para las chicas, y un año más tarde para los chicos, como media.

Transcripción

1 Parte I La Adolescencia como Proceso Psicólogo y Sexólogo

2 ÍÍNDIICE 11..LLaa Addool lleesscceenncci iiaa ccoomoo ppr roocceessoo LLaa Addool lleesscceenncci iiaa: : uunnaa eet taappaa ddee ppr roof fuunnddooss ccaambbi iiooss LLaa Iddeennt I ti iiddaadd Peer rssoonnaal ll LLaa Seexxuuaal lli iiddaadd: : ddi iimeennssi iióónn fuunnddaameennt f taal ll ddee llaa l Iddeennt I ti iiddaadd Peer rssoonnaal ll Caambbi iiooss Coor rppoor raal lleess ee Iddeennt I ti iiddaadd LLaa Seexxuuaal lli iiddaadd ssee aappr reennddee LLaa hhi iisst toor ri iiaa ddee aappr rennddi e iizzaaj jjee deessddee el ll ddí íaa cceer roo Acct ti iituuddeess aannt tee llaa l Seexxuuaal lli iiddaadd Edduuccaacci iióónn Seexxuuaal ll Quuéé Edduuccaacci iióónn Seexxuuaal ll?? Unn ddeet teer rmi iinnaaddoo ccoonncceeppt too ddee Seexxuuaal lli iiddaadd Seennt ti iimi iieennt tooss yy Addool lleesscceenncci iiaa LLaa aauut tooeesst ti iimaa yy eel ll aauutooccoonnt t trool ll eemoocci iioonnaal ll Saabbeer r ccuui iiddaar rssee: : ppr reevveenni iir r riieessggooss. ri... yy aal llggoo mááss Seexxoo yy Moor raal ll Seexxuuaal ll LLaa Seexxuuaal lli iiddaadd ssee aappr reennddee: : ppaappeel ll ddeel ll ppr roof feessoor raaddoo Al llgguunnaass ppaauut taass ppaar raa hhaacceer r Edduuccaacci iióónn Seexxuuaal ll.. PPllaannt l teeaami iieennt too eeppi iisst teemool llóóggi iiccoo EEjjeemppl j llooss,, ccaassooss,, aanneeccddoot taar ri iioo.... NNoot ttaa: :: AA uunnqquuee aaqquuí íí ssee ppr rr eess eennt ttaa eel ll íí ínnddi iiccee ggeenneer rraal ll ddee llaa l oobbr rraa,,, aa ffi fiinn ddee tt teenneer rr uunnaa iii ddeeaa ggeenneer rraal ll ddee llaa l mmi iissmmaa,,, ccaaddaa uunna a ddee llaass l 33 ppaar rrt tteess hhaayy qquuee ddeessccaar rr ggaar rrl llaa ddee mmaanneer rraa iii nnddeppeennddi e ii eennt ttee... 2

3 11..LLaa Addool leesscceenncci iaa ccoomoo Prroocceessoo LLaa Addool leesscceenncciaa: i : uunnaa eet taappaa ddee pprroof fuunnddooss ccaambbi iooss.. La Adolescencia: una etapa indefinida. Sabemos que comienza con los cambios provocados por la Pubertad, y que marcan la construcción identitaria de chicos y chicas. Sabemos, también, que se refiere no a los cambios fisiológicos puberales, sino a los psicológicos y sociales que acontecen, aunque estos últimos vayan a remolque de los primeros. Sí. Sabemos cuándo comienza, a pesar de que la pubertad pueda acontecer con grandes variantes 1, pero no nos ponemos de acuerdo de cuándo termina 2. Si la madurez supone haber logrado determinado nivel de autonomía (a nivel social, emocional, familiar, de trabajo...), para algunos jóvenes puede ir acabando hacia los veintitantos, y para otros más allá de los treinta, ya que nuestro extraño mercado laboral les obliga a perpetuarse en una etapa con la que ya no se identifican. La Adolescencia: acaso una etapa de paso? De paso, hacia dónde? Fijarnos metas en una incierta Ítaca supone perdernos las maravillas del viaje. No. La Adolescencia es una etapa vital más, eso sí, con suficiente entidad en sí misma. La Adolescencia: etapa de crisis? Según a quién preguntáramos, diría que por supuesto, que las y los adolescentes son inconstantes, caprichosos, inciertos... Y no sólo: también hipercríticos, asociales... y así hasta un largo etcétera. Ese es el estereotipo; y tal vez quienes más se aferran a él, son aquellos a quienes peor les funciona la memoria, y no recuerdan con demasiada profusión de detalles cómo fue la suya, su adolescencia. Antes bien, deberíamos plantearnos cómo la Profecía Autocumplida hace milagros: si nuestras expectativas sobre un joven concreto (hijo, alumno, conocido...) son unas, seguramente las acabaremos confirmando. Y de la crisis, qué hay de cierto? Pues ahí está, con una función determinada, aunque sus manifestaciones varíen mucho de un joven a otro, de una chica a otra. Los cambios hormonales, el tirón y profundo cambio de su figura corporal, la 1 Las primeras manifestaciones del cambio puberal se suelen fijar en torno a los diez años y medio para las chicas, y un año más tarde para los chicos, como media. 2 A pesar de que la OMS ponga el límite en torno a los veinte años. 3

