La Santa Muerte: entre el Complejo de Edipo y la formación del superyó para Klein

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1 interior apa julio_layout 1 8/13/14 9:07 AM Page La Santa Muerte: entre el Complejo de Edipo y la formación del superyó para Klein Natalia Hernández Jiménez 1 Introducción Actualmente, tanto el culto como la veneración a la Santa Muerte ha generado un alto impacto en la cultura mexicana. Rechazada por la mayor parte de las instituciones religiosas, relacionada con criminales y marginados, la Santa Muerte día tras día es mencionada en revistas, libros e incluso documentales. En México, la veneración a esta deidad se cuenta desde tiempos prehispánicos, sin embargo la Iglesia Católica la rechazó porque se contrapone a la filosofía que explica que Jesucristo venció a la Muerte al resucitar y perdonar a los creyentes. Esta contradicción no ha hecho más que generar cierta atracción y morbo por parte de la población mexicana. Las reflexiones aquí descritas acerca del tema están relacionadas con el interés de hacer una aproximación por medio de la teoría psicoanalítica a fenómenos sociales y culturales. La reflexión consiste en un análisis psicoanalítico de la veneración a la Santa Muerte y cómo esta se puede vincular con la formación del superyó según la teoría psicoanalítica de Melanie Klein. El artículo se constituye de dos partes; la primera, de un recorrido teórico e histórico de la Santa Muerte. Para la elaboración del mismo, autores como Barranco (2005), Araujo, Barbosa, Galván, García y Uribe (2013) y Olmos (2012), son utilizados como marco de referencia, los cuales describen detalladamente la veneración de la Santa Muerte desde épocas prehispánicas hasta la actualidad. En cuanto a la segunda parte del artículo, se conforma de un marco teórico psicoanalítico en relación con la formación del superyó, en el cual se describen tanto la teoría de Freud (1905) como la de Melanie Klein (1945) en relación al tema. Finalmente, el artículo propone, a través de una discusión, el acto de venerar a la Santa Muerte con la formación de un superyó punitivo. A lo largo de la formación de un superyó punitivo, venerar a la Santa Muerte permite a los seguidores regirse dentro de la sociedad, ya que es una manera de hacer manifiestos los deseos inconscientes de muerte. La Santa Muerte La Santa Muerte es una figura mexicana de culto, que día a día recibe por parte de sus fieles seguidores, peticiones de amor, suerte, dinero y protección. De igual forma, la Niña Blanca, la Flaquita o la Señora, como es también conocida, recibe solicitudes 1. nhernab@essex.ac.uk / Centre for Psychoanalytic Studies University of Essex.

2 interior apa julio_layout 1 8/13/14 9:07 AM Page Revista de Psicoanálisis l Tomo LXXl Nº 2/3 l 2014 malintencionadas en las que involucra el daño a terceros. Diferentes instituciones religiosas, tales como la Católica, Bautista, Presbiteriana e incluso la Metodista, rechazan y condenan a quienes adoraran a esta figura, ya que lo consideran como un acto diabólico (Araujo, A., Barbosa, M., Galván, S., García, A., Uribe C., 2013). Ocasionalmente, el culto a la Santa Muerte se encuentra relacionado con diferentes tipos de crímenes, tales como el narcotráfico, el crimen organizado, al igual que con estratos socioeconómicos vinculados con el comercio informal descentralizado y la piratería. Es un error considerar que el culto a la Niña Blanca es tan sólo practicado por grupos de criminales, ya que el culto a la muerte en México posee orígenes prehispánicos. La historia del culto a la Santa Muerte tiene un largo proceso de evolución, el cual puede ser dividido en dos etapas. La primera es considerada como la conjunción de distintos elementos que se integraron durante la época prehispánica, pasando por el catolicismo durante el periodo colonial y hasta finalmente llegar a mediados del siglo XX. La segunda etapa consiste en la conjunción de los elementos previamente descritos, los cuales dan la actual apariencia de la Santa Muerte, aunados a un entorno de marginación social, pobreza y criminalidad (Olmos, 2012, p. 12). La Santa Muerte puede ser rastreada desde tiempos prehispánicos bajo los nombres de Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, como el dios y la diosa de la muerte. Durante eras prehispánicas, los mexicas tenían la creencia de que una vez que hombres y mujeres morían por causas naturales, comenzaban un viaje con destino a Mictlán donde ambos, dios y diosa, esperarían por ellos. Dicho trayecto no era sencillo, ya que antes de presentarse frente al señor y la señora de la muerte, los viajeros se enfrentaban con distintos obstáculos, tales como desiertos, colinas, viento con piedras afiladas de obsidiana, un cocodrilo de nombre Xochitonal y un abundante río, el cual el viajero atravesaba con la ayuda de un perro (Xoloizcuintl) que era sacrificado el día de su funeral. Parte de la tradición era también dar regalos y hacer ofrendas a los dueños del inframundo. Este detalle es muy importante, ya que con el tiempo esta tradición se convirtió en lo que ahora conocemos como los altares de muertos durante la celebración del Día de Muertos (Olmos, 2012, p. 20). Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl eran sin lugar a dudas las deidades a quienes se les confiaba a los muertos; de igual manera, eran las deidades invocadas cuando se solicitaba el poder de la muerte. Su templo se encontraba localizado en el centro ceremonial de la antigua Tenochtitlán. A partir de la llegada de los españoles y durante la época de la Colonia, distintos cambios políticos como religiosos impactaron en creencias del pueblo, al igual que sucedió con las Leyes de Reforma a mediados del siglo XIX, que acotaron el poder de la Iglesia Católica y encaminaron al país a una forma de gobierno laica. Según el autor José Gil Olmos (2012), en la obra La Santa Muerte: La Virgen de los Olvidados: para el siglo XX, después de la Revolución y de la guerra contra los cristeros, México entró en una dinámica de reforzamiento del Estado en la que la muerte jugó un papel fundamental para la formación de la identidad nacional, convirtiéndose en el tercer tótem, tras la Virgen de Guadalupe y Benito Juárez. Como diría el escritor Edmundo Valadés: la Muerte tiene permiso del

3 interior apa julio_layout 1 8/13/14 9:07 AM Page 315 Natalia Hernández Jiménez 315 Estado y entonces se erige no sólo como símbolo nacional sino como una entidad santificada (Olmos, 2012, p. 20). De igual manera, el culto a la Santa Muerte considera a la muerte como un fenómeno innegable e inseparable de la vida, una ley natural que debe ser aceptada. La muerte es entendida como un ser encargado de un doloroso trabajo, dotada de un fuerte poder y de una responsabilidad aun mayor. La Santa Muerte recibe órdenes y poder de Dios, ya que para sus seguidores, la muerte es un elemento indispensable para la vida. Bajo este ideal, la Santa Muerte es entendida como un ángel. La muerte es justa y parejera, la Santísima atiende a todos por igual, y cuando algo se le solicita no genera daños a terceros. Las peticiones a la Santísima pueden o no incluir un altar a cambio, el cual podría variar en todo sentido, constituir algo material, como lo serían veladoras o bien alguna conducta que tenga un significado simbólico, tal sería el caso de cantarle a la Santa Muerte, tomar un tequila con ella, llevarla de paseo, vestirla y arreglarla para una fiesta o hacer las paces con algún familiar (Olmos, 2012, p. 71). La Santa Muerte espera y pide a cambio que sus seguidores cumplan aquello que le ofrecen, por lo cual es recomendable no ofrecerle algo que no se pueda llevar a cabo o que sea posteriormente olvidado. Cuando una persona tiene intenciones de invocar a la Santa Muerte, generalmente recibe dos grandes advertencias acerca de ella y la manera de aproximarla. La primera es que el adorador debe retractarse antes de preguntarle algo a la Santísima; y en segundo lugar, es muy importante que el adorador por ningún error le falte al respeto. La Santa Muerte debe recibir el trato de una persona real, es por eso que es común dejarle dulces y tragos cerca de su altar o bien tener conversaciones con ella en voz alta. La idea es hacer con la Santísima las mismas cosas que se hacen con nuestros mejores amigos (Olmos, 2012, p. 71). Cualquier adorador de la Santa Muerte busca evitar actitudes y emociones que puedan limitar la vida humana, tal como el miedo, los lamentos, el odio, las envidias, etc. Una vez que los miedos son analizados y perdidos, ya sea por la confrontación o la aceptación de los mismos, por el hecho de que todas las criaturas vivas eventualmente morirán, los fieles a la Santísima tienden a reflexionar sobre qué quiere la vida de ellos y cómo encontrar la felicidad. El culto se encuentra basado en el respeto, por lo tanto no se contrapone a ninguna religión. Sin embargo, el cristianismo reprueba el culto a la muerte, ya que Cristo resucitó al tercer día de fallecido, combatiendo, por lo tanto, su poder contra la humanidad (Olmos, 2012, p. 21). En México, las características principales de la estatua de la Santa Muerte son: una balanza, la cual representa la justicia; una guadaña, con la que cosecha almas; un pequeño globo terráqueo sostenido por una de sus manos, que representa el impacto que ejerce la muerte sobre el mismo; y finalmente, un reloj de arena, que simboliza el paso del tiempo. La figura de la Santísima es la de un humano andrógino, sin embargo, tiende a tener más similitudes con una figura femenina, esto es debido a la idea de que si todos los seres humanos nacen por medio de una mujer, deben morir por medio de otra. Es un esqueleto cubierto por una túnica que le cubre completamente el cuerpo excepto su rostro y manos (Garciagodoy, 1998, p. 331).

