PLAN DE MEDIO AMBIENTE - CRUZ ROJA COMUNIDAD DE MADRID C/José Álvarez de Toledo nº4, Madrid Tel:

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1 PLAN DE MEDIO AMBIENTE - CRUZ ROJA COMUNIDAD DE MADRID C/José Álvarez de Toledo nº4, Madrid Tel: Huerteando Manual para el huerto ecológico

2 A lo largo de las últimas décadas hemos visto como la dieta mediterránea ha venido siendo desplazada parcialmente, por la comida rápida con predominancia de productos animales (especialmente carnes y lácteos). Por fortuna, la sociedad de hoy día va tomando conciencia de la importancia de retomar la dieta mediterránea, basada en frutas, verduras, cereales y aceite de oliva, así como de que los alimentos consumidos sean frescos, naturales, sanos y ecológicos. Han quedado más que demostrados los beneficios de una alimentación sana y equilibrada, con abundancia de verduras y frutas frescas, y, los serios peligros para la salud, a corto y largo plazo, de una alimentación basada excesivamente en carnes y grasas, así como en cultivos tratados químicamente y contaminados por sustancias tóxicas para la salud. Sin embargo y lamentablemente, la industria agroalimentaria de hoy día está centrada en la obtención de los máximos beneficios al mínimo coste, y basada en la mecanización de todos los procesos productivos y en el uso y abuso de abonos químicos, herbicidas y plaguicidas, que fuerzan

3 a la naturaleza a producir más allá de la sostenibilidad; más allá de los límites que permitirían mantener un mínimo equilibrio biológico y ecológico del entorno. A esto se añaden los riesgos para la salud humana (en forma de cánceres, disrupciones hormonales, ) derivados de la ingesta de residuos tóxicos (de los pesticidas y fertilizantes) y de plantas modificadas genéticamente, OGM, (con las que se promete aumentar la producción mundial de alimentos pero de las que se ignora por completo las repercusiones negativas en cuanto a desequilibrios ecológicos y salud). Todo ello nos lleva a plantearnos la necesidad de consumir alimentos con garantía de producción ecológica, si realmente estamos preocupados por nuestra salud, la de nuestros hijos y la del planeta en su conjunto. La agricultura ecológica Es un sistema de producción agrícola que proporciona al consumidor alimentos frescos, sabrosos y auténticos, al tiempo que respeta el medio ambiente, los animales y las comunidades rurales. AGRICULTURA INTENSIVA Grandes extensiones de monocultivo Elección de especies por puro interés económico Uso de pesticidas y fertilizantes artificiales, que contaminan suelos y aguas subterráneas y cuyos residuos quedan en los alimentos que luego consumimos Sobre-explotación del suelo para maximización de la producción a CORTO plazo, fomentando la desertificación Uso no controlado del agua Uso no controlado de Organismos Genéticamente Modificados Alta mecanización de los procesos (y un consecuentemente elevado consumo energético) Tratamiento posterior con conservantes y productos químicos únicamente para mejorar el aspecto AGRICULTURA ECOLÓGICA Parcelas más pequeñas, que fomentan la biodiversidad, combinando diferentes variedades de especies y semillas Selección de especies vegetales y animales adaptadas a las condiciones locales Fertilización y control de plagas mediante productos naturales Respeta el ciclo natural de recuperación del suelo, para garantizar su sostenibilidad a LARGO plazo Uso racional y optimización del agua Rechazo hacia los OGM Menor grado de mecanización y mayor grado de empleo de recursos humanos No uso de conservantes ni productos químicos para mejorar el aspecto para la comercialización

4 Además de sus ventajas para el medio ambiente y la salud, la horticultura ecológica puede convertirse en una alternativa de ocio para los habitantes de las grandes urbes. Existe una amplísima variedad de alimentos ecológicos