4 aparición del deseo... todo ello le pilló por sorpresa, y necesita reconstruir una nueva imagen identitaria de sí mismo, lo que puede ir acompañado de ciertos estados de crisis. A otro nivel, padres y madres perderán el protagonismo que habían mantenido hasta hace bien poco; especialmente los cambios acontecerán en las formas, en las apariencias, porque en el fondo seguirá necesitándoles como nunca. El profesorado también perderá protagonismo, a no ser que vaya, presto, a responder a sus principales necesidades: las de tipo socioemocional. Ésta es, sin duda, una de las grandes oportunidades de la Educación Sexual en la ESO: que no está de más, que no es un adorno prescindible sino que, sumándose a otras razones que iremos descubriendo poco a poco, viene a satisfacer una de las principales necesidades del joven, de la joven adolescente. Y siguen aconteciendo más cambios en el ámbito mental: su capacidad de pensamiento formal manejo de proposiciones lógicas y conceptos abstractos le permitirán descubrir muchas incoherencias de nuestro mundo adulto, y por vez primera podrá cuestionarlas con propiedad. Y nosotros, además de dejar en evidencia su sobredimensionado sentido crítico, seguiremos olvidando que un día fuimos también adolescentes. En el ámbito moral irá dando un gran avance hacia la fase autónoma, juzgando las conductas en función de la intencionalidad del sujeto, y no tanto por las apariencias. Los principios ideológicos que vaya asumiendo le irán ayudando a resolver su crisis identitaria. Es en esta etapa cuando, por primera vez, aparece la memoria biográfica, permitiéndole interpretar las propias experiencias en un relato personal en el que se une pasado, presente y futuro. Esa memoria biográfica posibilitará que la joven, el joven adolescente vaya adquiriendo una conciencia progresiva del yo mismo con relación a las demás personas. Pero en todos esos procesos, por otra parte bastante conocidos, qué pinta la Sexualidad? 4

5 LLaa Iddeennt I tiddaadd Peerrssoonnaal l.. Carlitos, a sus seis escasos años, es capaz de sacar de quicio a su madre; ésta se ha empeñado que hoy el peque se ponga una camiseta de su hermana mayor, casi casi nueva. Es que... si por un casual fuera rosa, pues tendría un pase. Pero... es verde, demonios! Ya se lo he dicho: Verde! Lo ves? Verde! Y Carlitos, ni por esas. Y él, qué explicación te ha dado? le pregunto, con curiosidad. Pues si quieres que te diga la verdad, explicación, lo que es explicación, no me ha dado ninguna. Sólo se ha empeñado en que esa camiseta no se la pondría, porque es de chica. Y no sólo se ha salido con la suya sino que, además, me ha sacado de mis casillas. Qué crío más tozudo, dios mío! Eso es lo que es... un tozudo! Carlitos, a sus seis años, tiene claro que ser chico o chica depende, fundamentalmente, de la ropa que uno vista, y que por tanto es una cuestión modificable. Pero es que él está encantado con ser chico, y comportarse como tal. Tal vez, incluso, y a esa edad, intuya no pocas ventajas en el hecho de seguir siendo chico, ventajas que la socialización le habrá ido mostrando en el día a día. En ese supuesto caso, la supuesta tozudez no estaría en él sino en su madre. No se trata de echarle la culpa a ella; tal vez no conozca que hoy, su hijo, a través de esa negación en rotundo, se haya reafirmado en su incipiente identidad masculina, cumpliendo una fase más en la búsqueda de la seguridad, que es lo que fundamentalmente aporta significado a uno mismo: yo soy así, yo me siento seguro y a gusto siendo así... en este caso, siendo chico. Javi ya va por los dieciséis. Hoy, aprovechando un debate acerca de la seducción, en clase de tutoría, ha realizado unos comentarios irrespetuosos sobre las chicas en general, y en concreto sobre las de su clase. Él, con lo tímido que es, que ni siquiera sería capaz de acercarse a una de ellas, en solitario, para susurrarles un simple hola, qué tal? Pues él, sí; el mismísimo, y en persona. Sólo que a veces, como ahora, las apariencias engañan. Javi no es así de desenvuelto, ni tampoco tiene un concepto tan peyorativo de las chicas, ni es tan lanzado, ni tan irrespetuoso, ni desagradable... Sólo que hoy, sintiéndose arropado por los tres o cuatro de su pandilla, tenía que demostrar a todo el grupo si no al mundo entero, y de paso a sí mismo, que era capaz de semejante acto de bravuconería. Javi hoy, de esa manera 5

