DECLARACIÓN DE LA REUNIÍON PREPARATORIA DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE RUMBO AL FORO GLOBAL DE JUVENTUD 22 DE NOVIEMBRE CIUDAD DE PANAMÁ, PANAMÁ

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1 DECLARACIÓN DE LA REUNIÍON PREPARATORIA DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE RUMBO AL FORO GLOBAL DE JUVENTUD 22 DE NOVIEMBRE CIUDAD DE PANAMÁ, PANAMÁ Introducción: Las personas jóvenes, organizaciones y redes juveniles convocadas por la Alianza Latinoamericana y Caribeña de Juventudes rumbo a Cairo+20 a la Reunión preparatoria de América Latina y el Caribe Rumbo al Foro Global de la Juventud; reunidas el 21 y 22 de Noviembre de 2012 en la Ciudad de Panamá - Panamá, realizamos un esfuerzo para visibilizar las problemáticas de la región, construir alternativas conjuntas desde la diversidad y articular agendas que permitan posicionarnos regionalmente para dar seguimiento a: los procesos de revisión operativa de la instrumentación del Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (PoA- CIPD), a las discusiones y construcción de la Agenda Post 2015, y para exigir el pleno respeto a los marcos internacionales en materia de derechos humanos. Las propuestas que fueron desarrolladas en esta Reunión Preparatoria Rumbo al Global Youth Forum, y que seguirán en proceso de construcción, dan cuenta de un interés y necesidad por actualizar el marco de desarrollo global, que reconozca en los nuevos contextos culturales, políticos, sociales y económicos los asuntos que afectan las realidades de las juventudes de ALyC y el mundo. Principios y contexto de las juventudes ALyC. El principio bajo el cual actuamos es la justicia social como pilar fundamental en la construcción de una sociedad más igualitaria social, económica, política y culturalmente, reconociendo nuestra diversidad cultural e identitaria. Reconocemos la soberanía y autonomía sobre nuestros cuerpos, pues somos libres para decidir y para elegir sobre el ejercicio de nuestros derechos sexuales, reproductivos, sociales, económicos, culturales y políticos. Creemos firmemente en la autonomía de nuestros pueblos, en el reconocimiento de la interculturalidad y pluralidad. Somos una región conformada por las y los jóvenes indígenas, campesinas/os, afrodescendientes, de la diversidad e identidad sexual y de género, feministas, jóvenes viviendo con VIH, trabajadoras sexuales, personas con discapacidades, estudiantes y trabajadoras/es; y tenemos la convicción de que cada persona debe ser reconocida y aceptada por lo que es.

2 Reconocemos la importancia de las luchas y reivindicaciones de los movimientos sociales, especialmente del movimiento indígena, del movimiento de mujeres y feministas, de los movimientos estudiantiles, afrodescendientes, ambientalistas y de respuesta al VIH/sida que han defendido la dignidad humana y los derechos de la naturaleza enfrentándose al sistema capitalista y patriarcal. Reconocemos nuestro contexto diverso y heterogéneo dado por la sabiduría ancestral de los pueblos originarios a los cuales pertenecemos y sobre los cuales se fundan nuestras identidades en América Latina y el Caribe. Reivindicamos el avance de los movimientos sociales, especialmente el movimiento indígena latinoamericano, en la conceptualización de un modelo de desarrollo alternativo, uno que asegure la felicidad de toda la población, nuevos modelos de producción y consumo, así como el uso sustentable de los recursos naturales. Sin embargo, aún existen preocupantes prácticas de depredación del medio ambiente, expropiación ilegal a pueblos y comunidades de sus recursos naturales, y se sigue impulsando un paradigma que no asegura el uso sustentable de los recursos naturales así como el ejercicio pleno de los derechos humanos de la población. Reivindicamos la potencialidad de las juventudes, en tanto que somos la generación más grande de la historia en la región. Nuestras voces tendrán un impacto poderoso en el desarrollo socioeconómico de América Latina, el Caribe y el mundo. Por ello enfatizamos la necesidad de un papel protagónico de las personas jóvenes en todos los procesos de desarrollo en la región. Marco jurídico Somos conscientes de los distintos avances en materia de tratados internacionales de Derechos Humanos, así como en Programas y Planes de acción que nos permiten impulsar políticas públicas y acciones destinadas a alcanzar un mundo con desarrollo sustentable en una sociedad diversa, inclusiva, equitativa, sin racismo, sin discriminación, ni violencias. Sin embargo, expresamos nuestra preocupación por la ausencia de un marco internacional en materia de derechos humanos de las y los jóvenes, así como por la poca voluntad de cumplir a cabalidad con el Programa de Acción Mundial para los Jóvenes.

