3 de octubre HALA BEDI

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1 3 de octubre HALA BEDI Similitudes entre la química del amor y de las drogas Nuestro estado anímico es la respuesta a una mezcla química en el cerebro. Mezcla que se puede alterar tanto con drogas (fármacos) como con estímulos externos. La ciencia ha encontrado similitudes en el comportamiento de nuestro cerebro ante los usos de drogas estimulantes como la anfetamina y la cocaína y un estado fuerte de enamoramiento. Así mismo se han encontrado similitudes entre los estados de adicción intensa y deshabituación a una sustancia y las rupturas amorosas cuando una de las partes está enamorada y le abandonan. Empezaremos por la parte bonita de ambos casos. La FASE de ENAMORAMIENTO, con una de estas sustancias o con una persona. Hace 13 años que se planteó el estudio del amor como un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral, pasa a las neuronas y de allí al sistema endocrino, dando lugar a respuestas fisiológicas intensas. Se ha comprobado que en un estado de enamoramiento se desencadena una serie de reacciones emocionales, hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la FENILETILAMINA, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas. Esta teoría se inició y aceptó hace 13 años desde el instituto psiquiátrico de Nueva York. Al inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de una serie de hormonas endógenas responsables del estado de felicidad: 1.- Dopamina. Cuando estamos en fase de enamoramiento aumenta veces su cantidad. La dopamina es una hormona y un neurotransmisor de efectos estimulantes, es responsable de los mecanismos de refuerzo en el cerebro, o sea, la capacidad de desear algo y repetir un comportamiento que proporciona placer. Aporta sensaciones de plenitud, euforia y cambios de humor. En el caso del consumo de cocaína aumenta la concentración de dopamina en el cerebro, ya que el mecanismo de acción de la cocaína, impide que se libere el sobrante de dopamina, digamos, aunque no sea del todo exacto,

2 que atasca el sumidero por el que la dopamina cumple su ciclo y desaparece del cerebro, y así es como aumenta mucho la concentración de ésta en el cerebro. Aportando sensaciones de bienestar, euforia, placer seguridad Norepinefrina y epinefrina (adrenalina y noradrenalina). Éstas se ven afectadas de una manera similar que el caso de la dopamina y son las responsables de estímulos para el desafío de la realización de metas. El aumento de norepinefrina permite la fijación en las cualidades positivas y desestima las negativas de la persona amada. Se relacionan también con la mayor producción de dopamina. 3.- Oxitocina. Esta hormona es característica del enamoramiento, se produce cuando existe un amor pasional y se relaciona con la vida sexual y con el parto. Es más concentrada en mujeres. 4.- Serotonina. Disminución de ésta implica que las funciones que tiene la serotonina en el cerebro se vean alteradas. Ésta se encarga de regular el apetito, el sueño y la actividad sexual entre otras. Además genera pensamientos obsesivos hacia la persona amada. 4.- Endorfina. Aumenta en el caso del enamoramiento, ésta hormona está directamente relacionada con la adicción a opiáceos al mismo nivel que la cocaína en el caso de la dopamina. Es el transmisor de la energía y equilibra las emociones, el sentimiento de plenitud y el de depresión. Si hay abundancia de estas hormonas endógenas, hay inteligencia emocional e interpersonal; la persona se siente ubicada, sabe quién es, a dónde va; controla sus emociones, conoce sus habilidades y sus talentos y se siente dueña de sí misma. Los síntomas de la "afección" incluyen euforia, hiperactividad, pérdida de apetito y de sueño. El efecto placentero de ambos estímulos, que llevan a aumentar la proporción de dopamina en el cerebro, es adictivo. La FASE INTERMEDIA o de TOLERANCIA, con una de estas sustancias o con una persona. Sin embargo, aproximadamente al año el cerebro produce menos químicos y la pasión se deteriora. Podemos relacionar el paso al amor más sereno de una relación con la aparición de tolerancia en el consumo de una droga. Ya no hacen los mismos efectos y cada vez se necesita más cantidad de sustancia para sentir lo mismo. Y es que con el tiempo el organismo se ha hecho resistente a los efectos de todas estas sustancias y la fase de la locura de la pasión desaparece

