HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

Transcripción

1 HISTORIA DE LA FILOSOFÍA MARX 1. Vida y obras: Karl Marx nació en Tréveris (Alemania), en 1818, en una familia de la burguesía. Sus padres eran de origen judío. Para poder ejercer como abogado, su padre tuvo que hacerse protestante debido a las leyes anti-semitas de la época. Marx estudió Derecho y Filosofía en la Universidad alemana de Bonn y luego fue a Berlín para ampliar estudios. Por sus ideas políticas, el joven Marx tuvo que huir a París, donde conoció a su amigo Engels y se convirtió en líder de la defensa de los obreros, por lo que también terminó siendo expulsado de Francia. Marx vivió en los inicios del Capitalismo industrial y pudo ver las duras condiciones de vida del proletariado de la época. Esto influyó claramente en su pensamiento revolucionario. Con Engels se instaló en Bruselas, en donde redactaron el Manifiesto Comunista de Como resultado también lo echaron de allí, y terminó viviendo en Londres. Allí escribió El Capital, otra de sus obras más conocidas. En 1864, participó en la 1ª Internacional de los Trabajadores, pero se enfrentó dialécticamente al anarquismo de Bakunin. Desde entonces se separarán comunistas y anarquistas. En Inglaterra, Marx vivió por la ayuda económica de sus amigos, sobre todo de Engels. Murió en la pobreza en Londres, en Además de las obras ya citadas: el Manifiesto comunista y el Capital, Marx escribió otras obras muy conocidas como La Ideología alemana, Los manuscritos sobre economía y filosofía, Las Tesis sobre Feuerbach o La Sagrada familia, algunas de ellas fueron escritas en colaboración con Engels. 2. Influencias en su pensamiento: La primera influencia destacable es su propia época histórica, en los inicios del capitalismo industrial en Europa, para lo cual sirva de ejemplo, el informe del Dr. Villermé, de 1840, sobre la situación de los niños en las fábricas textiles de Lyon: Niños muy pequeños son ocupados en el torno destinado a los carretes mecánicos de las máquinas de tejer; allí constantemente encorvados, sin movimientos, sin posibilidad de respirar aire puro y libre, contraen irritaciones que se convierten luego en tumores. Sus débiles miembros se deforman, y su espina dorsal se desvía. Otros niños son ocupados en hacer girar ruedas que ponen en movimiento largos mecanismos de devanar; la nutrición de los brazos se hace a expensas de sus piernas y estos pequeños desdichados tienen a menudo los miembros inferiores deformados. Niños que permanecen 16 y 17 horas trabajando de pie, en una habitación cerrada No es un trabajo a destajo, es una tortura que se aplica a niños de 6 a 8 años, mal alimentados, mal vestidos, obligados a recorrer desde las 5 de la mañana la larga distancia que los separa de los talleres, a la cual se agrega, por la noche, el regreso desde los mismos lugares Esas duras condiciones de trabajo del proletariado, en los inicios del capitalismo industrial fueron, sin duda, la mayor influencia sobre la actitud revolucionaria del pensamiento de Marx. Además, desde un punto de vista filosófico, Marx se formó en el Idealismo filosófico heredero de Hegel, discípulo de Kant, concretamente en la llamada izquierda hegeliana. Aunque Kant

