LA ACCIÓN SOCIAL DE LA IGLESIA PANAMEÑA Una reflexión con ocasión del centenario de la República

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1 LA ACCIÓN SOCIAL DE LA IGLESIA PANAMEÑA Una reflexión con ocasión del centenario de la República Introducción 1. La acción caritativa en la primera mitad del siglo XX En 1891 el papa León XIII publicó la primera ecíclica social Rerum Novarum en el contexto de las tremendas consecuencias sociales de la revolución industrial en Europa. Frente a la explotación de los obreros, el papa denuncia la falacia de liberalismo capitalista y defiende el derecho de los obreros a asociarse e insiste en el deberdel estado de intervenir en el campo social y económico para la protección de los que no tenían defensa. Por el otro lado, sin embargo, denuncia el grave peligro representado por el socialismo. Con este pronunciamiento la Iglesia se hace presente en la problemática social de su tiempo. En la primera mitad del siglo hubo una cierta ambigüedad en la conciencia social de la Iglesia. Antes que buscar una solución económica y política a los grandes problemas sociales, se limitaba a la supuesta raíz moral y religiosa de los problemas sociales, por lo cual se impulsaba el "remedio" católico, con un cierto desprecio e incluso ataque a las expectativas y a soluciones liberales y socialistas. Una de las grandes acciones caritativas en la Iglesia de Panamá han sido sin duda la presencia de la Hermanas de la Caridad, Hijas de San Vicente de Paúl, que desde 1875 han trabajado en Panamá en diferentes proyectos caritativos. Iniciaron sus servicios en el Hospital de Extranjeros y el Hospital del Cerro Ancón. Más tarde prestaron sus servicios en el Hospital Santo Tomás, hasta que el servcio de efermeras graduadas fue introducido en Panamá. Fundaron la escuela de San Felipe y después el Colegio de la Santa Familia. La atención que presataron durante muchísimos años a los pobres repartiendo diaramente más de 100 sopasen la ciudad de Panamá y en Colón. En 1884 las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl se hicieron cargo del orfanato de San José de Malambo. A petición de sus fundadores, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl asumen en 1898 la dirección y atención del Asilo de Bolivar para personas ancianas. En Colón fundaron la escuela de San Vicente en 1915 y el Hogar Santa Luisa en Puerto Pilón en En David a partir de1930 se inicia un orfanato para niñas y un hospicio para niños. Además regentan una escuela pública y el Asilo de ancianos. Antes de la segunda guerra mundial acondicionan en Panamá el Hogar Monerri para hospedar señoritas que trabajan y cursan estudios universitarios. Además forman el grupo de coferencias de San Vicente que se dedican calladamente al programa de caridad vicentino.este amplio espectro nos da una idea de las multiples obras de caridad que desarrollan las Hermanas de la Caridad, al servicio de los máspobres, con el apoyo de innumerables bienhechores como de la ayuda estatal. 2. La acción cooperativa 1

2 Pio XI propone el modelo del corporatismo cristiano. Insistió en la necesidad de los cuerpos intermedios. Gracias a los cuerpos intermedios el tejido social se robustece. Quadragésimo Anno del 15 de mayo de Cáritas como expresión de la acción social de la Iglesia Finales del año 1942, se había creado en España, a imitación de las Cáritas que ya existían en otros países de Europa, el Secretariado Nacional de Caridad, como esfuerzo de parte de la Iglesia para organizar debidamente la caridad. Era un intento de pasar de una caridad afectiva a una caridad efectiva. En lugar de quedarnos en actividades puntuales la Iglesia quería impulsar una vinculación y un compromiso permanentes. Esta acción de la caridad organizada tenía su punto base en los grupos parroquiales de Cáritas. En marzo de 1947 se había constituido la Cáritas Internacional. 4. Pensamiento social de la Iglesia y el Concilio Vaticano II Los años cincuenta son marcados por un cierto optimismo en cuanto al desarrollo. Se habla de los países sub-desarrolados. Es cuestión de acortar distancias. Con un esfuerzo se mancomunado se puede acelerar el proceso y llegar al nivel de desarrollo de los países desarrollados. Las encíclicas Mater et Magistra de Juan XXIII y Populorum Progressio de Pablo VI reflejan el espíritu del tiempo en el cual las palabras clave son desarrollo y progreso. Las claves del Concilio vaticano II son la participación activa del laico en la Iglesia, un modelo de Iglesia más participativo, donde el laico tiene un papel insustituible. Se insiste en la misión de la Iglesia en el mundo. La Iglesia es sal y luz para el mundo. La salvación ofrecida por Dios se tiene que ir manifestando en signos concretos de integrridad de vida. El Concilio refeja un optimismo propio del inicio de los años sesenta. El progreso técnico y la lucha por el respeto de los derechos humanos pueden llevar a la humanidad a una era de mayor prosperidad y mejor calidad de vida para todos. Hacia a dentro de la Iglesia hay una renovación liturgica, un mayor estudio de la Biblia, nuevos ministerios laicales, renovación de la catequesis, mayor apreciaciación por la vida y por la creación. El Concilio reconoce la justa autonomía de las realidades terrenas. Los cristianos, lejos de pensar que las conquisats logradas por el hombre se oponen al poder de Dios, están persuadidos de que las victorias del hombre son signo de la grandeza de Dios. En ese desempeño terreno el hombre realiza su vocación integral y su dignidad. En América Latina este nuevo optimismo se combina con una creciente convicción de que la depedencia es la causa de los marginación. Por eso aflora la idea de la liberación como paradigma nuevo para alcanzar una mayor dignidad. 2