4 interior apa julio_layout 1 8/13/14 9:07 AM Page Revista de Psicoanálisis l Tomo LXXl Nº 2/3 l 2014 Marco teórico El Complejo de Edipo para Melanie Klein En 1905, Sigmund Freud en Análisis de la fobia de un niño de cinco años, propone por primera vez el concepto de Complejo de Edipo. Para el autor, dicho proceso es llevado a cabo a partir de los primeros 3 a 5 años de edad y se caracteriza por fantasías y deseos inconscientes de llevar a cabo la muerte de los padres del mismo sexo, con usurpación de su lugar en la pareja. El temor a la castración por el vengativo padre genera en el niño el abandono de dichos deseos y la instauración del superyó. Freud considera todo esto como el nivel fálico de la sexualidad. Por su parte, Klein (1945), al igual que Freud, ve el Complejo de Edipo como eje central, sin embargo ella modifica y extiende las ideas de Freud a nuevas concepciones de un Complejo de Edipo temprano, previo a los 3 y 5 años de edad. Klein postula la diferencia y el desarrollo de la posición esquizoparanoide y la posición depresiva. A partir de la investigación y el análisis de recién nacidos, Klein propone que en los primeros meses de vida, el bebé experimenta estados de ansiedad provocados por causas internas y externas relacionadas con la frustración. A lo que la psicoanalista se refiere es a que el bebé al enfrentarse a situaciones en las que no tiene una gratificación inmediata, tales como el hambre, el sueño, etc., siente impulsos sádicos de aniquilación hacia el objeto que lo protege. Estos impulsos sádicos de aniquilación también generan en el bebé ansiedades persecutorias, paranoides y confusas. Durante los primeros meses de desarrollo, la característica fundamental de la posición esquizoparanoide es que el bebé no concibe a la madre como un objeto completo, sino que la identifica por medio de partes. El primer contacto que tiene el bebé con la madre de ser amamantado es por medio del pecho, por lo que el bebé, al ser alimentado y no percibir a la madre como un objeto completo, la identifica como un pecho bueno, el cual le da amor, protección y gratificación, y un pecho malo, el cual lo frustra y persigue. El pecho bueno para Klein es una imagen idealizada de gratificación, mientras que el pecho malo es una imagen de frustración y de persecución. Un vez que el bebé comienza a percibir a la madre como un objeto completo y no escindida en un pecho bueno y uno malo, según Klein, se da inicio a la posición depresiva. En esta, el bebé identifica que la misma fuente que le da placer y gratificación es la que lo frustra y persigue. En palabras de la psicoanalista Hanna Segal (1973): En la definición kleniana de la posición depresiva está implícito que el Complejo de Edipo comienza a desarrollarse en esta fase, de la que es parte integrante (Segal, 1973, p. 106). Lo que la psicoanalista refiere es que a partir de la integración en cuanto al pecho bueno y malo, a esta visión completa y no parcial de la madre, el bebé comienza el desarrollo del Complejo de Edipo. Durante este proceso, el temor principal del bebé recae en perder el amor de su madre, por lo que todas las fantasías inconscientes por aniquilarla promueven renunciar a los deseos edípicos y repararla. Para Klein, el Complejo de Edipo y la posición depresiva se encuentran estrechamente ligados.