2 había distinguido entre la realidad conocida por nosotros, como fenómeno, y el noumeno, como realidad en sí misma, desconocida para nosotros, sus sucesores fueron eliminando el límite del noumeno y terminaron por hacer coincidir la realidad en sí con la realidad conocida. Para Hegel: la realidad es racional y es la manifestación de la Razón. La verdad es el todo y se puede ver la unidad del todo dentro de las diferencias. No se puede poner límites a la Razón. Lo incondicionado y lo absoluto se pueden pensar. La Filosofía es para Hegel la ciencia de lo absoluto. Pero la realidad no es algo inmóvil, sino que es algo dinámico. Al evolucionar la Razón se va desplegando siguiendo el método dialéctico de la tesis la antítesis y la síntesis, que supera las dos fases primeras (tesis y antítesis), integrando las diferencias en una unidad superior (la síntesis). Como un ejemplo de esto último, podemos verlo en la historia de la Filosofía: si el Racionalismo fue la tesis y el Empirismo, la antítesis, el Idealismo Transcendental de Kant, sería la síntesis. A la muerte de Hegel, sus herederos del Idealismo se dividieron en dos grupos: la derecha hegeliana, que interpretó el pensamiento de Hegel en sentido espiritual, conservador y defensor del Estado Prusiano, afirmando que el todo era Dios, la realidad, una manifestación de la grandeza divina; y el Estado Prusiano, el momento en que se podían superar todas las contradicciones que habían surgido en la Historia. Por el contrario, la izquierda hegeliana, mucho más crítica, no veía en el Estado ese lugar de reconciliación de las contradicciones, viendo las duras condiciones de vida del proletariado. Dentro de la izquierda hegeliana, en la que se integró el joven Marx, destacó Feuerbach, quien afirmaba que era el hombre el que había creado a Dios a partir de la alienación religiosa, que consistió en tomar lo mejor del propio hombre, su inteligencia, bondad, etc. y proyectándolo fuera de sí hasta una perfección infinita, pasó a adorarlo como si se tratara de un ser real. Marx estará de acuerdo, aunque afirma que la auténtica alienación empieza en el terreno económico, no en el pensamiento. Marx no creía en nada espiritual. Dice que el mundo es solo materia. El hombre también. No cree en el alma y es claramente ateo. Dirá que la religión es el opio del pueblo porque con la promesa de una felicidad futura en el cielo, atonta a los hombres (como una droga), haciendo que no luchen por conseguir su bienestar en la tierra. Los obreros de su época viven en la alienación, porque no viven como podrían hacerlo, sino que están siendo engañados y oprimidos en una sociedad capitalista que los explota. Marx recoge los conceptos de alienación y de evolución dialéctica pero los reinterpreta en clave materialista. Afirma que el movimiento dialéctico se da en la naturaleza y la historia, en el mundo real y finito, eliminando toda la interpretación teológica. Dirá que es a partir de la contradicción y de la lucha entre clases sociales como va progresando la Historia. Desde su concepción materialista de la historia, en su obra la Ideología alemana, se enfrentará con ironía contra otros filósofos hegelianos, como Bruno Bauer o Max Stirner, que aunque eran de la izquierda hegeliana no habían profundizado en la crítica, quedándose solo en lo superficial, en la crítica de las ideas religiosas, sin darse cuenta de que la verdadera alienación se daba en el terreno económico y social. No era suficiente el denunciar la alienación religiosa para poder superarla, sino que había que modificar las condiciones reales de vida que permiten que surja.