3 Reiteramos la importancia del Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo para el ejercicio pleno de los derechos de las juventudes, especialmente para los derechos sexuales reproductivos de las personas jóvenes, la incorporación de la juventud a la toma de decisiones y la estrecha relación entre bono demográfico y desarrollo sustentable. Asimismo, reiteramos nuestra preocupación e interés por participar en las discusiones de la Agenda Post Consideramos que el nuevo marco de desarrollo debe apuntar hacia un nuevo paradigma en el que será fundamental la participación de las juventudes en su diseño y gestión. Consideramos que es imperante avanzar en el completo respeto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial, la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes (CIDJ), la Declaración de Naciones Unidas de Derechos de los Pueblos Indígenas (artículos 14, 17, 21 y 25), el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, la Convención para Eliminar y Erradicar todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW); así como la plena implementación del Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (PoA- CIPD), los acuerdos de la 45 Sesión de la Comisión de Población y Desarrollo de las Naciones Unidas, la Declaración y Programa Acción de Durban, la Carta de Bahía, la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer y la Declaración de Compromisos asumidos en el periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS) sobre el VIH/sida y la Declaración Política sobre VIH/sida de Educación: La educación tiene un papel primordial en nuestras sociedades, es un derecho humano básico y una condición fundamental parar la construcción de la autonomía de las personas. Reivindicamos el papel de la educación como derecho humano, y expresamos nuestra preocupación por la mercantilización de la misma, así como los enfoques utilitarios que miran en la educación una simple condición para el desarrollo económico.

4 Garantizar el acceso a una educación gratuita, pública y de calidad en todos sus niveles; con especial énfasis en el desarrollo y la emancipación de las personas, satisfacer todas las necesidades educativas de la sociedad y promover el tránsito desde la educación hacia un trabajo digno. Impulsar la plena implementación de la educación integral en sexualidad, asegurando el carácter laico, científico y libre de prejuicios de los contenidos curriculares. Asegurar una perspectiva de calidad, integralidad e interculturalidad en los modelos educativos considerando el saber ancestral de nuestros pueblos indígenas. Desarrollar tecnologías que no generen un efecto negativo en la naturaleza. Potenciar iniciativas de educación no formal de las y los jóvenes, como también la autoformación, reconociendo su importancia en la consecución de una educación que forje mujeres y hombres integrales al servicio de su comunidad. Participación: Identificamos que el aumento de la movilización social de sectores juveniles ha posicionando no solo temáticas nacionales o regionales, sino también aquellas de relevancia mundial, y que asimismo en los últimos años han surgido procesos de consulta a las juventudes para escuchar nuestras necesidades. Garantizar la participación de las personas jóvenes en la toma de decisiones públicas, buscando generar espacios no sólo de carácter consultivos, sino de participación efectiva. La participación juvenil es una vía privilegiada para la construcción de la cohesión social y la profundización de las democracias. Garantizar el desarrollo de juventudes empoderadas y conscientes de sus derechos para el ejercicio pleno de su ciudadanía; juventudes capaces de transformar realidades a través de los procesos de incidencia política en los diferentes ámbitos de las decisiones públicas. Crear mecanismos apropiados para generar procesos participativos con voz propia desde los actores, tomando en cuenta la existencia de brechas digitales y de acceso a medios de comunicación en las comunidades rurales, pueblos indígenas y afrodescendientes.

