INFORME TÉCNICO (R.PESQ.) Nº 63. Veda reproductiva de merluza común (Merluccius gayi gayi)

Transcripción

1 Veda reproductiva de merluza común (Merluccius gayi gayi) Valparaíso, julio de 2006

2 Distribución: - Consejo Zonal de Pesca de la III y IV Regiones - Consejo Zonal de Pesca de la V a IX Regiones e Islas Oceánicas - Consejo Zonal de Pesca de la X y XI Regiones - División Jurídica, Subsecretaría de Pesca - División de Desarrollo Pesquero, Subsecretaría de Pesca - División de Administración Pesquera, Subsecretaría de Pesca Este informe fue preparado por Mauricio Gálvez y debe ser citado como: Subsecretaría de Pesca (Subpesca) Veda reproductiva de merluza común (Merluccius gayi gayi). Inf. Tec. (R.Pesq.) Nº63, Subsecretaría de Pesca, Valparaíso, 27 p.

3 INDICE 1. RESUMEN EJECUTIVO OBJETIVOS ANTECEDENTES Preámbulo Legales Del estado del recurso Evaluación de stock Indicadores biológico-pesqueros actualizados a. Desembarques b. Rendimientos de pesca c. Tamaño de los ejemplares d. Condición biológica e. Huevos y larvas de merluza común f. Índices asociados a la Jibia Cruceros de evaluación acústica Del proceso reproductivo Marco conceptual Condición reproductiva a. Perspectiva temporal b. Perspectiva latitudinal c. Perspectiva longitudinal o batimétrica ANÁLISIS De la condición del stock Del proceso reproductivo RECOMENDACIONES REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Pág.

4 1. RESUMEN EJECUTIVO El presente informe tiene por objetivo consignar los antecedentes que justifican implementar una veda biológica en merluza común, para proteger el proceso re productivo del stock atendiendo la desmejorada condición biológica del mismo. Para justificar lo anterior, se analizan e informan los principales indicadores biológicos del recurso y de la pesquería, a la luz del estado del recurso informado a fines del año pasado. Especial énfasis se da a los indicadores que dan cuenta del ciclo reproductivo de la merluza común. Se indica que en términos generales, el estado de situación del stock de merluza común no ha variado sustancialmente manteniendo su situación desmejorada. No obstante lo anterior, nuevos análisis y los resultados de la evaluación acústica de abril-mayo, ponen en evidencia la necesidad de aplicar nuevas medidas de administración para lograr los objetivos planteados y la recuperación de la pesquería. El principal período reproductivo en merluza común esta asociado a los meses de julio a octubre (4 meses); sin embargo, se recomienda la aplicación de la veda por un período de 37 días, entre el 15 de agosto y el 20 de septiembre. Dado que el proceso reproductivo se verifica en toda el área de distribución del recurso, se recomienda aplicar la veda reproductiva en toda el área de la unidad de pesquería de merluza común. Al mismo tiempo se recomienda que la veda reproductiva sea fijada todos los años hasta el 2010, aun cuando su continuidad y pertinencia debe ser evaluada todos los años a través de proyectos de investigación específicos. 1

5 2. OBJETIVOS El presente informe tiene por objetivo consignar los antecedentes que justifican implementar una veda biológica, para proteger el proceso reproductivo del stock de merluza común atendiendo la desmejorada condición biológica del mismo. 3. ANTECEDENTES 3.1. Preámbulo La pesquería de merluza común nunca a sido sometida a una veda biológica. Hasta antes de la aplicación de los Límites Máximos de Captura, y en los años en que la cuota de la flota industrial era fraccionada en dos períodos (enero-septiembre y octubre-diciembre usualmente), se producía una disminución de la actividad o una detención de la actividad extractiva, producto del consumo anticipado de a cuota (carrera olímpica) durante el primer período de asignación. Esta disminución de la actividad en septiembre y parte agosto coincidió con una fracción del período de mayor actividad reproductiva del recurso, y usualmente se entendía que el recurso estaba en veda. Durante el año 2005, el fraccionamiento de la cuota industrial (D. Ex. Nº 1020 de 2004) contempló una asignación de tan sólo 500 ton en el mes de agosto, lo que implicó una disminución importante del esfuerzo aplicado durante este mes, por parte de la flota industrial. En lo formal, esto no significó una veda biológica, pero ciertamente perseguía el fin de la misma; esto es, proteger el proceso reproductivo de la especie. Finalmente, en sesión del Consejo Nacional de Pesca de 15 de diciembre de 2005 se expuso el estado de situación del recurso merluza común, basado en el Informe Técnico (R.Pesq.) Nº : "Cuota Global Anual de Captura y Plan de Recuperación de Merluza común (Merluccius gayi gayi), año 2006". En dicho informe, además de tratar la cuota para el año 2006, se informaba sobre otras medidas de administración a aplicar en esta pesquería, dentro de las cuales la más relevante era el anuncio de una veda reproductiva de 45 días en el período de máxima intensidad del proceso de desove Legales La Ley General de Pesca y Acuicultura (LGP A), en su artículo 2º define a la veda como el "acto administrativo establecido por la autoridad competente en que está prohibido capturar o extraer un recurso hidrobiológico en un área determinada por un espacio de tiempo". Adicionalmente define tres tipos de veda, siendo la veda biológica aquella "prohibición de capturar o extraer con el fin de resguardar los procesos de reproducción y reclutamiento de una especie hidrobiológica". 2