3 A pesar de los esfuerzos los abismos se han abierto más. Se constata el fracaso del desarrollo entendido como mero crecimiento cuantitativo. Todo crecimiento es ambivalente. El subdesarrollo de unos tiene que ver con el progreso de otros. Hay una relación causal. Dentro de este contexto aflora en la Iglesia la teología de la liberación, que a partir de la clave de la liberación hace una relectura de la historia de la salvación y del compromiso cristiano. 5. Pastoral Social como nueva expresión de la caridad Bajo la influencia de la nueva teología sobre la Iglesia como luz del mundo y fermento de una nueva sociedad, tal y como se había manifestado en el Concilio vaticano II, la Iglesia en América Latina empieza a partir de los años 1967 a hablar de la pastoral social como una de las dimensiones fundamentales de la iglesia. La gran renovación impulsada por el Concilio Vaticano II, alcanza en la Iglesia de América uno de sus momentos estelares con la reunión de la II Asamblea Genral del Episcopado Latinoamericano en Medellín (1968). El documento de conclusiones sobre el tema de la justicia menciona la pastoral social como la coordinación de la dimensión social del actuar de la Iglesia en el mundo. Pero más allá de los vocables, Medellín introduce sobre todo en la Iglesia una nueva dinámica de compromiso con la justicia, cuya influencia marca toda una etapa y se hace sentir en las diferentes iglesias particulares. En Panamá, uno de los mejores frutos de esta nueva dinámica del la pastoral eclesial es sin duda el trabajo del Padre Hector Gallego en Santa Fe de Veraguas. En la reciente nueva diócesis de Santiago y bajo la inspiración pastoral de Mons. McGrath, el Padre Hector Gallego logra desarrollar este nuevo modelo de Iglesia que une el trabajo de evangelización con el compromiso social. Las comunidades cristianas, impulsadas por el padre Hector Gallego, son un despertar del laicado en la Iglesia y fortalecen la conciencia crítiac de los campesinos frente a su realidad social, económica y política. El trabajo eclesial de hector se concretiza en la cooperativa a través de la cual los campesinos se liberar de la tutela explotadora de los intermediarios y los terratenientes. El trabajo de Hector abarca tambie n una visión del sistema en su conjunto. Una comunidad local no puede transformarse aisladamente. Por eso el compromiso de cambio desde el evangelio ha de plasmarse también en un movimiento que tenga su impacto político. Este nuevo compromiso de la Iglesia por el cambio de estructuras provoca también la reacción violenta del sistema en contra de la Iglesia. La desaparición de Hector por quienes ostentaban el poder económico y político expresa la reacción violenta del sistema contra cualquier intento de cambio. Dijeron los Obispos en Medellín: "Cáritas, que es un organismo de la Iglesia integrado dentro de la pastoral de conjunto, no solamente será una institución de 3