6 tan deleznable porque la ocasión se lo puso en bandeja, porque no lo pensó dos veces, porque es lo que encontró más a mano ha intentado encontrar una confirmación de que su identidad es más estable y segura de lo que en realidad debe de ser. Y lo ha hecho asumiendo roles de esos que se han considerado históricamente masculinos; por eso se ha mostrado, y a un tiempo, agresivo, dominante, competitivo, vigoroso, desafiante y con apariencia de líder. Tanto es así que el auténtico líder de su panda le ha comentado, por lo bajini, y en cuanto ha encontrado la mínima oportunidad: Eh ahí tus huevos, Javi! Así se habla! Javi no es así. Sólo ha llevado a cabo una representación teatral, tratando, con ella, de clarificar su identidad un tanto difusa. Y hoy, tenía que dar la talla... ante las chicas, ante la clase toda, y especialmente ante quien hace un instante le acaba de felicitar por su proeza. Hoy Javi, tal vez sin saberlo, tal vez sin que su tutora no sé haya interpretado el motivo de su gesta, ha intentado dar un paso más aunque no de la manera más ajustada en la construcción identitaria del sí mismo. Pero entonces, qué es eso de la Identidad... de mi Identidad Personal? Todo Os presento a mi Identidad Personal Así es como Yo Así es como Yo me veo Así es como Yo me muestro a las demás personas espero ser en el futuro (expectativas) aquello que convierte a nuestra persona en un ser único y singular: mis rasgos de personalidad y mi manera de ser, mis creencias y mis valores, mi cultura, mis aspectos físicos... y también mi memoria biográfica. O dicho de otra manera: conforman mi identidad personal tanto mis percepciones (cómo me veo) como mis apariencias (cómo me muestro ante los demás) y también mis expectativas (cómo espero ser). O también podríamos representar la Identidad Personal como una estructura con dos pilares básicos. Uno de ellos lo constituirían los rasgos de personalidad, ya que estos poseen un alto nivel de estabilidad: Yo me veo más o menos introvertido (que no tímido), y me veo bien así; y así es como me muestro a las demás personas, y así espero seguir siendo en el futuro. 6

7 El hecho de comprenderme descrito por ese rasgo tan amplio como es el de la dimensión extraversión-introversión (E-I) me hace sentir seguro de mi forma de ser; y si además me acepto así me identifico como una persona única, me siento bien. El pilar de la personalidad nos ha llevado, sin querer, al otro: al del Autoconcepto-Autoestima. Y ahí siguen confluyendo otros aspectos no poco importantes y que tienen que ver con mis percepciones más trascendentes: creencias, valores, cómo me veo físicamente... cuánto me quiero y me aprecio a mí mismo. Sólo que sigue habiendo una Rasgos Rasgos de Personalidad Identidad Personal Rasgos Autoconcepto Au t o e s t im a Autoconceptot o c o n c e p t o y Autoestima duda: qué pinta la Sexualidad en todo esto? Acaso no es posible hablar de Identidad Personal sin meter la Sexualidad por medio? No. Creo que no es posible. Y eso? ssoonnaal l LLaa Seexxuuaal liddaadd: : uunnaa ddi imeennssi ióónn fuunnddameent a ntaal l ddee laa l Iddeennt I tiddaadd Peerr- - Hoy me he acercado a un IES para comenzar un ciclo de Educación Sexual con un grupo de 3º de ESO. Suena el timbre de entrada. Me dirijo hacia el aula, acompañado de la tutora. Cuando estamos como a unos 5 metros de la puerta puedo escuchar la última frase de una conversación que, seguro, habrá sido muy interesante; es interpretada por uno de los jóvenes que va a participar en el taller llamémosle Alex, y se lo dedica a su interlocutor, que debe proceder de uno o dos cursos inferiores; estarán hablando de sexo, con motivo tal vez del taller que está a punto de comenzar. Le dice: Tú, Juanito, qué sabrás de sexo... si todavía eres un imberbe! Quienes están a su lado aplauden la salida de Alex, como certificando que, efectivamente, el sexo es algo que va con una edad determinada y no con otra como 7