6 Igualmente, el artículo 3º de la LGPA indica que la veda biológica podrá aplicarse" en cada área de pesca, independientemente del régimen de acceso a que se encuentre sometida, [...], mediante decreto supremo fundado, con informe técnico de la Subsecretaria y comunicación previa al Consejo Zonal de Pesca que corresponda y demás informes y aprobaciones que se requieran de acuerdo a las disposiciones de la presente ley [...]". Al referirse a las sanciones (artículo Nº110), la LGPA indica que las capturas de especies hidrobiológicas en período de veda serán sancionadas" con multa de tres a cuatro veces el resultado de la multiplicación del valor de sanción de la especie respectiva, vigente a la fecha de la denuncia o querella, por la cantidad de recursos hidrobiológicos objeto de la infracción, reducida a toneladas de peso físico. Asimismo, "el transporte y la comercialización de recursos hidrobiológicos vedados y los productos derivados de éstos, serán sancionados con multa de 3 a 300 unidades tributarias mensuales, y, además, con la clausura del establecimiento o local en que se hubiere cometido la infracción, hasta por una plazo de 30 días" (Artículo 119, LGPA) Del estado del recurso Evaluación de stock 2005 La última evaluación de stock de merluza común (Payá et al., 2006; Subpesca, 2005), tendiente a determinar el estado del recurso y con información hasta agosto de 2005, concluía que el stock de merluza común se encuentra caracterizado por un nivel de baja abundancia, con una biomasa media vulnerable similar a la de principios de los años '70 y una biomasa desovante similar a la se estima para finales de la misma década, con una baja presencia de ejemplares adultos y un bajo factor de condición. La razón de producción de huevos potenciales (Fig. 1) es inferior al 20% respecto de una condición virginal, lo que corresponde a un nivel crítico para la renovación del stock y esta muy alejado de la condición recomendada de 40%. En dichos informes también se indicaba que esta situación puede ser mejorada, toda vez que se verifiquen reclutamientos exitosos por sobre la media en los próximos años, que colaboren con la recuperación de los niveles de biomasa del stock y si se logra recomponer un stock desovante que haga sustentable la explotación de este recurso. La recuperación del stock, también esta supeditada a una mejor oferta ambiental de alimento y aprovechamiento del mismo por el stock de merluza común, lo que permitiría el incremento de la biomasa mediante el incremento en el peso individual de los ejemplares (mejoramiento del factor de condición). Como se verá más adelante y acorde a los indicadores disponibles, las condiciones antes destacadas y que permitirían una recuperación del stock de merluza común no se verifican hasta la fecha. Por el contrario, se ha observado desmejora en el producto del desove (huevos y larvas) lo que hace prever reclutamientos malos a moderados; se ha apreciado que la jibia persiste en el sistema demersal de Chile centra]; el factor de condición de la merluza común se mantiene por bajo la media; y, no se aprecia una incorporación de los individuos adultos, tanto en el stock como en las capturas comerciales. 3

7 Sin duda - y como se verá más adelante - que otros indicadores presentan una mejoría respecto al año pasado, pero ninguno de ellos alcanza los niveles previos al año 2003, período en el cual la condición del stock era evaluada como saludable. Debido a esto, se hace urgente y necesario avanzar con otras medidas de regulación en pos de lograr los objetivos de administración propuestos para esta pesquería y alcanzar niveles seguros en la condición del stock de merluza común. Figura 1. Razón de producción de huevos potenciales (RPHP) como un indicador de la condición del stock de merluza común. Fuente: IFOP Indicadores biológico-pesqueros actualizados a. Desembarques Entre 1988 y 2001, los desembarques totales de merluza común experimentaron un sostenido aumento, el cual se ajustó a las cuotas globales anuales de captura fijadas; sin embargo, a partir de 2002 los desembarques totales comenzaron a ser sostenidamente inferiores a las cuotas de captura, alcanzando su más bajo nivel el año 2004, en que sólo se desembarcó un equivalente al 52,8% de la cuota fijada para ese año (Fig.2). Esta disminución en los desembarques ha afectado tanto a la flota industrial como artesanal, pero ha sido más crítica para la segunda flota, la cual ha visto disminuir los desembarques oficiales entre 2003 y 2005 en un 88%, en tanto que la flota industrial lo ha hecho en un 52%. Para la presente temporada, el desembarque acumulado a mayo de 2006 ha disminuido en un 93% (comparada con igual período de 2003) para la flota artesanal, y en un 46% (acumulado a junio) para la flota industrial (Fig. 3). 4

8 Total Industrial Artesnal Desembarque (ton) Año Figura 2. Desembarques totales (ton) de merluza común y por tipo de flota. La línea roja indica la cuota de captura. Desembarque (ton) FLOTA ARTESANAL en 93% en 37% en 88% Desembarque (ton) Mes FLOTA INDUSTRIAL en 46% en 36% en 52% Mes Figura 3. Desembarque acumulado (ton) de merluza común por mes y año para la flota artes anal (arriba) y la flota industrial (abajo) 5

9 3.3.2.b. Rendimientos de pesca Los rendimientos de pesca no estandarizados de la flota industrial se muestran en la Fig. 4. En ésta se puede apreciar que los rendimientos tanto de la flota compuesta por naves con potencia de motor mayor a hp, como por naves de potencia inferior a hp, han disminuido a partir del año 2003 para el primer caso y a partir del año 2004 para el segundo caso. Actualmente, los rendimientos no han podido volver a sus niveles promedio de 6 ton por hora de arrastre para la flota de naves grandes y 2 ton por hora de arrastre para la flota de naves pequeñas. Los rendimientos de pesca estandarizados, bajo ciertos supuestos, dan cuenta del nivel de biomasa de un recurso explotado; y si bien. lo informado en la Fig. 4 corresponde a rendimientos no estandarizados. es posible indicar que se correlacionan bien con las tendencias de la biomasa detectada mediante otros indicadores. Por lo anterior, es posible inferir, que hasta abril de 2006 no se evidencian signos de recuperación del stock de merluza común al ser evaluado mediante este indicador de rendimiento, el cual puede ser catalogado como un proxi de la biomasa. En el caso de la flota artesanal, los rendimientos de pesca promedio han disminuido de kg por viaje de pesca en 2001 a menos de 50 kg por viaje de pesca en Figura 4. CPUE nominal mensual (t/h.a.) monitoreada (con observador científico embarcado) entre los años 2001 y Líneas horizontales son los valores promedio monitoreados en el período en cada categoría de barco. Fuente IFOP c. Tamaño de los ejemplares El tamaño promedio de los ejemplares de merluza común capturados por la flota industrial ha disminuido en cerca de 10 cm desde comienzos de 2004 (Fig. 5), lo cual es consistente con la práctica desaparición del stock de las clases de edad adultas, constituidas por grupos de edad entre 4 a 14+ el año 2002 (Fig. 15). El aparente incremento en la tendencia de la talla promedio de las capturas industriales durante los primeros meses del año 2006 (Fig. 5), es difícil de explicar como una tendencia y al parecer se debe más bien a un efecto estacional. 6

