Autora: MARÍA CRISTINA AMBORT (Docente en Bioética - Carrera de Medicina - UNCo)

Transcripción

1 Título: A propósito de la interrupción de un embarazo Autora: MARÍA CRISTINA AMBORT (Docente en Bioética - Carrera de Medicina - UNCo) Introducción En primer lugar, quiero agradecer a los organizadores, en mi nombre y en nombre de la Cátedra de Bioética de la Escuela de Medicina, por la oportunidad que me han dado de participar en estas jornadas. El presente trabajo intenta analizar los distintos argumentos presentados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para acceder al pedido de interrupción de un embarazo, presentado por una mujer cuyos estudios prenatales diagnosticaron una anencefalia en el ser en gestación. El fallo de la Corte fue aprobado por cinco votos contra tres por la negativa, y una ausencia; pero en él lo que se autoriza es la inducción del parto, y no a la interrupción del mismo. Para tal efecto se evaluó la información presentada por el diario local Río Negro, en su edición del 12 de Enero de 2001, titulada Inédito fallo de la Corte para inducir un parto. En primer lugar se destaca la contradicción entre el respeto por el derecho a la vida desde la concepción, manifestado por los miembros de la Corte y la decisión tomada, y las demás argumentaciones planteadas. Además encontramos una explicación poca clara entre la aclaración de que no se trata de un aborto y el reconocimiento del sufrimiento de la madre como justificación para la inducción del parto. Otro de los elementos que genera desconcierto, es el uso de una terminología a veces inadecuada en relación con el caso planteado, ya que hay una confusión entre feto y bebé, entre madre y mujer 1

2 gestante. No solo se debe a una diferencia fundamental entre cada una de las expresiones citadas, sino que además, su uso tiene una connotación afectiva que genera impacto en los lectores. También llama la atención el que se delegue en los médicos actuantes el cuidado y atención del que será recién nacido, una vez que se haya inducido el parto. Se concluye que es prioritario lograr el debate y la discusión de temas que nos involucran a todos, para alcanzar los cambios que son necesarios en nuestra sociedad, ya que la trascendencia de los temas a tratar no puede quedar en manos de unos pocos. Análisis de la argumentación El matutino destaca que se autoriza a una mujer embarazada de 7 meses a provocar el parto del feto, aclarando que en este caso no se trata de un aborto. Cabe destacar que en la interrupción del embarazo el objetivo es la eliminación del producto de dicho embarazo. En cambio, en la resolución de la Corte, como ellos bien se preocupan en aclarar, lo que se busca es adelantar el momento del parto, dado que por la edad gestacional del producto, va a poder sobrevivir fuera del cuerpo de la madre. Vemos que este fallo permite a la Corte por un lado, mantenerse fiel a la legislación vigente (no autorizar el aborto), y a la vez acceder al pedido de intervención, pero hay que aclarar que dicho pedido había sido elevado a la Justicia a los 5 meses de gestación, y que le fue denegado en dos instancias judiciales previas, debido justamente, a la inviabilidad del feto, porque este caso no está encuadrado dentro de las excepciones que reconoce la ley para su aplicación. El tiempo transcurrido hasta que llega dicho pedido a la Corte (dos meses más tarde), ya con 7 meses de gestación, es lo que le permite a la Corte autorizar la inducción del parto, previendo que es posible que el feto sobreviva fuera del vientre de la mujer por sus propios medios. Si el pedido de la mujer se efectuó al momento del diagnóstico (al 5º mes de embarazo), y solicitó la interrupción del embarazo, la cual le fue denegada porque dicha práctica no está autorizada, y se 2

3 llegó a la instancia de la Suprema Corte en el 7º mes de gestación, no podemos dejar de observar que el fallo se vio favorecido por la progresión del embarazo. Cabe entonces preguntarse, Cuál es, para la Suprema Corte, el objetivo de adelantar el momento del parto? En un párrafo posterior está la respuesta: al momento de adoptar la decisión, la Corte contempló la situación psicológica que atraviesa y atravesaría la mujer- embarazada de 7 meses de un feto con una malformación que impidió el desarrollo cerebral. Esta fundamentación por un lado, es contradictoria con la legislación vigente (ya que si se impide la progresión del embarazo, se está atentando contra las de por sí escasas posibilidades de sobrevida del feto) y por otro lado, se opone a posteriores argumentaciones que realiza la misma Corte cuando pide a los médicos que realicen todos los esfuerzos necesarios para proteger esa vida una vez que se haya producido el nacimiento. También podríamos concluir que si la situación psicológica de una mujer es motivo suficiente para adelantar un parto, éste va a poder ser requerido en distintas oportunidades con derivaciones imprevisibles. Esta decisión de la Corte podría desencadenar situaciones equivalentes, en la que se buscaría el bienestar de terceros y no la del feto. Este tema fue ampliamente debatido en el ambiente médico cuando se interpretó que el incremento de las cesáreas se debía a una supuesta comodidad del partero, y no en un interés real en el feto. Lo que no queda muy en claro es desde qué postura la Suprema Corte parece favorecer el reconocimiento de la autonomía de la mujer. La Suprema Corte permite, por un lado, que se efectúe la inducción del parto, y por otro, cae en el facilismo de encomendar a los médicos hacer lo imposible por la vida del bebé, cuando bien sabemos que si lo que queremos es preservar la vida del feto, la mejor incubadora es el vientre materno. Los médicos nos veríamos obligados, por un lado, a inducir el parto (contradiciendo lo argumentado por la Suprema Corte como el respeto a la vida desde la concepción), y por otro lado, una vez producido el parto, intentar sostener esa vida. 3

