LA POLÍTICA DE CC.OO. DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO

Transcripción

1 LA POLÍTICA DE CC.OO. DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO 1. Introducción 2. Objetivos: 2.1. Estratégico 2.2. Específicos 3. Prioridades geográficas 4. Prioridades sectoriales 5. Recursos 6. Política de alianzas 7. Coordinación de la Red. Integración de su actividad Afiliada a la Confederación Europea de Sindicatos y Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres

2 1. Introducción La cooperación internacional que realiza Comisiones Obreras se lleva a cabo a través de la Fundación Paz y Solidaridad Serafín Aliaga y de la red de fundaciones territoriales Paz y Solidaridad. El objetivo de este documento es establecer una orientación confederal de la política de cooperación internacional. La globalización ha vuelto a realzar dentro del sindicalismo mundial los valores del internacionalismo basado en la solidaridad entre los trabajadores y trabajadoras del mundo. Las razones de la solidaridad internacionalista no sólo provienen de los principios éticos en que se fundamenta el sindicalismo de clase, y con ello bastaría para impulsarla, sino que cada vez más se relaciona con una necesidad política. Como señalan las tesis aprobadas en nuestros últimos congresos, la lucha por la globalización de los derechos es la orientación principal sobre la que tiene que construirse la alternativa a un proceso de globalización presidido por el exclusivo juego de las fuerzas del mercado y los intereses del capital financiero y de las empresas transnacionales que, necesariamente, produce más desigualdad entre las naciones y en el interior de las mismas, pérdida de derechos en el mundo desarrollado y obstáculos muy difíciles de superar para alcanzar los básicos en los países más pobres. Son complementarias las políticas que pretenden recortar los derechos sociales y laborales en el mundo desarrollado y las que quieren mantener a los trabajadores de los países pobres y en vías de desarrollo con escasos o nulos derechos sindicales y laborales, para que sean mano de obra barata de una parte de los procesos productivos globalizados, mientras se olvidan de la situación de absoluta miseria de la gran mayoría de la población de los países más pobres. Complementaria debe ser en consecuencia la acción sindical para defender las conquistas sociales del Estado de bienestar en los países industrializados y la desarrollada para globalizar los derechos. Esta acción tiene componentes nacionales y transnacionales cuya coordinación debe corresponder a las organizaciones sindicales internacionales, la CES y sus federaciones sectoriales, la CIOSL y las federaciones sindicales internacionales (SPI) de las que forma parte CC.OO. 2

3 Esta nueva acción sindical tiene a su vez dos vertientes. Una de ellas es la que tiene que ir creando las bases de una acción sindical internacional para globalizar los derechos y construir un mundo justo y democrático. Su norte es muy claro, aunque a muchos les parezca todavía demasiado lejano: un gobierno mundial democrático que establezca leyes y promueva prácticas justas y la vigencia de los derechos humanos para todos los habitantes de nuestro planeta. Entendemos que la plenitud de los derechos humanos en su concepción más amplia, que incluye los civiles y políticos junto con los económicos y sociales, es un objetivo irrenunciable del movimiento sindical. Los derechos humanos son indivisibles y los que lo niegan lo hacen siempre para justificar, desde una óptica local o global, sus privilegios políticos o económicos. En el camino hacia ese gobierno mundial democrático, la apuesta de CC.OO. y de la CES, por una Europa unida, socialmente justa, y solidaria en su política internacional, es un referente muy importante. La otra vertiente de la acción sindical internacional es la cooperación para el desarrollo. No puede haber dicotomía en la resolución del problema planteado en la metáfora del pez y de la caña de pescar. Para salir del subdesarrollo y la ausencia de derechos hay que tener el pez, la caña y saber pescar. Mientras que la acción sindical internacional tendrá que recorrer un largo camino para alcanzar los objetivos que hemos planteado antes, la cooperación internacional para el desarrollo mejora la situación concreta de millones de personas. Sólo por eso sería imprescindible, por mucho que seamos conscientes de que sólo con ella no se cambia este mundo injusto. Pero, además, una parte de esa cooperación, la que debe corresponder en mayor medida a los sindicatos, la dirigida a la promoción de los derechos humanos, particularmente los sociales, laborales y sindicales, a la formación de sindicalistas y al fortalecimiento de los sindicatos, debe contribuir a la creación de los instrumentos del cambio. La fundación confederal y la red de fundaciones Paz y Solidaridad fueron creadas por CC.OO. para cooperar en el desarrollo económico y social de los pueblos, en la promoción de los derechos humanos y en la lucha contra la pobreza, para fortalecer el sindicalismo de clase y democrático en los países en los que este es más débil, y para sensibilizar a los trabajadores y trabajadoras españoles acerca de los problemas económicos, sociales y laborales del mundo e implicarles en acciones de cooperación internacional. La línea de trabajo que CC.OO. quiere desarrollar a través de la Red Paz y Solidaridad tiene una vertiente principal que es la cooperación internacional para el desarrollo y fortalecimiento del sindicalismo democrático y de clase; esto no excluye que se gestionen 3