10 Figura 5. Talla media de la captura industrial de merluza común (monitoreac1a con observador científico embarcado) por mes, años 2004 a Barras indican los intervalos de confianza de 95%. Ambos sexos en conjunto. (Línea horizontal: promedio años 2001 a 2004). Fuente IFOP. Cabe mencionar que a partir del 15 de septiembre de 2005, comenzó a regir una norma que modificó la forma y el tamaño de las mallas en los copos de las redes de arrastre de merluza común (Res. Ex. Nº 2808 de 26 de agosto de 2005), con el fin de disminuir la captura de ejemplares pequeños de la especie. Aun cuando no se disponen de análisis específicos para evaluar el efecto de esta medida, es posible indicar que la talla media de las capturas industriales no se ha incrementado notoriamente después de la implementación de la medida (Fig. 5). Sin embargo, es necesario destacar que a pesar que las redes hayan mejorado su selectividad a la talla, no será posible incrementar la talla promedio de captura si en el ambiente se dispone de ejemplares pequeños principalmente. Durante abril del presente año, la situación en cuanto a la estructura de tamaños observada en las capturas de la flota industrial (Fig. 6) no ha variado sustancialmente con respecto a los últimos 12 meses. Así por ejemplo, la talla promedio de los ejemplares estuvo comprendida entre 34 y 40 cm de longitud total, para todas las zonas consideradas, y se registró entre un 41% y 77% de ejemplares bajo la talla de madurez sexual al 50%. 7

11 Figura 6. Distribución de frecuencia de tallas de merluza común (monitoreada con observador científico a bordo) en las capturas industriales por zona de pesca durante abril de Línea vertical (37 cm de L T) indica longitud de madurez sexual al 50%. Fuente: IFOP. En relación a la flota artesanal, es posible indicar que también ha registrado una disminución en el tamaño de los ejemplares que constituyen su captura. Esto particularmente es efectivo para aquellas capturas logradas con espinel, en que se ha registrado una disminución de 10 cm en la talla promedio entre 2004 y 2005 (Fig. 7). Si bien aun no se dispone de información procesada y actualizada para la flota artesanal muestreada, es posible indicar que, a la fecha, la talla promedio en las capturas se ha mantenido en niveles bajos de entre 35 y 40 cm de longitud total 8

12 (B) Figura 7. Longitud total (cm) promedio de merluza común en las capturas artesanales. según tipo de aparejo de pesca empleado: (A) red de enmalle, (B) espinel. Fuente: IFOP d. Condición biológica La condición biológica del recurso evaluada a través de un modelo lineal generalizado (GLM) del peso eviscerado de los ejemplares (Fig. 8), el cual es un proxi del factor de condición (K), indica que a partir del año 2002, tanto hembras como machos de merluza común presentan una condición desmejorada. En otras palabras, para un mismo tamaño las merluzas pesan menos, lo cual es indicativo de que la oferta ambiental de alimento para las merluzas es menor o es indicativo de algún nivel de stress que hace que el factor de conversión a peso corporal haya disminuido. Una situación similar se aprecia al analizar un proxi del Indice Gonadosomático (IGS), evaluado a través de un GLM del peso del ovario (Fig. 9). Este indicador muestra que a partir del año 2001 el peso del ovario en hembras de merluza común ha disminuido notoriamente y se encuentra por debajo de la media histórica. Esto, naturalmente, redunda en desove s de inferior calidad y/o cuantía, lo cual tiene un impacto negativo en los reclutamientos sucesivos de verificarse condiciones ambientales normales. 9

13 Figura 8. Modelo Lineal Generalizado del peso eviscerado de merluza común, en base logarítmica. La línea horizontal muestra el valor promedio histórico entre 1984 y Fuente: IFOP. Figura 9. Modelo Lineal Generalizado del peso del ovario de hembras de merluza común, en base logarítmica. La línea horizontal muestra el valor promedio histórico entre 1984 y Fuente: IFOP e. Huevos y larvas de merluza común De acuerdo con el trabajo de Landaeta y Castro (2005), la desmejorada condición del stock de merluza común, tanto en tamaño como en estructura, ha sido coincidente con la desaparición en 2004 y 2005 del área de desove al sur del Cañón del Itata (Fig. 10) y con la abrupta disminución del tamaño de los huevos de merluza común en éstos últimos años (Fig. 11). Estos autores no tienen evidencia directa de que los cambios en las características actuales del desove sean consecuencia de la desaparición de las edades/tamaños adultos; sin embargo, argumentan que en algunas poblaciones de peces con desove prolongado la desaparición de grupos de edades puede reducir el potencial de sobrevivencia post-desove (Lambert y Dutil, 2000), la sobrevivencia larval (Berkeley et al., 2004a; Walsh et al., 2006), las tasas de crecimiento de juveniles (Walsh et al., 2006) y el reclutamiento (Bobko y Berkeley, 2004) 10

14 Asimismo, la presión de pesca durante la estación de desove produce altos niveles de cortizol que resultan en una disminución del tamaño larval CMcCormick, 1998). Por lo tanto, los recientes cambios en la estrategia reproductiva de merluza común pueden reflejar respuestas indirectas a la baja abundancia del stock parental y producir una disminución de la tasa de crecimiento percápita (Hutchings y Reynolds, 2004), producto de una reducción en el éxito de acoplamiento y fertilización a bajos niveles poblacionales, todo lo cual puede impedir o retardar la recuperación de la población. 11