4 Es de destacar que en la misma página del diario se presentan a modo de ilustración, 2 casos similares que ocurrieron anteriormente, pero que en ambos casos, el dolor producido por la noticia de que el feto presentara un anencefalia, no los llevó a plantearse ni la interrupción del embarazo ni el adelanto del parto, sino a continuar la gestación para eventualmente donar los órganos, o para disfrutar de los pocos minutos de vida que pueda tener el recién nacido. Probablemente, si se realizara un sondeo más profundo al respecto, descubriríamos variedad de modos de resolver la problemática. Es claro que cada mujer y cada familia harán una evaluación totalmente diferente, en la que jugarán aspectos emocionales, culturales, historias familiares e individuales, que le darán una impronta personal al modo de resolver la situación planteada. Si la situación psicológica de la mujer puede responder a distintos móviles, no podremos concluir de modo definitivo que cada vez que se presenten casos como el cuestionado, la resolución va a ser por medio del antedicho parto inducido. Si de algo no tenemos dudas, es que todos van a pasar por momentos de gran sufrimiento; de lo que sí tenemos dudas, es que la inducción del parto sea un modo unívoco de resolverlo. Si aceptamos como argumento la situación psicológica de la madre, que es algo imaginable pero difícil de mensurar, No será que la Suprema Corte está argumentando a favor de la autonomía de la mujer? Por qué es mal visto reconocer que la mujer pueda tener derechos sobre su propio cuerpo? En primer lugar, porque daría espacio para pensar en el reconocimiento a la libre elección por parte de la mujer, para acceder al aborto. Y el aborto está penalizado por la ley. El argumento presentado por la Suprema Corte para justificar la decisión tomada, es que en el fallo se respetó la defensa del derecho a la vida desde la concepción. Es por eso que en esta situación dada, y con la argumentación presentada nos preguntamos, Acaso no es que todas las vidas tienen el mismo valor?, hasta donde nos preocupamos por el bienestar del feto si permitimos que otros intereses primen sobre él? Si nos planteamos el bienestar de la mujer, no mediando mas que su solo pedido, por encima de las necesidades del feto, no es esto el reconocimiento de la autonomía de la mujer? En tal caso, habrá que demarcar el límite entre los intereses de la mujer y los del feto (para 4

5 poder saber a quien vamos a darle prioridad). Si defendemos el derecho a la vida desde la concepción Acaso porque va a tener corta vida, es suficiente argumento para no ofrecerle la mejor oportunidad (en este caso, el vientre materno)? Se rechaza un argumento racional y autónomo de tipo personal como sería el planteo de la mujer, respecto a su proyecto de vida y de familia. Acaso la inconsistencia de la fundamentación del argumento de la Suprema Corte acerca del sufrimiento, no está reconociendo la autonomía de la madre, como un sentimiento muy íntimo e intransferible, a tal punto que aceptamos que bajo las mismas circunstancias de sufrimiento, distintas personas lo elaboren de manera diferente? Si el pedido de interrupción del embarazo hubiera llegado a la Corte en el 5º mes de gestación, qué opciones de respuesta tenía la Suprema Corte?, seguramente se hubiera negado a la interrupción, y se le habría pedido a la madre que esperara hasta el 7º mes para adelantar el parto, cuando lo que se buscaba era evitar su sufrimiento?, es aceptable el sufrimiento de esos 2 meses porque nos va a dejar a todos la conciencia tranquila?, cuál es la diferencia, si los padres no lo consideran así?, cuál sería desde el punto de vista moral, la intención de esperar a cumplir los 7 meses de gestación para inducir el parto? Pero la Suprema Corte parece preocupada por el bienestar del feto cuando dice que la medicina se ocupe de hacer lo imposible por la vida del bebé. Los médicos tienen que hacer lo imposible por qué delegar en los médicos, lo que no quieren hacer los progenitores? Si ese recién nacido, por los azares de la biología, llegara a prolongar su existencia más allá de unas horas, quién se haría responsable? acaso no es una vida, que merece atención, respeto y afecto hasta su último momento? El Estado protege esa vida con la decisión adoptada por la Suprema Corte y los médicos harán lo imposible por la vida biológica, pero ya sabemos que la vida humana es algo más que biología. 5