5 interior apa julio_layout 1 8/13/14 9:07 AM Page 317 Natalia Hernández Jiménez 317 La formación del superyó para Melanie Klein Para Melanie Klein, el superyó es una autoridad interna que tiene como función reflexionar sobre sí mismo, hacer juicios, ejercer presión moral y fungir como la sede de la culpabilidad de la conciencia y la autoestima. Dentro del pensamiento kleniano, el superyó se compone de una parte separada del yo en la que están proyectadas la pulsión de muerte fusionada con pulsión de vida al igual que aspectos buenos y malos. Adquiere cualidades tanto de protección como de amenaza. En los primeros meses de vida, según Klein, el bebé utiliza dos mecanismos de defensa fundamentales durante el desarrollo del superyó: la proyección y la introyección. Dichos mecanismos tienen como finalidad el ganar y expulsar cualidades positivas y negativas en su relación tanto con el pecho de la madre como con otros objetos con los que se relaciona (Segal, 1973, p. 105). El superyó y el yo comparten aspectos positivos y negativos de los mismos objetos con los que se relaciona el bebé. Estos se desarrollan en paralelo por medio del proceso de proyección e introyección. Si el desarrollo es el correcto, los objetos internos tanto en el yo como en el superyó, que en un principio son extremos, comienzan a descender y de esa forma ambas estructuras se reconcilian (Segal, 1973, p. 106). En la visión de Klein, el superyó se forma desde el comienzo de vida del bebé y no a partir de la resolución del Complejo de Edipo, como Freud sugiere. El superyó temprano del bebé es muy severo y a través del desarrollo pierde severidad y se convierte en más realista. En el desarrollo patológico del bebé, el severo y temprano superyó nunca se modifica, y en casos extremos los terroríficos e idealizados aspectos de la madre son escindidos por el yo y desterrados de una parte profunda del inconsciente (Segal, 1973, p. 108). Pensados o no como el superyó, estos extremos inter-objetos son tomados en cuenta por Klein por estar asociados con perturbaciones extremas y hasta psicosis. Estos son pensados de modo distinto al temprano y severo superyó que está basado en instintos fusionados capaces de modificación (Segal, 1973, p. 110). El debate continúa acerca del grado en el cual un cambio puede ocurrir en el superyó acerca de la naturaleza exacta de sus partes constituyentes y de la pregunta de si es mejor conceptualizarlo como una estructura o como una función. Discusión A partir de la revisión teórica tanto de la veneración a la Santa Muerte como de la formación del superyó tanto para Freud como para Klein, se podría mencionar que, a partir de la teoría psicoanalítica, la veneración a la Niña Blanca es una manera en la que sus fieles seguidores y devotos manifiestan deseos de muerte latentes. Los mexicanos veneran a la Santa Muerte y la consideran una de las deidades más poderosas, ya que provee justicia, poder y fe, pero especialmente castigo a aquellos que tienen deseos de muerte hacia otros.

6 interior apa julio_layout 1 8/13/14 9:07 AM Page Revista de Psicoanálisis l Tomo LXXl Nº 2/3 l 2014 La devoción a esta deidad puede ser rastreada desde la era prehispánica. A pesar de que en la actualidad se le vincula con criminales y narcotraficantes, el propósito de estar en contacto con la muerte y de hacerle peticiones de amor, suerte o fallecimiento de alguien más, sigue vigente. La Santa Muerte no es considerada una santa por la mayoría de las instituciones religiosas, tales como la Iglesia Católica, Bautista o Cristiana, ya que para la Niña Blanca los deseos de muerte son permitidos, por lo tanto, niegan la concepción del perdón. Es importante resaltar que los deseos de muerte hacia otros se encuentran usualmente acompañados por castigos de la Santísima, los cuales, desde un punto de vista psicoanalítico, pueden ser entendidos como un superyó sádico. Para los fieles de la Santa Muerte, la característica más importante y aterradora de la deidad recae en la idea de que esta es justa para todos, por lo que pagará de la misma manera los favores que le son solicitados. Por lo tanto, si un fiel le solicita a la Santísima la muerte de alguien más, la Niña Blanca se llevará a la muerte alguien a quien este ame. Desde una perspectiva psicoanalítica, esta es una idea muy interesante, ya que se puede vincular con la concepción kleniana de culpa y la formación temprana del superyó. Para esta autora y psicoanalista, toda fantasía sádica corresponde a una fantasía idéntica de angustia, tanto en calidad como en cantidad. En el caso de los veneradores de la Santa Muerte, ellos esperan una respuesta idéntica a la suya. El autor Homero Aridjis (2003) subraya en su novela La Santa Muerte: Sexteto de amor, las mujeres, los perros y la muerte, que a través la veneración de la Niña Blanca, se hacen manifiesto los dos Méxicos que concurren ante un fenómeno de ambivalencia: El de la gente que pide favores o milagros para tener trabajo, salud o comida, y el de los hombres del