Informe sobre la situación actual del sindicalismo en México

Transcripción

1 Informe sobre la situación actual del sindicalismo en México Durante los días 17 y 18 de mayo tuvo lugar, en la Ciudad de México, el V Foro de Centrales Progresistas de América Latina. Al mismo asistieron la UNT de México, CUT de Honduras, CUT de Panamá, CUT de Colombia, CGTP de Perú, CUT de Chile, CTA de Argentina, CUT de Brasil, CUT de Chile y PIT-CNT de Uruguay. También participamos, como invitados, la CGIL de Italia y CC.OO. de España. Se abordaron, según el programa que se adjunta (ANEXO 1), los siguientes temas: el proceso de unidad sindical mundial, el sindicalismo y los gobiernos progresistas, los sistemas de integración en América Latina y los TLC. Sobre el tema del proceso de unidad sindical mundial hubo un interesante debate, del que cabe destacar la voluntad de la CTA, que informó de que en su último Congreso han decidido participar en el Congreso de Unidad de Viena; la decisión de la CUT de Colombia de debatir y someter a la aprobación de su Congreso que se celebrará en agosto- su participación en el Congreso de creación de la nueva central mundial, pese a que se ha producido un fuerte movimiento tendente a mantener a la CUT como central independiente; la CGTP y el PIT-CNT mostraron su voluntad de seguir debatiendo el tema. Para dicho debate pidieron ayuda a las centrales amigas, con el objetivo de profundizar en los argumentos que hacen necesaria la creación de una nueva internacional. Sobre los otros dos temas, relaciones con los gobiernos progresistas y los sistemas de integración y los TLC, aunque la discusión fue rica se vio la necesidad de profundizar más en el debate. Para ello, se acordó celebrar un VI Foro que abordaría estos temas con carácter exclusivo. El día 19 tuvo lugar una Mesa de Debate Sindical con la UNT de México. En el transcurso de la misma se suscribió una resolución (se adjunta, ANEXO 2). En esta reunión pudimos constatar, una vez más, las potencialidades de esta central para regenerar y modernizar el sindicalismo de México. Pero también constatamos los defectos que lastran a la UNT para cumplir bien este papel: presidencia colegiada (hay tres presidentes, el Presidente del Sindicato del Seguro Social, el Presidente del Sindicato de Telefonistas y el Presidente del Sindicato de la Universidad Autónoma de México); no tiene sede, sino que se utiliza la de estos tres sindicatos; la toma de decisiones es lenta y dispersa por falta de centralidad. A pesar de ello, pudimos comprobar que en la vida sindical mexicana han sucedido algunos cambios: disensos y rupturas en el Congreso del Trabajo, creación del Frente Nacional por la Unidad y la Autonomía Sindical (FENUAS), lucha unitaria contra la reforma laboral del gobierno, lucha del Sindicato de Electricistas y del Sindicato Minero. Para que se puedan entender mejor las notas que un compañero mexicano me hizo llegar sobre la actual situación, se hace necesario explicar brevemente algunas peculiaridades del sindicalismo en México 1. Según Cirila Quintero 2 : El sindicalismo tradicional o corporativo es el que ha predominado en el ámbito laboral mexicano y está integrado a la esfera gubernamental mediante las confederaciones afiliadas al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su acción se desarrolla en los espacios limitados que el Estado ha delineado para su lucha con el capital. 1 Las citas y opiniones que se recogen a continuación han sido extraídas de un libro publicado por el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM): María XELHUANTZI LÓPEZ, La Democracia Pendiente. La libertad de asociación sindical y los contratos de protección en México. México, Socióloga, académica en El Colegio de la Frontera Norte-Matamoros, especialista en la industria maquiladora.