4 también proyectos de cooperación para el desarrollo de carácter general centrados en el desarrollo de las organizaciones sociales. En todo caso, siempre hay que partir de la consideración de que la cooperación sindical es una componente esencial de la cooperación para el desarrollo. Desde su creación, la Red Paz y Solidaridad ha realizado un número significativo de proyectos -sólo la Fundación Serafín Aliaga ha gestionado, desde 1991 a 2000, 121 proyectos para los que obtuvo una financiación externa de 1930 millones de ptas., siendo su valor total de unos millones- lo que la convierte en una ONGD de tamaño medio, bien valorada por su actividad por parte de diversas instancias. La actividad de la fundación confederal y de la red Paz y Solidaridad se ha visto condicionada por algunos problemas. Este documento pretende orientar el enfoque de sus soluciones. A continuación nos referiremos a ambos: Aunque la aportación del 0,7% del presupuesto de las diferentes estructuras de CC.OO. y de otros recursos humanos y materiales del sindicato hacen de los recursos propios una parte significativa de los ingresos, los recursos propios son insuficientes para acometer proyectos de mayor envergadura, para los que hay que aportar porcentajes crecientes de los mismos. Por otra parte, existe una dependencia excesiva de las fuentes de financiación públicas. En el caso de la Fundación Serafín Aliaga esta dependencia ha sido en mayor medida de un organismo, la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Una organización como CC.OO. tiene que tener capacidad para lograr, con una adecuada gestión, que exista un número significativo de socios colaboradores, permanentes o para una campaña concreta, entre sus afiliados o simpatizantes. En el documento, además de plantearse la realización de una campaña de captación de socios, también se preconiza trabajar por la diversificación de la financiación por parte de entidades públicas y privadas, españolas y europeas. Los proyectos de cooperación internacional sindical han tenido un escaso peso respecto a los de carácter general. En el caso de la Fundación Serafín Aliaga han influido bastante en ello las condiciones de las convocatorias de financiación de proyectos de la AECI en los pasados años. La aprobación por la AECI del programa trianual de cooperación sindical presentado por CC.OO. va a permitir la superación de este obstáculo. La adecuada adaptación de la gestión de la cooperación a la nueva situación contribuirá a resolver el problema. 4

