TEMA 18: LA ACTIVIDAD PESQUERA EN ESPAÑA

Transcripción

1 TEMA 18: LA ACTIVIDAD PESQUERA EN ESPAÑA Esquema 1. Significado de la pesca en España 2. Regiones pesqueras de España y principales caladeros 3. Importancia creciente de la acuicultura en España

2 Significado de la pesca en España España ha sido y sigue siendo una de las grandes potencias pesqueras mundiales. Así lo indican el tamaño de la flota (tonelaje y potencia), el volumen de capturas y el valor de la pesca desembarcada. Aunque la dimensión económica de la pesca es importante, si la comparamos con datos de hace un cuarto de siglo, se aprecia un declive de la actividad, consecuencia del agotamiento de los caladeros nacionales, de la nueva situación internacional del mar (en los años 70 Naciones Unidas establece que las aguas jurisdiccionales de cada país ribereño se extendería hasta 200 millas desde la línea de costa y mar adentro), del ingreso de España en la Unión Europea (nos impuso un periodo transitorio largo y la adopción de medidas comunitarias desde la Política Pesquera Común) etc. Todo ello configura un marco bien diferente al existente en la época dorada de la pesca en nuestro país, que correspondió a los años 70 del siglo pasado. España tiene un amplio perímetro costero cuyo litoral se reparte entre mares diferentes. En conjunto no puede decirse que presente unas condiciones muy favorables para la fauna marina y, por extensión, para la pesca, pues influyen negativamente su juventud geológica, la considerable extensión de las playas y el moderado desarrollo de la plataforma continental.

3 El océano Atlántico tiene unas corrientes marinas que facilitan la distribución de plancton y una oscilación del nivel de las aguas de hasta 4 metros, por efecto de las mareas. Esto favorece el marisqueo sobre la arena de la playa. El Mediterráneo contiene menos fitoplancton y mareas. Su comunicación con el Atlántico es escasa lo que explica su fragilidad pesquera y ecológica. Las diferencias marinas y litorales justifican la diversidad de fauna: sardina, merluza, boquerón, caballa, pargo La pesca en los mares hispánicos tiene sus antecedentes en tiempos prehistóricos y alcanzó una dimensión comercial en la época romana. En la Edad Media la pesca continuó teniendo un marcado carácter de subsistencia. A partir del siglo XIX, la pesca adquirió una dimensión nueva por efecto de la Revolución Industrial (la industria textil y la metalurgia fabricaron aparejos y artes de pesca a gran escala) y de la aplicación del vapor a la navegación (los arrastreros impulsados por maquinaria a vapor incrementaron las capturas) lo cual favoreció también el comercio y las industrias de transformación pesquera. Tras el paréntesis de la I Guerra Mundial la recuperación de las pesquerías fue extraordinaria La Guerra Civil española y, tras ella, la II Guerra Mundial paralizaron la actividad pesquera. Al concluir la fauna se había incrementado. Esto junto a la incorporación de los motores a combustible líquido permitió el aumento de capturas hasta niveles insospechados. Las transformaciones más espectaculares en la pesca se introdujeron en la década de 1960, se moderniza la flota y se reestructura la actividad, que tenía un marcado componente artesanal. A partir de este momento, nuestros mares perdieron parte del significado que tenían. Subsistió la pesca de bajura, pero el grueso de las capturas empezó a recaer en una moderna flota congeladora, muy bien equipada. En los últimos años nuestros mares han perdido importancia como lugares de pesca debido a la sobreexplotación: los puertos están cada vez más especializados y se han convertido en muelles de descarga de especies capturadas en aguas lejanas. El sector pesquero español ha podido sobrevivir a décadas de incertidumbres, conflictos y problemas por lo arraigado de la pesca en las regiones litorales, por la importancia social y económica del recurso, por su condición de potencia pesquera, por las excelentes infraestructuras, por las ayudas estatales La flota ha experimentado una grandísima transformación y se halla hoy a la vanguardia de las tecnologías en lo que se refiere a sistemas de navegación, adelantos náuticos, localización de bancos de pesca Muchos buques merecen el