2 Es un sindicalismo de conciliación, donde el capital y el trabajo interaccionan El sindicalismo tradicional es colaborador, represor y mediador de la acción laboral, pero lucha por las prestaciones mínimas para sus afiliados que marca la Ley Federal del Trabajo Comúnmente, este tipo de sindicalismo recibe el nombre de charro, entendiéndose que está integrado a una estructura gubernamental y que cuenta con un liderazgo nombrado por instancias superiores, sin la participación obrera. Quintero considera, como características adicionales del sindicalismo tradicional, el tener un contacto real con sus agremiados, quienes saben de su existencia, pagan sus cuotas para que los defiendan, estableciéndose una relación de dependencia mutua entre el dirigente y los trabajadores. Sin embargo, la mínima o nula participación de los propios trabajadores son también rasgos de esta forma de sindicalismo. Según Enrique de la Garza 3 : una situación extrema del sindicalismo corporativo es la de convertirse en sindicato de protección; se puede llegar incluso a un punto en el que el sindicato de protección ni siquiera lleve contingentes electorales al PRI, porque éstos no existen. Una parte de los sindicatos corporativos se convirtió en sindicatos de protección por iniciativa de sus propios líderes y también en ocasiones por el interés de los patronos. Sin duda, el concepto de Contrato de Protección más frecuentemente utilizado, conocido y reconocido tanto por académicos como por abogados sindicales, es el acuñado por Arturo Alcalde 4, quien lo define como aquel que: se lleva a cabo a espaldas de los trabajadores entre un sindicato y un patrón, mismo que se deposita en la Junta de Conciliación y Arbitraje. En virtud de este depósito se impide que otra organización sindical solicite la firma de un contrato colectivo en virtud de ya existir uno firmado y depositado. Según María Xelhuantzi López, las principales características de los contratos de protección son: Simulación: se celebra, se negocia y opera a espaldas de los trabajadores, que desconocen su existencia. Precarización: los derechos y prestaciones para los trabajadores están por debajo de los mínimos que establece la Ley. Destrucción y obstaculización del desarrollo de la negociación colectiva y de las relaciones obrero-patronales. Las empresas y el gobierno los toman como patrones de referencia. Los contratos de protección son consecuencia del corporativismo laboral que se configura en México desde principios del siglo XX. Un rasgo definitivo de este corporativismo es la sobreintervención gubernamental en el mundo del trabajo y, particularmente, en la vida sindical. A los sindicatos se les describe como instituciones públicas del trabajo diseñadas por los grupos de la oligarquía económica, política y político-económica para garantizar el control de los trabajadores y una acumulación capitalista no necesariamente eficiente, pero sí salvaje. En opinión de Alcalde, los rasgos definitivos del contrato de protección serían: el de existir a espaldas de los trabajadores, esto es, sin su conocimiento y sin su participación, y el de su depósito y legalización en la Junta de Conciliación y Arbitraje, debido a lo cual: los trabajadores deberán, si deciden organizarse en un sindicato de empresa, primero solicitar el registro de su sindicato, cuestión que les resultará muy difícil; y si consiguen este registro, deberán obtener a través de un juicio y recuento la titularidad del contrato colectivo que detenta el sindicato y/o delegado espurio. 3 Sociólogo, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, experto en sindicalismo. 4 Abogado laboralista, asesor de la UNT

3 De la Garza hace hincapié en el sentido de protección que dichos contratos tienen, no para los trabajadores, sino para las empresas. Por esta razón, tanto el sindicato como el contrato de protección se caracterizan por ser desconocidos por los trabajadores, por ser clandestinos. Sindicato y contrato son registrados por un líder a espaldas de los trabajadores. Hay que precisar que para que mejor funcione la clandestinidad de estos contratos en México no existe un registro público de convenios colectivos, si un trabajador de una empresa o un sindicato quiere saber si existe o no convenio en dicha empresa no tiene forma alguna de averiguarlo. Según Quintero, el sindicalismo subordinado corresponde a los últimos años y a la última etapa del capitalismo neoliberal que se caracteriza por una extrema movilidad geográfica de los capitales, así como por la creación de empleos frágiles, sujetos a la innovación tecnológica y a condiciones laborales más flexibles. Ambas características afectan directamente a la acción sindical, que tiende a ser expulsada de las industrias transnacionales, o bien a flexibilizarse. Este sindicalismo subordinado, según la autora, tiene además otras características: En el surgimiento del sindicalismo subordinado se coaligan un sindicato secundario en la burocracia sindical, que pretende ganar fuerza política en una región, y una legislación laboral parcial, practicada por las instancias laborales, que permiten la constitución de sindicatos adversos a los intereses obreros. La segunda característica del sindicalismo subordinado es el dejar de considerar al contrato colectivo como la principal forma de lucha obrera, para dar paso a una flexibilidad laboral sin restricciones El contrato colectivo se transforma en una mera formalidad. La contratación es legal, al ser reconocida por las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje, pero carece de legitimidad entre los agremiados, debido a que no cuenta con conquistas que avalen su existencia. Esta situación produce la pérdida de toda vinculación con los trabajadores y una abierta colaboración con el empresariado, justificada como una forma de coadyuvar al desarrollo del país. La renuncia a su naturaleza obrera hace del sindicalismo subordinado un tipo novedoso de sindicalismo, que agrega un nuevo significado al concepto sindical, al erigirse en elemento de explotación y control de los trabajadores mediante la colaboración irrestricta con el capital. Según Quintero, el sindicalismo subordinado comparte con el de protección el conformarse a espaldas del trabajador, pero se diferencia de él en ser un sindicato creado ex profeso para incentivar y mantener a la industria maquiladora. Hay que concluir que, con este panorama, la libertad, la transparencia y la democracia brillan por su ausencia en el sindicalismo mexicano. Notas sobre la reciente evolución del movimiento sindical en México 5 Una de las características de la situación sindical actual en México es el proceso de formación del Frente Nacional por la Unidad y la Autonomía Sindical (FENUAS). 5 Elaboradas por un compañero mexicano

