Incidencia de la Teología y la Filosofía en las disciplinas

Transcripción

1 REFLEXIONES Y RECOENDACIONES DE LOS CONSEJOS DE FACULTAD Y DE LOS COITÉS DE RECTORÍA Y DE LAS VICERRECTORÍAS EN TORNO AL DOCUENTO ORIENTACIONES DEL CONSEJO DE REGENTES A LA UNIVERSIDAD Incidencia de la Teología y la Filosofía en las disciplinas Consideraciones Se reconoce que los temas fundamentales de hoy no provienen de la filosofía ni de la teología por sí mismas, sino de su articulación con la biología, las neurociencias, las artes y otras ciencias afines. Cada vez la filosofía y la teología se abren más a abordar estos problemas (por ejemplo, la bioética). El fortalecimiento y la incidencia de la teología y la filosofía tienen no solamente implicaciones curriculares, sino que tiene que ver con las bases que todo javeriano debe tener sin importar el programa académico al cual está adscrito. Se asume que no se trata de un incremento de asignaturas, sino más bien de la integración en las diferentes asignaturas de un diálogo permanente. Desafortunadamente y dado que estas asignaturas se volvieron de carácter obligatorio para toda la Universidad, se bajó la guardia con respecto a su calidad y la contextualización en las diferentes disciplinas. Se reconoce que se ha hecho un esfuerzo por acercar la filosofía y la teología a los programas de pregrado, más allá de cumplir con un determinado número de créditos en el plan de estudios. En la implementación se debe fortalecer la participación, conocimiento y formación en filosofía y teología que permita difundir la visión de la Universidad en estas dos disciplinas a toda la comunidad educativa. Es importante pensar en cómo afianzar la reflexión sobre el sentido ético, desde cada Facultad al interior de sus prácticas y desde la particularidad de sus disciplinas. Esta

2 reflexión está hoy centrada en dos asignaturas obligatorias. La mayoría de los estudiantes no lograr encontrar conexión entre estas cátedras y su búsqueda de caminos de sentido. Con una juventud inquieta, básicamente incrédula, supuestamente abierta al mundo pero aislada de lo que ocurre a su alrededor, la reflexión del sentido del género humano como tal y la relación de su entorno (en honda crisis) es de vital importancia. La formación integral de los estudiantes debe soportarse en una base sólida para que toda acción universitaria esté interpelada por la trascendencia de la fe cristiana, por las grandes preguntas del ser humano en el universo y por la llamada ética a la promoción de la dignidad humana y del bien común. Los planteamientos del documento implican para la Facultad de Filosofía revisar tanto su organización como sus servicios académicos. Se trata de una oportunidad en un momento estratégico para la filosofía como disciplina para la Facultad de Filosofía, que deben aprovechar, pero que debería llevar a replantear algunos asuntos fundamentales de la actividad como filósofos y profesores universitarios de filosofía. Es también una oportunidad para que la Facultad de a conocer sus posibilidades en el manejo de diversos contextos y otras potencialidades hasta ahora poco divulgadas. Se llama la atención de que se parte, sin embargo, del falso principio de la supuesta unicidad epistémica de esos dos saberes. Además, dicho énfasis propone un cierto nivel hegemónico y de gobierno de los dos saberes en el ámbito de la formación integral y de la producción de conocimiento, pues en alguna medida se desvaloriza el papel de las otras disciplinas sociales y humanísticas y de sus relaciones interdisciplinarias. No se debe perder de vista que las demás ciencias sociales y humanas también aportan y generan espacios para el sentido, la ética y la responsabilidad en la formación integral, así como para el análisis y la crítica y son también elementos fundamentales para la interdisciplinariedad. De la misma manera se debe incorporar los elementos que aportan las ciencias básicas. Recomendaciones y propuestas

3 Evaluar la oferta académica de los departamentos de Filosofía y de Teología, desde el punto de vista de la pertinencia de los contenidos, una metodología de enseñanza más creativa y dinámica, con el fin de despertar el interés de los estudiantes adaptando sus contenidos al contexto actual y la calidad de los cursos ofrecidos. Fortalecer los departamentos de Teología y Filosofía con más y mejores profesores para buscar que toda acción universitaria esté interpelada por la trascendencia de la fe cristiana y se afiance cada vez más el núcleo de tareas de formación y de ciencia en estas facultades. Generar una mayor participación en la formación a través de actividades extracurriculares que permitan un mayor acercamiento con los profesores y estudiantes de los diferentes programas, con el fin de consolidar esta orientación. Las facultades de Filosofía y Teología deber propiciar el diálogo con las diferentes áreas de conocimiento, pues hasta ahora se han concentrado en ofrecer asignaturas. Deben estar presentes en los proyectos de investigación que se articulen con las diferentes disciplinas. Este diálogo trascendente es la esencia para hacer conciencia en la dignidad humana en las demás disciplinas y debe fortalecerse más allá de los cursos obligatorios. Crear, recuperar e incentivar grupos (comités) que inviten a conocer y discutir pertinencia, impacto y relevancia de los problemas nacionales, desde la perspectiva de las ciencias. Las facultades de Filosofía y Teología deben cubrir el componente curricular correspondiente con mucho rigor, ya que deben saber comunicarse con las diferentes disciplinas. Se debe mejorar la calidad de las asignaturas y de los elementos de hermenéutica que se dan a las facultades, para que las primeras no sean unos elementos inertes del currículo; deben ser elementos animadores de conciencias y no elementos marginales como parecen ser en la actualidad. Propiciar la participación de los profesores de las asignaturas de Filosofía y Teología en las reformas curriculares de los programas y en lo posible, que tengan un amplio conocimiento del tema y una alta experiencia en la docencia.

4 Revisar las metodologías de enseñanzas de estas asignaturas, por ejemplo, profesores titulares con profesores asistentes y monitores. Fortalecer la formación integral de todos los estudiantes con inclusión de las ciencias sociales y las humanidades y no solo de la Filosofía y la Teología. Pensar en una formación básica en estas temáticas. Además de promover una pedagogía que lleve a la comunidad educativa a ser críticos de la realidad, debe incentivarse la importancia de ser críticos Incorporar una mayor reflexión desde la filosofía política en asignaturas estratégicas como las que abordan los problemas de la sociedad colombiana, tales como Conflicto, Problemas de la democracia, Derechos humanos. Crear un Seminario de Formación Permanente dirigido a profesores y directivos, para lograr una incidencia de la teología y de la filosofía en la vida de la Universidad, como espacio de diálogo y reflexión sobre los grandes desafíos y conflictos morales de nuestro tiempo y abordar el diálogo entre fe y ciencia, fe y política, y fe y desarrollo. Realizar reuniones conjuntas de los Consejos de las facultades de Filosofía y de Teología para pensar juntos sobre el papel que deben tener en la vida universitaria. Convocar un encuentro entre el Rector y los laicos comprometidos que trabajan en la Universidad para conversar sobre el proyecto teológico que la Compañía de Jesús quiere consolidar en la investigación y formación universitaria. Incluir en todos los posgrados al menos un seminario sobre cuestiones (doctrinales y morales) en las que se ventilen problemas que sean pertinentes tanto a la disciplina que se estudia, como a la teología. Considerar llevar el modelo de teología práctica, adelantado en la Facultad de Artes, a todas las disciplinas en la Universidad. Este modelo permite mostrar las expresiones propias de las artes visuales y los estudios musicales, mientras que otras prácticas artísticas amplían el espectro de acción de los estudiantes, proyectando el trabajo expresivo a diversas comunidades de condiciones socioeconómicas desfavorables.

5