentido, las Iniciativas RIS y RITTS aplicadas en algunas regiones europeas están obteniendo resultados bastante favorables. Con ellas se trata de crear un medio y un marco institucional regional que favorezca la creación, difusión e integración de los conocimientos en el entramado productivo, como fuente principal de innovación y ventaja competitiva. Es necesario fomentar los vínculos, no sólo entre empresas, sino también entre éstas y las universidades, los centros s, los mercados financieros y todos aquellos agentes que conforman un SRI.

17 BIBLIOGRAFÍA Comisión Europea (1995): Libro verde de la Innovación. Comunicación de la Comisión COM (95) 688 final. Bruselas, Comisión Europea (1996): Primer Plan de Acción para la Innovación en Europa. Innovar para crecer y crear empleo. Comunicación de la Comisión COM (96) 589 final. Bruselas, Comisión Europea (2001): Las regiones en la Nueva Economía. Orientaciones para las acciones innovadoras del FEDER del período Comunicación de la Comisión COM (2001) Bruselas, Comisión Europea (2002a): Cuadro de indicadores de la innovación Documento de trabajo de los Servicios de la Comisión. SEC (2002) Bruselas, Comisión Europea (2002b): 2002 European Innovation Scoreboard: Technical Paper nº 3: EU Regions. European Trend Chart on Innovation. Luxemburgo, 28 de Noviembre de Comisión Europea (2003a): Third European Report on Science & Technology Indicators. Towards a knowledge-based economy. Directorate General for Research. European Commission. Luxemburgo, Comisión Europea (2003b): Innovation policy: updating the Union s approach in the context of the Lisbon strategy. Comunicación de la Comisión COM (2003) 112 Final. Bruselas, COTEC (Fundación COTEC para la Innovación Tecnológica) y Academia Europea de Ciencias y Artes (2002): Las políticas de fomento de la innovación de la UE. Evolución y tendencias de las políticas comunitarias de innovación y su impacto en España. Fundación COTEC. Madrid, COTEC (Fundación COTEC para la Innovación Tecnológica) (2003): Nuevos mecanismos de transferencia de tecnología. Debilidades y oportunidades del Sistema Español de Transferencia de Tecnología. Encuentros Empresariales COTEC nº 9. Madrid, Freeman, Ch. (1974): The economics of industrial innovations. Frances Printer. London, Freeman, Ch. (1982): La teoría económica de la innovación industrial. Alianza Editorial. Madrid, Kamien, M., Schwartz, N. (1982): Estructura de mercado e innovación. Alianza Editorial. Madrid, Malecki, E.J., (1981): Science, technology, and regional economic development: review and prospects. Research Policy. Vol. 10, nº 4. Oct Mas, F., (1992): Servicios a empresas y competitividad industrial. Economía Industrial. Nº 287, Ministerio de Ciencia y Tecnología (2003): Memoria de actividades de I+D+I Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología. Madrid, Navas, J.E., Nieto Antolín, M. (1997): La innovación tecnológica en trece sectores de la Comunidad de Madrid. Consejería de Educación y Cultura. Madrid, Nelson, R.R. (ed.) (1993): National innovation systems. A comparative analysis. Oxford University Press. New York, Nelson, R.R., Rosenberg, N. (1993): Technical innovation and national systems. Incluido en Nelson, R.R. (ed.) (1993a). Pavitt, K. (1984): Sectoral patterns of technical change: towards a taxonomy and a theory. Research Policy vol. 13, nº 6, Pérez, F. y Serrano, L. (1998): Capital humano, crecimiento económico y desarrollo regional en España ( ). Fundación Bancaja. Valencia, Sweeney, G.P., (1987): Innovation, entrepeneurs and regional development. Frances Pinter Publishers. Londres, Sweeney, G.P., (1988): Innovación tecnológica y reorientación del desarrollo regional. Papeles de Economía Española. Nº 35, 1988.