4 beneficcencia, sino que debe insertarse de modo más operante en el proceso de desarrollo de América Latina, como institución verdaderamente promotora. (Medellín, Justicia,#21). En Puebla los obispos urgen por la creación de una pastoral social estructurada dentro de una pastoral de conjunto. "Para lograr la coherencia del testimonio de la comunidad cristiana en el empeño de liberación y de promoción humana, cada país y cada Iglesia Particular organizará su pastoral social con medios permanentes y adecuados que sostengan y estimulen el compromiso comunitario, asgeurando la necesaria coordinación de iniciativas, en diálogo constante con todos los miembros de la Iglesia. Las Cáritas y otros organismos que vienen trabajando con eficiencia desde hace muchos años, puedn ofrcer un buen servicio." (Puebla, 1979, #478). A nivel de América Latina, Cáritas ha asumido cada vez más el papel de impulsar la pastoral social desde la visión de promover de manera integral a las personas y ha puesto sus estructuras y experiencias al servicio de una pastoral social orgánica. Dice el Plan Estratégico de Caritas Internationalis: "Aspiramos a desempeñar una función que sea líder en la misión socio-pastoral de la Iglesia." (1). La mejor reflexión y sistematización sobre lo que es la pastoral social ha sido producida por el Secretariado Latinoamericano de Cáritas (2). Por eso, en muchos países de América Latina se ha unido el trabajo de pastoral social con la Cáritas. En esta misma línea, la Pastoral Social Arquidiocesana ha participado en el XIII y XIV Congreso Latinoamericano de Cáritas y en la XVI Asamblea General de Caritas Internationalis (3). En septiembre de 1991, Mons. Marcos McGrath, el entonces arzobispo de Panamá, creó el Departamento de Pastoral Social respondiendo así a una necesidad experimentada en la Iglesia Arquidiocesana y señalada en la IV Asamblea Pastoral Arquidiocesana. La misma inquietud había sido plasmada también en la Segunda Asamblea Pastoral Nacional y recogida por los Obispos de Panamá en la Carta Pastoral N 12 Las opciones pastorales de la Iglesia en Panamá ( ) (4). En la carta circular al clero, Mons. McGrath explicó la necesidad del Departamento para que "prestara el servicio de ayudar a la Iglesia a conocer y a formarnos en la Doctrina Social de la Iglesia, de modo tal que integremos la dimensión social de la Fe en nuestra misión evangelizadora." (5) 1 Renovación de la Confederación Caritas. Plan estratégico de Caritas Internationalis, Roma, 1997, p Pastoral Social. Una elaboración Latinoamericana, Secretariado Latinoamericano de Cáritas, Quito, Del 14 al 19 de junio de 1999 en Roma. 4 CP N 12, # 91 En lo que respecta a la opción preferencial por los pobres, urge la formación en la doctrina social de la Iglesia tanto de los pastores como de los fieles. Empeño especial debemos poner para que, dentro de una evangelización integral, tomemos conciencia de que la justicia social es parte esencial del mensaje de salvación. #92 Un vacío grande en nuestra acción pastoral es la dimensión social.(...).vemos la urgencia de que en nuestras Iglesias diocesanas se constituyan Comisiones o Departamentos de Acción Social, que animen y coordinen la formación y acción social de nuestros fieles y comunidades. 5 Carta circular del arzobispo, 23 de octubre de

5 Durante el Primer Encuentro Nacional de Pastoral Social, en febrero de 1993, donde se reunieron por primera vez todos los grupos que realizan un trabajo social en la Iglesia, se propuso impulsar una coordinación de los diferentes grupos de acción social en la Iglesia, tanto a nivel nacional como a nivel de cada diócesis. A través de este trabajo de coordinación hemos logrado unir criterios de acción y, poco a poco, se han ido desarrollando también algunas actividades en común, respetando siempre la identidad propia de cada grupo. Como principales actividades que se desarrollaron a nivel nacional están: la Campaña Cuaresmal, la Semana de Pastoral Social y la Navidad Solidaria. Cada una de estas actividades es planeado y preparado en coordinación entre las diferentes diócesis por medio de la Oficina Nacional. En la arquidiócesis se ha organizado desde 1992 cada año, durante la primera semana de marzo, un Curso de Pastoral Social para agentes parroquiales. Dicho curso ha tenido cada vez una mayor aceptación. Los últimos años hubo una participación de 160 personas. Los temas de formación han sido: la Doctrina Social de la Iglesia, el cristiano y la política, el análisis de la realidad nacional, la violencia, la pastoral social parroquial, proyectos de promoción humana, los derechos humanos, la espiritualidad de la solidaridad, la deuda externa, entre otros. Dicen los Obispos en la Carta Pastoral La justicia social en Panamá: "La Pastoral Social tiene como tareas primordiales crear conciencia entre los cristianos de la dimensión social del Evangelio, promover la caridad y la ayuda fraterna, impulsar proyectos de promoción humana y educar a los cristianos para la justicia y la participación responsable en la vida pólítica." (6). Poco a poco hemos avanzado en esta dirección. La Pastoral Social Arquidocesana ha editado este año un folleto donde profundiza estas tareas de la pastoral social a nivel parroquial.(7). Se ha logrado crear una mayor conciencia social en muchos cristianos. Sin embargo, la pastoral social sigue siendo un gran reto para la Iglesia de Panamá. Los crecientes contrastes sociales y la falta de oportunidades de muchas personas para realizarse, son una grave hipoteca sobre cualquier desarrollo futuro de la nación. Durante los años 1998/99 la Pastoral Social ha apoyado a la Comisión de Justicia y Paz en la preparación de los observadores para el torneo electoral de mayo de La pastoral social ha trabajado sobre todo en la parte formativa desde la Doctrina Social de la Iglesia, dando seminarios y jornadas de formación en diferentes vicarías y parroquias de la arquidiócesis. Para reforzar este trabajo se preparó un folleto La Iglesia y la Política. Una catequesis cívica, del cual se imprimieron 5,000 ejemplares. El folleto y los seminarios han ayudado para una formación crítica en torno a la participación de los cristianos en la vida política. 6 Carta Pastoral N 16, # Pastoral Social Parroquial, editado por la Pastoral Social Arquidiocesna,