15 Figura 10, Distribución horizontal de huevos y larvas de merluza común durante en Chile central Abundancia expresada como individuos por 10 m2. Fuente: Landaeta y Castro (2005). 12

16 Figura 11. Variabilidad estacional e Inter.-anual del tamaño de los huevos (diámetro) de merluza común en Chile central. Fuente: Landaeta y Castro (2005) f. Índices asociados a la Jibia La presencia y efecto de la jibia ha sido considerado como uno de los principales factores de la deteriorada condición del stock de merluza común, ya que el sólo efecto de la flota no puede dar cuenta de la disminución de mas de 1 millón de toneladas de merluza común entre 2002 y 2004 (Payá et al., 2006). No obstante, lo anterior Arancibia et al. (2006), indican que el impacto de la jibia no es tan importante en el sistema centro-sur al efectuar un análisis para el año 2000, el cual naturalmente no incorpora el período de mayor presencia de jibia en el sistema demersal centro sur ( ). Como se ha indicado, la presencia de jibia persiste en la zona centro-sur de Chile y a junio de 2006 se ha registrado un desembarque de este molusco de al menos ton (Fig. 12), cifra levemente superior al desembarque efectuado en igual período del año pasado ( ton). Por lo tanto, es posible que el desembarque de jibia durante el presente año supere lo efectuado en 2005, es decir, que sea mayor a ton. La presencia de jibia en los cruceros de evaluación acústica de merluza común (Fig. 13) es consistente con la información proveniente del desembarque comercial de jibia, y muestra que tanto la presencia de jibia (aparición en los lances) como su densidad relativa (porcentaje del peso de la captura total) se mantienen altas a partir de En base a esta información, no se ven indicios de que la jibia se este retirando del sistema de Chile central, a pesar de la percepción informada por personal de la industria pesquera de merluza común. 13

17 Desembarque (ton) Artesanal ( solo lanchas) Industrial Ene-04 Mar-04 May-04 Jul-04 Sep-04 Nov-04 Ene-05 Mar-05 May-05 Jul-05 Sep Nov-05 Ene-06 Mar-06 May Año Figura 12. Desembarques (ton) anuales de Jibia (Dossidicus gigas) en Chile entre 1964 y junio de 2006, con un detalle mensual entre enero de 2004 y junio de Fuente: a partir de información Sernapesca. Porcentaje de jibia 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% aparición en los lances peso en la captura total ,1 2005,2 2006,1 Año-período Figura 13. Incidencia de jibia (Dossidicus gigas) en los cruceros de evaluación acústica de merluza común. Barras: frecuencia porcentual de aparición en los lances de identificación. Línea: proporción en peso de la captura total del crucero. Fuente: a partir de datos IFOP. 14

18 Cruceros de evaluación acústica Las evaluaciones directas de la biomasa y abundancia de merluza común, a través de cruceros de evaluación acústica, han mostrado una fuerte declinación en la biomasa de este recurso entre la IV Región y el paralelo 42º LS a partir de 2004 (Fig. 14). Efectivamente, aún cuando no se considere la evaluación del año 2002, es posible indicar que la biomasa de merluza común ha descendido de un promedio de 903 mil ton entre 1999 y 2001 a un promedio de 242 mil ton entre 2004 y 2006; es decir, en dos años la biomasa disminuyó en mas de un 73%. Biomasa (ton, mil) Biomasa Abund ,8 1995,8 1997,8 1999,8 2000,8 2001,8 2002,8 2004,8 2005,3 2005,8 2006,4 Abundancia (Nº, mill) 0 Año-Mes Figura 14. Biomasa (miles de ton) y abundancia (millones de individuos) de merluza común estimada en los cruceros de evaluación acústica entre 1993 y El número asociado al año indica el mes del crucero. Las líneas y barras fragmentadas muestra información interpolada entre los valores estimados. Fuente: a partir de datos IFOP. Asociado a la fuerte disminución de la biomasa a partir del año 2004, es posible apreciar que el stock de merluza común ha cambiado su composición de tamaños y edades (Fig. 15). Así por ejemplo, durante el período 2000 a 2002 era posible apreciar una estructura de edades compuesta por todos los grupos de edad (hasta más de 14 años), con una fuerte participación de las edades 3 a 9; mientras que para el período 2004 a 2006, se aprecia la progresiva disminución de la participación de las edades 6 y superiores, estructurándose la biomasa básicamente en as edades 2 a 4. La gran abundancia de las edades 2 y 3 para el último período, se estima se debe a un efecto de disponibilidad más que de abundancia; es decir, se estima que los ejemplares pequeños esta vez se hicieron más disponibles a la acústica al ocupar zonas de mayor profundidad donde tradicionalmente se encontraban las merluzas adultas (Payá et al., 2006). 15

19 Figura 15. Estructura de edades de la biomasa de merluza común (machos y hembras), estimada mediante los cruceros de evaluación acústica. Fuente: IFOP. 16