3 En su obra tesis sobre Feuerbach, afirmará que hasta el momento, los filósofos se han conformado con explicar el mundo, pero que ya ha llegado la hora de contribuir para transformarlo. La ideología, como conjunto de ideas que el hombre tiene sobre sí mismo y la sociedad, puede convertirse en la culminación de un proceso de alienación, ya que puede ofrecer una falsa imagen de la realidad, cuando se convierte en una forma de ver el mundo al servicio de los intereses de la clase social dominante, de los explotadores. Esa ideología hace que los que están siendo explotados consideren naturales e inevitables sus condiciones de vida. Por ello la ideología solo puede producir falsa conciencia. No basta cambiar las ideas para cambiar las conciencias; lo que hay que hacer es cambiar la realidad, porque es esta última la que determina la conciencia, y no al revés. Los filósofos alemanes no han tenido en cuenta que para hacer verdadera Historia no hay que partir de ideas, sino de la vida real de los hombres protagonistas de la historia, de sus condiciones materiales de vida (de los procesos de la producción y el intercambio de bienes económicos). En eso consiste la concepción materialista de la Historia, según Marx. Tanto Marx, como Nietzsche o Freud, han sido denominados filósofos de la sospecha. En el caso de Marx, su crítica procede del uso de la ideología, por parte de la clase privilegiada para legitimar su ventaja sobre los oprimidos. Dentro de la ideología estudia la religión, el derecho, la moral, la política o la propia filosofía, cuando en vez de ser una praxis transformadora de la sociedad, se limita a contemplar el mundo. Por esa razón, los problemas de los que se ocupó Marx, en la Filosofía, fueron el ser humano y la sociedad, la política. No tanto el conocimiento, Dios o la moral. En el terreno ético, solo afirma que con su teoría lo que pretende es liberar al hombre por medio de la revolución comunista. Pero esa empresa no puede ser individual, sino colectiva. Además de la situación histórica del inicio del Capitalismo industrial en Europa y de su formación filosófica dentro de la izquierda hegeliana, también hay que destacar el Socialismo utópico francés y la economía política inglesa, en especial el trabajo de Adam Smith y de David Ricardo. Con respecto al Socialismo utópico, aunque en su juventud Marx simpatizaba con las ideas de Saint- Simon o Fourier, pronto empezó a ser crítico también con ese movimiento, que con un gran idealismo romántico, solo pretendía reformar las desigualdades sociales por medio de la educación y de la buena voluntad. Frente al Socialismo utópico, Marx propone un Socialismo realista y científico, basado en un conocimiento real de la sociedad y de las estructuras económicas. En cuanto a los autores de la Economía Política, Marx escribió en contra de la ley de hierro de los salarios de David Ricardo, que presentaba el trabajo como una mercancía más por la que se paga un precio: el salario. Por tanto, el empresario debía pagar al obrero solo lo necesario para que este pudiera recuperar su fuerza y estar en condiciones de seguir trabajando para él. Un salario mínimo de supervivencia era lo recomendable. Marx enseguida se dio cuenta de que las leyes por las que se regía la economía capitalista se hacían pasar por leyes necesarias como si fuesen leyes naturales y eternas, sin tener en cuenta que el Capitalismo es un producto más de la Historia. Por tanto, aunque afirmaban hacer ciencia económica, lo que único que hacían era ideología al servicio de la clase dominante. Igualmente, Adam Smith, quien en su obra: El origen de la riqueza de las naciones había afirmado que el estado no

4 debía intervenir en la economía, ya que cada ciudadano sabía cómo prosperar y con la acción espontánea del egoísmo humano bastaba. Frente a esas teorías, Marx realiza en su obra El Capital, su estudio sobre la Plusvalía, en la que afirmó que en el salario del trabajador nunca iba incluida la parte del beneficio que el empresario obtenía con la venta de sus productos. El obrero transforma con su trabajo las materias primas en productos fabricados que incrementan su valor. Pero, esa plusvalía se la quedaba íntegramente el capitalista, y eso es algo que, en una sociedad justa, debería repartirse. De ahí surge el incremento del capital y se derivan las desigualdades sociales y la alienación de los obreros en el trabajo. El obrero así está contribuyendo a perpetuar un sistema que le está robando el fruto de su trabajo, mientras el empresario capitalista se enriquecerá a su costa. Frente a las afirmaciones de Adam Smith, no puede haber un contrato libre entre propietarios de los medios