8 la de Juanito; éste, tal vez y sin más preámbulos, acuda al diccionario ahora mismo en busca de algún significado de imberbe que pueda aportarle un mínimo de luz. Después de las presentaciones de rigor, decidimos comenzar con una técnica conocida como fotopalabra, que nos informará de las ideas previas que el grupo tiene interiorizadas acerca del sexo. He repartido diversas fotos plastificadas por toda la clase. La consigna es bien simple: Podéis formar parejas. Recorred la clase, observando detenidamente todas y cada una de las fotos, y elegid aquella que mejor represente la idea que tenéis acerca de la Sexualidad. Antes de proceder a la elección, deberéis discutir los detalles del tema con la pareja. Obviamos cómo se desarrolla el proceso, y nos vamos a la parte final de la dinámica, la que ahora nos interesa. Me doy cuenta que aquellas fotografías en las que aparecen mujeres o varones de edad madura 3 no han sido elegidas por nadie; ni tampoco aquellas en las que aparecen bebés o peques de corta edad. Muestro la de una mujer, que andará por los 60, más o menos. Acabamos de escuchar varias voces, y todas ellas en la misma línea. Ahora toma la palabra Borja: En un hombre... puede que sí, pero poca. Pero en una mujer de esa edad ya no hay sexualidad. Por qué no lo comentas con tu compañero, a ver si piensa eso mismo? le invito, y él acepta de buena gana. No se reafirma, al poco. Creemos que no, porque ya no puede tener hijos. Le hago dudar. Vuelve a comentarlo con su compa. Invito al resto de la clase a que haga lo mismo. Borja no tarda mucho en volver a sus trece: No sé. Creemos sigue contestando por ambos que aún puede follar... y eso... pero ya no debe ser lo mismo. Así que... puede follar... pero ya no es lo mismo??? únicamente reformulo su punto de vista, pero de una manera pausada y cercana, a fin de que no se sienta atosigado. No, porque ya no hay tantas ganas... porque no se siente placer. Así que... ya no hay tantas ganas a esa edad? sigo reformulando, pero animando a participar a todo el grupo; aún así Borja necesita cerrar: Y... yo qué sé! 3 Preferimos esa denominación a la de tercera edad. 8

9 Interrumpimos el bullicio que hace un instante acaba de levantarse, para volver sobre algunos aspectos importantes de esta secuencia, tan real como la vida misma. La Sexualidad va con una determinada franja de edad, que el grupo ha identificado más o menos como la edad reproductiva. De acuerdo con ello, un niño y un bebé aún no tienen Sexualidad, ni una mujer de 60 tampoco; qué pena!; si en vez de ser mujer, se es varón, a esa edad aún puede que quede algo. Esas han sido algunas de sus ideas previas, con las que ya antes de comenzar el taller Alex había aleccionado al imberbe de Juanito. La Sexualidad tiene que ver, además, con el placer. Lo ha dejado bien claro Borja. Que no podemos prescindir del sexo para reproducirnos, y perpetuar la especie? Por supuesto que no. Como tampoco podemos prescindir de él para hacer deporte... o para ir al cine o al teatro... o para conducir el coche del trabajo a casa... o para leer una novela... Además, el concepto de reproducción ha evolucionado durante las últimas décadas 4, y mucho más el de la maternidad: ahí está la adopción, revolucionando profundamente los esquemas tradicionales. Y del placer, podríamos añadir otro tanto. Quienes afirman buscarlo expresamente en el sexo, confiesan de manera sincera, y cuando sus máscaras se han resquebrajado, durante la terapia no haberlo encontrado apenas. Y mientras tanto, muchos días me detengo, durante el descanso de la mañana, junto a un patio de recreo de una Escuela Infantil, y observo la expresividad elocuente de unos niños y niñas de esos que Borja afirmaría sin pensarlo que aún no tienen Sexualidad totalmente rebosante de sensaciones placenteras. Alguna vez me he acercado a alguno de ellos ya me conocen, preguntando: Me tenéis que decir cómo se hace para jugar de esa manera tan divertida, porque yo ya no me acuerdo de cómo jugaba cuando era niño como vosotros. Pues si no hay que hacer nada! dice una niña, chasqueando los brazos contra su bata, en señal de la más absoluta autenticidad. Te pones a jugar, y ya está! añade otro niño, al tiempo que me dejan allí plantado, con material suficiente para meditar, mientras ellos continúan con sus alo- 4 Aún cuando la mujer haya traspasado el umbral de la fertilidad (agotamiento de sus folículos primarios en los ovarios), puede quedar embarazada con la ayuda de técnicas de reproducción asistida, y 9