4 A mediados del año pasado el gobierno de Vicente Fox impulso una reforma legal en materia de impuestos que golpeaba directamente al salario y al nivel de vida de los más pobres: pretendió establecer un impuesto extra a las prestaciones de los trabajadores (bonos, vales de despensa, caja de ahorros, etcétera) y un impuesto directo al consumidor de medicinas, libros y alimentos. Ante esta situación, algunos sindicatos de manera separada organizaron la defensa de los derechos laborales y coincidieron con la CROC y el sindicato minero para la protesta conjunta ante estas reformas. Al final del caso, la reforma no pasó. Al mismo tiempo, el sindicato minero se manifestaba, igual que la UNT, en contra de la pretendida reforma laboral con tintes 100% neoliberal (Reforma Abascal) en donde se perdían derechos adquiridos (pago de horas extras, estabilidad en el empleo, derecho de huelga, derecho a la libertad sindical entre otras). Por otro lado en el Congreso del Trabajo, (el organismo corporativo al estilo de los sindicatos verticales), el gobierno de Fox intervino en el reconocimiento del dirigente ferrocarrilero Víctor Flores, desconociendo al candidato elegido conforme estatutos, el representante de la CROC, Isaías Dueñas, provocando en la práctica, una escisión dentro del aparato cúpula corporativa, que se autonombra Coalición de sindicatos nacionales y federaciones del Congreso del Trabajo. La situación hizo crisis cuando en Coahuila, por negligencia de la empresa y la autoridad federal laboral, un túnel de una mina se derrumbó, muriendo 65 mineros. Esto se agravó cuando entre la administración de la mina y la autoridad laboral federal (el Secretario del Trabajo) simularon labores de rescate, para contener la indignación de los familiares de los mineros fallecidos. En este caso Napoleón Gómez Urrutia, (quién verdaderamente heredó el sindicato de manos de su padre, práctica común en México dentro del sindicalismo corporativo), se deslindó de las autoridades laborales y denunció el caso como Homicidio Laboral, convirtiéndose en una pesadilla para el grupo empresarial dueño de la mina. La salida que encontró el gobierno, impulsado por el grupo empresarial minero, fue el de desconocer la representación legal de Napoleón Gómez como dirigente minero e imponer a un esquirol cercano a las empresas. Mientras tanto, el sindicalismo de UNT y del Frente Sindical Mexicano (donde el sindicato más importante es el Mexicano de Electricistas SME-), habían estado actuando juntos para bloquear las reformas estructurales neoliberales y en particular apoyando al SME en una difícil revisión de su Contrato Colectivo de Trabajo. Cuando parecía que la negociación colectiva de los electricistas estaba en crisis y había pocas posibilidades de obligar a la empresa estatal a la firma de una revisión favorable para los trabajadores, Martín Esparza, secretario general electricista, convocó a todos estos actores para una defensa conjunta de su contrato y de paso exigir la no intromisión del gobierno en la vida interna de las organizaciones. De esta reunión salió la propuesta de presentar un frente común en defensa de la autonomía: el FENUAS. Esta resolución destrabó la negociación del CCT de electricistas y después de la firma del nuevo contrato, los electricistas de deslindaron públicamente del nuevo frente al que ellos