de producción y desposeídos. Sin una igualdad de oportunidades real, puede crecer la riqueza en conjunto, pero también lo harán la desigualdad y la injusticia. Antes del surgimiento de los sindicatos (los primeros fueron los Trade Unions en Inglaterra), el propietario podía decirle al obrero: si quieres puedes trabajar para mí con mis condiciones, y si no tú y tu familia podéis pasar hambre. Esa es la trampa del contrato libre. Además, el trabajo según Marx, no debe ser considerado nunca como una mercancía, ya que el hombre se puede realizar por medio del trabajo. Por él crea las condiciones de vida, modifica la naturaleza, adaptándola a sus necesidades y se hace a sí mismo. El trabajo no tiene por qué ser considerado como la maldición bíblica, consecuencia del Pecado original, ni algo inferior propio de los esclavos, como ocurría en la antigüedad griega o romana. El trabajo puede ser un medio de realización para el ser humano, siempre que no se dé en condiciones alienantes. 3. El problema de la realidad: el materialismo histórico-dialéctico: Para Marx, la realidad se va construyendo a partir de la relación entre el hombre y la naturaleza por el trabajo, en los de diferentes modos producción históricos que han ido apareciendo sucesivamente: desde el comunismo tribal, en el que apenas había división de trabajos, con muy poca productividad; luego en la ciudad antigua griega y romana, en donde ya aparece la propiedad privada y surgen dos clases enfrentadas: ciudadanos libres y esclavos; la sociedad feudal en la Edad Media, en donde se oponen los señores a los siervos de la gleba; y por último, en la historia occidental, el Capitalismo, en donde la clase dominante es la burguesía, propietaria de los medios de producción, y el proletariado, la clase oprimida. Para Marx, toda la historia de la humanidad se puede resumir en una lucha entre clases sociales. Analizando la estructura de cualquier sociedad, siempre tenemos que distinguir la infraestructura económica y social de la superestructura ideológica. La infraestructura: es la base económica, la forma en la que se organiza la producción de los bienes y las relaciones sociales que se establecen a partir de la propiedad de los medios de producción. Es la base material que determina la estructura y la organización de la sociedad, así como el desarrollo y el posible cambio social. Incluye: las fuerzas productivas (riquezas naturales, técnica, mano de obra etc.) y las relaciones de producción (aquellas que se

5 establecen entre los hombres por el trabajo, dando lugar a las clases sociales de los propietarios y los desposeídos). La superestructura: es por una parte, el estado con sus instituciones y normas para organizar la sociedad (la estructura jurídica-política) y por otra, la estructura ideológica (las ideas, creencias costumbres, la moral, la cultura, la religión etc.). En definitiva, el conjunto de ideas que sirven para legitimar la situación de la clase dominante, en función de sus intereses. Lo que pretende es conservar lo establecido, creando falsa conciencia en la clase dominada. Infraestructura y superestructura están siempre influyéndose mutuamente en una relación dialéctica, pero Marx quiso poner el acento en la base material de la infraestructura económica para rebatir el idealismo ingenuo de la época. Es muy conocido el estudio que realizó Weber sobre las influencias del protestantismo calvinista en el desarrollo del Capitalismo: basándose en la teoría de la predestinación, la gente creía que los que estaban destinados a salvarse, tenían éxito en sus negocios, porque eso era una prueba de que Dios estaba con ellos, lo que les llevaba a trabajar duramente y a prosperar. Sin duda, nuestras ideas influyen en nuestros actos y estos tienen consecuencias reales en el mundo. Al darle más importancia a lo material, considerando lo ideológico como un mero reflejo de las condiciones de vida, Marx establecía un determinismo que ha sido muy criticado. Al final de su vida reconoció que la influencia entre infraestructura y superestructura se da en ambos sentidos, algo que sirve para dar coherencia a sus ideas sobre la posibilidad de transformar la realidad social por medio de una revolución comunista, despertando antes la conciencia de clase en el proletariado, lo que hubiera sido imposible si el determinismo hubiera sido total. En cada época histórica, en cada modo de producción, las contradicciones internas de la sociedad harán que ésta entre en crisis. Si el grupo social oprimido toma conciencia de la injusticia, puede levantarse en revolución y solo así evolucionará la sociedad. Por ejemplo, en la Revolución Francesa y las revoluciones