Palabras del Director Ejecutivo de FUNIDES, Sr Carlos G. Muñiz B. Lección Inaugural Año 2012 Universidad Thomas More 23 de Marzo de 2012

Transcripción

1 Palabras del Director Ejecutivo de FUNIDES, Sr Carlos G. Muñiz B. Lección Inaugural Año 2012 Universidad Thomas More 23 de Marzo de 2012 Señores del Cuerpo Diplomático acreditado en el país Invitados especiales Doctor Silvio De Franco Montalván, Presidente de la Universidad Thomas More Master Irene Rojas Arana, Rectora de la Universidad Thomas More Doctor José Luis Velásquez, Miembro de la Facultad de la Universidad Thomas More Ingeniero Gerardo Peralta, Director del Programa de Maestría Directivos y Catedráticos de la Universidad Thomas More Estimados Estudiantes Señores Representantes de los Medios de Comunicación Señoras y Señores Me siento muy honrado por la gentil invitación de la Universidad Thomas More de dictar la Lección Inaugural del Para mí es un privilegio compartir esta tarde con ustedes algunas reflexiones sobre las Perspectivas y Desafíos de la EconomíaNicaragüense. En las dos últimas décadas los nicaragüenses hemos vivido en paz y logrado avances muy importantes. Hemos crecido a una tasa promedio anual del 3 ½-4 por ciento y reducido la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, este crecimiento, aunque nada despreciable, no ha sido suficiente para revertir el desplome de la economía durante los 1980 s y responder a las necesidades de la población. Cuando yo ingresé a la universidad en 1963, el PIB por habitante de Nicaragua equivalía a 1665 dólares del 2011 y el salario promedio mensual en el sector formal (asegurados del INSS) a 720 dólares del El año pasado el PIB por habitante fue de 1200 dólares (menos

2 de un tercio del promedio del resto de Centroamérica) y el salario promedio en el sector formal 296 dólares. La pobreza permanece a niveles inaceptables. En FUNIDES proyectamos que en los próximos años Nicaragua podría continuar creciendo a una tasa promedio del orden del 3 ½ -4 por ciento, siempre y cuando la economía no sufra choques negativos externos o internos. En los últimos dos años los choques externos que hemos recibido han sido positivos. Mal que bien la economía mundial se ha recuperado, los precios de nuestros principales productos de exportación subieron a niveles bien altos, y el apoyo de Venezuela ha sido generoso. En su conjunto estos factores más que compensaron el aumento en los precios del petróleo y el deterioro en la situación política interna. Pero estos vientos favorables pueden cambiar y convertirse en tormenta, por lo que tenemos que estar alerta, fortalecer nuestra economía y nuestra democracia, y reducir gradualmente nuestra dependencia del apoyo externo. En todo caso, si continuamos creciendo a este ritmo no lograríamos llenar las aspiraciones de la mayoría de los nicaragüenses. No avanzaríamos en cerrar la brecha con el resto de Centroamérica, nuestro referente natural; la pobreza permanecería por encima del 30 por ciento; y solo generaríamos 65 mil a 70 mil empleos anuales. Por lo tanto, el principal reto que tenemos todos los nicaragüenses, y en especial la juventud que los alumnos de esta prestigiosa Universidad representan, es acelerar el crecimiento económico y la reducción de la pobreza para construir un país mas próspero, equitativo y armonioso. A lo largo de los últimos meses, FUNIDES ha propuesto que nos pongamos como meta crecer a una tasa promedio anual del 7 por

3 ciento durante los próximos 20 años, lo que triplicaría nuestro ingreso por habitante a 3600 dólares, reduciría la brecha con el resto de Centroamérica, y generaría más de 80,000 empleos anuales. La pobreza disminuiría a 15 por ciento de la población, particularmente si se ejecutan políticas que ayuden a que los pobres se beneficien más del crecimiento económico. La gran pregunta es cómo lograrlo. En FUNIDES hemos estado analizando este tema y creemos que la estrategia para lograr estas metas debe tener tres ejes centrales sobre los cuales debemos buscar un consenso nacional. Primero: Evitar a toda costa caer en un nuevo ciclo de los recurrentes conflictos y crisis políticas que hemos tenido a lo largo de nuestra historia. Su costo ha sido dramático tanto en vidas humanas y sufrimiento como en términos económicos. Como vimos, todavía no nos hemos recuperado del desplome de la economía durante los 1980s. Es crucial por lo tanto tener instituciones que inspiren confianza y restaurar la credibilidad del proceso electoral. Segundo: Fomentar políticas económicas, sociales e institucionales que aumenten nuestra productividad e inversión. Los mercados internacionales nos ofrecen grandes oportunidades, pero nuestro potencial de crecimiento está limitado por nuestra baja productividad y acervo de capital por persona. Por ejemplo, la demanda mundial y los precios de los alimentos han crecido mucho en los últimos años, pero nuestra capacidad de respuesta a estas oportunidades se ve limitada en muchos casos por bajos rendimientos, altos costos de energía y de transacción, deficiencia de infraestructura, inseguridad en la tenencia de la tierra, y obstáculos al crédito de mediano plazo, entre otros.