10 cadas cabriolas, acompañadas de gritos y risas, evocadas desde el limbo de la alucinación más placentera. En un niño o niña de esa edad su intuición todavía no ha sido doblegada a los deber-ser de la socialización. Y deben estar en lo cierto: no hay que hacer nada para pasarlo pipa. Los circuitos psicofisiológicos del placer poseen unos mecanismos involuntarios, irracionales incluso. No es de extrañar que cuando éste se busque expresamente, y en concreto a través del sexo, no se encuentre. No obstante, y como antes hicimos al meter la reproducción por medio, el placer sí tiene relación con la Sexualidad, aunque sin aceptar el enunciado como principio. Entonces, si la función más importante del sexo no es ni la reproducción ni el placer, cuál? Digamos... que... tendrá que ser... otra diferente. El sexo, en parte, está decidido en los cromosomas en parte, sí. A partir de la cuarta semana de gestación comienza la cascada hormonal en la gónada fetal, y hacia la octava semana ya se hace visible el sexo fenotípico o genital. En algún momento de la vida intrauterina hasta el cerebro se hará eco del sexo biológico, dejando allí impresa su huella. Por fin el bebé nace, y lo hace con un sexo determinado, que en muchos casos ya habrá sido avistado a través de las ecografías, antes de nacer. Y progresivamente, día a día, cada persona irá encontrando sentido a todo cuanto haga, piense y sienta desde una maravillosa categoría totalmente inserta en la biografía; esa categoría es el sexo, y que denominamos como masculinidad o feminidad. Como Carlitos, cuando se negaba en rotundo a ponerse una camiseta casi nueva de su hermana. O como Javi, cuando arremetía contra las chicas de su clase. O como tú... como yo... en cualquier instante de nuestra existencia. Digamos que es tan importante la Sexualidad, que resulta impensable la construcción identitaria el ser uno mismo en ausencia de ella. Desde mi condición sexuada yo puedo reconocer quién soy, puedo darme cuenta de mis límites, explorando las características que son comunes a la masculinidad y aquellas que me son singulares; pero mis límites muy especialmente los reconozco en aquellas personas que no son como yo sino diferentes, y ahí está la feminidad prestándome los suyos, sus límites, a fin de que pueda reconocer de la mejor manera posible los míos. Inpor supuesto seguirá contando con otras alternativas de maternidad. Porque una cosa es la edad 10

11 cluso, aunque varón, podré igualmente aprehender algunos de esos rasgos que históricamente se han considerado como genuinamente femeninos, y podré repito incorporarlos a mi masculinidad si me identifico con ellos, si así me siento mejor como persona. En definitiva. En los mismos cimientos de la identidad personal está el sexo; tan importante es, que imprime el carácter sexuado a la identidad; es por ello que solemos hablar de identidad personal sexuada. La persona que se va haciendo, día a día, y se va sintiendo y vivenciando y experimentando como varón o como mujer. Y como dice Efigenio Amezúa 5, se trata de caer en cuenta de este trascendente hecho, por muy universal que sea. Efectivamente: por encima de la reproducción y por encima del placer, el fin primordial del sexo es la sexuación, es la posibilidad de que podamos construir nuestra identidad sexuada, ya que sería impensable que ello ocurriera en ausencia de sexo. Y ahora que acabamos de descubrir qué pinta la Sexualidad en la Identidad Personal, deberíamos acabar de completar el esquema anterior. Identidad Personal Sexuada Rasgos Rasgos Au t o c o n c e p t o Autoestima Condición Sexuada de la Persona...que se va haciendo, día a día, como varón o como mujer: que se va sintiendo, vivenciando y experimentando como tal. fértil, otra la fecundación y otra diferente la maternidad. 5 Eminente sexólogo, y director del Instituto de Sexología. 11

