Este cuaderno quedó finalista en la XV edición de los premios PASCSA de poesía, Juegos Florales de Santa Coloma de Gramenet, en diciembre de 2009.

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Margarita Navarrete Valenzuela
hace 8 años
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1 Este cuaderno quedó finalista en la XV edición de los premios PASCSA de poesía, Juegos Florales de Santa Coloma de Gramenet, en diciembre de 2009.

2 PRÓLOGO DEL AUTOR El presente poemario se escribió a partir de una colaboración para un acto de homenaje. Lo que iba a ser un inserto en una dramaturgia junto a textos de otros autores, y pensado para ser recitado una sola vez ante un auditorio de unas doscientas personas, tomó cuerpo hasta convertirse en un cuaderno poético que me permitiría trascender su sentido original. El homenajeado, Salvador Cabré, cura de la parroquia de Singuerlín, un emblemático barrio de Santa Coloma de Gramenet, allá por los años sesenta y setenta del siglo pasado, cuando lo que había sido un núcleo rural y destino de veraneantes se transformó en un suburbio superpoblado y carente de todo tipo de servicios junto a Barcelona, me sirvió como pretexto para, por extensión, rendir un tributo a los curas rojos de Santa Coloma. Así fue como se llamó a los párrocos de los barrios en los que se hacinaron las oleadas de inmigrantes procedentes de las más diversas regiones españolas, aunque predominaban los originarios del sur de la Península, al haberse implicado en las reivindicaciones populares por la mejora de las condiciones de vida. Fue el suyo un esfuerzo generoso y sincero en defensa de la dignidad colectiva, sin sectarismos y sin servilismos hacia una institución que siempre se ha caracterizado por su connivencia con el poder. Tal vez la cima de esta actitud y compromiso se alcanzó en 1979 con la elección de uno de estos curas, Luis Hernández, como primer alcalde colomense de la democracia, bajo las siglas del PSUC. Mucho se ha escrito sobre este tema desde diferentes ámbitos. Un tema que entronca también con una esfera más amplia y de reciente desarrollo, objeto de estudio y de polémica a partes iguales, conocida como Memoria Histórica. Así, he pretendido también reconocer -y hacer reconocible- una realidad de la cual soy heredero, la de la lucha anónima del pueblo para conseguir una ciudad digna de ese nombre. Creo que faltaba, sin embargo, una aproximación poética a esta realidad, lo que avalaría una nueva razón para escribir el cuaderno: sacar a la luz pública otro de los méritos de Salvador Cabré y de buena parte de sus colegas, puesto que ellos también se preocuparon por ampliar el horizonte cultural de sus fieles y convecinos. Cabré fue uno de los más activos, hasta el punto de dinamizar el primer Centro de Normalización Lingüística que funcionó en Santa Coloma. Por cierto, la lengua catalana, que él tanto defendió, fue descartada de mi escrito original porque el homenaje, en su conjunto, iba a alternar el catalán y el castellano. Hoy día, nuevas generaciones de inmigrantes se han asentado en las antiguas barriadas obreras. Proceden de otros países y culturas, pero les mueven los mismos anhelos y sufren problemáticas similares. Hoy día, en cambio, carecemos de nuevos Cabré y compañía para ayudarnos en el camino del cambio hacia una sociedad más justa e igualitaria. Tal vez no sean imprescindibles, pero sí su ejemplo, porque un corazón ignorante sólo bombea sangre.

en un cuaderno poético que me permitiría trascender su sentido original.

3 I Es demasiado tarde para la nostalgia. Tarde para la esperanza. Tarde para el remordimiento. Cuando es tan tarde para tantas cosas ha de quedar un tiempo para la memoria. Experiencia colectiva. Vivencias compartidas. Recuerdos aprehensibles. Porque un corazón ignorante sólo bombea sangre, porque unas tripas inconscientes sólo generan heces, hay que alimentar el corazón de ecos y tornar lúcidas las tripas. Hay que procesar la luz amén de las palabras. Porque se hace tarde afirmo que yo siento cuanto sé.