poder económico, político o criminal, quienes curiosamente le solicitan venganzas o muertes (Aridjis, 2003). Dentro de esta misma línea, Perla Orquídea Fragoso (2007), en el artículo La Muerte Santificada. El culto a la Santa Muerte en la Ciudad de México, plantea que una de las características más importantes que tienen en común los veneradores de la deidad es que son personas que comparten una condición de fragilidad o vulnerabilidad social y son excluidas de los mercados formales de la economía, de la seguridad social, del sistema jurídico y del acceso a la educación, o que forman parte de un amplio sector urbano y semirrural empobrecido (Fragoso, 2007, p. 25). Las hipótesis previamente mencionadas sostienen la idea de que el culto a la Santa Muerte se inició y en la actualidad se mantiene entre grupos sociales que se posicionan fuera de la ley y se rigen clandestinamente. El hecho de que los veneradores a la Santa no se encuentren identificados ni con Dios ni con el Estado nos apunta a la idea de que la veneración a la Niña Blanca está inmersa en un sistema simbólico propio de sus seguidores. Dicho sistema se rige por la ley del Talión ( ojo por ojo ) en donde todo aquello que se desee o se ejecute a terceros será pagado de la misma manera. De esta forma, se puede entonces reafirmar que los veneradores de la Santísima no son individuos que cuentan con una estructura superyoica débil, sino que, por el contrario, es punitiva. Dentro de la discusión de si el superyó debe ser considerado como una función o como una estructura, en el caso

7 interior apa julio_layout 1 8/13/14 9:07 AM Page 319 Natalia Hernández Jiménez 319 del análisis de los veneradores de la Santa Muerte, se podría considerar como ambos: una función en la que los fieles se castigan por sus fantasías inconscientes de daño a terceros y una estructura en la que están inmersas las leyes con las que se vinculan con la sociedad (Olmos, 2012, p. 22). Desde una mirada psicoanalítica kleniana, la Santa Muerte puede ser analizada como la madre escindida por el bebé en sus primeros meses de vida. Por una parte, representa un pecho bueno idealizado, el cual provee amor y protección, pero por otra parte, un pecho malo, el cual persigue y castiga por las fantasías de destrucción y muerte. La Santa Muerte es vista y vivida de forma maniquea. Parecería arriesgado concluir que los veneradores de la Niña Blanca no desarrollaron de manera normal el Complejo de Edipo según Melanie Klein, sin embargo la teoría psicoanalítica aplicada a esta reflexión apunta a que debido a las actitudes de temor e idealización ante la deidad (característica de la escisión dentro de la posición esquizoparanoide), existe un desarrollo patológico en la formación del superyó. De esta manera, al no existir una visión completa de la deidad (característica de la posición depresiva), los veneradores no pueden observar a la deidad como proveedora sin un castigo implícito. María Luengo Cruz (2008), en el artículo El producto cultural: claves epistemológicas de su estudio, propone que: la categoría de producto cultural se ajusta mejor a la naturaleza de una noticia popular, que otra cualquiera, pues contempla estas dos dimensiones: la material y la cultural, la de producto o arte-facto, cosa hecha, con objeto de satisfacer unos significados socioculturales determinados exigidos por su producción y consumo sociales, y la del objeto cultural que, por su parte, se destina al enriquecimiento humano de la sociedad (Luego Cruz, 2008, pp ). A partir de la definición de Luengo Cruz, se puede concluir también que la Santa Muerte, además de ser considerada una deidad o una figura religiosa, a través del psicoanálisis puede ser vista como un producto cultural creado por sus seguidores y por la sociedad. Tiene como función moderar y expresar un conflicto psíquico en relación a deseos de muerte inconscientes. De igual manera, los mitos que han surgido por parte de sus veneradores (por ejemplo, el castigo en caso de no respetarla, entre otros) se vinculan a la idea psicoanalítica de cómo el mito funciona como ordenador social (Luengo Cruz, 2008, p. 322). Los mitos acerca de la Niña Blanca organizan realidades con el fin de dotar de sentido a aquello inexplicable, que escapa a la razón y a la palabra. Es interesante la manera en la que los veneradores se acercan y tratan a la deidad, ya que esta, a diferencia de otras deidades, tiene gustos y cualidades humanas. Los sentimientos de envidia, odio y amor son permitidos por la deidad, sin embargo no son perdonados. La muerte es justa para todos y no perdona a ningún ser viviente. Se encuentra implícita en la vida, tal como lo sugeriría Freud (1920) en Más allá del principio de placer, en donde propone las pulsiones de vida y muerte como inseparables. Lo diabólico y aterrador de la Santa Muerte recae en que es tan humana como aquellos que la veneran, por lo tanto permite a sus devotos manifestar abiertamente sus deseos, odios, pasiones y amores más allá de lo inconsciente.

