EL DINERO EN NUESTRO MUNDO. El Poder descontrolado del mercado actual. Dr. Carlos Ballesteros

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1 EL DINERO EN NUESTRO MUNDO. El Poder descontrolado del mercado actual. Dr. Carlos Ballesteros Profesor de la Universidad Pontificia Comillas Hay muchas cosas en la vida más importantes que el dinero. Pero cuestan tanto!" Groucho Marx El dinero tiene en nuestro planeta más libertad que el ser humano. Eduardo Galeano Quizás sea demasiado atrevido considerar al dinero como uno de los mejores inventos de la humanidad, o al menos uno de los más ingeniosos. Identificar y considerar a un objeto inerte (sea trozo de papel, pluma, concha, piedra o metal) como fuente de la felicidad, meta a alcanzar, objetivo por el que se vive y se trabaja es algo sorprendente; considerar que el dinero encierra en su interior un mundo de posibilidades no descubiertas, un potencial de conversión tan grande cual piedra filosofal que convierte lo inútil en oro es, en definitiva, otorgarle un poder y un lugar en nuestras vidas excepcional. Sin embargo el dinero no da necesariamente la felicidad, como ya demostró en 1974 un economista ingles, que ideó la paradoja que lleva su nombre: la Paradoja de Easterlin. Según esta ley, aunque los ricos son generalmente más felices que los pobres, incrementos en la renta no vienen acompañados de incrementos equiparables de la felicidad percibida. El dinero produce pues rendimientos decrecientes de felicidad. Ser rico, tener dinero, es pues una preocupación pues hay que decidir cómo guardarlo de forma segura, cómo mantener su valor o incluso incrementarlo y, en definitiva, como mantenerse en esa rueda, en ese club. Y además, para ser infeliz cuando uno se da cuenta que el dinero no puede comprar todo lo que uno anhela. Capitalismo maduro, lo llaman ahora, a esa tendencia de la sociedad de consumo en la que lo que se estila es comprar sensaciones y sentimientos, felicidad y bienestar una vez que incrementar el nivel de cosas materiales que se posee ya es imposible. El dinero es importante, pero su búsqueda y su posesión no debería ser la meta de las personas ni su sentido y razón de vivir. La sobrevaloración del dinero de la sociedad actual la establecen no solo tanto aquellos que por poseerlo creen tener el mundo en sus manos, sino también los que piensan que, por no poseerlo, todas las puertas se les cierran. La sobrevaloración

2 del dinero se origina así en razón de hacerlo imprescindible y someterse a él como un fin, y no como el medio que es. El dinero tiene aspectos muy positivos. Facilita de forma considerable las transacciones de bienes y servicios entre las personas. Esa es (debería ser al menos) su principal función y razón de ser. Un instrumento, un medio, una herramienta para facilitar el comercio superando los limites que impone el trueque directo. Sin embargo esto no es así en la sociedad actual. El atesoramiento del dinero, retirándolo de la circulación, por parte de algunos supone una ralentización y una dificultad para realizar intercambios comerciales. El dinero, al no perder valor ni consumirse con su uso, puede ser almacenado por sus propietarios sin que por ello le suponga un perjuicio (incluso puede suponerle un beneficio) esperando mejores condiciones para ser utilizado. Efectivamente: un agricultor no puede almacenar indefinidamente su cosecha, pues con el paso del tiempo el producto se va estropeando, se pudre y pierde su utilidad y cada vez se vende a un precio más bajo a medida que pasa el tiempo. El dinero por el contrario no solo no pierde valor sino que sin hacer nada, solo por ser atesorado y retenido, va generando mayor riqueza potencial a su propietario. Los economistas definen el dinero como aquel medio de intercambio, común y generalmente aceptado por una sociedad, que cumple tres criterios: medio de pago, unidad de cuenta y reserva de valor. Esto es: debe ser reconocido por todos los actores que toman parte en el intercambio como un símbolo que represente el contenido de la transacción; que sea válido pues para pagar, para recompensar el valor del objeto intercambiado a su propietario para que a su vez pueda utilizarlo en futuros intercambios. Debe ser contable, en el sentido de ser fácilmente mensurable (unidad de cuenta) para que cumpla con un requisito de objetividad al medir el valor de las cosas, pues el precio de los bienes se expresan en unidades de dinero. Por último debe tener capacidad para representar el valor de los objetos y conservar el poder adquisitivo a lo largo del tiempo. La inflación afecta negativamente a esta función del dinero, que se diluye cuando los aumentos del nivel de precios son elevados. No en vano a la suposición de que el dinero mantiene su valor constante en el tiempo cuando se alteran los niveles de precios de una economía se le denomina ilusión monetaria. Por lo tanto cualquier objeto que cumpla esos requisitos puede ser considerado dinero. A lo largo de la historia muchas y diferentes cosas han recibido esa consideración:

3 plumas de ave, conchas de moluscos, trozos de metal más o menos precioso, papel Y sin embargo ninguna ha funcionado a la perfección. O mejor dicho, a medida que avanzaban los años y las edades, el dinero iba complicándose cada vez más y funcionando peor. Quizás se simplificaba el material del que estaba hecho, hasta llegar a ser un algo etéreo y cibernético, pero su utilidad primaria, su finalidad está cada vez más lejos de esa primera idea de facilitador de intercambios. Efectivamente, a pesar de que en los mercados financieros internacionales existen múltiples países, monedas, instrumentos, agentes, etc. sin embargo existe un altísimo grado de concentración a varios niveles: Geo-económico De las divisas de referencia De los principales agentes Geo-económico, porque según datos del Banco Mundial, el 85% del mercado de divisas se realiza tan solo en unas pocas plazas (Nueva York, Chicago, Londres, Frankfurt; Paris, Tokio, Milán); casi todas las operaciones de derivados financieros lo son entre 10 países; el 85-90% de los préstamos y de las emisiones de obligaciones se hacen en países desarrollados. Según un artículo aparecido en el Financial Times (10/05/2002) sobre las 500 mayores compañías del mundo, casi un 48% de las mayores compañías y bancos en el mundo son de los EE.UU. y un 30% son de la Unión Europea, mientras que un 10% son Japoneses: en definitiva casi el 90% de las mayores corporaciones que dominan la industria, la banca, y los negocios son estadounidenses, europeas o japonesas. Cinco de los 10 principales bancos son estadounidenses, seis de las 10 principales compañías farmacéuticas, cuatro de las 10 principales compañías de telecomunicaciones, siete de las principales compañías de tecnologías de la información, cuatro de las principales compañías de petróleo y gas, nueve de las 10 principales compañías de software, cuatro de las 10 principales compañías de seguros y nueve de las 10 principales compañías de comercio minorista. Sólo en el sector de las aseguradoras la Unión Europea tiene una proporción mayor entre los 10 primeros lugares que los EE.UU De las divisas de referencia porque una vez sustituido el viejo sistema conocido como Patrón oro por el cual todas las monedas se calculaban en referencia a su valor (peso) en oro, por un sistema de libre? intercambio de divisas, el Dólar EE. UU. es la

4 exclusiva moneda de referencia para valorar las reserva de los bancos centrales; los activos de los mercados financieros: es el medio de pago más común en el mercado internacional y se ha convertido en unidad de cuenta del comercio, cotización, materias primas, etc. Es cierto que existen otras monedas, como el Euro, el Yen o la Libra, pero hay que tener en cuenta que el mundo hay más de 200 monedas diferentes, ninguna de ellas tan imprescindible como las cuatro principales. De los principales agentes porque, aparte de que Bancos centrales y Gobiernos se autolimitan a favor del mercado y liberalizan todo tipo de transacción, la concentración del poder de decisión económico mundial está en unas pocas empresas y bancos de los Estados Unidos y/o de la Unión Europea, lo que significa que los mercados mundiales no son competitivos, sino que en gran medida están formados por oligopolios de grandes transnacionales con más poder que muchos gobiernos Los mercados mundiales están dominados por las decisiones que se toman en los consejos de administración de las principales 238 compañías y bancos de los EE.UU. y las 153 de la Unión Europea. Esta concentración de poder es lo que define la naturaleza injusta y concentrada de la economía mundial. Me gustaría terminar este articulo sobre el concepto del dinero y su importancia citando a Juan Torres, que en la introducción de su libro Toma el dinero y corre (2005) dice Lo que habíamos conocido siempre era que las diferentes formas de dinero que se utilizaban en la economía estaban dirigidas a facilitar los intercambios más o menos grandes de mercancías, de comercio, de inversiones. Es decir, el dinero era algo instrumental: se utilizaba en más o menos cantidad en la misma medida en que hubiera más o menos intercambio. Pero lo que ha ocurrido es algo sorprendente. No sólo han aumentado los medios de pago porque haya habido que hacer frente a más operaciones que requerían financiación, sino que el dinero disponible ha aumentado en mucha mayor cantidad que estas últimas. Dicho de otra manera, el volumen de dinero existente en la economía se ha disociado del volumen de comercio ( ) Algo que resulta especialmente importante y que debemos subrayar es que estas transformaciones en la naturaleza del dinero y en su uso no sólo afectan a las finanzas o a una parte especializada de la actividad económica. El gigantesco y desproporcionado desarrollo del dinero y de los flujos financieros trae consigo modificaciones en todos los ámbitos: en las relaciones económicas no monetarias y en el conjunto de las relaciones sociales. Incluso en la política y en el ejercicio del poder. Esto último no es de extrañar. Todos sabemos que el poder ha estado siempre estrechamente vinculado con el dinero. Y ahora que cambia la naturaleza del dinero, es lógico que también cambie la forma del poder financiero. Y además, es también lógico que ahora que el dinero tiene más presencia en la vida económica, sus poseedores, los grandes centros financieros, los bancos, las grandes empresas, etc. hayan adquirido gracias a eso mucho más poder y más influencia social.

5 Algunos libros y artículos para profundizar BALLESTEROS, C., (2004). El camino hacia una banca ética en España se demuestra...andando Utopía, nº 50, junio BALLESTEROS, C., (2001), Dinero y Corazon, Utopia, primavera 2001 DE LA CUESTA M., Y DEL RIO, N. (2001), Dinero más ético y solidario para una sociedad más humana y responsable. Revista Noticias de Economía Pública Social y Cooperativa nº 33 julio 2001, pp DEL RIO, N. (2003), Rescata tu dinero, Talasa, Madrid KENNEDY, M.,(1998) Dinero sin inflación ni tasas de interés, Nuevo extremo, Buenos Aires LYDENBERG, S., (2002) Envisioning Socially Responsible Investing: A Model for 2006, The Journal of Corporate Citizenship, issue 7, octubre, 2002,pp SANDRI, P, (2002), Dinero Ético, Plaza & Janés TORRES; J. (2005), Toma el dinero y corre, ICARIA, Barcelona WARDE I, (2000) Islamic Finance in the Global Economy Edinburgh University Press. YUNNUS, M, (1997) Hacia un mundo sin pobreza, Ed. Andres Bello, Santiago de Chile