4 II Un tren y una maleta... Millones de corazones supieron! Una ciudad entre el río y la montaña... Decenas de miles de corazones supieron! Un barrio entre antiguos viñedos... Miles de corazones supieron! Puños al aire y dientes apretados... Cientos de corazones supieron! Unas paredes acogedoras... Decenas de corazones supieron! Un hombre y una voz... Un corazón -en el que están todossupo!

.. Miles de corazones supieron! Puños al aire y dientes apretados... Cientos de corazones supieron!

5 III Una sola voz, como una botella lanzada al mar. Mil voces al unísono, como un tsunami de esporas. El grito airado de los seguidores de Espartaco. Susurros sigilosos en las catacumbas. Una piedra temblorosa rallando los muros de una celda de la Inquisición. El lamento desgarrado de la viuda de un minero. Las obscenas explosiones en Guernica Y una, otra, y otra vez, el silbido atrabiliario de los trenes al partir. Nuestras vísceras supieron entonces. Fe lo llamaron algunos, optimismo de la razón quienes leyeron a Gramsci. El Che no murió para nadie. y tal vez medró, Aunque hubo quien cerró el corazón, pero dejó de crecer. Llevadnos al suburbio!

Las obscenas explosiones en Guernica Y una, otra, y otra vez, el silbido atrabiliario de los trenes al partir. Nuestras vísceras supieron entonces.

6 IV El pastor de corazones no se interesó por nuestras almas. Ésas las dejó para Dios, para nuestros hijos o para las hemerotecas. El pastor fue por faena.

7 V Pongámonos en pie. Reconozcamos las huellas en el camino andado. Fijemos mojones reconocibles, entre tanta senda. amables, Entre tanta monserga! Repitámonos: La Memoria es el hilo de Ariadna de los pueblos condenados a seguir doblando esquinas hasta perderse en nuevas encrucijadas. Concluyamos: El día en que la Memoria sea Historia, las huellas tan sólo serán Arqueología. Seamos coherentes: El poder de la memoria radica en la emoción que nos despierta. Podemos marchar en paz, a cada paso seguirá brotando un poema.

Repitámonos: La Memoria es el hilo de Ariadna de los pueblos condenados a seguir doblando esquinas hasta perderse en nuevas

8 VI Una vez más os recuerdo: La verdad se lee entre líneas, no en la marca del cantero ni en la crónica del escribano. La verdad no se halla en el registro, sino en los motivos que impulsaron al puntero y a la pluma.

9 VII Inquieta la voz -tan potente, aunque finitaagarró un lapicero -como un sabley traspasó los umbrales del aquí y ahora.

10 VIII El poeta dijo: el pueblo es el conjunto de nuestro esfuerzo. Y lo entendimos. Porque tú Porque tú nos enseñaste su lengua. nos enseñaste sus versos. Porque tú repujaste en el cuero la palabra Pueblo. Pueblo El pueblo -como los versosnunca desfallece. Otro poeta dijo: como un tentetieso.

11 IX Es demasiado tarde para revoluciones. Tarde para indulgencias. Tarde para lamentos. Cuando es tan tarde para casi todo ha de quedar un tiempo para la sonrisa. Acaso no percibís todavía la sorna de sus bromas? La declamación ampulosa de un poema cogido al vuelo? No le oís polemizar? Cuestionar las jerarquías con un martillo de papel? Quizá el crepitar quejoso de sus largos huesos? La chispa de luz que aún subsiste? Sí, escucháis el eco de cada latido. Sentís la verdad en vuestro estómago. Y sonreís, porque ahora sabéis -como yoque la memoria resiste el paso del tiempo. Miraos Miraos los unos a los otros. Descubrid como la gratitud nos ilumina la cara.

Cuestionar las jerarquías con un martillo de papel? Quizá el crepitar quejoso de sus largos huesos? La chispa de luz que aún subsiste?

12 AGRADECIMIENTOS: Associació Colomenca de Literatura (ACOLITE), Centre Excursionista Puigcastellar, PASCSA, Isabel Ibáñez, Fèlix Trias, Itmar Conesa, Jaume Sayrach, i Rodolfo del Hoyo.

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