Siente las emociones de tu bebé

Transcripción

1 1 Siente las emociones de tu bebé Por causas psicológicas y biológicas, si atiendes las necesidades emocionales de tu hijo, él crecerá sin miedo y con confianza. Desde que están en el vientre materno, los bebés tienen una conexión directa con su madre, se sienten protegidos y seguros. Al nacer, se desarrollaran necesidades afectivas y de seguridad. Los bebés reflejan la necesidad de sentirse protegidos por su madre a través del contacto físico, por lo que es fundamental que suplas esta necesidad del pequeño para ayudarlo a desarrollar de manera positiva su psico-afectividad. Si un bebé llora para llamar la atención, hay que alzarlo, abrazarlo y calmarlo. Prestar atención a los requerimientos emocionales de tu bebé es importante porque la actitud que tomes ante ellos se reflejará en el desarrollo posterior de su personalidad y su forma de afrontar los problemas. Recuerda que tu bebé necesita formar un vínculo afectivo seguro hacia ti. Cómo se expresa tu bebé en sus primeros cuatro meses? 1. Los bebés muestran especial atención por la voz humana, distinguen la voz de la madre o padre, disfrutan de la música o de otros sonidos familiares. 2. Reconocen el rostro humano y fijan la mirada en los ojos, crean un diálogo a través de la mirada. 3. Dirigen su atención y prefieren los estímulos que realizan sus padres, hermanos o personas cercanas. Las conductas que desarrollan los bebés para mostrar sus gustos también son representativas y reflejan señales de sus preferencias: 1. Los bebés ríen y lloran de acuerdo a los estímulos que reciben. 2. En los primeros cuatro meses, comienzan a llamar la atención de la madre y a preferir sus cuidados. 3. Rechazan lo desconocido. Tu bebé desarrollará seguridad a través del apego, los mimos y la atención que le brindes. Tanto por causas psicológicas como biológicas, si atiendes las necesidades emocionales de tu hijo, él crecerá sin miedo y con confianza. Para ser feliz hay que sentirse amado y respetado desde la etapa inicial de la vida.

2 2 Relacionándose con su entorno Alrededor de los cuatro meses tu bebé será más selectivo al sonreír y tendrá mayor interés por los rostros familiares. El bebé que llora expresa una necesidad, a veces física y otras afectiva. Los especialistas indican que si al escuchar al bebé llorando creemos que lo hace para fastidiar o para que hagamos lo que él quiere, estamos actuando en su contra. Al no poder hablar, los bebés manifiestan sus emociones del único modo que pueden: mediante el llanto. La necesidad de afecto y de expresión física, que es la que entiende el bebé, es enormemente importante. Si necesitas amor y te lo dan, sientes que eres importante y digno de ser respetado y amado. No hay duda de que lo más gratificante para un niño es sentirse querido, protegido y atendido por sus padres. Para que tu bebé se sienta amado presta atención a sus emociones e intenta interpretar sus necesidades afectivas y satisfácelas. En la relación emocional que tienes con tu bebé son muy importantes tus actitudes hacia él, por la carga afectiva que representan. Por eso, ten especial cuidado en el tono de tu voz, en las expresiones, gestos, en la forma en que actúas con tu bebé. Con los pequeños hay que ser pacientes, demostrar tranquilidad y control, pero sobretodo, es importante entenderlos y aprender a escucharlos. Agradecimiento: Margarita Núñez, Pediatra y Psicóloga infantil. Docente universitaria con 12 años de experiencia.

3 3 Atenta a las crisis de angustia Cuando atraviese una crisis, no lo dejes llorar sin prestarle atención, háblale con tranquilidad, tómalo en tus brazos, acarícialo, es importante que se sienta atendido. Si después del quinto mes de vida, sin motivo aparente, tu bebé tiene períodos de llanto descontrolado, se despierta más veces de lo habitual durante la noche, desconoce a las personas de su entorno y no desea estar con nadie más que contigo, significa que el pequeño está atravesando la angustia del octavo mes o ansiedad por la separación de la madre. En esta etapa el bebé ya no responde con una sonrisa a cualquier individuo. El temor que siente hace que rechace a todas las personas cercanas, a los abuelos, tíos y amigos. Además, se altera cuando lo toman en brazos o le irrita el solo hecho de que lo miren, toquen o hablen. Esta etapa refleja que tu bebé está creciendo porque comienza a distinguir a los familiares de los extraños. Tu hijo empieza a reconocerte como su objeto de amor, entiende que a través de ti satisface sus necesidades físicas y emotivas. Ahora advierte la separación que existe entre los dos, por eso, siente angustia y miedo de que lo abandones. Desprendimiento natural La causa principal de esta crisis es que en el segundo cuatrimestre de vida, el bebé empieza a desprenderse de su mamá: deja de lactar y descubre su independencia en la movilización a través del gateo, de los coches y carritos para bebés. Es normal que al sentirse desprotegido intente estar únicamente en los brazos de su madre. Tu bebé adoptará una actitud de prevención, la conducta más habitual de los niños que atraviesan esta etapa es la de ocultarse, esconden su cabecita en tu hombro o se tapan con una manta.

4 4 No te asustes por este comportamiento, es normal en el desarrollo psicológico del ser humano y es importante que tengas paciencia ya que este estado anímico normalmente dura de dos a seis meses. Luego la angustia empezará a atenuarse y sólo reaparecerá en ciertos momentos de crisis. Es comprensible que como madre atravieses este período con dudas y ansiedades, ya que el bebé, que ya había comenzado a establecer una rutina de comida y sueño, empieza a inquietarse fruto de esta ansiedad y altera la estabilidad que se había establecido en su cuidado. También es normal que desarrolle apego por algún objeto, un peluche, una mantita, el chupete o chuparse el dedo, se aferrará a esto buscando seguridad cuando no esté en tus brazos. Recuerda que para él, tú eres su fuente de seguridad y confianza, por eso es importante que estés lista para tomarlo en tus brazos y consolarlo. Temores nocturnos Como parte de la crisis el bebé puede experimentar terrores nocturnos: se despierta llorando como si algo malo le estuviera pasando. Y no es para menos, está soñando y estos sueños no siempre son agradables. Incluso hay bebés que lloran mientras duermen. Por eso, es indispensable que no cambies su rutina de vida: acúnalo en la misma camita, cántale, y si está muy angustiado levántalo por unos pocos segundos, trata que se relaje y antes de que se duerma de nuevo, acuéstalo en la cuna. Acompáñalo, tranquilízalo, háblale, acarícialo, transmítele la sensación de que todo está bien y que tiene que dormirse otra vez.

5 5 Consejos para superar esta etapa Para ayudar a tu hijo a vencer esta angustia es importante que seas paciente y lo llenes de amor, recuerda que él te necesita a su lado. Evita dejarlo mucho tiempo solo o en una habitación, ya que puede ser contraproducente, porque confirma su miedo al abandono y puede volverse más temeroso. Si llora mientras duerme o se despierta a la mitad de la noche angustiado, no lo saques de la cuna. Acompáñalo, tranquilízalo, háblale, acarícialo, transmítele la sensación de que todo está bien y que tiene que dormirse otra vez. Las personas que quieran acercarse al niño deben hacerlo lentamente, conversarle y jugar con él, mientras permanece cerca de su mamá. Si a pesar de los esfuerzos por darle más confianza en esta etapa, el llanto y la angustia persisten exageradamente, la consulta con el pediatra es necesaria. También puede ser que la persona que lo cuida no sea la adecuada, que le falte atención y cariño cuando no está al cuidado de la mamá.