20 3.4. Del proceso reproductivo Marco conceptual En una población sometida a explotación una de las acciones tácticas del manejo es asegurar que la mortalidad por pesca no exceda la cantidad que la población puede soportar, en función de los objetivos de conservación y productividad del stock. Esto requiere no sólo que la población total se mantenga por encima de cierto nivel de abundancia o biomasa, sino también que la estructura de edad de la población se encuentre en un estado en el cual sea capaz de mantener el nivel de reproducción, y por lo tanto de reclutamiento, necesario para reponer las pérdidas por mortalidad. Además, la captura durante un largo período sobre clases anuales específicas de una población, por ejemplo individuos grandes o que se reproducen en un momento o lugar específico, puede reducir la frecuencia de las características genéticas particulares que dan origen a esa característica o comportamiento. Esto tiene como efecto la reducción de la diversidad genética general de la población. Con menor diversidad genética, la producción potencial de la población puede ser afectada adversamente, y podría también tornarse menos resiliente a la variabilidad y al cambio ambiental. El manejo pesquero debe estar consciente de este peligro y evitar mantener tales presiones selectivas durante períodos prolongados.(cochrane, 2005). A menudo es deseable prevenir la pesca en etapas específicas del ciclo vital de una especie que es especialmente vulnerables a la captura, o en etapas que son críticas para la conservación del recurso, particularmente cuando hay síntomas de declinación de su abundancia bajo umbrales considerados seguros, como es el caso de la merluza común. Esto es particularmente relevante en especies que se agregan en áreas específicas para reproducirse; si se permite la pesca en las áreas de reproducción, esto podría no sólo perturbar la actividad reproductiva, sino también podría afectar negativamente a los individuos en edad de reproducción, afectando los aportes potenciales para los procesos reproductivos, como se indicó en el Capítulo e. Si existen características particulares del hábitat de reproducción que son afectadas por la pesca, podría requerirse una veda permanente del área. Como alternativa, vedar el área durante la época de reproducción podría ser suficiente. (Cochrane, 2005; Walters y Martell, 2003). En definitiva, una veda biológica para proteger el proceso reproductivo, tiene un fin específico y es pertinente aplicarla particularmente cuando se presentan condiciones desmejoradas del stock. En estas circunstancias, la veda biológica no pretende disminuir la mortalidad por pesca a que se somete el stock, sino más bien proteger un proceso biológico relevante para la renovabilidad del stock Condición reproductiva a. Perspectiva temporal Balbontín y Fisher (981) estudiaron el ciclo reproductivo de merluza común entre mayo de 1965 y abril de 1966, siguiendo los cambios del IGS e IG en los estadios de madurez ovárica en muestras recopiladas desde los desembarques de la flota arrastrera de Coquimbo, San Antonio y 17

21 San Vicente. Sus resultados mostraron un extenso período de desove, con épocas delimitadas de máxima actividad ovárica, cuya definición varió con la latitud (puerto monitoreado). De acuerdo con sus resultados, el crecimiento estacional del ovario y la actividad reproductiva se concentró principalmente entre julio y noviembre, pero con un período secundario entre diciembre y febrero. En un reciente estudio de Tascheri et al. (2006) que utiliza información mensual entre 1985 y 2005, se describió nuevamente el ciclo reproductivo de la especie. Las estimaciones mensuales generadas por el modelo implementado por estos autores para un análisis estacional, indican que el principal período de crecimiento en peso del ovario ocurre entre julio y octubre y un período secundario entre febrero y abril (Fig. 16) b. Perspectiva latitudinal Tascheri et al. (2006) también estimaron el ciclo reproductivo por zona y encontraron que sus resultados eran concordantes con los descritos por Balbontín y Fisher (1981), Así por ejemplo, en la zona comprendida entre los 31º24' y 35º30' LS se da cuenta de un inicio anticipado del ciclo reproductivo y una mayor amplitud del mismo; en tanto que el desove secundario se aprecia mejor definido para la zona comprendida entre 31º24 y 38º39' LS (Fig. 17; Fig. 18), coincidentemente con lo descrito por Alarcón et al. (2004). Los resultados de Tascheri et al (2004) sugieren una ausencia del período de desove secundario para la zona comprendida entre 38º39' y 42º00' LS. De acuerdo con los resultados de estos autores, el período reproductivo principal tiende a ser más corto en latitudes intermedias del área de la pesquería y entre los extremos norte y sur se encontraría desfasado en aproximadamente un mes. El máximo crecimiento del ovario se registra en agosto o septiembre en todas las zonas. En cuanto a la distribución espacial de la actividad reproductiva, estudios de ictioplancton señalan que los huevos y larvas de merluza común se distribuyen entre Antofagasta (23º39' LS) y Chiloé (44º00' LS) (Rojas et al., 1983; Bernal et al., 1997); y a pesar que usando este tipo de datos se describen focos de desove frente a Antofagasta, Coquimbo y Chiloé (en agostoseptiembre), los principales centros de desove han sido observados entre Punta Papudo (32º30' LS) y San Antonio (33º35'LS), y entre Constitución (35º20' LS) y el Golfo de Arauco (37º14' LS) (Bernal et al., 1997; Landaeta y Castro, 2006). Estas áreas coinciden en parte y se complementan con la información obtenida a partir de muestras recopiladas en los cruceros de evaluación acústica de merluza común, en donde se pueden reconocer otras áreas de concentración de huevos, entre los paralelos 29º40'-31º40' LS; 38º00'-39º15' LS; 39º30' 40º00' LS; y, 40º00'-41º25' LS. Todas estas zonas corresponden bastante bien con aquellas identificadas utilizando las frecuencias de los estadios de madurez sexual macroscópicos, registrados tanto en cruceros de evaluación directa como a partir de las capturas comerciales (Avilés, 1979; Gálvez et al., 1999) c. Perspectiva longitudinal o batimétrica Durante el máximo reproductivo de invierno-primavera, y cuando la frecuencia de los vientos favorecen el incremento de los eventos de surgencia (Figueroa y Moffatt, 2000), merluzas 18

22 adultas (> 50 cm LT) desovan a una distancia de mn de la costa (Bernal et al., 1997; Vargas y Castro 2001; Alarcón et al., 2004); posteriormente, los huevos y las larvas en estado de preflección son transportadas hacia la costa a través de los flujos sub-superficiales que compensan la capa superficial de Ekman durante los eventos de surgencia (Sobarzo y Djurfeldt, 2004). Las larvas grandes arriban a las aguas costeras donde ocurre el asentamiento. Durante el desove de verano, la ubicación y condiciones del desove cambian: durante el período de transición de vientos sur y norte (Parada et al., 2001) ejemplares pequeños y grandes de merluza adulta «50 cm L T) ocurren en aguas someras y en golfos y bahías donde ellos desovan (Alarcón et al., 2004, Landaeta y Castro, 2006). Figura 16. Ciclo reproductivo promedio de hembras de merluza común en base a una relación potencial entre el peso del ovario y (A) el peso corporal (menos el peso del ovario). (B) la longitud total. Datos entre enero de 1985 y diciembre de 2005, Líneas horizontales indican la media general. Fuente Tascheri et al. (2006) Figura 17. Ciclo reproductivo promedio por zona latitudinal, estimado en base a una relación potencial entre el peso del ovario y (A) el peso corporal (menos el peso del ovario) y (B) la longitud total. Datos entre enero de 1985 y diciembre de Líneas horizontales indican la media general. Fuente: Tascheri et al (2006) 19