5 A la hora de poner en marcha nuestro huerto, debemos de tener en cuenta una serie de factores: 2.1 EL ESPACIO Para tener un huerto no hace falta vivir en el campo, ni disponer de un extenso terreno, ni siquiera hace falta un jardín un huerto es posible en un balcón o en macetas en una ventana o incluso en una pared (huerto vertical). Sólo debemos adaptar el huerto al espacio del que disponemos. Si tenemos la suerte de disponer de un terreno, es importante tener en cuenta ciertos aspectos. Cuál ha sido el uso anterior de ese terreno? Qué profundidad es aprovechable? El suelo es ácido o básico? Está en pendiente y, en ese caso, puede allanarse? Observando además las plantas que crecen espontáneamente sobre el terreno, nos puede dar una indicación del tipo de suelo de que se trata. En cualquier caso, lo ideal es la distribución del huerto en bancales de no más de 1,5m de ancho, dejando un pasillo entre bancal y bancal. Esta anchura permite el acceso a la totalidad del huerto desde los pasillos, sin necesidad de pisar la tierra, lo cual, entre otras cosas, la compactaría,

6 reduciendo su productividad. Cuando se dispone de un balcón o terraza, se pueden reutilizar recipientes (cajones viejos, ). El diseño de los bancales puede ser a ras de suelo o elevado (éstos son mas amigables con personas que padecen problemas de espalda, personas mayores, etc, ya que evita que se tengan que agachar demasiado). Al contrario de lo que suele pensarse, el huerto no necesita demasiada profundidad; 20-30cm de sustrato pueden bastar para que las raíces se desarrollen bien si hay volumen suficiente de sustrato rico en nutrientes, (salvo para cultivos que necesiten especial profundidad, como la patata). También es necesario asegurar un buen drenaje, para evitar posibles encharcamientos, los cuales podrían provocar pudrición de las plantas. 2.2 LA ORIENTACIÓN Interesa que nuestra parcela, balcón o terraza esté orientada al sur o, por lo menos, que reciba un buen número de horas al día de luz solar, para que las plantas puedan realizar la fotosíntesis, de la que depende su desarrollo. Para las especies con menor demanda de sol, siempre podremos colocarles elementos (celosías u otras plantas) que les proporcionen sombra. Hay plantas que requieren mucha luz y mucho calor, como las solanáceas (el tomate, el pimiento, la berenjena, ) o las cucurbitáceas (el melón, el pepino, el calabacín, ). Estas especies suelen darse en primavera y verano. Mientras, otras como la escarola, la acelga, la col o la espinaca, se desarrollan bien con menos luz y menos calor, y suelen cultivarse en invierno. 2.3 LAS PLANTAS Hay que conocer y tener en cuenta los ciclos de cultivo de cada planta (tiempo desde la plantación hasta la recolecta), para saber lo que podemos plantar en cada época del año y más o menos el tiempo que ocupará el terreno. Conviene hacerse un planning anual. Además, a la hora de elegir las plantas que habitarán el huerto, es necesario tener en cuenta otras consideraciones, como la asociación de cultivos y la rotación de cultivos. Dos plantas iguales sembradas juntas se hacen competencia entre ellas; por un lado porque absorben los mismos nutrientes y, por otro, porque se hacen sombra. Así pues, para maximizar el rendimiento del huerto, es necesario trabajarlo mediante asociación de cultivos. Esto es, cultivar juntas especies que se complementan. A esto hay que añadir que las enfermedades no se transmiten tan rápidamente en un policultivo con diversidad de plantas, ya que los diferentes tipos de hortalizas son sensibles a diferentes enfermedades.

7 Generalmente, las plantas de aspecto diferente suelen ser complementarias; por ejemplo, las profundas, como la zanahoria, y las aéreas, como la lechuga. Generalmente, también las de coloración distinta, o las que poseen propiedades que defienden otras plantas contra plagas; por ejemplo, la cebolla evita la mosca de la zanahoria. A modo orientativo, se puede tener en cuenta también la siguiente tabla de compatibilidades:

8 Por otro lado, también hay que tener cuenta la rotación de cultivos. Consiste en alternar plantas distintas, con ciclos diferentes y necesidades nutritivas diferentes, en una misma parcela del huerto. De esta forma se evita repetir en un determinado espacio de tierra una misma familia de plantas, lo cual acabaría agotando ciertos nutrientes. Así, se puede plantar el primer año una planta de raíces (zanahoria, remolacha, patata, endivia, ), al segundo año una superficial, y el tercer año de nuevo una planta de raíces. A parte de la optimización de los nutrientes del suelo, la rotación de cultivos tiene otra misión fundamental, que es cortar el ciclo reproductivo de las plagas. Al repetir un mismo cultivo en una parcela, se está promoviendo que las plagas y enfermedades vinculadas a ese cultivo continúen alimentándose y puedan reproducirse al tener alimento seguro por más tiempo. Al rotar los cultivos se está obligando a la plaga y enfermedad a retirarse a otro lugar o morirse al no encontrar su alimento. También se debe introducir regularmente en la rotación especies leguminosas (habas, guisantes, ), que fijan el nitrógeno atmosférico (fundamental para la síntesis de proteínas y el crecimiento), incorporándolo al suelo, en sustitución del que ha sido absorbido por los cultivos, aportando de nuevo fertilidad a la tierra. No debe olvidarse realizar un croquis o dibujo, donde se vaya registrando a lo largo del año la variedad que se planta en cada bancal, cuándo se planta, etc, para ayudar en la planificación posterior y no repetir en un mismo bancal la misma familia de cultivos año tras año. 2.4 EL SUSTRATO El sustrato es lo que servirá de alimento a nuestras hortalizas, por lo que es fundamental que sea de buena calidad, 100% natural y libre de sustancias químicas. Es importante averiguar con qué tipo de suelo estamos tratando, y averiguar qué uso tenía el suelo previamente (escombrera, agricultura con uso de pesticidas y fertilizantes, ). También debe estar libre de hongos y huevos de insectos que luego puedan formar plagas en nuestro huerto. El sustrato ideal debe de ser ni muy arenoso ni muy arcilloso. Si cultivamos en macetas, hará falta un buen sustrato de cultivo que permita a las plantas crecer con un volumen limitado de raíces. No vale con coger tierra del campo Crearemos nuestro propio sustrato mezclando un 50% de fibra de coco, un 40% de compost o vermicompost y un 10% de perlita o vermiculita. Si cultivamos en terreno, es más complicado conseguir la idoneidad de las características del sustrato. Podemos conocer la textura de nuestro suelo tomando un puñado de tierra en la mano,

9 añadiéndole agua y amasándolo como si fuera una bola. Si la bola se disgrega es que nuestro suelo es excesivamente arenoso. Si la bola se compacta y queda rígida, es demasiado arcilloso. Un suelo arenoso está bien aireado y es fácil de trabajar, pero es pobre reteniendo agua y nutrientes. Un suelo arcilloso retiene bien los nutrientes pero es excesivamente compacto, de modo que impide el buen desarrollo de las raíces, y no permite un buen drenaje del agua. Ambos excesos se corrigen añadiendo estiércol, compost o vermicompost. El estiércol es abono formado por excrementos de animales y camas del ganado (paja). Es muy alto en nitrógeno, fósforo y potasio, pero puede llegar a quemar las plantas, especialmente si lo añadimos fresco. El humus de lombriz es materia orgánica digerida por lombrices. Es un abono muy nutritivo. El compost o mantillo son restos orgánicos (poda, restos de cultivo, restos de comida, ) convertidos en abono gracias a la descomposición por parte de bacterias y hongos. 2.5 LA TEMPERATURA La misma planta crecerá y madurará mucho más rápido si hace calor que si hace frío. La temperatura en las mesas de cultivo siempre variará más que la que tendrían en el suelo debido a la poca profundidad del sustrato. Por lo tanto, en el verano las raíces tendrán más calor y en invierno más frío que si fuesen cultivadas en el suelo. Esto hace que los ciclos de cultivo sean un poco más cortos en época de buen tiempo y, al mismo tiempo, las raíces sean más sensibles a las heladas del invierno. No podemos evitar las heladas, pero sí podemos proteger nuestras plantas utilizando una botella cortada por la mitad a modo de invernadero. Así, además, el agua que transpire la planta se condensará y volverá a caer a la tierra, autorregando la planta.

10 2.6 LA BIODIVERSIDAD Resulta fundamental para el correcto desarrollo del huerto contar con biodiversidad no sólo florística si no faunística. Los insectos, a pesar de lo molestos y desagradables que puedan parecer, al igual que otro tipo de fauna, aportan numerosos beneficios para el huerto: Polinización: es el caso de las abejas, las avispas, Permite la formación de los frutos (tomates, calabazas, ). Control de plagas: Curiosamente, uno de los motivos más comunes de plagas es la falta de biodiversidad. Crear hábitats o refugios para depredadores naturales (las tijeretas y las mariquitas se alimentan de pulgones, las arañas atrapan mosquitos y moscas, los pájaros comen orugas y larvas, etc ) es un estupendo método de prevención de plagas. Descomposición de la materia orgánica: A parte de la función como aireadoras de la tierra, las lombrices cumplen una función muy importante en la descomposición de la materia orgánica, de modo que los nutrientes (de hojas secas y otra biomasa) se reincorporen al suelo y están disponibles para ser absorbidos por las raíces. Es el caso también de otros insectos. Para mejorar la biodiversidad faunística en el huerto, es buena idea plantar aromáticas en el perímetro, y también se pueden construir refugios que favorezcan aquellos seres que son de interés.