5 El impulso a la línea de cooperación sindical no significará abandonar el trabajo de cooperación general que ha tenido como contrapartes a otro tipo de organizaciones sociales. Y ello por razones de justicia, de sensibilidad de nuestros afiliados hacia esta modalidad de cooperación, y por razones históricas. En estos años la red de fundaciones ha acumulado experiencia suficiente con organizaciones populares, indígenas, de mujeres,..., comprometidas en la transformación de sus realidades, en ocasiones apoyadas por sindicatos locales, o identificadas previamente por CC.OO., que avala la necesidad de seguir trabajando en proyectos de desarrollo económico y social. El diseño de los programas de cooperación deberán procurar la integración de las dos vertientes a las que hemos aludido. La coordinación entre la Fundación Serafín Aliaga y la red de fundaciones territoriales Paz y Solidaridad ha sido en diversos momentos deficiente. Para trabajar adecuadamente dentro de un orientación confederal común se preconiza: la mejora de los procedimientos de intercambio de información y el establecimiento de una coordinación efectiva que conduzca a una distribución de la asignación de los proyectos entre la fundación confederal y las territoriales y a la elaboración de un plan estratégico común. Las uniones y confederaciones de nacionalidad o región deberán apostar por la consolidación de este modelo. La Política de cooperación internacional debe inscribirse en el marco de la política internacional de CC.OO. que integra la realizada por las organizaciones confederadas, muy especialmente la llevada a cabo por las federaciones estatales. La Fundación Serafín Aliaga, con la ayuda en su caso de fundaciones de la red territorial, tiene que ser capaz de gestionar los proyectos planteados por otras secretarías confederales y por las federaciones. Respecto a estas últimas, hay que tener en cuenta que el incremento de su actividad internacional hace que aumenten las demandas que les llegan de cooperación sindical y que el ámbito normal para poder atenderlas es la fundación confederal. Otro tema que aborda el documento es el de la realización de proyectos en asociación con las organizaciones sindicales internacionales de las que CC.OO. forma parte -CES y sus federaciones europeas, CIOSL, SPI-, otros sindicatos nacionales, organismos internacionales, así como con la UGT española. 5

6 Los órganos de dirección confederales de CC.OO. tienen que establecer la orientación general de la política de cooperación internacional y velar porque el sindicato realice más y mejor cooperación, viéndola como una componente importante de la política de acción sindical internacional que hay que impulsar para cumplir nuestros fines en la era de la globalización. Por eso se plantea el debate y la aprobación de este documento por el Consejo Confederal. 2.- Objetivos de la política de cooperación 2.1 Objetivo estratégico: La misión general de la política de cooperación internacional para el desarrollo de CC.OO. es la de contribuir a la transformación social y económica hacia un mundo más justo y viable, fortaleciendo a las organizaciones sindicales y sociales para que puedan participar en el desarrollo humano de sus pueblos. 2.2 Objetivos Específicos: a) Externos: Fortalecer a los sindicatos y otras organizaciones sociales en las áreas de intervención para que puedan cumplir sus funciones de defensa de los intereses de los trabajadores y de otros sectores populares Apoyar la consolidación de las libertades democráticas, haciendo especial hincapié sobre los derechos sindicales, como elemento fundamental de la articulación de la sociedad civil Defender los derechos laborales y del resto de los derechos humanos fundamentales. Promover las relaciones pacíficas entre los pueblos y luchar contra todas las formas de racismo, xenofobia y discriminación de género o de cualquier otro tipo que atente contra la igualdad y los derechos de las personas. Promover la erradicación del trabajo infantil. Propiciar el diálogo social, apoyando a los sindicatos para que puedan participar en él eficazmente 6

7 Apoyar la articulación de redes, a nivel regional y subregional, que faciliten la acción de las centrales sindicales y otros agentes sociales y económicos en el marco de los procesos de integración regional y de creación de espacios de libre comercio. Promover la coordinación internacional de los trabajadores y los sindicatos de las empresas transnacionales. Generar y fortalecer redes internacionales regionales y subregionales que faciliten el intercambio de informaciones y experiencias entre los sindicatos presentes en empresas transnacionales y propicien códigos de conducta que respeten los derechos laborales y sindicales, considerando éstos como parte de los derechos humanos. Desarrollar actuaciones bilaterales y multilaterales que fortalezcan las estructuras sindicales y que propicien la formación sindical (mercado de trabajo, negociación colectiva, productividad y salarios, derechos laborales, seguridad social, seguridad y salud laboral) y para el empleo Apoyar los programas de cooperación multilaterales de las organizaciones sindicales internacionales CES y CIOSL- y de las federaciones europeas e internacionales Generar entre los trabajadores españoles, mediante proyectos de sensibilización, una creciente conciencia hacia las tareas de solidaridad internacional. Promover la educación para la cooperación y el desarrollo. Fortalecer la presencia de CC.OO. y de la red FPS en los organismos institucionales que definen las políticas de cooperación. Participar en el foro de las ONGD (Coordinadora). b) Internos: Consolidar el modelo de Red de Paz y Solidaridad, asegurando los niveles de coordinación necesaria para el desarrollo de un plan estratégico común. Finalizar el proceso de constitución de las Fundaciones territoriales con personalidad jurídica propia. El equipo confederal deberá desempeñar funciones de asesoría y coordinación del conjunto de la Red. Reforzar los flujos de información y comunicación con las organizaciones confedérales con el objetivo de profundizar en la cooperación horizontal que permita una relación de intercambio más rica con nuestras contrapartes (sindicales, populares, institucionales...). Atender las necesidades sectoriales y colaborar con las Federaciones de Rama en sus programas de cooperación propios. 7