liberales de 1820, 1830 y 1848, asistimos históricamente al ascenso de la burguesía al poder, frente al poder de la aristocracia. Cuando el desarrollo de las fuerzas productivas desborda el marco jurídico establecido en las relaciones de producción y se despierta la conciencia de la clase oprimida, se crean las condiciones necesarias para que pueda darse una revolución. Por ello, en el periodo previo a la revolución de 1789, los ilustrados llamaron la atención sobre el parasitismo de los nobles, que tenían por cuna, toda clase de privilegios, cuando la verdadera riqueza la creaba la burguesía, que solo formaba parte del pueblo llano en el antiguo Régimen. Según Marx, tras ese ascenso de la burguesía al poder, había surgido una nueva clase: el proletariado (término que viene de prole : hijos; ya que eso es lo único que tenían, bocas que alimentar) como consecuencia de la emigración del campo a la ciudad, para buscar trabajo en la naciente industria. Del enfrentamiento entre esas dos clases (burguesía y proletariado), podría surgir una nueva sociedad tras la revolución, la sociedad comunista, que superaría la injusta división entre clases sociales, si abolían la causa que no era otra que la propiedad privada. Para transformar la realidad, Marx hizo su filosofía como praxis, con la intención de despertar la conciencia del proletariado. Por eso terminó el Manifiesto Comunista con su famosa consigna: Proletarios

6 del mundo, uníos! Si la situación real de las condiciones de vida de los hombres es lo que determina su conciencia. Una situación de explotación y alienación solo podía producir falsa conciencia. 4. El problema del ser humano: el hombre alienado Según Marx, los seres humanos están determinados por las condiciones económicas y sociales en las que viven, las condiciones materiales reales. El hombre es un ser material producto de la evolución. No es una conciencia en una máquina (como dijera Descartes). Ni tiene un alma inmortal, ni una vida eterna posterior a esta. El ser humano solo se puede entender a partir de la relación que establece con la naturaleza y con los demás hombres, construyendo sus condiciones de vida por medio del trabajo. Una sociedad justa debe permitir al hombre desarrollarse plenamente. Una sociedad opresora, como la del Capitalismo, usará el trabajo como medio de esclavización creando una situación de alienación para los trabajadores. La alienación es ese estado en el que el hombre no se posee a sí mismo y vive engañado sin poder realizarse en su trabajo. El término alienación procede del pensamiento hegeliano, y significa, en general, desposesión; sentimiento de separación y de unidad en el mismo ser. El trabajador asalariado padece una cuádruple alienación: a) Con respecto al producto de su trabajo: porque al trabajar para otro, el producto final de su trabajo ya no le pertenece. Se lo quitan para venderlo en el mercado. b) Con respecto a la propia actividad laboral: ya que, en vez de servir para realizarlo como persona, el obrero en el trabajo solo sufre, porque ese trabajo no es libre sino forzado. Es solo un medio para satisfacer sus necesidades fuera del trabajo; de hecho, solo se siente libre fuera del trabajo, en sus funciones animales: comer, beber en la taberna, engendrar hijos pero se siente un desgraciado como un esclavo en lo que debería ser su medio de realización personal. c) Con respecto a la propia naturaleza: porque ni siquiera le pertenecen los materiales con los que trabaja. Las materias primas pertenecen al empresario. d) Con respecto a los otros seres humanos: porque, aunque el hombre es capaz de trabajar solidariamente, en el mundo capitalista cada cual mira por sus intereses. Los demás obreros son rivales, y el dueño de la fábrica se le presenta como un extraño al que pertenecen su trabajo y el fruto de su trabajo. La alienación económica que se produce en el trabajo del proletariado tiene como causas la propiedad privada y la división en el trabajo. Al diferenciarse trabajo físico (propio de los obreros) y trabajo intelectual, de los que piensan y justifican el poder de los dominadores, (de los que poseen los medios de producción, los capitalistas propietarios de la clase burguesa), ha surgido la alienación, porque mientras unos disfrutan y consumen, (la clase dominante), en cambio los otros, (los obreros), son los que trabajan físicamente y han de producir para mantener a la clase ociosa dominante. Ya en la propia familia, se produce la alienación, porque la mujer y los hijos son los esclavos del cabeza de familia: el marido y padre. Luego, entre las clases sociales que se establecen en la producción. Así comienza la alienación inhumana.