11 Una vez escogido el espacio adecuado y diseñado el huerto, procederemos a preparar el terreno. 3.1 DESCOMPACTACION DEL SUELO Suele realizarse con una azada y/o una horca, para romper los terrones del suelo, con el fin de conseguir una estructura fina que permita la circulación del aire y el agua, y el buen desarrollo de las raíces. Es importante no invertir las capas (los horizontes ) de suelo, puesto que las capas superficiales son las que contienen más materia orgánica y si la enterramos la dejamos fuera del alcance de las raíces menos profundas. 3.2 RASTRILLADO Se realiza para nivelar el terreno. 3.3 SIEMBRA Y/O TRASPLANTE Existen dos formas básicas de siembra: siembra directa en el huerto

12 siembra mediante semilleros (siembra en contenedores pequeños para después trasplantar los planteles al huerto) Hay hortalizas que no se pueden trasplantar y es necesario sembrar directamente. Se trata fundamentalmente de aquellas que crecen hacia dentro de la tierra, como el rábano, la zanahoria o el nabo. Otras, en cambio, sí se pueden cultivar mediante semillero y posterior trasplante (es el caso de la lechuga, la col, el tomate, la escarola y la acelga). Algunas especies requieren además dejar las semillas en remojo unas horas antes de la siembra, para que se hidraten. Ante todo, se debe procurar utilizar semillas ecológicas y de variedades locales. Semilleros: Iniciar la planta en semillero tiene muchas ventajas: nos permite controlar la temperatura y del resto de condiciones. Además, permite seleccionar posteriormente las plantas mejor desarrolladas para el trasplante (siempre sembraremos más semillas en el semillero de las que luego trasplantaremos, pues no todas germinan). Además, si tras conservamos el semillero, en el caso de que alguna planta no agarre tras su trasplante, tenemos reserva de planta para reemplazarla. También permite tener el huerto ocupado durante más tiempo por otras plantas que aun no han madurado del todo. Como contenedor, se pueden reutilizar envases de yogur o hueveras con un agujero en la parte inferior para drenaje de agua. El sustrato, una mezcla de composta y arena de río (la arena hace el medio más suelto y aireado, y las raíces podrán desarrollarse libremente). En relación a la profundidad a la que sembrar la semilla, una norma que funciona bien es sembrar a una profundidad entre 1 y 3 veces el diámetro de la semilla. Para las semillas más pequeñas, suelen plantarse dos o tres en cada surco, ya que no suelen germinar todas. El desarrollo del plantel no es sencillo. Se debe vigilar muy bien que haya una humedad constante, pero no excesiva, y una buena temperatura para favorecer la germinación. Cerca de una ventana soleada, en el interior de una casa es un buen lugar para la germinación y desarrollo del plantel. Resulta además muy importante, a medida que el plantel se va desarrollando, ir variando las condiciones ambientales, para ir aproximándolas a las del lugar donde se plantará definitivamente. De esta forma, tendrá tiempo para ir aclimatándose y no experimentará un cambio brusco de su entorno, lo que podría condicionar su supervivencia.