3 gradualmente, comienza entonces una segunda fase que denominan amor sosegado, se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz. En cuanto a la química del cerebro en esta segunda fase. En este caso son las endorfinas (compuestos químicos naturales parecidos a la morfina y otros opiáceos) los confieren la sensación común de seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al perder al ser querido, dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos. Si no se han establecido ligazones de intereses comunes y empatía, la pareja, tras la bajada de FEA, se sentirá cada vez menos enamorada y por ahí llegará la insatisfacción, la frustración, separación e incluso el odio. La FASE del SUFRIMIENTO TOTAL, con una de estas sustancias o con una persona. Los síntomas por abstinencia del consumo de drogas y los que se generan cuando se termina una relación de pareja son casi los mismos. El caso es que estamos ante una separación no consentida u obligada. El síndrome de abstinencia en ambos casos aparece en pocas horas o días después de interrumpir la relación o el consumo, tras haber sido este abundante y prolongado. Estos periodos abstinentes se caracterizan por sentimientos intensos y desagradables de depresión que requieren generalmente algunos días de descanso y recuperación. Pueden aparecer síntomas depresivos e incluso, poniéndonos en el caso más grave, ideas suicidas. Las fases del HORROR: Fase 1. CRASH Dura de 9 horas a 4 días. Es un estado de gran abatimiento que cursa con depresión, anhedonia o incapacidad para sentir placer, insomnio, irritabilidad, ansiedad y deseo imperioso de volver a consumir. En esta primera fase el estado de fatiga se acentúa hasta llegar a la letargia y falta de energía. Más adelante se pasa de la anorexia a la bulimia y del insomnio al exceso de sueño. El deseo de volver inicial va desapareciendo, aunque se pueden presentar ideas paranoides y de autolisis. Es la fase más dura. Fase 2. ABSTINENCIA Dura de 1 a 10 semanas y comienza aprox. El 5º día tras el contacto o consumo. Sigue con los siguientes síntomas: anhedonia, cierta disforia, anergia, ansiedad, irritabilidad, sensación de intenso aburrimiento y craving.

4 Fase 3. EXTINCIÓN De duración indeterminada. Recuperación del estado afectivo de base con una respuesta hedónica normalizada. Esto es comienza a funcionar el circuito del placer, poco a poco. Hay que seguir luchando con los repentinos deseos de necesidad de búsqueda de la droga que precipita la causa. La respuesta del organismo tras una ruptura amorosa reparten estos mismos síntomas en diferentes fases: Fase 1. Negación-disociación-aislamiento Fase 2. Rabia Fase 3. Negociación Fase 4. Depresión Fase 5. Aceptación Tras la ruptura de una relación pasional de pareja se produce el síndrome de abstinencia en relación a la persona amada, con dependencia física y psíquica, que se puede presentar pasadas algunas horas y sobre todo varios días después del término de la relación. Se producen síntomas depresivos agudos, insomnio, irritabilidad y fuertes deseos de volver a estar con esa persona, incluso a veces se presentan ideas suicidas. También se observa ansiedad, aburrimiento, poca energía y falta de deseos de vivir. La duración de lo anterior depende de las condiciones biológicas de cada sujeto y el tiempo de duración y el nivel de intensidad de la relación. Si no existe una recaída con el ser amado, y es difícil de controlar este aspecto, es decir si las dos personas aún se aman es probable que deseen y sigan empeñados en seguir viéndose, en este sentido si la relación TIENE que acabar derivará en una vuelta continua a la fase 1 con su consecuente sufrimiento añadido Tras la última fase, los síntomas van decayendo lentamente hasta llegar a la total aceptación del fin de la relación. En una pérdida no patológica este periodo dura siempre menos de dos años. Posteriormente viene una época en que el sujeto comienza a sentirse mejor y disminuyen los síntomas de abstinencia, sin embargo es una etapa en la cual frente al antiguo estímulo amoroso se recae en el consumo y se puede volver a una relación de pareja. Conclusiones Si se puede comprar el estado de enamoramiento con los estados de adicciones a ciertas drogas, tanto en las bases neuronales que la solventan como en las conductas que las acompañan. El amor de pareja está claramente relacionado con el sistema motivacional, con el placer surgido del sexo, y es una necesidad fisiológica, más que una emoción. Y el síndrome de abstinencia a la cocaína es el que presenta mayor similitud con los síntomas observables en personas que han perdido a su pareja estando enamoradas. Ambas situaciones muestran tantas similitudes

5 estructurales y conductuales que llevan a una base para declarar el amor como una adicción natural y terrible. De cara al futuro sería interesante seguir estudiando la evolución de los síntomas de abstinencia en ambos casos con el fin de descubrir aplicaciones farmacológicas para aliviar las penas de amor. Bibliografía La química del amor Punset Amor y adicción, comparativa de las características neurales y conductuales Tesis defernando Maureira C. artículos de neurociencia del consumo de cocaína Ai Laket!! Ni contigo ni sin ti tienen mis penas remedio. Contigo porque me matas, y sin ti porque me muero Carlos Luis de Cuenca