Diferenciación entre problema y dilema ético y modelos aplicados a la toma de decisiones

Transcripción

1 Diferenciación entre problema y dilema ético y modelos aplicados a la toma de decisiones López Lira, P. & Sarmiento, R. Apunte Docente Semana 3

2 Desde siempre, el hombre ha tenido que enfrentar una difícil situación en el transcurso de su vida: la toma de decisiones. Uno de los grandes problemas que enfrenta la ética, como se mencionó en la semana anterior, es la libertad humana. Pero dicho problema no concluye al comprender que nuestra libertad termina donde empieza la de los otros. Para algunos individuos, este es solo el punto de partida para un nuevo problema. La libertad de conciencia es un fenómeno inicialmente interno que, al exteriorizarse voluntaria o involuntariamente, puede ser objeto de implicancias jurídicas: exige una actitud de respeto por parte de los demás, y de defensa, respeto y promoción de esa libertad por parte del Derecho. Cada vez que hacemos uso de nuestra libertad individual o de conciencia, tenemos que decidir, pero cada alternativa que tomemos tendrá consecuencias, sea a corto, mediano o largo plazo. El gran problema del ser humano radica, entonces, en decidir. Pero cómo podemos hacerlo? O mejor dicho, qué nos hace tener que decidir? Los individuos, a diferencia de los animales, estamos dotados de una característica especial: la capacidad de razonar, que nos permite a su vez analizar los factores que intervienen para facilitar o complejizar las alternativas que se nos ofrecen en una situación que nos obliga a decidir algo. Estos factores nos permiten diferenciar, de manera sutil, pero significativa, entre un problema y un dilema. Considerando la etimología de ambos conceptos, es posible señalar que la palabra problema tiene su origen en el griego, πρόβλημα, que significa proyectado (lanzado hacia adelante). Pronto adquirió el significado de algo que es lanzado hacia adelante y estorba la vista. Un problema es un asunto o cuestión que requiere de una solución. Desde una perspectiva social, se trata de una situación cuya solución aporta beneficios a la sociedad, como por ejemplo, en el caso de un terremoto o un incendio. La solución, o parte de ella, es en este caso- la reconstrucción de las viviendas dañadas. En síntesis, un problema ético surge a partir de una situación conflictiva en términos morales. Ello demanda una solución razonada del conflicto, a partir de un análisis realizado por el individuo o por el grupo que enfrenta dicha situación.

3 Lo común es que la situación se muestre como una opción conflictiva, por lo cual el individuo se encuentra en un escenario ante el cual necesariamente debe tomar una decisión. Cabe destacar que los problemas son más factibles de resolver cuando la solución atañe solo a un individuo, ya que esta resulta mucho más compleja si se requiere el consenso de más personas involucradas. La palabra dilema procede del latín (dilemma), aunque su origen etimológico más remoto se encuentra en un vocablo griego compuesto que puede traducirse como dos premisas. Partiendo de ese significado, es posible decir que se entiende como dilema un argumento formado por dos o más proposiciones contrarias, opuestas. En el lenguaje cotidiano, se entiende un dilema como un problema que puede resolverse optando entre dos o más soluciones, ninguna de las cuales resulta completamente aceptable; o, por el contrario, un problema en el cual todas las soluciones posibles son igualmente aceptables. Se entenderá como dilema ético toda una situación en la cual una persona puede escoger entre por lo menos dos cursos de acción, cada uno de los cuales parece estar bien apoyado por algún estándar o comportamiento que a esa persona le parece correcto (moral). El conflicto surge cuando las alternativas que un individuo tiene para decidir poseen una carga valórica igualmente importante. Una situación es dilemática si nos confronta con una disyuntiva, es decir, una situación ante la cual tenemos que tomar una decisión. Para ello debemos considerar alternativas posibles, caminos diversos entre los cuales debemos decidir adecuadamente. La toma de decisiones frente a un dilema, de acuerdo al planteamiento de Sócrates (siglo V a. C.), es posible de realizar mediante la mayéutica, entendida como la reflexión personal como método de conocimiento. La mayéutica se basa en la capacidad intrínseca de cada individuo para descubrir su propio conocimiento, partiendo de la base de que la verdad está oculta en el interior del sujeto. Para la ética aplicada, el diálogo es una de las acciones que permiten la resolución de conflictos. Sin embargo, para resolver un conflicto suele ser necesario poner en la balanza más de un criterio valórico. Por lo tanto, se requiere establecer una adecuada jerarquía de valores, orientada por los siguientes modelos:

