Problemas en la construcción de argumentos en algunos textos académicos

Transcripción

1 Problemas en la construcción de argumentos en algunos textos académicos Delficarmen Romano Romano 3 B En el contexto universitario leer y escribir son prácticas que se asocian con la construcción y divulgación de saberes, pero sobre todo con la reflexión intelectual crítica respecto de esos saberes. Actualmente el estudiante universitario se enfrenta a diversos retos, porque, desconoce en qué momento del proceso de escritura debe construir sus argumentos, pues como se sabe no es una actividad que se pueda memorizar ni mucho menos realizar automáticamente, ya que, incluso en ocasiones no siempre se sigue un mismo proceso. En ese sentido, Morales (2013) expone que, el estudio de la escritura estuvo centrado, hasta hace unos treinta años, en el producto, es decir, en los aspectos formales como: puntuación, caligrafía, sintaxis, ortografía. Más recientemente, a partir de los avances en las teorías psicolingüística, psicogenética y sociolingüística, se logró un importante cambio en la concepción de la escritura: comenzó a ser considerada como proceso y no como producto. Este cambio de concepción dirigió la investigación hacia lo que el individuo hace, lo que sucede en él antes, durante y después del acto de escritura. Además, las investigaciones que han centrado sus estudios en el proceso de la escritura han arrojado comprensiones variadas sobre la naturaleza de este objeto de estudio. También, Morales (2013) hace una recopilación de los principales trabajos para afirmar que existen varios procesos de escritura. Recuerda que algunos investigadores, entre quienes se encuentran Bereiter y Scardamalia, Hairston, y Elbow han encontrado, suficiente información acerca del tema sobre los distintos procesos de escritura y afirmen que el tipo de proceso que se siga dependerá de la naturaleza de la tarea de escritura y de la postura que asuma el escritor frente a ésta. Por otra parte, a su más reciente trabajo Bañales, Vega, Araujo, Reyna y Rodríguez (2015) mencionan que a partir de varias investigaciones se ha demostrado porque los estudiantes tienen dificultades para escribir textos argumentativos en sus disciplinas de manera competente (Andrews, Castro y Sánchez; Kellog y WhiteFord,; Serrano; Wolfe, Britt y Butler). En este trabajo Bañales (2015), a partir de una revisión de literatura, ha señalado que sus principales dificultades tienen que ver con a) entender los tipos de tareas y preguntas de indagación vinculadas a la argumentación disciplinar, 1

2 b) reconocer las características de los argumentos en los textos académicos y c) regular los procesos de planificación, redacción y revisión implicados en la producción de los escritos argumentativos, especialmente en los ensayos a partir de múltiples fuentes. En suma, estas investigaciones muestran que el escritor requiere seguir la tarea de argumentación escrita, sus objetivos, audiencia, afirmaciones, razones, evidencias, esquemas argumentativos, entre otras condiciones situadas en cada proceso de composición, para construir argumentos con la información correcta pero sobre todo que se posicionen en el lugar indicado de cada texto, ya que en bastantes ocasiones no comprende en qué periodo de la escritura podrá argumentar. Será en ese sentido que el objetivo de este trabajo consistirá en exponer y analizar las problemáticas asociadas a la escritura de argumentos en el proceso de escritura y en contestar preguntas fundamentales como en qué consisten dichas problemáticas? y Qué tipo de intervenciones pedagógicas se sugieren al respecto? En primer lugar se tiene que en el contexto nacional, Castro y Sánchez (2013) identificaron que los ensayos argumentativos de opinión producidos por estudiantes universitarios, a diferencia de la escritura académica experta, muestran las siguientes dificultades: a) adoptan una estructura retorica expositiva, b) carecen de un uso retorico de las citas que sustente su propia voz y argumento en el texto, c) emiten evaluaciones poco matizadas y utilizan apreciaciones personales, d) no cuestionan los conocimientos de los expertos, los cuales asumen como verdades irrefutables y e) no reconocen las posiciones alternativas a las cuales pueden adherirse o confrontar. Por otra parte, Bañales a partir de singular diagnóstico, coincide que esta problemática ha llamado la atención de investigadores y pedagogos para la búsqueda de buenas prácticas y métodos que faciliten la enseñanza-aprendizaje de la argumentación escrita en la educación superior. Así, en los últimos años, investigaciones en el campo de la psicología educativa han diseñado y probado la efectividad de intervenciones dedicadas a enseñar de manera explícita a los estudiantes universitarios, técnicas de argumentación específicas como el uso de esquemas argumentativos, la consideración de contraargumentos y procedimientos de revisión global y local de los elementos conceptuales, estructurales y lingüísticos de los ensayos argumentativos, ya que, la producción de un argumento disciplinar requiere de un proceso de composición estratégico y situado basado en el dominio de diversos conocimientos de escritura. Si se pasa a otro nivel de análisis se tiene que, la argumentación en la escritura académica desempeña un papel central pues, precisamente, es la que permite la 2