13 En el momento del trasplante, se debe tener mucho cuidado de no estropear las raíces de la planta y de que el nuevo surco sea lo suficientemente grande. Si el fondo del surco está demasiado seco, se debe de humedecer un poco. Una vez insertada en el nuevo hueco de tierra, se debe presionar ligeramente el sustrato alrededor de la planta. Finalmente, se riega moderadamente. Siembra directa: Hay que preparar bien el terreno previamente; realizar una limpieza y desbroce del terreno (para eliminar basura, piedras, malas hierbas, ), allanar pendientes, voltear la tierra (removerla ligeramente con el objetivo de airearla - debe evitarse voltear demasiado la tierra, pues se estaría enterrando la capa superficial de la tierra, la más fértil.), abonar con compost natural. Hay diferentes técnicas para siembra directa, siendo la más común en hileras. Después de la siembra, no hay que olvidar regar. Se hará suavemente, con una regadera de agujeros muy finos, de modo que no se remueva ni arrastre la tierra. Por otro lado, hay ciertos cultivos que no suelen sembrarse de semilla. Por ejemplo la patata se reproduce enterrando un trozo de patata al que le haya salido brote. En el caso del ajo, se planta uno de los dientes. Es muy importante acordarse de poner carteles o etiquetas, para recordar dónde se ha plantado qué. También es importante sembrar el cultivo de manera escalonada, para no cosechar todo el producto al mismo tiempo, sino tener un suministro continuado. 3.4 ACOLCHADO El acolchado de su superficie consiste en poner algún material (como restos de paja, de hierba cortada, hojas, etc) que evite que los rigores del clima perjudiquen el suelo, así como que crezcan las hierbas competidoras ( malas hierbas ). Además, este material mantendrá mejor la humedad, reduciendo necesidades de riego, y se irá descomponiendo y enriqueciendo el suelo de materia orgánica.

14 3.5 ESCARDA Se realiza con escarda o azadilla, para eliminar malas hierbas y romper la costra que se forma al cabo del tiempo en la superficie del suelo. Estas especies son consideradas plantas-señal, ya que son indicativas de la composición del suelo. Si aparecen ranúnculos, acederas y llantenes es señal de que el suelo es pesado e impermeable. Si por el contrario aparecen las especies del género Stellana, indica que el suelo está suelto y es rico en humus. La aparición de hierba mora y ortigas revela un suelo rico en nutrientes y nitrógeno. El escardado debe eliminar la planta entera; no sirve para nada dejar enterrado el sistema radicular ya que suelen ser especies adaptadas para rebrotar rápidamente. 3.6 RIEGO El agua es la sangre de las plantas; es el elemento en el que se disuelven los nutrientes de la tierra. La falta de agua provoca el retardo en el crecimiento y, llevado al extremo, la muerte de la planta. Pero el exceso de agua puede ser igual o más dañino; crea problemas de podredumbres y hongos parásitos. Si bien en las primeras fases de desarrollo del huerto, es interesante, por motivos educacionales, que las labores de riego se realicen de manera manual, se aconseja, para etapas posteriores, un sistema de riego localizado, por goteo. Con todo y con eso, conviene siempre realizar una observación de las condiciones meteorológicas, para evitar el riego en exceso en épocas más húmedas, y la falta de agua en épocas más secas. 3.7 ABONADO Las plantas se alimentan de los nutrientes minerales que hay en el sustrato y que extraen mediante sus raíces. Los nutrientes que necesita en más cantidad, los macronutrientes, son el fósforo, el nitrógeno, el potasio y el magnesio. Los micronutrientes, necesarios en menor cantidad, son el manganeso, el boro, el cobre, el molibdeno y el hierro. El mantillo que se ha mezclado inicialmente con la tierra para crear el huerto, contiene estos nutrientes, pero después de unos meses de cultivo los nutrientes se van agotando, no sólo porque las plantas los consumen, sino también porque algunos se lavan y pierden con el agua de riego (se lixivian). De este modo, cada 12 meses aproximadamente (en función también de la densidad de plantas que hayan ocupado el huerto), se hace necesario reabonar, añadiendo compost. Es conveniente aprovechas el momento de añadir el compost nuevo para descompactar de nuevo el sustrato y airearlo. Normalmente se hace en otoño.

15 Resulta muy interesante el uso de compost casero, que podemos hacer, mediante compostadoras, a partir de los restos orgánicos domésticos (preferiblemente triturados, para acelerar su descomposición). Es algo sencillo de hacer, se puede instalar junto al huerto, y resulta altamente exitoso. No obstante, es importante conocer qué elementos se pueden y qué elementos no se pueden echar, y equilibrar los tipos de nutrientes para que el compost resultante sea de calidad y no tenga carencias:

16 3.8 ENTUTORADO Para mantener erguidas aquellas plantas que tienden a caerse (como las tomateras, judías verdes, guisantes, ). Suelen usarse varillas/cañas, y la planta se sujeta a ellas mediante un cordón o algo que no dañe el tallo de la planta. 3.9 CONTROL DE PLAGAS La diversidad de cultivos y la pequeña dimensión del huerto ayudarán a que haya pocos problemas de plagas y enfermedades. La prevención es absolutamente fundamental. En este sentido, se debe asegurar que las condiciones del huerto son las correctas para minimizar la posible aparición de plagas; por ejemplo, un exceso de agua favorecerá la aparición de hongos. Cabe destacar también que algunas plantas repelen los insectos (no eliminarán una plaga, pero contribuirán a prevenirla.) Algunos ejemplos son las plantas aromáticas como el romero, lavanda, tomillo, menta, albahaca, salvia, etc. Otras atraerán a insectos beneficiosos que se encargarán de devorar a aquéllos causantes de plagas. Es el caso del eneldo, borraja, hinojo, mejorana, etc. Aun así, se tendrá que observar de cerca el huerto para detectar las posibles plagas y combatirlas lo antes posible. Cuando una plaga o enfermedad es importante (hay que distinguir entre una plaga real y la presencia puntual de dos o tres individuos que no están perjudicando los cultivos), se aplicará un tratamiento para combatirla. No es recomendable utilizar tratamientos químicos en el huerto ya que generalmente son tóxicos, y no selectivos (no terminan únicamente con la especie perjudicial, si no que aniquilan muchas otras especies que pueden ser de interés). Hace falta buscar las soluciones menos agresivas y más ecológicas. Algunas de las plagas más habituales son: Pulgones: insectos muy pequeños que se reproducen muy rápidamente. Hay muchos tipos de pulgones, de diferentes colores (negros-comunes en habas, verdes-comunes en alcachofas, guisantes, judías y fresas, y grises-comunes en repollos). Absorben la savia de las

17 plantas, especialmente de las hojas más jóvenes, y provocan el encorvamiento de la hoja y su cubrimiento de una sustancia pegajosa. Tratamiento: o Hay que atraer a los enemigos naturales de los pulgones, como mariquitas, avispas, avispillas y tijeretas. o Vigilar la presencia de hormigas ya que, si hay demasiadas, potenciarán a los pulgones que les ayudan a conseguir la melaza. o Pulverizar sobre las hojas agua ligeramente jabonosa o templada a presión para barrerlos. Para su elaboración se diluyen 30 ml de jabón neutro líquido en 5 l de agua y se pulveriza la planta mojando muy bien las hojas. o Pulverizar con purín de ortigas. Para su elaboración se deja 1 kg de tallos y hojas de ortigas troceadas durante 15 días en 5 l de agua. Después de ese tiempo se filtra y se diluye un litro de purín en 20 l de agua antes de pulverizar. o Pulverizar con una maceración de ruibarbo. Para su elaboración se dejan macerar 500 g de hojas sin tallos en 3 l de agua durante 24 h. Se aplican tres tratamientos en 3 días. o Pulverizar con infusión de ajenjo. Se ponen 100 g de planta fresca en 1 l de agua hirviendo y se deja reposar tapado durante h. Se diluye después al 20%. o Espolvorear sobre la planta dañada ceniza de chimenea para deshidratar a los pulgones. o Colocar papel de aluminio en la base de las plantas para deshidratar a los pulgones. Mosca Blanca: Hay varios tipos, aunque las más conocidas son las que atacan a tomates, pimientos, pepinos, judías y repollos. Forman colonias en el envés de las hojas, donde agrupan su puesta y comparten el espacio con las larvas sin alas, las pupas y los adultos. Se alimentan succionando las hojas, las cuales se vuelven amarillentas y acaban secándose y cayendo Tratamiento: o Trampas adhesivas de color amarillo. o Pulverizar sobre el envés de las hojas agua ligeramente jabonosa. Para su elaboración se diluyen 30 ml de jabón neutro líquido en 5 l de agua y se pulveriza la planta mojando muy bien las hojas.