8 Articular la política de cooperación con la política internacional de la Confederación Sindical de CC.OO. y con las demás políticas confederales en su proyección hacia la cooperación Profundizar en la comprensión sobre las relaciones Norte/Sur y el mundo del trabajo en el entorno sindical. 3.- Prioridades Geográficas: Por razones históricas, geográficas y culturales es lógico que las áreas de cooperación sean básicamente coincidentes con los ámbitos de intervención de la política española en el exterior. Las Areas prioritarias de intervención serán: América Latina y Caribe El Sur y el Este de la Cuenca Mediterránea, con especial incidencia en el Magreb. En éste ámbito hay que situar la cooperación con los pueblos palestino y saharaui. Asimismo, se podrán contemplar intervenciones en: Los países del Este candidatos a la ampliación de la Unión Europea y los Balcanes. El Africa subsahariana, especialmente en Guinea Ecuatorial. 4. Prioridades sectoriales Todas las intervenciones de cooperación promovidas por la Red de Fundaciones Paz y Solidaridad tendrán en cuenta la perspectiva de género y promoverán las relaciones igualitarias entre hombres y mujeres. Igualmente, la promoción de un desarrollo sostenible respetuoso con el entorno medioambiental. Estas orientaciones, además de informar los distintos proyectos, configuran también prioridades de actuación sectorial, a las que hay que añadir las siguientes: La promoción y defensa de los derechos humanos, con especial incidencia en los derechos sindicales y laborales Prevención de conflictos y construcción de la paz Participación social, desarrollo institucional y buen gobierno 8

9 Políticas de empleo y mercado de trabajo Políticas de salud laboral y medio ambiente Políticas de juventud, especialmente encaminadas a la inserción laboral Formación para el empleo Actuación de las empresas transnacionales Acción sindical y diálogo social, general y sectorial Economía social y atención al sector informal y agrario Desarrollo autosostenible de comunidades indígenas Colaboración con sindicatos y/o con organizaciones populares en los países de procedencia de los colectivos de inmigrantes radicados en nuestro país Formación sindical y para la cooperación 5.- Recursos La Red de Fundaciones Paz y Solidaridad financia sus actividades con fondos propios y subvenciones de carácter finalista para el desarrollo de programas y proyectos. El peso de cada una de las fuentes en el balance de ingresos es diferente según la historia y la práctica de cada fundación. Los ingresos propios provienen de: La aportación del 0,7% del presupuesto de las organizaciones confederadas. El correspondiente a la Confederación y a las federaciones se ingresa en la Fundación Serafín Aliaga. El de las uniones y confederaciones territoriales en las fundaciones territoriales. Las aportaciones de afiliados y simpatizantes: ya sea a través de campañas específicas o a través de la figura de colaborador de la Fundación, poco desarrollada hasta el momento. Los ingresos de carácter finalista para el desarrollo de programas y proyectos provienen de: La financiación pública: principalmente de aquellas instituciones, españolas y europeas que tienen programas de financiación de proyectos de cooperación: la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), Comunidades Autónomas y 9