3 construcción de opiniones sustentadas que evidenciarán las capacidades de investigación, lectura crítica y análisis del estudiante en la última fase que es de conclusiones al redactar un género académico. Es por ello que, Según Anthony Weston (1994) argumentar es importante porque una vez que se llega a una conclusión bien sustentada en razones, la explicamos y la defendemos mediante argumentos ofreciendo razones y pruebas, de tal manera que otras personas puedan formarse sus propias opiniones por sí mismas" (p.13). Más adelante, Weston (1994) menciona que muchos estudiantes, invitados a argumentar en favor de sus opiniones respecto a determinada cuestión, transcriben elaboradas afirmaciones de sus opiniones, pero no ofrecen ninguna auténtica razón para pensar que sus propias opiniones son las correctas. Escriben un ensayo, pero no un argumento. Sin embargo, para escribir un buen ensayo basado en argumentos se deben usar argumentos tanto como un medio para indagar, como para explicar y defender sus propias conclusiones. Debe presentar el trabajo examinando, los argumentos de sus contrincantes y luego debe escribir el ensayo mismo como un argumento defendiendo sus propias conclusiones con argumentos y valorando críticamente algunos de los argumentos de la parte contraria. Así, el primer paso para construir un argumento es necesario preguntar: que voy a probar en la última fase del proceso de escritura, ya que la conclusión es la afirmación a favor de la cual usted está dando razones y las afirmaciones mediante las cuales usted ofrece sus razones son llamadas premisas. Considerando el ejemplo siguiente Sea optimista. No resulta de mucha utilidad ser de otra manera. Éste es un argumento porque se está dando una razón para serlo. Es por ello que en cualquier trabajo académico una recomendación para la construcción de argumentos al final del proceso de escritura de su texto es que ponga primero la conclusión seguida de sus propias razones, o exponga primero sus premisas y extraiga la conclusión al final, ya que, los argumentos dependen de conexiones entre los distintos elementos ya expuestos para brindar en la conclusión la mejor parte de su trabajo. Por otra parte, Cristián Santibáñez (2014) menciona que de acuerdo con Paglieri y Castelfranchi la frecuente reticencia a argumentar también funciona estratégicamente al exponer los argumentos en la última fase de la escritura. Para los autores, argumentar es una actividad demandante y no se emprende sin un propósito y una debida consideración; se suele evaluar los costos, beneficios y peligros para decidir 3

4 si vale la pena argumentar, pues de ello dependerá la validez que le darán a su trabajo y sobre todo el respaldo con el cual lograran su objetivo a demostrar. La argumentación es una actividad demandante que incluye aspectos fundamentales y poco conocidos por quien redacta, es por ello que según Santibáñez (2014), existen dos suposiciones cruciales: que fallar en esta actividad deja a los argumentadores en la misma situación respecto de la que comenzaron, por lo que no habría mayor problema en fallar, y que las metas dialógicas son las principales preocupaciones de los argumentadores cuando deciden involucrarse en una argumentación. Debido a esto, se asume que las características estándares que la argumentación intenta mejorar incluyen: credibilidad de una conclusión, es decir, veracidad en la última parte del proceso de escritura, el nivel de acuerdo entre las partes, el estado emocional y las relaciones sociales de los argumentadores, la ventaja estratégica de cada argumentador en el contexto de una disputa y la reputación social del argumentador como una fuente fidedigna de información (Santibáñez 2014). Así, la conclusión de un texto es el resultado del proceso de escritura y, al mismo tiempo, es el objetivo final que se persigue cuando se escriben argumentos en los distintos géneros académicos. Sin embargo, se deben evitar los insertados argumentos, puesto que suelen ser contraproducentes (dañan la credibilidad final de la conclusión). A su vez los argumentos sobre temas emocionales generan una serie de sentimientos provocando que ambas partes sufran pérdidas emocionales sin que se obtenga beneficio alguno; un argumento imprudente lleva la atención de la contraparte a temas que aumentan la fuerza de su oposición y disminuyen la propia; y una derrota argumentativa puede tener una consecuencia negativa en la reputación del perdedor. Finalmente, existen diversas problemáticas argumentativas frecuentemente insertas en distintos textos académicos, ya que, como lo dice Castro y Sánchez (2013) los ensayos argumentativos de opinión producidos por estudiantes universitarios, muestran dificultades como: a) adoptan una estructura retorica expositiva, b) carecen de un uso retorico de las citas que sustente su propia voz y argumento en el texto, c) emiten evaluaciones poco matizadas y utilizan apreciaciones personales, d) no cuestionan los conocimientos de los expertos, los cuales asumen como verdades irrefutables y e) no reconocen las posiciones alternativas a las cuales pueden adherirse o confrontar. En base a ello se afirma que las problemáticas en la construcción de argumentos de los distintos textos académicos no muestran de manera contundente la 4

5 información adecuada sino que solo se presentan como textos, pero no como argumentos validos lo que conducirá a una incomprensión y falta de veracidad en la estructuración y redacción de cualquier texto académico. Referencias Bañales, B., Vega, N., Araujo, N., Reyna, A., y B. Rodríguez (2015). La enseñanza de la argumentación escrita en la universidad. Revista Mexicana de Investigación Educativa. Vol. 20, Núm. 66, pp Castro, M., y M. Sánchez (2013). La expresión de opinión en textos académicos escritos por estudiantes universitarios. Revista Mexicana de Investigación Educativa. Vol. 18, núm. 57, pp Escudero, G. (1985) Los modelos del proceso de escritura. Universidad complutense, núm , pp Fuentes, D. La escritura como proceso, como producto y como objetivo didáctico. Tinkuy: Boletin de investigación y debate, núm.19, 2013, pp Morales, O. (2003) Estudio exploratorio sobre el proceso de escritura. Educere: revista Venezolana de Educación, Vol. 6, núm. 20, 2003, pp Santibañez, C. (2014) Para qué sirve argumentar?: Problematizando teórica y empíricamente el valor y la función de la argumentación. Circulo de la lingüística aplicada a la comunicación, vol. 58, núm. 58, 2014, pp Weston, A. (1994).1ª edición. Las claves de la argumentación. Barcelona: Ariel.. 5