5 Apoyar procesos formativos para la participación e incidencia políticas dirigidos a jóvenes indígenas, especialmente las generadas por los propios pueblos indígenas, ya que estos garantizan una metodología apropiada y resultados que responden a las demandas de las juventudes indígenas. Apoyar los procesos de articulación y movilización de las juventudes para la consolidación de agendas comunes que incidan en el seguimiento al cumplimiento de los tratados, convenios y declaraciones internacionales, a través del aumento a la inversión en fondos de apoyo a las organizaciones juveniles. Trabajo Digno El trabajo es una condición fundamental para la emancipación de las personas jóvenes, asimismo, es una actividad que organiza a las sociedades y delinea las oportunidades para el ejercicio pleno de los derechos humanos. En este sentido, nos preocupan las condiciones de precarización laboral a las se enfrentan las personas jóvenes, especialmente la situación de los millones de jóvenes expulsados del mercado laboral formal sujetos a todo tipo de explotación y violación de sus derechos humanos. Manifestamos que los trabajos precarios, con bajos salarios y sin seguridad social, refuerzan las condiciones de desigualdad y pobreza que padecen millones de jóvenes en la región, siendo las mujeres jóvenes, indígenas y afrodescendientes las mayores perjudicadas. Transitar del paradigma hegemónico del empleo decente hacia un nuevo modelo de trabajo digno para las y los jóvenes, que reconozca las diversas formas de incorporación a la vida productiva en las que están inmersas las juventudes y que garanticen de forma integral los derechos laborales de las personas jóvenes. Reconocer las condiciones específicas en donde se incorporan las personas jóvenes a la vida laboral, identificando que en muchas ocasiones las y los estudiantes realizan distintos tipos de actividad productiva, mismos que merecen ser reconocidos en cuanto a su aportación al desarrollo económico de nuestros países y necesitan marcos específicos para la garantía de sus derechos humanos. Reconocer que las trayectorias laborales de las personas jóvenes no son lineales y homogéneas; por el contrario, se encuentran determinadas por los contextos culturales y recientemente

6 precarizadas por el modelo económico y de desarrollo. Aumentar las acciones de protección a las y los jóvenes trabajadores de todo tipo de violencia y explotación, especialmente a las juventudes migrantes, mujeres jóvenes, jóvenes indígenas y afrodescendientes. Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos Declaramos la importancia de los derechos sexuales y derechos reproductivos como derechos humanos. Las decisiones sobre el ejercicio de los cuerpos y la autonomía deben ser reconocidas como aspectos fundamentales para el ejercicio pleno de los derechos humanos; así como las condiciones que garanticen la toma de decisiones de manera libre, informada y sin ningún tipo de violencia. Erradicar cualquier tipo de criminalización sobre el derecho a decidir con respecto a nuestros cuerpos y orientación sexual. Asimismo, consideramos de gran preocupación el mantenimiento de legislaciones y prácticas que criminalizan las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo. Reconocer que la violencia de género, el racismo y la homofobia también limitan el acceso a servicios integrales de salud sexual y reproductiva, mismos que no son accesibles para los jóvenes por falta de espacios amigables que atiendan nuestras necesidades específicas. Eliminar las barreras sociales, culturales, económicas, políticas y legales para el acceso a la salud sexual y reproductiva de las mujeres jóvenes; a través de la creación, fortalecimiento y garantía a los servicios de aborto legal, seguro y gratuito; así como el aumento a las inversiones en tecnologías anticonceptivas no invasivas, respetando la autonomía de los cuerpos, vidas y necesidades de las mujeres y promoviendo la corresponsabilidad de las parejas. Incorporar en los sistemas de salud pública servicios de salud sexual y reproductiva que respeten el derecho a la autonomía y a la libre determinación de las personas jóvenes sobre sus cuerpos; que reconozcan los derechos a todos los tipos de servicios de salud accesibles a todas las personas sin el tutelaje de un adulto independientemente de la raza, el origen étnico, el género, condición de salud, orientación sexual, discapacidad, y el estatus socioeconómico. Reconocer que el VIH- sida influye y afecta directamente el desarrollo de las juventudes; que las mujeres jóvenes hoy se enfrentan a mayores vulnerabilidades, remarcando la necesidad de