7 Al mismo tiempo, la alienación económica dará lugar a las demás clases de alienaciones, la alienación social, que hace del proletariado la clase social oprimida, la alienación legal y política, porque las leyes y el estado solo defienden los intereses y la propiedad privada de la clase dominante; y la alienación ideológica y religiosa, que justifican esa situación injusta, posponiendo la felicidad de los obreros para después de su muerte, en el cielo, e impidiendo que tomen conciencia de su situación real con un engaño, con la falsa conciencia. Por eso, dirá Marx, que la alienación económica está en la base de todas las demás alienaciones. Los hombres por naturaleza somos iguales, pero la ideología burguesa afirmó el derecho a la propiedad privada, considerándolo un derecho natural (como hizo Locke). Rousseau ya dijo en su obra El Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, que la propiedad privada fue el origen del tipo de sociedad que corrompió al hombre. Él no llegó a proponer el comunismo de bienes ni la igualdad absoluta, solo poner un límite a la desigualdad, de modo que ningún ciudadano sea tan pobre como para verse obligado a venderse, ni tan rico como para poder comprar a otros. Marx, afirmará que el derecho a la propiedad privada no se ha dado siempre (como en el comunismo tribal primitivo), ni tiene por qué darse siempre. Para superar el modo capitalista propondrá una revolución del proletariado, porque los propietarios burgueses no se dejarán desposeer de un modo pacífico. Sin embargo, analizada la causa principal de las alienaciones, concluirá que solo por medio de la revolución podrá transformarse la sociedad. 5. El problema de la sociedad: la revolución, la dictadura del proletariado y el comunismo Marx quiso hacer una teoría científica sobre la sociedad, a diferencia del pensamiento utópico del socialismo de Saint-Simon, Fourier o Proudhon, que solo habían descrito una sociedad perfecta posible en el futuro, sin indicar la forma de llegar a ella desde la situación presente. Puesto que todos los problemas de la alienación procedían de la propiedad privada y de la división del trabajo y del disfrute desigual de sus productos, Marx propuso hacer una revolución del proletariado, para abolir por la fuerza la propiedad privada y la desigualdad entre las clases sociales. Imponer una dictadura del proletariado, debía ser un sistema político de transición al Comunismo, donde ya no habría clases, todo sería de todos, acabando por fin con la lucha entre clases, la desigualdad y la alienación. En su paraíso comunista: a cada cual según sus necesidades; y de cada cual, la sociedad recibiría según sus posibilidades. En la sociedad comunista, incluso el estado llegaría a ser innecesario, como decían los anarquistas. Pero antes, debían producirse dos circunstancias: 1ª Que se sublevara la clase del proletariado ante la evidente injusticia por la contradicción entre las condiciones materiales de su vida y las de la burguesía. 2ª Que la revolución no fuera un caso aislado sino global a nivel mundial, para que la revolución triunfara en todas partes a la vez y ya no hubiera marcha atrás. En la práctica, nunca se ha llegado a la realización de la sociedad comunista que describía Marx. Como mucho ha habido dictaduras del proletariado, de las que mucha gente intentó huir, como se vio en la Guerra Fría, saltando el muro al mundo libre. Tal vez, la culpa no fue de

