ANÁLISIS DE LAS TRES PROPIEDADES (adecuación, coherencia y cohesión) DEL TEXTO EL LENGUAJE DE LA MODA

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1 ANÁLISIS DE LAS TRES PROPIEDADES (adecuación, coherencia y cohesión) DEL TEXTO EL LENGUAJE DE LA MODA En el siglo XX los materiales sintéticos empezaron a imitar a la lana, la seda, el lino, el cuero, la piel, el oro y las piedras preciosas cada vez con mayor éxito. Al mismo tiempo, los procesos de fabricación fueron ganando en eficacia, de tal manera que un estilo nuevo que estuviese de moda se podía copiar en unos pocos meses y venderse por una parte de su precio original. Entretanto, la capacidad económica para consumir ostentosamente se ha extendido a millones de personas que eran ignorantes de las sutilezas del vestir, e incapaces de distinguir la lana del orlón o a Schiaparrelli de Sears. En consecuencia, hubo una crisis mundial del consumo ostentoso. Durante un tiempo pareció que a la mayoría nos iba a resultar imposible distinguir a los muy ricos de los moderadamente ricos o de los simplemente acomodados mirando lo que llevaban puesto. Esta horrible posibilidad quedó desterrada con una audaz e ingeniosa maniobra. Se observó que no hacía falta que una prenda de alto status se pudiese reconocer por su mejor calidad o que fuese más difícil de producir que otras prendas: bastaba con que fuese evidentemente más cara. Lo que se necesitaba era algo que incorporase al diseño el precio de cada prenda. Esto fue muy fácil de conseguir: trasladando el nombre del fabricante desde el modesto retiro en que había estado hasta entonces en el interior de la prenda hasta un lugar de relevancia en su exterior. Zapatos, camisas, vestidos, pantalones y bufandas corrientes se marcaron de forma clara e indeleble con los nombres, monogramas o logotipos de sus fabricantes. Se dio entonces exhaustiva publicidad a los nombres o las marcas utilizando una especie de técnica de bombardeo de saturación- para que se convirtiesen en palabras familiares y sirviesen de guía rápida para conocer el precio de la ropa que adornaban. Estos precios eran muy altos, y no porque estuviese fabricada con tejidos de superior calidad, sino porque los presupuestos publicitarios eran enormes. Cuando este sistema se ensayó por primera vez, ciertos críticos se burlaron, afirmando que nadie en su sano juicio iba a pagar setenta dólares por unos pantalones con la etiqueta de Gloria Vanderbilt cuando otros más o menos idénticos con la etiqueta de Montgomery Ward se podían comprar por doce. Otros sostenían que los consumidores que quisiesen llevar un monograma en sus camisas y pantalones querrían que fuese su propio monograma y no el de algún industrial al que no conocían de nada. M. Lurie: El lenguaje de la moda. 1. Análisis de la adecuación del texto. La adecuación es la propiedad del texto que determina si emplea la función del lenguaje pertinente para cumplir con su intención comunicativa y lo adapta a la situación en la que se enuncia. Para empezar a analizar la adecuación, en primer lugar, vamos a describir la situación comunicativa: el autor se llama M. Lurie, el cual ha escrito un texto expositivo (objetivo) de carácter histórico, ya que transmite ideas o conocimientos sobre la historia de la ropa y su evolución hacia el mundo de las marcas (sin dar opinión o valoración sobre ese tema). No sabemos su procedencia, e intuimos que no se trata de un texto completo. Sobre otros elementos de la comunicación, distingamos al receptor del destinatario. El receptor, en este caso, serán todos los lectores de este texto y el destinatario/os serán aquellos interesados en la moda y su historia.

2 Por otro lado, el autor utiliza un registro formal, propio de un texto escrito planificado previamente, no espontáneo. Utiliza un léxico específico o vocabulario técnico referido al asunto del que trata (la moda), pero asequible para cualquier persona que quiera acercarse a él. Esto es adecuado, cómo no, al estar dirigido a un público muy general. En este sentido, el canal por el que se emite, el (canal escrito y visual), también es adecuado pues favorece la llegada masiva del mensaje a ese público, cuanto más amplio, mejor. Por último, para analizar la adecuación también debemos atender a la intención comunicativa o propósito. En este texto, la intención que se persigue es hacer un repaso histórico por la evolución de la ropa y la llegada de las primeras marcas como signo de distinción. La intención es sólo trasmitir esas ideas al receptor, sin pretensión de convencerlo de nada, ni de que haga algo o piense de una determinada manera. Por ello, vemos que la función del lenguaje predominante es la referencial (representativa o informativa), que es lo adecuado en estos casos. El carácter expositivo-histórico de la mera trasmisión de ideas lo podemos ver reflejado en el uso de la tercera persona en los verbos y del los tiempos pretéritos o de pasado; también, en el empleo de un léxico objetivo; en la ausencia de figuras literarias que remarcasen la función expresiva o poética en el texto; en el uso de numerosas ejemplificaciones y enumeraciones (de prendas de ropa, por ejemplo) que buscan el rápido entendimiento del texto por parte del receptor Diremos, por tanto, que se trata de un texto adecuado, bien dirigido a su destinatario y que informa con facilidad del tema que pretende.