6 En junio de 1999 se realizó la III Asamblea Arquidiocesana de Pastoral Social en preparación del I Congreso Nacional en torno al tema Soberanía y Equidad en Panamá. Dos terceras partes de las parroquias de la Arquidócesis participaron en dicha asamblea. Finalmente del 22 al 24 de octubre de este mismo año se celebró en la ciudad de Panamá el I Congreso Nacional de Pastoral Social-Cáritas con la participación de todas las diócesis. Particparon 450 delegados de todo el país. Los resultados de dicho Congreso se recogieron en un folleto que fue devuelto a las parroquias para la IX Semana de Pastoral Social en junio del año Retomando dichas conclusiones la Conferencia Episcopal de Panamá redactó una Carta Pastoral La Justicia Social en Panamá, que fue publicada el 6 de enero del año 2001, con ocasión de la clausura del Año Jubilar. En el transcurso del año 2,000, año del Gran Jubileo, se ha trabajado fuertemente el tema de la deuda externa. Se elaboró un material de reflexión cuaresmal sobre este tema bajo el título La vida antes que la deuda. Mencionado folleto tenía un estudio de la Caritas Internationalis sobre el tema de la deuda externa y una reflexión para trabajar en grupos durante cada semana de la Cuaresma. A la par de dicha reflexión se promovió una campaña de recolección de firmas para solicitar la redención de la deuda externa de los países más pobres y se organizaron varios foros y jornadas de concienciación. A nivel nacional se recolectaron más de 20,000 firmas para dicha petición. Para el año 2001, la Arquidiócesis está realizando una misión bíblica. Dentro de una pastoral de conjunto, la coordinación de pastoral social en conjunto con la comisión nacional elaboró un material de cuaresma en torno al Evangelio según San Lucas. De esta manera los temas de cuaresma apoyaron el esfuerzo de la misión bíblica. El Evangelio según San Lucas: una Buena Noticia para los pobres, como material cuaresmal, cumplió perfectamente con este aporte de una pastoral de conjunto. El Concilio Vaticano II promovió profundos cambios en la Iglesia. Uno de ellos era una mayor proyección de la Iglesia hacia la realidad concreta en que vive el pueblo. En América Latina esta apertura se ha traducido en una pastoral social como dimensión fundamental del quehacer eclesial. Esta pastoral social exige una coordinación orgánica dentro de la pastoral de conjunto. No se trata de hacer cosas aisladas, sino de vivir la proyección social de la fe como parte integrante de la vida cristiana. Dice el documento de Puebla: "Para lograr la coherencia del testimonio de la comunidad cristiana en el empeño de liberación y de promoción humana, cada país y cada Iglesia Particular organizará su pastoral social con medios permanentes y adecuados que sostengan y estimulen el compromiso comunitario, asegurando la necesaria coordinación de iniciativas en diálogo constante con todos los miembros de la Iglesia. Las Cáritas y otros organismos que vienen trabajando con eficacia desde hace muchos años, pueden ofrecer un buen servicio." (8). Tal como lo propone el documento de Puebla, las Cáritas en América Latina han ofrecido en prácticamente todos los países sus estructuras al servicio de este esfuerzo de coordinar las diferentes iniciativas de pastoral social. De esta manera se ha reforzado desde las Cáritas una pastoral social de conjunto. Esta es la línea que también a nivel nacional y arquidocesano hemos intentado promover. 8 Puebla,

7 Durante los díez años del trabajo de la Pastoral Social en la Arquidiócesis se ha ido madurando la visión y la misión de la Pastoral Social. Al inicio se veía la Pastoral Social simplemente como el componente formativo, mientras otras instancias cumplían con la acción caritativa. Sin embargo, a partir de los propios aportes de la Cáritas de América Latina se ha visto la necesidad de unir la acción con la reflexión y sobre todo la urgencia de crear estructuras de coordinación permanente que hacen del compromiso social una acción sujeta a una constante evaluación interna y con un fuerte impacto en el conjunto del caminar eclesial. Cáritas de América Latina es la instancia que más ha desarrollado esta reflexión sobre la visión y misión de la Pastoral Social y ha ofrecido sus propias estructuras para hacer posible esta nueva visión de la Pastoral Social. 7