23 Figura 18. Mapa de Chile central mostrando la unidad de pesquería de merluza común, el área de reserva para la pesca artesanal y las zonas utilizadas en el análisis del ciclo reproductivo de merluza común. Se muestran las isóbatas de 200, 500, 750, 1000, y m. 20

24 4. ANÁLISIS 4.1. De la condición del stock En base a los indicadores de la pesquería y del recurso informados en los Capítulos y 3.3.3, es posible indicar que la condición del stock de merluza común no ha cambiado sustantivamente desde la última evaluación efectuada a fines de No obstante lo anterior, nueva información incorporada en el análisis (ver Capítulo e) hace ver con mayor preocupación la condición del stock de merluza común, particularmente en lo referido al éxito del proceso reproductivo. Por otro lado, dos elementos que aportan en el incremento de la biomasa de merluza común como son el aumento del peso corporal a la talla y la disminución de la predación de merluza por parte de la jibia, no se están produciendo en los últimos meses evaluados. El factor de condición se mantiene por bajo la media y la presencia de jibia en la zona central de Chile sigue siendo alta. En adición a esto, no se aprecia una recomposición de los grupos de edades adultos, tanto en el stock como en las capturas comerciales. Debido a lo anterior, se hace del todo necesario avanzar en otras medidas de regulación que ayuden a lograr los objetivos que se han propuesto para esta pesquería, y permitan la recuperación del stock de merluza común. En este sentido, es recomendable focalizar los esfuerzos de regulación en la protección de un proceso biológico clave como es el reproductivo, el cual también esta siendo afectado, de acuerdo a los antecedentes expuestos. Finalmente, no se debe dejar de considerar la adopción de otras medidas de regulación en función del desempeño futuro de los indicadores biológicos del recurso, de los indicadores de la pesquería y finalmente del estado del stock. Entre las alternativas de regulaciones posibles, de no mediar una veda extractiva total y anual, están: Disminución de los niveles de captura: medida tendiente a disminuir la mortalidad por pesca a la cual es sometido el stock. Veda reproductiva: se refiere a la ampliación del período de la veda reproductiva asociada a la principal época reproductiva, o a la fijación de una segunda veda reproductiva en marzo, tendiente a proteger el desove secundario de la especie. Veda de reclutamiento: se refiere a vedar aquellas zonas y períodos en que se verifiquen los reclutamientos de merluza común Regulación de aparejos y artes de pesca: se refiere a regular nuevamente el tamaño y forma de las mallas de las redes de arrastre. Adicionalmente, debiera explorarse una regulación en los aparejos de pesca utilizados por la flota artesanal, los cuales también registran una incidencia de ejemplares pequeños de merluza. 21

25 4.2. Del proceso reproductivo Considerando que parte de la explotación de merluza común se realiza hoy en día en su principal área y período de agregación reproductiva: que el estatus del recurso muestra una caída sostenida de la biomasa y una práctica desaparición de la fracción adulta: que la sola limitación directa de la mortalidad por pesca a través de cuotas de captura está demostrado no ser una medida suficiente para asegurar la sustentabilidad en el largo plazo, es que se hace necesario complementar la administración de esta pesquería con elementos tácticos que permitan disminuir los riesgos de no cumplir con los objetivos de conservación propuestos, resguardando procesos poblacionales claves como el desove. En este contexto, el establecimiento de una veda reproductiva en merluza común en toda su área de distribución, durante el período de mayor intensidad del proceso reproductivo cumple a cabalidad con los criterios precedentes, en el sentido que permite eliminar efectos de perturbación sobre las agregaciones, disminuye drásticamente la mortalidad en el momento de máxima agregación reproductiva, permitiendo aumentar la probabilidad de éxito reproductivo y de reclutamientos futuros, sin perjuicio de la alta variabilidad que podría experimentar este proceso por causas ambientales. Según los antecedentes disponibles, el proceso reproductivo de merluza común se realiza en toda el área de su unidad de pesquería, por lo que resulta no apropiado excluir algún rango latitudinal en la consideración de veda reproductiva. Sin embargo, el proceso re productivo de invierno-primavera esta más asociado a profundidades superiores a 200 m, o a una distancia de la costa superior a las 27 mn en aquellas zonas donde la plataforma continental es más extensa. Por esto, es posible excluir de la veda la zona de las primeras 5 mn, dado que el desove en esa área es menor y las capturas actuales realizadas por la flota artesanal son marginales. El análisis de exclusión de la veda reproductiva el área de las primeras 5 mn, debe tener en cuenta que las medidas de administración deben ser: 1. Ajustadas a la Ley. 2. Difundidas: cubriendo todos los estamentos del sistema pesquero y el consumidor final. 3. Audaces: en el sentido de capturar la simpatía de la comunidad y los usuarios, para su llana implementación. 4. Inmediatas: de rápida implementación. 5. Económicas: bajos costos de implementación y control. 6. Capaces de minimizar efectos indeseados. Al considerar la exclusión de las 5 mn, se afectarían las cuatro últimas consideraciones enumeradas anteriormente. Es decir, se perdería audacia pues no se verían afectados todos los usuarios directos de la pesquería: no sería de rápida implementación pues se deberían establecer mecanismos de control diferenciados: se encarecería el sistema de control y, provocaría efectos indeseados al dejar espacio para blanqueos, en que la merluza capturada por la flota industrial podría ser transbordada a embarcaciones artesanales y ser declarada como captura artesanal. 22