6 Qué diferencia notamos entre interrumpir un embarazo al 5º mes de gestación, como resultado de una decisión madura, adulta y autónoma, y desentenderse de un recién nacido prematuro, que dejaremos en manos de los médicos? La elección de interrumpir un embarazo, como resultado de una decisión autónoma, está claramente enfrentada al concepto de la defensa del derecho a la vida desde la concepción, pero es una postura definida, honesta y sincera. Por todo lo antedicho, podemos arriesgarnos a decir que la Suprema Corte no ha tomado una decisión de estas características. Conclusión No hay dudas de que un fallo de este tipo por parte de la Suprema Corte, oponiéndose al aborto, y a la vez reconociendo el sufrimiento de una madre como fundamento para la inducción de un parto, resulta por demás de confuso y poco tranquilizador. Por un lado, logra mantenerse fiel a la legislación vigente y parece acceder al pedido de la madre, pero por otro lado, no queda muy en claro cómo es que hay una real defensa de los derechos a la vida desde la concepción. Lo que sí va quedando claro, y se permite vislumbrar en el fallo, es que los derechos de las mujeres poco a poco se van abriendo paso dentro del mundo de las leyes, aunque sea en un fallo apresurado y contradictorio, donde las decisiones se tomaron prácticamente de un día para otro. Es una realidad que hay temas fundamentales que tienen que incorporarse dentro de la sociedad, favoreciéndose su debate y reflexión. Es impostergable el intercambio de opiniones donde primen el respeto por las minorías y su derecho a ser escuchados, más allá de dogmas y estructuraciones de los grupos de poder. Les llamará la atención que este trabajo esté basado en un artículo periodístico corriente, pero no resulta intrascendente la importancia que tienen los medios de comunicación a la hora de formar e informar a la sociedad. Es a través de ellos que se tiene el primer acercamiento a lo que ocurre en nuestra sociedad. Y es la educación la que va a dar la posibilidad de generar miradas críticas y reflexivas; necesitamos un pueblo pensante. 6

7 Y la bioética es la que nos va a ayudar a dar esa mirada particular para cada caso, considerando las distintas instancias que le son propias y que lo hacen un caso único e irrepetible, como son únicas e irrepetibles las personas que en él se encuentran involucradas. El conocimiento de la teoría y la experiencia profesional es lo que nos permitirá analizar y reflexionar sobre ese caso, sorteando los preconceptos, los dogmatismos, la ignorancia, y por qué no, también la mezquindad y la mediocridad. Debe ser prioritario en la comunidad el derecho a la instrucción como modo de incorporarse en pié de igualdad entre los demás miembros de la comunidad, de modo de lograr una plena participación. No hay dudas de que hay muchas cosas que tienen que cambiar, pero el cambio tiene que estar dado, no por los tiempos que nos corren, por dogmas religiosos que no todos comparten o por las conveniencias de los grupos de poder, sino como resultado de decisiones consensuadas, maduras y concientes de una población educada, que sabe y reflexiona sobre lo que quiere. Bibliografía 1. Singer, P., Repensar la vida y la muerte, Barcelona, Paidós Transiciones, Luna, F. Y Salles, A., Decisiones de vida o muerte. Bs As, ED Sudamericana, XII Encuentro Nacional de Mujeres, San Juan, Argentina, Convención Sobre los Derechos del Niño Ley Ley Provincial 2302 Protección Integral de Niñez y Adolescencia, Poder Ejecutivo Provincial, Ministerio de Desarrollo Social, Subsecretaría de Acción Social. 6. Baskir, C., Informe sobre el acceso al aborto en la Argentina. Perspectivas Bioéticas, 2001 Editorial Gedisa, vol 6 (12): Tácala, T., Puede una persona autónoma, de vez en cuando, salir a pasear montada en un tigre? Perspectivas Bioéticas 2001 Editorial Gedisa, vol 6 (12): Valdéz, M., El aborto y el concepto de persona. Revista Latinoamericana de Filosofía, Vol. X, Nº 2 (julio 1984). 7