5 habían convocado. Queda la sensación que la solución a su conflicto gremial fue condicionada a que se desligaran del proceso unitario. Los primeros pasos fueron, además de un plan de acción agresivo, pues en el transcurso de estos hechos el gobierno pretendió romper una huelga minera en apoyo a Napoleón Gómez, con saldo de dos muertos y varios heridos de bala, una gran marcha y mitin en el zócalo capitalino, un paro nacional de una hora y la marcha más importante de los últimos años el primero de mayo. A nivel orgánico se conformó una Comisión de Enlace, donde se discuten los criterios prácticos e ideológicos del FENUAS. Es aquí donde la burra torció el rabo, pues el grupo de sindicatos de la coalición de Congreso del Trabajo, en perfecta consecuencia con su practica cotidiana vetaron en la agenda temas que para otros miembros del Frente son fundamentales para la transformación sindical del país: se negaron a discutir sobre Libertad Sindical, Transparencia y entrega de cuentas en el manejo de las cuotas sindicales, nada que tenga que ver con los Contratos de Protección que esos sindicatos proporcionan a las empresas para controlar a los trabajadores, se negaron al establecimiento de un registro público de CCT y Sindicatos que permitiría a cualquier trabajador saber qué sindicato lo controla y cuáles son sus condiciones laborales, se negaron a discutir cualquier asunto relacionado con los mecanismos de control corporativo fascista de la ley laboral actual. Como se deduce de lo anterior, este proceso de alianza es muy frágil y con mucho riesgo para los implicados, pues la imagen pública es que ahora los sindicatos independientes están en la defensa de los dirigentes corruptos que han criticado desde siempre. Están apostando, primero, por romper de manera definitiva al organismo cúpula del corporativismo sindical (el Congreso del Trabajo), situación que podría cambiar la correlación de fuerzas a favor de los sindicatos independientes. Están defendiendo el derecho legítimo a la autonomía sindical y a la anulación del requisito legal de que es el gobierno y no los trabajadores los que determinan la representación jurídica de los sindicatos, Por último, están apostando por que se llegue hasta las últimas consecuencias en la investigación del manejo de cuentas de los sindicatos y usar esto como plataforma para impulsar una campaña de transparencia y entrega de cuentas en los sindicatos. La apuesta está hecha y el complicado proceso de unidad de acción puesto en marcha por el FENUAS aún tiene mucho trabajo que hacer. Laureano Cuerdo Responsable América Latina Secretaría de Acción Sindical Internacional

6 ANEXO 1. V FORO DE CENTRALES PROGRESISTAS Ciudad de México, 17 y 18 de Mayo de 2006 Hotel Majestic, Calle Madero No. 73, Col. Centro PROPUESTA DE PROGRAMA Miércoles, 17 de Mayo 09:00 09:30 Apertura Svenja Blanke / FES México Achim Wachendorfer / FES Programa Sindical Regional Francisco Hernández Juárez / Presidente colegiado UNT México 09:30 10:00 Informe En la antesala del Congreso de Unidad Sindical en Viena Laureano Cuerdo / Comisiones Obreras España 10:00 11:30 Exposición Central Los caminos de la unidad sindical en América Latina y en el Caribe. Un balance provisorio. Rafael Freire / ORIT 11:30 12:00 Pausa Comentarios: Sindicalismo Latinoamericano: Protagonistas o Espectadores en la cancha internacional Achim Wachendorfer / PSR FES La perspectiva de los no afiliados NN / CTA Argentina Modera: Álvaro Padrón / PSR FES

7 12:00 13:30 Discusión 13:30 15:30 Comida 15:30 17:00 Insumo: Estado de la discusión de los no afiliados Carlos Rodríguez Díaz / CUT Colombia Juan José Gorriti / CGTP Perú Fernando Pereira / PIT-CNT 17:00 17:15 Pausa 17:15 18:30 Discusión Jueves, 18 de Mayo 09:00 10:30 Mesa redonda El sindicalismo y los Gobiernos Progresistas La experiencia brasileña: CUT Brasil La experiencia chilena: CUT Chile La experiencia argentina: CTA Argentina La experiencia uruguaya: PIT-CNT Uruguay La experiencia panameña: CUT Panamá 10:30 11:00 Pausa 11:00 13:30 Discusión 13:30 15:30 Comida Modera: Achim Wachendorfer / FES PSR 15:30 16:30 Entre la integración y los TLCs : los desafíos sindicales Introducción: Álvaro Padrón - PSR FES Comentarios : CUT Colombia / CGTP Perú / UNT México/ CCSCS / CUT Brasil / CUT Honduras / CUT Chile Modera: Svenja Blanke / FES México 16:30 18:30 Discusión 18:30 Clausura

8 ANEXO 2. RESOLUCIÓN SUSCRITA POR LAS ORGANIZACIONES PARTICIPANTES EN EL V FORO DE CENTRALES PROGRESISTAS