26 Por lo anterior, se estima que la medida debiera aplicarse tanto dentro como fuera del área de reserva para la pesca artesanal o primeras 5 nm. En cuanto a la duración de la veda, en el límite ésta debiera considerar el período comprendido entre Julio y Octubre (4 meses), época en que ocurre el mayor crecimiento del ovario y posterior desove. Sin embargo, una veda reproductiva de 4 meses afectaría considerablemente la mantención de la pesquería e implicaría un costo social y económico elevado. Por lo anterior, se estima apropiado fijar la veda por un período de sólo 37 días y ajustarlo según el peak del proceso reproductivo, es decir Septiembre. Una veda reproductiva de una duración inferior a 37 días, tiene la desventaja de que aumentan las probabilidades de no proteger el peak del proceso de desove, dado el ya descrito desfase longitudinal de un mes en la ocurrencia de este proceso. Con todos estos elementos, se considera apropiado que la veda re productiva debiera comenzar el 15 de agosto y finalizar el 20 de septiembre. En cuanto a la duración inter-anual de la veda, es decir por cuantos años esta veda tendría vigencia, es una materia que debe ser evaluada anualmente en función del nivel de recuperación del stock. Sin embargo, en una etapa inicial se debiera considerar un lapso de 5 años. Con esto, al 2010 se facilitaría al menos la reconstrucción de los grupos de edad 1 a 4. Atendiendo que en el área de la unidad de pesquería de la merluza común se realizan actividades extractivas sobre otros recursos, tanto por la flota artesanal como industrial, es necesario considerar un porcentaje de merluza común como fauna acompañante de otras pesquerías, para no inhibir la actividad pesquen! sobre otras especies. Por esto, es recomendable autorizar un margen de tolerancia de captura de merluza común como fauna acompañante en las pescas dirigidas a otros peces con red de arrastre, red de enmalle o espinel, en un porcentaje máximo de 5%, por viaje de pesca, medido en peso en relación a la especie objetivo. Finalmente, y sin perjuicio de la veda, no debe perderse de vista la importancia de realizar un seguimiento al proceso reproductivo. Para estos efectos se considera necesario facilitar el desarrollo de pescas de investigación, que contemplen un bajo nivel de captura de merluza común y que estén enfocadas a darle continuidad a la toma de información biológica del recurso. Por lo anterior, es imprescindible que la cartera de proyectos del Fondo de Investigación Pesquera considere un proyecto específico para éstos efectos durante los años 2007 a

27 5. RECOMENDACIONES Considerando que corresponde al Estado establecer medidas de conservación y administración, tendientes a lograr una efectiva protección y un aprovechamiento integral de los recursos hidrobiológicos, se propone proteger el stock desovante del recurso merluza común (Merluccius gayi gayi) durante el período y área de máxima intensidad del proceso de desove, a través de una veda biológica en las siguientes condiciones: - Establecer, entre el 15 de agosto y el 20 de septiembre (ambas fechas inclusive) de cada año hasta el año 2010, una veda biológica reproductiva de merluza común (Merluccius gayi gay ), entre límite norte de la IV Región hasta el paralelo 41º 28,6 S. - Sin perjuicio de lo anterior, se recomienda autorizar un margen de tolerancia de captura de merluza común como fauna acompañante en las pescas dirigidas a otros peces con red de arrastre, red de enmalle o espinel, en un porcentaje máximo de 5%, por viaje de pesca, medido en peso en relación a la especie objetivo. Asimismo, se recomienda autorizar un margen de tolerancia de captura de merluza común como fauna acompañante en las pescas dirigidas a crustáceos demersales (camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado) con red de arrastre, en un porcentaje máximo de 10%, por viaje de pesca, medido en peso en relación a la especie. Con todo, las capturas de merluza común que se efectúen deberán ser imputadas en primera opción a los LMC del armador, y sólo de no disponer de LMC a la reserva de fauna acompañante. 24

28 6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Alarcón C., L. Cubillos y C. Oyarzún. 2004, Influence of female size on the duration and intensity of the reproductive activity of Merluccius gayi gayi off central-south Chile. Invest Mar, Valparaíso 32: Alarcón, R. y H. Arancibia. 1993, Talla de primera madurez sexual y fecundidad parcial en la merluza común, Merluccius gayi gayi (Guichenot, 1848), Cs. y Tec. del Mar (CONA) 16: Arancibia, H., M. Barros, S. Neira, U. Markaida, C. Yamashiro, L. Icochea, L. Cubillos, R. León y E. Acuna Análisis del impacto de la jibia en las pesquerías chilenas de peces demersales. Informe de Avance Proyecto FIP Universidad de Concepción / Universidad Católica del Norte, 239 pp + anexos. Avilés, S Estado actual de las principales pesquerías nacionales. Peces. Bases para un desarrollo pesquero. CORFO-IFOP. Balbontín F. y W. Fischer Ciclo sexual y fecundidad de la merluza, Merluccius gayi gayi, en la costa de Chile. Rev. Biol. Mar. 17: Berkeley S.A., C. Chapman y S.M. Sogard. 2004a. Maternal age as determinant of larval growth and survival in a marine fish, Sebastes melanops. Ecology 85: Berkeley S.A., M.A. Hixon, RJ. Larson y M.S. Love. 2004b. Fisheries sustainability via protection of age structure and spatial distribution of fish populations. Fisheries 29: Bernal R., F. Balbontin y O. Rojas Patrones de distribución de huevos y larvas de MerluccÍus gayi gayi en la costa de Chile y factores ambientales asociados. Rev. Biol. Mar. Oceanogr. 32: Bobko S.J. y S.A. Berkeley rvlaturity, ovarian cycle. fecundity, and age-specific parturition of black rockfish (Sebastes melanops). Fish. Bull. 102: Braun, M., V. Valenzuela y H. Miles Distribución espacial de huevos y larvas. En: Tascheri et al Dinámica espacial y batimétrica de merluza común en relación a su ciclo de vida en la zona centro-sur. Informe Final proyecto FIP Cerna J.F. y C. Oyarzún Talla de primera madurez sexual y fecundidad parcial de la merluza común (Merluccius gayi, Guichenot 1848) del área de la pesquería industrial de la zona de Talcahuano, Chile. Invest Mar., Valparaíso 26: Figueroa D. y C. Moffat On the influence of topography in the induction of coastal upwelling along the Chilean coast. Geophys Res Let 27: Fischer, W Huevos, crías y prelarvas de la merluza (Merluccius gayi). Rev. Biol. Mar. 8:

29 Gálvez, M., H. Rebolledo y C. Cuevas Determinación de las áreas períodos de reclutamiento entre octubre de 1997 y marzo de En: Tascheri et al Dinámica espacial y batimétrica de merluza común en relación a su ciclo de vida en la zona centro sur. Informe Final Proyecto FIP IFOP, 161 pp. Herrera, G. E. Bustos-Obregón y F. Balbontín Morphological aspects of the gonadal maturation in the hake, Merluccius gayi gayi: Rev. Biol. Mar. 24(1): Lambert Y. y J-D Dutil Energetic consequences of reproduction in Atlantic cod (Gadus morhua) in relation to spawning level of soma tic energy reserves. Can. J Fish. Aquat. Sci. 57: Landaeta M.F. y L.R. Castro. 2006a. (enviado) Seasonal and annual variation in the spawning location and egg size of the Chilean hake Merluccius gayi off central Chile. Mar. Ecol. Prog. Series. Landaeta M.F. y L.R. Castro. 2006b. Spawning and larval survival of the Chilean hake Merluccius gayi under later summer conditions in the Gulf of Arauco. central Chile. Fish. Res. 77: Lillo, S Evaluaciones hidroacústicas de merluza común, año 2006 (Crucero 1 - Otoño). Informe de Avance Proyecto FIP , IFOr. 76 pp Lillo, S., R. Céspedes, V. Ojeda, R. Vega, L. Adasme y H. Hidalgo Evaluación directa de merluza de cola en la zona centro-sur. Informe Final (FIP 99-15), IFOP, 52 pp. (+ figuras, tablas y anexos). Lillo, S., L. Cordova, M. Rojas, V. Ojeda, J. Olivares, R. Tascheri, M. Braun, S. Núfiez y J. Ortiz Evaluación Hidroacústica del stock de merluza común explotado en la zona centro-sur. Informe Final Proyecto FIP, IFOP. 125 p. + figs. y anexos. Lillo, S., L. Cordova, M. Rojas, V. Ojeda, L. Olivares, R. Tascheri, M. Braun, S. Núfiez y L. Ortiz Evaluación Hidroacústica del stock de merluza común explotado en la zona centro-sur. Pre -Informe Final Proyecto FIP, IFOP. Lillo, S., L. Córdova, M. Rojas, V. Ojeda, J. Olivares, R. Tascheri, M. Braun, S. Núfiez y L. Ortiz Evaluación hidroacústica del recurso merluza común en la zona centro-sur, Informe final proyecto FIP Lillo, S., S. Nuñez, V. Ojeda, F. Balbontín, M. Braun, R. Tascheri, A. Saavedra, R. Bravo, L. Cubillos y J. Olivares Evaluación hidroacústica del recurso merluza común en la zona centro-sur, Informe final proyecto FIP Lillo, S., R. Céspedes, V. Ojeda, R. Vega, L. Adasme y H. Hidalgo Evaluación directa de merluza de cola en la zona centro-sur. Informe Final (FIP 99-15), IFOP, 52 pp. (+ figuras, tablas y anexos). Lillo, S., L. Cordova, M. Rojas, V. Ojeda, J. Olivares, R. Tascheri, M. Braun, S. Núfiez y J. Ortiz Evaluación Hidroacústica del stock de merluza común explotado en la zona centro-sur. 26

30 Informe Final Proyecto FIP, IFOP. 125 p. + figs. y anexos. Lillo, S., L. Cordova, M. Rojas, V. Ojeda, J. Olivares, R. Tascheri, M. Braun, S. Núfiez y L. Ortiz Evaluación Hidroacústica del stock de merluza común explotado en la zona centro-sur. Pre -Informe Final Proyecto FIP, IFOP. Lillo, S., L. Córdova, M. Rojas, V. Ojeda, J. Olivares, R. Tascheri, M. Braun, S. Núfiez y L. Ortiz Evaluación hidroacústica del recurso merluza común en la zona centro-sur, Informe final proyecto FIP Lillo, S., S. Nuñez, V. Ojeda, F. Balbontín, M. Braun, R. Tascheri, A. Saavedra, R. Bravo, L. Cubillos y J. Olivares Evaluación hidroacústica del recurso merluza común en la zona centro-sur, Informe final proyecto FIP Lillo, S., L. Olivares, M. Braun, E. Díaz, S. Núfiez, A. Saavedra, J. Saavedra y E. Molina Evaluaciones hidroacústicas de merluza común, año Pre-Informe Final Proyecto FIP , IFOP, 257 pp + anexos Lillo, S., L. Olivares, M. Braun, E. Díaz, S. Núñez, A. Saavedra, 1. Saavedra y R. Tascheri Evaluación hidroacústica de merluza común, año Informe Final Proyecto FIP , IFOP, 190 pp + anexos Lillo, S., R. Rojas, R. Tascheri, V. Ojeda, L. Olivares, F. Balbontín, R. Bravo, S. Nuñez, M. Braun, J. Ortiz, P. Torres, F. Véjar, L. Cubillos y A. Saavedra Evaluación hidroacústica del recurso merluza común en la zona centro-sur, Informe final proyecto FIP McCormick, M.L Behaviorally induced maternal stress in a fish influences progeny qua lit y by a hormonal mechanism. Ecology 79: Payá, I., R. Tascheri, J. Sateler, J. Olivares y J. González Investigación evaluación de stock y CTP merluza común, Informe Final - IFOP marzo de 2006, 47 pp + anexos. 27