7 garantizar acceso a servicios de salud universales e integrales que respondan a las necesidades de jóvenes viviendo con VIH/sida y otras ITS. Enfatizar el reconocimiento de la cosmovisión en relación a salud integral de los pueblos indígenas, así como las prácticas y conocimiento ancestrales en medicina curativa, de sanación y de restablecimiento del equilibrio con la naturaleza. Salud Se han reconocido la salud mental y las capacidades diferentes como asuntos de salud pública, promoviendo un enfoque diferencial en la atención. Esto contribuye a la mayor integración social de estas personas. Se ha promovido el auto- cuidado y el Buen Vivir; hay mayor información sobre los servicios de salud disponibles y las opciones diferenciales para los grupos poblacionales (ej. mujeres, adolescentes, jóvenes). Capacitar al personal en las instituciones de salud para atender la diversidad, con énfasis en aquellos con capacidades diferentes o con problemas de salud mental, y en las necesidades de las juventudes. Garantizar la continuidad en la atención y la proporción de asistencia e información suficiente y necesaria para decidir y tomar las mejores decisiones. Transitar hacia un paradigma de la salud que fomente la autonomía de las personas en general y particularmente reconozca la capacidad de la personas jóvenes mujeres jóvenes y adolescentes especialmente para tomar decisiones, a través del acceso y disponibilidad efectiva y oportuna de información laica, pertinente y científica. Generar programas que apuesten por la sostenibilidad de las buenas prácticas en salud intercultural, especialmente las emprendidas por los propios pueblos indígenas. Fomentar políticas para la construcción de paz y el acceso a justicia accesible para las juventudes para combatir la violencia en todas sus formas, incluida la violencia psicológica, económica, del crimen organizado, la trata y tráfico de personas, y la violencia sexual en todas sus manifestaciones.

8 Compromisos Las organizaciones y redes juveniles, las y los jóvenes reunidos en la Ciudad de Panamá, en la Reunión Preparatoria rumbo al Foro Global de la Juventud, consientes de la necesidad de nuestra participación y colaboración para el alcance de las demandas planteadas en está declaración, nos comprometemos a: Implementar acciones en veeduría social y contraloría ciudadana a las acciones de gobiernos y agencias de cooperación para avanzar en mayores y mejores mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, así como aportar y trabajar para el cumplimiento/logro de los compromisos internacionales en materia de juventud. Compartir los resultados de esta reunión con más organizaciones juveniles, agencias de cooperación y gobiernos locales con la intención de sumar más voces y fuerzas para avanzar en la implementación del PoA- CIPD y en la garantía plena de los derechos de las y los jóvenes. Impulsar el seguimiento a los compromisos surgidos en el Foro Global de la Juventud, así como construir sinergias entre las juventudes y las organizaciones juveniles para impulsar su pleno cumplimiento. Establecer mecanismos de articulación entre los espacios asociativos de juventud, buscando avanzar en reivindicaciones incluyentes y amplias que sean capaces de incorporar las preocupaciones y necesidades de los movimientos y juventudes latinoamericanas, caribeñas y del mundo. Articular procesos nacionales y regionales de participación juvenil en las discusiones de la Agenda Post 2015, procurando generar propuestas y acciones de incidencia para que las voces de las juventudes sean reflejadas en el nuevo marco de desarrollo. Ciudad de Panamá, 22 de noviembre de 2012.