8 Marx, sino de los políticos que trataron de llevar a cabo su proyecto: como Lenin y Stalin, en Rusia; Mao en China; Pol Pot en Camboya; o Castro en Cuba. Pero, al final, el paraíso comunista no llegó a establecerse en ninguna parte. Solo totalitarismos, que han producido muchas muertes y persecución de los que se atrevían a disentir políticamente en esas dictaduras. 6. Conclusión: el marxismo es ciencia o ideología? Marx quiso hacer una teoría científica pero la historia posterior ha desmentido muchas de sus tesis, incluidas las económicas. Carl Menger (de la Escuela Austriaca de Economía) dijo que Marx se equivocó al relacionar el valor de la mercancía con el trabajo invertido en la producción. En realidad, el valor de cambio depende más de lo que los individuos estén dispuestos a pagar, subjetivamente, al comprar ese bien. Tampoco se ha llegado a una sociedad sin clases como predijo Marx. En donde se ha implantado el Socialismo real, lo que ha habido es un totalitarismo: pérdida total de libertades, colectivización forzosa de la tierra, depuraciones, campos de concentración como el Gulag, miseria para millones de seres humanos y represión. Hoy el Comunismo solo sobrevive en algunos lugares, tras la caída del muro de Berlín, en En China, mucho antes, han conservado el aparato político represivo, pero han liberalizado la economía para poder mantenerse. Seguramente, la URSS fue un gigante con pies de barro y la debilidad económica fue lo que le llevó a perder la guerra fría. Si todo pertenece al estado, no hay estímulo para trabajar y prosperar económicamente, afirman algunos críticos. En el mundo capitalista, han surgido las clases medias que han impedido la división total de la sociedad entre burgueses propietarios y obreros desposeídos. Paradójicamente, donde no triunfó el Socialismo real, ha surgido el estado del bienestar, tal vez por el miedo a la realización de la revolución como había ocurrido en Rusia o China, o por la acción de los sindicatos; el caso es que en la alternancia en el poder de los partidos democráticos hubo que tener en cuenta, en los programas electorales, también los intereses de los trabajadores que podían castigar con su voto la acción del gobierno. Marx creyó que la revolución se daría en primer lugar en todos los países más industrializados, en donde las condiciones estuvieran maduras para ello: por ejemplo en Inglaterra o Francia. Sin embargo, la revolución tuvo lugar en lugares muy atrasados, con poco desarrollo industrial y con unas instituciones muy poco evolucionadas. La Rusia de los zares fue de los últimos lugares en donde se abolió la servidumbre feudal en el campo. Aunque Marx no acertó en sus predicciones, sería injusto no reconocer el papel que tuvo en la crítica a la alienación de los obreros, lo que llevó a la toma de conciencia para marcar límites al capitalismo. Tanto el derecho laboral para proteger a los trabajadores, como el papel de los sindicatos y el desarrollo del estado del bienestar en la Europa occidental, fueron las mejores consecuencias de su crítica a las duras condiciones de vida del proletariado en sus orígenes. Posteriormente, el marxismo en sus seguidores ha derivado en dos corrientes: el marxismo ortodoxo soviético y el marxismo revisionista. Como ejemplo de este último, Bernstein criticó la visión materialista que hacía de la economía el único motor de la historia. Además añadió

9 que también se podía llegar al comunismo sin revolución, participando en elecciones de tipo democrático. Esto ha continuado en la Social- Democracia alemana. Pero el marxismo también ha influido en otros pensadores del siglo XX, como en Sartre del existencialismo francés; en la Escuela de Frankfurt, en Horkheimer, Adorno, Marcuse o Habermas. En el Estructuralismo de Althusser etc. En definitiva, no se puede entender en absoluto el mundo actual contemporáneo sin tener en cuenta la influencia de Marx. 7. Vocabulario específico del autor: La alienación (sus causas: la propiedad privada y la división del trabajo; y sus clases: la alienación económica, la social, la política y la religiosa); el proceso dialéctico y sus fases (tesis, antítesis y síntesis); la concepción materialista de la historia; los modos de producción (el del comunismo primitivo, el modo esclavista, el feudal, y el capitalista); la infraestructura (fuerzas productivas y relaciones de producción), la superestructura, la ideología como falsa conciencia. La Filosofía como praxis. La lucha de clases, el materialismo histórico-dialéctico. La plusvalía. La revolución, la dictadura del proletariado y la sociedad comunista.