4 calificativo de auténticas factorías, que sitúan la actividad pesquera entre lo meramente extractivo y lo industrial; estos barcos coexisten, no obstante, con una flota tradicional de bajura, cuya actividad resulta cada día más difícil por su falta de competitividad y por lo esquilmado de nuestros mares. Los lugares de pesca han variado, tanto en naturaleza como en ubicación, pues hoy se pesca en aguas de aprovechamiento económico pertenecientes a otros países y a distancias considerables de los puertos de partida, en los océanos Índico y Pacífico. El volumen de pesca capturada por barcos españoles ha decrecido, en comparación con el de décadas pasadas, a consecuencia de las limitaciones impuestas a la flota, la reducción de la misma y las cláusulas contenidas en los convenios internacionales. Estas circunstancias explican que España haya dejado de ser un país exportador para convertirse en importador de pescado, tanto para el consumo diario como para satisfacer la demanda de las industrias transformadoras y conserveras. De manera complementaria, en España se está desarrollando una importante labor de investigación en el sector, que ha permitido la explotación de nuevas especies y pesquerías, la localización de bancos de pesca, nuevos conocimientos de biología marina y protección de especies, etc. En este campo destaca el desarrollo de la acuicultura, verdadera alternativa de futuro. Regiones pesqueras de España y principales caladeros Las regiones pesqueras españolas han variado su significado tradicional. También ha variado el significado económico y las repercusiones sociales de la actividad pesquera, que gravita hoy sobre el Atlántico en detrimento del Mediterráneo. Siguen destacando los puertos de Bermeo, Pasajes, A Coruña, Vigo, Huelva, Algeciras, Castellón, Santa Pola, Las Palmas Galicia: conserva su primacía pesquera en España, pues aporta un tercio de las capturas y casi la mitad del empleo en el sector. Ha seguido una evolución paralela a la española, con una reducción notable de la pesca desembarcada y numerosos conflictos. Participa, junto con la flota cantábrica, en la pesca en aguas adyacentes (sardina, merluza), en los caladeros comunitarios del Atlántico (atún, pez espada) y en aguas muy alejadas (fletán, bacalao, atún), gracias a que dispone de una excelente flota. En Andalucía la pesca tiene más arraigo social que importancia económica. La flota evidencia un fuerte componente artesanal y la pesca de bajura tiene un

5 marcado carácter de actividad a tiempo parcial, como sucede en las áreas turísticas del Mediterráneo. En conjunto, ha experimentado una trayectoria descendente por la disminución de las capturas en un mar sobreexplotado. En el litoral mediterráneo, en el que ha sido muy importante la pesca de especies como la bacaladilla, el salmonete, la merluza, el besugo, el rape o el lenguado, la pesca ha llegado a unos niveles mínimos por agotamiento de pesquerías. La flota está obsoleta, la pesca es muy tradicional y el Mediterráneo está en una situación preocupante en cuanto a la conservación de sus recursos. La pesca en Canarias tuvo su edad de oro en el periodo Su importancia pesquera radicó en la explotación del banco sahariano, muy favorecido por la corriente de Canarias. El cambio de coyuntura en el mar le privó de los caladeros tradicionales y convirtió sus puertos en base de operaciones de las flotas del Atlántico suroriental. Desarrolló una importante industria conservera que sucumbió y se transformó hacia la obtención de harina, pese a que las islas Canarias cuentan con una excelente situación y disponen de magníficas infraestructuras. Importancia creciente de la acuicultura en España La acuicultura se define como la explotación de organismos acuáticos, incluyendo peces, moluscos, crustáceos y plantas marinas. La acuicultura comprende tres actividades principales: cría de peces marinos, cría de mariscos y cría de peces de agua dulce; de ahí que se desarrolle en los medios marino, litoral y continental. Es una actividad relativamente reciente, que ha experimentado un crecimiento espectacular en las últimas décadas, tanto en España como en la Unión Europea. Su interés radica en que es una fuente importante de producción pesquera para el consumo humano y en su contribución al sostenimiento económico y el desarrollo de las poblaciones y regiones pesqueras. Este rápido desarrollo se debe a la necesidad de abastecer los mercados de productos alimenticios cada vez más competitivos y a la concienciación global e institucional de la necesidad de proteger los recursos marinos. La Unión europea ha diseñado desde 2002 una estrategia para el desarrollo del sector acuícola basada en los objetivos de crear empleo en las zonas dependientes de la pesca, proporcionar productos de pesca seguros y de buena calidad y fomentar una actividad productiva respetuosa con el medio ambiente. En relación con la producción acuícola española conviene destacar una serie de aspectos:

6 La acuicultura marina tiene mucha más importancia que la continental, si bien el valor de ésta por tonelada de producción es mayor. Las principales especies cultivadas son la dorada, el rodaballo y la lubina, en lo que a peces se refiere, y el mejillón y la almeja entre los moluscos. De las especies continentales, la trucha, es, con diferencia, la más importante. Por comunidades destaca Galicia, tanto en volumen como en valor de producción. Le sigue Andalucía, y entre las comunidades interiores destaca Castilla-León.

7 Vocabulario Acuicultura: técnica de cultivo, más o menos intensiva, de especies vegetales y animales en agua dulce o marina. La acuicultura estudia formas de cría de peces, crustáceos o moluscos. Se plantea como solución al problema del déficit de productos pesqueros. Aguas jurisdiccionales: son las aguas que bañan las costas de un Estado y están sujetas a su autoridad hasta cierto límite determinado por el derecho internacional (200 millas)

8 Pesca de gran altura: pesca que se ejerce sin limitaciones de mares ni de distancia de la costa. La flota está formada por barcos de gran tamaño (bacaladeros, grandes congeladores...) Estos barcos llevan radares para detectar los bancos de peces y la dirección y velocidad a la que éstos se desplazan y sónares, para medir la importancia de los barcos detectados. Pesca litoral o de bajura: cercana a la costa, utiliza todo tipos de artes. La flota es principalmente artesanal, con pequeñas embarcaciones. Las capturas desembarcan cada día en la lonja donde se venden en pública subasta.