3 2. Análisis de la coherencia del texto. La coherencia es la relación lógica entre las partes de un texto, donde las ideas se presentan ordenadas y con sentido. De esta manera, un texto nos hablará de un tema determinado, presentado una progresión de ideas (tema-rema) razonable, ideas relacionadas entre sí y bien dispuestas en una organización en secuencias. Este texto, concretamente, trata el asunto de la evolución en las prendas de vestir. Esto lo vemos de principio a fin. Y la intención es hacer un repaso histórico que justifica la aparición de las primeras marcas, con un propósito meramente informativo. Podemos decir que este es el tema del texto. [En este párrafo he analizado la coherencia utilizando el recurso del TEMA] Las ideas se nos presentan de manera lógica y ordenada y, resumiendo, en el texto se alude a que, en el siglo XX, se empezaron a utilizar materiales sintéticos para las prendas de vestir, cosa que abarataba el coste final; y a esto se le unió el aumento del poder adquisitivo de buena parte de la población. Como cualquier persona podía ir bien vestido, eliminando las diferencias (al menos, en apariencia) de clases, surgió la necesidad de marcar de manera especial esas prendas de ropa propia de la gente distinguida: aparecieron las primeras marcas o firmas y las consecuentes campañas publicitarias. [En este párrafo he analizado la coherencia utilizando el recurso del RESUMEN] El texto podría dividirse en secuencias ordenadas, cada una con su objetivo particular, pero siempre dentro del propósito general. Su organización de ideas podría quedar como sigue: LA APARICIÓN DE LAS PRIMERAS MARCAS 1. CAUSAS: 1.1. Aparición de materiales sintéticos para facilitar y abaratar la producción: se gana en eficacia Aumento en la capacidad de consumo de las personas. 2. CONSECUENCIA: 2.1. Abuso del consumo ostentoso: resulta imposible distinguir al rico del no tan rico. 3. SOLUCIÓN: 3.1. Inclusión del nombre del fabricante en la prenda y publicidad a la marca. 4. COMPROBACIÓN de la falta de base en esas primeras dudas sobre la validez y persistencia del sistema de marcas. [En este párrafo he analizado la coherencia utilizando el recurso de la ORG. DE IDEAS] Podemos concluir que el texto es coherente porque sus ideas están bien ordenadas, bien distribuidas en párrafos y secuencias progresivas, tiene sentido pleno y se basa en la lógica relación PROBLEMA-SOLUCIÓN.

4 3. Análisis de la cohesión del texto. La cohesión es la propiedad del texto que nos habla de la unión entre las distintas partes o unidades que lo conforman. Es comprobable estudiando los recursos y resortes lingüísticos que lo dotan de tal característica. Estos son: la recurrencia, la sustitución, la elipsis, el orden de los constituyentes oracionales y los marcadores discursivos. En primer lugar, la recurrencia consiste en la repetición de algún elemento en el texto. Un elemento repetido dos, tres veces está conectando lógicamente partes de ese texto. Así, podemos encontrar recurrencias léxicas: Ej. monograma (l. 25,26); ricos (l. 8,9) etc. La repetición también puede darse a nivel semántico, con la aparición de sinónimos o antónimos: Ej. Monogramas y logotipos (l.17) O incluso con el recurso de la hiperonimia-hiponimia: Ej. Nombre (l.17) como hiperónimo de los hipónimos Gloria Vanderbilt (l.23) y Montgomery Ward (l.24). La recurrencia fónica y la sintáctica no aparecen es este texto. Realmente no son propias de él, ya que no tiene carácter literario ni recurre a la belleza o a la mera estética. En segundo lugar, otro recurso que cohesiona el texto es la sustitución de un elemento por otro que pueda realizar su función, para evitar excesivas repeticiones o redundancias. El sustituto por excelencia en nuestra lengua es la categoría pronombre. Hay varios ejemplos en el texto, casi siempre señalando una sustitución anafórica: Ej: esto (l.13), que conecta con la referencia anterior a la incorporación del precio en la marca. También otros, en el último párrafo etc. Menos frecuente es la sustitución catafórica, aunque en el texto podemos ver alguna: Ej: algo (l.13), que conecta con la posterior referencia al nombre del fabricante, una línea más abajo. En tercer lugar, la elipsis o supresión de algún elemento prescindible puede ser un recurso que dé cohesión a un texto, pues conecta esta ausencia con el elemento al que hace referencia. En nuestra lengua, la elipsis más frecuente es la del sujeto y ejemplos de esto hay muchos en todos los textos. Más jugosa será la elipsis de otra categoría gramatical, tal que un verbo: Ej: Querrían que fuese (última línea) aparece omitido. El texto podría ser querrían que fuese su propio monograma y no querrían que fuese el de algún industrial. En cuarto lugar, el orden de los constituyentes oracionales también puede colaborar conectando partes de un texto. De esta manera, si el orden natural (SUJETO+Vbo.+Compl.) se desordena, podemos comprobar que se habrá hecho para buscar alguna conexión:

5 Ej: Cuando este sistema se ensayó (inicio del último párrafo) resulta ser un Compl. Circunstancial y tendría que ir al final de su oración. Sin embargo, se coloca al principio para conectar con lo dicho al final del párrafo anterior. En último lugar, podemos comprobar la cohesión de un texto estudiando, si se dan, los marcadores discursivos, que ayudan a la ordenación lógica de las ideas y conectan distintas partes del mismo. En este texto, se emplean varios conectores (marcadores de relación textual): los hay que expresan adición o suma de ideas y conecta con lo dicho justo antes: Ej: al mismo tiempo (l.2) o también entretanto (l.4). Además, está varias veces el típico y. Los hay que sirven para dar paso a una consecuencia de lo dicho antes: Ej. en consecuencia (l.7) o también de tal manera que (l.3).