18 o Quitar y quemar las plantas atacadas. Oruga de las coles: Es un gusano verde-grisáceo con tres líneas longitudinales de color amarillo y con puntos negros que ataca sobre todo a repollos, berzas y lombardas. Las hojas aparecen agujereadas al ser devoradas por las orugas. Tratamiento: o Buscar los huevos de las orugas en el envés de las hojas de las coles y eliminarlos. El periodo de puesta suele oscilar de abril a junio. o En casos graves recurrir a insecticidas de origen vegetal como el pelitre; un producto ecológico de venta en centros de jardinería que se aplica espolvoreando de 1 a 2 g por cada metro cuadrado, 3 veces a lo largo de 10 días. o Proteger el cuello de la planta con un disco de cartulina o plástico y retirar tras la puesta de huevos, eliminando éstos. Araña roja y amarilla: Las arañas rojas y amarillas se instalan en el envés de las hojas, destruyendo sus tejidos porque succionan la savia. Atacan sobre todo a judías, pepinos, guisantes, calabazas y tomates. Las hojas presentan manchas e incluso se pueden ver las telas de araña rodeándolas. Las hojas tienen un aspecto marchito y se caen prematuramente Tratamiento: o Rociar el envés de las hojas con agua fría. o Pulverizar las hojas con infusión de cola de caballo. Para su elaboración se emplea la planta entera excepto la raíz. Si se utiliza planta fresca se introducen en 1 l de agua 150 g de planta y, si se utiliza planta seca, en un litro de agua se introducen 20 g de planta. Se deja en maceración 12 h y se hierve durante 20 minutos al día siguiente. Se pulveriza regularmente (para prevenir) sobre las plantas, cada días. En caso de ataque se pulveriza sobre las plantas durante 3 días consecutivos y a pleno sol. o Pulverizar con preparado de harina. Para su elaboración se disuelven dos tazas de harina fina blanca en 5-10 l de agua. Por la mañana se aplica sobre las plantas infectadas; con el sol se disuelve el agua y queda una capa fina que recubre las plantas y asfixia a los ácaros.

19 o Colocar entre los cultivos pieles de cebolla. Mildiu: Es un hongo endoparásito que ataca sobre todo a tomates, cebollas, espinacas y patatas. Se produce por humedad elevada y temperaturas entre 10 y 20ºC. Aparecen unas manchas blancas y amarillas en el haz de las hojas, y en el envés surgen unas manchas grisvioláceo. Las hojas se secan por las puntas y las manchas avanzan hacia el interior. Se produce oscurecimiento de un lado del tallo y el sistema radicular se vuelve marrón. Tratamiento: o Sembrar y trasplantar evitando altas densidades de forma que el aire circule con libertad. o Fumigar con caldo bordelés al inicio de los períodos húmedos y antes de que se manifieste la enfermedad. Si la primavera o el otoño son húmedos es aconsejable hacer 2 o 3 tratamientos cada 10 días aproximadamente. Disolver 6 g de caldo bordelés (que puede comprarse en viveros y centros de jardinería) en 1 l de agua. o Pulverizar con decocción a base de cola de caballo. Para su elaboración se puede utilizar planta fresca o seca que podemos encontrar en cualquier herbolario. Se disuelve 1 kg de planta fresca o 150 g de planta seca en 5 l de agua fría y se deja macerar durante 24 h. Pasado ese tiempo la mezcla se hierve 20 minutos y se tapa mientras se deja enfriar. Se aplica diluido 10 veces durante tres días consecutivos y al amanecer o anochecer. Oidio/Cenizo: Es un hongo ectoparásito que se desarrolla cuando se alternan días lluviosos y días calurosos. Ataca principalmente a pepinos, melones, calabazas y calabacines. Se manifiesta en forma de polvo blanco o de color ceniza en hojas, brotes y frutos. Los frutos pueden llegar a agrietarse ante la imposibilidad de crecer con normalidad. Tratamiento:

20 o Eliminar las hojas enfermas lo antes posible. o Espolvorear por encima de la planta azufre en polvo (2-3 g por metro cuadrado cada 15 días) o fumigar con azufre mojable (15 g por cada 5 l de agua cada 10 días). Cochinilla: Existen muchas variedades; las más comunes aparecen con forma aplastada y un caparazón parduzco con el que se adhieren, cual lapa, a las hojas. Otras están cubiertas por una pelusilla blanca. Favorecen, además, la aparición de hongos. Tratamiento: o Un buen método combativo es agua a presión o agua con zumo de limón. o En caso de persistencia, se puede recurrir a tratamiento con jabón potásico. Hormigas: Aparte de lo molestas que pueden ser desenterrando y llevándose semillas, las hormigas favorecen la rápida proliferación de pulgones. Tratamiento: o Verter agua hirviendo en el hormiguero. o En caso de invasión es importante tratar espolvoreando/pulverizando 2 ó 3 veces con piretrina, con mucho cuidado porque daña la vida del suelo.