8 interior apa julio_layout 1 8/13/14 9:07 AM Page Revista de Psicoanálisis l Tomo LXXl Nº 2/3 l 2014 Resumen El siguiente trabajo realiza una reflexión psicoanalítica de la veneración de la Santa Muerte y cómo esta se vincula con la formación del superyó según la teoría de Melanie Klein. El trabajo inicia con una breve descripción histórica de la Santa Muerte y las diferentes maneras en la que es venerada. Aunado a dicha descripción, se plantea un recorrido teórico psicoanalítico que aborda la teoría freudiana y kleniana de la formación del superyó a través del Complejo de Edipo. Los resultados de esta reflexión se vinculan con deseos inconscientes de muerte de sus veneradores y cómo estos se atañen con el desarrollo de un superyó punitivo. DESCRIPTORES: CREENCIAS / MUERTE / COMPLEJO DE EDIPO TEMPRANO / POSICIóN DEPRESIVA / SUPERYó / DESEO DE MUERTE / CASTIGO Summary La Santa Muerte: Between the Oedipus Complex and the superego formation for Klein The following project develops a psychoanalytic reflection of the veneration of the Santa Muerte and how it can be related to the formation of the superego according to Melanie Klein s theory. In order to make the analysis, a brief description of the divinity of the Santa Muerte is detailed and the different ways it is venerated. Followed by the description, a psychoanalytic theoretical framework is described that touches upon the freudian and klenian formation of the superego through the Oedipus Complex. The results of the reflection are linked to unconscious wishes of death by its followers and how they can be related with the development of a punitive superego. KEYWORDS: BELIEFS / DEATH / EARLY OEDIPUS COMPLEX / DEPRESSIVE POSITION / SUPEREGO / DEATH WISH / PUNISHMENT Resumo A Santa Morte: entre o complexo de Édipo e a formação do superego para Klein O seguinte trabalho faz uma reflexão psicanalítica sobre a veneração da Santa Morte e como esta se vincula com a formação do superego, segundo a teoria de Melanie Klein. O trabalho inicia com uma breve descrição histórica da Santa Morte e as diferentes maneiras pelas quais é venerada. Relacionado a esta descrição, se propõe um percorrido teórico psicanalítico que trata sobre a teoria freudiana e kleniana da formação do superego através do complexo de Édipo. Os resultados desta reflexão são vinculados com os desejos inconscientes de morte dos seus veneradores e como estes se relacionam com o desenvolvimento de um superego punitivo. PALAVRAS-CHAVES: CRENçAS / MORTE / COMPLEXO DE ÉDIPO ANTECIPADO / POSIçãO DEPRESSIVA / SUPEREGO / DESEJO DE MORTE / CASTIGO

9 interior apa julio_layout 1 8/13/14 9:07 AM Page 321 Natalia Hernández Jiménez 321 Bibliografía Araujo, A., Barbosa, M., Galván, S., García, A., Uribe C. (2013). El culto a la Santa Muerte: un estudio descriptivo. Revista Psicología de la Universidad de Londres, recuperado el 5 de marzo de 2013 en Aridjis, H. (2003). La Santa Muerte: Sexteto del amor, las mujeres, los perros y la muerte, México, Alfaguara. Barranco, B. (2005). La Santa Muerte. La Jornada, México, 1 de junio de Fragoso, P. O. (2007). La Muerte Santificada. El culto a la Santa Muerte en la Ciudad de México. Revista de El Colegio de San Luis Vetas, Año 9, Mayo-Diciembre Freud, S. (1905). Análisis de la fobia de un niño de cinco años. Obras Completas, Madrid, Biblioteca Nueva, I. (1920). Más allá del principio de placer. Obras Completas, Madrid, Biblioteca Nueva, III. Garciagodoy, J. (1998). Digging the Days of the Dead, Colorado, University Press of Colorado. Klein, M. (1945). Love, Guilt and Reparation and Other Works, New York, Free Press. Luengo Cruz, M. (2008). El producto cultural: claves epistemológicas de su estudio. Revista Zer, vol. 13, núm. 24, pp Olmos, J. G. (2012). La Santa Muerte: La Virgen de los Olvidados, México, Debolsillo. Segal, H. (1973). Introduction to the Work of Melanie Klein, London, Karnac & the Institute of Psychoanalysis.