4 FUNIDES estima que para crecer sostenidamente a una tasa promedio del 7 por ciento necesitamos más que duplicar la productividad de la economía y casi duplicar la inversión por habitante de un promedio de 350 dólares en los últimos cinco años, a un promedio de 950 dólares en los próximos 20. Tercero: Dotar a los pobres de los activos necesarios para que se beneficien más del crecimiento económico. En Nicaragua el impacto del crecimiento en la reducción de la pobreza es apenas la mitad del promedio de América Latina, por lo que es importante focalizar el gasto público y facilitar el acceso de los pobres a los activos que les permitan ser más productivos, tales como educación y salud básica, agua potable, crédito, insumos agrícolas, caminos y puentes, y titulación entre otros. En FUNIDES también hemos recomendado que esta estrategia se concretice en una Agenda de Desarrollo que si se implementa integralmente e independiente de los cambios de Gobierno mejoraría notablemente el clima de inversión, la productividad, y el bienestar de la ciudadanía. La agenda se deriva de investigaciones de FUNIDES y otros analistas e instituciones, y también refleja las evaluaciones del Foro Económico Mundial. En síntesis proponemos: Fortalecer como primera prioridad nuestro estado de derecho y nuestra institucionalidad, Mejorar la calidad de la educación pública pre-escolar, primaria y secundaria, Continuar mejorando la infraestructura del país, Continuar avanzando en el cambio de la matriz energética a fin de reducir los costos de energía y ampliar su cobertura

5 Reducir las trabas burocráticas, Aumentar el acceso al crédito de mediano plazo para mejorar la productividad de la economía. Esto requerirá, entre otros, garantizar la seguridad y la titulación en la tenencia de la tierra. Como dije anteriormente, brindar mejores oportunidades a los pobres para que se beneficien más del crecimiento, Realizar una reforma fiscal que mejore la eficiencia y la equidad de nuestro sistema tributario, Fortalecer la competencia en las actividades económicas y Consolidar la estabilidad macroeconómica. Dentro de este conjunto de políticas, todas ellas esenciales y complementarias quiero destacar la importancia de fortalecer nuestras instituciones, ya que los países que tienen instituciones sólidas son los que gozan de mayor bienestar. Sin embargo, nuestras instituciones son débiles y no siempre actúan apegadas a la ley y con autonomía del poder político. Necesitamos que tanto el Estado como los ciudadanos respeten las leyes y las reglas del juego. Para ello, tenemos que impulsar un cambio de valores en todos los niveles: funcionarios públicos,empresarios, sindicatos, políticos y ciudadanos. El progreso y bienestar de los nicaragüenses dependerá fundamentalmente de nuestro fortalecimiento institucional. Sin esto no lograremos consolidar nuestra democracia ni tendremos la seguridad jurídica que requiere la inversión y el bienestar de la ciudadanía. Crecer en forma sostenida al 7 por ciento como hemos propuesto no es tarea fácil, y requerirá decisiones difíciles que solo se podrán lograr con acuerdos y consensos sobre una Visión de Nación que trascienda nuestro intereses personales, gremiales o políticos.

6 Pero tenemos que hacerlo. Aún creciendo al 7 por ciento, estaríamos en 20 años por debajo del promedio actual del resto de Centroamérica, pero con una brecha menor. En esta búsqueda de consenso sigamos el ejemplo de Tomas Moro quien nos dio un gran muestra de inteligencia, fe, y servicio público. Sus famosas palabras Soy amigo del Rey pero primero soy servidor de Dios quizás hoy se pudieran convertir en Antes que nada soy servidor de Dios y de Nicaragua. Muchas gracias.