10 Administraciones Locales españolas y Comisión Europea. Eventualmente, algún ministerio (Trabajo y Asuntos Sociales) y empresas públicas. Financiación privada: grandes empresas y otras entidades privadas como las fundaciones (muy poco utilizados hasta el momento). Para cumplir los objetivos propuestos es necesario aumentar los ingresos de la red de fundaciones, potenciar los recursos propios y diversificar las fuentes de financiación. Para ello se propone: a) Consolidar la aportación del 0,7% por parte de todas las estructuras, unificando los criterios de cálculo utilizados de modo que se aplique a los presupuestos completos de todas las estructuras sindicales. b) Promover una campaña de socios-colaboradores de la red de fundaciones y la recogida de fondos mediante campañas para proyectos concretos entre afiliados y simpatizantes. c) Promover una campaña de obtención de fondos entre las grandes empresas, de acuerdo siempre con el cumplimiento de códigos de conducta. Esto no debe suponer nunca condicionamiento para la acción sindical, nacional e internacional, de CC.OO. d) Procurar incrementar la financiación pública de carácter finalista, estabilizando su recepción en programas plurianuales, diversificando sus fuentes y coordinando y especializando a las fundaciones de la red. 6.- Política de alianzas La posibilidad de acometer la financiación y gestión de proyectos de gran envergadura, las relaciones que se están estableciendo con organizaciones internacionales, sindicales o no, que desarrollan políticas de cooperación, las relaciones diversas que suelen tener las contrapartes sindicales, nos deben llevar a participar en programas y proyectos de cooperación gestionados conjuntamente con otras organizaciones, nacionales o internacionales, de carácter multilateral, preferentemente de carácter sindical o, en su caso, de tipo social. Los criterios para escoger los socios de los programas de cooperación se basarán en el hecho de compartir los valores en función de los cuales se realiza la política de cooperación y el interés común en un proyecto concreto. 10

11 Como socios potenciales de nuestra política de cooperación hay que mencionar, en primer lugar a la CES y sus federaciones europeas, a la CIOSL y las organizaciones sindicales regionales y subregionales de las áreas geográficas prioritarias, y a las federaciones internacionales (SPI). En segundo lugar a la UGT y las centrales sindicales nacionales de otros países que coincidan en realizar cooperación sindical en nuestros ámbitos prioritarios. Por último, se pueden mencionar ONGD y Universidades. En todo caso, se debe participar con un perfil propio en los proyectos multilaterales a cuya financiación se contribuya. 7.- Coordinación de la Red. Integración de su actividad Tras años de funcionamiento de la Red y valorando positivamente la experiencia acumulada en estos años de trabajo de las Fundaciones y el consenso en torno al modelo de Red, conviene también reflexionar sobre sus deficiencias para dar un nuevo impulso a este instrumento de acción sindical. Se parte de la validez del reparto de funciones existentes: la Fundación Serafín Aliaga desarrolla la cooperación de la Confederación y las federaciones estatales, y las fundaciones territoriales la de sus correspondientes organizaciones territoriales. Pero sus modalidades no deben configurar compartimentos estancos. Lograr una eficaz coordinación de la red y procurar integrar la actividad de sus fundaciones en un plan común es un objetivo de la política confederal de cooperación. La existencia de una instancia de coordinación no ha bastado para la consecución de un Plan de Trabajo Anual integrado para toda la Red. Para hacer realidad los objetivos anteriormente descritos hay que optimizar esfuerzos y recursos humanos, técnicos y económicos, para lo cual es imprescindible mejorar la coordinación interna que permita la elaboración y cumplimiento del citado Plan. Se insta a los organismos rectores de la fundación confederal Patronato y Ejecutiva- y al Consejo de Cooperación a que coordinen las fundaciones territoriales y a que establezcan los procedimientos de trabajo adecuados y adopten cuantas medidas sean necesarias para alcanzar este objetivo, procediendo, en su caso, a reformar los Estatutos si resultara necesario. 11

12 Entre las medidas que pueden asegurar una coordinación flexible y eficaz de la Red, está la de creación de comisiones de trabajo, dependientes del Patronato, en las que se integren diversos responsables de las fundaciones, para cuestiones tales como: proyectos, financiación, formación para la cooperación etc. Los responsables de las políticas internacionales y de cooperación procurarán, a través de estos cauces, del desarrollo de los proyectos de sensibilización, y de las campañas para la consecución de socios colaboradores, la más amplia participación posible en la política de cooperación de las estructuras sindicales y de los afiliados y afiliadas. 15 de Noviembre de 2001 Consejo Confederal C.S. de CC.OO. 12