12 Caambi bioos s ccoorpporral r o aleess ee iddeennt i tiddaadd.. Los vientos huracanados de la pubertad crean evidentes cambios corporales. Si la identidad esa conciencia de pertenecer a uno u otro sexo, esa conciencia de sí mismo, de sí misma no tuviera nada que ver con el cuerpo, ahora podríamos ahorrarnos unas cuantas palabras. Pero no es posible, ya que ese cuerpo que somos constituye uno de los grandes pilares de nuestra identidad sexuada. El adolescente ha visto medrar su cuerpo, y que sus testículos aumentaban de tamaño, y que su escroto cambiaba de color, y que su pene crecía, y que esporádicamente hacían acto de presencia eyaculaciones espontáneas... y que si una barba incipiente, y un timbre de voz cualitativamente dispar por la transformación de su laringe, y un característico olor que nada tiene que ver con el niño que había sido hasta hace poco, y... La joven adolescente, por su parte, también ha visto cómo su cuerpo aumentaba de talla, cómo se ensanchaban sus caderas a diferencia de la cintura que parecía encoger, cómo su piel se iba volviendo grasa efecto de los estrógenos, cómo iba creciendo el vello en su vulva y axilas, cómo sus senos iban adquiriendo mayor consistencia, y cómo la aparición de la regla la ha relanzado hacia una nueva dimensión. El adolescente, la adolescente necesita redefinirse en esas nuevas formas y apariencias de su cuerpo, para ser con ellas, en ellas, para incorporarlas a su condición sexuada de varón o de mujer, en constante cambio y progresión. Y cuando más atareados se encuentran en dicho proceso de cambio, cuando más ocupadas yacen de sí mismas, nuestra cultura les exige, a unos y a otras, y especialmente a ellas, que se acomoden a los modelos de belleza dominantes. Las top-model de las pasarelas quedarán un poco lejanas en apariencia, y confiarán más en otras modelos más cercanas: acaso en su cantante preferida, o en la líder de pandilla que siempre va a la última... Si en el ámbito de pareja el atractivo físico ocupa un 6º u 8º puesto 6, ellas saben que esa dimensión resulta determinante para que un chico se fije en ellas, destacando, y por este orden: su constitución y formas de su cuerpo, sus ojos, sus pechos, su boca, sus piernas y su trasero. Algunas investigaciones han demostrado que las jóvenes que mejor se adaptan a los 6 En función de la investigación que tomemos como referencia. 12

13 modelos de belleza establecidos, suelen tener una mayor popularidad en el grupo de iguales, y suelen gozar de una mayor autoestima. Las chicas, a diferencia, sí valoran el atractivo físico de ellos, pero dando prioridad a la sintonía con su forma de ser. Podríamos plantearnos hasta qué punto lo que venimos denominando moda no es una obligación, un tormento, y especialmente para las jóvenes; y también preguntarnos en función de lo que nos hayamos respondido, si no habría que prevenir ese tipo de tiranía. Como norma, nunca podemos desproveer de algo a una persona, si no le facilitamos alternativas mejores, y de paso le vamos afianzando en ellas. En ese contexto, la Educación Sexual seguramente tendrá mucho que hacer: Ayudando a integrar de la mejor manera posible la nueva imagen corporal. Enseñando a valorar la belleza como algo indisolublemente unido a la propia forma de ser, a los propios sentimientos, cuestionando los modelos de belleza dominantes, en los que especialmente la mujer el eterno femenino se muestra como un trofeo para él. Enseñando a valorar la seducción no como una forma de manejar a otras personas, sino como algo implicado en los propios deseos, en la erótica de uno o de una. Maestro, Psicólogo, y Sexólogo. Grupo de Trabajo sobre Sexualidad. Servicio Aragonés de Salud y Renovación Pedagógica del Dpto. de Educación. Febrero de