21 3.10 RECOLECCIÓN DE SEMILLAS Tener una fuente propia de semillas en lugar de depender de terceros es siempre buena idea. Para ello, se deberán seleccionar las plantas más sanas, más productivas y mejor adaptadas. El procedimiento de obtención de semilla varía de especie a especia, pero normalmente se deja que la planta monte a flor y que se sequen las semillas en la mata. Las semillas deben conservarse en un lugar seco, oscuro y fresco. Además, hay que tener en cuenta que cada año que pasa las semillas van perdiendo fertilidad.

22 En la tabla a continuación se detallan las características de cultivo de las especies hortícolas más frecuentes. Conviene plantar especies aromáticas entre los cultivos, por su capacidad de control de plagas. Conviene también considerar la posibilidad de crear un seto alrededor del huerto si el terreno está muy expuesto, ya que ayuda a disminuir el efecto del viento sobre las plantas, que a veces puede resultar muy agresivo. Se pueden mezclar diversas especies, para favorecer la biodiversidad (aligustre, espino blanco, rosal silvestre, etc). No obstante, deben ser especies que no crezcan excesivamente, para que en un futuro no dejen el huerto en sombra. Si bien cumplen bien su función como cortavientos, también añadirán un trabajo adicional; necesitan su riego, sus podas, etc.

23 siembra modo siembra distancia (cm) diámetro maceta (cm) tiempo de germinación recolección riego observaciones ACELGA mar-oct directa 0,30 0, días 60 días abundante AJO oct-ene directa 0,10 0,20 - jun-jul poco BERENJENA feb-mar semillero 0,40 0, días jul-oct regular CALABACÍN mar-abr semillero 0,60 0, días jun-jul abundante CALABAZA mar-abr semillero 90,00 0, días sep-oct abundante CEBOLLA oct-mar semillero 0,15 0, días may-oct regular COLES jul-dic semillero 0,40 0,40 **** 150 días regular Se van recogiendo las hojas exteriores más grandes. De estos cortes brotarán nuevas capas que se podrán recolectar más adelante. Se planta el propio diente de ajo (que tenga brote). Durante el último mes antes de ser cogidos no deben regarse. Cortar las ramas que salen de las axilas para obtener mejores frutos. Por el tamaño y peso de los frutos suele ser conveniente entutorar las plantas. En los primeros meses de crecimiento se ven algunos tallos de flor que será necesario despuntar para que los bulbos se formen bien. Incluyen las coles de Bruselas, los repollos, las coliflores las lombardas y las berzas, siendo las coliflores son las más delicadas. ESPINACA ago-feb directa 0,10 0,15 10 días 90 días regular FRESÓN oct-feb directa 0,30 0,30 **** may-ago regular Produce estolones de los que afloran nuevas plantas. GUISANTE oct-feb directa 0,30 0,40 **** 120 días regular Conviene entutorar por su carácter trepador. Recién cogidos tienen un sabor dulce, pero en unas horas el azúcar se convierte en almidón y pierden la dulzura. Enriquecen el suelo. HABAS sep-nov directa 0,40 0, días 120 días regular Enriquecen el suelo. JUDÍA abr-jul directa 0,30 0,35 **** 90 días regular Conviene entutorar por su carácter trepador. Enriquecen el suelo. LECHUGA sep-may semillero 0,30 0, días días abundante Unas dos semanas antes de la recolección, las hojas se atan haciendo un cogollo para mantener un mayor blanqueado y ternura. PATATA feb-may directa 0,40 (mín prof.) - jun-sep poco Se siembra un pedazo de patata que contenga un brote. PEPINO mar-jun semillero 0,35 0, días 100 días regular PEREJIL todo el año directa 0,10 0, días 90 días regular PIMIENTO feb-abr semillero 0,50 0, días 150 días regular Para mejorar el tamaño de los frutos es preferible despuntar las plantas. Por el tamaño y peso de los frutos suele ser conveniente entutorar las plantas. PUERRO feb-jun semillero 0,10 0,20 15 días días abundante Es necesario aporcarlos para que los tallos se vuelvan amarillos. RABANITO todo el año directa 0,05 0, días 40 días regular TOMATE feb-may semillero 0,40 0, días 150 días regular ZANAHORIA mar-oct directa 0, (>0.45 prof.) días 120 días regular Por el tamaño y peso de los frutos, es necesario entutorar las plantas, para que no se venzan y rompan.