4 Modelo principialista o deontológico: se encuentra orientado por el deber, el cual está contenido en los códigos de normas deontológicas. Este modelo acepta como mejor alternativa, entre las existentes, aquella que se ajuste mejor a las normas. Según esto, en el caso de que exista más de una alternativa consistente con las normas, se aplica la jerarquía de valores. Modelo utilitarista o consecuencialista: la orientación que propone este modelo está dada por la moralidad de una opción, atendiendo exclusivamente a sus consecuencias. Se requiere ponderar las distintas opciones de acuerdo al grado de beneficio, satisfacción o utilidad para el individuo. Es decir, este debe elegir la alternativa que reúna le resulte más útil o beneficiosa para su propósito. Modelo integrativo: tal como indica su nombre, este modelo busca integrar el modelo del deber y el de las consecuencias. A los valores (ética) y la dimensión moral, se suma el contexto situacional; considera también el factor relacional, por lo tanto, añade una consideración que hace posible la excepción. De acuerdo a los modelos planteados en el párrafo anterior, es necesario indicar que estos no son suficientes para la deliberación ética; en efecto, los modelos descritos constituyen un referente conceptual que servirá de guía al individuo. En tal sentido, es imprescindible tomar en cuenta los conocimientos, la experiencia y los valores propios de cada individuo, junto con algunas virtudes, como la prudencia, al momento de elegir. Según lo expuesto, los individuos deben utilizar determinados criterios para fundamentar o establecer sus acciones, basándose en la razón y la reflexión, con el objeto de justificar tales acciones. A continuación se ofrecen ejemplos de preguntas que permiten justificar o invalidar determinadas acciones. Es lo que se acostumbra hacer? Es aprobada por el grupo? Es legal? Responde aun acuerdo establecido? Es exitoso?

5 Es ordenada por la conciencia? Es ordenada por una autoridad? Estimula la autorrealización? Produce buenos resultados? Produce buenos resultados para otras personas? Produce buenos resultados para uno mismo? Produce buenos resultados para la mayoría de las personas? Una vez que el individuo ha podido identificar los criterios que considera más relevantes de acuerdo al dilema que enfrenta, debe identificar también el objeto del acto ético, es decir, el fin del acto ético, lo que se busca con este. Para ello debe determinar las circunstancias que rodean el acto ético. A continuación se presenta un cuadro que describe el detalle del análisis: Elementos descriptivos de análisis ético Objeto del acto ético Fin del acto ético Circunstancias del acto ético Respuesta a la pregunta: qué estás haciendo? No designa el objeto neutral del acto físico, sino el contenido de la voluntad del agente. Corresponde a la intencionalidad del acto. Se denomina fin próximo del acto (finis proximus operis). Respuesta a la pregunta: para qué o por qué lo haces? Designa aquello en vista de lo cual el acto es realizado. Corresponde a la intención del agente. Se denomina fin del que obra (finis operandi). Designa las determinaciones concretas de una acción: Tiempo Lugar Modo

6 A fin de orientar la toma de decisiones, a continuación se exponen en detalle algunos modelos.

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9 Los modelos antes mencionados, otorgan objetividad en cuanto a los elementos que consideran, de forma de facilitar en el individuo la siempre difícil situación de tener que escoger alternativas, con la finalidad de encontrar soluciones objetivas, practicas y razonadas a las diversas problemáticas que aquejan la vida de un individuo. Sabemos que la realidad es dinámica y a veces cambiante, por lo que es necesario esclarecer que los modelos solo constituyen un referente explicativo para organizar y esclarecer la información vinculada a un problema o a un dilema ético y es indispensable entender además que el factor tiempo incide al momento de tomar decisiones y resolver situaciones problemáticas. Es posible concluir entonces, que la toma de decisiones éticas varía de un individuo a otro, aunque las circunstancias seas similares; los valores, principios y normas son percibidas e incorporadas de manera distinta por los individuos, ya que la escala de valores es particular y en definitiva serán los elementos que determinarán finalmente su ética personal.